Las propuestas electorales de ¿hay derecho? (VI) Las propuestas para acabar con la piratería.
En un post anterior, comentaba la importancia de establecer un clima que favorezca la aparición y consolidación de negocios relacionados con la distribución online de contenidos digitales (audio, video, etc) para intentar frenar la hasta ahora imparable piratería digital que ha afectado a sectores de la cultura tan arraigados como la música, el cine, etc.
La denominada “cultura del todo gratis” se ha instalado en el sector de los contenidos digitales, especialmente si estamos hablando de contenidos online (disponibles en Internet). Es un contexto en el que hay que trabajar pero no tiene porqué ser necesariamente negativo. Por ejemplo, el paradigma de empresa de Internet, Google, no cobra por la mayor parte de sus servicios y la publicidad es su principal fuente de ingresos.
Lo malo de la cultura del todo gratis es cuando el contenido al que se accede de forma gratuita es pirata, eso sí es negativo.
Pues aquí van nuestras propuestas electorales para acabar con la piratería
.Como suele decirse en ámbitos deportivos, la mejor defensa es un buen ataque. De forma análoga, para combatir la piratería es necesario promover la aparición de negocios legales. La necesidad (ahora también legal) de encontrar una alternativa al canon digital junto con el inicio de una nueva legislatura, nos sitúan en un momento idóneo para promover políticas públicas que favorezcan el emprendimiento y la creación de nuevas empresas (y por ende empleo). El sector de los contenidos digitales online tiene mucho recorrido en este sentido.
Hasta ahora las empresas que deciden emprender un negocio de distribución online de contenidos digitales (llámense Spotify, Netflix o Lastfm si queremos dar algún ejemplo nacional) se enfrentan a la siguiente situación:
– Se apuesta por un modelo en el que el contenido no se pueda descargar de forma ilimitada por parte del usuario. Esto implica o bien ofrecer el contenido vía streaming (no se descarga nada en el equipo del usuario) o limitar la validez de la descarga, por ejemplo a una serie de horas (si estamos hablando de un negocio de alquiler de películas online)
– Existen unos costes asociados al modelo de negocio que suponen una barrera de entrada. Estos costes se centran en cuestiones tecnológicas (almacenamiento/hosting), en licencias de copyright y en promoción y marketing.
– En numerosas ocasiones se tiende a un modelo de negocio freemium, que combina los ingresos publicitarios en servicios o contenidos ofrecidos de forma gratuita con ingresos obtenidos a través de servicios de pago (o premium). Para conseguir ingresos publicitarios es necesario tener una audiencia (o base de clientes/usuarios) importante, lo cual no se consigue si no se dedican recursos importantes en acciones de marketing/promocionales.
– Dificultad para conseguir un amplio repertorio de obras (musicales o audiovisuales) debido en parte a la necesidad de negociar con varios agentes y entidades de gestión. Este aspecto se hace más crítico cuando se plantea una proyección internacional del negocio, aspecto innato en cualquier proyecto que se emprende en Internet.
¿Qué se puede hacer para establecer un clima más favorable para la creación y consolidación de empresas que se quieran dedicar al sector de los contenidos digitales en general y específicamente a la distribución audiovisual online?
Por ejemplo…
Establecer un diálogo activo entre todas las partes implicadas, desde entidades de gestión de derechos, operadores de telecomunicaciones, proveedores de contenidos, etc.
- Avanzar hacia una ventanilla única digital, que permita negociar desde un único punto con los diferentes titulares de derechos de propiedad intelectual que pueden verse afectados según el negocio.
- Aplicar los mecanismos de control existentes a la labor de las entidades de gestión de derechos para evitar que se reproduzcan casos similares a lo sucedido recientemente en la SGAE que minan la credibilidad del sector
- Modificar las ventanas de explotación existentes del sector audiovisual, donde el vídeo online o video bajo demanda pueda competir de forma efectiva contra su equivalente en soporte físico (DVD)
- Reorientar las políticas actuales de subvenciones y créditos en el ámbito de los contenidos digitales. En este sentido, se podría establecer una partida específica de apoyo al lanzamiento de iniciativas empresariales en el ámbito de la distribución online de contenidos, habilitando una convocatoria para subvencionar a empresas total o parcialmente los principales costes de inicio que incurren en sus negocios de distribución online de contenidos:
- Infraestructura tecnológica (almacenamiento/hosting)
- las licencias de copyright (lo cual redundará finalmente en beneficio de las entidades de gestión de derechos)
- Promoción online (i.e por ejemplo plan de marketing y publicidad en medios online) (esta partida tendría sentido en modelos de negocio donde los ingresos publicitarios jueguen un papel relevante).
Ninguna de las medidas mencionadas a modo de ejemplo son sencillas ni de fácil aplicación pero merece la pena intentarlo aunque nos quedemos a mitad del camino (que será un avance porque significará que hemos avanzado algo con respecto a la situación actual). Si no, siempre nos quedará París… y el canon claro.
