Ritos y Susurros. El vascuence en la Universidad del País Vasco.
La noticia de la propuesta de modificación del Plan Director del Euskara en la Universidad pública vasca (UPV) ha sorprendido con diversas medidas. Se propone señalar con un distintivo a los docentes que dominen esta lengua vascuence (¿en forma de medalla por méritos a la patria?), se “ordena” que todas las comunicaciones, e incluso conversaciones habituales entre los trabajadores, se desarrollen preferentemente en esa lengua, y se quiere introducir la figura del “susurrante”, especie de traductor simultáneo de andar por casa para ayudar (¿y señalar?) a los que, descarriados recalcitrantes, no puedan entender la lengua vasca por sí solos. Tal vez de susurrar se pase luego a regañar, o incluso a multar.
La cosa sorprende aún más cuando nos enteramos de que, a pesar de todos los esfuerzos de discriminación positiva en favor de los vascoparlantes, nada menos que un 55 % de los docentes, es decir una mayoría de ellos, no puede comunicarse en vascuence. Y eso según estadísticas oficiales, siempre sospechosas dado que declarar tal falta de habilidad hace años que se ha convertido en algo vergonzante.
Para entender cómo normativas como éstas son aprobadas y aceptadas por sus destinatarios en diversos sectores de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), me van a permitir hoy una breve excursión metajurídica, para tratar de explicar, de forma necesariamente rudimentaria en estas breves líneas, cuál es el sustrato ideológico y social que produce tales frutos. Tengo para ello algún título, pues he vivido, disfrutado y trabajado muchos años en Guipúzcoa. Aunque ello no excluya el subjetivismo de mi percepción.
Una de las cosas que me sorprendieron cuando llegué fue la idea tantas veces repetida, casi como una consigna, de estar en un proceso de “construcción” del país. En ese concepto participaban los partidos nacionalistas, con diversas denominaciones del objeto a construir (nación, Euskalherria, Euskadi, etc), pero también los socialistas. Seguidismo que éstos hacen también en otras materias, tal vez por la confusión (que se resiste a desaparecer) de querer ver una aureola de progresía en todo nacionalismo (excepto el español, claro), o quizá por la también errónea creencia de que para llegar a ocupar una posición de centralidad en la región (empeño nunca logrado por el PSE) es más útil mimetizarse con los adversarios predominantes que desarrollar un discurso diferente y coherente.
Si oyéramos a alguien hablar de la “construcción de Madrid”, por ejemplo, uno pensaría en las innumerables obras públicas de Gallardón, que tanto han costado a las arcas de la Villa y Corte. Pero allí ese empeño “arquitectónico” tiene un significado diferente. Como en todo nacionalismo hay una raíz totalitaria, de lo que se trata ya no es de que el poder político dirija a la sociedad para que ésta pueda obtener los mejores servicios públicos, y mejorar su progreso económico. De lo que se trata es de transformarla, de que se vaya pareciendo cada vez más a un determinado modelo ideal, por supuesto fuertemente condicionado por esa ideología mítica. En definitiva, de lo que se trata básicamente no es de adaptarse a la sociedad, sino de adaptar ésta a lo que “debe de ser” según el ideario nacionalista.
De ahí ese otro término, tan caro al ideario nacionalista, y que también tiene un significado diferente al usual en otras latitudes: la “normalización”. La misma no supone un regreso o “descenso” a lo normal, a lo que en otros sitios se entiende como cotidiano, sino, muy al contrario, un “ascenso” hacia ese modelo ideal del imaginario nacionalista. Con martillo y cincel en mano, el líder nacionalista arrancará de la roca las partes sobrantes, hasta que su escultura vaya tomando la forma que debe tener. Eso es el proceso de “normalización”.
Por supuesto, uno de los campos en que esa normalización es más necesaria es el de la lengua. Si tan solo un tercio de la población es capaz de expresarse correctamente en vascuence, sin que por cierto se encuentren entre ellos gran parte de los políticos incluso nacionalistas, en su explicación ello no ha sido por un proceso histórico y cultural natural, sin perjuicio de la ayuda de las políticas dictatoriales en concretos periodos históricos. La lengua vasca, en ese imaginario nacionalista, no es una lengua “minoritaria”, sino “minorizada” por una persecución histórica que ha de ser reparada. Si, con muy pocas excepciones, a lo largo de los últimos siglos ha sido esencialmente una lengua popular y rústica, no cultivada por la burguesía urbana, eso se debería a que la opresión de “el enemigo” ha llevado a ésta a la traición a este pilar de la nación.
Esa reparación y restablecimiento de lo que, a pesar de su carácter minoritario, debe considerarse como la lengua nacional, en contraposición a la enemiga, justifica todo un despliegue de políticas públicas.
No es preciso describir aquí el grado de hegemonía que el nacionalismo ha alcanzado en la región a través de diversos instrumentos, entre los cuales el terror y la coacción no han tenido una importancia menor. Una de las consecuencias ha sido la imposición a la generalidad de la población de algunos de los símbolos (bandera e himno entre ellos) que en origen tuvieron un carácter partidista. El vascuence es también un tótem sagrado, al que todos deben devoción, y al que hay que rendir honores en diversas ceremonias, en las que encontramos eso que algunos han descrito como una transferencia de sacralidad hacia esos elementos profanos, en una sociedad en la que el proceso de secularización ha sido especialmente rápido e intenso. No escasean, por ejemplo, los discursos públicos en vasco, frecuentemente pronunciados por alguien que maneja torpemente esa lengua, dirigidos a pacientes grupos ciudadanos que mayoritariamente no la entienden. De lo que se trata es de cumplir con la ofrenda y aparentar normalidad. Matías Múgica, con agudeza, lo ha comparado a esos largos requerimientos que Hernán Cortés dirigía en castellano a indios que no le entendían, para explicarles por qué tenía derecho a conquistarlos.
Esa sacralidad dota a la lengua, y a las políticas de apoyo a la misma, de un manto de inmunidad, entre otros atributos. Incluso su denominación correcta en castellano, “vascuence”, que yo siempre utilizo (fuera y dentro de la CAV) se ha vuelto políticamente incorrecta. Lo correcto es precisamente lo incorrecto, es decir, referirse a ella en su nombre vasco cuando se habla en castellano.
En ningún lugar puedes ver publicada la idea de que no debe haber políticas lingüísticas públicas, que las personas deben poder expresarse en la que quieran, y que la composición lingüística de la población debe dejarse al resultado de una libre evolución. Esa es una idea tabú y subversiva, y su debate sería perseguido como delito de lesa patria. Sería como predicar contra el Corán en el corazón de la Medina. Todo lo cual no impide, por cierto, que la mayoría de la población, tras mostrar los habituales ritos de respeto, hagan caso omiso a las campañas y se sigan comunicando en la “lengua opresora” sin que las autoridades puedan hacer nada contra ello. Al cabo, es una sociedad al menos formalmente democrática.
Sin embargo hay dos ámbitos en que el nacionalismo sí ha podido desplegar su fuerza coactiva para la imposición del vascuence: el educativo y la Administración pública. Como ha señalado Múgica, la enseñanza siempre es el escenario preferido del reformador social. Los escolares y estudiantes, en efecto, no pueden salir corriendo cuando asoma el reformador, como tienen por costumbre los adultos. Lo que les deja a merced de cualquier experimento sin que haya que pedirles permiso.
Las diversas administraciones controladas por ellos han puesto también como requisito casi imprescindible de entrada a la función pública el dominio del vasco. Incluso para desarrollar actividades para las cuales éste no es útil en absoluto. Sin duda que eso no deja de tener influencia en la calidad de los servicios ofrecidos. Como pasa con cualquier discriminación positiva basada en motivos ideológicos en las que tales requerimientos se anteponen al mérito y habilidades para el puesto. También aquí la inmunidad consigue que estas políticas de ofertas de trabajo público hayan sido suficientemente cuestionadas. Como señaló Múgica, si admitimos esta forma de torcer la voluntad social, podría contarse también el euskera como mérito para la adjudicación de viviendas públicas o cosas similares. ¿Cuál es la diferencia?
En la UPV confluyen ambos campos: educativo y función pública. Es verdad que en ella no se ha podido imponer hasta ahora una política lingüística tan eficaz como la que han sufrido la educación primaria y secundaria. Y su cúpula, por supuesto nacionalista, ha debido decidir que es hora de dar nuevos pasos.
