La publicidad de Nueva Rumasa: el tamaño sí importa
Cualquier persona con un mínimo afán investigador que hubiera dedicado un poco de tiempo a la tarea, podía haber comprobado, incluso hace unos cuantos meses, que José María Ruiz Mateos no se ha caracterizado nunca por ser un empresario modelo. La expropiación de la antigua Rumasa generó ríos de tinta y discusiones sin cuento, pero no precisamente sobre la situación patrimonial de las empresas expropiadas. Pese a toda la confusión que la familia Ruiz Mateos quiso arrojar sobre el tema, esas empresas tenían el famoso 23 de febrero de 1983 un valor negativo bastante importante, como los tribunales se han cansado de declarar desde entonces. Más bien es Ruiz Mateos quien debe dinero al Estado y no a la inversa. La polémica giró siempre sobre un tema completamente distinto: sobre si la expropiación por Decreto Ley era constitucional o no, y la sensación de cacicada que dejó la famosa sentencia versó sobre la manipulación política a la que se sometió al Tribunal, aunque fuera por una buena causa (como defiende este blog, el fin no justifica los medios) y no sobre la injusticia cometida al Sr. Ruiz Mateos. Los datos los recoge Casimiro Garcia-Abadillo de manera exhaustiva en varios artículos publicados entarget=_blank> El Mundo .
Pero como a río revuelto ganancia de pescadores, al famoso empresario la polémica le vino de perlas, y empezó a alimentar el mito de la persecución, del robo al abnegado empresario que desde entonces busca afanosamente justicia de tribunal en tribunal, cual Diógenes con su lamparita. Pero, sin duda, mucho mejor vestido, aunque fuese de Superman, gracias a todo el dinero que colocó a buen recaudo. Con ese dinero levantó su segundo chiringuito: Nueva Rumasa, la que ahora ha explotado, de manera previsible, para los informados, (véase el riguroso, como siempre, comentario al respecto de Javier Pradera) y de manera muy dolorosa para muchos muy desinformados. Y precisamente de esto trata este post, de la desinformación y de sus responsables.
No cabe duda de que el primer responsable es el Sr. Ruiz Mateos y su familia. En su impresionante campaña informativa (impresionante por el tamaño de sus anuncios en prensa, y también por su retórica, más propia de un detergente que de una emisión de pagares) se intentaba confundir al potencial inversor de todas las maneras posibles, ya sea alegando que la concreta emisión contaba con la autorización de la CNMV (cuando en rigor lo que ocurría era que no era necesaria), ya afirmando que las famosas reservas de brandy viejo que garantizaban algunas de las emisiones tenían un valor, según peritos reconocidos, superior a las famosas minas del Rey Salomón.
Poco importaba que la CNMV lo desmintiese expresamente o que al perito no le llegase la camisa al cuerpo y matizase su valoración (a estos efectos). Las correspondientes rectificaciones, por comparación, al menos en su tamaño y difusión, tenían las misma posibilidad de desvirtuar la información inicial que la letra pequeña de una póliza de seguros de hacernos desistir de suscribirla.
Es por eso, seguramente, por lo que los abogados de los damnificados pretenden alegar, además de la estafa, el delito de publicidad engañosa del articulo 282 del código penal, como único medio de incoar la vía penal y lograr pillar algo de lo que la familia, conocedora de experiencias pasadas, según propia confesión, ha puesto a buen recaudo. Como no triunfe la estafa mal remedio van a encontrar en la publicidad engañosa, que se sanciona con prisión de menos de un año.
A la CNMV no se le puede acusar de mucho. Hasta siete veces advirtió de los riesgos de la operación aunque sus advertencias, de nuevo por comparación, se recogían en la prensa con un tamaño risible.
Uno podría preguntarse, entonces, por qué toda esta información y estos comentarios que nos inundan ahora, una vez que el chiringuito ha explotado, no se nos han proporcionado un poquito antes. Porque lo cierto es que el silencio sobre este personaje y sus manejos ha sido ensordecedor, pese a que esta Nueva Rumasa se parece mucho a la vieja. Y creo que no se ha debido a falta de voluntad de esas firmas, como las arriba citadas, entre otras igualmente ilustres (que llevan muchos años demostrando su categoría profesional e intelectual), sino que me temo que ha sido más bien por la falta de interés de sus editores en perder los cuantiosos ingresos que para unos medios en crisis supone el tamaño de la publicidad contratada por el Sr. Ruiz Mateos. Si esto es así, como me parece bastante evidente, podemos concluir que Nueva Rumasa ha constituido un nuevo ejemplo de esquema piramidal, semejante a los que últimamente se han puesto de moda, en el que parte del dinero obtenido de los nuevos inversores se dedicaba, no tanto a pagar a los anteriores, como a los periódicos y a los medios de difusión con el fin de que el río no cesase nunca de fluir… hasta desembocar en algún lejano paraíso.
