Escrache y democracia
En primer lugar, me gustaría dejar claro el propósito del siguiente artículo. Mi objetivo no es reflexionar sobre la ley hipotecaria, la dación en pago o la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), sino sobre los escraches promovidos por la propia PAH a raíz de dicha ILP. Mi intención es evaluar el escrache como medio empleado por un grupo determinado para alcanzar un fin, y mi objetivo último es responder a la siguiente pregunta: ¿pueden considerarse estos escraches aceptables desde una perspectiva democrática? En estas reflexiones, voy a huir de símiles y comparaciones con otros métodos utilizados en el presente o en el pasado, no porque no puedan aportar valor, sino porque temo que el eventual debate posterior acabe centrándose en dichas comparaciones. Así pues, me limitaré a razonamientos teóricos, sustentados por textos de la PAH o de sus portavoces.
Para empezar, podemos repasar el texto con el que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) llamó a la realización de escraches, y que se encuentra en este link. Hay frases muy significativas, como las siguientes: “Nos tememos que algunos partidos van a expresarnos su determinación de votar en contra”, “haremos visible su actividad legislativa en los barrios en los que viven mediante carteles y manifestaciones para que no puedan vivir de forma impune y sientan la incomodidad en sus actos cotidianos”, “Se acabó la impunidad para aquellos que permiten que se sigan vulnerando los derechos humanos en nuestro país”, “La ILP no se negocia”, “Votar en contra es declarar la guerra a las mayorías sociales de este país”.
Para continuar, tenemos el correo electrónico que se envió a varios diputados en lo que la PAH denominó “escrache virtual”. El texto completo está en este link. Me gustaría destacar las siguientes frases: “Entendemos que en estos cuatro años de vida hemos agotado todas las vías y mecanismos democráticos que ofrecía el sistema para cambiar una ley injusta y obscena”, “Ante el aumento de la presión popular el gobierno se ha visto forzado a mover ficha. Pero ni el decreto de buenas prácticas ni la moratoria de desahucios para casos de extrema vulnerabilidad han servido para atajar el problema”, “exigimos un posicionamiento claro. Sin rebajas ni concesiones de ningún tipo”, “En caso de no recibir respuesta afirmativa, entenderemos que su partido renuncia a escuchar la voluntad de una incontestable mayoría”, “no tendremos otra opción que señalar públicamente a los diputados de su grupo parlamentario como responsables directos del sufrimiento y el dolor de miles de familias de este país”.
A la vista de estas frases, podemos fácilmente extraer las siguientes conclusiones:
- La PAH se arroga la representación de “una incontestable mayoría”, de “las mayorías sociales de este país”
- La ley actual se considera ilícita: se le califica de “injusta”, “obscena”, y se dice incluso que vulnera los derechos humanos.
- La aceptación de la ILP se plantea como única alternativa aceptable: las iniciativas del gobierno se descartan por completo. Así mismo, se deja claro que la ILP debe ser aceptada por completo, “sin rebajas ni concesiones de ningún tipo”: “La ILP no se negocia”
- Como consecuencia de lo anterior, el diputado que se oponga a la ILP en su totalidad o en parte, es considerado inmoral e injusto, un enemigo público que “declara la guerra a las mayorías sociales del país” y por lo tanto merece ser castigado: “que no puedan vivir de forma impune”, “se acabó la impunidad”.
- La PAH se considera acreditada para aplicar ese castigo a los diputados inmorales, es más, está moralmente obligada a ello: “no tendremos otra opción”.
Si aceptamos estas conclusiones como válidas, ¿podemos considerar el escrache un medio democrático para lograr la aprobación de la ILP?
De entrada, podríamos deducir que la propia PAH no lo considera así, ya que en su escrache virtual dice haber “agotado todas las vías y mecanismos democráticos”, lo que da pie a pensar que el siguiente paso, el escrache, no lo es. Pero este razonamiento es, tal vez, demasiado sutil.
Revisemos más bien las cinco conclusiones obtenidas de la lectura de los textos:
- ¿En qué se basa la PAH para considerarse representante de la mayoría? Como plataforma, la PAH tiene miembros (su número no es especifica en los textos ni en su página web, o al menos yo no lo he encontrado), y para la presentación de la ILP recabó 1.402.854 firmas. Sin embargo, hay que señalar que estos centenares de miles de ciudadanos dieron su apoyo a un documento concreto, no se adhirieron a la plataforma, de modo que la PAH no puede considerarse representante de esos ciudadanos más que para la presentación de la ILP, que es para lo que dichos ciudadanos dieron su firma y su permiso. Así pues, en lo referente a los escraches, la PAH solo representa a sus miembros, que difícilmente pueden considerarse “una mayoría social”
- Es obvio que a la PAH, como a los firmantes de la ILP, y sin duda a muchos otros ciudadanos, no les gusta la actual ley hipotecaria. Y por supuesto, tienen derecho a manifestarlo y a intentar cambiarla: para eso existe el procedimiento de ILP. Sin embargo, en su crítica la PAH eleva extraordinariamente el tono de los calificativos, llegando a acusarla de ir contra los derechos humanos. Como expresión de una opinión, es respetable. Sin embargo, parece incompatible con su afirmación de que se hayan “agotado todas las vías y mecanismos democráticos” para cambiarla: ¿podría una ley que va contra los derechos humanos, superar todos los mecanismos y controles democráticos nacionales e internacionales? O bien la PAH no ha recurrido realmente a todos los estamentos posibles, o bien no ha encontrado ninguno que respalde esa valoración. Tenemos que concluir pues, que estamos ante una consideración meramente subjetiva de la PAH, pero de gran transcendencia en la justificación del escrache.
- Según la PAH, nadie puede aportar nada ni corregir nada sobre la ILP, debe aceptarse en su totalidad y no admite ningún tipo de negociación. Debemos deducir por tanto que la ILP es perfecta, y cualquier retoque solo podría empeorarla. En los mecanismos normales de cualquier democracia, las leyes requieren un proceso de discusión y presentación de enmiendas previo a su aprobación, pero con su representatividad de 1.402.854 firmas, la PAH considera que este proceso es, no solo innecesario, sino inaceptable.
- Llegamos por fin al punto de justificación del escrache: la criminalización de todo aquel diputado que no apoye la ILP. Es una consecuencia lógica de las premisas anteriores: si la ley hipotecaria va contra los derechos humanos, y la única solución posible contra esta ley criminal es la total aceptación de la ILP, entonces todo aquel que se oponga a la ILP en su totalidad o en parte estaría obstaculizando la solución y, por lo tanto, apoyando la continuidad del crimen. Su derecho a votar “NO” se convierte en un mero obstáculo para la PAH, ya que el único voto lícito es el “SÍ”.
- Ya tenemos el delito y el culpable: ahora vamos al castigo. Con la misma representatividad discutida en el punto 1, la PAH se arroga el derecho a dictar sentencia y ejecutar el castigo. El objetivo es muy claro: “que no puedan vivir de forma impune”, y la PAH pretende lograr eso mediante el escrache. No aparece el menor indicio de cualquier garantía democrática en este punto: no hay derecho a la defensa ni tribunal independiente, el acusador es también juez y verdugo, y dicta sentencia sin escuchar siquiera al acusado.
Desde mi punto de vista, no hace falta siquiera entrar en el grado de violencia a la hora de aplicar el escrache para evaluar su carácter democrático, el proceso descrito y su identificación como medio punitivo lo dejan en evidencia: no otorga ninguna autoridad al procedimiento de tramitación establecido; al considerar que solo un sentido del voto es lícito, desacredita automáticamente la votación, y resulta claro que, si pudiera evitarla, la evitaría; no acepta la menor corrección a la ILP, por lo que el proceso de negociación carece de sentido; y finalmente, la oposición a la ley es tratada como un crimen que merece un castigo. Es decir, la ILP debe aplicarse porque lo dice la PAH, respaldada por sus 1.402.854 firmas. Y punto. Resulta evidente que, si la PAH no impone la reforma legal por la fuerza, es sencillamente porque no cuenta con la fuerza necesaria para poder imponerla.
Mi conclusión: no solo el escrache, sino todo el enfoque que la PAH da a su defensa de la ILP, no solo no es democrática, sino que es claramente totalitaria.
Soy ingeniero industrial por la Universidad de Sevilla, pero he desarrollado mi carrera profesional en el mundo de los Sistemas de Información. Durante la última década he ocupado puestos de responsabilidad en empresas multinacionales de diversos sectores, lo que me ha permitido conocer en profundidad varios países. En la actualidad, me responsabilizo de los sistemas financieros (SAP e Hyperion) en TRANSCOM (www.transcom.com), un grupo de capital sueco, con más de 24.000 empleados y presencia en los cinco continentes.
Estoy básicamente de acuerdo con lo expuesto. Pero la verdadera transcendencia del escrache en nuestro país no es si quien lo ejerce está legitimado para ello, si es un medio democrático o si lo que se dice defender es correcto o siguiera coherente. Lo importante no es eso, sino el porqué.
Estamos ante una situación tan límite que esto era y es algo previsible que ocurriese. Llevamos más de 4 años sumidos en la más absoluta locura y da igual que cada vez las cosas pinten peor, lo desesperante no es eso, sino que la gente piensa que no pueden hacer nada para cambiar esta situación. Este Gobierno, como el anterior, hacen caso omiso de lo que la gente le pide. Ya no es que no les hagan caso a medidas concretas, es que ni les hacen caso para intentar mitigar sus situaciones. Podemos remontarnos en este mismo blog a entradas de estos últimos 4 años y veremos que todo con críticas o decepciones a la actividad del Gobierno. Y así podemos ver igual en todo internet, medios de comunicación de toda ideología o en cualquier sector de nuestra sociedad. ¿Y de que ha servido todo eso? Todas esas críticas o consejos de gente de a pie, de expertos, de mil y una personas ¿dónde han ido a parar? Pues a ningún lado. El Gobierno hace lo que le da la gana y aun le queda tiempo para presumir de ello. Da igual que la gente les señale defectos obvios de sus políticas, que se manifiesten millones de personas, que colectivos enteros muestren que lo que se está haciendo no es que no mejore, sino que empeora lo que ya estaba mal. Todo eso da igual, el Gobierno hace lo que quiere y punto.
Y me dirán que el Gobierno tiene todo el derecho a hacer lo que quiere ya que tiene mayoría absoluta. Bien, quien me diga tal cosa que no me venga hablando de lo democrático o no que pueden ser los escraches. La democracia funciona si el que está arriba está controlado, si el de arriba respeta al otro, si el que está arriba piensa las cosas que hace. Como es obvio que aquí nada de eso ocurre desde hace varios años es absurdo discutir sobre el escrache o sus cualidades democráticas o totalitarias. El escrache es una vía de escape, es la única opción para cada vez más personas. El escrache es un síntoma, no la enfermedad
IMPECABLE
La democracia funciona si el que está arriba está controlado, si el de arriba respeta al otro, si el que está arriba piensa las cosas que hace. Como es obvio que aquí nada de eso ocurre desde hace varios años es absurdo discutir sobre el escrache o sus cualidades democráticas o totalitarias. El escrache es una vía de escape, es la única opción para cada vez más personas. El escrache es un síntoma, no la enfermedad
Que el escrache no es democrático, pues sí. Que no es justo, pues también. Si querían la PAH la reforma hipotecaria, la podían haber pedido y escracheado también a los anteriores. Tan responsables de ello son los anteriores gobernantes como los actuales. La PaH es política y sectaria.
Pero eso no quita que no me alegre del escrache. Me alegro, y disfruto viéndolo. Se lo merecen. Sólo lamento que no se haga también a los del PSOE, CIU o IU en Andalucía. Porque también se lo merecen.
Llevamos tiempo avisando del peligro de estallido social, hay gente que se está quedando en la calle, la pobreza y la desigualdad aumenta, el paro no cesa, Caritas y ONGs no abarcan más, hay gente que se ha suicidado al perder su casa… ¿Y qué hacen nuestros dirigentes? Nada. Absolutamente nada. Se fuman un puro con todo eso.
Como dijo PJ el pasado domingo, nunca ha habido en La Moncloa un gobernante ni tampoco en la oposición unos dirigentes tan distantes de todos y de todo, tan alejados de la sociedad civil, tan desentendidos de los problemas sectoriales y sociales, tan incomunicados de los españoles. La ciudadanía considera a los políticos un problema y la desafección es enorme, simplemente porque no se preocupan de los demás, no buscan soluciones ni arreglan los problemas, existe una mayoría corrupta, y porque intentan acaparar y controlar todas las instituciones a su favor. Son el partido para el partido. Y punto. El pueblo no se identifica con sus representantes.
Por lo que como decía, se lo merecen. Todo el mundo está avisando del peligro de estallido social y no les preocupa lo más mínimo. Y encima cuando ocurra incluso se sorprenderán los ineptos. Y que den gracias, cuando alguien es capaz de suicidarse, de quemarse a lo bonzo como en Italia o Egipto, de escrachear, o se comienza a pegar a políticos locales, puede ocurrir cualquier cosa. Hay gente desesperada y no hay nada más peligroso que quien no tiene nada que perder.
Que den gracias de que los desesperados se suicidan sin llevarse a nadie por delante. Y de que momento a nadie se le ha ocurrido descerrejar a un político. Porque a mí me extraña (y doy gracias a Dios, pero me extraña), que esto no haya ocurrido ya.
Que den gracias que no somos otros países. Entre las democracias más avanzadas están USA y Suiza, no es casualidad que tengan libertad de tenencia de armas. Es un derecho para muchos irrenunciable. En caso de que la población se vea atacada tanto por un enemigo externo, pero también por uno interno, cualquiera corre el peligro de que cualquier otro le cosa a tiros. Por eso allí, nunca se superarán ciertos límites que aquí se han pasado de lejos.
Lo que acabo de escribir no es políticamente correcto, habrá quien me tache de muchas cosas que no soy, pero es la cruda realidad. Guste o no. Y es hora de avisar alto y claro porque si no, nos arrepentiremos.
Gracias por el comentario, Isidro. Dice ud. que se alegra del escrache, que cree que los políticos se lo merecen. Nuestros políticos no gozan de buena fama desde luego: la gestión de la crisis, los continuos casos de corrupción, la distancia de la gente a la que deberían representar… Se ha generado hostilidad hacia ellos, así que cuando vemos que les insultan o les agreden, no empatizamos con ellos, es mas, podemos llegar a ponernos de parte de sus agresores.
Desde mi punto de vista, el problema de este planteamiento va más allá de su incorrección política: si aceptamos que la clase política merece ser castigada, ¿qué castigo merecen? Se alegra ud. de que les insulten y les griten. Si les pegan, ¿también se alegrará?. ¿Y si les matan? Dicho de otro modo, ¿dónde está el límite del castigo que ud. considera aceptable?
Y vamos más allá, ¿quién decide la intensidad del castigo que deben recibir? Incluso entre quienes comparten esa valoración de los políticos, para algunos el escrache es demasiado suave: se debería derramar sangre. Para otros, el escrache ya es excesivo. ¿Es la PAH la que debe decidir la intensidad del castigo? ¿Dónde nace su derecho a decidirlo?
Habla ud. de estallido social, pero en las pasadas elecciones la participación se redujo muy poco, y uno de los dos grandes partidos alcanzó la mayoría absoluta: no parece que ese “estallido social” se refleje en las urnas. Lo que yo veo en los escraches no es una masa espontánea, sino un movimiento perfectamente organizado que intenta canalizar el descontento, que sin duda es mucho. Mis reflexiones sobre la verdadera representatividad de es movimiento las tiene ud. en el artículo (punto 1).
Por último, cabe resaltar el salto cualitativo de hablar de “los políticos” y escrachear a “un político” concreto. Todos los defectos de los que acusamos a la clase política, ¿son aplicables a todos y cada uno de los individuos que la componen?. ¿Cómo selecciona la PAH a sus “víctimas”? ¿Donde nace su derecho a “seleccionarlas”? A poco que se pare a pensarlo, todo esto pone los pelos de punta.
El que considere que se lo merecen, esto es que son dignos de castigo, no es lo mismo que piense que el escrache es su castigo adecuado. Ni tampoco he afirmado en ningún momento que la PAH sean los legitimados para castigar. No lo son. No lo pienso, el mejor castigo para un político es quitarles el poder, no volver a votarlos. ¿Sabe que la mayoría de los políticos temen más a los medios que a la Justicia? una noticia-bomba le puede costar a un político su cargo, una imputación no. Y entre sumarios, recursos, sentencias, condenas, y más recursos, y por último indutos, pues por el camino se entretienen y cuando de verdad reciben la consecuencia jurídica ya es tarde y da igual. Eso no quita que los que sean responsables de infracciones penales deban responder ante la Justicia, que ha de ser el único poder legitimado junto con el ejército para utilizar el ius puniendi. Pero los problemas de la Justicia y su politización son clamorosos y de lo más preocupante en este país, y lo venimos denunciando quienes nos dedicamos a ello.
Mire si la Justicia no cumple bien su función, o si se limita el acceso a ella, a través de la tasas, la naturaleza humana llevará al débil a resignarse y perder, pero al fuerte o al desesperado a utilizar la fuerza bruta, la vía de hecho.
Respecto a su pregunta sobre si me alegraría de la muerte de alguien, creo que es impertinente e improcedente, puesto que ya en mi comentario he escrito que doy gracias a Dios de que no haya ocurrido una desgracia, pero sí aviso de que temo que ocurra. No pretenda insinuar cosas que no son.
Para acabar dos apuntes más, ud relaciona la mayoría absoluta popular en las pasadas elecciones con la ausencia de estallido social. Es como mezclar churras con merinas. Es como creer que una democracia es votar cada 4 años cuando es mucho más que eso. El estallido social no se ha provocado, lo que muchos tememos es que se provoque si no se evita porque vamos en ese camino. Igual que hay peligro de populismos, movimientos xenófobos, fascistas o comunistas. Sólo hay que mirar países del entorno y la historia reciente. Uno puede taparse los ojos y los oídos pero con un 27% de paro el peligro no desaparecerá.
Y por último, claro que las cosas cambian cuando un político sufre un escrache. Ya no es una masa amorfa de “la clase política”, a la puede no sentirse aludido, ya no son cartas o artículos que puede no leer, o manifestaciones o protestas que puede desoír. Ahora no, ahora sufre en sus carnes las reacciones de gente enfurecida por lo que vota, por su política, sus leyes, su gobierno elegido o su acción o omisión en su partido. Claro que no es lo mismo.
Ante todo, permítame aclarar que mi frase “Si les pegan, ¿también se alegrará?. ¿Y si les matan?” no pretendía insinuar en absoluto que ud. en efecto se alegrase de eso; todo lo contrario, estoy seguro de que no. Pero con certeza muchos ciudadanos sí se alegrarían, igual que a otros ciudadanos nos preocupan estos actos que a ud. le alegran. Precisamente esa es una de las aristas del problema.
Por lo demás, creo que existe una relación muy estrecha entre los resultados electorales y el nivel de malestar social, y el hecho de que esa presunta “tormenta a punto de estallar” no se manifieste en votos me hace pensar que el nivel de crispación es mucho menor de lo que las plataformas más extremistas nos quieren trasladar. Y ojo, no digo que eso sea bueno: como ud. mismo dice, yo creo que los ciudadanos debemos manifestarnos ante todo en las urnas, aunque sea no acudiendo a ellas…
Por último, déjeme insistir en la posibilidad de que ese político concreto, con nombre y apellidos, que sufre el escrache, puede no compartir en absoluto los defectos y carencias de los que acusamos a su “clase”, por lo que se estaría cometiendo una enorme injusticia con él.
Isidro, y si el escrache no es legal, justo ni democrático, pero aún así te alegras de que lo hagan ¿ estarás de acuerdo en que te lo hagan a ti también ? siempre habrá alguien que considere que te lo mereces …. por pedir el derecho a portar armas de fuego, por ejemplo.
No pidas para los demás que les acosen injustamente, según tus palabras, porque te podría pasar a ti y no podrías reclamar justicia según tu propia argumentación.
Decía Ciorán que deberíamos tener la capacidad de aullar un cuarto de hora al día, cuando menos, y habría que crear, con ese fin, «aulladeros».
El problema de los escraches (que obviamente no tienen justificación) viene de que la clase política actual niega de forma sistemática los derechos de participación de los ciudadanos y cierra los “aulladeros” legales. Clamoroso ejemplo fue el intento (totalmente antidemocrático) de no admitir a trámite la referida iniciativa legislativa popular firmada por casi millón y medio de ciudadanos.
Gracias por su comentario, Isaac. En realidad, yo no creo que los escraches tengan su origen en la baja calidad democrática de nuestro sistema: más bien pienso que lo utilizan como excusa. Pero en cualquier caso, que critiquemos lo uno no nos impide criticar lo otro: en general, creo que debemos velar por que las soluciones no sean peores que los problemas que pretendemos solucionar.
Pero eso no es de ahora Isaac, de 66 propuestas de ley por iniciativa popular, sólo se aprobó parcialmente 1. Durante la pasada legislatura no se admitió a trámite ni una sola de ellas. Y que yo recuerde, no pasó nada.
Coincido contigo en que los escraches son inadmisibles, y además pienso que hay quien mueve los hilos, porque un movimiento social espontaneo no sería tan sectario.
Gracias por el comentario. Estoy de acuerdo en que todo esto era previsible: los que nos movemos por las redes sociales llevamos viéndolo venir desde hace bastante tiempo. Pero eso no lo hace menos peligroso.
También estoy de acuerdo en que nuestro sistema necesita una reforma en profundidad: soy un firme defensor de eso. Pero, a ser posible, me gustaría que esa reforma fuera “a mejor”. Lo que representa el escrache no es evolución, sino involución.
Tus razonamientos dentro de lo que consideraríamos el paradigma imperante son impecables, nada que objetar. La cuestión es que cuando estamos en las estaciones finales de un sistema al que se le saltan las costuras este tipo de contradicciones son normales. El problema es que partiendo de una manifiesta situación de desigualdad entre aquellos que tienen poder para conformar las normas las tuercen en su favor, incluso aquellas que marcan la representatividad de los que están destinados a crear las normas. Ante la desigualdad la gente reacciona con actuaciones que se salen fuera del paradigma y por lo tanto de la legalidad. Ante lo que se avecina, recortes y más recortes en el sistema de estado del bienestar (no hay dinero y lo primero que hay que pagar son las deudas) hay personas que ya no se encuentran incluidas en lo que llamaríamos el contrato social, han perdido toda esperanza. Hay un estudio sobre los efectos psicológicos del desahucio que son devastadores y que pueden explicar en parte las reacciones fuera del sistema.
Gracias por el comentario, Jorge. Estoy básicamente de acuerdo con ud., con una matización importante: cuidado con la expresión “la gente”. Por el momento, no se ha encontrado ningún medio mejor para conocer la opinión de “la gente” que las urnas. Las manifestaciones y las plataformas ciudadanas no representan más que a las personas que las conforman. Los Escraches no son “expresiones de la voluntad popular”, son actos organizados por una plataforma cuya representatividad es muy limitada.
Y, por cierto, muchas de las personas que conforman e incluso lideran esa plataforma, y participan en los escraches, no están bajo los efectos psicológicos de un desahucio porque jamás lo han sufrido.
Sin duda la expresión “la gente” no es la más apropiada y debe ser sustituida por la de ciudadanos, que tienen el derecho a negar la validez del sistema establecido, aunque el sistema reacciona contra ellos y los reprima, es la historia de las civilizaciones que han evolucionado gracias a crisis como las actuales. El mantener ober dicta que las elecciones, configuradas como lo son actualmente, son el mejor medio conocido para conocer la voluntad de los ciudadanos no lo puedo compartir. En primer lugar, los partidos actuales carecen de los mecanismos democráticos para permitir la participación de los ciudadanos y recoger sus propuestas debido a una estructura de arriba abajo que es de dudoso pedigrí democrático. Además una de las cuestiones más lacerantes es la falta de responsabilidad de lo elegidos frente a sus representados. Los elegidos deben rendir cuentas de forma permanente ante sus electores y deben existir los medios para que cada uno sepa cuales son sus representantes a los que dirigirse y presentar sus peticiones. El sistema electoral está tan pervertido que hay quien es elegido sin tener ningún contacto ni relación con los electores, y respondiendo únicamente ante el aparato del partido al que debe su posición. Además, la existencia de medios para reflejar de forma directa la voluntad de los ciudadanos debe ser tenida en cuenta en el futuro ya que permitirá una mejora de la calidad democrática. Es lógico que los partidos mayoritarios se opongan, pues se benefician de la situación tal como lo hace el oligopolista que tiene capturado al regulador del mercado en el que participa.
No se imagina lo de acuerdo que estoy con su respuesta. La cuestión es que nuestras elecciones, con todos los inconvenientes que ud. menciona, siguen siendo hoy por hoy la mejor medida del pulso de la ciudadanía que tenemos, simplemente porque las demás (manifestaciones, plataformas, redes sociales…) son peores, ya que son incompletas y están sesgadas.
Esos millones de firmas… ¿quién los controla?
Yo he firmado alguna iniciativa parecida. Absolutamente nadie me ha pedido ver mi DNI. Sólo “firma, firma, qué bien, otro…”
Podría perfectamente haber firmado con el nombre y DNI de mi padre, muerto hace 30 años.
O haber firmado varias veces.
¿Cabe imaginar que los promotores pasen tardes enteras firmando a voleo? Cabe, porque nadie controla esas “firmas”.
Si los políticos tuviesen ideales (que no los tienen, aparte del de forrrarse) poca mella les harían estas “firmas”. Pero cuando uno sabe que su actuaciòn pública es una inmensa mentira, ¿cómo no va a acojonarse ante unas hipotéticas “firmas”?
Imaginemos una iniciativa semejante contra Bildu. Me duele infinito reconocerlo, pero esos sí; esos tiene ideales. Nauseabundos, pero ideales. ¿Firmas? las destinarían a “otros usos”. ¿Escraches? Je, je…
Por cierto, eso del escrache no es tan reciente; el Fascismo lo practicó en Italia al poquísimo de llegar Mussolini al poder, cuando aún subsistían los partidos y la oposiciòn parlamentaria. Ellos lo adornaban con palos y aceite de ricino; aquí aún no se ha llegado a eso, pero todo se andará.
Gracias por el comentario, Curro. Si le soy sincero, pensé incluir en el texto una reflexión sobre la verdadera validez de las firmas, en el mismo sentido que ud. comenta, pero me pareció que podría desviar el tema, y finalmente opté por no hacerlo. En cualquier caso, aun dando total validez y veracidad a las firmas presentadas, eso no afecta a las conclusiones de la reflexión.