En realidad en esa Universidad ya venían desarrollándose desde hace muchos años intensas políticas de fomento del vascuence, pero con resultados que supongo que no deben dejar muy satisfechos a los profetas de la cosa. Con la lengua por bandera se han contratado como profesores a auténticos mendrugos, eso sí, perfectamente “normalizados”. Sin embargo, los cursos en la lengua sagrada no tienen, en general y con honrosas excepciones, lo que se dice mucho prestigio científico. En ellos los libros escasean casi tanto como el pensamiento crítico, y alumnos y profesores suelen rivalizar en su grado de intoxicación ideológica. Eso sí, con la ventaja de que, dada la escasez de gente que pueda analizar con fundamento los resultados científicos, las fechorías se quedan en casa.
En realidad lo mismo ocurre con otro sector muy relacionado con el universitario, también fuertemente subvencionado, y en el que ha encontrado acomodo mucha gente que lo tendría difícil fuera: la cultura en vascuence. Con unas cuantas excepciones, y como siempre ocurre con la cultura subsidiada, el resultado es tan extenso en producción como pobre en calidad.
No cabe duda de que los distintivos a los vascoparlantes y los susurros a los no alfabetizados (pues llamarles así, analfabetos, es una forma allí frecuente y tolerada de dirigirse a ellos) son nuevos instrumentos de imposición. Claro es que con todo ello puede llegar a producirse una huída de talento, una emigración lingüística (¿o política?) de alumnos y profesores. Pero eso, de verdad, en el fondo nunca ha preocupado al nacionalista puro. Una sociedad más homogénea es, en el fondo, su objetivo.
Fernando Rodríguez Prieto nació en Madrid el 10 de febrero de 1962. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Notario (Oposiciones Madrid 1988). Ha ejercido en Andoain, Bergara y Beasain, las tres localidades situadas en Guipúzcoa, y desde 2006 ejerce en Coslada, Madrid. Es también mediador y árbitro.
Fantástico post Fernando. Enhorabuena por hablar así de claro. Esto es un atropello totalitario más, pero ya va siendo hora de que los no creyentes -que espero que son todos esos no alfabetizados de los que hablan- empiecen a dejarse oír también, para variar.
A los judíos y otros también se le ponían escarapelas de colores,amarilla en su caso,creo recordar.-
Totalitarismo en grado sumo que aumentará exponencialmente con el previsible triunfo nacionalista(de derechas ,centro e izquierda) en las próximas elecciones autónomicas y bajada en picado del PSE ,precisamente por su pretensión de “centralidad”,aspiración que ahora reclama el PNV.- Solo un PP vasco claro y contundente puede hacer algo aunque no lo veo.-
Eskerri Fernando, no sabes lo bien que se te entiende aunque seas la voz que clama en el desierto. Todo lo que dices es cierto y encima eres generoso para con los que callamos ante tamaño robo porque robo es el que han hecho con nuestra lengua, tan nuestra como el castellano, enarbolandola para subyugar voluntades y destinos. Se han apropiado de algo que es de todos, que era de todos y no hemos sabido defender porque ya se sabe que quien calla, otorga. Por eso, por recordarnoslo, eskerri.
El estado ha cedido espacio a mafias organizadas y se ha retirado. La gente, –indefensa ante el terrorismo mortal (macroterror)y ante lo que hoy se conoce como microterrorismo o bullying constante y matonil desde el poder y sus instituciones– no tiene más remedio que adaptarse y fingir para sobrevivir y exiliarse. Cientos de miles han salido ya de allí.
Esto es como en el Padrino. Si se retira la mafia judía, polaca o irlandesa, llegan los nativos de Corleone y dicen: “Mía, me la pido”.
Para que esto tenga arreglo el Estado debe recuperar el espacio físico.
Un rasgo del los estados fallidos es la pérdida de control sobre el territorio. Esto se abandonó hace mucho tiempo. El PSOE tiene una gigantesca responsabilidad y el PP no va a hacer nada porque está lleno de asesores de buen rollito.
Esto es como Nápoles, partes de Palermo, Calabria, Toluca, Monterrey o cualquier zona en manos de mafias organizadas con infantería en el territorio.
Saludos
Desgraciadamente es lo que vivimos. Planes de estudios y reformas que afectan al mayor o menor número de horas que se estudian en euskera.
Hay generaciones, y me incluyo, que hemos estudiado el euskera con calzador, sin que nos haya servido de mucho ya que tras años de estudio los niveles alcanzados son mínimos en la gran mayoría de los casos.
Ocurre lo mismo con los funcionarios y altos cargos que gastan millones de euros en su aprendizaje, gasto directo en formación y gasto indirecto en pagar las horas de trabajo que ocupan en el estudio de la lengua.
En los colegios, modelos en castellano casi extinguidos, y con modelos donde el euskera es y ha de ser lengua protagonista, donde los niños se estudian los temarios de memoria, sin retener el contenido (en sociales, historia,… haciendo que cuando se les olvida, el retraso cultural se haga evidente).
Siendo parte de la cultura vasca es necesario que se conozca, pero no comparto las vías que se están utilizando, y entiendo como fundamental que (por su puesto además del castellano), el inglés y otras lenguas extranjeras tomen el protagonismo que el futuro va a exigir a los más pequeños que tendrán que preparar sus carreras profesionales fuera de España en un altísimo porcentaje.
Lo de la ausencia de políticas lingüísticas públicas y que la composición lingüística de la población se deje al resultado de la libre evolución es muy bonito. Pero lo dices desde una posición cómoda, la de castellanohablante. Me acuerdo una entrevista que Jordi Évole (el Follonero) le hizo al dirigente popular Miguel Ángel Rodríguez sobre la política lingüística en Cataluña, y le hizo una pregunta muy interesante ¿qué pasaría si un día la inmensa mayoría de la población de Madrid (o cualquier región donde sólo se hable el castellano), por propia voluntad, decidiese hablar en inglés quedando el castellano como una segunda lengua o una lengua minoritaria? ¿Habría que proteger al español? La cara del político después de formulada la pregunta era un auténtico poema, pero al final tuvo que reconocer, que pese a que los ciudadanos son los que tienen los derechos, habría que proteger al castellano, eso sí, diciendo en último término que no se haría discriminado como se hace en Cataluña, obviamente no aclarando como sería eso de no discriminar, caso que me parece harto imposible.
Es obvio que esa medida de susurrador y la marca del vasco es una auténtica tomadura de pelo, parece que los marquen como a judíos en la Alemania Nazi. Pero un error en una política no invalida la política entera, o ¿es que la construcción de aeropuertos públicos donde no eran necesarios (véase Castellón) invalida la toda la política de infraestructuras públicas?
Me reitero, muchas veces este debate se hace desde una situación cómoda, como es la del que habla o defiende al castellano que ni de lejos está en una situación de peligro o de desaparición. Si fuese al revés seguramente este artículo sería muy muy diferente
No me importa contestar a la pregunta que al parecer MAR tuvo dificultad en hacerlo. Si se decidiese mayoritariamente hablar inglés, no me parecería nada mal. Eso mejoraría mucho nuestra situación. Por supuesto que yo conservaría el español y lo hablaría donde procediera. Pero no apoyaría ningún tipo de gasto público para que se protegiera. Como ves, no defiendo el castellano, sino la libertad individual y la mínima interferencia de políticas públicas en la materia. Tampoco creo que el vascuence, ni mucho menos el catalán, estén en situación de peligro o desaparición. Pero incluso en el caso más que impriobable de que llegaran a desaparecer, o ellos o el español, tampoco pasaría nada horroroso. Son miles de lenguas las que en la evolución historica han nacido y desaparecido. Y bastantes centenares en la tierra van a desaparecer, sin que por ello el planeta deje de girar.
Fernando, no me sale la opción de contestarte con lo que escribo otra respuesta.
Desde luego has contestado perfectamente, y dentro de tú postura encuentro lógica la argumentación. No así en el caso de MAR y otros tantos como ellos, la mayoría me atrevería a decir, y entre los que pensé que te encontrabas. Perdona la confusión.
Y en cuanto a la protección de las lenguas no estoy de acuerdo. Así como se protegen edificios, obras, esculturas y mil cosas más por ser historia creo que las lenguas también son merecedoras de esa protección, sea gallego, castellano o ruso, obviamente allí donde estén en peligro. Eso no implica que esté a favor de autenticas chorradas como esta idea de la UPV o las continuo incumplimiento de las sentencias por parte de la Generalitat sobre el tema de la inmersión en catalán
Hola, Deus ex Machina.
No sabía que las lenguas fueran sujetos de derechos y que lo sean por encima de los derechos de las personas en cosas tan elementales como la libertad de elegir o la educación de tus propios hijos.
