¿Una educación del pasado para el futuro?,
Los informes internacionales más prestigiosos sobre educación, como el informe PISA de la OCDE o la reciente comunicación de la comisión europea sobre el estado de la educación en Europa, muestran a España como un país mediocre en gran parte de sus indicadores (competencias, fracaso escolar – 31% cuando el objetivo de la comisión es el 10%-) y, lo que es peor, con una tendencia negativa para muchos de ellos.| Gran parte del problema se debe a una errática política de planes educativos (LOGSE, la extinta LOCE, LOE) y en definitiva, a que una vez más, los 2 grandes partidos de nuestro país han sido incapaces de llegar a acuerdos de fondo que permitieran trazar líneas sólidas y solventes para abordar una reforma educativa profunda en nuestro país. Pero en este post quiero hablar de un nuevo factor que se viene a sumar a lo anterior: la irrupción de la Sociedad del Conocimiento que impacta de forma decisiva en la educación y que podría convertirse en una nueva amenaza para el sistema educativo o en una oportunidad para impulsar una reforma educativa profunda y adecuada a los nuevos tiempos. Marc Prensky, el autor que acuñó el concepto de “Nativo digital” publicó hace unos meses el libro “TEACHING DIGITAL NATIVES: Partnering for Real Learning” donde viene a reflexionar sobre algo que muchos hemos ido observando a lo largo de estos años: la brecha que existe entre los alumnos, chavales nacidos en el mundo de Internet, “nativos digitales” y los profesores, con un conocimiento razonable de las nuevas tecnologías pero con dificultad para incorporarlas de una forma efectiva en el día a día de su trabajo. Efectivamente en la actualidad el problema no radica tanto en la dotación tecnológica de los centros ni en la carencia de contenidos digitales, ni siquiera en los conocimientos de los docentes, ya que el 85% manifiesta disponer de un dominio básico de las habilidades para manejar ordenadores y utilizar internet, sino en la propia actitud del docente, que como bien indica Marc Prensky, no debe insistir tanto en adquirir conocimientos tecnológicos, sino en conocer como la tecnología se puede y se debe usar por los estudiantes para mejorar su aprendizaje. De hecho solo el 43,7% de los profesores cree que sus competencias docentes con las TIC le permiten aprovechar en alto grado el potencial educativo de estas tecnologías. Es decir docentes adecuadamente preparados pero incapaces de utilizar esa preparación en su trabajo diario. Los docentes son usuarios habituales de Internet, los alumnos son “nativos digitales” y, a pesar de ello, no se utilizan adecuadamente las oportunidades que estas nuevas tecnologías pueden tener para mejorar la calidad de la educación. Como muestra un botón; en una inmensa mayoría de los colegios públicos la relación entre los padres y los docentes se mantiene en base a notitas de papel en las mochilas y en las agendas escolares cuando prácticamente todos los componentes de la comunidad educativa, padres, profesores y alumnos ya somos usuarios habituales de herramientas bastante más “avanzadas” (correo electrónico, etc.). Los docentes siempre se quejan de la escasa involucración de los padres en el proceso educativo pero cuando cuentan con herramientas que les permitiría establecer una relación mucho más estrecha con ellos no las utilizan. Como buenos funcionarios quizá piensen que no entra dentro de sus funciones (en alguna ocasión así me lo han hecho saber) o que les va a suponer una carga de trabajo adicional que no están dispuestos a asumir, especialmente en un momento en que les están reduciendo el sueldo. También estoy convencido de que una adecuada utilización de las tecnologías dentro del proceso educativo contribuiría a disminuir el fracaso escolar, una de las grandes lacras de nuestro sistema educativo. Es evidente que no todo puede ser ordenadores e Internet pero también es evidente que cualquier chaval, por mal estudiante que sea, se motiva mucho más a la hora de utilizar materiales en formato digital que materiales tradicionales. Aprovechémoslo. Entonces, ¿por qué se produce esta paradoja?; ¿por qué el entorno educativo es incapaz de aprovechar estas ventajas que la Sociedad del Conocimiento nos ofrece?. La respuesta es