Soneto al hallazgo del Códice
España se estremece indignada,
olvidada la quiebra inminente
y el temido no rescate latente,
por un vil latrocinio ultrajada.
¡Calixto, tu joya ha de ser hallada!
Y del simple cabo al presidente,
con riesgo alto y ardor valiente,
en su búsqueda vuelcan su jornada.
¡Ya el Chispas está desactivado!
¡Ya el Códice vuelve a casa!
Pero, ¿quién es ese héroe anhelado?
¿Quién es, el que con él pasa?
Sí, amigo, el líder dedicado
cuya altura la prima tan bien tasa.
El Fénix de los Ingénuos
Critilo es un hombre experimentado, que habiendo naufragado la nave en que viajaba fue arrojado por el mar a las costas de la isla de Santa Elena, donde conoció a Andrenio, hombre natural, criado por un animal al margen de toda civilización, y a quien Critilo enseñó a hablar. Critilo es el hombre juicioso, en el que predomina la razón, prudente, sagaz, adiestrado por la experiencia, como atestigua la raíz griega kríno, ‘juzgar’, que le da nombre. El nombre de Andrenio procede del griego aνηρ, aνδροs «hombre», que simboliza al hombre instintivo e inexperto, que se deja arrastrar por sus inclinaciones naturales.
Sus conversaciones sobre el mundo y la vida fueron recogidas por Baltasar Gracián en El Criticón.
Su nombre y su imagen servirán excepcionalmente para que pueden expresarse con total libertad aquellos que prefieren no vincular esas opiniones con sus personas por razones de su cargo, posición o profesión, siempre que esas opiniones tengan algo que aportar y hagan honor al nombre del que se valen.
Fenix, eres muy grande! ¿para cuando uno sobre los recortes?
Fenix, eres muy grande! ¿para cuando uno sobre los recortes?