Hablo varios idiomas globales y dos regionales en sus versiones previas a ser reinventados y expandidos hace pocas décadas para ser instrumento de dominación y Rent Seeking. Las lenguas son herramientas que el tiempo se va llevando inexorablemente. Todas. Comenzando por las que hemos ido dejando atrás y que ni el tiempo guarda memoria de ellas.
Me parece triste que, en pleno siglo XXI se estén reproduciendo esquemas propios del franquismo a cuenta de un instrumento.
Te invito a leer las dos definiciones de libertad que, entre tantos otros pensadores, explica Isaías Berlin en su libro: Dos conceptos de libertad y otros escritos. (Alianza Editorial).
El Primero, el que nos concierne a los ciudadanos, es La libertad de Elegir. Si carecemos de ella, no perdamos el tiempo: No somos Libres.
El segundo: La libertad de Obligar a otros a conducirse como nosotros queremos.
Dice Isaías Berlin –al comentar sobre esta última forma de “libertad”– que sorprendentemente esta capacidad ofrece un magnífico “chute” Psíquico que mucha gente necesita (cita a nacionalistas entre otros). Tanto les “pone” que son perfectamente capaces de renunciar a parte de su libertad de elegir con tal de recibir el placer de obligar a otros, de quitarles su capacidad de elegir. De ser hombres y mujeres libres, de ser humanos.
Esta reflexión de Isaías Berlin me ha hecho recapacitar mucho sobre las cosas que nos suceden.
Saludos
Le puede suceder a cualquiera, es como el ataque de un virus, como la absurda intoxicación etílica de los monos comiendo frutas podridas. Como lo que vino del espacio exterior en La invasión de los Ultracuerpos. A un hermano, a una hija… A Pablo de Tarso le ‘entró’ después de caerse del caballo (bueno, tal vez ya lo llevaba inoculado desde antes). A mucha gente le ‘entra’ por contagio. Te lo pueden inocular en la escuela.
Lo más sorprendente, a mi juicio, es cuando afecta a personas que aparentemente mantienen una perfecta apariencia de salud y raciocinio, incluso equilibrio emocional. Un día estas hablando con uno de ellos y parece sano. De pronto, algo hace ‘click’ y se transforma en la bestia exclusiva que lleva dentro.
Sigo sin encontrar diferencias entre ellos y nosotros, salvo cuando se quitan la careta de ayatollah o de gudari. Las poblaciones de conejos sometidas a estrés logran que las hembras absorban sus propios fetos y dejar de reproducirse una temporada. Son sensibles a ciertas variaciones en su ambiente conejil. Los humanos también lo somos. Podemos sustituir la razón por una vaina y seguir pareciendo lo de siempre. Esa forma intransigente y fanática de ‘raciocinio’ produce monstruos: los pueblos elegidos, las religiones únicas y verdaderas, la mejor opción política para la mayoría…. Muchos lectores de El País la padecen y no son conscientes de ello. Los de otros periódicos también. Lo irracional, el fanatismo, “soy mejor porque soy diferente de vosotros”… eso siempre ha estado ahí, en todas las épocas, con forma de religión, de identidad nacional, de cultura. A veces esa secta nos gobierna, y de esa pesadilla solo despertamos tras la correspondiente hecatombe, con la resaca de un vino cabezón. Y los remordimientos… Pero bueno, la culpa es siempre de los demás.
Enhorabuena por tu escrito, y perdona por mi rollo.
Fantástico post Fernando. Enhorabuena por hablar así de claro. Esto es un atropello totalitario más, pero ya va siendo hora de que los no creyentes -que espero que son todos esos no alfabetizados de los que hablan- empiecen a dejarse oír también, para variar.
A los judíos y otros también se le ponían escarapelas de colores,amarilla en su caso,creo recordar.-
Totalitarismo en grado sumo que aumentará exponencialmente con el previsible triunfo nacionalista(de derechas ,centro e izquierda) en las próximas elecciones autónomicas y bajada en picado del PSE ,precisamente por su pretensión de “centralidad”,aspiración que ahora reclama el PNV.- Solo un PP vasco claro y contundente puede hacer algo aunque no lo veo.-
Eskerri Fernando, no sabes lo bien que se te entiende aunque seas la voz que clama en el desierto. Todo lo que dices es cierto y encima eres generoso para con los que callamos ante tamaño robo porque robo es el que han hecho con nuestra lengua, tan nuestra como el castellano, enarbolandola para subyugar voluntades y destinos. Se han apropiado de algo que es de todos, que era de todos y no hemos sabido defender porque ya se sabe que quien calla, otorga. Por eso, por recordarnoslo, eskerri.
El estado ha cedido espacio a mafias organizadas y se ha retirado. La gente, –indefensa ante el terrorismo mortal (macroterror)y ante lo que hoy se conoce como microterrorismo o bullying constante y matonil desde el poder y sus instituciones– no tiene más remedio que adaptarse y fingir para sobrevivir y exiliarse. Cientos de miles han salido ya de allí.
Esto es como en el Padrino. Si se retira la mafia judía, polaca o irlandesa, llegan los nativos de Corleone y dicen: “Mía, me la pido”.
Para que esto tenga arreglo el Estado debe recuperar el espacio físico.
Un rasgo del los estados fallidos es la pérdida de control sobre el territorio. Esto se abandonó hace mucho tiempo. El PSOE tiene una gigantesca responsabilidad y el PP no va a hacer nada porque está lleno de asesores de buen rollito.
Esto es como Nápoles, partes de Palermo, Calabria, Toluca, Monterrey o cualquier zona en manos de mafias organizadas con infantería en el territorio.
Saludos
Desgraciadamente es lo que vivimos. Planes de estudios y reformas que afectan al mayor o menor número de horas que se estudian en euskera.
Hay generaciones, y me incluyo, que hemos estudiado el euskera con calzador, sin que nos haya servido de mucho ya que tras años de estudio los niveles alcanzados son mínimos en la gran mayoría de los casos.
Ocurre lo mismo con los funcionarios y altos cargos que gastan millones de euros en su aprendizaje, gasto directo en formación y gasto indirecto en pagar las horas de trabajo que ocupan en el estudio de la lengua.
En los colegios, modelos en castellano casi extinguidos, y con modelos donde el euskera es y ha de ser lengua protagonista, donde los niños se estudian los temarios de memoria, sin retener el contenido (en sociales, historia,… haciendo que cuando se les olvida, el retraso cultural se haga evidente).
Siendo parte de la cultura vasca es necesario que se conozca, pero no comparto las vías que se están utilizando, y entiendo como fundamental que (por su puesto además del castellano), el inglés y otras lenguas extranjeras tomen el protagonismo que el futuro va a exigir a los más pequeños que tendrán que preparar sus carreras profesionales fuera de España en un altísimo porcentaje.
Lo de la ausencia de políticas lingüísticas públicas y que la composición lingüística de la población se deje al resultado de la libre evolución es muy bonito. Pero lo dices desde una posición cómoda, la de castellanohablante. Me acuerdo una entrevista que Jordi Évole (el Follonero) le hizo al dirigente popular Miguel Ángel Rodríguez sobre la política lingüística en Cataluña, y le hizo una pregunta muy interesante ¿qué pasaría si un día la inmensa mayoría de la población de Madrid (o cualquier región donde sólo se hable el castellano), por propia voluntad, decidiese hablar en inglés quedando el castellano como una segunda lengua o una lengua minoritaria? ¿Habría que proteger al español? La cara del político después de formulada la pregunta era un auténtico poema, pero al final tuvo que reconocer, que pese a que los ciudadanos son los que tienen los derechos, habría que proteger al castellano, eso sí, diciendo en último término que no se haría discriminado como se hace en Cataluña, obviamente no aclarando como sería eso de no discriminar, caso que me parece harto imposible.
Es obvio que esa medida de susurrador y la marca del vasco es una auténtica tomadura de pelo, parece que los marquen como a judíos en la Alemania Nazi. Pero un error en una política no invalida la política entera, o ¿es que la construcción de aeropuertos públicos donde no eran necesarios (véase Castellón) invalida la toda la política de infraestructuras públicas?
Me reitero, muchas veces este debate se hace desde una situación cómoda, como es la del que habla o defiende al castellano que ni de lejos está en una situación de peligro o de desaparición. Si fuese al revés seguramente este artículo sería muy muy diferente
No me importa contestar a la pregunta que al parecer MAR tuvo dificultad en hacerlo. Si se decidiese mayoritariamente hablar inglés, no me parecería nada mal. Eso mejoraría mucho nuestra situación. Por supuesto que yo conservaría el español y lo hablaría donde procediera. Pero no apoyaría ningún tipo de gasto público para que se protegiera. Como ves, no defiendo el castellano, sino la libertad individual y la mínima interferencia de políticas públicas en la materia. Tampoco creo que el vascuence, ni mucho menos el catalán, estén en situación de peligro o desaparición. Pero incluso en el caso más que impriobable de que llegaran a desaparecer, o ellos o el español, tampoco pasaría nada horroroso. Son miles de lenguas las que en la evolución historica han nacido y desaparecido. Y bastantes centenares en la tierra van a desaparecer, sin que por ello el planeta deje de girar.