sencilla: porque las reglas básicas del juego, establecidas hace muchos decenios, han cambiado y los profesores no han podido o no han querido adaptarse ese cambio. En primer lugar el desarrollo de la Sociedad de la Información y del Conocimiento ha modificado sustancialmente la forma de consumir y producir información, desplazando los soportes físicos en favor de los digitales. Esta revolución que ya se ha vivido en otros sectores que se han transformado radicalmente (la música, la prensa, los vídeos) no ha llegado todavía a los colegios que siguen usando, casi de forma exclusiva, soportes físicos. Además, hoy la información puede ser generada por una multitud de agentes y ser distribuida con facilidad a una gran cantidad de destinatarios de forma sencilla. Se ha pasado de un modelo de distribución “de pocos a muchos” a otro “de todos a todos”. Tenemos ejemplos como “tuenti” o “YouTube” que son ampliamente usados por los alumnos en su vida habitual (tanto como consumidores como ¡productores!) y que sin embargo tienen una nula presencia en las aulas. Frente a ello los contenidos usados en los colegios son producidos casi en su totalidad por unos pocos (muy pocos) agentes del sector editorial. Pero cuidado con mensajes demagógicos. No todo el mundo puede producir contenidos de calidad y además la Administración y la empresa deben buscar modelos que no destruyan el valor y el conocimiento que existen en el sector editorial para tratar de realizar una transición ordenada de sus materiales y métodos al nuevo contexto digital. Por otra parte la digitalización de la información ha eliminado las barreras del espacio y del tiempo, proporcionando a la información y la educación una gran flexibilidad… muy poco aprovechada. El modelo de clase magistral tradicional prevalece y son pocos los docentes que utilizan las TIC para llevar sus clases más allá de las aulas físicas. Cuánto podría enriquecer el proceso educativo que los alumnos participaran en clases de otros países a través de sistemas tan simples como skype. Parece algo tan sencillo y a la vez tan lejano. Y además este nuevo mundo digital se caracteriza por una intensísima velocidad de cambio, frente a un mundo educativo estático e inmovilista. Esta situación nueva y cambiante complica la toma de multitud de decisiones sobre el sistema educativo que en poco tiempo se convierten en poco acertadas y, en muchos casos, en abiertamente erróneas. Recordemos iniciativas pasadas como dotar a todos los colegios extremeños de ordenadores con software libre (a estas alturas suena de broma), la adquisición masiva de portátiles propuesta por el plan “escuela 2.0” (¿en qué ha quedado?) o la más reciente y osada decisión en Cataluña de eliminar de golpe y porrazo los libros de texto en 1º y 2º de secundaria dentro del plan Educat 1×1. Decisiones poco meditadas, quizá bien intencionadas y siempre demagógicas, que a buen seguro conducen a resultados poco prometedores. En fin, que queda mucho por hacer y en este contexto, más que nunca, es necesario el acuerdo de los grandes partidos para buscar soluciones para nuestro sistema educativo que aprovechen las oportunidades que nos brinda la Sociedad del Conocimiento para impulsar una reforma educativa de futuro que apueste por incrementar la calidad del sistema educativo y, de paso, impulsar la transformación (que no la destrucción) de nuestro potente sector empresarial ligado a la educación.
Ing. de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid, con la calificación de Sobresaliente y Master Executive MBA por el Instituto de Empresa.
Desde el año 2009 es socio director de iclaves donde aporta su experiencia de gestión pública y privada en áreas relacionadas con la innovación y la tecnología.
Su trayectoria profesional en el sector público se inicia en el año 2002 cuando entra a formar parte de la Entidad Pública Empresarial Red.es dependiente del Ministerio de Industria, donde desempeña el cargo de director corporativo de operaciones y donde es responsable de los grandes programas puestos en marcha por la Entidad en ese periodo.
Posteriormente desempeña el cargo de Gerente de la UNED desde el año 2006 al 2008. Previamente ocupó diversos cargos de responsabilidad en Telefónica y otras empresas del sector privado.