Ahora resulta que los ciudadanos ninguneados hasta la saciedad son antidemocráticos. Si la castaza política hubiera sido mínimamente sensible al drama que ellos mismos provocaron en muchas familias, la percepción de estas iniciativas ciudadanas sería diferente.
¿Realmente les dejan otras opciones? ¿Acaso han intentado reparar desgracias y prevenir mayores injusticias? A nuestros políticos se les tendría que caer la cara de vergüenza por ayudar a los bancos y desproteger a los ciudadanos. Tuvo que ser el tribunal de justicia europeo el que afirmara que mucha gente que perdía sus casas estaba siendo víctima de cláusulas hipotecarias abusivas. Ello denota una falta de voluntad política pasmosa y con connotaciones criminales por parte de un gobierno que ve, sin hacer nada, como la gente lo pierde todo y se suicida víctima de una pavorosa angustia.
Pobrecitos los escracheados, Pregunta usted si es democracia lo de escrache: ¿Acaso los ciudadanos somos los únicos idiotas que debemos comportarnos de forma democrática. Si no hay democracia para los ciudadanos que pierden su trabajo y sus casas dudo que pueda haber democracia para nadie. La democracia está rota.
La democracia ha quedado reducida a elecciones cada cuatro años para que el ganador use su victoria como un cheque en blanco durante cuatro años ciscándose en sus promesas electorales. ¿Es eso democracia?. ¿Nos representan en algo?
Solo se representan a sí mismos y a sus amiguetes. En especial a los que tienen dinero. Alguien tan preocupado por la democracia como usted fue a fijarse en el escrache. Mire, usted tranquilo por lo del escrache porque que será lo primero que desaparezca cuando la vergüenza reaparezca en la clase política. La gente no es tonta, sabe que la violencia es una mala estrategia que solo beneficia al poder establecido. Si se pasan con el escrache, lo van a pagar muy caro. ¿Le cabe alguna duda de ello?
Mi consejo es que identifique usted a la parte débil en este asunto y póngase a su lado.
Estimado Antonio, acaba ud. de mostrar lo que podríamos considerar una “defensa-tipo” del escrache. Sus argumentos me llegan por Twitter decenas de veces cada día. Me va a permitir que ponga algunos peros a algunas de sus afirmaciones:
“Ahora resulta que los ciudadanos ninguneados hasta la saciedad son antidemocráticos”. Yo niego que los organizadores de los escraches sean “los ciudadanos”: son ciudadanos sin duda, organizados en una plataforma, pero no son “los ciudadanos”, ni “la ciudadanía”, ni “la gente” ni “el pueblo”. Ni tienen ningún derecho a hablar en su nombre, porque no les representan. Solo se representan a si mismos. La PAH solo representa a sus asociados, y solo en nombre de ellos actúa.
“Si la castaza política hubiera sido mínimamente sensible al drama que ellos mismos provocaron”. Mire, puedo compartir la mayoría de las acusaciones que hace ud. de nuestros gobernantes pasados y presentes. El problema no es el diagnóstico, sino la consecuencia: como son tan malos, entonces… Y en los puntos suspensivos, ¿podemos poner lo que queramos?: como son tan malos, ¿merecen el acoso?; como son tan malos, ¿merecen la muerte?; ¿quién decide qué castigo merecen por ese “drama” que, según ud., “ellos mismos provocaron”?
“¿Acaso los ciudadanos somos los únicos idiotas que debemos comportarnos de forma democrática?” No somos los únicos, pero desde luego debemos comportarnos de forma democrática. ¿El hecho de que muchos políticos se corrompan, implica que los ciudadanos debamos corrompernos también?
“La democracia está rota.” No se si rota, pero desde luego muy estropeada. Y me gustaría pensar que queremos arreglarla, y no sustituirla por un sistema donde plataformas ciudadanas se dedican a impartir justicia por su cuenta de acuerdo con su criterio. Intentemos mejorar las cosas, por favor, no empeorarlas,
“usted tranquilo por lo del escrache … La gente no es tonta” Mire ud., hace 70 años las gentes de este país se mataron unas a otras con una fiereza inusitada. Y no eran más tontas que las gentes de hoy día: eran nuestros abuelos, no están tan lejos en el tiempo. Permítame que me preocupe por las escaladas de violencia y por los grupos que dicen actuar en nombre del “pueblo” o de la “patria”.
Por último, le voy a explicar de parte de quién estoy en esta historia: estoy de parte de mis hijos, y quisiera que vivieran de mayores en un país mejor que el nuestro, si es posible. Estoy convencido que las iniciativas totalitarias no nos llevarán por el buen camino.
Eduardo, arriba me dice a mí que la “tormenta a punto de estallar” y el nivel de crispación no es tal. Y sin embargo, aquí contesta que está preocupado por la escalada de violencia y trae a colación la guerra civil (algo que incluso a mí me parece excesivo), ¿en qué quedamos pues? ¿Hay peligro de estallido social o no?
Pd. Yo soy el Isidro de arriba, el del comentario de abajo es otro Isidro distinto, aunque coincidamos en las opiniones.
Isidro, intentaré deshacer la contradicción aparente: creo que la sociedad en general está mucho menos radicalizada de lo que podría parecer. Sin embargo, sí que hay más comprensión hacia los extremistas, a los que se justifica por la mala situación actual. Y los extremistas utilizan esa excusa para incrementar el nivel de violencia, pretendiendo a su vez que es una violencia que nace de la sociedad, llevada a una situación límite. En realidad, es nuestra comprensión la que da alas a los extremistas.
No hice referencia a la guerra civil como riesgo a corto o medio plazo, sino como respuesta al comentario de Antonio de que la gente no es tonta y sabrá detener la escalada de violencia antes de que se extralimite. La experiencia nos dice que no funciona así: las actitudes totalitarias hay que denunciarlas y frenarlas en cuanto aparecen, no engañarse pensando que pueden ser útiles y que ya se impedirá que crezcan demasiado.
Para la comparar, una visión distinta: “En defensa del Escrache”, de Vicenç Navarro.
http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2013/04/01/en-defensa-del-escrache-2/
Una solución es sustituir los diputados y senadores por androides de sendos partidos políticos no democráticos que tenemos. Su función legisladora (“pulsar si” o “pulsar no”) es fácil y con mi propuesta sería más barata (y estos androides, en tanto que máquinas, son inmunes al escrache).
Su sarcástico comentario tiene mucho sentido. Me ha recordado algo que escuché a un paisano en mi Sevilla natal, durante una procesión de Semana Santa; cansado de ver pasar nazarenos, el buen hombre espetó: “podían traer uno solo, con un cartel que dijera: como este, tenemos 1500”.
Está claro que el escrache es un instrumento digamos que cuando menos poco demorcrático en términos teóricos pero, a mi modo de ver, no deja de ser justo y necesario. Es un modo de hacer como puede ser el de cualquier lobby, si bien estos últimos actuan a espaldas de la opinión pública y consiguen que la clase política se centre en sus intereses (siempre particulares). Prueba de ello es la legislación actual en muchos escenarios como ocurre con la banca y la legislación hipotecaria. Un ejemplo clamoroso es el continuo goteo de políticos que acaban siendo designados en consejos de administración de grandes empresas en compensación a favores. Esto es una realidad objetiva. Desde esta perspectiva no hay nada que reprochar al escrache. Y respecto a los comentarios que se han formulado en este artículo sobre la falta de legitimidad de la plataforma, cuestinonándose la gente que la apoya, creo que está de fuera duda si observamos los periódicos, redes sociales y quejas sistemáticas sobre el sistema legal por parte de la mayor parte de los jueces.
En definitiva, es un mecanismo que sirve para compensar la desigualdad entre el pueblo y los poderosos. La gente está harta de ver la falta de diligencia de la clase política en servir y atender el interés general. El paraguas de la democracia no debe permitir más el pisoteo del sentido común del ciudadano medio.
Gracias por el comentario, José. En ningún momento del artículo he cuestionado a las personas que apoyan a la PAH; lo que afirmo es que representan única y exclusivamente a sus miembros, y eso no es una opinión: carecen de ninguna otra representatividad.
Su idea del Lobby es interesante. Honradamente creo que no es comparable: el lobby tiene muy claro el colectivo al que representa, no intenta pasar por movimiento social, no se erige en único defensor de la justicia y el bien común, y no tiene el menor interes en desestabilizar. El lobby busca beneficios para el colectivo que representa, no objetivos políticos. Eso no significa que no se pueda también evaluar y criticar como actúan los lobbies, pero esa es otra historia.
Dice ud. que “es un mecanismo que sirve para compensar la desigualdad entre el pueblo y los poderosos”. Repito lo dicho en otras respuestas: quien organiza el escrache no es “el pueblo”, es una plataforma ciudadana que tiene sus miembros y que sólo representa a sus miembros.
Habla ud. también del “continuo goteo de políticos que acaban siendo designados en consejos de administración de grandes empresas en compensación a favores. Esto es una realidad objetiva.” Mire, es una realidad objetiva que hay poíticos que acaban en consejos de administración, pero que eso sea “en compensación de favores” no es una realidad objetiva: es una suposición.
Eduardo, el desarrollo de tu post me parece correcto. No obstante, no escribiría comentario alguno por esa sola razón. Tan sólo lo hago porque estoy ya muy harto de ver la palabra “totalitario/a” usada con una ligereza digamos excesiva.
El concepto a que hace referencia puede ser aplicado mejor a aquéllos que fueron los receptores naturales de los primeros escraches en Argentina. En especial, al Dictador Videla.
Si la PAH (con la que nada comparto) te parece totalitaria en su actuación, ¿qué opinas de los Videlas y demás sujetos análogos?.
Totalitarismo hace referencia a poder absoluto y Estado omnipresente. ¿Qué tiene que ver eso con la PAH?.
Eduardo, no te dejes influir por los términos utilizados en algunos programas de radio y TV por ciertos tertulianos.
Gracias por el comentario, Tomás. No he utilizado el término “totalitario” a la ligera, sino con toda mi intención. Y puedo resumir la razón que me mueve a usar ese término en una sola frase: “La ILP no se negocia”.
En todo su planteamiento, la PAH deja claro que no admite ninguna aportación ni enmienda a la ILP: debe hacerse que ellos han redactado como ellos lo han redactado, y cualquier cosa que se salga de la aceptación plena y absoluta de esa ILP es un crimen y merece castigo. Y eso, en mi opinión, es un síntoma claro de totalitarismo: el totalitario está en posesión exclusiva de la verdad, y cualquiera que se aparte de esa verdad debe ser neutralizado. Si la gente que gestiona la PAH llegara algún día a gobernarnos, ¿cuanto margen de libertad cree que nos daría?
En todo caso, y aparte de la consideración general que nos pueda merecer, el escrache es un muy grave error táctico para la PAH. Vamos, una metedura de pata en toda regla. Es el mejor regalo que han podido hacer a los políticos, y en el mejor momento.
Cuando se va a tramitar la ILP y las propuestas de los partidos, la PAH retira bruscamente el foco de la atención en el contenido de esas propuestas y en si se admiten o no cuestiones como la dación, etc, y lo centra la legalidad de sus propias acciones de presión coactiva, que se ve que rebasan los límites de lo razonable en tiempo lugar y forma. Ahora todo el mundo habla de ellas, de hasta qué punto son admisibles, en vez de hablar de cómo se va a legislar. Los políticos pasan a la ofensiva -y no digo que sin razón-, hablando de presiones inadmisibles y antidemocráticas, y situándose en la impensable situación hace una semanas de víctimas; la PAH ha de defenderse de acusaciones de radicalidad y extremismo de izquierdas, justas o injustas, pero eso no es el caso, que lo que hacen es quitarle simpatizantes a chorro…
El resultado, un desastre para sus promotores: la PAH ahora se identifica con escrache o coacciones, está en una posición mucho más débil porque tiene que emplear mucho tiempo y energías en defenderse en los medios de comunicación, encima no rectifica y dice que seguirán haciéndolo, lo que aunque sean pacíficas estas acciones ya no le van a beneficiar, y además el efecto pretendido, que se supone que era presionar a los diputados para hacerles cambiar de opinión, no solamente no se ha conseguido sino que se ha derivado al efecto contrario:una antipatía nada disimulada.
Gracias por su comentario, Jaime. Creo que es de enorme interés.
Le voy a lanzar una pregunta un tanto provocativa: ¿no se le ha ocurrido pensar que, tal vez, las personas que lideran la PAH no tengan como principal objetivo la modificación de la ley? ¿Y si en realidad el objetivo fuera la movilización en si misma, y no la causa que dicha movilización persigue?
Si la ILP se admite a trámite y, con las correspondientes enmiendas, se aprueba parcialmente, el trabajo de la PAH ha terminaría, o se vería enormemente disminuido. ¿Y si los líderes de la PAH estuviesen defendiendo ese “todo o nada” precisamente porque saben que el “todo” no es posible? De ese modo, la continuidad de la escalada estaría justificada.
Revise ud. el perfil de los líderes de la PAH: muchos de ellos eran activistas antes de que la PAH existiera, aunque posiblemente jamás lograron tanto protagonismo.
Muchos de los que censuran los escraches, veían en su momento con buenos ojos los abucheos a Zapatero a la menor oportunidad, vamos, que en castizo, se podría decir: que se les ve el plumero. En cuanto a que ” muchas de las personas que conforman e incluso lideran esa plataforma, y participan en los escraches, no están bajo los efectos psicológicos de un desahucio porque jamás lo han sufrido”. No se a que viene… Claro que no, pero eso no les resta validez. Los suicidados no pueden participar, los voluntarios de los comedores de Cáritas no suelen ser usuarios de ellos , se puede defender la sanidad pública estando sano, los que van a abuchear a los juzgados a un asesino, no suelen ser víctimas de aquel y no había visto jamás la menor crítica a ello. Los que están en contra de los escraches se identifican más con banca y políticos que con el pueblo inerme. Me quedo con lo que dijo Ricardo Darín ” nos están empujando a transgredir las normas. Los gobiernos se están convirtiendo, de alguna forma, en generadores de violencia, nos están dando un empujón hacia los límites”.
Gracias Ángeles. La frase que ud. entrecomilla era una respuesta a un comentario donde se excusaba la violencia del escrache en el estado psicológico del desahuciado. Lógicamente, esa explicación sólo es válida si quie ejerce la violencia ha sufrido dicho trauma, y no siempre es el caso.
Por otro lado, cualquier grito o cualquier insulto no es escrache. No estamos hablando de unas cuantas personas indignadas que esperan a un político a las puertas de un juzgado para insultarle, sino de un plan perfectamente trazado, como puede ver en los textos que he vinculado a mi escrito y en las frases que he entresacado. El escrache no es espontáneo, está organizado por una plataforma liderada por personas concretas, con un objetivo expresado por escrito.
Sin duda la expresión “la gente” no es la más apropiada y debe ser sustituida por la de ciudadanos, que tienen el derecho a negar la validez del sistema establecido, aunque el sistema reacciona contra ellos y los reprima, es la historia de las civilizaciones que han evolucionado gracias a crisis como las actuales. El mantener ober dicta que las elecciones, configuradas como lo son actualmente, son el mejor medio conocido para conocer la voluntad de los ciudadanos no lo puedo compartir. En primer lugar, los partidos actuales carecen de los mecanismos democráticos para permitir la participación de los ciudadanos y recoger sus propuestas debido a una estructura de arriba abajo que es de dudoso pedigrí democrático. Además una de las cuestiones más lacerantes es la falta de responsabilidad de lo elegidos frente a sus representados. Los elegidos deben rendir cuentas de forma permanente ante sus electores y deben existir los medios para que cada uno sepa cuales son sus representantes a los que dirigirse y presentar sus peticiones. El sistema electoral está tan pervertido que hay quien es elegido sin tener ningún contacto ni relación con los electores, y respondiendo únicamente ante el aparato del partido al que debe su posición. Además, la existencia de medios para reflejar de forma directa la voluntad de los ciudadanos debe ser tenida en cuenta en el futuro ya que permitirá una mejora de la calidad democrática. Es lógico que los partidos mayoritarios se opongan, pues se benefician de la situación tal como lo hace el oligopolista que tiene capturado al regulador del mercado en el que participa.
Miro los paises que me gustan, Reino Unido, USA, y no veo escraches. Veo países que no me gustan (con fascismos y comunismos) y veo escraches, procesos asamblearios y democracias “populares”.
España necesita una reforma muy importante, pero dentro de los procesos institucionales y democráticos.
Un cordial saludo.
En primer lugar, enhorabuena por su artículo, Eduardo. En mi opinión, queda demostrado que el escrache en sí es un método antidemocrático y rayando el bolchevismo, por las razones que usted y otros han expuesto y que no voy a repetir por innecesarias. Sobre todo el hecho de acosar a las personas y arrogarse una “mayoría” o representar “al pueblo” o a la “gente”. Otra cosa de la que nadie habla es de su verdadera utilidad: suponiendo que su fin fuera encomible, ¿realmente sirve para algo? ¿Van a cambiar los diputados que vayan a votar en contra su voto en el futuro en el caso de ser “escracheados”? Coincido en que parece un movimiento orquestado y siempre en el mismo sentido (en Andalucía habría muchos motivos para escrachear líderes sindicales y políticos implicados en los ERE). Si tan baja es nuestra calidad democrática, que la PAH se constituya en un partido político y que se presente a las elecciones. Que elabore un programa electoral serio, o simplemente que proponga una solución realista para el problema de los desahucios. En este país comprometerse significa armar bronca, manifestarse, amenazar, pero no reunir gente preparada, estudiar los problemas y proponer soluciones cambiando las leyes existentes. Algunos que estabamos hartos de estar hartos lo estamos intentando. Y respecto del tema de fondo, que no es objeto de este artículo, que la gente por favor se estudie el tema seriamente, como por ejemplo hizo Fernando Gomá en otra entrada de este blog.
¿Que el escrache no es deseable? , pues claro , ¿qué no está justificado? Discrepo , está más que justificado por la imposibilidad de los ciudadanos para influir por otros medios en los políticos. Y eso está demostrado en este caso concreto empíricamente. ¿Qué no es democrático? ¿Acaso lo es lo que estamos viviendo? una sucesion de gobiernos que incumplen sistemáticamente su programa electoral.
Que se den otras opciones, y entonces podéis acusar a la PaH y los que estamos de acuerdo con ella de actos anti democráticos , mientras no los haya , son los más democráticos de los que disponemos.
Ante todo, permítame aclarar que mi frase “Si les pegan, ¿también se alegrará?. ¿Y si les matan?” no pretendía insinuar en absoluto que ud. en efecto se alegrase de eso; todo lo contrario, estoy seguro de que no. Pero con certeza muchos ciudadanos sí se alegrarían, igual que a otros ciudadanos nos preocupan estos actos que a ud. le alegran. Precisamente esa es una de las aristas del problema.
Por lo demás, creo que existe una relación muy estrecha entre los resultados electorales y el nivel de malestar social, y el hecho de que esa presunta “tormenta a punto de estallar” no se manifieste en votos me hace pensar que el nivel de crispación es mucho menor de lo que las plataformas más extremistas nos quieren trasladar. Y ojo, no digo que eso sea bueno: como ud. mismo dice, yo creo que los ciudadanos debemos manifestarnos ante todo en las urnas, aunque sea no acudiendo a ellas…
Por último, déjeme insistir en la posibilidad de que ese político concreto, con nombre y apellidos, que sufre el escrache, puede no compartir en absoluto los defectos y carencias de los que acusamos a su “clase”, por lo que se estaría cometiendo una enorme injusticia con él.
No coincido con tu conclusión.
Señalas en el penúltimo párrafo que la PAH “[…] no otorga ninguna autoridad al procedimiento de tramitación establecido; al considerar que solo un sentido del voto es lícito, desacredita automáticamente la votación, y resulta claro que, si pudiera evitarla, la evitaría; no acepta la menor corrección a la ILP, por lo que el proceso de negociación carece de sentido; […]”
Esta posición es, ni más ni menos, la que adoptan los colectivos provida sobre la legislación del aborto.
La diferencia es que, en España, que yo sepa, estos colectivos no han llegado a los extremos de los Estados Unidos, esto es, aunque tales colectivos mantienen que hacer lo que permite la ley del aborto es “un crimen” y nada me impide pensar que si este conjunto de ciudadanos “no impone la reforma legal por la fuerza, es sencillamente porque no cuenta con la fuerza necesaria para poder imponerla.”, ningún miembro de dicho colectivo ha matado ningún médico abortista.
Dado lo dicho, creo que la clave del problema del escrache es el tipo de escrache, es decir, el tipo de “castigo”. Si el escrache es una manifestación de la libertad de expresión (y conviene no dejarse llevar por la equiparación entre impedir un deshaucio y el escrache) el límite debería estar en la protección de personas y bienes (vale, la legislación española tal vez sea poco liberal). Para no alargarlo, y espero no equivocarme en la formulación, hay que hacer la diferencia entre un delito de opinión (algo execrable, aunque cierto político haya abogado por reinstaurar este tipo de delitos últimamente) y el enaltecimiento del terrorismo. O sea, no es lo mismo llamar “h d p” a alguien (cosa que según otro político es muy frecuente hacer entre amigos en su ciudad) que decir que este es un “h d p” que hay que liquidar.
No se imagina lo de acuerdo que estoy con su respuesta. La cuestión es que nuestras elecciones, con todos los inconvenientes que ud. menciona, siguen siendo hoy por hoy la mejor medida del pulso de la ciudadanía que tenemos, simplemente porque las demás (manifestaciones, plataformas, redes sociales…) son peores, ya que son incompletas y están sesgadas.
Gracias por el comentario, Curro. Si le soy sincero, pensé incluir en el texto una reflexión sobre la verdadera validez de las firmas, en el mismo sentido que ud. comenta, pero me pareció que podría desviar el tema, y finalmente opté por no hacerlo. En cualquier caso, aun dando total validez y veracidad a las firmas presentadas, eso no afecta a las conclusiones de la reflexión.
Ningún mecanismo de protesta es democrático porque nunca se representa a la “mayoría” y siempre se “acosa” a alguien, de un modo u otro. Eso sí, los “representantes” (que siempre se atribuyen la de todos), una vez conseguida la representación, no pueden ser guiados por los “representados” ni se someten a ellos, y eso sí es democrático. Tal vez si los representantes facilitaran otras vías voluntarias y consensuadoras para estar con los representados y recabar el modo de llevar a cabo la representación, perderían su sentido estas otras vías a la brava. El problema es el de siempre: la calidad de la democracia y su ejercicio (por parte de todos), y tengo la impresión de que los políticos españoles no se muestran demasiado accesibles; tienen el tiempo justo para ir a la sede de su partido, pero no para estar y debatir con los ciudadanos.
Por cierto, delante de la Casa Blanca siempre hay protestas y encartelados ¿Se podría hacer lo mismo delante de La Moncloa o de La Zarzuela?
Estimado Antonio, acaba ud. de mostrar lo que podríamos considerar una “defensa-tipo” del escrache. Sus argumentos me llegan por Twitter decenas de veces cada día. Me va a permitir que ponga algunos peros a algunas de sus afirmaciones:
“Ahora resulta que los ciudadanos ninguneados hasta la saciedad son antidemocráticos”. Yo niego que los organizadores de los escraches sean “los ciudadanos”: son ciudadanos sin duda, organizados en una plataforma, pero no son “los ciudadanos”, ni “la ciudadanía”, ni “la gente” ni “el pueblo”. Ni tienen ningún derecho a hablar en su nombre, porque no les representan. Solo se representan a si mismos. La PAH solo representa a sus asociados, y solo en nombre de ellos actúa.
“Si la castaza política hubiera sido mínimamente sensible al drama que ellos mismos provocaron”. Mire, puedo compartir la mayoría de las acusaciones que hace ud. de nuestros gobernantes pasados y presentes. El problema no es el diagnóstico, sino la consecuencia: como son tan malos, entonces… Y en los puntos suspensivos, ¿podemos poner lo que queramos?: como son tan malos, ¿merecen el acoso?; como son tan malos, ¿merecen la muerte?; ¿quién decide qué castigo merecen por ese “drama” que, según ud., “ellos mismos provocaron”?
“¿Acaso los ciudadanos somos los únicos idiotas que debemos comportarnos de forma democrática?” No somos los únicos, pero desde luego debemos comportarnos de forma democrática. ¿El hecho de que muchos políticos se corrompan, implica que los ciudadanos debamos corrompernos también?
“La democracia está rota.” No se si rota, pero desde luego muy estropeada. Y me gustaría pensar que queremos arreglarla, y no sustituirla por un sistema donde plataformas ciudadanas se dedican a impartir justicia por su cuenta de acuerdo con su criterio. Intentemos mejorar las cosas, por favor, no empeorarlas,
“usted tranquilo por lo del escrache … La gente no es tonta” Mire ud., hace 70 años las gentes de este país se mataron unas a otras con una fiereza inusitada. Y no eran más tontas que las gentes de hoy día: eran nuestros abuelos, no están tan lejos en el tiempo. Permítame que me preocupe por las escaladas de violencia y por los grupos que dicen actuar en nombre del “pueblo” o de la “patria”.
Por último, le voy a explicar de parte de quién estoy en esta historia: estoy de parte de mis hijos, y quisiera que vivieran de mayores en un país mejor que el nuestro, si es posible. Estoy convencido que las iniciativas totalitarias no nos llevarán por el buen camino.
Su sarcástico comentario tiene mucho sentido. Me ha recordado algo que escuché a un paisano en mi Sevilla natal, durante una procesión de Semana Santa; cansado de ver pasar nazarenos, el buen hombre espetó: “podían traer uno solo, con un cartel que dijera: como este, tenemos 1500”.
Muy interesante este post y los comentarios.
En retrospectiva, no es sorprendente que esta cuestión esté canalizando las frustraciones políticas de los ciudadanos. El reciente informe de Values and Worldviews de la Fundación BBVA recoge que el 72% de los españoles considera que “el Estado tiene mucha responsabilidad a la hora de proporcionar una vivienda digna a todos los ciudadanos”
Sería deseable que esta frustración se canalizara a través del sistema con la formación de nuevos partidos, tal y como se ha mencionado arriba. Pero parece que es demasiado desear, y por ahora se han optado por vías más directas e inciertas.
Por cierto, el resto del informe es desolador. Si se impusieran los deseos de gestión económica de la mayoría de los españoles, la historia y la teoría económica sugieren que nuestro nivel de vida caería muy rápidamente.
Gracias por el comentario, José. En ningún momento del artículo he cuestionado a las personas que apoyan a la PAH; lo que afirmo es que representan única y exclusivamente a sus miembros, y eso no es una opinión: carecen de ninguna otra representatividad.