Fernando, no me sale la opción de contestarte con lo que escribo otra respuesta.
Desde luego has contestado perfectamente, y dentro de tú postura encuentro lógica la argumentación. No así en el caso de MAR y otros tantos como ellos, la mayoría me atrevería a decir, y entre los que pensé que te encontrabas. Perdona la confusión.
Y en cuanto a la protección de las lenguas no estoy de acuerdo. Así como se protegen edificios, obras, esculturas y mil cosas más por ser historia creo que las lenguas también son merecedoras de esa protección, sea gallego, castellano o ruso, obviamente allí donde estén en peligro. Eso no implica que esté a favor de autenticas chorradas como esta idea de la UPV o las continuo incumplimiento de las sentencias por parte de la Generalitat sobre el tema de la inmersión en catalán
Le puede suceder a cualquiera, es como el ataque de un virus, como la absurda intoxicación etílica de los monos comiendo frutas podridas. Como lo que vino del espacio exterior en La invasión de los Ultracuerpos. A un hermano, a una hija… A Pablo de Tarso le ‘entró’ después de caerse del caballo (bueno, tal vez ya lo llevaba inoculado desde antes). A mucha gente le ‘entra’ por contagio. Te lo pueden inocular en la escuela.
Lo más sorprendente, a mi juicio, es cuando afecta a personas que aparentemente mantienen una perfecta apariencia de salud y raciocinio, incluso equilibrio emocional. Un día estas hablando con uno de ellos y parece sano. De pronto, algo hace ‘click’ y se transforma en la bestia exclusiva que lleva dentro.
Sigo sin encontrar diferencias entre ellos y nosotros, salvo cuando se quitan la careta de ayatollah o de gudari. Las poblaciones de conejos sometidas a estrés logran que las hembras absorban sus propios fetos y dejar de reproducirse una temporada. Son sensibles a ciertas variaciones en su ambiente conejil. Los humanos también lo somos. Podemos sustituir la razón por una vaina y seguir pareciendo lo de siempre. Esa forma intransigente y fanática de ‘raciocinio’ produce monstruos: los pueblos elegidos, las religiones únicas y verdaderas, la mejor opción política para la mayoría…. Muchos lectores de El País la padecen y no son conscientes de ello. Los de otros periódicos también. Lo irracional, el fanatismo, “soy mejor porque soy diferente de vosotros”… eso siempre ha estado ahí, en todas las épocas, con forma de religión, de identidad nacional, de cultura. A veces esa secta nos gobierna, y de esa pesadilla solo despertamos tras la correspondiente hecatombe, con la resaca de un vino cabezón. Y los remordimientos… Pero bueno, la culpa es siempre de los demás.
Enhorabuena por tu escrito, y perdona por mi rollo.
Los nacionalismos sirven, casi siempre, para que al cobijo de la inmunidad que proporcionan se enriquezcan ilícitamente los políticos “correctos”. A costa del pueblo al que halagan, hablándole de razas y de ángulos faciales. Encima el pueblo (al menos una gran parte) les vitorea.
Justo es reconocer que a cambio le proporcionan a los vascos unos profundos conocimientos del Batúa (“Antieojua”, “fideok-zopa”, etc, etc…) a costa de las lenguas tradicionales vascas.
El Batúa, como es notorio, abre toda clase de puertas en el mundo, y facilita enormemente encontrar trabajo en la aldea global.
Los restantes españoles, según los nacionalistas, debemos pedir perdon por infinidad de cosas y -eso sí- mantener el Concierto. Sólo faltaría. Y seguir consumiendo.
Conque a disfrutar todos. Si toleramos estas cosas será que nos gustan.
Seguimos cayendo en la demagogia, que tendrá que ver el número de hablantes de una lengua para su importancia. De que me vale saber inglés perfectamente si me voy a vivir a un pueblo de Cataluña donde la mayoría habla en catalán? o saber español si me voy a vivir a Rusia? La importancia de la lengua es algo determinado por las circunstancias, ¿acaso es útil el chino, pese a ser la lengua más hablada del mundo, fuera de China? Según ese razonamiento el finés, el croata o el guaraní no tendrían que ser estudiados en los respectivos países donde se hablan, total, no les abren puertas en la aldea global
Sí que tiene que ver el número de hbalantes con la importancia de una lengua.
Yo he vivido en un pueblo donde el idioma normal era el catalán (Manresa, donde ahora creo que la mayoría ya va hablando árabe) y vaya si me servía el inglés. Y-por cierto- buen cabreo tenían los padres manresanos con la política lingüística de la Generalitat. Porque sus hijos NO hablaban buen castellano, y como decían ellos, “renunciar a un idioma que ten dan de gratis, y que lo habla medio mundo…”
Los nacionalismos sirven, casi siempre, para que al cobijo de la inmunidad que proporcionan se enriquezcan ilícitamente los políticos “correctos”. A costa del pueblo al que halagan, hablándole de razas y de ángulos faciales. Encima el pueblo (al menos una gran parte) les vitorea.
Justo es reconocer que a cambio le proporcionan a los vascos unos profundos conocimientos del Batúa (“Antieojua”, “fideok-zopa”, etc, etc…) a costa de las lenguas tradicionales vascas.
El Batúa, como es notorio, abre toda clase de puertas en el mundo, y facilita enormemente encontrar trabajo en la aldea global.
Los restantes españoles, según los nacionalistas, debemos pedir perdon por infinidad de cosas y -eso sí- mantener el Concierto. Sólo faltaría. Y seguir consumiendo.
Conque a disfrutar todos. Si toleramos estas cosas será que nos gustan.
Hola, Deus ex Machina.
No sabía que las lenguas fueran sujetos de derechos y que lo sean por encima de los derechos de las personas en cosas tan elementales como la libertad de elegir o la educación de tus propios hijos.
Hablo varios idiomas globales y dos regionales en sus versiones previas a ser reinventados y expandidos hace pocas décadas para ser instrumento de dominación y Rent Seeking. Las lenguas son herramientas que el tiempo se va llevando inexorablemente. Todas. Comenzando por las que hemos ido dejando atrás y que ni el tiempo guarda memoria de ellas.
Me parece triste que, en pleno siglo XXI se estén reproduciendo esquemas propios del franquismo a cuenta de un instrumento.
Te invito a leer las dos definiciones de libertad que, entre tantos otros pensadores, explica Isaías Berlin en su libro: Dos conceptos de libertad y otros escritos. (Alianza Editorial).
El Primero, el que nos concierne a los ciudadanos, es La libertad de Elegir. Si carecemos de ella, no perdamos el tiempo: No somos Libres.
El segundo: La libertad de Obligar a otros a conducirse como nosotros queremos.
Dice Isaías Berlin –al comentar sobre esta última forma de “libertad”– que sorprendentemente esta capacidad ofrece un magnífico “chute” Psíquico que mucha gente necesita (cita a nacionalistas entre otros). Tanto les “pone” que son perfectamente capaces de renunciar a parte de su libertad de elegir con tal de recibir el placer de obligar a otros, de quitarles su capacidad de elegir. De ser hombres y mujeres libres, de ser humanos.
Esta reflexión de Isaías Berlin me ha hecho recapacitar mucho sobre las cosas que nos suceden.
Saludos
Manu, creo que no has leído lo que he escrito, si miras el final de mi última respuesta digo: “Eso no implica que esté a favor de autenticas chorradas como esta idea de la UPV o las continuo incumplimiento de las sentencias por parte de la Generalitat sobre el tema de la inmersión en catalán”
Dudo que signifique que las lenguas tengan derechos ni creo haberlo defendido en ningún momento, pero que no tengan derechos no significan que no deban tener protección, protección que sí que he defendido en lo que he escrito. Y, acaso las piedras y huesos de Atapuerca tienen derechos? No, pero nadie duda que merecen protección, incluso protección pública. Pues lo mismo con las lenguas. Las lenguas son herramientas, sí, pero es un legado cultural que merece protección. Pero eso tampoco significa que no se escolarice en castellano a los niños, ni tampoco en otra lengua oficial
Tienes razón, Deus ex Machina y me alegro de que no sea tu caso.