Felicidades por el post Rafael. Hemos de ver y aprovechar todos los avances que la técnica nos brinda como instrumentos ventajosos en la escuela. ¿Por qué estudiar con dibujos el ciclo del agua, el torrente sanguíneo o la fotosíntesis, si tenemos a nuestro alcance realidades virtuales?. No obstante, siendo verdad todo lo que planteas en el post, para la mejora de la calidad educativa creo hay que mejorar también la educación, la “buena educación”, en la que el papel principal tienen que desempeñarlo los padres en casa, pero donde también es importantantísima la labor de los maestros (y éstos, como colectivo profesional, no pasan hoy por sus mejores horas; la desmotivación y el porcentaje de bajas por depresión son alarmantes), que además no cuentan muchas veces con la deseable complicidad de los padres. Un saludo y enhorabuena de nuevo. Leyendo tu post se puede vislumbrar un “cole” al que dan ganas de volver.
Efectivamente, parece una pena desaprovechar la oportunidad que suponen las nuevas tecnologías en el ámbito escolar. Pero a la vista de los pésimos resultados en el informe PISA y de que nadie se atreve a coger el toro por los cuernos respecto del desastre que es la educación primaria y secundaria en España no sé si la solución es darle a todos los alumnos una tableta para que maten marcianitos. (Lo digo porque creo que es el principal uso de los portátiles que se han dado a los escolares por la Junta de Andalucía). Ya se que es simplificar, pero la utilización de las nuevas tecnologías en el aula tiene que venir de la mano de una auténtica reforma de la educación española que de verdad se enfrente con los problemas básicos que tiene, entre ellos y no el menos grave el de la absoluta desmotivación de los profesores y la devaluación de sus funciones, así como sus escasas perspectivas de carrera profesional, que hace que esta profesión ya no atraiga -como ocurrió en tiempos- a los mejores. Y más ahora que las mujeres tienen otras alternativas profesionales. Los profesores son la pieza básica del sistema y todas las reformas educativas que han tenido éxito (y ya hay varias) así lo consideran. De nuevo no hay que reinventar la rueda, sino fijarse en las reformas que han funcionado y dejarse de las tontadas de los pedabobos que bastante daño han hecho.
Elisa, como Andaluza doy fe de que los portátiles que se han dado en Andalucía no valen para nada, yo misma me puse una tarde a hacer la tarea por niña de 11 años (un copiado de Conocimiento del Medio) al día siguiente se lo lleve a la maestra como muestra y prueba de que no podía comprobar si verdaderamente la tarea la había hecho la niña o quien, eso sin contar que los niños de hoy día son expertos en “copia y pega”, la maestra no supo que decirme. Los portátiles los utilizan para juguetear entre ellos y no más. Sin hablar de las pizarras interactivas que ni los maestros saben utilizar. Andalucía es pionera en malgastar dinero público y eso tampoco es un secreto. Coincido con José M. Sánchez en la desmotivación de los maestros y la importancia de la educación desde casa. Una vez más hemos pasado de un extremo a otro; antes el maestro era el Sr. Maestro, con una vara de goma en clase, te castigaba y te daba con ella o te ponía con libros en las manos y cuidado con protestar (aquello era excesivo tal vez) pero el niño era niño y en su calidad de niño podía jugar a tirarse piedras con los demás niños y hacerse una brecha en la cabeza, se comprendía y no pasaba nada; hoy día… al niño ni se le toca, el maestro es un colega, -¿Saben tratar al maestro de usted?-, como le regañes te llega el padre protestando y diciéndote que su hijo es el mejor, eso sí el niño con apenas 7 años no te sale con él “a que te denuncio” (que listos son los niños de hoy día, entienden de denuncias más que un abogado!!), así están los maestros depresivos, y el niño…en su calidad de niño como coja una piedra…la has liado te saltan los sicólogos, contándote eso de que el niño tiene un carácter violento y poco más o menos es un terrorista en potencia. En el término medio esta la virtud, no hemos conseguido encontrarlo, lamentablemente. (En realidad creo que este país no ha encontrado el término medio en ninguna materia). La clave la veo en la educación tanto dentro como fuera de casa. Aprovechando la ocasión, les brindo un aplauso a los actuales maestros que tienen vocación y dedicación por su trabajo, porque el educar y enseñar lo tienen bien complicado. Rafael, buen debate plantea el Post, FELICIDADES.