Su idea del Lobby es interesante. Honradamente creo que no es comparable: el lobby tiene muy claro el colectivo al que representa, no intenta pasar por movimiento social, no se erige en único defensor de la justicia y el bien común, y no tiene el menor interes en desestabilizar. El lobby busca beneficios para el colectivo que representa, no objetivos políticos. Eso no significa que no se pueda también evaluar y criticar como actúan los lobbies, pero esa es otra historia.
Dice ud. que “es un mecanismo que sirve para compensar la desigualdad entre el pueblo y los poderosos”. Repito lo dicho en otras respuestas: quien organiza el escrache no es “el pueblo”, es una plataforma ciudadana que tiene sus miembros y que sólo representa a sus miembros.
Habla ud. también del “continuo goteo de políticos que acaban siendo designados en consejos de administración de grandes empresas en compensación a favores. Esto es una realidad objetiva.” Mire, es una realidad objetiva que hay poíticos que acaban en consejos de administración, pero que eso sea “en compensación de favores” no es una realidad objetiva: es una suposición.
Personalmente considero que se juega demasiado con las palabras que ha dicho la PAH. Ojo, que a mi tampoco me gustan, y las personas somos esclavos de lo que decimos, pero dudo que no estuvieran abiertos al debate. Es más, no es lo mismo no estar de acuerdo con la ILP, por mejorar algunos puntos, que oponerse a ella. El matiz es importante.
Dicho de otro modo, yo también estoy de acuerdo en que depende mucho del tipo del escrache. Una cosa es protestar en la casa de uno y otra acosar e increpar. Lo sigo diciendo, el matiz es importante.
Gracias por el comentario, Tomás. No he utilizado el término “totalitario” a la ligera, sino con toda mi intención. Y puedo resumir la razón que me mueve a usar ese término en una sola frase: “La ILP no se negocia”.
En todo su planteamiento, la PAH deja claro que no admite ninguna aportación ni enmienda a la ILP: debe hacerse que ellos han redactado como ellos lo han redactado, y cualquier cosa que se salga de la aceptación plena y absoluta de esa ILP es un crimen y merece castigo. Y eso, en mi opinión, es un síntoma claro de totalitarismo: el totalitario está en posesión exclusiva de la verdad, y cualquiera que se aparte de esa verdad debe ser neutralizado. Si la gente que gestiona la PAH llegara algún día a gobernarnos, ¿cuanto margen de libertad cree que nos daría?
Gracias por su comentario, Jaime. Creo que es de enorme interés.
Le voy a lanzar una pregunta un tanto provocativa: ¿no se le ha ocurrido pensar que, tal vez, las personas que lideran la PAH no tengan como principal objetivo la modificación de la ley? ¿Y si en realidad el objetivo fuera la movilización en si misma, y no la causa que dicha movilización persigue?
Si la ILP se admite a trámite y, con las correspondientes enmiendas, se aprueba parcialmente, el trabajo de la PAH ha terminaría, o se vería enormemente disminuido. ¿Y si los líderes de la PAH estuviesen defendiendo ese “todo o nada” precisamente porque saben que el “todo” no es posible? De ese modo, la continuidad de la escalada estaría justificada.
Revise ud. el perfil de los líderes de la PAH: muchos de ellos eran activistas antes de que la PAH existiera, aunque posiblemente jamás lograron tanto protagonismo.
Gracias Ángeles. La frase que ud. entrecomilla era una respuesta a un comentario donde se excusaba la violencia del escrache en el estado psicológico del desahuciado. Lógicamente, esa explicación sólo es válida si quie ejerce la violencia ha sufrido dicho trauma, y no siempre es el caso.
Por otro lado, cualquier grito o cualquier insulto no es escrache. No estamos hablando de unas cuantas personas indignadas que esperan a un político a las puertas de un juzgado para insultarle, sino de un plan perfectamente trazado, como puede ver en los textos que he vinculado a mi escrito y en las frases que he entresacado. El escrache no es espontáneo, está organizado por una plataforma liderada por personas concretas, con un objetivo expresado por escrito.
La solución no es intimidar o coaccionar físicamente a los políticos. Está claro que hay que intimidarlos y estrechar el control sobre ellos, pues a la menor oportunidad se corrompen. Si los políticos se hubieran sentido intimidados y perseguidos, no habríamos sufrido roldanes, naseiros ni bárcenas.
Pero esta intimidación debe ser jurídica (a través de la “vis compulsiva”), nunca mediante el empleo de la “vis physica”. Es necesario que los políticos se sientan vigilados, escrutados, controlados, “atados cortos”; de modo que los ciudadanos conozcamos todos y cada uno de sus pasos, de sus patrimonios y de sus actividades, para no dar oportunidad a la corrupción.
Gracias a Internet esto es actualmente factible, y de hecho los políticos se lo piensan (hoy día) dos veces antes de cometer sus habituales fechorías. Pero no es suficiente.
Es necesario arbitrar medidas para que las contratas y adjudicaciones públicas sean diáfanas y transparentes, pues ahí es (junto con el urbanismo) donde se genera la mayor bolsa de corrupción, como hemos visto con la red Gürtel.
Y hay que acabar con las zonas de oscuridad y discrecionalidad no fiscalizada, que es lo que ha propiciado la trama “EREs de Andalucía”.
Quien quiera corromperse, que se dedique a otra cosa. Nunca a la política.
Estoy básicamente de acuerdo con lo expuesto. Pero la verdadera transcendencia del escrache en nuestro país no es si quien lo ejerce está legitimado para ello, si es un medio democrático o si lo que se dice defender es correcto o siguiera coherente. Lo importante no es eso, sino el porqué.
Estamos ante una situación tan límite que esto era y es algo previsible que ocurriese. Llevamos más de 4 años sumidos en la más absoluta locura y da igual que cada vez las cosas pinten peor, lo desesperante no es eso, sino que la gente piensa que no pueden hacer nada para cambiar esta situación. Este Gobierno, como el anterior, hacen caso omiso de lo que la gente le pide. Ya no es que no les hagan caso a medidas concretas, es que ni les hacen caso para intentar mitigar sus situaciones. Podemos remontarnos en este mismo blog a entradas de estos últimos 4 años y veremos que todo con críticas o decepciones a la actividad del Gobierno. Y así podemos ver igual en todo internet, medios de comunicación de toda ideología o en cualquier sector de nuestra sociedad. ¿Y de que ha servido todo eso? Todas esas críticas o consejos de gente de a pie, de expertos, de mil y una personas ¿dónde han ido a parar? Pues a ningún lado. El Gobierno hace lo que le da la gana y aun le queda tiempo para presumir de ello. Da igual que la gente les señale defectos obvios de sus políticas, que se manifiesten millones de personas, que colectivos enteros muestren que lo que se está haciendo no es que no mejore, sino que empeora lo que ya estaba mal. Todo eso da igual, el Gobierno hace lo que quiere y punto.
Y me dirán que el Gobierno tiene todo el derecho a hacer lo que quiere ya que tiene mayoría absoluta. Bien, quien me diga tal cosa que no me venga hablando de lo democrático o no que pueden ser los escraches. La democracia funciona si el que está arriba está controlado, si el de arriba respeta al otro, si el que está arriba piensa las cosas que hace. Como es obvio que aquí nada de eso ocurre desde hace varios años es absurdo discutir sobre el escrache o sus cualidades democráticas o totalitarias. El escrache es una vía de escape, es la única opción para cada vez más personas. El escrache es un síntoma, no la enfermedad
Que el escrache no es democrático, pues sí. Que no es justo, pues también. Si querían la PAH la reforma hipotecaria, la podían haber pedido y escracheado también a los anteriores. Tan responsables de ello son los anteriores gobernantes como los actuales. La PaH es política y sectaria.
Pero eso no quita que no me alegre del escrache. Me alegro, y disfruto viéndolo. Se lo merecen. Sólo lamento que no se haga también a los del PSOE, CIU o IU en Andalucía. Porque también se lo merecen.
Llevamos tiempo avisando del peligro de estallido social, hay gente que se está quedando en la calle, la pobreza y la desigualdad aumenta, el paro no cesa, Caritas y ONGs no abarcan más, hay gente que se ha suicidado al perder su casa… ¿Y qué hacen nuestros dirigentes? Nada. Absolutamente nada. Se fuman un puro con todo eso.
Como dijo PJ el pasado domingo, nunca ha habido en La Moncloa un gobernante ni tampoco en la oposición unos dirigentes tan distantes de todos y de todo, tan alejados de la sociedad civil, tan desentendidos de los problemas sectoriales y sociales, tan incomunicados de los españoles. La ciudadanía considera a los políticos un problema y la desafección es enorme, simplemente porque no se preocupan de los demás, no buscan soluciones ni arreglan los problemas, existe una mayoría corrupta, y porque intentan acaparar y controlar todas las instituciones a su favor. Son el partido para el partido. Y punto. El pueblo no se identifica con sus representantes.
Por lo que como decía, se lo merecen. Todo el mundo está avisando del peligro de estallido social y no les preocupa lo más mínimo. Y encima cuando ocurra incluso se sorprenderán los ineptos. Y que den gracias, cuando alguien es capaz de suicidarse, de quemarse a lo bonzo como en Italia o Egipto, de escrachear, o se comienza a pegar a políticos locales, puede ocurrir cualquier cosa. Hay gente desesperada y no hay nada más peligroso que quien no tiene nada que perder.
Que den gracias de que los desesperados se suicidan sin llevarse a nadie por delante. Y de que momento a nadie se le ha ocurrido descerrejar a un político. Porque a mí me extraña (y doy gracias a Dios, pero me extraña), que esto no haya ocurrido ya.
Que den gracias que no somos otros países. Entre las democracias más avanzadas están USA y Suiza, no es casualidad que tengan libertad de tenencia de armas. Es un derecho para muchos irrenunciable. En caso de que la población se vea atacada tanto por un enemigo externo, pero también por uno interno, cualquiera corre el peligro de que cualquier otro le cosa a tiros. Por eso allí, nunca se superarán ciertos límites que aquí se han pasado de lejos.
Lo que acabo de escribir no es políticamente correcto, habrá quien me tache de muchas cosas que no soy, pero es la cruda realidad. Guste o no. Y es hora de avisar alto y claro porque si no, nos arrepentiremos.
Decía Ciorán que deberíamos tener la capacidad de aullar un cuarto de hora al día, cuando menos, y habría que crear, con ese fin, «aulladeros».
El problema de los escraches (que obviamente no tienen justificación) viene de que la clase política actual niega de forma sistemática los derechos de participación de los ciudadanos y cierra los “aulladeros” legales. Clamoroso ejemplo fue el intento (totalmente antidemocrático) de no admitir a trámite la referida iniciativa legislativa popular firmada por casi millón y medio de ciudadanos.
Gracias por el comentario. Estoy de acuerdo en que todo esto era previsible: los que nos movemos por las redes sociales llevamos viéndolo venir desde hace bastante tiempo. Pero eso no lo hace menos peligroso.
También estoy de acuerdo en que nuestro sistema necesita una reforma en profundidad: soy un firme defensor de eso. Pero, a ser posible, me gustaría que esa reforma fuera “a mejor”. Lo que representa el escrache no es evolución, sino involución.
Tus razonamientos dentro de lo que consideraríamos el paradigma imperante son impecables, nada que objetar. La cuestión es que cuando estamos en las estaciones finales de un sistema al que se le saltan las costuras este tipo de contradicciones son normales. El problema es que partiendo de una manifiesta situación de desigualdad entre aquellos que tienen poder para conformar las normas las tuercen en su favor, incluso aquellas que marcan la representatividad de los que están destinados a crear las normas. Ante la desigualdad la gente reacciona con actuaciones que se salen fuera del paradigma y por lo tanto de la legalidad. Ante lo que se avecina, recortes y más recortes en el sistema de estado del bienestar (no hay dinero y lo primero que hay que pagar son las deudas) hay personas que ya no se encuentran incluidas en lo que llamaríamos el contrato social, han perdido toda esperanza. Hay un estudio sobre los efectos psicológicos del desahucio que son devastadores y que pueden explicar en parte las reacciones fuera del sistema.
Gracias por el comentario, Isidro. Dice ud. que se alegra del escrache, que cree que los políticos se lo merecen. Nuestros políticos no gozan de buena fama desde luego: la gestión de la crisis, los continuos casos de corrupción, la distancia de la gente a la que deberían representar… Se ha generado hostilidad hacia ellos, así que cuando vemos que les insultan o les agreden, no empatizamos con ellos, es mas, podemos llegar a ponernos de parte de sus agresores.
Desde mi punto de vista, el problema de este planteamiento va más allá de su incorrección política: si aceptamos que la clase política merece ser castigada, ¿qué castigo merecen? Se alegra ud. de que les insulten y les griten. Si les pegan, ¿también se alegrará?. ¿Y si les matan? Dicho de otro modo, ¿dónde está el límite del castigo que ud. considera aceptable?
Y vamos más allá, ¿quién decide la intensidad del castigo que deben recibir? Incluso entre quienes comparten esa valoración de los políticos, para algunos el escrache es demasiado suave: se debería derramar sangre. Para otros, el escrache ya es excesivo. ¿Es la PAH la que debe decidir la intensidad del castigo? ¿Dónde nace su derecho a decidirlo?
Habla ud. de estallido social, pero en las pasadas elecciones la participación se redujo muy poco, y uno de los dos grandes partidos alcanzó la mayoría absoluta: no parece que ese “estallido social” se refleje en las urnas. Lo que yo veo en los escraches no es una masa espontánea, sino un movimiento perfectamente organizado que intenta canalizar el descontento, que sin duda es mucho. Mis reflexiones sobre la verdadera representatividad de es movimiento las tiene ud. en el artículo (punto 1).
Por último, cabe resaltar el salto cualitativo de hablar de “los políticos” y escrachear a “un político” concreto. Todos los defectos de los que acusamos a la clase política, ¿son aplicables a todos y cada uno de los individuos que la componen?. ¿Cómo selecciona la PAH a sus “víctimas”? ¿Donde nace su derecho a “seleccionarlas”? A poco que se pare a pensarlo, todo esto pone los pelos de punta.
Esos millones de firmas… ¿quién los controla?
Yo he firmado alguna iniciativa parecida. Absolutamente nadie me ha pedido ver mi DNI. Sólo “firma, firma, qué bien, otro…”
Podría perfectamente haber firmado con el nombre y DNI de mi padre, muerto hace 30 años.
O haber firmado varias veces.
¿Cabe imaginar que los promotores pasen tardes enteras firmando a voleo? Cabe, porque nadie controla esas “firmas”.
Si los políticos tuviesen ideales (que no los tienen, aparte del de forrrarse) poca mella les harían estas “firmas”. Pero cuando uno sabe que su actuaciòn pública es una inmensa mentira, ¿cómo no va a acojonarse ante unas hipotéticas “firmas”?
Imaginemos una iniciativa semejante contra Bildu. Me duele infinito reconocerlo, pero esos sí; esos tiene ideales. Nauseabundos, pero ideales. ¿Firmas? las destinarían a “otros usos”. ¿Escraches? Je, je…
Por cierto, eso del escrache no es tan reciente; el Fascismo lo practicó en Italia al poquísimo de llegar Mussolini al poder, cuando aún subsistían los partidos y la oposiciòn parlamentaria. Ellos lo adornaban con palos y aceite de ricino; aquí aún no se ha llegado a eso, pero todo se andará.
Gracias por su comentario, Isaac. En realidad, yo no creo que los escraches tengan su origen en la baja calidad democrática de nuestro sistema: más bien pienso que lo utilizan como excusa. Pero en cualquier caso, que critiquemos lo uno no nos impide criticar lo otro: en general, creo que debemos velar por que las soluciones no sean peores que los problemas que pretendemos solucionar.
Gracias por el comentario, Jorge. Estoy básicamente de acuerdo con ud., con una matización importante: cuidado con la expresión “la gente”. Por el momento, no se ha encontrado ningún medio mejor para conocer la opinión de “la gente” que las urnas. Las manifestaciones y las plataformas ciudadanas no representan más que a las personas que las conforman. Los Escraches no son “expresiones de la voluntad popular”, son actos organizados por una plataforma cuya representatividad es muy limitada.
Y, por cierto, muchas de las personas que conforman e incluso lideran esa plataforma, y participan en los escraches, no están bajo los efectos psicológicos de un desahucio porque jamás lo han sufrido.
Ahora resulta que los ciudadanos ninguneados hasta la saciedad son antidemocráticos. Si la castaza política hubiera sido mínimamente sensible al drama que ellos mismos provocaron en muchas familias, la percepción de estas iniciativas ciudadanas sería diferente.
¿Realmente les dejan otras opciones? ¿Acaso han intentado reparar desgracias y prevenir mayores injusticias? A nuestros políticos se les tendría que caer la cara de vergüenza por ayudar a los bancos y desproteger a los ciudadanos. Tuvo que ser el tribunal de justicia europeo el que afirmara que mucha gente que perdía sus casas estaba siendo víctima de cláusulas hipotecarias abusivas. Ello denota una falta de voluntad política pasmosa y con connotaciones criminales por parte de un gobierno que ve, sin hacer nada, como la gente lo pierde todo y se suicida víctima de una pavorosa angustia.
Pobrecitos los escracheados, Pregunta usted si es democracia lo de escrache: ¿Acaso los ciudadanos somos los únicos idiotas que debemos comportarnos de forma democrática. Si no hay democracia para los ciudadanos que pierden su trabajo y sus casas dudo que pueda haber democracia para nadie. La democracia está rota.
La democracia ha quedado reducida a elecciones cada cuatro años para que el ganador use su victoria como un cheque en blanco durante cuatro años ciscándose en sus promesas electorales. ¿Es eso democracia?. ¿Nos representan en algo?
Solo se representan a sí mismos y a sus amiguetes. En especial a los que tienen dinero. Alguien tan preocupado por la democracia como usted fue a fijarse en el escrache. Mire, usted tranquilo por lo del escrache porque que será lo primero que desaparezca cuando la vergüenza reaparezca en la clase política. La gente no es tonta, sabe que la violencia es una mala estrategia que solo beneficia al poder establecido. Si se pasan con el escrache, lo van a pagar muy caro. ¿Le cabe alguna duda de ello?
Mi consejo es que identifique usted a la parte débil en este asunto y póngase a su lado.
Para la comparar, una visión distinta: “En defensa del Escrache”, de Vicenç Navarro.
http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2013/04/01/en-defensa-del-escrache-2/
Una solución es sustituir los diputados y senadores por androides de sendos partidos políticos no democráticos que tenemos. Su función legisladora (“pulsar si” o “pulsar no”) es fácil y con mi propuesta sería más barata (y estos androides, en tanto que máquinas, son inmunes al escrache).
Está claro que el escrache es un instrumento digamos que cuando menos poco demorcrático en términos teóricos pero, a mi modo de ver, no deja de ser justo y necesario. Es un modo de hacer como puede ser el de cualquier lobby, si bien estos últimos actuan a espaldas de la opinión pública y consiguen que la clase política se centre en sus intereses (siempre particulares). Prueba de ello es la legislación actual en muchos escenarios como ocurre con la banca y la legislación hipotecaria. Un ejemplo clamoroso es el continuo goteo de políticos que acaban siendo designados en consejos de administración de grandes empresas en compensación a favores. Esto es una realidad objetiva. Desde esta perspectiva no hay nada que reprochar al escrache. Y respecto a los comentarios que se han formulado en este artículo sobre la falta de legitimidad de la plataforma, cuestinonándose la gente que la apoya, creo que está de fuera duda si observamos los periódicos, redes sociales y quejas sistemáticas sobre el sistema legal por parte de la mayor parte de los jueces.
En definitiva, es un mecanismo que sirve para compensar la desigualdad entre el pueblo y los poderosos. La gente está harta de ver la falta de diligencia de la clase política en servir y atender el interés general. El paraguas de la democracia no debe permitir más el pisoteo del sentido común del ciudadano medio.
Eduardo, el desarrollo de tu post me parece correcto. No obstante, no escribiría comentario alguno por esa sola razón. Tan sólo lo hago porque estoy ya muy harto de ver la palabra “totalitario/a” usada con una ligereza digamos excesiva.
El concepto a que hace referencia puede ser aplicado mejor a aquéllos que fueron los receptores naturales de los primeros escraches en Argentina. En especial, al Dictador Videla.
Si la PAH (con la que nada comparto) te parece totalitaria en su actuación, ¿qué opinas de los Videlas y demás sujetos análogos?.
Totalitarismo hace referencia a poder absoluto y Estado omnipresente. ¿Qué tiene que ver eso con la PAH?.
Eduardo, no te dejes influir por los términos utilizados en algunos programas de radio y TV por ciertos tertulianos.
El que considere que se lo merecen, esto es que son dignos de castigo, no es lo mismo que piense que el escrache es su castigo adecuado. Ni tampoco he afirmado en ningún momento que la PAH sean los legitimados para castigar. No lo son. No lo pienso, el mejor castigo para un político es quitarles el poder, no volver a votarlos. ¿Sabe que la mayoría de los políticos temen más a los medios que a la Justicia? una noticia-bomba le puede costar a un político su cargo, una imputación no. Y entre sumarios, recursos, sentencias, condenas, y más recursos, y por último indutos, pues por el camino se entretienen y cuando de verdad reciben la consecuencia jurídica ya es tarde y da igual. Eso no quita que los que sean responsables de infracciones penales deban responder ante la Justicia, que ha de ser el único poder legitimado junto con el ejército para utilizar el ius puniendi. Pero los problemas de la Justicia y su politización son clamorosos y de lo más preocupante en este país, y lo venimos denunciando quienes nos dedicamos a ello.
Mire si la Justicia no cumple bien su función, o si se limita el acceso a ella, a través de la tasas, la naturaleza humana llevará al débil a resignarse y perder, pero al fuerte o al desesperado a utilizar la fuerza bruta, la vía de hecho.
Respecto a su pregunta sobre si me alegraría de la muerte de alguien, creo que es impertinente e improcedente, puesto que ya en mi comentario he escrito que doy gracias a Dios de que no haya ocurrido una desgracia, pero sí aviso de que temo que ocurra. No pretenda insinuar cosas que no son.
Para acabar dos apuntes más, ud relaciona la mayoría absoluta popular en las pasadas elecciones con la ausencia de estallido social. Es como mezclar churras con merinas. Es como creer que una democracia es votar cada 4 años cuando es mucho más que eso. El estallido social no se ha provocado, lo que muchos tememos es que se provoque si no se evita porque vamos en ese camino. Igual que hay peligro de populismos, movimientos xenófobos, fascistas o comunistas. Sólo hay que mirar países del entorno y la historia reciente. Uno puede taparse los ojos y los oídos pero con un 27% de paro el peligro no desaparecerá.
Y por último, claro que las cosas cambian cuando un político sufre un escrache. Ya no es una masa amorfa de “la clase política”, a la puede no sentirse aludido, ya no son cartas o artículos que puede no leer, o manifestaciones o protestas que puede desoír. Ahora no, ahora sufre en sus carnes las reacciones de gente enfurecida por lo que vota, por su política, sus leyes, su gobierno elegido o su acción o omisión en su partido. Claro que no es lo mismo.
En todo caso, y aparte de la consideración general que nos pueda merecer, el escrache es un muy grave error táctico para la PAH. Vamos, una metedura de pata en toda regla. Es el mejor regalo que han podido hacer a los políticos, y en el mejor momento.
Cuando se va a tramitar la ILP y las propuestas de los partidos, la PAH retira bruscamente el foco de la atención en el contenido de esas propuestas y en si se admiten o no cuestiones como la dación, etc, y lo centra la legalidad de sus propias acciones de presión coactiva, que se ve que rebasan los límites de lo razonable en tiempo lugar y forma. Ahora todo el mundo habla de ellas, de hasta qué punto son admisibles, en vez de hablar de cómo se va a legislar. Los políticos pasan a la ofensiva -y no digo que sin razón-, hablando de presiones inadmisibles y antidemocráticas, y situándose en la impensable situación hace una semanas de víctimas; la PAH ha de defenderse de acusaciones de radicalidad y extremismo de izquierdas, justas o injustas, pero eso no es el caso, que lo que hacen es quitarle simpatizantes a chorro…
El resultado, un desastre para sus promotores: la PAH ahora se identifica con escrache o coacciones, está en una posición mucho más débil porque tiene que emplear mucho tiempo y energías en defenderse en los medios de comunicación, encima no rectifica y dice que seguirán haciéndolo, lo que aunque sean pacíficas estas acciones ya no le van a beneficiar, y además el efecto pretendido, que se supone que era presionar a los diputados para hacerles cambiar de opinión, no solamente no se ha conseguido sino que se ha derivado al efecto contrario:una antipatía nada disimulada.
Muchos de los que censuran los escraches, veían en su momento con buenos ojos los abucheos a Zapatero a la menor oportunidad, vamos, que en castizo, se podría decir: que se les ve el plumero. En cuanto a que ” muchas de las personas que conforman e incluso lideran esa plataforma, y participan en los escraches, no están bajo los efectos psicológicos de un desahucio porque jamás lo han sufrido”. No se a que viene… Claro que no, pero eso no les resta validez. Los suicidados no pueden participar, los voluntarios de los comedores de Cáritas no suelen ser usuarios de ellos , se puede defender la sanidad pública estando sano, los que van a abuchear a los juzgados a un asesino, no suelen ser víctimas de aquel y no había visto jamás la menor crítica a ello. Los que están en contra de los escraches se identifican más con banca y políticos que con el pueblo inerme. Me quedo con lo que dijo Ricardo Darín ” nos están empujando a transgredir las normas. Los gobiernos se están convirtiendo, de alguna forma, en generadores de violencia, nos están dando un empujón hacia los límites”.
La solución no es intimidar o coaccionar físicamente a los políticos. Está claro que hay que intimidarlos y estrechar el control sobre ellos, pues a la menor oportunidad se corrompen. Si los políticos se hubieran sentido intimidados y perseguidos, no habríamos sufrido roldanes, naseiros ni bárcenas.
Pero esta intimidación debe ser jurídica (a través de la “vis compulsiva”), nunca mediante el empleo de la “vis physica”. Es necesario que los políticos se sientan vigilados, escrutados, controlados, “atados cortos”; de modo que los ciudadanos conozcamos todos y cada uno de sus pasos, de sus patrimonios y de sus actividades, para no dar oportunidad a la corrupción.
Gracias a Internet esto es actualmente factible, y de hecho los políticos se lo piensan (hoy día) dos veces antes de cometer sus habituales fechorías. Pero no es suficiente.