Me refería al párrafo que precede al que citas cuando aludes a lo que es o deja de ser merecedor de protección.
Este es un argumento pseudo cultural muy usado por el nacionalismo etnicista.
“Hay que proteger lo que es raro o minoritario o arcaico o lo que sea y eso me da derecho a obligar a la gente a usarlo“.
Este es un argumento perverso porque viene a decir que para preservar la momia de Tutankamon todos debemos vivir con su imaqen en la mente cada minuto del día. Tatuada para que se nos reconozca el amo.
Tenemos lenguas que son respectivamente derivados del:
1. Latín y Occitano
2. Tamazigh pasado intensamente por el Latín y el provenzal. (Vuelvo a referirme a la Obra de Los Dres. Arnaiz y Alonso, Editorial complutense)
3. El romance de Castilla del siglo XI y XII que es otra lengua provenzal preservada con escasos cambios gracias al portugués.
Y, naturalmente, los correspondientes aditamentos del árabe moderno que en ningún caso debe ser confundido con el Bereber también derivado del Tamazigh.
Todas ellas, incluído el euskera, con más raíces latinas que de cualquier otro origen. Hasta tal punto que cuando un latinista actual quiere saber la fonética de los primeros siglos de nuestra era comprueba sistemáticamente el euskera.
Al menos en dos casos, Gallego y Euskera/Batua se violenta a fondo el idioma para alejarlo lo más posible del Portugués y del Castellano.
De este modo hay empleo garantizado para los “enseñantes de la Neolengua obligatoria”.
Esto es ante todo un negocio, una reserva de mercado y creación de corralitos medievales o peores.
Se libran de ellos, como siempre, los hijos de quienes pueden y el resto se quedan presos de carencias construidas a pulso por los mismos que en Bilbao o Barcelona mandan a sus niños al colegio Alemán, al Liceo o al British.
LLevamos callados demasiado tiempo ante un atropello indecente impropio de un estado serio.
Lo anterior es cierto que no se te aplica, bastaría más. Se aplica a quienes para proteger sus criaturas lingüísticas están dispuestos a abusar de quien sea.
Saludos
Manu, creo que no has leído lo que he escrito, si miras el final de mi última respuesta digo: “Eso no implica que esté a favor de autenticas chorradas como esta idea de la UPV o las continuo incumplimiento de las sentencias por parte de la Generalitat sobre el tema de la inmersión en catalán”
Dudo que signifique que las lenguas tengan derechos ni creo haberlo defendido en ningún momento, pero que no tengan derechos no significan que no deban tener protección, protección que sí que he defendido en lo que he escrito. Y, acaso las piedras y huesos de Atapuerca tienen derechos? No, pero nadie duda que merecen protección, incluso protección pública. Pues lo mismo con las lenguas. Las lenguas son herramientas, sí, pero es un legado cultural que merece protección. Pero eso tampoco significa que no se escolarice en castellano a los niños, ni tampoco en otra lengua oficial
Coincido con Fernando y con los comentaristas que argumentan que lo que merecen la protección son los hablantes de las lenguas, no las lenguas. No veo comparable una lengua, que puede morir de forma muy fructífera como el latín, con la protección de un bien cultural, aunque sean unos huesos. Eso sí, si la lengua tiene hablantes, estos hablantes tienen derechos y son esos derechos los que hay que proteger. Si no los tiene, será una reliquia para filólogos sobre todo si hay textos escritos que merece la pena leer y entender. Yo no hablo castellano del siglo XV y me cuesta un poco entenderlo, y a mis hijos educados en la LOGSE, ni te cuento. Tampoco hablo latín ni griego clásico, ni lo leo ni lo escribo. Lo veo como un problema cultural y de educación, no como un problema de derechos lingüisticos.
En cuanto a la ocurrencia de la UPV no es una chorrada, es algo muchísimo más grave, un ataque directo a la libertad de las personas.
Supongo que los afanados esfuerzos de diferentes gobiernos españoles por proteger y apoyar el español en Filipinas te parecerán algo fuera de toda lógica y que se tarda en poner fin a esos comportamientos
Coincido con Fernando y con los comentaristas que argumentan que lo que merecen la protección son los hablantes de las lenguas, no las lenguas. No veo comparable una lengua, que puede morir de forma muy fructífera como el latín, con la protección de un bien cultural, aunque sean unos huesos. Eso sí, si la lengua tiene hablantes, estos hablantes tienen derechos y son esos derechos los que hay que proteger. Si no los tiene, será una reliquia para filólogos sobre todo si hay textos escritos que merece la pena leer y entender. Yo no hablo castellano del siglo XV y me cuesta un poco entenderlo, y a mis hijos educados en la LOGSE, ni te cuento. Tampoco hablo latín ni griego clásico, ni lo leo ni lo escribo. Lo veo como un problema cultural y de educación, no como un problema de derechos lingüisticos.
En cuanto a la ocurrencia de la UPV no es una chorrada, es algo muchísimo más grave, un ataque directo a la libertad de las personas.
¿Se imaginan que todos nuestros hijos de repente aprendieran a hablar en inglés y GRATIS? Quiero decir sin pagar cursos carísimos de verano e intensivos durante el resto del año…Vamos, Jauja.
Partamos a efectos puramente dialécticos de las posiciones que defiende Deus ex machina y admitamos que las lenguas minoritarias son un bien cultural que debe ser protegido.
Dicha protección da derecho a:
¿Discriminar positivamente a los hablantes de esas lenguas?
¿Discriminar negativamente a los no hablantes?
¿Establecer barreras linguísticas en la práctica infranqueables?
¿Someter a la población a unos niveles impositivos excesivos para su mantenimiento?
¿Desproteger y someter a la lengua mayoritaria a una existencia oficial marginal?
¿Someter a la población a una ignorancia y anlfabetismo funcional en todo lo relativo a la cultura y lengua mayoritarias?
Si vivo en el País Vasco donoe mis hijos tienen que soportar una inmersión linguística en vasco y me voy tres años a Catraluña, ¿es normal tener que soportar otra en catalán?
¿Es admisible que siendo el castellano o español (así llamado en todas las constituciones de los países donde es oficial, salvo en España) el idioma oficial en España, estando reconocido el derecho a usarlo y el deber de conocerlo, no pueda ser utilizado como lengua vehicular en la enseñanza y en las administraciones públicas de al menos un tercio del país?
¿Qué ocurriría si el gobierno central sacara una ley de uso y protección del castellano obligando a que al menos el 50% de la enseñanza obligatoria se impartiera precisamente en este idioma?
¿Es normal y admisible que a quien defienda el derecho de escolarizar a sus hijos en el idioma oficial en España, pagándolo para que los que quier en puedan hacerlo en la lengua vernácula gratis sea tildado de facha y nosequéfobo?
En definitiva, parece que la mejor solución mientras no se protejan nuestros derechos es sacar a nuestros hijos del sistema educativo autonómico y mandarlos al extranjero. Tanto Cataluña como el País vasco lindan con Francia, donde el respeto a la propia cultura y a la española es incomparablemente superior. Y además, es gratis.
Todas estas cuestiones serían baladíes si no se tratara de un problema de construcción nacional de las naciones vasca y catalana, con ecos en Navarra, Galicia, Baleares y Valencia, que requiere la destrucción de la nación española y simultáneamente, la extirpación del componente cultural español común a todos los españoles.
Como dijo aquel, lo que queda de España son la selección de futbol y el Corte Inglés. En San Sebastián no hay Corte Inglés y hace más de 40 años que la selección de futbol no juega en el País Vasco.
Respondo por alusiones. No, no se tendría que discriminar ni positivamente a unos ni negativamente a otros. Lo de las barreras lingüísticas no sé muy bien a que viene y menos lo de niveles impositivos, ni que dar las clases en catalán o gallego fuese más caro que en castellano. Después, lo de las inmersión lingüística, analfabetismo con todo lo relacionado con el castellano le enlazo con la discriminación, no es admisible. Lo de una ley obligando a que el 50% de las clases fuesen en castellano, perfecto, mientras el otro 50% sea de la otra lengua oficial. En Galicia nunca se ha cumplido, por lo menos cuando era yo alumno, el castellano tenía siempre más horas, ahora no sé. Y sí, me parece lógico que alguien defienda que sus hijos sean escolarizados en castellano, pero no me parece lógico que si vas a una comunidad donde hay otra lengua oficial quieras escolarizar a tus hijos “sólo” en castellano. Obviamente a esos niños hay que darle clases de apoyo con la otra lengua hasta que alcancen el ritmo, pero aprender la tienen que aprender, es igual de oficial que es castellano. Por último, muchas de las preguntas que planteas se podría hacer con otras muchas cosas, como el mantenimiento de obras históricas o museos. Pero nadie duda de eso. Saludos
Auténticas barbaridades.La importancia de la lingüística en la configuración cognitiva de las personas que forman los pueblos y sus culturas es algo más que estudiado. A mi me encanta ir a finlandia y escuchar finés, a galicia y escuchar gallego, a euskadi y escuchar vascuence… Que triste sería un mundo sin diferentes lenguas!!!