No cabe negar la responsabilidad de esos inversores, que con un poco de esfuerzo podrían haber averiguado donde se metían, pero tampoco cabe olvidar que son los únicos que van a pagar el pato. Hay otros, por contra, que no van a pagarlo, pese a haber recibido del Sr. Ruiz Mateos mucho dinero: nuestros dignísimos medios de comunicación, que también podían haber investigado e informado un poco más (¿no están para eso?), los mismos que tratan con guante de hierro al caído y con guante de seda al poderoso (¿se acuerdan del caso Alierta?). Quizá ya es hora de preguntarnos cual es el papel que se supone que cumplen en una sociedad democrática y qué se puede hacer para suplir sus deficiencias.
Rodrigo Tena Arregui es Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Notario de Madrid por oposición (OEN 1995). Ha sido profesor en las Universidades de Zaragoza, Complutense de Madrid y Juan Carlos I de Madrid. Es miembro del consejo de redacción de la revista El Notario del siglo XXI.
Una vez más se cumple aquela viejo dicho. Si las instituciones serias te ofrecen el 4% de interés y alguien te oferta el 20%, lo que tienes que hacer es… llamar a la Guardia Civi
Totalmente de acuerdo con este post. Los medios de comunicación nunca son independientes de las empresas que los financian vía publicidad, o por otras vías. Unos medios se traicionan más, otros menos. Muy pocos son los que no se traicionan. Y esto no es solo aplicable a Nueva Rumasa. También, aunque en menor proporción, a muchas otras, respecto de las que los medios han dejado de dar noticias, o las han edulcorado, o han echado a los periodistas rebeldes que no aceptaban guardar silencio sobre asuntos relacionados con esas empresas… Últimamente, por ejemplo, sobre el Banco de Santander: ¿se escandaliza, en serio, algún medio de que un consejero delegado de un banco tan importante siga en su puesto pese a haber sido condenado en firme por un delito? Se toca el tema, sí un poquito, pero sin hacer sangre, para cubrir el expediente, y luego se mira para otro lado… Una responsabilidad inasumida de los medios… Por otra parte, al margen de la responsabilidad de la prensa, o de la CNMV, a nadie le obligan a invertir en Terra, ni en Nueva Rumasa, ni en Afinsa, o en bonos de Grecia… La gente debe estudiar donde mete el dinero contrastando información aquí y allá, y no fiándose más que de su propia responsabilidad… Ruiz Mateos es lo que es, el TC se cubrió de gloria, pero quien piense que el gobierno de entonces solo hizo mal en usar la técnica del Decreto Ley, y no de la ley formal, que se lea las intervenciones de Herrero de Miñón en los debates de las Cortes sobre ese asunto… Qué maravilla!!!
Interesante cuestión la que plantea Rodrigo (como siempre, por cierto), yendo un poco más lejos en la búsqueda de las responsabilidades que habitualmente generan escándalos como éste. Pero el tema es tan viejo como la propia historia de la humanidad: se llama conflicto de intereses; en este caso de los que cualquier empresa privada -incluidos medios de comunicación- tiene por su propia naturaleza en buscar ingresos y beneficios vía publicidad, frente a los de sus lectores en obtener (pagando también por ello, no se olvide) una información veraz e íntegra de lo que acontece, sea cual sea la empresa o personaje al que se refiera. Porque el escándalo no es que un grupo de empresas dirigido por un peculiar personaje se vaya a pique ¡otra vez! (lo cual, por reiteración, ya no debería ser noticia), sino que su principal vía de financiación -que ya por sí misma resultaba altamente sospechosa- haya aparecido en los medios como una oferta pública de inversión sin que ninguno de ellos -y algunos presumen de ser los baluartes de la transparencia- haya siquiera investigado algo que, aunque sólo fuera por los precedentes, se adivinaba fácilmente que iba a acabar así. Y ese es el periodismo de investigación del que tanto se habla? Pues yo también creo que a algunos debería caérseles la cara de vergüenza, en lugar de rasgarse ahora las vestiduras.
Coincido con lo intresante de la reflexión del autor del post, lo que no tengo tan claro es la responsabilidad de un medio por la publicidad que emita o inserte en sus páginas.
¿Debe encargasre un medio de buscar la verdad material de cada producto o servicio del que hace publicidad? Creo que debe ser el destinatario de la publlicidad el que, como decía aquel anuncio, busque y compare.
En todo caso, y al hilo del conflicto de intereses que el Sr. Trillo comentaba, es de suponer que tal conflicto se presentaría cuando el medio en cuestión tomara partido, es decir, informara o editorializara en un determinado sentido sin haberse asegurado razonablemente de la información que ofrece.