Es necesario arbitrar medidas para que las contratas y adjudicaciones públicas sean diáfanas y transparentes, pues ahí es (junto con el urbanismo) donde se genera la mayor bolsa de corrupción, como hemos visto con la red Gürtel.
Y hay que acabar con las zonas de oscuridad y discrecionalidad no fiscalizada, que es lo que ha propiciado la trama “EREs de Andalucía”.
Quien quiera corromperse, que se dedique a otra cosa. Nunca a la política.
Muchas gracias por su comentario, Lucía. Estoy totalmente de acuerdo con ud. Sin duda, ese es el camino.
Miro los paises que me gustan, Reino Unido, USA, y no veo escraches. Veo países que no me gustan (con fascismos y comunismos) y veo escraches, procesos asamblearios y democracias “populares”.
España necesita una reforma muy importante, pero dentro de los procesos institucionales y democráticos.
Un cordial saludo.
En primer lugar, enhorabuena por su artículo, Eduardo. En mi opinión, queda demostrado que el escrache en sí es un método antidemocrático y rayando el bolchevismo, por las razones que usted y otros han expuesto y que no voy a repetir por innecesarias. Sobre todo el hecho de acosar a las personas y arrogarse una “mayoría” o representar “al pueblo” o a la “gente”. Otra cosa de la que nadie habla es de su verdadera utilidad: suponiendo que su fin fuera encomible, ¿realmente sirve para algo? ¿Van a cambiar los diputados que vayan a votar en contra su voto en el futuro en el caso de ser “escracheados”? Coincido en que parece un movimiento orquestado y siempre en el mismo sentido (en Andalucía habría muchos motivos para escrachear líderes sindicales y políticos implicados en los ERE). Si tan baja es nuestra calidad democrática, que la PAH se constituya en un partido político y que se presente a las elecciones. Que elabore un programa electoral serio, o simplemente que proponga una solución realista para el problema de los desahucios. En este país comprometerse significa armar bronca, manifestarse, amenazar, pero no reunir gente preparada, estudiar los problemas y proponer soluciones cambiando las leyes existentes. Algunos que estabamos hartos de estar hartos lo estamos intentando. Y respecto del tema de fondo, que no es objeto de este artículo, que la gente por favor se estudie el tema seriamente, como por ejemplo hizo Fernando Gomá en otra entrada de este blog.
Muchas gracias, José. En efecto, contamos con gente preparada que está dispuesta a aportar un granito de arena constructivo. Y este blog es un buen ejemplo de eso. Es una pena que la administración no esté más abierta a escuchar a los que hablan con buena intención.
¿Que el escrache no es deseable? , pues claro , ¿qué no está justificado? Discrepo , está más que justificado por la imposibilidad de los ciudadanos para influir por otros medios en los políticos. Y eso está demostrado en este caso concreto empíricamente. ¿Qué no es democrático? ¿Acaso lo es lo que estamos viviendo? una sucesion de gobiernos que incumplen sistemáticamente su programa electoral.
Que se den otras opciones, y entonces podéis acusar a la PaH y los que estamos de acuerdo con ella de actos anti democráticos , mientras no los haya , son los más democráticos de los que disponemos.
Gracias por su comentario, Hugo. Lo que mi artículo pretende es evidenciar que los medios de la PAH no son en absoluto democráticos: no pueden ser “los más democráticos de los que disponemos”.
Por otro lado, dice ud. que el escrache “está más que justificado por la imposibilidad de los ciudadanos para influir por otros medios en los políticos”. Le recuerdo que sí hay otros medios: por ejemplo, los legales. No han sido los escraches de la PAH los que han provocado una reacción del tribunal europeo contra la ley hipotecaria, sino la actuación de un tribunal mercantil de Barcelona.
Y, si de hecho la vía legal no funcionase, ¿hasta donde se supone que podríamos llegar para influir en nuestros políticos? ¿hasta pegar a sus familiares, quemar sus casas, dispararles? No todo vale.
No coincido con tu conclusión.
Señalas en el penúltimo párrafo que la PAH “[…] no otorga ninguna autoridad al procedimiento de tramitación establecido; al considerar que solo un sentido del voto es lícito, desacredita automáticamente la votación, y resulta claro que, si pudiera evitarla, la evitaría; no acepta la menor corrección a la ILP, por lo que el proceso de negociación carece de sentido; […]”
Esta posición es, ni más ni menos, la que adoptan los colectivos provida sobre la legislación del aborto.
La diferencia es que, en España, que yo sepa, estos colectivos no han llegado a los extremos de los Estados Unidos, esto es, aunque tales colectivos mantienen que hacer lo que permite la ley del aborto es “un crimen” y nada me impide pensar que si este conjunto de ciudadanos “no impone la reforma legal por la fuerza, es sencillamente porque no cuenta con la fuerza necesaria para poder imponerla.”, ningún miembro de dicho colectivo ha matado ningún médico abortista.
Dado lo dicho, creo que la clave del problema del escrache es el tipo de escrache, es decir, el tipo de “castigo”. Si el escrache es una manifestación de la libertad de expresión (y conviene no dejarse llevar por la equiparación entre impedir un deshaucio y el escrache) el límite debería estar en la protección de personas y bienes (vale, la legislación española tal vez sea poco liberal). Para no alargarlo, y espero no equivocarme en la formulación, hay que hacer la diferencia entre un delito de opinión (algo execrable, aunque cierto político haya abogado por reinstaurar este tipo de delitos últimamente) y el enaltecimiento del terrorismo. O sea, no es lo mismo llamar “h d p” a alguien (cosa que según otro político es muy frecuente hacer entre amigos en su ciudad) que decir que este es un “h d p” que hay que liquidar.
Gracias por su comentario, Fran, creo que toca un punto muy interesante. En efecto, la persona que considera que el feto es un ser humano, considera necesariamente que una ley de aborto libre es una ley contra los derechos humanos, de modo que nos encontraríamos en el punto 2 de mi razonamiento. El punto 1 no se da: los colectivos pro-vida no se consideran representantes de una mayoría social: sin embargo, sí se consideran amparados por la ley natural y, en muchos casos, por la ley divina. Así pues, sus convicciones son firmes e inamovibles, pero no “pecan” de la falacia de representatividad que sí utiliza la PAH.
A partir de aquí, la similitud entre los grupos pro-vida y la PAH desaparece (al menos, atendiendo a como actúan esos grupos en España): aunque todos abogan por el cambio de la ley, no plantean un texto inamovible a los diputados, sino mas bien les exigen que realicen ese cambio, y esperan a ver las propuestas para criticarlas). Se deja espacio para la negociación y el juego democrático habitual.
El punto 4 tampoco les aplica: aunque hay críticas muy fuertes contra los promotores de la ley del aborto, por lo general no se ha criminalizado a todos los diputados por el mero hecho de votarla, y se ha hecho más incapié en las críticas a los diputados católicos por su falta de coherencia. En ningún momento se ha planteado orquestar castigos contra los diputados por no votar contra el aborto.
Dicho esto, me gustaría dejar claro que si algún grupo provida siguiera estos pasos, desde mi punto de vista debería ser tachado igualmente de antidemócrata y totalitario.
1. Falacia de representatividad.
a) En realidad es una figura retórica muy habitual. Podemos apelar a las encuestas (como hace la PAH; aunque no sabemos qué encuestas y quién las ha pagado); o podemos apelar a la intuición: según el Sr. Feijóo “La inmensa mayoría de los españoles tenemos un enorme escepticismo sobre lo que dice [el señor Bárcenas] …” (El Mundo, 11-3; 18:47).
b) Tal vez es más problemático que los colectivos provida no se consideren representantes de una mayoría social. Porque imponer una opción sobre esta cuestión disputada de derechos humanos tiene pinta de ir contra la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Si los de la PAH se creen que representan una mayoría social y están equivocados, pues habrá que hacerles ver que han metido la pata. (No es irrelevante citar a los provida; ver más abajo)
c) Convendría no perder de vista la distinción entre la legitimidad para plantear cuestiones sociales y la representatividad de los partidos políticos.
2. Ya ha sido concedida.
3. “Se deja espacio para la negociación”. Me temo que uno de los dos está mal informado. “juego democrático habitual”: en efecto, hacen vigilias, misas multitudinarias, manifestaciones, etc.
4. Una cosa es criminalizar y otra cosa castigar. Muchos de los colectivos provida utilizan un lenguaje que criminaliza al partidario de la legislación sobre el aborto.
5. La clave está aquí, como yo ya decía antes. ¿Qué tipo de “castigo”?
Porque yo sigo insistiendo en que la estrategia de criminalizar a las inciativas sociales incómodas (a mi los grupos provida me incomodan porque intentan imponer su religión/ideología) no es buena política. Entre otras cosas porque tal vez se nos cuelen elementos indeseables.
Por otra parte, uno se puede preguntar porqué esa reacción tan indignada cuando las víctimas han sido los políticos y no cuando las víctimas han sido los empleados de los bancos. Decir que es debido a que los políticos diana son los representantes del pueblo …. no me lo creo.
Mi objetivo en todo momento era señalar la cuestión principal despojándola de intereses partidistas: qué tipo de presión, incluyendo la física, es legítima. Seguramente nadie estará de acuerdo en que alguien tenga que pasar a su domicilio por un pasillo de vociferantes que te arrojan muestras de ADN junto a sus gritos (con el peligro de las cosas pasen a mayores). ¿Es aceptable un conjunto de vociferantes al otro lado de la calle? ¿Sólo en su puesto de trabajo?
Ningún mecanismo de protesta es democrático porque nunca se representa a la “mayoría” y siempre se “acosa” a alguien, de un modo u otro. Eso sí, los “representantes” (que siempre se atribuyen la de todos), una vez conseguida la representación, no pueden ser guiados por los “representados” ni se someten a ellos, y eso sí es democrático. Tal vez si los representantes facilitaran otras vías voluntarias y consensuadoras para estar con los representados y recabar el modo de llevar a cabo la representación, perderían su sentido estas otras vías a la brava. El problema es el de siempre: la calidad de la democracia y su ejercicio (por parte de todos), y tengo la impresión de que los políticos españoles no se muestran demasiado accesibles; tienen el tiempo justo para ir a la sede de su partido, pero no para estar y debatir con los ciudadanos.
Gracias por su comentario Izascun. No estoy muy de acuerdo con ud. : yo creo que la protesta ciudadana sí es democrática. El problema no es que no represente a todos, sino que pretenda representar a todos. Un grupo defendiendo en la calle una idea o protestando por algo que considera injusto o nocivo, es perfectamente democrático.
Otra cuestión es cuando ese grupo dice hablar en nombre del “pueblo”, y se considera acreditado para amenazar de muerte a quien, en su opinión, es enemigo de ese “pueblo”. Y ese es el gran peligro, en mi opinión, del escrache: no solo el uso de la violencia, sino su justificación.
Por lo demás, desde luego que los políticos deberían ser más accesibles, independientemente de que haya escraches o no. Es que nosotros les pagamos el sueldo, y lo menos que deberían hacer es escucharnos.
Por cierto, delante de la Casa Blanca siempre hay protestas y encartelados ¿Se podría hacer lo mismo delante de La Moncloa o de La Zarzuela?
Protestas y encartelados, y una española lleva 20 años acampada en frente de la Casa Blanca!
http://www.minube.com/rincon/una-vida-de-protesta-frente-a-la-casa-blanca-a267741
¿Aquí? Aquí es criminal manifestarse en frente de las Cortes.
Artículo 494 CP
Incurrirán en la pena de prisión de seis meses a un año o multa de doce a veinticuatro meses los que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea Legislativa de Comunidad Autónoma, cuando estén reunidos, alterando su normal funcionamiento.
Muchas gracias por su comentario, Lucía. Estoy totalmente de acuerdo con ud. Sin duda, ese es el camino.
Tiene ud. mucha razón, Teresa. A veces, es bueno también que actuemos de forma apasionada, que dejemos ver hasta qué punto estamos indignados con realidades verdaderamente inadmisibles. Pero hemos de ser muy cuidadosos para que nadie se aproveche de nuestra indignación y la utilice, finalmente, en nuestro propio perjuicio.
El que el sistema democrático esté en crisis y no funcione como debiera no convierte a los del escrache en demócratas, ni en representantes “del pueblo” ni les otorga legitimidad alguna, más allá de las de representarse a sí mismos y eso, con suerte.
Eduardo valdelomar, me ha gustado mucho sus post y el tono de sus contestaciones. Puro sentido común. En España en cuanto sugen las primeras crisis políticas y económicas, sacamos la violencia. Lamentable. Es en las épocas de dificultad cuando los grandes países y las grandes personas deben destacar. Lo cual no significa que no debamos ser críticos. Por supuesto que hemos de serlo, pero civilizadamente.
Un afectuoso saludo a todos
Muchas gracias, José. En efecto, contamos con gente preparada que está dispuesta a aportar un granito de arena constructivo. Y este blog es un buen ejemplo de eso. Es una pena que la administración no esté más abierta a escuchar a los que hablan con buena intención.
Gracias por su comentario, Hugo. Lo que mi artículo pretende es evidenciar que los medios de la PAH no son en absoluto democráticos: no pueden ser “los más democráticos de los que disponemos”.
Por otro lado, dice ud. que el escrache “está más que justificado por la imposibilidad de los ciudadanos para influir por otros medios en los políticos”. Le recuerdo que sí hay otros medios: por ejemplo, los legales. No han sido los escraches de la PAH los que han provocado una reacción del tribunal europeo contra la ley hipotecaria, sino la actuación de un tribunal mercantil de Barcelona.
Y, si de hecho la vía legal no funcionase, ¿hasta donde se supone que podríamos llegar para influir en nuestros políticos? ¿hasta pegar a sus familiares, quemar sus casas, dispararles? No todo vale.
Isidro, y si el escrache no es legal, justo ni democrático, pero aún así te alegras de que lo hagan ¿ estarás de acuerdo en que te lo hagan a ti también ? siempre habrá alguien que considere que te lo mereces …. por pedir el derecho a portar armas de fuego, por ejemplo.
No pidas para los demás que les acosen injustamente, según tus palabras, porque te podría pasar a ti y no podrías reclamar justicia según tu propia argumentación.
Gracias por su comentario, Fran, creo que toca un punto muy interesante. En efecto, la persona que considera que el feto es un ser humano, considera necesariamente que una ley de aborto libre es una ley contra los derechos humanos, de modo que nos encontraríamos en el punto 2 de mi razonamiento. El punto 1 no se da: los colectivos pro-vida no se consideran representantes de una mayoría social: sin embargo, sí se consideran amparados por la ley natural y, en muchos casos, por la ley divina. Así pues, sus convicciones son firmes e inamovibles, pero no “pecan” de la falacia de representatividad que sí utiliza la PAH.
A partir de aquí, la similitud entre los grupos pro-vida y la PAH desaparece (al menos, atendiendo a como actúan esos grupos en España): aunque todos abogan por el cambio de la ley, no plantean un texto inamovible a los diputados, sino mas bien les exigen que realicen ese cambio, y esperan a ver las propuestas para criticarlas). Se deja espacio para la negociación y el juego democrático habitual.
El punto 4 tampoco les aplica: aunque hay críticas muy fuertes contra los promotores de la ley del aborto, por lo general no se ha criminalizado a todos los diputados por el mero hecho de votarla, y se ha hecho más incapié en las críticas a los diputados católicos por su falta de coherencia. En ningún momento se ha planteado orquestar castigos contra los diputados por no votar contra el aborto.
Dicho esto, me gustaría dejar claro que si algún grupo provida siguiera estos pasos, desde mi punto de vista debería ser tachado igualmente de antidemócrata y totalitario.
Pero eso no es de ahora Isaac, de 66 propuestas de ley por iniciativa popular, sólo se aprobó parcialmente 1. Durante la pasada legislatura no se admitió a trámite ni una sola de ellas. Y que yo recuerde, no pasó nada.
Coincido contigo en que los escraches son inadmisibles, y además pienso que hay quien mueve los hilos, porque un movimiento social espontaneo no sería tan sectario.
Gracias por su comentario Izascun. No estoy muy de acuerdo con ud. : yo creo que la protesta ciudadana sí es democrática. El problema no es que no represente a todos, sino que pretenda representar a todos. Un grupo defendiendo en la calle una idea o protestando por algo que considera injusto o nocivo, es perfectamente democrático.
Otra cuestión es cuando ese grupo dice hablar en nombre del “pueblo”, y se considera acreditado para amenazar de muerte a quien, en su opinión, es enemigo de ese “pueblo”. Y ese es el gran peligro, en mi opinión, del escrache: no solo el uso de la violencia, sino su justificación.
Por lo demás, desde luego que los políticos deberían ser más accesibles, independientemente de que haya escraches o no. Es que nosotros les pagamos el sueldo, y lo menos que deberían hacer es escucharnos.
Gracias por su comentario, Quasinadie. No conocía el dato de la Fundación BBVA, y a ser sincero, me preocupa profundamente que el 72% de la población considere que su casa es una responsabilidad del Estado. Da la impresión de que el Estado del Bienestar nos ha educado en esta idea de que dependemos del Estado más que de nosotros mismos…
Estupendo análisis del injusto, violento y democráticamente inútil “escrache”. Enhorabuena. Soy diputado, estoy en muy pocas cosas de acuerdo con la gran mayoría del Congreso, y no quiero que ninguno asuma mis propuestas ni las de UPyD por coacción y acoso. Pretenderlo no es protestar, es políticamente totalitario y éticamente vergonzoso.
Por cierto, es falso que no se pueda hablar conlos diputados. Me reúno semanalmente con entre 3 y 6 colectivos. Uno de los que nunca ha querido reunirse con nosotros es -¡vaya!- la PAH, pese a que -¿o por?- UPyD lleva proponiendo reformas hipotecarias desde 2008. Eso es lo que les interesa acercar posiciones: nada.
Acabo de volver de Jerez y Córdoba de sendos debates abiertos en sus universidades, sin censura ni temas prohibidos, en total más de 300 estudiantes durante 90′ en cada ciudad. Pero es más fácil decir que esto no pasa o no se puede hacer. Y por cierto: nadie ha sacado a discusión siquiera los famosos “escraches”. Les interesan temas serios como los que hemos discutido: el modelo de Estado (Jerez) y la educación (Córdoba). Y la media de edad, unos 22-24 años.
Saludos cordiales y enhorabuena. Y gracias!
Carlos Martínez Gorriarán
Diputado
Gracias por su comentario. Desde luego, los matices son muy importantes. En este caso, creo que la intención de la PAH está muy clara: “Sin rebajas ni concesiones de ningún tipo”, “La ILP no se negocia”. En alguna otra parte se dice que “es una ley de mínimos”. Aparte de lo expresado con palabras, alguien que se presenta a un debate llamando “asesinos” a quienes discrepan, no se puede decir que se muestre muy abierto a la negociación.
Tiene ud. en el post los links a los documentos originales de los que he extraido las frases. Podrá comprobar que la selección en nada altera el sentido de los textos.
Es un buen resumen, en pocas palabras. Gracias, Ennecerus.
Muchas gracias, Pedro. Ojalá, en efecto, seamos capaces de demostrar que somos un gran país.
Muchas gracias, Carlos. A menudo cometemos la injusticia de generalizar, y lanzamos acusaciones a la “clase política”, acusaciones que todos sus miembros heredan sin importar si son merecidas o no. El escrache va a un más lejos, llegando a criminalizar colectivos completos.
Ojalá esa apertura al diálogo sí que se generalice, y que los partidos y los políticos se acerquen cada vez más a atender preguntas y escuchar propuestas. El mundo 2.0 ofrece extraordinarias posibilidades para ello.
Hola Eduardo,
Tu razonamiento es tan parecido al del ministro del interior, el presidente del gobierno y el PP que da que pensar…Yo he sido votante del PP, pero creo que estan traicionando a su electorado. En cuanto al escrache, llegado a este punto estoy a favor, y lo extenderia a los responsables de la subida de impuestos en contra de sus promesas electorales, a los que no han derogado la ley ZP del aborto,a los que han arruinado sus municipios, provincias, comunidades autonomas, empresas publicas… y a todos los corruptos, que es como decir el 80% de la casta politica (aun confio en UPyD y Ciudadanos como partidos y algun versos suelto de PP, PSOE e IU). Saludos.
Gracias a Eduardo no solamente por el post, sino por el esfuerzo de contestar a cada comentarista, y el respeto y la dedicación que pone en ello.
Pero gracias también a los que nos estáis comentando, porque el mismo respeto que muestra Eduardo lo estáis mostrando vosotros, estando de acuerdo con él o discrepando en las ideas de fondo. Ya nos gustaría que el debate de temas como estos, con posiciones separadas o incluso opuestas, se desarrollara con un tono y actitud similares.
Por cierto, este artículo está también publicado hoy como tribuna por El Confidencial http://www.elconfidencial.com/opinion/tribuna/2013/04/05/escrache-y-democracia-11044/
Eduardo, arriba me dice a mí que la “tormenta a punto de estallar” y el nivel de crispación no es tal. Y sin embargo, aquí contesta que está preocupado por la escalada de violencia y trae a colación la guerra civil (algo que incluso a mí me parece excesivo), ¿en qué quedamos pues? ¿Hay peligro de estallido social o no?
Pd. Yo soy el Isidro de arriba, el del comentario de abajo es otro Isidro distinto, aunque coincidamos en las opiniones.
Protestas y encartelados, y una española lleva 20 años acampada en frente de la Casa Blanca!
http://www.minube.com/rincon/una-vida-de-protesta-frente-a-la-casa-blanca-a267741
¿Aquí? Aquí es criminal manifestarse en frente de las Cortes.
Artículo 494 CP
Incurrirán en la pena de prisión de seis meses a un año o multa de doce a veinticuatro meses los que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea Legislativa de Comunidad Autónoma, cuando estén reunidos, alterando su normal funcionamiento.
Muy interesante este post y los comentarios.
En retrospectiva, no es sorprendente que esta cuestión esté canalizando las frustraciones políticas de los ciudadanos. El reciente informe de Values and Worldviews de la Fundación BBVA recoge que el 72% de los españoles considera que “el Estado tiene mucha responsabilidad a la hora de proporcionar una vivienda digna a todos los ciudadanos”
Sería deseable que esta frustración se canalizara a través del sistema con la formación de nuevos partidos, tal y como se ha mencionado arriba. Pero parece que es demasiado desear, y por ahora se han optado por vías más directas e inciertas.
Por cierto, el resto del informe es desolador. Si se impusieran los deseos de gestión económica de la mayoría de los españoles, la historia y la teoría económica sugieren que nuestro nivel de vida caería muy rápidamente.
Gracias por su comentario, Quasinadie. No conocía el dato de la Fundación BBVA, y a ser sincero, me preocupa profundamente que el 72% de la población considere que su casa es una responsabilidad del Estado. Da la impresión de que el Estado del Bienestar nos ha educado en esta idea de que dependemos del Estado más que de nosotros mismos…
Personalmente considero que se juega demasiado con las palabras que ha dicho la PAH. Ojo, que a mi tampoco me gustan, y las personas somos esclavos de lo que decimos, pero dudo que no estuvieran abiertos al debate. Es más, no es lo mismo no estar de acuerdo con la ILP, por mejorar algunos puntos, que oponerse a ella. El matiz es importante.
Dicho de otro modo, yo también estoy de acuerdo en que depende mucho del tipo del escrache. Una cosa es protestar en la casa de uno y otra acosar e increpar. Lo sigo diciendo, el matiz es importante.
Gracias por su comentario. Desde luego, los matices son muy importantes. En este caso, creo que la intención de la PAH está muy clara: “Sin rebajas ni concesiones de ningún tipo”, “La ILP no se negocia”. En alguna otra parte se dice que “es una ley de mínimos”. Aparte de lo expresado con palabras, alguien que se presenta a un debate llamando “asesinos” a quienes discrepan, no se puede decir que se muestre muy abierto a la negociación.
Tiene ud. en el post los links a los documentos originales de los que he extraido las frases. Podrá comprobar que la selección en nada altera el sentido de los textos.
No, si las palabras las tengo claras, por eso mismo digo que se deberían tener cuidado con lo que dicen, lo que dudo yo es que luego fueran tan radicales. Si ahora viene el “pueblo al que representan” y dicen “oye la dación en pago no la vemos mal, pero preferimos aumentar la eficacia de los procesos concursales como en otros países”, dudo yo que gran parte de la PAH no escuchase. Si no fuera así, gente como Ada Colau quedaría muy retratada.
Por otro parte, lo que quiero ver es como han sido esos “escraches”. ¿Ha durado lo suficiente para que no se convierta en acoso? ¿Se ha llegado a la violencia verbal? Y si es así ¿se ha hecho de manera deliberada o han sido exaltados que luego han sido moderados y reprendidos? Yo creo que esto es lo importante ante todo, porque es el respecto o la ausencia de este lo que da o no legitimidad moral a la acción. Si alguien me puede poner ejemplos, me gustaría comentarlo.
Tiene ud. mucha razón, Teresa. A veces, es bueno también que actuemos de forma apasionada, que dejemos ver hasta qué punto estamos indignados con realidades verdaderamente inadmisibles. Pero hemos de ser muy cuidadosos para que nadie se aproveche de nuestra indignación y la utilice, finalmente, en nuestro propio perjuicio.
El que el sistema democrático esté en crisis y no funcione como debiera no convierte a los del escrache en demócratas, ni en representantes “del pueblo” ni les otorga legitimidad alguna, más allá de las de representarse a sí mismos y eso, con suerte.
Es un buen resumen, en pocas palabras. Gracias, Ennecerus.
Eduardo valdelomar, me ha gustado mucho sus post y el tono de sus contestaciones. Puro sentido común. En España en cuanto sugen las primeras crisis políticas y económicas, sacamos la violencia. Lamentable. Es en las épocas de dificultad cuando los grandes países y las grandes personas deben destacar. Lo cual no significa que no debamos ser críticos. Por supuesto que hemos de serlo, pero civilizadamente.
Un afectuoso saludo a todos
Muchas gracias, Pedro. Ojalá, en efecto, seamos capaces de demostrar que somos un gran país.
Estupendo análisis del injusto, violento y democráticamente inútil “escrache”. Enhorabuena. Soy diputado, estoy en muy pocas cosas de acuerdo con la gran mayoría del Congreso, y no quiero que ninguno asuma mis propuestas ni las de UPyD por coacción y acoso. Pretenderlo no es protestar, es políticamente totalitario y éticamente vergonzoso.