Estimado Rafael:
Estoy en cierto desacuerdo con alguna de las ideas que se desprenden de tu artículo. Concretamente me refiero a lo que se ha venido en llamar la sociedad del conocimiento y a los efectos observables de las formas de uso de tecnologías “digitales”. Cada vez es más patente el bien estudiado fenómeno de la “banalización” creciente de los trabajos y la incompatibilidad radical entre determinados usos de las TIC`s (los prevalentes y promocionados en el mercado) y lo que sin definirlo se ha venido en llamar con alguna osadía “conocimiento”.
Hay sobrada bibliografía sobre ambos asuntos que han ido saliendo a la luz a medida que nuestro sistema económico se demuestra incapaz de producir y pagar los empleos que necesita. Es un fenómeno complejo, necesitado de matices y espacio para desmenuzarlo, pero en el cual no es ya necesario ilustrar la cantidad de profesiones (otrora necesitadas de conocimientos complejos) y hoy sustituidas por software sin que los trabajos creados en ese proceso puedan suponer más que una mínima fracción de los destruidos.
Esto cada vez está más necesitado de una correcta comprensión de qué tecnologías y procesos crean trabajos y cuáles los destruyen, por un lado, y, por otro de la propia realidad que desde hace casi cuarenta años va creando empleos del tipo “servicio doméstico” (público o privado) de bajo nivel de ingresos mientras se destruyen a millones trabajos de rendimientos crecientes, los industriales (los realmente demandantes de conocimiento en todas sus fases).
En otras palabras, poco esfuerzo educativo podemos exigir si el empleo posible es en un call-center de una telco. Un ejemplo ya clásico de un trabajo realizado casi al 100% por una máquina en muchos casos.
Saludos
Felicidades por el post Rafael. Hemos de ver y aprovechar todos los avances que la técnica nos brinda como instrumentos ventajosos en la escuela. ¿Por qué estudiar con dibujos el ciclo del agua, el torrente sanguíneo o la fotosíntesis, si tenemos a nuestro alcance realidades virtuales?. No obstante, siendo verdad todo lo que planteas en el post, para la mejora de la calidad educativa creo hay que mejorar también la educación, la “buena educación”, en la que el papel principal tienen que desempeñarlo los padres en casa, pero donde también es importantantísima la labor de los maestros (y éstos, como colectivo profesional, no pasan hoy por sus mejores horas; la desmotivación y el porcentaje de bajas por depresión son alarmantes), que además no cuentan muchas veces con la deseable complicidad de los padres. Un saludo y enhorabuena de nuevo. Leyendo tu post se puede vislumbrar un “cole” al que dan ganas de volver.
Efectivamente, parece una pena desaprovechar la oportunidad que suponen las nuevas tecnologías en el ámbito escolar. Pero a la vista de los pésimos resultados en el informe PISA y de que nadie se atreve a coger el toro por los cuernos respecto del desastre que es la educación primaria y secundaria en España no sé si la solución es darle a todos los alumnos una tableta para que maten marcianitos. (Lo digo porque creo que es el principal uso de los portátiles que se han dado a los escolares por la Junta de Andalucía). Ya se que es simplificar, pero la utilización de las nuevas tecnologías en el aula tiene que venir de la mano de una auténtica reforma de la educación española que de verdad se enfrente con los problemas básicos que tiene, entre ellos y no el menos grave el de la absoluta desmotivación de los profesores y la devaluación de sus funciones, así como sus escasas perspectivas de carrera profesional, que hace que esta profesión ya no atraiga -como ocurrió en tiempos- a los mejores. Y más ahora que las mujeres tienen otras alternativas profesionales. Los profesores son la pieza básica del sistema y todas las reformas educativas que han tenido éxito (y ya hay varias) así lo consideran. De nuevo no hay que reinventar la rueda, sino fijarse en las reformas que han funcionado y dejarse de las tontadas de los pedabobos que bastante daño han hecho.
Efectivamente, el problema de la educación en nuestro país trasciende a la mera utilización efectiva de las TIC en el proceso educativo. Elementos claves como la desmotivación de los docentes, su escasa consideración dentro de la sociedad, la falta de disciplina o las altas tasas de fracaso escolar (el número de alumnos repetidores es 30 puntos superior al de Finlandia) poco tienen que ver, a priori, con el uso de las TIC en las aulas.