Pero en este caso, y hasta donde sé, es sólo publicidad, ningún medio ha recomendado el acudir o no acudir a la oferta o a la ampliación de capital.
Responsabilizar, siquiera sea de forma indirecta o mediata, a un medio creo que es fomentar el riesgo moral.
Interesante cuestión la que plantea Rodrigo (como siempre, por cierto), yendo un poco más lejos en la búsqueda de las responsabilidades que habitualmente generan escándalos como éste. Pero el tema es tan viejo como la propia historia de la humanidad: se llama conflicto de intereses; en este caso de los que cualquier empresa privada -incluidos medios de comunicación- tiene por su propia naturaleza en buscar ingresos y beneficios vía publicidad, frente a los de sus lectores en obtener (pagando también por ello, no se olvide) una información veraz e íntegra de lo que acontece, sea cual sea la empresa o personaje al que se refiera. Porque el escándalo no es que un grupo de empresas dirigido por un peculiar personaje se vaya a pique ¡otra vez! (lo cual, por reiteración, ya no debería ser noticia), sino que su principal vía de financiación -que ya por sí misma resultaba altamente sospechosa- haya aparecido en los medios como una oferta pública de inversión sin que ninguno de ellos -y algunos presumen de ser los baluartes de la transparencia- haya siquiera investigado algo que, aunque sólo fuera por los precedentes, se adivinaba fácilmente que iba a acabar así. Y ese es el periodismo de investigación del que tanto se habla? Pues yo también creo que a algunos debería caérseles la cara de vergüenza, en lugar de rasgarse ahora las vestiduras.
Coincido con lo intresante de la reflexión del autor del post, lo que no tengo tan claro es la responsabilidad de un medio por la publicidad que emita o inserte en sus páginas.
¿Debe encargasre un medio de buscar la verdad material de cada producto o servicio del que hace publicidad? Creo que debe ser el destinatario de la publlicidad el que, como decía aquel anuncio, busque y compare.
En todo caso, y al hilo del conflicto de intereses que el Sr. Trillo comentaba, es de suponer que tal conflicto se presentaría cuando el medio en cuestión tomara partido, es decir, informara o editorializara en un determinado sentido sin haberse asegurado razonablemente de la información que ofrece.
Pero en este caso, y hasta donde sé, es sólo publicidad, ningún medio ha recomendado el acudir o no acudir a la oferta o a la ampliación de capital.
Responsabilizar, siquiera sea de forma indirecta o mediata, a un medio creo que es fomentar el riesgo moral.
El problema veedor no es tanto lo que los medios publican sino lo que dejan de publicar cuando hay conflicto de intereses. Hemos tenido que esperar a los problemas de nueva Rumasa para que los medios publiquen sensatas reflexiones sobre el tema. Esto lamentablemente ocurre continuamente pensemos y nos daremos cuenta de que hay cantidad de asuntos de los que no se habla a penas, Por eso entre otras cosas publicamos este blog porque no se habla de temas importantes o porque se habla de manera muy sesgada. Y nos referimos sobre todo a los periódicos supuestamente serios, en la radio unía tele es mucho mas difícil todavía.
También estamos conociendo la generosidad de algunas CCAA en cuanto se les prometía una empresa ybalgunos puestos de trabajo…sobre el papel y con muy pocas o ninguna garantía. Aunquecesto merecería un post aparte han sido muchos los empresarios que se han aprovechado de esta credulidad autonmica. A quien no le han preguntado si tiene una empresa que quiere contratar con una autonomía porvel socio local, el domicilio fiscal o los puestos de trabajo a generar? Pues eso.
Total, que la CNMV ha optado por quitarse de en medio cumpliendo el expediente y realizando unas tibias advertencias formales en vez de cumplir con su deber y con sus responsabilidades y meterse en harina. Que raro. Vamos, otro ejemplo de lo bien que funcionan nuestras instituciones, que no nos salen precisamente baratas. Un gouter de noirs (una merienda de negros) donde los merendados somos los contribuyentes y de paso los afectados en el caso RUMASA.
Rodrigo, realmente un post muy interesante. No puede uno dejar de plantearse, si esta colusión de intereses sucede con Nueva Rumasa, que estará sucediendo con los Gobiernos de toda clase que tanto dinero se gastan en publicidad institucional. Acabamos de saber que Tele5 y A3 han ganado 600 mlllones más gracias a la supresión de la publicidad de TVE. ¿A quién han de estar agradecidos? Parece difícil evitar estas colusiones, pero deberíamos exigir más a los medios de comunicación. Su credibilidad está en juego.