Por cierto, es falso que no se pueda hablar conlos diputados. Me reúno semanalmente con entre 3 y 6 colectivos. Uno de los que nunca ha querido reunirse con nosotros es -¡vaya!- la PAH, pese a que -¿o por?- UPyD lleva proponiendo reformas hipotecarias desde 2008. Eso es lo que les interesa acercar posiciones: nada.
Acabo de volver de Jerez y Córdoba de sendos debates abiertos en sus universidades, sin censura ni temas prohibidos, en total más de 300 estudiantes durante 90′ en cada ciudad. Pero es más fácil decir que esto no pasa o no se puede hacer. Y por cierto: nadie ha sacado a discusión siquiera los famosos “escraches”. Les interesan temas serios como los que hemos discutido: el modelo de Estado (Jerez) y la educación (Córdoba). Y la media de edad, unos 22-24 años.
Saludos cordiales y enhorabuena. Y gracias!
Carlos Martínez Gorriarán
Diputado
Muchas gracias, Carlos. A menudo cometemos la injusticia de generalizar, y lanzamos acusaciones a la “clase política”, acusaciones que todos sus miembros heredan sin importar si son merecidas o no. El escrache va a un más lejos, llegando a criminalizar colectivos completos.
Ojalá esa apertura al diálogo sí que se generalice, y que los partidos y los políticos se acerquen cada vez más a atender preguntas y escuchar propuestas. El mundo 2.0 ofrece extraordinarias posibilidades para ello.
Hola: Usted se reune con quien quera y cuando quiera, y me parece profundamente bien (no me voy a poner yo ahora con la regla de medir el grado de democracia de las cosas; sinceramente me parece irrelevante o casi inútil).
Lo que he leído hasta ahora, habla de vías que los representados tengan para comunicarse y controlar a sus representantes, y se habla de vías establecidas democráticamente. Hay, afortunadamente muchas democracias y, salvando algunos ejemplos, cuanto más años en su práctica, más perfeccionadas, por lógica.
Me encanta, repito, que Usted se reúna con colectivos y que incluso me conteste un mail si se lo envío. Pero me encantaría más que hubiera mecanismos para que eso ocurriera por derecho de representantes y representados.
Tampoco estaría mal, ya puestos a medir el grado de democracia de actitudes, personas y organizaciones, que se calificase el grado democrático de los incumplimientos sistemáticos de los programas de los partidos políticos.
Saludos
Hola Eduardo,
Tu razonamiento es tan parecido al del ministro del interior, el presidente del gobierno y el PP que da que pensar…Yo he sido votante del PP, pero creo que estan traicionando a su electorado. En cuanto al escrache, llegado a este punto estoy a favor, y lo extenderia a los responsables de la subida de impuestos en contra de sus promesas electorales, a los que no han derogado la ley ZP del aborto,a los que han arruinado sus municipios, provincias, comunidades autonomas, empresas publicas… y a todos los corruptos, que es como decir el 80% de la casta politica (aun confio en UPyD y Ciudadanos como partidos y algun versos suelto de PP, PSOE e IU). Saludos.
Gracias por su comentario, Pedro. No me incomoda saber que el Sr. Presidente, el Sr. Ministro del Interior y yo, al fin coincidimos en algo. Le confieso que no pensé que llegara ese momento 😉 Bromas aparte, responderé directamente a su insinuación diciendo que no soy del PP ni aspiro a serlo, pero es que del Sr. Presidente y del Sr. Ministro del Interior me siento particularmente lejos en lo político. En fin, que me falta poco para empezar cada mañana deseando los “buenos días, a pesar del gobierno”, como mi admirado Dr. Rodríguez Braun. Eso no significa que no tenga buenos amigos dentro del PP, a los que espero no ver nunca sometidos a un escrache.
Entiendo de su comentario que ud. quisiera que los responsables de la corrupción y las malas políticas pagasen sus culpas, con escrache o como fuese. Le comprendo perfectamente, a mi también me gustaría que los culpables pagasen, pero es mejor que paguen dentro de la legalidad, juzgados con garantías y condenados por un tribunal de acuerdo con unas penas tipificadas por ley. Que les juzgue, condene y castigue una plataforma ciudadana me da un miedo enorme.
Gracias a Eduardo no solamente por el post, sino por el esfuerzo de contestar a cada comentarista, y el respeto y la dedicación que pone en ello.
Pero gracias también a los que nos estáis comentando, porque el mismo respeto que muestra Eduardo lo estáis mostrando vosotros, estando de acuerdo con él o discrepando en las ideas de fondo. Ya nos gustaría que el debate de temas como estos, con posiciones separadas o incluso opuestas, se desarrollara con un tono y actitud similares.
Por cierto, este artículo está también publicado hoy como tribuna por El Confidencial http://www.elconfidencial.com/opinion/tribuna/2013/04/05/escrache-y-democracia-11044/
Ciertamente: El respeto ha imperado en toda la ristra de mensajes y es muy bueno que así sea. Los TODÓLOGOS deberían aprender de estos ejercicios blogueros y CALENTAR menos el ambiente porque ESCRACHE, protestas mineras, manifestaciones varias, acampadas y todos estos indicios del cocer de la olla, son señales claras de que la temporada 1.0 se acabó; de que lo pasado no sirve, sea más o menos democrático; de que hemos de profundizar en la democracia y perfeccionarla. NO violentarla ni violentarnos. Pero por DIos: PARTICIPAR; hacer algo cada día por nuestro país, incluso hacernos políticos para desplazar a los que lo hacen mal. Ganarán más adeptos nuevos políticos con ideas y mentes más abiertos, que caceroladas y algazaras o algaradas varias, que entiendo de todas formas porque si se calienta una olla ésta siempre hierve.
Gracias Fernando. Este blog siempre ofrece un ámbito de discusión excelente, con participantes que tienen mucho que decir, y que aportan perspectivas muy interesantes con sus comentarios. Es siempre un placer conversar en HayDerecho.
¿Y no cree, Eduardo, que en términos absolutos los escraches son un ejemplo de democracia directa? No es defendible la violencia tanto física como verbal hacía un político pero, ¿no podemos entender los escraches como un medio de comunicación directa entre político y ciudadano?
Teniendo en cuenta que tenemos un gobierno que considera que la gente que no se manifiesta es la que cuenta (palabras textuales del Señor Rajoy) es inevitable que la ciudadanía se torne más visceral en sus acciones. Sin duda, es extremista la posición de la PAH que afirma que no permitirá ninguna modificación de su iniciativa (si bien personalmente creo que es una afirmación que busca más manifestar solidez y que, llegado el momento, sí se “negociarían” sus propuestas) pero tampoco es de recibo que una ILP sea llevada al congreso a través de los medios democráticos pertinentes y, de un plumazo, sea anulada por la Cámara o modificada hasta un punto irreconocible.
Dentro de la regeneración política que tantos españoles estamos pidiendo debe estar incluida la posibilidad de comunicarse directamente con el político, no desde la agresividad, sino desde el diálogo. En estos momentos esa vía parece inútil o, directamente, no existe por lo que es perfectamente comprensible la aparición de los escraches.
Por último, y a título personal, también creo que los escraches no son un medio (aunque así estén concebidos) sino un fin: se quiere castigar al político que se cree inmune ante lo que pasa alrededor y a las consecuencias que sus propias decisiones políticas tienen.
De cualquier forma, buen análisis del discurso de la PAH y quizás lo que he escrito ya lo han dicho en otros comentarios (no he podido leerlos todos). Un saludo.
Gracias por su comentario, Luis. La verdad es que no, no lo creo. Alguien que se presenta diciendo “Yo represento al Pueblo, tengo en mi mano una reforma legal que es la única posible y aceptable, y tú, que eres un asesino, tienes que arrepentirte y aceptar mi reforma o de lo contrario serás castigado” no está iniciando un diálogo democrático, sino todo lo contrario. Aunque de verdad la ILP fuese una reforma ideal, no se puede tolerar que alguien actúe en esos términos.
En cuanto a su comprensión hacia el fenómeno, permítame insistir en lo dicho en otras respuestas: la PAH no es “la ciudadanía”, es una plataforma ciudadana, con directrices y estrategia, y los escraches no son manifestaciones espontáneas de indignados, sino actos organizados de acuerdo al plan que se especifica en los textos referidos. Tanto para defenderlos como para criticarlos, tenemos que tener muy claro de qué estamos hablando.
Creo que nos estamos metiendo en un problema serio. Se está enfocando el tema sobre síntoma y no sobre el origen de la enfermedad. Es imposible que con la tremenda frustración que se está creando en la sociedad, con las actitudes de los legales representantes, no aparezcan este tipo de actuaciones. Luego se podrán considerar más o menos ajustadas, adecuadas, o lo que se quiera. En el caso concreto se trata de un movimiento que pretende conseguir algo que reclama como justicia, y parece ser que en el fondo puede que no le falte razón, que no puede ser muy justo que los “ganadores” de la situación en la que nos encontramos, sean los mismos que en gran parte nos han llevado a ella. Puede decirse que hay otras formas más adecuadas, pero lo adecuado entonces sería señalarlas, por que hasta ahora no parece que a nadie se les ocurran.
Hasta ahora, todos los efectos de la crisis, están recayendo sobre el mismo sector poblacional, y no parece que la intención de lo gobernantes sea mutar la situación. Cualquiera que lea los “Códigos de buenas prácticas”, “Reales Decretos”, y demás medias para “paliar” la situación, se puede morir de risa. Esta misma tarde sale la vicepresidente con la reforma de los arrendamientos ofreciendo viviendas de alquiler de hasta 600 euros, a familias en riesgo de exclusión. ¿Pero en que mundo vive?, ¿de que les está hablando a esta gente?, ¿podría darse el caso de que una familia acabase viviendo de alquiler por 600 euros, en la misma casa que le han embargado por no pagar la hipoteca de 500?, en un suponer rocambolesco, pero es que la realidad de muchas personas se está convirtiendo en esto. Los gobernantes empiezan a necesitar dosis de realidad, pero de realidad de la buena.
Por otra parte, magnífico el artículo, que en otra situación que fuese “razonable” sería indiscutible. Hoy en día todo es discutible, por que la razón parece haber sido desterrada.
Gracias, FBR. No dejemos que nos destierren la razón: hoy en día hace tanta falta como siempre, si no más.
Como dije al principio del artículo, no es mi objetivo reflexionar sobre la ley hipotecaria o la dación en pago, sino sobre el escrache como medio para conseguir un fin determinado, al margen de que ese fin pueda ser justo. No creo que el escrache sea un síntoma, aunque si lo es su grado de aceptación y de comprensión. En efecto, si la situación fuera diferente es posible que el escrache no tubiera una acogida tan favorable, y sus promotores no lograran una escalada tan rápida.
Sin duda los ciudadanos tenemos derecho a indignarnos y a exigir respuestas a los políticos, pero debemos evitar que alguien utilice nuestra indignación para fines que van en contra de nuestros intereses.
Después de leer el post y los comentarios, todos muy interesantes, creo que quizá la clave esté en distinguir el ser del deber ser. Es decir, resulta claro que Maquiavelo y Francisco Suárez (siendo ambos genios absolutos) no analizarían el fenómeno político de los escraches de la misma manera.
Maquiavelo nos diría que a la vista de la situación generada por la incuria del legislador en este tema de los desahucios, los escraches eran algo absolutamente lógico y predecible y que si el legislador sigue sin tomar el toro por los cuernos y las instituciones del país no se ponen rápidamente las pilas terminaremos viendo aparecer la guillotina en la plaza pública. No entraría en analizar si tal cosa está bien o mal, sino que, con profusión de ejemplos históricos, demostraría que es muy probable que ocurra, y que si el político quiere mantener la paz social y, en consecuencia, el poder, tendría que adoptar una serie de medidas para desactivar tal situación. Medidas que pueden ser de muy distinto tipo, pero que seguramente la más adecuada sería plantearse en serio de una vez la solución justa de este tema (en la que no voy a entrar ahora aunque prometo un post próximo) y de otros semejantes.
Por su parte, Francisco Suárez nos diría que en una sociedad en la que está instituido un poder legítimo deben respetarse necesariamente las normas emanadas de ese poder, porque de otra manera no podrá conservarse la paz y la justicia que garantiza ese Estado. Respetar las normas, incluidas las que no se derivan directamente de la ley natural, es un deber de conciencia. Sólo cuando ese Estado sea incapaz de garantizar ninguna justicia por ser intrínsecamente perverso entonces estaría justificada la violencia. Creo que todavía estamos muy lejos de eso en España, afortunadamente.
La conclusión, por tanto, es hacer caso a los dos: cambiemos la ley, pero respetando las normas, por favor.
Gracias Rodrigo. Los británicos siempre presumieron de haber llegado a la democracia igual que los franceses, pero sin necesitar ninguna guillotina. Confiemos en que es posible resolver los problemas sin cortar cabezas.
“Sólo cuando ese Estado sea incapaz de garantizar ninguna justicia por ser intrínsecamente perverso entonces estaría justificada la violencia. Creo que todavía estamos muy lejos de eso en España, afortunadamente.”
Lo siento pero me parece un poco ingenuo en esta afirmación. Actualmente creo que ha quedado meridianamente claro que el sistema tal como está constituido es perverso
Semántica, por favor, semántica.
Estamos hablando de “acoso físico” y los batasunos son maestros en colar su semántica.
Creo que la literalidad de lo citado por Valdelomar deja más márgenes de duda que sus conclusiones. Otras cuantas citas más y se podría argumentar lo contrario. Y es absurdo que en sus conclusiones el reverso a la democracia sea el totalitarismo. O absurdo o barato.
Todo tipo de movimientos que se consideran parte de la historia de la democratización (cartistas británicos, antiesclavistas americanos, sufragistas…) han presionado a los representantes interpelándoles antes de votaciones clave. Precisamente, reconocer la centralidad del parlamento y exigir responsabilidad a los parlamentarios, por el hecho de serlo, es ahondar en una forma de entender la democracia. Pedir relación con los electores potenciales, y discusión en vivo con quien no está de acuerdo, en vez de disciplina de partido, puede ser una vía válida para superar problemas de nuestra actual democracia, y mejorarla.
Qué bonito sería que se CUMPLIERA la jurisprudencia del mandato parlamentario individual y no en grupos parlamentarios. Qué cambio sustancial sería que cada diputado votara según su conciencia.
¿Se acuerdan de Lincoln la película?
Copio literal de este blog”La película muestra de forma muy gráfica sus maniobras, no todas demasiado ortodoxas, para conseguir los escasos votos que le faltaban para que la Cámara de Representantes aprobara la 13ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América, que abolía definitivamente la esclavitud. El Congresista Stevens (fantásticamente interpretado por el gran Tommy Lee Jones), uno de los protagonistas del debate parlamentario, lo resume con maestría: “es la medida política más importante del siglo XIX aprobada gracias a la corrupción organizada por el hombre más puro de América”. Pero todo ello no obedecía a razones espúreas, como las que mueven hoy en días a nuestros esperpénticos “Bárcenas” locales, sino a la búsqueda de un fin superior: que la esclavitud quedara abolida en la Constitución, lo que confería a la abolición un carácter histórico y definitivo”
http://hayderecho.com/2013/02/24/lincoln-y-los-secesionismos-un-ejemplo-de-integridad/
Gracias por su comentario, dpcereza. He añadido en el artículo los enlaces a los textos originales de la PAH, precisamente para que pueda comprobarse que las frases extraidas no alteran el sentido de los mismos, sino que solo lo resumen. Hay que manipular mucho esos textos para lograr que digan lo contrario de lo que realmente dicen.
En cuanto al uso del término “totalitarismo”, lo he justificado en el comentario http://hayderecho.com/2013/04/05/escrache-y-democracia/#comment-16108
Lo que vemos en la estrategia del escrache no es una mera interpelación a políticos, sino una imposición acompañada de amenazas. No se invoca su conciencia, no se quiere convencer, sino obligar. Y quien busca ganar votaciones a base de amenazar a los votantes, no puede ser considerado demócrata bajo ningún concepto.
Lo siento discrepo totalmente de la entrada y debo, en justicia, utilizar los mismos términos contra el que se han vertido contra la PAH. El post no traslada una reflexión sino una justificación forzada para atacar la protesta ciudadana. Niego la mayor del mismo, la PAH no se apropia ni se siente representante de una determinada mayoría. Sobre tal falacia se construye la justificación y como tal se desmonta. La PAH habla en esos textos de una mayoría social a la que le repugna la actual situación en relación a los desahucios. Yo creo que tal sentir mayoritario existe. Según el autor debo ser un totalitario por ello y por querer que se cambie algo que entiendo injusto. Hecho en falta en el “análisis” el examen del protocolo creado por la PAH para sus escraches, algo para mi obligado en una reflexión como esta. Y cojo ideas ya dichas, como la de quien a citado a Maquiavelo. Llevo años observando como se repudia nominativamente que el fin justifica los medios, por los misma que no tienen ningún reparo en llevarlo a la práctica (le ha traicionado su subconsciente en la respuesta que ha dado a quien le ha señalado lo de los escraches de ls antiabortistas). Por cierto, ni firme la ILP ni he asistido a escrache alguno. Espero no haber ofendido a nadie.
Gracias por su comentario, Alfredo. A mi, desde luego, no me ha ofendido. Dice ud. textualmente: “La PAH habla en esos textos de una mayoría social a la que le repugna la actual situación en relación a los desahucios. Yo creo que tal sentir mayoritario existe.” Está usted en su derecho a creer que esa mayoría social existe. Pero aunque esa mayoría exista, no supone un respaldo para las acciones que decida tomar la PAH, porque esa mayoría no ha nombrado a la PAH su representante en ningún momento.
La PAH dice en uno de sus textos: “En caso de no recibir respuesta afirmativa, entenderemos que su partido renuncia a escuchar la voluntad de una incontestable mayoría”. ¿La ILP es la manifestación de una incontestable mayoría? En absoluto: la ILP está respaldada por 1.402.854 firmas, que son muchísimas, pero no son “una incontestable mayoría”.
Pero incluso si la ILP tuviese 20 millones de firmas, seguiría sin dar derecho a la PAH a condenar a los diputados a que “no puedan vivir de forma impune”. Los ciudadanos que han firmado la ILP no le otorgan ese derecho a la PAH. En realidad, no pueden otorgárselo.
Ud. no es totalitario porque piense que la ley hipotecaria es injusta, ud. sería totalitario si dijese que yo tengo la obligación de pensarlo también, y que merezco ser castigado si no lo pienso. Y no uso la palabra “totalitarismo” por usarla, es que es la palabra adecuada.
Discrepo de la premisa de su artículo. Tal como han señalado otros comentaristas, el escrache se produce en un momento determinado, en ambiente político, social y jurídico muy concreto. No se pueden obviar las circunstancias políticas, sociales, económicas, jurídicas, sistémicas en las que se genera.
Se han agotado las vías legales, todas las opciones incluso con apoyos impensables hace no mucho tiempo. Ciento y no se cuantos jueces denunciaron lo injusto de la Ley Hipotecaria. Cierto, una minoría. Los demás, cumplen “la ley”, son meros ejecutores y duermen tranquilos.
El Tribunal Europeo confirma que es una legislación abusiva. Vaciar de contenido esa valoración, vaciando ded contenido la sentencia, “pasteleando”, ofende. ¿Acaso la ley no debe proteger al más débil? Y, ¿acaso no sabemos, por experiencia, que en España se conculcan cotidianamente todas las “buenas intenciones” básicas como la “Carta de derechos de los ciudadanos ante la justicia”, los derechos constitucionales, que los colegios profesionales de abogados y/ó procuradores funcionan como lobbies/sindicatos y no defienden a los ciudadanos, que el CGPJ y el Defensor del Pueblo ante cualquier reclamación “echan balones fuera”, respondiendo a las reclamaciones con respuestas robot sin entrar en los contenidos de las mismas y sin atenderlas realmente….. Eso por no volver a incidir en honorarios, amenazas de costas y tasas judiciales.
¿Qué alternativa queda a los ciudadanos cansados de escribir, protestar, presentar reclamaciones no atendidas….. ante el poderío y la soberbia de quien podía y debería tomar partido y si inhibe? Esta es la realidad cotidiana. ¿Cómo no desear un escrache? ¿Cómo no desear diez, veinte, cien ó miles de escraches ante tanta falta real de democracia, tanto abuso y tanta falta de opciones reales para defenderse? Insisto, el escrache no se produce en un ambiente neutro de laboratorio sino en un entorno social, económico, político y judicial muy concreto. Y solo puede analizarse como fenómeno en ese contexto. Todo lo demás es trampa e ideología. Hablamos de personas, de hombres, mujeres, niños reales con ó sin posibilidad de volver a empezar, de traumas, de vidas truncadas. Por favor, no aceptemos la supuesta pureza de la razón que tantos monstruos ha creado……. Seamos realistas, seamos sinceros, seamos humanos.
Gracias por el comentario, gatamad. No estoy seguro de cual es la premisa de la que dice ud. discrepar. No creo haber obviado las circunstancias: de hecho, son esenciales en el desarrollo del escrache, porque posibilitan que muchos ciudadanos como ud. lo justifiquen.
Señala ud. multitud de defectos en nuestro sistema, para finalmente preguntarse: “¿Qué alternativa queda a los ciudadanos?”, “¿Cómo no desear un escrache?” Pero es que no son “los ciudadanos” los que realizan el escrache. Como ya he explicado en varias respuestas, los escraches no son manifestaciones espontáneas de indignación popular, sino actos diseñados dentro de una estrategia de la PAH, claramente descrita en los textos que he enlazado. La PAH no representa a “los ciudadanos”, que no tiene derecho a realizar estos actos en su nombre.
Dice ud.: “Se han agotado las vías legales” y poco después señala: “El Tribunal Europeo confirma que es una legislación abusiva.” ¿Cómo llegó el Tribunal Europeo a esa confirmación? Pues porque un tribunal de lo mercantil escaló una consulta. No la PAH. ¿De verdad se habían agotado las vías legales? Al parecer, el tribunal mercantil utilizó una vía que no estaba agotada…
¿Por qué afirma ud. con tanta seguridad que “Se han agotado las vías legales”? ¿Porque lo dice la PAH? Mire, es muy facil decir que se a hecho todo lo posible y no queda más alternativa que echarse al monte, cuando posiblemente lo que se quiere desde el principio es echarse al monte.
Le propongo que sea tan crítica con las plataformas ciudadanas como lo es con los organismos del estado: no deposite su fe tan ciegamente en ellos. Sin duda representan un cambio, pero ese cambio no tiene por que ser para mejor.
La alternativa jamás puede ser el uso de la violencia. Tienen pleno derecho a opinar, manifestarse, formar un partido político, presentarse a las elecciones y si realmente representan a la mayoría las ganarán y entonces sí representarán a la mayoría. Mientras tanto, sólo se representan a sí mismos.
Uno de los primeros astrónomos profesionales de este planeta dijo, allá por el S.XVIII, eso de: Cuando los que mandan pierden la verguenza, los que obedecen pierden el respeto
Una conclusión muy lógica la del señor astrónomo, para la que ni se necesitan estudios en Berkeley, ni investigaciones en Hardvard. ¿Que usted no quiere escraches? Yo tampoco. Pero de la misma forma tampoco quiero que ladrones profesionales hagan colusión, ni que estafadores de primer orden hagan parecer lícito lo ilícito, o legal lo ilegal. Debo ser yo como el Maquiavelo que cita el señor Tena, ya que también pienso que lo que ahora nos parecen malas artes provienen de artes peores. Porque recordemos que el escrache es un efecto de algo previo. Esto es como lo de los empresarios de esas empresas que están quebrando mientras ellos han ido aumentado sus patrimonios. Pues sí la Ley no permite hacer nada, al menos tendrá que ser lícito que la gente les recuerde sus mierdas de gestiones. Digo yo.
Recodarle también al señor Rodrigo Tena, que cambiar la Ley respetando las normas es complicado cuando muchas de esas normas han sido tejidas con una finalidad bien alejada de lo lógicamente lícito o del deber ser, pues sería caer en una pescadilla jurídica que no deja de morderse la cola y que aunque esa senda deba de ser la correcta, muchas veces adquiere tintes tan surrealistas como pueda ser el Derecho administrativo español.
Yo no sé si es que esperan que después de todos los titulares de estos dos últimos años, además la gente aplauda… o esté sentada tranquilamente viendo cómo los señores políticos “arreglan” el país.
De todas formas, y quisiera dejar claro esto, para no caer en el típico cinismo fácil: los políticos son un reflejo de lo que somos todos, no nos engañemos. Que aquí muchos han cerrado el pico y agachado el cuello cuando las vacas estaban gordas. Así que, para ser justos, todos tendríamos que tener un escrache en el portal, unos con una o dos personas, otros como los conciertos del Vicente Calderón.
Aquí no hay más solución que mejorar el sistema, porque es a todas luces una chapuza. Los anglosajones nos dan doscientas mil vueltas. Y eso que a ellos lo que les encanta es el fútbol y la cerveza.
¿Y no cree, Eduardo, que en términos absolutos los escraches son un ejemplo de democracia directa? No es defendible la violencia tanto física como verbal hacía un político pero, ¿no podemos entender los escraches como un medio de comunicación directa entre político y ciudadano?
Teniendo en cuenta que tenemos un gobierno que considera que la gente que no se manifiesta es la que cuenta (palabras textuales del Señor Rajoy) es inevitable que la ciudadanía se torne más visceral en sus acciones. Sin duda, es extremista la posición de la PAH que afirma que no permitirá ninguna modificación de su iniciativa (si bien personalmente creo que es una afirmación que busca más manifestar solidez y que, llegado el momento, sí se “negociarían” sus propuestas) pero tampoco es de recibo que una ILP sea llevada al congreso a través de los medios democráticos pertinentes y, de un plumazo, sea anulada por la Cámara o modificada hasta un punto irreconocible.
Dentro de la regeneración política que tantos españoles estamos pidiendo debe estar incluida la posibilidad de comunicarse directamente con el político, no desde la agresividad, sino desde el diálogo. En estos momentos esa vía parece inútil o, directamente, no existe por lo que es perfectamente comprensible la aparición de los escraches.
Por último, y a título personal, también creo que los escraches no son un medio (aunque así estén concebidos) sino un fin: se quiere castigar al político que se cree inmune ante lo que pasa alrededor y a las consecuencias que sus propias decisiones políticas tienen.
De cualquier forma, buen análisis del discurso de la PAH y quizás lo que he escrito ya lo han dicho en otros comentarios (no he podido leerlos todos). Un saludo.