Pero no es menos cierto que las TIC están de forma omnipresente en la vida de nuestra sociedad, especialmente entre las generaciones más jovenes y eso abre una puerta a la búsqueda de nuevos modelos que permitan aprovechar sus innegables ventajas para mejorar nuestra educación. Utilizada adecuadamente nos ofrecerá grandes oportunidades de mejora, utilizada demagógicamente, será otro argumento en manos de los políticos que tendrá escasos resultados y un alto coste.
Podría servir algo en España equivalente al portal Educ.ar creado en Argentino con financiación inicial por Martín Varsavsky? Cito “Ahora cada año más de 20,000 docentes aprovechan sus cincuenta mil contenidos educativos para las prácticas con TIC y la enseñanza innovadora.”
Elisa, como Andaluza doy fe de que los portátiles que se han dado en Andalucía no valen para nada, yo misma me puse una tarde a hacer la tarea por niña de 11 años (un copiado de Conocimiento del Medio) al día siguiente se lo lleve a la maestra como muestra y prueba de que no podía comprobar si verdaderamente la tarea la había hecho la niña o quien, eso sin contar que los niños de hoy día son expertos en “copia y pega”, la maestra no supo que decirme. Los portátiles los utilizan para juguetear entre ellos y no más. Sin hablar de las pizarras interactivas que ni los maestros saben utilizar. Andalucía es pionera en malgastar dinero público y eso tampoco es un secreto. Coincido con José M. Sánchez en la desmotivación de los maestros y la importancia de la educación desde casa. Una vez más hemos pasado de un extremo a otro; antes el maestro era el Sr. Maestro, con una vara de goma en clase, te castigaba y te daba con ella o te ponía con libros en las manos y cuidado con protestar (aquello era excesivo tal vez) pero el niño era niño y en su calidad de niño podía jugar a tirarse piedras con los demás niños y hacerse una brecha en la cabeza, se comprendía y no pasaba nada; hoy día… al niño ni se le toca, el maestro es un colega, -¿Saben tratar al maestro de usted?-, como le regañes te llega el padre protestando y diciéndote que su hijo es el mejor, eso sí el niño con apenas 7 años no te sale con él “a que te denuncio” (que listos son los niños de hoy día, entienden de denuncias más que un abogado!!), así están los maestros depresivos, y el niño…en su calidad de niño como coja una piedra…la has liado te saltan los sicólogos, contándote eso de que el niño tiene un carácter violento y poco más o menos es un terrorista en potencia. En el término medio esta la virtud, no hemos conseguido encontrarlo, lamentablemente. (En realidad creo que este país no ha encontrado el término medio en ninguna materia). La clave la veo en la educación tanto dentro como fuera de casa. Aprovechando la ocasión, les brindo un aplauso a los actuales maestros que tienen vocación y dedicación por su trabajo, porque el educar y enseñar lo tienen bien complicado. Rafael, buen debate plantea el Post, FELICIDADES.
Estimado Rafael:
Estoy en cierto desacuerdo con alguna de las ideas que se desprenden de tu artículo. Concretamente me refiero a lo que se ha venido en llamar la sociedad del conocimiento y a los efectos observables de las formas de uso de tecnologías “digitales”. Cada vez es más patente el bien estudiado fenómeno de la “banalización” creciente de los trabajos y la incompatibilidad radical entre determinados usos de las TIC`s (los prevalentes y promocionados en el mercado) y lo que sin definirlo se ha venido en llamar con alguna osadía “conocimiento”.
Hay sobrada bibliografía sobre ambos asuntos que han ido saliendo a la luz a medida que nuestro sistema económico se demuestra incapaz de producir y pagar los empleos que necesita. Es un fenómeno complejo, necesitado de matices y espacio para desmenuzarlo, pero en el cual no es ya necesario ilustrar la cantidad de profesiones (otrora necesitadas de conocimientos complejos) y hoy sustituidas por software sin que los trabajos creados en ese proceso puedan suponer más que una mínima fracción de los destruidos.