El problema veedor no es tanto lo que los medios publican sino lo que dejan de publicar cuando hay conflicto de intereses. Hemos tenido que esperar a los problemas de nueva Rumasa para que los medios publiquen sensatas reflexiones sobre el tema. Esto lamentablemente ocurre continuamente pensemos y nos daremos cuenta de que hay cantidad de asuntos de los que no se habla a penas, Por eso entre otras cosas publicamos este blog porque no se habla de temas importantes o porque se habla de manera muy sesgada. Y nos referimos sobre todo a los periódicos supuestamente serios, en la radio unía tele es mucho mas difícil todavía.
Me parece muy interesante y merecida la crítica que el autor hace a los medios de comunicación, pero se olvida de un responsable fundamental: la CNMV. ¿Tan fácilmente nos hemos creído que no era competente? ¿Porque ella nos lo ha dicho? Pues vaya. Pero en cualquier caso, si no era competente en este caso ¿para qué sirve entonces?, ¿para las emisiones del Santander o del BBVA?
Rodrigo, realmente un post muy interesante. No puede uno dejar de plantearse, si esta colusión de intereses sucede con Nueva Rumasa, que estará sucediendo con los Gobiernos de toda clase que tanto dinero se gastan en publicidad institucional. Acabamos de saber que Tele5 y A3 han ganado 600 mlllones más gracias a la supresión de la publicidad de TVE. ¿A quién han de estar agradecidos? Parece difícil evitar estas colusiones, pero deberíamos exigir más a los medios de comunicación. Su credibilidad está en juego.
Una vez más se cumple aquela viejo dicho. Si las instituciones serias te ofrecen el 4% de interés y alguien te oferta el 20%, lo que tienes que hacer es… llamar a la Guardia Civi
Totalmente de acuerdo con este post. Los medios de comunicación nunca son independientes de las empresas que los financian vía publicidad, o por otras vías. Unos medios se traicionan más, otros menos. Muy pocos son los que no se traicionan. Y esto no es solo aplicable a Nueva Rumasa. También, aunque en menor proporción, a muchas otras, respecto de las que los medios han dejado de dar noticias, o las han edulcorado, o han echado a los periodistas rebeldes que no aceptaban guardar silencio sobre asuntos relacionados con esas empresas… Últimamente, por ejemplo, sobre el Banco de Santander: ¿se escandaliza, en serio, algún medio de que un consejero delegado de un banco tan importante siga en su puesto pese a haber sido condenado en firme por un delito? Se toca el tema, sí un poquito, pero sin hacer sangre, para cubrir el expediente, y luego se mira para otro lado… Una responsabilidad inasumida de los medios… Por otra parte, al margen de la responsabilidad de la prensa, o de la CNMV, a nadie le obligan a invertir en Terra, ni en Nueva Rumasa, ni en Afinsa, o en bonos de Grecia… La gente debe estudiar donde mete el dinero contrastando información aquí y allá, y no fiándose más que de su propia responsabilidad… Ruiz Mateos es lo que es, el TC se cubrió de gloria, pero quien piense que el gobierno de entonces solo hizo mal en usar la técnica del Decreto Ley, y no de la ley formal, que se lea las intervenciones de Herrero de Miñón en los debates de las Cortes sobre ese asunto… Qué maravilla!!!
quisiera unirme a los damnificados en la operacion nueva rumasa que compartan reclamacion en un bufete serio.Me pueden dar el contacto de algun bufete ?
También estamos conociendo la generosidad de algunas CCAA en cuanto se les prometía una empresa ybalgunos puestos de trabajo…sobre el papel y con muy pocas o ninguna garantía. Aunquecesto merecería un post aparte han sido muchos los empresarios que se han aprovechado de esta credulidad autonmica. A quien no le han preguntado si tiene una empresa que quiere contratar con una autonomía porvel socio local, el domicilio fiscal o los puestos de trabajo a generar? Pues eso.
quisiera unirme a los damnificados en la operacion nueva rumasa que compartan reclamacion en un bufete serio.Me pueden dar el contacto de algun bufete ?
Me parece muy interesante y merecida la crítica que el autor hace a los medios de comunicación, pero se olvida de un responsable fundamental: la CNMV. ¿Tan fácilmente nos hemos creído que no era competente? ¿Porque ella nos lo ha dicho? Pues vaya. Pero en cualquier caso, si no era competente en este caso ¿para qué sirve entonces?, ¿para las emisiones del Santander o del BBVA?
Total, que la CNMV ha optado por quitarse de en medio cumpliendo el expediente y realizando unas tibias advertencias formales en vez de cumplir con su deber y con sus responsabilidades y meterse en harina. Que raro. Vamos, otro ejemplo de lo bien que funcionan nuestras instituciones, que no nos salen precisamente baratas. Un gouter de noirs (una merienda de negros) donde los merendados somos los contribuyentes y de paso los afectados en el caso RUMASA.