Efectivamente, estimado Josu, las medidas en estudio en la UPV/EHU son auténticas barbaridades, estamos de acuerdo en eso.
A usted le encanta escuchar en cada rincón una lengua diferente; en ese caso, le aconsejo que viaje a Papúa-Nueva Guinea, donde podrá encontrar 830 lenguajes sin salir de media isla: http://www.ethnologue.com/show_country.asp?name=PG
Pero sobre gustos no hay nada escrito; yo, modestamente, preferiría que todos los mediterráneos siguiéramos hablando el mismo latín; o, aún mejor, que el indoeuropeo siguiera siendo una sola lengua, desde Bengala hasta Islandia.
Auténticas barbaridades.La importancia de la lingüística en la configuración cognitiva de las personas que forman los pueblos y sus culturas es algo más que estudiado. A mi me encanta ir a finlandia y escuchar finés, a galicia y escuchar gallego, a euskadi y escuchar vascuence… Que triste sería un mundo sin diferentes lenguas!!!
Amí me pasa lo que a Josu: Me encanta ir al País Vasco y escuchar el castellano, que tuvo allí su cuna. También me encanta ir a Cataluña y oir hablar el idioma que hizo grandes a Plá, Gironella, Vázque Montalbán y tantos y tantos catalanes universales.
El castellano no nació en el País Vasco (tampoco en La Rioja, como se creía), si no en el norte de Burgos, influenciado, eso sí, por el vascuence. El romance navarro-aragonés sí que nació en Vasconia
Amí me pasa lo que a Josu: Me encanta ir al País Vasco y escuchar el castellano, que tuvo allí su cuna. También me encanta ir a Cataluña y oir hablar el idioma que hizo grandes a Plá, Gironella, Vázque Montalbán y tantos y tantos catalanes universales.
Si, que aburrimiento sin judíos con una estrella amarilla cosida en la solapa, obligados a poner en sus pasaportes un nombre judio inventado por los nazis aunque se llamaran Stefan, Joseph o Emily. La bomba, oiga.
Si, que aburrimiento sin judíos con una estrella amarilla cosida en la solapa, obligados a poner en sus pasaportes un nombre judio inventado por los nazis aunque se llamaran Stefan, Joseph o Emily. La bomba, oiga.
Aparte de la lengua, me preocupa mucho la manipulación histórica que se está inculcando a los chavales desde hace unos 20 años, así como la eliminación sistemática de todo lo que huela “a español”.
La mayoría de altos mandos de la armada española nacieron en pueblos costeros guipuzcoanos, Zumalacárregui nació en un caserío guipuzcoano y se alistó en Zaragoza para defenderla a muerte contra los franceses, ¡de hecho dedicó su vida a luchar por colocar a un Borbón como rey y hasta inventó lo que ahora se llama “tortilla española”! Pio Baroja y Miguel de Unamuno han sido leidos y celebrados por todos. Hasta el valle de los caídos los diseñó un Guipuzcoano y ¡la vuelta ciclista a España fue un invento promocional de los fabricantes de bicicletas de Eibar (Guipúzcoa)!
Vizcaya surgió como señorío privilegiado de unos nobles castellanos, y Guipúzcoa es la tradicional aliada de Castilla contra Navarra, con simbología presente en todas partes, ¡e incluso celebración masiva de alardes en los pueblos guipuzcoanos!
Eso sí, la figura del rey de Castilla y los 12 cañones otorgados por Juana de Castilla presentes en el escudo de Guipúzcoa desde 1512 fueron eliminados por la diputación de Guipúzcoa en 1979, así como los lobos que estaban junto al Roble de Guernica en el escudo de Vizcaya y representaban la casa de Haro.
Lo que han aprendido esta generación de chavales es muy diferente, sin embargo: érase una vez una nación sin estado que lleva resistiendo desde los inicios de los tiempos y ha sido sometida a toda clase de vejaciones, y lucha por mantener su esplendor.
La ignorancia del ciudadano medio, tanto histórica como de la realidad actual que me he encontrado en Euskadi, especialmente en Guipúzcoa es para rasgarse las vestiduras. Verdaderamente lamentable. Y la culpa no es ni más y menos que de la cúpula política que los está idiotizando.
Mucha gente, universitaria y con más de 40 años, no sabe que Euskadi recauda y gestiona sus propios tributos, que no participa en la solidaridad interterritorial y que su pujanza económica proviene en buena parte gracias a la financiación indirecta por parte de otras comunidades autónomas (curiosamente una de ellas la odiada y denostada Andalucía) debido al medieval concierto económico y cupo. No sólo eso, están convencidos de que España vive gracias a sus impuestos, a pesar de que TODOS los informes económicos arrojan que Euskadi ha venido recibiendo de manera indirecta (aportación, cálculo del IVA, etc) entre 1000 y 4500 millones de euros al año.
El truco está en lo de siempre: convencerlos de que son superiores y lo que son privilegios a todas luces, para ellos son “derechos históricos”. Porque sí, porque ellos lo valen.
El tema del euskera se puede vender como se quiera. Su única misión es que los mejores puestos sean para los locales. Punto. Para ser vigilante de la zona azul (OTA), donde hay que hablar y explicar a la gente cómo funciona, poner multas, etcétera no se requiere euskera ni casi castellano (conozco a un extranjero trabajando ahí), pero para cobrar 36.000 euros en un puesto de técnico base de soporte informático en la UPV, donde la mayor parte del trabajo consiste en tomar cafés e instalar programas de ordenador en inglés, no hace falta ni un título universitario (basta FP) pero sí hace falta euskera.
Para puestos de sustitución de profesorado en plazas de perfil castellano, inglés o francés, el euskera también puntúa extra.
Saludos.
¡Muy bien, Beta! Gracias por lo escrito.
Además has mentado a Zumalacárregui.
Cuando ya moribundo hizo testamento, el Notario le preguntó su voluntad, cómo quería dejar sus cosas. Dijo que dejaba a su mujer y a sus hijas. Preguntó el Notario qué les dejaba. Contestó que no, que él dejaba justo “eso”, dejaba a su mujer y a sus hijas.. ¡¡PORQUE NO TENIA NADA DE NADA!!
Eso quien había gobernado -de hecho- media España.
Como los pollíticos de ahora.
No soy Carlista, pero ¡Dios nos concediera otro Zumalacárregui!
Aparte de la lengua, me preocupa mucho la manipulación histórica que se está inculcando a los chavales desde hace unos 20 años, así como la eliminación sistemática de todo lo que huela “a español”.
La mayoría de altos mandos de la armada española nacieron en pueblos costeros guipuzcoanos, Zumalacárregui nació en un caserío guipuzcoano y se alistó en Zaragoza para defenderla a muerte contra los franceses, ¡de hecho dedicó su vida a luchar por colocar a un Borbón como rey y hasta inventó lo que ahora se llama “tortilla española”! Pio Baroja y Miguel de Unamuno han sido leidos y celebrados por todos. Hasta el valle de los caídos los diseñó un Guipuzcoano y ¡la vuelta ciclista a España fue un invento promocional de los fabricantes de bicicletas de Eibar (Guipúzcoa)!
Vizcaya surgió como señorío privilegiado de unos nobles castellanos, y Guipúzcoa es la tradicional aliada de Castilla contra Navarra, con simbología presente en todas partes, ¡e incluso celebración masiva de alardes en los pueblos guipuzcoanos!
Eso sí, la figura del rey de Castilla y los 12 cañones otorgados por Juana de Castilla presentes en el escudo de Guipúzcoa desde 1512 fueron eliminados por la diputación de Guipúzcoa en 1979, así como los lobos que estaban junto al Roble de Guernica en el escudo de Vizcaya y representaban la casa de Haro.
Lo que han aprendido esta generación de chavales es muy diferente, sin embargo: érase una vez una nación sin estado que lleva resistiendo desde los inicios de los tiempos y ha sido sometida a toda clase de vejaciones, y lucha por mantener su esplendor.