Jaime Castellano es Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid y Executive MBA por el Instituto de Empresa. Inició su trayectoria profesional en el mundo de la consultoría y en 2003 emprende una larga etapa dentro del sector público, en la entidad pública empresarial Red.es, en la que desempeñó diversos cargos de responsabilidad relacionados con la promoción de políticas públicas de fomento de la Sociedad de la Información y la realización de estudios y análisis del sector. En 2010 decide volver al sector privado, vinculándose al tercer operador de telecomunicaciones del país, donde desempeña el cargo de responsable de inteligencia de mercado.
Me temo que hasta que en el sector cultural no se den cuenta de que el presente y el futuro es la distribución digital (por supuesto, legal y de pago) de contenidos y apuesten por ello de forma decidida con soluciones innovadoras (que ya existen) no hay nada que hacer. No comprendo la necesidad de subvenciones específicas.
¿Ayudaría, como ejemplo de medida que sí puede ser adoptada por los poderes públicos, que se suprimiera el precio fijo en los libros?
En primer lugar, al igual que el Sr. Ricardo Ríos, no comprendo bien la necesidad de subvenciones a empresas privadas. Probablemente sería mejor eliminar las trabas existentes (con nuestra LPD es un milagro que Tuenti esté funcionando en España).
La eliminación de intermediarios que en su día eran necesarios pero hoy no, abarataría de forma sensible los productos y aumentaría su venta.
Tal y como dice el autor, es fundamental el disponer en el mercado de productos legales a un precio que refleje sus costos. Si usted elimina imprentas, cadena de distribución, librerías (con sus dependientes, locales…) y los cambia por un sistema mucho más barato, no puede pretender seguir cobrando el producto al mismo precio o un poco más barato.
Algo deben estar haciendo mal los que detentan la propiedad intelectual de la música, cine, libros… cuando a estas alturas del partido todavía no hay una oferta legal de los mismos excepto en unos pocos canales.
En primer lugar, al igual que el Sr. Ricardo Ríos, no comprendo bien la necesidad de subvenciones a empresas privadas. Probablemente sería mejor eliminar las trabas existentes (con nuestra LPD es un milagro que Tuenti esté funcionando en España).
La eliminación de intermediarios que en su día eran necesarios pero hoy no, abarataría de forma sensible los productos y aumentaría su venta.
Tal y como dice el autor, es fundamental el disponer en el mercado de productos legales a un precio que refleje sus costos. Si usted elimina imprentas, cadena de distribución, librerías (con sus dependientes, locales…) y los cambia por un sistema mucho más barato, no puede pretender seguir cobrando el producto al mismo precio o un poco más barato.
Algo deben estar haciendo mal los que detentan la propiedad intelectual de la música, cine, libros… cuando a estas alturas del partido todavía no hay una oferta legal de los mismos excepto en unos pocos canales.
Curiosamente, en el país que más se lucha contra la piratería, han tirado la toalla de la represión y se han lanzado a un cambio radical en la distribución:
– Distribución de obras on line, con y sin DRM.
– Mejora sustancial de las ofertas en soportes físicos: Ediciones de lujo, para coleccionistas, …
– Desarrollo de sistemas de video bajo demanda con tarifas planas muy asequibles y precios por las películas de estreno más baratas que en los cines.
– Distribución preferente de soportes físicos mediante tiendas on line. Amazon.es acaba de abrir en España cuando en muchos países europeos llevaba años establecida.
– Fomento de los libros electrónicos, mientras que aquí se cobra un IVA del 18% frente al 4% de los soportes físicos.
– Recuperación de la tradición de los conciertos en vivo y la venta inmediata del DVD grabado del mismo.
En un contexto de crisis como el actual, sugerir siquiera la oportunidad de ayudas públicas al sector me parece disparatado, cuando menos.
Por otra parte habría que definir la piratería. ¿Es piratería ripear en el disco duro el contenido de un soporte digital y ponerlo a disposición de todo el mundo en Internet sin percibir nada por ello?
¿Hay o no derecho a tener una copia privada?
Si compro un soporte con contenidos digitales y se me daña o pierde y puedo acreditar su compra, ¿Alguna compañía me lo cambia o me proporciona uno nuevo por los gastos del soporte, manipulación y envío?
¿Son lícitas la políticas de modificar ligeramente obras audiovisuales para que nunca pasen al dominio público?
Me acuerdo de cuando el Gobierno de Aznar tuvo que pagar un millón de euros para adquirir de los herederos de Bartolomé Díaz Casas los derechos de los arreglos musicales ¡del HIMNO NACIONAL!…
Curiosamente, en el país que más se lucha contra la piratería, han tirado la toalla de la represión y se han lanzado a un cambio radical en la distribución:
– Distribución de obras on line, con y sin DRM.
– Mejora sustancial de las ofertas en soportes físicos: Ediciones de lujo, para coleccionistas, …
– Desarrollo de sistemas de video bajo demanda con tarifas planas muy asequibles y precios por las películas de estreno más baratas que en los cines.
– Distribución preferente de soportes físicos mediante tiendas on line. Amazon.es acaba de abrir en España cuando en muchos países europeos llevaba años establecida.