Esto cada vez está más necesitado de una correcta comprensión de qué tecnologías y procesos crean trabajos y cuáles los destruyen, por un lado, y, por otro de la propia realidad que desde hace casi cuarenta años va creando empleos del tipo “servicio doméstico” (público o privado) de bajo nivel de ingresos mientras se destruyen a millones trabajos de rendimientos crecientes, los industriales (los realmente demandantes de conocimiento en todas sus fases).
En otras palabras, poco esfuerzo educativo podemos exigir si el empleo posible es en un call-center de una telco. Un ejemplo ya clásico de un trabajo realizado casi al 100% por una máquina en muchos casos.
Saludos
Efectivamente, el problema de la educación en nuestro país trasciende a la mera utilización efectiva de las TIC en el proceso educativo. Elementos claves como la desmotivación de los docentes, su escasa consideración dentro de la sociedad, la falta de disciplina o las altas tasas de fracaso escolar (el número de alumnos repetidores es 30 puntos superior al de Finlandia) poco tienen que ver, a priori, con el uso de las TIC en las aulas.
Pero no es menos cierto que las TIC están de forma omnipresente en la vida de nuestra sociedad, especialmente entre las generaciones más jovenes y eso abre una puerta a la búsqueda de nuevos modelos que permitan aprovechar sus innegables ventajas para mejorar nuestra educación. Utilizada adecuadamente nos ofrecerá grandes oportunidades de mejora, utilizada demagógicamente, será otro argumento en manos de los políticos que tendrá escasos resultados y un alto coste.
Podría servir algo en España equivalente al portal Educ.ar creado en Argentino con financiación inicial por Martín Varsavsky? Cito “Ahora cada año más de 20,000 docentes aprovechan sus cincuenta mil contenidos educativos para las prácticas con TIC y la enseñanza innovadora.”
Discrepo de la idea del alumno nativo digital. Por experiencia propia diré que nuestros alumnos son incapaces de hacer la o electrónica con un canuto digital.
Seguramente saben meterse en Tuenti y otras redes sociales, así como cotorrear digitalmente, subir fotos tontas y visitar el Rincón del vago. Pero no les pongas a hacer algo más porque esos “nativos digitales” están en la situación de “tabula rasa” para lo que no sean dichas majaderías.
Claro que se puede decir que misión nuestra es enseñarles … cuando las instalaciones lo permitan. Y no sólo es poner los ordenadores es dedicar personal (que cuesta dinero) al mantenimiento. Todos estos cacharros suelen ser poco fiables, se rompen mucho. ¿Para qué fiar nuestra clase a un material que un tanto por ciento elevado de las clases no estará listo para funcionar?
Y conociendo como tratan los alumnos el material, los ordenadores proporcionados deberían ser de esos que se utilizan en la guerra, y no quiero pensar lo que cuestan.
Imaginemos que el alumno rompe el ordenador ¿le “castigaremos” sin poder utilizarlo? Cualquier docente sabe los problemas que tal situación produce.
En cuanto a los padres, no se puede decir que sean muy nativos digitalmente y mirarán el correo electrónico cuando se les ocurra (aquí el SMS es más eficaz).
También se puede añadir algo sobre la administración educativa. En mi taifa, la administración educativa se ha gastado un montón de dinero en un sistema operativo basado en Linux. Nos envían los ordenadores con ese sistema operativo pero el sistema de gestión del centro (también proporcionado por la misma administración) funciona con el Windows de siempre y ese es el sistema que utiliza la secretaría del centro. Por ello hay que mantener algún ordenador del año de Mari Castaña con el módulo para cargar las notas y luego llevarlas a la secretaría.
Discrepo de la idea del alumno nativo digital. Por experiencia propia diré que nuestros alumnos son incapaces de hacer la o electrónica con un canuto digital.
Seguramente saben meterse en Tuenti y otras redes sociales, así como cotorrear digitalmente, subir fotos tontas y visitar el Rincón del vago. Pero no les pongas a hacer algo más porque esos “nativos digitales” están en la situación de “tabula rasa” para lo que no sean dichas majaderías.
Claro que se puede decir que misión nuestra es enseñarles … cuando las instalaciones lo permitan. Y no sólo es poner los ordenadores es dedicar personal (que cuesta dinero) al mantenimiento. Todos estos cacharros suelen ser poco fiables, se rompen mucho. ¿Para qué fiar nuestra clase a un material que un tanto por ciento elevado de las clases no estará listo para funcionar?