La ignorancia del ciudadano medio, tanto histórica como de la realidad actual que me he encontrado en Euskadi, especialmente en Guipúzcoa es para rasgarse las vestiduras. Verdaderamente lamentable. Y la culpa no es ni más y menos que de la cúpula política que los está idiotizando.
Mucha gente, universitaria y con más de 40 años, no sabe que Euskadi recauda y gestiona sus propios tributos, que no participa en la solidaridad interterritorial y que su pujanza económica proviene en buena parte gracias a la financiación indirecta por parte de otras comunidades autónomas (curiosamente una de ellas la odiada y denostada Andalucía) debido al medieval concierto económico y cupo. No sólo eso, están convencidos de que España vive gracias a sus impuestos, a pesar de que TODOS los informes económicos arrojan que Euskadi ha venido recibiendo de manera indirecta (aportación, cálculo del IVA, etc) entre 1000 y 4500 millones de euros al año.
El truco está en lo de siempre: convencerlos de que son superiores y lo que son privilegios a todas luces, para ellos son “derechos históricos”. Porque sí, porque ellos lo valen.
El tema del euskera se puede vender como se quiera. Su única misión es que los mejores puestos sean para los locales. Punto. Para ser vigilante de la zona azul (OTA), donde hay que hablar y explicar a la gente cómo funciona, poner multas, etcétera no se requiere euskera ni casi castellano (conozco a un extranjero trabajando ahí), pero para cobrar 36.000 euros en un puesto de técnico base de soporte informático en la UPV, donde la mayor parte del trabajo consiste en tomar cafés e instalar programas de ordenador en inglés, no hace falta ni un título universitario (basta FP) pero sí hace falta euskera.
Para puestos de sustitución de profesorado en plazas de perfil castellano, inglés o francés, el euskera también puntúa extra.
Saludos.
Totalmente de acuerdo con Betawriter, la manipulación educativa de la gente joven a la que se mantiene ignorante de la realidad y de la historia para que no piense en otras alternativas es, de siempre, la característica de todas las sociedades totalitarias, desde las juventudes hitlerianas hasta cualquier otro proceso de “construcción nacional” digno de mención que se precie. Es siempre un asunto político, y siempre comienza por la educación. Como es lógico, sus víctimas son los más débiles porque los más preparados e inquietos siempre tienen alternativas y capacidad de informarse y de vivir en otra parte. Nada nuevo bajo el sol, aunque es triste y deprimente verificar que el paraíso totalitario está a la vuelta de la esquina.
Totalmente de acuerdo con Betawriter, la manipulación educativa de la gente joven a la que se mantiene ignorante de la realidad y de la historia para que no piense en otras alternativas es, de siempre, la característica de todas las sociedades totalitarias, desde las juventudes hitlerianas hasta cualquier otro proceso de “construcción nacional” digno de mención que se precie. Es siempre un asunto político, y siempre comienza por la educación. Como es lógico, sus víctimas son los más débiles porque los más preparados e inquietos siempre tienen alternativas y capacidad de informarse y de vivir en otra parte. Nada nuevo bajo el sol, aunque es triste y deprimente verificar que el paraíso totalitario está a la vuelta de la esquina.
Ah, y por supuesto, una buena parte de la población no conoce lo que fueron los nacionalismos del XIX, quién fue Sabino Arana y cuál fue su ideología, el origen y significado de la ikurriña, la creación del calendario onomástico vascongado de donde vienen los “ancestrales nombres vascos” que tienen menos de 100 años y hoy todos se pelean por poner a sus hijos para sentirse integrados. Acudir a las partidas de nacimiento hasta 1900 que hay disponibles online, por cierto, sería pedir demasiado. Quizá se horrorizaran de que décadas antes de que Franco hubiera nacido, los nombres más populares con diferencia en Guipúzcoa fueran “María” y “Francisco”, y la “k” apenas se usara en los escritos.
También les parece perfectamente natural que el Ayuntamiento les envíe propaganda recordándoles que en casa conviene hablar euskera, y que los padres que vienen de otras provincias castellanoparlantes deban hablar euskera con sus hijos aunque no sea su idioma y apenas lo dominen. Y, por supuesto, perder toda su cultura y lenguas (de padres, abuelos, tíos) y adaptarse rápidamente a la “oficial” de donde ahora vive.
Sin embargo, cuando el vasco sale o emigra, jamás debe perder su cultura, su lengua y sus tradiciones, que deben ser respetadas y hasta celebradas por los demás. Y las provincias limítrofes, a donde acuden hordas de vascos en vacaciones, deben hacer un esfuerzo por acoger esa cultura con ganas y aprender de ella.
¿Es curioso todo esto no?
Ah, y por supuesto, una buena parte de la población no conoce lo que fueron los nacionalismos del XIX, quién fue Sabino Arana y cuál fue su ideología, el origen y significado de la ikurriña, la creación del calendario onomástico vascongado de donde vienen los “ancestrales nombres vascos” que tienen menos de 100 años y hoy todos se pelean por poner a sus hijos para sentirse integrados. Acudir a las partidas de nacimiento hasta 1900 que hay disponibles online, por cierto, sería pedir demasiado. Quizá se horrorizaran de que décadas antes de que Franco hubiera nacido, los nombres más populares con diferencia en Guipúzcoa fueran “María” y “Francisco”, y la “k” apenas se usara en los escritos.
También les parece perfectamente natural que el Ayuntamiento les envíe propaganda recordándoles que en casa conviene hablar euskera, y que los padres que vienen de otras provincias castellanoparlantes deban hablar euskera con sus hijos aunque no sea su idioma y apenas lo dominen. Y, por supuesto, perder toda su cultura y lenguas (de padres, abuelos, tíos) y adaptarse rápidamente a la “oficial” de donde ahora vive.
Sin embargo, cuando el vasco sale o emigra, jamás debe perder su cultura, su lengua y sus tradiciones, que deben ser respetadas y hasta celebradas por los demás. Y las provincias limítrofes, a donde acuden hordas de vascos en vacaciones, deben hacer un esfuerzo por acoger esa cultura con ganas y aprender de ella.
¿Es curioso todo esto no?
Una cosa es el respeto a las lenguas, otra su manipulación.
En el caso concreto del catalán, el “eximio” Pompeu i Fabra hizo un ejercicio increíble de desarraigo, para separarlo del castellano. Ese era su propósito, no se si declarado, pero desde luego evidente.
Aquí un retrato del Senyor Pompeu: http://www.google.es/imgres?q=pompeu+i+fabra&num=10&hl=es&biw=1024&bih=600&tbm=isch&tbnid=OmXw23XwIK2e4M:&imgrefurl=http://www.upf.edu/expo_pompeufabra/cast/universitari.htm&docid=Ns2jcnfVJhLFeM&imgurl=http://www.upf.edu/expo_pompeufabra/portades/foto2.gif&w=378&h=378&ei=2_3zT4_2O4fQhAekk9jdBg&zoom=1&iact=hc&vpx=351&vpy=124&dur=78&hovh=225&hovw=225&tx=129&ty=141&sig=100519667036628042942&page=1&tbnh=119&tbnw=152&start=0&ndsp=20&ved=1t:429,r:2,s:0,i:78
Para ello recurrió muchísimo al francés y al italiano. El resultado es que existe un catalán “del carrer” que es el que verdaderamente se habla por la gente, y un catalán de laboratorio, que ahora se impone a los niños.
Cuando ejercí como notario en Manresa, hace ya muchos años, me esforcé en aprender catalán. Tampoco me esforcé mucho, caramba, que pese a quien pese para un castellanoparlante el catalán es fácil, lo siento amics, mega fácil… el más fácil de aprender de todos los latines. Italiano y portugúes incluídos. Porque son lenguas muy muy cercanas, duela a quien duela.
Hice el pardillo y me compré un libro “purista”. Aprendí las “cosas” de Pompeu i Fabra. Me puse a leer las escrituras a la gente. Payeses de raigambre, gente que apenas hablaba castellano. Bueno, ¡no me entendían! La mitad de las cosas no las entendían. Porque eran construcciones ARTIFICIALES del Pompeu.
Luego descubrí que el archivo notarial de las escrituras de los siglos XV, XVI…(en catalán), estaba llenito de “eñes”. ¡Vaya si se usaba, en el catalán más elegante de entonces, la hoy anatemizada eñe!
Ahora todo es demostar que “som diferents”. Aunque sea pasándose la Historia por el arco de triunfo.
Una cosa es el respeto a las lenguas, otra su manipulación.
En el caso concreto del catalán, el “eximio” Pompeu i Fabra hizo un ejercicio increíble de desarraigo, para separarlo del castellano. Ese era su propósito, no se si declarado, pero desde luego evidente.