Creo que nos estamos metiendo en un problema serio. Se está enfocando el tema sobre síntoma y no sobre el origen de la enfermedad. Es imposible que con la tremenda frustración que se está creando en la sociedad, con las actitudes de los legales representantes, no aparezcan este tipo de actuaciones. Luego se podrán considerar más o menos ajustadas, adecuadas, o lo que se quiera. En el caso concreto se trata de un movimiento que pretende conseguir algo que reclama como justicia, y parece ser que en el fondo puede que no le falte razón, que no puede ser muy justo que los “ganadores” de la situación en la que nos encontramos, sean los mismos que en gran parte nos han llevado a ella. Puede decirse que hay otras formas más adecuadas, pero lo adecuado entonces sería señalarlas, por que hasta ahora no parece que a nadie se les ocurran.
Hasta ahora, todos los efectos de la crisis, están recayendo sobre el mismo sector poblacional, y no parece que la intención de lo gobernantes sea mutar la situación. Cualquiera que lea los “Códigos de buenas prácticas”, “Reales Decretos”, y demás medias para “paliar” la situación, se puede morir de risa. Esta misma tarde sale la vicepresidente con la reforma de los arrendamientos ofreciendo viviendas de alquiler de hasta 600 euros, a familias en riesgo de exclusión. ¿Pero en que mundo vive?, ¿de que les está hablando a esta gente?, ¿podría darse el caso de que una familia acabase viviendo de alquiler por 600 euros, en la misma casa que le han embargado por no pagar la hipoteca de 500?, en un suponer rocambolesco, pero es que la realidad de muchas personas se está convirtiendo en esto. Los gobernantes empiezan a necesitar dosis de realidad, pero de realidad de la buena.
Por otra parte, magnífico el artículo, que en otra situación que fuese “razonable” sería indiscutible. Hoy en día todo es discutible, por que la razón parece haber sido desterrada.
Después de leer el post y los comentarios, todos muy interesantes, creo que quizá la clave esté en distinguir el ser del deber ser. Es decir, resulta claro que Maquiavelo y Francisco Suárez (siendo ambos genios absolutos) no analizarían el fenómeno político de los escraches de la misma manera.
Maquiavelo nos diría que a la vista de la situación generada por la incuria del legislador en este tema de los desahucios, los escraches eran algo absolutamente lógico y predecible y que si el legislador sigue sin tomar el toro por los cuernos y las instituciones del país no se ponen rápidamente las pilas terminaremos viendo aparecer la guillotina en la plaza pública. No entraría en analizar si tal cosa está bien o mal, sino que, con profusión de ejemplos históricos, demostraría que es muy probable que ocurra, y que si el político quiere mantener la paz social y, en consecuencia, el poder, tendría que adoptar una serie de medidas para desactivar tal situación. Medidas que pueden ser de muy distinto tipo, pero que seguramente la más adecuada sería plantearse en serio de una vez la solución justa de este tema (en la que no voy a entrar ahora aunque prometo un post próximo) y de otros semejantes.
Por su parte, Francisco Suárez nos diría que en una sociedad en la que está instituido un poder legítimo deben respetarse necesariamente las normas emanadas de ese poder, porque de otra manera no podrá conservarse la paz y la justicia que garantiza ese Estado. Respetar las normas, incluidas las que no se derivan directamente de la ley natural, es un deber de conciencia. Sólo cuando ese Estado sea incapaz de garantizar ninguna justicia por ser intrínsecamente perverso entonces estaría justificada la violencia. Creo que todavía estamos muy lejos de eso en España, afortunadamente.
La conclusión, por tanto, es hacer caso a los dos: cambiemos la ley, pero respetando las normas, por favor.
Hola: Usted se reune con quien quera y cuando quiera, y me parece profundamente bien (no me voy a poner yo ahora con la regla de medir el grado de democracia de las cosas; sinceramente me parece irrelevante o casi inútil).
Lo que he leído hasta ahora, habla de vías que los representados tengan para comunicarse y controlar a sus representantes, y se habla de vías establecidas democráticamente. Hay, afortunadamente muchas democracias y, salvando algunos ejemplos, cuanto más años en su práctica, más perfeccionadas, por lógica.
Me encanta, repito, que Usted se reúna con colectivos y que incluso me conteste un mail si se lo envío. Pero me encantaría más que hubiera mecanismos para que eso ocurriera por derecho de representantes y representados.
Tampoco estaría mal, ya puestos a medir el grado de democracia de actitudes, personas y organizaciones, que se calificase el grado democrático de los incumplimientos sistemáticos de los programas de los partidos políticos.
Saludos
Ciertamente: El respeto ha imperado en toda la ristra de mensajes y es muy bueno que así sea. Los TODÓLOGOS deberían aprender de estos ejercicios blogueros y CALENTAR menos el ambiente porque ESCRACHE, protestas mineras, manifestaciones varias, acampadas y todos estos indicios del cocer de la olla, son señales claras de que la temporada 1.0 se acabó; de que lo pasado no sirve, sea más o menos democrático; de que hemos de profundizar en la democracia y perfeccionarla. NO violentarla ni violentarnos. Pero por DIos: PARTICIPAR; hacer algo cada día por nuestro país, incluso hacernos políticos para desplazar a los que lo hacen mal. Ganarán más adeptos nuevos políticos con ideas y mentes más abiertos, que caceroladas y algazaras o algaradas varias, que entiendo de todas formas porque si se calienta una olla ésta siempre hierve.
Semántica, por favor, semántica.
Estamos hablando de “acoso físico” y los batasunos son maestros en colar su semántica.
Gracias por su comentario, Pedro. No me incomoda saber que el Sr. Presidente, el Sr. Ministro del Interior y yo, al fin coincidimos en algo. Le confieso que no pensé que llegara ese momento 😉 Bromas aparte, responderé directamente a su insinuación diciendo que no soy del PP ni aspiro a serlo, pero es que del Sr. Presidente y del Sr. Ministro del Interior me siento particularmente lejos en lo político. En fin, que me falta poco para empezar cada mañana deseando los “buenos días, a pesar del gobierno”, como mi admirado Dr. Rodríguez Braun. Eso no significa que no tenga buenos amigos dentro del PP, a los que espero no ver nunca sometidos a un escrache.
Entiendo de su comentario que ud. quisiera que los responsables de la corrupción y las malas políticas pagasen sus culpas, con escrache o como fuese. Le comprendo perfectamente, a mi también me gustaría que los culpables pagasen, pero es mejor que paguen dentro de la legalidad, juzgados con garantías y condenados por un tribunal de acuerdo con unas penas tipificadas por ley. Que les juzgue, condene y castigue una plataforma ciudadana me da un miedo enorme.
Creo que la literalidad de lo citado por Valdelomar deja más márgenes de duda que sus conclusiones. Otras cuantas citas más y se podría argumentar lo contrario. Y es absurdo que en sus conclusiones el reverso a la democracia sea el totalitarismo. O absurdo o barato.
Todo tipo de movimientos que se consideran parte de la historia de la democratización (cartistas británicos, antiesclavistas americanos, sufragistas…) han presionado a los representantes interpelándoles antes de votaciones clave. Precisamente, reconocer la centralidad del parlamento y exigir responsabilidad a los parlamentarios, por el hecho de serlo, es ahondar en una forma de entender la democracia. Pedir relación con los electores potenciales, y discusión en vivo con quien no está de acuerdo, en vez de disciplina de partido, puede ser una vía válida para superar problemas de nuestra actual democracia, y mejorarla.
Gracias Fernando. Este blog siempre ofrece un ámbito de discusión excelente, con participantes que tienen mucho que decir, y que aportan perspectivas muy interesantes con sus comentarios. Es siempre un placer conversar en HayDerecho.
Lo siento discrepo totalmente de la entrada y debo, en justicia, utilizar los mismos términos contra el que se han vertido contra la PAH. El post no traslada una reflexión sino una justificación forzada para atacar la protesta ciudadana. Niego la mayor del mismo, la PAH no se apropia ni se siente representante de una determinada mayoría. Sobre tal falacia se construye la justificación y como tal se desmonta. La PAH habla en esos textos de una mayoría social a la que le repugna la actual situación en relación a los desahucios. Yo creo que tal sentir mayoritario existe. Según el autor debo ser un totalitario por ello y por querer que se cambie algo que entiendo injusto. Hecho en falta en el “análisis” el examen del protocolo creado por la PAH para sus escraches, algo para mi obligado en una reflexión como esta. Y cojo ideas ya dichas, como la de quien a citado a Maquiavelo. Llevo años observando como se repudia nominativamente que el fin justifica los medios, por los misma que no tienen ningún reparo en llevarlo a la práctica (le ha traicionado su subconsciente en la respuesta que ha dado a quien le ha señalado lo de los escraches de ls antiabortistas). Por cierto, ni firme la ILP ni he asistido a escrache alguno. Espero no haber ofendido a nadie.
Gracias por su comentario, Luis. La verdad es que no, no lo creo. Alguien que se presenta diciendo “Yo represento al Pueblo, tengo en mi mano una reforma legal que es la única posible y aceptable, y tú, que eres un asesino, tienes que arrepentirte y aceptar mi reforma o de lo contrario serás castigado” no está iniciando un diálogo democrático, sino todo lo contrario. Aunque de verdad la ILP fuese una reforma ideal, no se puede tolerar que alguien actúe en esos términos.
En cuanto a su comprensión hacia el fenómeno, permítame insistir en lo dicho en otras respuestas: la PAH no es “la ciudadanía”, es una plataforma ciudadana, con directrices y estrategia, y los escraches no son manifestaciones espontáneas de indignados, sino actos organizados de acuerdo al plan que se especifica en los textos referidos. Tanto para defenderlos como para criticarlos, tenemos que tener muy claro de qué estamos hablando.
Qué bonito sería que se CUMPLIERA la jurisprudencia del mandato parlamentario individual y no en grupos parlamentarios. Qué cambio sustancial sería que cada diputado votara según su conciencia.
¿Se acuerdan de Lincoln la película?
Copio literal de este blog”La película muestra de forma muy gráfica sus maniobras, no todas demasiado ortodoxas, para conseguir los escasos votos que le faltaban para que la Cámara de Representantes aprobara la 13ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América, que abolía definitivamente la esclavitud. El Congresista Stevens (fantásticamente interpretado por el gran Tommy Lee Jones), uno de los protagonistas del debate parlamentario, lo resume con maestría: “es la medida política más importante del siglo XIX aprobada gracias a la corrupción organizada por el hombre más puro de América”. Pero todo ello no obedecía a razones espúreas, como las que mueven hoy en días a nuestros esperpénticos “Bárcenas” locales, sino a la búsqueda de un fin superior: que la esclavitud quedara abolida en la Constitución, lo que confería a la abolición un carácter histórico y definitivo”
http://hayderecho.com/2013/02/24/lincoln-y-los-secesionismos-un-ejemplo-de-integridad/
Gracias, FBR. No dejemos que nos destierren la razón: hoy en día hace tanta falta como siempre, si no más.
Como dije al principio del artículo, no es mi objetivo reflexionar sobre la ley hipotecaria o la dación en pago, sino sobre el escrache como medio para conseguir un fin determinado, al margen de que ese fin pueda ser justo. No creo que el escrache sea un síntoma, aunque si lo es su grado de aceptación y de comprensión. En efecto, si la situación fuera diferente es posible que el escrache no tubiera una acogida tan favorable, y sus promotores no lograran una escalada tan rápida.
Sin duda los ciudadanos tenemos derecho a indignarnos y a exigir respuestas a los políticos, pero debemos evitar que alguien utilice nuestra indignación para fines que van en contra de nuestros intereses.
Gracias Rodrigo. Los británicos siempre presumieron de haber llegado a la democracia igual que los franceses, pero sin necesitar ninguna guillotina. Confiemos en que es posible resolver los problemas sin cortar cabezas.
Gracias por su comentario, dpcereza. He añadido en el artículo los enlaces a los textos originales de la PAH, precisamente para que pueda comprobarse que las frases extraidas no alteran el sentido de los mismos, sino que solo lo resumen. Hay que manipular mucho esos textos para lograr que digan lo contrario de lo que realmente dicen.
En cuanto al uso del término “totalitarismo”, lo he justificado en el comentario http://hayderecho.com/2013/04/05/escrache-y-democracia/#comment-16108
Lo que vemos en la estrategia del escrache no es una mera interpelación a políticos, sino una imposición acompañada de amenazas. No se invoca su conciencia, no se quiere convencer, sino obligar. Y quien busca ganar votaciones a base de amenazar a los votantes, no puede ser considerado demócrata bajo ningún concepto.
Gracias por su comentario, Alfredo. A mi, desde luego, no me ha ofendido. Dice ud. textualmente: “La PAH habla en esos textos de una mayoría social a la que le repugna la actual situación en relación a los desahucios. Yo creo que tal sentir mayoritario existe.” Está usted en su derecho a creer que esa mayoría social existe. Pero aunque esa mayoría exista, no supone un respaldo para las acciones que decida tomar la PAH, porque esa mayoría no ha nombrado a la PAH su representante en ningún momento.
La PAH dice en uno de sus textos: “En caso de no recibir respuesta afirmativa, entenderemos que su partido renuncia a escuchar la voluntad de una incontestable mayoría”. ¿La ILP es la manifestación de una incontestable mayoría? En absoluto: la ILP está respaldada por 1.402.854 firmas, que son muchísimas, pero no son “una incontestable mayoría”.
Pero incluso si la ILP tuviese 20 millones de firmas, seguiría sin dar derecho a la PAH a condenar a los diputados a que “no puedan vivir de forma impune”. Los ciudadanos que han firmado la ILP no le otorgan ese derecho a la PAH. En realidad, no pueden otorgárselo.
Ud. no es totalitario porque piense que la ley hipotecaria es injusta, ud. sería totalitario si dijese que yo tengo la obligación de pensarlo también, y que merezco ser castigado si no lo pienso. Y no uso la palabra “totalitarismo” por usarla, es que es la palabra adecuada.
Isidro, intentaré deshacer la contradicción aparente: creo que la sociedad en general está mucho menos radicalizada de lo que podría parecer. Sin embargo, sí que hay más comprensión hacia los extremistas, a los que se justifica por la mala situación actual. Y los extremistas utilizan esa excusa para incrementar el nivel de violencia, pretendiendo a su vez que es una violencia que nace de la sociedad, llevada a una situación límite. En realidad, es nuestra comprensión la que da alas a los extremistas.
No hice referencia a la guerra civil como riesgo a corto o medio plazo, sino como respuesta al comentario de Antonio de que la gente no es tonta y sabrá detener la escalada de violencia antes de que se extralimite. La experiencia nos dice que no funciona así: las actitudes totalitarias hay que denunciarlas y frenarlas en cuanto aparecen, no engañarse pensando que pueden ser útiles y que ya se impedirá que crezcan demasiado.
Discrepo de la premisa de su artículo. Tal como han señalado otros comentaristas, el escrache se produce en un momento determinado, en ambiente político, social y jurídico muy concreto. No se pueden obviar las circunstancias políticas, sociales, económicas, jurídicas, sistémicas en las que se genera.
Se han agotado las vías legales, todas las opciones incluso con apoyos impensables hace no mucho tiempo. Ciento y no se cuantos jueces denunciaron lo injusto de la Ley Hipotecaria. Cierto, una minoría. Los demás, cumplen “la ley”, son meros ejecutores y duermen tranquilos.
El Tribunal Europeo confirma que es una legislación abusiva. Vaciar de contenido esa valoración, vaciando ded contenido la sentencia, “pasteleando”, ofende. ¿Acaso la ley no debe proteger al más débil? Y, ¿acaso no sabemos, por experiencia, que en España se conculcan cotidianamente todas las “buenas intenciones” básicas como la “Carta de derechos de los ciudadanos ante la justicia”, los derechos constitucionales, que los colegios profesionales de abogados y/ó procuradores funcionan como lobbies/sindicatos y no defienden a los ciudadanos, que el CGPJ y el Defensor del Pueblo ante cualquier reclamación “echan balones fuera”, respondiendo a las reclamaciones con respuestas robot sin entrar en los contenidos de las mismas y sin atenderlas realmente….. Eso por no volver a incidir en honorarios, amenazas de costas y tasas judiciales.
¿Qué alternativa queda a los ciudadanos cansados de escribir, protestar, presentar reclamaciones no atendidas….. ante el poderío y la soberbia de quien podía y debería tomar partido y si inhibe? Esta es la realidad cotidiana. ¿Cómo no desear un escrache? ¿Cómo no desear diez, veinte, cien ó miles de escraches ante tanta falta real de democracia, tanto abuso y tanta falta de opciones reales para defenderse? Insisto, el escrache no se produce en un ambiente neutro de laboratorio sino en un entorno social, económico, político y judicial muy concreto. Y solo puede analizarse como fenómeno en ese contexto. Todo lo demás es trampa e ideología. Hablamos de personas, de hombres, mujeres, niños reales con ó sin posibilidad de volver a empezar, de traumas, de vidas truncadas. Por favor, no aceptemos la supuesta pureza de la razón que tantos monstruos ha creado……. Seamos realistas, seamos sinceros, seamos humanos.
Uno de los primeros astrónomos profesionales de este planeta dijo, allá por el S.XVIII, eso de: Cuando los que mandan pierden la verguenza, los que obedecen pierden el respeto
Una conclusión muy lógica la del señor astrónomo, para la que ni se necesitan estudios en Berkeley, ni investigaciones en Hardvard. ¿Que usted no quiere escraches? Yo tampoco. Pero de la misma forma tampoco quiero que ladrones profesionales hagan colusión, ni que estafadores de primer orden hagan parecer lícito lo ilícito, o legal lo ilegal. Debo ser yo como el Maquiavelo que cita el señor Tena, ya que también pienso que lo que ahora nos parecen malas artes provienen de artes peores. Porque recordemos que el escrache es un efecto de algo previo. Esto es como lo de los empresarios de esas empresas que están quebrando mientras ellos han ido aumentado sus patrimonios. Pues sí la Ley no permite hacer nada, al menos tendrá que ser lícito que la gente les recuerde sus mierdas de gestiones. Digo yo.
Recodarle también al señor Rodrigo Tena, que cambiar la Ley respetando las normas es complicado cuando muchas de esas normas han sido tejidas con una finalidad bien alejada de lo lógicamente lícito o del deber ser, pues sería caer en una pescadilla jurídica que no deja de morderse la cola y que aunque esa senda deba de ser la correcta, muchas veces adquiere tintes tan surrealistas como pueda ser el Derecho administrativo español.
Yo no sé si es que esperan que después de todos los titulares de estos dos últimos años, además la gente aplauda… o esté sentada tranquilamente viendo cómo los señores políticos “arreglan” el país.
De todas formas, y quisiera dejar claro esto, para no caer en el típico cinismo fácil: los políticos son un reflejo de lo que somos todos, no nos engañemos. Que aquí muchos han cerrado el pico y agachado el cuello cuando las vacas estaban gordas. Así que, para ser justos, todos tendríamos que tener un escrache en el portal, unos con una o dos personas, otros como los conciertos del Vicente Calderón.
Aquí no hay más solución que mejorar el sistema, porque es a todas luces una chapuza. Los anglosajones nos dan doscientas mil vueltas. Y eso que a ellos lo que les encanta es el fútbol y la cerveza.
Gracias por su comentario, KC. No quisiera repetir demasiado los argumentos ya empleados en respuestas anteriores. No obstante, sí insistiré al menos en que los escraches no los organiza “la gente”, no son manifestaciones espontáneas de ciudadanos independientes. Están organizados por la PAH, siguiendo un plan que está bien especificado en su propia documentación.
Me asalta una pregunta: ¿Ha habido violencia en algún escrache de los realizados hasta ahora?. Lo pregunto por que lo ignoro, y por que se ha acusado en algunos comentarios de su uso.
Y si no la ha habido, ¿cuales son los límites dentro del escrache?, ¿cuales de las acciones que recoge con legales o ilegales?.
Y finalmente, me gustaría hacerle al autor otra pregunta: ¿Que opina del Cobrador del Frac?. Lo digo porque, encuentro en el mismo igual finalidad señalatoria que en el escrache y, que yo sepa, es legal, es más, no he oído nunca a ningún político quejarse de ello, y todos los argumentos contra el escrache los encuentro igualmente aplicables en dicho caso.
Que conste que a mí, personalmente, también me genera muchas dudas, y que en realidad no soy nada partidario del “se lo merece”, pero es que nunca entenderé ese afán político de mantenerse a toda costa y disfrazarlo de “cumplimiento del deber”, más parecería que les va algo “personal” en ello.
Es muy interesante su pregunta, FBR. Si aplicamos los puntos de análisis de mi artículo al Cobrador del Frac, veremos que hay fuertes diferencias.
En primer lugar, la representatividad: el Cobrador del Frac no pretende representar a la ciudadanía ni a una mayoría social, sino que sólo representa a su cliente, el acreedor concreto que quiere cobrar su deuda.
Respecto al segundo punto, lejos de criticar una ley, el Cobrador del Frac sigue las directrices legales escrupulosamente (de lo contrario, corre el riesgo de ser él quien se vea en problemas). No pretende ningún cambio político, social ni legal, sino que su objetivo es simple y concreto: cobrar una deuda.
Respecto al tercer punto, el Cobrador del Frac sigue las instrucciones de su cliente (en ese sentido es un verdadero “representante”) por lo que sus posibilidades de negociación será las que le permitan (si acaso le permiten alguna). Su objetivo, obviamente, será la devolución completa de la deuda.
En el cuarto punto tenemos una diferencia sustancial: el Cobrador del Frac no “acusa” al deudor, no se convierte en su juez: el deudor lo es de hecho, y no sufre la persecución del cobrador por pertenecer a un grupo determinado, por tener una ideología concreta o por su voto en tal o cual elección. El Cobrador del Frac no “elige” a sus objetivos, se los indican, y sus objetivos concretos lo son porque tienen deudas concretas con los clientes del cobrador.
En el quinto punto es donde encontramos las verdaderas similitudes. Si bien no se trata de un “castigo” propiamente dicho, la actividad del Cobrador del Frac se parece mucho a lo que expresa la PAH en su frase “no puedan vivir de forma impune y sientan la incomodidad en sus actos cotidianos”. Pero el Cobrador sí está acreditado para aplicar esta presión: le acreditan su cliente y la legislación vigente.
En definitiva estamos ante un instrumento (el Cobrador del Frac) que es utilizado por un ciudadano en concreto (el acreedor) contra otro ciudadano concreto (el deudor) por una causa concreta (la deuda), en el marco de una regulación legal clara. Yo creo que se parece muy poco al escrache.
Yo creo que, efectivamente, con el cobrador del frac hay bastantes diferencias, cuantitativas y cualitativas, pero especialmente una que me parece fundamental: en el caso del cobrador del frac sólo están interesados el acreedor y el deudor, porque se trata simplemente de cobrar o no. Pero en el caso de los escraches el resto de la ciudadanía está muy interesada en que los políticos decidan por convicción (o por intereses) pero no por coacciones de un grupo que dice representar a la mayoría de la nación. Es que en eso consiste el fascismo precisamente.
Pero los actos realizados, el señalamiento público, la persecución pública, el hostigamiento…, ¿no son el mismo en un caso que en otro?. Por supuesto me refiero a niveles “normales”, no digo ya en reuniones familiares, con niños, con violencia…., por que en lo que yo he podido ver por televisión, se limitan a “estar ahí”, con carteles y demás fanfarria.
Entiendo lo que me quieren decir de la diferente motivación, pero, si yo grito en plena calle para llamar a un amigo que está lejos o grito por que me da la gana, desde el punto de vista legal ¿que diferencia existe?.
A lo que quiero llegar con todo esto es que me parece que el único problema que esconde toda esta polémica (por ahora, a la espera de que el nivel no suba), es que se trata de “políticos”. Ese señalamiento en mayor o menor nivel lo realizan ellos mismos; por ejemplo Montoro con sus acusaciones públicas a los actores, a las bancadas de la oposición (desde su puesto de Ministro de Hacienda, por supuesto), o esa pretendida ley de publicidad de grandes defraudadores al fisco.
Hace poco en un post en esta página, sobre casos de corrupción, algunas personas indicaban el gran problema de la sociedad española, que trata con “normalidad” a los sabidos corruptos, y un contertulio mismamente señalaba que estando en un restaurante al notar que coincidía con Barcenas, optó por levantarse haciendo ver su animadversión hacia dicho sujeto.
En definitiva, se trata de hacer ver un “no me ajunto”, público y notorio, con búsqueda de una publicidad.
Yo sigo teniendo mis dudas sobre acciones de este tipo, pero lo que no llego a entender es que casualmente sean ahora tan importantes, cuando precisamente les ha tocado a “ellos”. (Nótese que cada vez es más frecuente en nuestro lenguaje hablar de “ellos y nosotros” cuando nos referimos a los políticos, señal inequívoca del enorme distanciamiento e irepresentatividad; esto si que es grave)
Me asalta una pregunta: ¿Ha habido violencia en algún escrache de los realizados hasta ahora?. Lo pregunto por que lo ignoro, y por que se ha acusado en algunos comentarios de su uso.
Y si no la ha habido, ¿cuales son los límites dentro del escrache?, ¿cuales de las acciones que recoge con legales o ilegales?.
Y finalmente, me gustaría hacerle al autor otra pregunta: ¿Que opina del Cobrador del Frac?. Lo digo porque, encuentro en el mismo igual finalidad señalatoria que en el escrache y, que yo sepa, es legal, es más, no he oído nunca a ningún político quejarse de ello, y todos los argumentos contra el escrache los encuentro igualmente aplicables en dicho caso.
Que conste que a mí, personalmente, también me genera muchas dudas, y que en realidad no soy nada partidario del “se lo merece”, pero es que nunca entenderé ese afán político de mantenerse a toda costa y disfrazarlo de “cumplimiento del deber”, más parecería que les va algo “personal” en ello.
Hecho a faltar en el artículo un enfoque sobre la legalidad de los escraches … es legal el escrache?
Estamos en el lugar adecuado para esa pregunta: a fin de cuentas, este es un blog de juristas 🙂 No me atrevo a meterme en ese “jardín” con tantos verdaderos expertos mirando: seguro que alguno nos dará las claves. De hecho, creo que se está preparando un post al respecto.
Otra pregunta interesante, incluso más que la que usted sugiere, sería, ¿es lícito? Porque ya sabemos lo que es la legalidad hoy día……………………. ¿NO?
Hecho a faltar en el artículo un enfoque sobre la legalidad de los escraches … es legal el escrache?
La entrada me parece una colección de falacias expuestas a medias y ayunas de razonamento riguroso.
El presupuesto sobreentendido que no se hace explícito es que los ciudadanos, por sí mismos, no son nadie ni tienen maś derechos políticos que el de votar la lista A o la lista B. Y callarse el resto del tiempo. Y, por principio, son sospechosos.