– Fomento de los libros electrónicos, mientras que aquí se cobra un IVA del 18% frente al 4% de los soportes físicos.
– Recuperación de la tradición de los conciertos en vivo y la venta inmediata del DVD grabado del mismo.
En un contexto de crisis como el actual, sugerir siquiera la oportunidad de ayudas públicas al sector me parece disparatado, cuando menos.
Por otra parte habría que definir la piratería. ¿Es piratería ripear en el disco duro el contenido de un soporte digital y ponerlo a disposición de todo el mundo en Internet sin percibir nada por ello?
¿Hay o no derecho a tener una copia privada?
Si compro un soporte con contenidos digitales y se me daña o pierde y puedo acreditar su compra, ¿Alguna compañía me lo cambia o me proporciona uno nuevo por los gastos del soporte, manipulación y envío?
¿Son lícitas la políticas de modificar ligeramente obras audiovisuales para que nunca pasen al dominio público?
Me acuerdo de cuando el Gobierno de Aznar tuvo que pagar un millón de euros para adquirir de los herederos de Bartolomé Díaz Casas los derechos de los arreglos musicales ¡del HIMNO NACIONAL!…
Coincido con el autor del post en que es necesario desarrollar una oferta legal atractiva en nuestro país para poder afrontar el grave problema de la piratería. Para llegar a esta oferta, hay dos opciones (no excluyentes): que los tenedores de derechos comercialicen directamente sus obras en internet o que haya empresas que realicen esta labor gracias a los acuerdos que puedan llegar con los tenedores de los derechos.
Este segundo caso se está dando en el ámbito de la música (eg spotify) y el cine (netflix). Los costes que asumen estas empresas que distribuyen contenido audiovisual online son muy elevados. Spotify ha pagado 100 millones de euros a las discográficas en tres años, más los costes de los servidores, de publicidad etc.
En este contexto, si queremos fomentar el emprendimiento en este sector (más allá de que los tenedores de derechos puedan comercializar directamente sus obras), sí me parece necesario un programa de ayuda pública como comenta el autor en el post.
Lo digo por experiencia porque llevo un tiempo intentando montar una red social con un modelo freemium como el que se comenta en el artículo.
Coincido con el autor del post en que es necesario desarrollar una oferta legal atractiva en nuestro país para poder afrontar el grave problema de la piratería. Para llegar a esta oferta, hay dos opciones (no excluyentes): que los tenedores de derechos comercialicen directamente sus obras en internet o que haya empresas que realicen esta labor gracias a los acuerdos que puedan llegar con los tenedores de los derechos.
Este segundo caso se está dando en el ámbito de la música (eg spotify) y el cine (netflix). Los costes que asumen estas empresas que distribuyen contenido audiovisual online son muy elevados. Spotify ha pagado 100 millones de euros a las discográficas en tres años, más los costes de los servidores, de publicidad etc.
En este contexto, si queremos fomentar el emprendimiento en este sector (más allá de que los tenedores de derechos puedan comercializar directamente sus obras), sí me parece necesario un programa de ayuda pública como comenta el autor en el post.
Lo digo por experiencia porque llevo un tiempo intentando montar una red social con un modelo freemium como el que se comenta en el artículo.
Todo leido, con este blog demuestras un alto conocimiento del mundo web y en especial de la problematica que representa dentro de este mundo el tema de la pirateria.
A partir de ahora lo seguire e intentare aprender mientras escucho Spotify.
Todo leido, con este blog demuestras un alto conocimiento del mundo web y en especial de la problematica que representa dentro de este mundo el tema de la pirateria.
A partir de ahora lo seguire e intentare aprender mientras escucho Spotify.
Lo que es evidente es que el modelo del canon digital está muerto, aunque de momento, mal enterrado. Veamos las distintas propuestas electorales de los partidos mayoritarios a nivel nacional:
PSOE:
Reformar el actual marco de propiedad intelectual para sustituir el canon digital actual y establecer un nuevo modelo de protección, equilibrando los derechos de usuarios y creadores teniendo presente las iniciativas europeas en esta materia.
PP:
Supresión del canon digital y sustitución por nuevos modelos de gestión y retribución de la propiedad intelectual más justos y equitativos basados en el uso efectivo de las obras.
UPyD:
Apertura de nuevas opciones del derecho privado de copia (copyright). La compensación por copia privada se hará mediante fiscalidad especial y no mediante canon o cualquier otra tasa gestionada por particulares.
IU:
Sustitución del actual modelo por otro que asegure la adecuada contribución de los operadores de telecomunicaciones y de las industrias de Tecnologías de la Información a la justa remuneración
de los creadores, para que esta no se base en un sistema como el canon digital que penaliza indiscriminadamente a los ciudadanos independientemente del uso que estos den a soportes y dispositivos digitales y electrónicos.
Los 4 partidos proponen mejorar los sistemas de gestión, algunos radicalmente acabar con el sistema de gestión privada y en general, fomentar el uso de licencias libres mediante apoyos públicos.