Aquí un retrato del Senyor Pompeu: http://www.google.es/imgres?q=pompeu+i+fabra&num=10&hl=es&biw=1024&bih=600&tbm=isch&tbnid=OmXw23XwIK2e4M:&imgrefurl=http://www.upf.edu/expo_pompeufabra/cast/universitari.htm&docid=Ns2jcnfVJhLFeM&imgurl=http://www.upf.edu/expo_pompeufabra/portades/foto2.gif&w=378&h=378&ei=2_3zT4_2O4fQhAekk9jdBg&zoom=1&iact=hc&vpx=351&vpy=124&dur=78&hovh=225&hovw=225&tx=129&ty=141&sig=100519667036628042942&page=1&tbnh=119&tbnw=152&start=0&ndsp=20&ved=1t:429,r:2,s:0,i:78
Para ello recurrió muchísimo al francés y al italiano. El resultado es que existe un catalán “del carrer” que es el que verdaderamente se habla por la gente, y un catalán de laboratorio, que ahora se impone a los niños.
Cuando ejercí como notario en Manresa, hace ya muchos años, me esforcé en aprender catalán. Tampoco me esforcé mucho, caramba, que pese a quien pese para un castellanoparlante el catalán es fácil, lo siento amics, mega fácil… el más fácil de aprender de todos los latines. Italiano y portugúes incluídos. Porque son lenguas muy muy cercanas, duela a quien duela.
Hice el pardillo y me compré un libro “purista”. Aprendí las “cosas” de Pompeu i Fabra. Me puse a leer las escrituras a la gente. Payeses de raigambre, gente que apenas hablaba castellano. Bueno, ¡no me entendían! La mitad de las cosas no las entendían. Porque eran construcciones ARTIFICIALES del Pompeu.
Luego descubrí que el archivo notarial de las escrituras de los siglos XV, XVI…(en catalán), estaba llenito de “eñes”. ¡Vaya si se usaba, en el catalán más elegante de entonces, la hoy anatemizada eñe!
Ahora todo es demostar que “som diferents”. Aunque sea pasándose la Historia por el arco de triunfo.
Yo fui sucesor de mi buen amigo y compañero Curro Arriola en Manresa, y de él recibi-como consejo- que aprendiera catalán, y -como recomendación- que utilizara un libro, que aún conservo, editado por Assimil, titulado “cómo aprender catalán facilmente”. Ambos, el consejo y la recomendación, me fueron de gran utilidad en el ejercicio de mi profesión notarial, y coincido con él plenamente en lo fácil que resultó el aprendizaje, hasta el punto que en un plazo no superior a tres meses era capaz de leer y explicar las escrituras en catalán, aún cuando estuvieran redactadas en castellano, y todo ello gracias al catalán “vulgar” que te enseñaba el citado libro. Y aunque a algunos les pese, la Historia no puede ni debe reescribirse.
Manu, sólo una cosa con lo que respecta a tu última respuesta.
Cuando dices: “Al menos en dos casos, Gallego y Euskera/Batua se violenta a fondo el idioma para alejarlo lo más posible del Portugués y del Castellano.”
No estoy totalmente de acuerdo contigo. Te puedo hablar del caso gallego, que es el que conozco relamente
de primera mano. Negar la existencia de grupos o corrientes que buscan eso es negar la propia realidad, pero en el caso gallego lo que se ha hecho ha sido una normalización. Lo de normalización hay que cogerlo con muchas pinzas, porque a así dicho, parece algo creado para normalizar a las ovejas descarriadas. Nada más lejos de la realidad. El objetivo de cualquier normalización es dotar al pueblo que hable una determinada lengua de un corpus único para el estudio sistemático de esa lengua y el uso más o menos público y/o oficial. El caso gallego es interesante porque dentro del área de influencia del mismo hay multitud de dialectos, todos ellos válidos, pero a la hora del estudio de la lengua gallega es imposible que existan 1000 dialectos que estudiar, de ahí la normalización. Pero esto se ha hecho con el francés, siendo la lengua que se habla en la Île-de-France la que ha prevalecido, así como en italiano, el cual el que estudian todos los italianos o cuando tú quieres estudiar este idioma es el italiano que se habla en la Toscana relamente
(si aprendes italiano en España es realmente imposible hablar con personas de determinadas regiones de Italia). Y también sucede con el castellano. La RAE tiene unas determinadas normas de gramática que son las que se aceptan como las óptimas cuando son realmente usadas por un grupo reducido de castellanohablantes. Por ejemplo, el uso del laísmo se entiende por la RAE como un error pero el que lo usa diariamente hablando no significa que no hable castellano ni que deba ser condenado, simplemente es una variadad dentro del castellano que bajo la norma de la RAE no es correcta. Lo mismo pasa con la normalización gallega, aquí existe lo que se llama cheísmo y teísmo que la propia RAG dice que es un uso indebido y que lo corrigen en las escuelas (igual que el laísmo) pero que su uso está totalmente extendido y no pasa absolutamente nada.
Eso sí, dicho esto, repito, negar que existen corrientes que usan esta normalización con carácter meramente político y no lingüístico es negar la realidad, pero el objetivo de la normalización no es ese
Manu, sólo una cosa con lo que respecta a tu última respuesta.
Cuando dices: “Al menos en dos casos, Gallego y Euskera/Batua se violenta a fondo el idioma para alejarlo lo más posible del Portugués y del Castellano.”
No estoy totalmente de acuerdo contigo. Te puedo hablar del caso gallego, que es el que conozco relamente
de primera mano. Negar la existencia de grupos o corrientes que buscan eso es negar la propia realidad, pero en el caso gallego lo que se ha hecho ha sido una normalización. Lo de normalización hay que cogerlo con muchas pinzas, porque a así dicho, parece algo creado para normalizar a las ovejas descarriadas. Nada más lejos de la realidad. El objetivo de cualquier normalización es dotar al pueblo que hable una determinada lengua de un corpus único para el estudio sistemático de esa lengua y el uso más o menos público y/o oficial. El caso gallego es interesante porque dentro del área de influencia del mismo hay multitud de dialectos, todos ellos válidos, pero a la hora del estudio de la lengua gallega es imposible que existan 1000 dialectos que estudiar, de ahí la normalización. Pero esto se ha hecho con el francés, siendo la lengua que se habla en la Île-de-France la que ha prevalecido, así como en italiano, el cual el que estudian todos los italianos o cuando tú quieres estudiar este idioma es el italiano que se habla en la Toscana relamente
(si aprendes italiano en España es realmente imposible hablar con personas de determinadas regiones de Italia). Y también sucede con el castellano. La RAE tiene unas determinadas normas de gramática que son las que se aceptan como las óptimas cuando son realmente usadas por un grupo reducido de castellanohablantes. Por ejemplo, el uso del laísmo se entiende por la RAE como un error pero el que lo usa diariamente hablando no significa que no hable castellano ni que deba ser condenado, simplemente es una variadad dentro del castellano que bajo la norma de la RAE no es correcta. Lo mismo pasa con la normalización gallega, aquí existe lo que se llama cheísmo y teísmo que la propia RAG dice que es un uso indebido y que lo corrigen en las escuelas (igual que el laísmo) pero que su uso está totalmente extendido y no pasa absolutamente nada.
Eso sí, dicho esto, repito, negar que existen corrientes que usan esta normalización con carácter meramente político y no lingüístico es negar la realidad, pero el objetivo de la normalización no es ese
Muchos de vuestros comentarios reflejan que estamos ante una auténtica anomalía construida sobre amenazas y mentiras.
Sorprende que nada semejante pueda encontrarse en los medios vascos. Y que incluso fuera toda esa movida encuentre la comprensión de quienes se consideran progresistas. He llegado a leer burlas por atreverme a utilizar el término “vascuence”, uno de los anatemizados por esa nueva Kulturkampf.
Difícil encontrar ya argumentos nuevos en esto de las políticas del euskera, pero en este artículo los hay situando al euskera dentro de una tendencia mundial de uso de la alarma linguistica para que un un clan selectivo se haga con el poder político y económico.
http://www.libertaddigital.com/opinion/eduardo-goligorsky/lenguas-en-la-uvi-65100/
Poco voy a decir en este post, mi opinión es que nadie ni siquiera una nación debería de imponer directa o indirectamente una lengua o dialecto. No hay nada mejor que la libertad de expresión sea en la lengua que sea y en lugares como éste que nombras y otros como Mallorca ocurre que los que se van a vivir alli acaban huyendo si no aprenden rápidamente el idioma. Da pena que ignoren o traten de mala manera al inmigrante. La diversidad tiene gran valor.