Si nos creyéramos que los representantes políticos son realmente nuestros mandatarios, y que el gobierno está para servirnos, todo el argumentario de la entrada se pondría él solo cabeza abajo.
Si yo me tropiezo en la calle con alguien que me ha hecho una canallada, me ha engañado, me ha cobrado un servicio y no me lo ha prestado, etc.,… y por más que intento que se ponga al teléfono no se pone, ¿Por qué sería reprochable que lo aborde y le reclame (incluso a gritos) que me resarza o que haga lo que debe? Y si sé donde vive ¿por qué no voy a ir a su casa a exigirlo, ya que no hay otra forma de que me haga caso?
Aqui se razona como si los representantes políticos no debieran nada a sus representados, y como si no hubiera ningún vínculo o ningún deber de aquello para estos.
La comparación frecuente con cualquier tipo de acoso verbal hecha a personas con las que simplemente no estamos de acuerdo, o hacia las que sentimos hostilidad, está mal hecha y es torticera, por ese motivo.
Otra cosa es que se usara la intimidación con violencia. Pero resulta que eso no se ha hecho.
Los represnetantes y gobernantes tienen obligaciones con los ciudadanos. Si no les gusta que se las recuerden en público y les abochornen, pues es su problema. Seguramente tampoco les gusta que una nube de reporteros les aborde para preguntarles cosas comprometidas, pero por alguna razón. eso no es antidemocrático, y si no se llevan cámaras ni se cobra de un medio, entonces sí lo es…
Lo dicho, el punto de partida de esta entrada es que todo ciudadano es un probable delincuente y toda acción política suya probablemente un motín…
Y asi es como vamos a regenerar la democracia y devolver a los ciudadanos alguna forma de control sobre sus representantes… pues vamos bien.
El problema Aloe es si se llega a faltar al respecto. Yo entendería que a veces, fruto de la desesperación, uno tenga la boca caliente. Pero una cosa es eso y otra es que se hiciera de manera sistemática o que incluso se llegase al acoso. Yo creo que eso es lo importante.
¿Cual es el problema legal y constitucional de faltarle a alguien al respeto?
Me parece que ninguno. Y aquì se habla de totalitarismo y conducta antidemocrática. Nada menos.
Si la falta de etiqueta o las formas rudas o la falta de respeto son contra los derechos democráticos y merecen castigo, prohibición, etc., , que vayan dimitiendo y pasando por comisaría todos los cargos públicos y de los partidos, todos los presentadores y productores de telebasura, la mitad de los blogueros y periodistas, la cúpula de la policía, Arturo Fernandez y asi sucesivamente. Y luago ya si eso hablamos.
O resulta que todo el que tiene un micrófono, un coche oficial o un sueldo público tiene bula para faltarnos al respeto y faltárselo entre sí, pero los ciudadanos de a pie, si quieren ejercer de tales, se miden por otra vara…
Estimada Aloe, esto es acoso físico y moral.
Exactamente igual que otros acosos que el ordenamiento jurídico trata de evitar que se produzcan.
Se entiende muy fácilmente cuando se ha vivido lo mismo por parte de las huestes batasunas. Una amable misiva invitándote, como patriota que eres, a contribuir a la causa nacional con una modesta cantidad cuya entrega se aceptará con lágrimas en los ojos al otro lado de la muga. De estas en Navidades se recibían a miles.
Otro ejemplo real: cuando José Ramón Recalde recibió un balazo en la mandíbula y sobrevivió, los batasunos esa misma noche se plantaron en Alderdi Eder, frente a su esposa, hijos y amigos para pedir, amablemente que se les devolviera la bala.
Acoso.
Ellos lo saben perfectamente y por lo mismo cambian el nombre.
Lo interesante será ver por dónde sale el sistema para no exhibir contradicciones adicionales.
Legal y constitucional ninguno, pero moral y de coherencia sí.
¿Cómo te puedes quejar de que los políticos te putean si tu te dedicas a hacer lo mismo?
No se, pero o me parece muy inteligente quejarse de la “violencia política” mediante el uso de la “violencia verbal de manera sistemática”. Prácticamente estás deslegitimando el mensaje que quieres hacer llegar y beneficias a tus oponentes políticos.
A veces, por tener la razón, defiendes lo indefendible.
Y antes de que vayas a contestar, lee mis mensajes anteriores, a ver si me vas a poner en contra de los escraches cuando no lo estoy. Que ya te veo venir 😉
Aloe, su respuesta tiene mucha “miga”. La verdad, me cuesta trabajo creer que pueda ud. haber sacado todas esas conclusiones de mi escrito, pero en cualquier caso, voy a intentar aclarar algunos extremos.
De entrada, dice ud.: “El presupuesto sobreentendido que no se hace explícito es que los ciudadanos, por sí mismos, no son nadie ni tienen maś derechos políticos que el de votar la lista A o la lista B. Y callarse el resto del tiempo. Y, por principio, son sospechosos.” Mire, es imposible que ese sea el presupuesto sobreentendido, ya que estoy absolutamente en contra de semejantes afirmaciones. ¡Por supuesto que el ciudadano es alguien! ¡El ciudadano es el principal sujeto de derecho en una democracia!. Y coincido con ud. en que la forma en que está organizado nuestro sistema relega al ciudadano a un papel mucho más secundario del que debiera. ¡Por supuesto que el ciudadano no debe callarse! Y, ante todo y sobre todo, el ciudadano no es, por principio, sospechoso. No lo debe ser. Y el ciudadano diputado tampoco tiene que ser por principio sospechoso. Porque el político, no lo olvidemos, también es un ciudadano.
Pero es que la PAH no es “el ciudadano”, la PAH no representa al “ciudadano”: la PAH es una plataforma de ciudadanos, y como tal tiene derecho a manifestarse, pero no tiene derecho a erigirse en representante de la “mayoría social”, a decidir lo que está bien y está mal, a juzgar y condenar a quien considera que no se comporta como es debido, y a aplicar el castigo que considere oportuno. ¡De ninguna manera la PAH tiene esos derechos, nada ni nadie se los ha otorgado!
A continuación, plantea ud. un caso hipotético que me parece muy interesante, y que reproduzco literalmente: “Si yo me tropiezo en la calle con alguien que me ha hecho una canallada, me ha engañado, me ha cobrado un servicio y no me lo ha prestado, etc.,… y por más que intento que se ponga al teléfono no se pone, ¿Por qué sería reprochable que lo aborde y le reclame (incluso a gritos) que me resarza o que haga lo que debe? Y si sé donde vive ¿por qué no voy a ir a su casa a exigirlo, ya que no hay otra forma de que me haga caso?” En su ejemplo, ud., individuo, se cruza con alguien, otro individuo, que le ha causado un mal (o ud. considera que le ha causado un mal). Tenemos dos individuos concretos y una causa concreta que afecta a ambos. Aquí no hay ninguna falacia de representatividad, no hay estrategia ni plan preconcebido, no hay juicio arbitrario, no hay castigo discrecional; solo hay un conflicto y dos partes. Eso no es lo que ocurre en un escrache. Su caso se parece al del cobrador del frac, que hemos tratado unos cuantos comentarios más arriba.
Por cierto, en su ejemplo, su reacción podría ser constitutiva de delito: el rol de víctima no le da a ud. derecho a reaccionar a su antojo.
Señor Manu Oquendo: la comparación con Batasuna es tremendamente abusiva (y podría calificarse igualmente de acoso, si aplicáramos la misma vara de medir a todos que se quiere aplicar aquí solo a unos), por la muy evidente razón de que NO HAY DETRÁS ninguna amenaza de muerte ni de atentado, ni de nada. Como yo he tenido familiares directos amenazados por ETA en los peores años, sé de lo que hablo: de cambiarse de trabajo y dejar tu pueblo, de mirar en los bajos del coche cada día y de no atreverse a salir con tus hijos. Usar esa comparación para criminalizar algo completamente distinto está mal. Más arriba se ha comparado esto con El Cobrador del Frac, lo cual es ciertamente mucho más parecido en todo: en los dedios y en los fines.
Señor Valdelomar: Un grupo de ciudadanos no tiene que tener un mandato de representatividad de todos o de una mayoría para tener derecho a ejercer una acción política.
NO le hace ninguna falta, legal y constitucionalmente hablando, y, que la tenga mayor o menor, puede ser relevante en un sentido (darle mucha o poca importancia a efectos prácticos) pero no es relevante en absoluto en otros (que tengan más derecho o menos derecho).
Los ciudadanos no es que estén relegados a un papel “mucho más secundario del que debieran”: es que se han (nos hemos) visto arrinconados hasta el punto de que nuestros derechos se han ido reduciendo a:
a) votar la lista A o la lista B, que un comité de listas ha perpetrado, y que produce unos “representantes del pueblo” que representan en la práctica a la cúpula de su partido, punto.
b) manifestarnos de vez en cuando en la calle, siempre que la Delegación del Gobierno nos dé permiso (perversión del derecho constitucional que va colando como buena más cada día), siempre que sea por determinadas calles y no por otras, y siempre que la policía tena a bien no identificarnos para multarnos (lo que va siendo tamboén moneda corriiente). Camino de ser Marruecos, vamos…
Entonces algunos ciudadanos se inventan una forma de protestar y presionar, para recordar a los cargos electos o gobernantes cuales deberñian ser sus obligaciones y ver si se averguenzan, y resulta que eso es totalitario… ¡porque es de mala educación y embarazoso para los escarnecidos!: ¡toma, pues claro! En eso consiste una acción política de protesta real.
¿Dice algo la Constitución de buena educación y etiqueta? ¿Hay algún modo de protesta real y no ritual que no moleste?
La comparación que yo hacía es porque, a mi modo de ver, se trata de algo análogo. De recordar a nuestros presuntos mandatarios: “Oiga, usted nos debe algo: está ahí para hacer un trabajo, y no lo está haciendo, póngase a la tarea inmediatamente”.
Si yo me dedico a presionar y escarnecer públicamente a mi vecino incivico, hago mal porque puedo: primero, hablar con él, y segundo, pasar a mayores y denunciarle. (Y en último caso, cambiarme de casa si no puedo soportarlo, por duro que sea). Pero este caso: no se puede hablar con ninguno de ellos directamente, y no cabe denuncia. Y sí, nos podemos ir de España, pero España es nuestro país.
Si yo me dedicara a insultar públicamente, acosar, etc., a personas que considero enemigos ideológicos, raciales, religiosos o cualquier otra locura que se me ocurra, estaría atacando su libertad.
Pero resulta que este caso es otro, y no ese, y por eso ponía yo como ejemplo el caso de quien tiene un vínculo y unas obligaciones conmigo, y me debe algo, está en falta.
Un carglo electo o un gobernante no son particulares (aunque sean ciudadanos). Tan NO SON meros particulares que tienen un montón de privilegios procesales, más la protección privilegiada de la policía. ¿A cambio de algo? ¿Quiźa de alguna carga correlativa..?
La entrada me parece una colección de falacias expuestas a medias y ayunas de razonamento riguroso.
El presupuesto sobreentendido que no se hace explícito es que los ciudadanos, por sí mismos, no son nadie ni tienen maś derechos políticos que el de votar la lista A o la lista B. Y callarse el resto del tiempo. Y, por principio, son sospechosos.
Si nos creyéramos que los representantes políticos son realmente nuestros mandatarios, y que el gobierno está para servirnos, todo el argumentario de la entrada se pondría él solo cabeza abajo.
Si yo me tropiezo en la calle con alguien que me ha hecho una canallada, me ha engañado, me ha cobrado un servicio y no me lo ha prestado, etc.,… y por más que intento que se ponga al teléfono no se pone, ¿Por qué sería reprochable que lo aborde y le reclame (incluso a gritos) que me resarza o que haga lo que debe? Y si sé donde vive ¿por qué no voy a ir a su casa a exigirlo, ya que no hay otra forma de que me haga caso?
Aqui se razona como si los representantes políticos no debieran nada a sus representados, y como si no hubiera ningún vínculo o ningún deber de aquello para estos.
La comparación frecuente con cualquier tipo de acoso verbal hecha a personas con las que simplemente no estamos de acuerdo, o hacia las que sentimos hostilidad, está mal hecha y es torticera, por ese motivo.
Otra cosa es que se usara la intimidación con violencia. Pero resulta que eso no se ha hecho.
Los represnetantes y gobernantes tienen obligaciones con los ciudadanos. Si no les gusta que se las recuerden en público y les abochornen, pues es su problema. Seguramente tampoco les gusta que una nube de reporteros les aborde para preguntarles cosas comprometidas, pero por alguna razón. eso no es antidemocrático, y si no se llevan cámaras ni se cobra de un medio, entonces sí lo es…
Lo dicho, el punto de partida de esta entrada es que todo ciudadano es un probable delincuente y toda acción política suya probablemente un motín…
Y asi es como vamos a regenerar la democracia y devolver a los ciudadanos alguna forma de control sobre sus representantes… pues vamos bien.
Me sangran las manos de tanto aplaudir. No creo que este asunto de los escraches se pueda explicar de una mejor forma: es totalitarismo puro y duro.
Si tan segura está Ada Colau y compañía que son mayoría frente a los 11 millones de votos del PP (o los 7 del PSOE) lo tiene muy fácil: en dos años que se presente a las elecciones. Si su suposición es correcta y son tan gran mayoría, arrasarán en las elecciones locales y autonómicas y, a los pocos meses, en las generales.
El gran problema de Ada Colau es que se cree superior moralmente a todos los demás y que ella tiene la razón absoluta. Por eso piensa que haga lo que haga, está totalmente justificado y es correcto. La tomaría mas en serio si los escraches se hicieran a políticos de todos los partidos, no solo a uno que, aunque no lo parezca, no estaba en el poder cuando se inició la crisis
Gracias por su comentario, milio. En efecto, esa “superioridad moral” que ud. comenta puede fácilmente convertirse en la premisa para la imposición, que es donde realmente empieza el totalitarismo.
Comprendo lo que quiere decir con su observación de que los escraches se dirigen solo contra un único partido. No obstante, no quiero dejar pasar la oportunidad de aclarar que todo mi planteamiento sería igualmente válido si el escrache lo sufriera cualquier otro partido, o todos ellos. El escrache, por su naturaleza totalitara, es reprochable se realice contra quien se realice.
Por último, creo que no debemos ceder a la tentación de personalizar demasiado el movimiento: Ada Colau no es la PAH, es sólo una de sus portavoces, probablemente una de sus líderes, pero estas plataformas pueden tener raices y conexiones difíciles de identificar a simple vista.
El caso es que el sistema, al ser arcaico y primitivo en sí mismo, genera paradojas/fallas de este tipo: sí, al partido X le han dado Y millones de votos. Con el sistema político representativo actual, que como digo es arcaico y primitivo (dentro de 20 años lo comprenderá usted, si tiene el gusto de poderlo ver, y ya ni se acrodará D’Hont), eso significa una especie de presunción de que esos Y millones de votos tienen que estar de acuerdo al 100% con todas los debates/decisiones del partido al que han dado el voto. Es una especie de absorción representativa que más que representación acaba siendo “usted déjenos hacer, que para eso nos ha votado”.
No, amigo mío, le aseguro que, en este tema concreto, los X millones de votos que tenga el partido Y que está en el Gobierno, son X-muchos (equis menos muchos), porque un voto no significa estar de acuerdo con todas y cada una de las acciones de un partido.
En el futuro, cuando el sistema de representación sea diferente, que lo será, este tipo de cuestiones serán mucho mejor reguladas porque, como digo, las decisiones serán tomadas de otra forma, no de la forma actual, con la que se tiende a todo tipo de -acias y no precisamente me refiero a democracias.
Que argumento tan simplista, que se presente a unas elecciones! Aquí rápidamente se reta a crear partidos o presentarse a unas elecciones. Vamos a ver, esa señora y su plataforma no tienen un programa de gobierno, no tienen un plan económico, no tienen un plan estratégico de seguridad exterior, no tienen un programa sobre sanidad o educación, no tienen un programa mil y un asuntos como sí lo tienen los partidos. Sólo tienen un programa sobre un aspecto de los millones que nos rodean a diario y ¿quiere que con eso se presenten a unas elecciones? Debe ser que usted no conoce lo que significan las asociaciones ni la acción ciudadana. Y es por personas como usted por las que estamos en este berenjenal. Personas que creen que una vez otorgado el voto uno debe callarse, no participar, no opinar, no aportar ideas. Personas que dicen que pasan de la política porque dicen que la política no aporta nada. Personas que creen que la sociedad civil debe estar supeditada al Gobierno y no al revés. Esa es la concepción tan deforme y falaz que abunda en nuestra sociedad. Y así surgen los problemas
Me sangran las manos de tanto aplaudir. No creo que este asunto de los escraches se pueda explicar de una mejor forma: es totalitarismo puro y duro.
Si tan segura está Ada Colau y compañía que son mayoría frente a los 11 millones de votos del PP (o los 7 del PSOE) lo tiene muy fácil: en dos años que se presente a las elecciones. Si su suposición es correcta y son tan gran mayoría, arrasarán en las elecciones locales y autonómicas y, a los pocos meses, en las generales.
El gran problema de Ada Colau es que se cree superior moralmente a todos los demás y que ella tiene la razón absoluta. Por eso piensa que haga lo que haga, está totalmente justificado y es correcto. La tomaría mas en serio si los escraches se hicieran a políticos de todos los partidos, no solo a uno que, aunque no lo parezca, no estaba en el poder cuando se inició la crisis
¿Acaso no hubo órdenes, instrucciones, consignas, etc, en la toma de la Bastilla? ¿Eso la deslegitima? ¿Era aquella masa de gente la mayoría del pueblo francés? ¿Ha sido o no ventajosa para la Humanidad, a largo plazo, la Revolución Francesa? ¿Puede reprocharse legitimamente su inicio bajo cánones propios del sistema político que está vigente hoy en España? Naturalmente que no estoy proponiendo que se repita un fenómeno tal en España hoy día, sino simplemente intentar hacer entender la situación general de descontento y exponer mis serias dudas sobre la eficacia de mantenerse en el ámbito de la más estricta legalidad, partiendo del conocimiento personal que tengo de la práctica imposibilidad de cambiar el sistema desde el propio sistema. Sería demasiado lento, y muy probablemente, me temo, un intento inútil.
Gracias por su comentario, Pedro. Me va ud. a perdonar, pero me siento totalmente incapaz de establecer una comparación entre la Revolución Francesa y el escrache. Creo que abre ud. un “melón” muy interesante, sobre el que se podría discutir largo y tendido. Tal vez en otro post 😉
Me permito, no obstante, recordarle que el mayor golpe que ha sufrido la actual ley hipotecaria viene del propio sistema: del Tribunal Europeo, ante una consulta realizada por un Tribunal Mercantil de Barcelona. Tal vez no deberíamos dar por sentado que los canales existentes sean totalmente inútiles.
Don Eduardo, claro que los canales inexistentes no son totalmente inútiles pero esos canales cada vez son más limitados y cada vez cuesta más conseguirlos. Además, por ejemplo en el caso de la sentencia de TJUE, tal sentencia ¿le da algún tipo de solución alguien que haya perdido su casa hace 2 o 3 años? Como queda claro en el artículo dedicado a este asunto en este mismo blog, las implicaciones retroactivas de dicha sentencia tendrán que ir viéndose con la respectiva legislación que habrá de aprobarse sobre el tema. Vamos, otra vez esperar, y durante la espera mucha más gente desesperada. Claro que en estos casos hay que abogar por la serenidad y la calma, pero a alguien que lo a perdido todo, pedirle calma y serenidad es como clavarle un puñal en el estómago, una larga e insoportable agonía
Al menos observo que su critica esta hecha desde el conocimiento de lo que la PAH publica, ya es algo, ya que la mayoria de las criticas que se nos hacen tienen como unico argumento “lo que dicen por la tele”.
Podria estar deacuerdo en parte del contenido si entendiese lo mismo que Ud. por una palabra que cita repetidamente “DEMOCRACIA”, pero ese es el principal problema , llama Ud. democracia a una dictadura encubierta de los mercados donde prevalecen los derechos de unos pocos sobre los de la mayoria. Donde se sacia la voracidad de los poderosos y la banca mientras se condena a la miseria y a la exclusion a decenas de miles de familias que lejos de ser una cifra tienen nombre y apellidos. Mire Ud. habla de totalitarismo de la PAH, pues si. Votar si a la ILP “de minimos” no se le olvide, es mejorable desde luego, supone que esas decenas de miles de familia recuperen la esperanza, y otras decenas de miles pierdan el miedo a perderla. Votar no a la ILP abocaria a la ruina a ¿quiza millones de personas en nuestro pais? No entrare en cifras pero es repugnante que ni una sola familia , NI UNA , sea victima de la especulacion de la banca y del sucio negocio de los mercados. No es que los miembros del congreso o del gobierno deban obedercer a los ciudadanos por que lo dice la PAH es que deben obedecer a los ciudadanos solo por el echo de serlo y porque son los que con su voto les colocan donde hoy estan y tienen la obligacion, cuanto menos moral, de hacer todo lo posible por asegurarles un futuro y una vivienda digna. Que menos podemos esperar de Uds.
Gracias por su comentario, Fernando. Antes que nada, en respuesta al “Uds.” con el que termina su post, debo aclararle que no tengo cargo público alguno ni milito en ningún partido. Soy lo que podríamos denominar un “ciudadano de a pie” puro y duro.
Algunas notas sobre su comentario:
– En mi artículo no he entrado a valorar la calidad democrática de nuestro sistema. De hecho, me considero muy crítico al respecto (no en el mismo sentido que ud., pero crítico a fin de cuentas). Lo que valoro es la calidad democrática del escrache. Y no creo que las carencias de nuestros sistemas justifiquen las de la PAH, al igual que los casos de corrupción no justificarían que yo entrase a robar en una joyería.
– Al decir que la ILP es un “acuerdo de mínimos” y valorar las consecuencias de votar sí o votar no, coincide ud. con las opiniones de la PAH. Y está en todo su derecho a coincidir. Pero habrá ciudadanos, y diputados, que no coincidan, y también están en su derecho de no coincidir. El problema viene cuando la PAH se considera con derecho a imponer su opinión y a castigar a los que no coincidan con ella.
– Los diputados no es que deban obedecer a los ciudadanos, es que son (o deberían ser) los representantes de los ciudadanos. Los diputados no tienen por qué obedecer a la PAH porque la PAH no representa a los ciudadanos. La PAH representa a sus miembros, única y exclusivamente.
Creo que es totalmente diferente hacer que un legislador se sienta observado por sus decisiones legislativas que afectan a una cuestión social y de justicia como es el dar la vivienda en dación en pago a atacar a una persona por sus ideas políticas. Siendo realistas es muy fácil legislar sin que te importe la sociedad cuando nadie sabe que eres tu quién tomo esa decisión y encima puedes disculpar tu conciencia con la disciplina de partido(si es que la tienes, recordemos que el 2% de la población tiene una personalidad psicopatica). ¿Por qué a cuantos diputados se les conoce por su nombre y cara de todos los que hay en el congreso? Por lo tanto no estoy de acuerdo con que se compare que se le diga en la calle que tu eres el que legislas y eres tu quién no permites la dación en pago con el atacar a alguien por sus ideas politicas. Porque es que no se apruebe la dación en pago lo que a mi me parace un atentado y abuso de los bancos contra el individuo, y observando esa injusticia y el abuso a la que son sometidos los ciudadanos al impedirles dar su vivienda en pago de su de deuda lo que me hace sentir que me parece normal que al legislador se le haga responsable de permitir semejante abuso y tropelia. El legislador pretende mantener un estado de semiesclavitud en el que el ciudadano no solo debe entregar su causa por su deuda sino además se mantiene una deuda cuando el banco decidio libremente conceder ese prestamo para adquirir ese bien inmueble. Si la actuación del escrache se limita a poner de manifiesto quién es legislador me parece perfecto, porque es muy facil joder la vida a mucha gente cuanto nunca los vas a ver la cara.
Estimados lectores: hemos superado ya los 100 comentarios, y noto que me estoy repitiendo en mis respuestas, de modo que voy a dejar de contestar ya a todos los comentarios que vayan surgiendo, a menos que crea que mi respuesta puede aportar algo nuevo. Por favor, no consideren mi silencio como desinterés: agradezco de verdad todos los comentarios, y sin duda cada uno aporta valor. Confío en su comprensión. Gracias a todos.
Por mi parte agradecer al Valdelomar su agradable intervención en las respuestas y darle como último consejo ( si me lo permite) que repase ensayos sobre lo legal y lo lícito, lo primero más bien resultado de la intervencion humana, lo segundo podríamos decir que un concepto totalmente iusnaturalista. Porque claro, aquí es muy fácil hablar de la Ley es tal o cuál, pero no olvidemos que la Ley es muchas veces una mera herramienta que pierde, muchas otras, toda su trascendencia.
A mí, que alguien legisle, por ejemplo, que los defraudadores deban pagar una multa menor que lo que han robado y además eso les pueda servir para atenuar otra posible pena, me parece tan absurdo y deleznable que por muy juristas que sean quienes se les haya ocurrido semejante chapuza, no me lo tomo jurídicamente en serio. Y aunque yo hubiera votado al partido Y, que es quien lo propone o modifica, seguiría pareciéndome una chapuza, porque mi voto no les da (o más bien no debería darle) legitimidad para hacer lo que les dé la gana.
Como digo, todo esto irá cambiando poco a poco, a medida que la chapuza representativa que actualmente tenemos como sistema político vaya mudando de piel.
Saludos.
Agradecer al autor el post y especialmente su paciencia y entrega en los dialogos subsiguientes. Sin tiempo (ni tino) para leerlos todos creo que el respeto que el autor pide, la ejecución de unas prácticas políticas sanas y tolerantes, es imprescindible pero llega tarde, no porque el se haya demorado sino porque la situación de saturación de los que pagamos la fiesta de los políticos hace tiempo que se desbordó, el silbido de la olla express sonaba por todo el espectro y mientras seguíamos asistiendo a gestos de cautela, timoratas explicaciones sobre las razones de la pésima gestión de los dineros públicos y una pésima capacidad de comunicación del gobierno de turno para sintonizar parcialmente con los saturados.
Me uno al agradecimiento al autor. Gracias por el esfuerzo y dedicación en los comentarios.
Se está diciendo que es posible que se estén moviendo los hilos desde el PSOE o quizás, IU. Es muy posible, pero tampoco nada seguro. Está claro que los escraches están organizados y debe ser desde la propia PAH. Que todos podemos dudar sobre si son “independientes” o están movidos en la sombra por el PSOE, allá cada uno lo que quiera pensar.