Y conociendo como tratan los alumnos el material, los ordenadores proporcionados deberían ser de esos que se utilizan en la guerra, y no quiero pensar lo que cuestan.
Imaginemos que el alumno rompe el ordenador ¿le “castigaremos” sin poder utilizarlo? Cualquier docente sabe los problemas que tal situación produce.
En cuanto a los padres, no se puede decir que sean muy nativos digitalmente y mirarán el correo electrónico cuando se les ocurra (aquí el SMS es más eficaz).
También se puede añadir algo sobre la administración educativa. En mi taifa, la administración educativa se ha gastado un montón de dinero en un sistema operativo basado en Linux. Nos envían los ordenadores con ese sistema operativo pero el sistema de gestión del centro (también proporcionado por la misma administración) funciona con el Windows de siempre y ese es el sistema que utiliza la secretaría del centro. Por ello hay que mantener algún ordenador del año de Mari Castaña con el módulo para cargar las notas y luego llevarlas a la secretaría.
Es cierto que los chavales son nativos digitales para lo que quieren pero precisamente por eso hay que mostrarles otros usos más inteligentes de la Red. Y sinceramente yo sí pienso que eso debería formar parte del papel de los docentes.
Y coincido en que el mantener infraestructuras de calidad y que funcionen es clave para que las TIC se usen en las aulas y los experimentos “político-demagógicos” con LINUX y demás ayudan poco en esa tarea. Lo que se necesita son infraestructuras sencillas pero suficientes y sobre todo fáciles de usar y que siempre funcionen.
En España ya hay cerca de 25 millones de usuarios de correo electrónico (es cierto que muchos más de SMS) una cifra muy respetable que indica que el correo está muy extendido y que puede ser una buena herramienta de comunicación con muchísimas familias, que además lo usarían más si supieran que es un canal eficaz para comunicarse con los profesores de sus hijos. Un SMS está bien para notificaciones pero el correo ofrece muchas más posibilidades. Insisto, no valoremos más de la cuenta las TIC pero tampoco las despreciemos.
Curiosamente yo estuve trabajando con Martin en el proyecto de Argentina hace ya más de 8 años. La iniciativa es loable y el proporcionar contenidos a los docentes está muy bien (aunque educ.ar iba mucho más allá de eso) pero no creo que sea la clave del éxito. Contenidos ya hay muchos en Internet, gratuitos, de pago, colaborativos, hechos por empresa, todos los modelos posibles. La clave está en el uso que la comunidad docente hace de todos esos materiales y servicios y no tanto en hacer más contenidos.
Es cierto que los chavales son nativos digitales para lo que quieren pero precisamente por eso hay que mostrarles otros usos más inteligentes de la Red. Y sinceramente yo sí pienso que eso debería formar parte del papel de los docentes.
Y coincido en que el mantener infraestructuras de calidad y que funcionen es clave para que las TIC se usen en las aulas y los experimentos “político-demagógicos” con LINUX y demás ayudan poco en esa tarea. Lo que se necesita son infraestructuras sencillas pero suficientes y sobre todo fáciles de usar y que siempre funcionen.
En España ya hay cerca de 25 millones de usuarios de correo electrónico (es cierto que muchos más de SMS) una cifra muy respetable que indica que el correo está muy extendido y que puede ser una buena herramienta de comunicación con muchísimas familias, que además lo usarían más si supieran que es un canal eficaz para comunicarse con los profesores de sus hijos. Un SMS está bien para notificaciones pero el correo ofrece muchas más posibilidades. Insisto, no valoremos más de la cuenta las TIC pero tampoco las despreciemos.
Curiosamente yo estuve trabajando con Martin en el proyecto de Argentina hace ya más de 8 años. La iniciativa es loable y el proporcionar contenidos a los docentes está muy bien (aunque educ.ar iba mucho más allá de eso) pero no creo que sea la clave del éxito. Contenidos ya hay muchos en Internet, gratuitos, de pago, colaborativos, hechos por empresa, todos los modelos posibles. La clave está en el uso que la comunidad docente hace de todos esos materiales y servicios y no tanto en hacer más contenidos.