Lo que se ve es lo que podemos comentar sin confabular. Y lo que se ve es de dudosa moral democrática. Especialmente si partimos del veto a cualquier tipo de modificación a la ILP.
El acceso a una vivienda digna y adecuada es un derecho constitucional que viene siendo ignorado sistemáticamente por los poderes públicos desde la aprobación de la CE hasta llegar su extremo en la orgía de precios inalcanzables durante la burbuja.
Cierto es que esos poderes públicos estaban y están ahí por votación democrática. Pero eso no niega lo anterior: las políticas de vivienda han ido abiertamente contra el cumplimiento del mandato constitucional. Lo dijo hace años con estas mismas palabras un político tan alejado de radicalismos como Gabriel Cisneros.
Solo por ello los diputados – actuales y pasados – deberían asumir su parte de responsabilidad y las consecuencias que se derivan: cuando el pacto constitucional se rompe por uno de sus lados existe el riesgo de que se pueda romper también por otro. Otro tanto puede postularse en general del “pacto social” que señala que nadie va a verse condenado a la miseria.
Desgraciadamente la PAH no es quien expresa con claridad esta cuestión, que no es otra que la de acceso universal a al vivienda. Se circunscribe exclusivamente a los “afectados por la hipoteca” y solamente para ellos exige soluciones: http://afectadosporlahipoteca.com/manifiesto-pah/
En cierto sentido las reivindicaciones de la PAH no son más que la continuidad de la burbuja inmobiliaria, de la que los hipotecados formaron parte. Porque hay que hacer notar que si muchos se hipotecaron, muchos otros que necesitaban una vivienda no lo hicieron.
El escrache como forma de acción política traduce esta “exclusividad” de las reivindicaciones de la PAH y las disfraza de radicalidad. Tiene un gran parecido con la de los que compraron sellos, los que invirtieron en preferentes o las de un tal Harry Kakavas que ha demandado al casino que le permitió jugar hasta arruinarse.
Falta una pieza para completar este puzle. Las viviendas estaba obviamente sobrevaloradas; entonces ¿porqué no se persigue por estafa a los vendedores y a los tasadores?
Legal y constitucional ninguno, pero moral y de coherencia sí.
¿Cómo te puedes quejar de que los políticos te putean si tu te dedicas a hacer lo mismo?
No se, pero o me parece muy inteligente quejarse de la “violencia política” mediante el uso de la “violencia verbal de manera sistemática”. Prácticamente estás deslegitimando el mensaje que quieres hacer llegar y beneficias a tus oponentes políticos.
A veces, por tener la razón, defiendes lo indefendible.
Y antes de que vayas a contestar, lee mis mensajes anteriores, a ver si me vas a poner en contra de los escraches cuando no lo estoy. Que ya te veo venir 😉
¿Acaso no hubo órdenes, instrucciones, consignas, etc, en la toma de la Bastilla? ¿Eso la deslegitima? ¿Era aquella masa de gente la mayoría del pueblo francés? ¿Ha sido o no ventajosa para la Humanidad, a largo plazo, la Revolución Francesa? ¿Puede reprocharse legitimamente su inicio bajo cánones propios del sistema político que está vigente hoy en España? Naturalmente que no estoy proponiendo que se repita un fenómeno tal en España hoy día, sino simplemente intentar hacer entender la situación general de descontento y exponer mis serias dudas sobre la eficacia de mantenerse en el ámbito de la más estricta legalidad, partiendo del conocimiento personal que tengo de la práctica imposibilidad de cambiar el sistema desde el propio sistema. Sería demasiado lento, y muy probablemente, me temo, un intento inútil.
Aloe, su respuesta tiene mucha “miga”. La verdad, me cuesta trabajo creer que pueda ud. haber sacado todas esas conclusiones de mi escrito, pero en cualquier caso, voy a intentar aclarar algunos extremos.
De entrada, dice ud.: “El presupuesto sobreentendido que no se hace explícito es que los ciudadanos, por sí mismos, no son nadie ni tienen maś derechos políticos que el de votar la lista A o la lista B. Y callarse el resto del tiempo. Y, por principio, son sospechosos.” Mire, es imposible que ese sea el presupuesto sobreentendido, ya que estoy absolutamente en contra de semejantes afirmaciones. ¡Por supuesto que el ciudadano es alguien! ¡El ciudadano es el principal sujeto de derecho en una democracia!. Y coincido con ud. en que la forma en que está organizado nuestro sistema relega al ciudadano a un papel mucho más secundario del que debiera. ¡Por supuesto que el ciudadano no debe callarse! Y, ante todo y sobre todo, el ciudadano no es, por principio, sospechoso. No lo debe ser. Y el ciudadano diputado tampoco tiene que ser por principio sospechoso. Porque el político, no lo olvidemos, también es un ciudadano.
Pero es que la PAH no es “el ciudadano”, la PAH no representa al “ciudadano”: la PAH es una plataforma de ciudadanos, y como tal tiene derecho a manifestarse, pero no tiene derecho a erigirse en representante de la “mayoría social”, a decidir lo que está bien y está mal, a juzgar y condenar a quien considera que no se comporta como es debido, y a aplicar el castigo que considere oportuno. ¡De ninguna manera la PAH tiene esos derechos, nada ni nadie se los ha otorgado!
A continuación, plantea ud. un caso hipotético que me parece muy interesante, y que reproduzco literalmente: “Si yo me tropiezo en la calle con alguien que me ha hecho una canallada, me ha engañado, me ha cobrado un servicio y no me lo ha prestado, etc.,… y por más que intento que se ponga al teléfono no se pone, ¿Por qué sería reprochable que lo aborde y le reclame (incluso a gritos) que me resarza o que haga lo que debe? Y si sé donde vive ¿por qué no voy a ir a su casa a exigirlo, ya que no hay otra forma de que me haga caso?” En su ejemplo, ud., individuo, se cruza con alguien, otro individuo, que le ha causado un mal (o ud. considera que le ha causado un mal). Tenemos dos individuos concretos y una causa concreta que afecta a ambos. Aquí no hay ninguna falacia de representatividad, no hay estrategia ni plan preconcebido, no hay juicio arbitrario, no hay castigo discrecional; solo hay un conflicto y dos partes. Eso no es lo que ocurre en un escrache. Su caso se parece al del cobrador del frac, que hemos tratado unos cuantos comentarios más arriba.
Por cierto, en su ejemplo, su reacción podría ser constitutiva de delito: el rol de víctima no le da a ud. derecho a reaccionar a su antojo.
Al menos observo que su critica esta hecha desde el conocimiento de lo que la PAH publica, ya es algo, ya que la mayoria de las criticas que se nos hacen tienen como unico argumento “lo que dicen por la tele”.
Podria estar deacuerdo en parte del contenido si entendiese lo mismo que Ud. por una palabra que cita repetidamente “DEMOCRACIA”, pero ese es el principal problema , llama Ud. democracia a una dictadura encubierta de los mercados donde prevalecen los derechos de unos pocos sobre los de la mayoria. Donde se sacia la voracidad de los poderosos y la banca mientras se condena a la miseria y a la exclusion a decenas de miles de familias que lejos de ser una cifra tienen nombre y apellidos. Mire Ud. habla de totalitarismo de la PAH, pues si. Votar si a la ILP “de minimos” no se le olvide, es mejorable desde luego, supone que esas decenas de miles de familia recuperen la esperanza, y otras decenas de miles pierdan el miedo a perderla. Votar no a la ILP abocaria a la ruina a ¿quiza millones de personas en nuestro pais? No entrare en cifras pero es repugnante que ni una sola familia , NI UNA , sea victima de la especulacion de la banca y del sucio negocio de los mercados. No es que los miembros del congreso o del gobierno deban obedercer a los ciudadanos por que lo dice la PAH es que deben obedecer a los ciudadanos solo por el echo de serlo y porque son los que con su voto les colocan donde hoy estan y tienen la obligacion, cuanto menos moral, de hacer todo lo posible por asegurarles un futuro y una vivienda digna. Que menos podemos esperar de Uds.
Creo que es totalmente diferente hacer que un legislador se sienta observado por sus decisiones legislativas que afectan a una cuestión social y de justicia como es el dar la vivienda en dación en pago a atacar a una persona por sus ideas políticas. Siendo realistas es muy fácil legislar sin que te importe la sociedad cuando nadie sabe que eres tu quién tomo esa decisión y encima puedes disculpar tu conciencia con la disciplina de partido(si es que la tienes, recordemos que el 2% de la población tiene una personalidad psicopatica). ¿Por qué a cuantos diputados se les conoce por su nombre y cara de todos los que hay en el congreso? Por lo tanto no estoy de acuerdo con que se compare que se le diga en la calle que tu eres el que legislas y eres tu quién no permites la dación en pago con el atacar a alguien por sus ideas politicas. Porque es que no se apruebe la dación en pago lo que a mi me parace un atentado y abuso de los bancos contra el individuo, y observando esa injusticia y el abuso a la que son sometidos los ciudadanos al impedirles dar su vivienda en pago de su de deuda lo que me hace sentir que me parece normal que al legislador se le haga responsable de permitir semejante abuso y tropelia. El legislador pretende mantener un estado de semiesclavitud en el que el ciudadano no solo debe entregar su causa por su deuda sino además se mantiene una deuda cuando el banco decidio libremente conceder ese prestamo para adquirir ese bien inmueble. Si la actuación del escrache se limita a poner de manifiesto quién es legislador me parece perfecto, porque es muy facil joder la vida a mucha gente cuanto nunca los vas a ver la cara.
Gracias por su comentario, milio. En efecto, esa “superioridad moral” que ud. comenta puede fácilmente convertirse en la premisa para la imposición, que es donde realmente empieza el totalitarismo.
Comprendo lo que quiere decir con su observación de que los escraches se dirigen solo contra un único partido. No obstante, no quiero dejar pasar la oportunidad de aclarar que todo mi planteamiento sería igualmente válido si el escrache lo sufriera cualquier otro partido, o todos ellos. El escrache, por su naturaleza totalitara, es reprochable se realice contra quien se realice.
Por último, creo que no debemos ceder a la tentación de personalizar demasiado el movimiento: Ada Colau no es la PAH, es sólo una de sus portavoces, probablemente una de sus líderes, pero estas plataformas pueden tener raices y conexiones difíciles de identificar a simple vista.
Gracias por su comentario, Pedro. Me va ud. a perdonar, pero me siento totalmente incapaz de establecer una comparación entre la Revolución Francesa y el escrache. Creo que abre ud. un “melón” muy interesante, sobre el que se podría discutir largo y tendido. Tal vez en otro post 😉
Me permito, no obstante, recordarle que el mayor golpe que ha sufrido la actual ley hipotecaria viene del propio sistema: del Tribunal Europeo, ante una consulta realizada por un Tribunal Mercantil de Barcelona. Tal vez no deberíamos dar por sentado que los canales existentes sean totalmente inútiles.
Gracias por su comentario, Fernando. Antes que nada, en respuesta al “Uds.” con el que termina su post, debo aclararle que no tengo cargo público alguno ni milito en ningún partido. Soy lo que podríamos denominar un “ciudadano de a pie” puro y duro.
Algunas notas sobre su comentario:
– En mi artículo no he entrado a valorar la calidad democrática de nuestro sistema. De hecho, me considero muy crítico al respecto (no en el mismo sentido que ud., pero crítico a fin de cuentas). Lo que valoro es la calidad democrática del escrache. Y no creo que las carencias de nuestros sistemas justifiquen las de la PAH, al igual que los casos de corrupción no justificarían que yo entrase a robar en una joyería.
– Al decir que la ILP es un “acuerdo de mínimos” y valorar las consecuencias de votar sí o votar no, coincide ud. con las opiniones de la PAH. Y está en todo su derecho a coincidir. Pero habrá ciudadanos, y diputados, que no coincidan, y también están en su derecho de no coincidir. El problema viene cuando la PAH se considera con derecho a imponer su opinión y a castigar a los que no coincidan con ella.
– Los diputados no es que deban obedecer a los ciudadanos, es que son (o deberían ser) los representantes de los ciudadanos. Los diputados no tienen por qué obedecer a la PAH porque la PAH no representa a los ciudadanos. La PAH representa a sus miembros, única y exclusivamente.
Estimados lectores: hemos superado ya los 100 comentarios, y noto que me estoy repitiendo en mis respuestas, de modo que voy a dejar de contestar ya a todos los comentarios que vayan surgiendo, a menos que crea que mi respuesta puede aportar algo nuevo. Por favor, no consideren mi silencio como desinterés: agradezco de verdad todos los comentarios, y sin duda cada uno aporta valor. Confío en su comprensión. Gracias a todos.
Otra pregunta interesante, incluso más que la que usted sugiere, sería, ¿es lícito? Porque ya sabemos lo que es la legalidad hoy día……………………. ¿NO?
El caso es que el sistema, al ser arcaico y primitivo en sí mismo, genera paradojas/fallas de este tipo: sí, al partido X le han dado Y millones de votos. Con el sistema político representativo actual, que como digo es arcaico y primitivo (dentro de 20 años lo comprenderá usted, si tiene el gusto de poderlo ver, y ya ni se acrodará D’Hont), eso significa una especie de presunción de que esos Y millones de votos tienen que estar de acuerdo al 100% con todas los debates/decisiones del partido al que han dado el voto. Es una especie de absorción representativa que más que representación acaba siendo “usted déjenos hacer, que para eso nos ha votado”.
No, amigo mío, le aseguro que, en este tema concreto, los X millones de votos que tenga el partido Y que está en el Gobierno, son X-muchos (equis menos muchos), porque un voto no significa estar de acuerdo con todas y cada una de las acciones de un partido.
En el futuro, cuando el sistema de representación sea diferente, que lo será, este tipo de cuestiones serán mucho mejor reguladas porque, como digo, las decisiones serán tomadas de otra forma, no de la forma actual, con la que se tiende a todo tipo de -acias y no precisamente me refiero a democracias.
Por mi parte agradecer al Valdelomar su agradable intervención en las respuestas y darle como último consejo ( si me lo permite) que repase ensayos sobre lo legal y lo lícito, lo primero más bien resultado de la intervencion humana, lo segundo podríamos decir que un concepto totalmente iusnaturalista. Porque claro, aquí es muy fácil hablar de la Ley es tal o cuál, pero no olvidemos que la Ley es muchas veces una mera herramienta que pierde, muchas otras, toda su trascendencia.
A mí, que alguien legisle, por ejemplo, que los defraudadores deban pagar una multa menor que lo que han robado y además eso les pueda servir para atenuar otra posible pena, me parece tan absurdo y deleznable que por muy juristas que sean quienes se les haya ocurrido semejante chapuza, no me lo tomo jurídicamente en serio. Y aunque yo hubiera votado al partido Y, que es quien lo propone o modifica, seguiría pareciéndome una chapuza, porque mi voto no les da (o más bien no debería darle) legitimidad para hacer lo que les dé la gana.
Como digo, todo esto irá cambiando poco a poco, a medida que la chapuza representativa que actualmente tenemos como sistema político vaya mudando de piel.
Saludos.
Se está diciendo que es posible que se estén moviendo los hilos desde el PSOE o quizás, IU. Es muy posible, pero tampoco nada seguro. Está claro que los escraches están organizados y debe ser desde la propia PAH. Que todos podemos dudar sobre si son “independientes” o están movidos en la sombra por el PSOE, allá cada uno lo que quiera pensar.
Lo que se ve es lo que podemos comentar sin confabular. Y lo que se ve es de dudosa moral democrática. Especialmente si partimos del veto a cualquier tipo de modificación a la ILP.
El acceso a una vivienda digna y adecuada es un derecho constitucional que viene siendo ignorado sistemáticamente por los poderes públicos desde la aprobación de la CE hasta llegar su extremo en la orgía de precios inalcanzables durante la burbuja.
Cierto es que esos poderes públicos estaban y están ahí por votación democrática. Pero eso no niega lo anterior: las políticas de vivienda han ido abiertamente contra el cumplimiento del mandato constitucional. Lo dijo hace años con estas mismas palabras un político tan alejado de radicalismos como Gabriel Cisneros.
Solo por ello los diputados – actuales y pasados – deberían asumir su parte de responsabilidad y las consecuencias que se derivan: cuando el pacto constitucional se rompe por uno de sus lados existe el riesgo de que se pueda romper también por otro. Otro tanto puede postularse en general del “pacto social” que señala que nadie va a verse condenado a la miseria.
Desgraciadamente la PAH no es quien expresa con claridad esta cuestión, que no es otra que la de acceso universal a al vivienda. Se circunscribe exclusivamente a los “afectados por la hipoteca” y solamente para ellos exige soluciones: http://afectadosporlahipoteca.com/manifiesto-pah/
En cierto sentido las reivindicaciones de la PAH no son más que la continuidad de la burbuja inmobiliaria, de la que los hipotecados formaron parte. Porque hay que hacer notar que si muchos se hipotecaron, muchos otros que necesitaban una vivienda no lo hicieron.
El escrache como forma de acción política traduce esta “exclusividad” de las reivindicaciones de la PAH y las disfraza de radicalidad. Tiene un gran parecido con la de los que compraron sellos, los que invirtieron en preferentes o las de un tal Harry Kakavas que ha demandado al casino que le permitió jugar hasta arruinarse.
Falta una pieza para completar este puzle. Las viviendas estaba obviamente sobrevaloradas; entonces ¿porqué no se persigue por estafa a los vendedores y a los tasadores?
Hola,
Yo quisiera aprovechar la introducción del comentario del señor Beirak y la naturaleza del blog para hacer una pregunta quizá muy básica y elemental pero a la que yo no soy capaz de dar una verdadera respuesta. Leo el artículo 47 de la Constitución: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada” y me pregunto eso, en la práctica, ¿qué significa? ¿qué implicación tiene esta frase para los poderes públicos? ¿en qué está pensando el redactor cuando escribe esto? ¿únicamente, como continua el artículo, en la regulación del suelo? ¿en algo mas?
Pido disculpas por alejarme un poco del tema del post, pero llevo tiempo dándole vueltas a la pregunta en cuestión, sobre todo porque es un argumento que se ve mucho al hilo del tema de los desahucios así que agradezco cualquier respuesta.
Para Jorge Peñas. En la web del Congreso hay unos muy interesantes artículos explicativos de cada artículo de la Constitución. A veces se meten en demasiado detalle legal pero explican bastante bien lo que se pretende con cada artículo de la CE.
Al respecto del artículo 47 se dice esto:
“En el derecho a la vivienda hay que valorar una serie de aspectos. En primer lugar, estamos ante un derecho social en sentido estricto, es decir se trata de un derecho que no se configura como subjetivo y que, en consecuencia, no confiere a sus titulares una acción ejercitable en el orden a la obtención directa de una vivienda “digna y adecuada”.”
http://www.congreso.es/consti/constitucion/indice/sinopsis/sinopsis.jsp?art=47&tipo=2
Muchas veces los gritos están reñidos con la razón o el argumento riguroso. Protestar es fácil, lo difícil es presentar alternativas serias. He conocido muy de cerca la evolución que tuvo el 15M como movimiento ciudadano, hasta su “ocupación” por plataformas y organizaciones claramente sectarias. He visto como se ha manipulado o intentado manipular a los ciudadanos indignados orientándolos siempre en la misma dirección. Mi explicación es sencilla: hay mucha gente en el sistema político y social, que ven cómo se terminan sus privilegios y están dispuestos a su defensa a través de todo lo que haga falta. Es más, la sensación es el cabreo del PSOE porque el PP les adelanta por la izquierda. De ahí sus actos de contrición a toro pasado. Ellos fueron los que legalizaron y dieron forma al sistema de deshaucio y no pueden aceptar que otros se lo modifiquen a favor de los afectados. La cuestión es muy simple: ¿cuántas protestas hay contra los que hicieron la ley? Ninguna. Tinto y en un jarro. Otra cuestión son las firmas. Cómo pregunta Curro Arriola ¿quien las controla? Nadie. ¿De qué forma se garantiza su unicidad y legalidad? Me parece justo y deseable controlar a los que nos administran, pero me parece injusto culpabilizar sólo a unos que “no son de los nuestros”. El asunto de los deshaucios, a pesar de la enorme carga social que tienen, es una consecuencia mercantil de un contrato de adhesión cuyo artículado o cláusulas abusivas parecen concertadas entre quienes lo imponen desde el sistema financiero, tal es su similitud. Lo mismo ocurre con las telefonías, energía, etc. Ahí es donde está la acción política en defensa de los consumidores, pero démosles tiempo para deshacer todos los desmanes anteriores. Lo hacen un poco a remolque, eso lo sabemos, pero no tienen más remedio que hacerlo si queremos evitar situaciones más conflictivas y dramáticas.
Estimada Aloe, le invito a una relectura pausada del segundo párrafo del texto del Sr. Valdelomar.
Concretamente las que dicen lindezas como estas.
….. “Nos tememos que algunos partidos van a expresarnos su determinación de votar en contra”, “haremos visible su actividad legislativa en los barrios en los que viven mediante carteles y manifestaciones para que no puedan vivir de forma impune y sientan la incomodidad en sus actos cotidianos”, “Se acabó la impunidad para aquellos que permiten que se sigan vulnerando los derechos humanos en nuestro país”, “La ILP no se negocia”, “Votar en contra es declarar la guerra a las mayorías sociales de este país”….
¿No puede usted reconocer las mismas frases y hasta la gramática Batasuna o de otros grupos análogos? Si es que parecen de la misma pluma y escuela.
En toda la panoplia de presión que hemos vivido en España la mayor parte de las amenazas (no pocas ejercidas desde el poder político en algunos lugares) no llevan la consecuencia de muerte o de violencia física. Ni falta que hace porque la imaginación vuela y en toda España hay memoria. Demasiada.
¿Por qué hay que esperar ante la más leve amenaza?
El acoso comienza con una mala mirada y esa es la que hay que parar en seco.
Por ejemplo, los asentadores de pescado de Pasajes tradicionalmente recibían sugerencias del tipo “habrá que dar algo estas fiestas para el otro lado de la Muga”. Ni escritos ni nada. Una frase un poco más alta al aire en el bar de Exportadores a las cuatro de la madrugada. ¿Quién vive así incólume? ¿Es esto libre, o democrático?
Esto es España Real como acaba de recordar Artur Mas cuando nos dice que “van a estar muy vigilantes con las actitudes”.
Creo que no exagero, Aloe. Esto empieza con retórica Batasuna típica de gran parte del espectro nacionalista y ya veremos como acaba.
Me temo que reconozco la sintaxis y como esta crisis no ha hecho más que empezar démosle tiempo al tiempo porque a menos que estas cosas reciban fuerte repulsa traerán mucha cola.
Esto no quiere decir que no sean patentes las contradicciones del sistema ni la atroz irrelevancia de la ciudadanía para tener la mínima influencia en eventos importantes en sus vidas. Este problema es muy grave y muy real. Sin ir más lejos dos Países, Francia y Holanda han votado no a la Constitución Europea y ni caso. Al contrario. ¿Qué es esto?
Se hace evidente la existencia de una Agenda de Gobierno que no es compartida por las poblaciones.
Independientemente de los partidos que gobiernen la agenda permanece. Por eso el sistema entero está en el aire.
Pero como quienes buscan mejorar recurran a métodos incorrectos el resultado será que iremos a peor porque sucederá como al 15M, que la gente está cabreada pero conoce el percal y a quienes se benefician de estos movimientos.
El efecto real del 15M ha sido marginalizar la expresión de la indignación vacunando al 99.5%. Con esta forma de acoso creo que sucede lo mismo.
Saludos
Las frases que usted cita siguen la retórica habitual de cualquier mitin electoral, de cualquir conforntación parlamentaria (donde las hay, porque aquí el Parlamento es un teatrillo), o de cualquier asamblea sindical en momentos de conflicto laboral. Por poner unos pocos ejemplo, que podrían ser de textos o videos periodísticos y en ese caso serían ejemplos mucho más hostiles y agresivos (incluso delictuosos, como sabe).
La democracia no excluye el conflicto, por el contrario se supone que es el marco para tratar el conflicto sin llegar a las manos (o los fusiles).
Por lo tanto, el punto fundamental no es lo rudo o agresivo del lenguaje (si llega a injuria o calumnia, ahì está el Código Penal como en el resto de los contextos de la vida social). El punto fundamental es si hay detrás de las palabras amenazas de violencia. ¿Las hay? No, no las lay, por lo menos hasta ahora.
POngamos que en Ondarroa, 1990, hay malas miradas o insinuaciones, y que eso ya es violencia: lo es porque todo el mundo sabe que se juega la vida. Si usted tuviera razón, cuando vienen los scouts locales a mi casa a venderme algo, yo estaría coaccionada: y no, no lo estoy, porque puedo decir que no. En cambio, si estuviera en Napoles y la niña scout fuera la hija del capo local, me sentiría coaccionada, porque no me atrevo a negarme. ¿Significa eso que en toda la Tierra lo scouts ejercen la amenaza si venden galletas o papeletas por las casas?
Todo se puede comparar con alguna otra cosa para criminalizarla, pero esas comparaciones son abusivas. En otro tiempo, alguien que no aceptara el catolicismo era comparado impunemente con el Diablo, y esa comparación les parecía muy lógica a los que la hacían. Se supone que el liberalismo consiste, sobre todo, en aceptar a los outsiders (los que lo son para nosotros) como ciudadanos con los mismos derechos, y en que lo que no es un delito bajo una ley penal justa y para todos, es lícito aunque no nos guste. Aunque sea maleducado. Aunque sea de mal gusto. Aunque nos irrite.
Estimado Sr. Valdelomar,
Aunque no comparto su punto de vista sobre los escraches, y creo que con el tiempo se veran como un iniciador de algo importante y que puede llevarnos a una democreacia mejor, agradezco sus explicaciones, paciencia y elegancia, y comparto su admiracion por Rodriguez Braun.
Para otros comentaristas decir que a todos los que han hecho comparaciones de la PAH con fascismos batasunos o de otros tipos, creo que algun politico de Madrid ha hablado incluso de compoprtamientos nazis y que se ha comparado con un judio en la Alemania de 1948, por favor que lean un poco sobre lo que alli ocurrio, o si la lectura no les covence, que visiten un campo de concentracion en Alemania o Polonia. Tratandose de politicos igual incluso lo pueden cargar a los presupestos del estado, y sera mucho mas util que otros viajes que ya les pagamos. No hay limites para desacreditar a los que les sacan los colores? Con lo bien que estaba Basagoiti callado…
Sobre lo de que los politicos son el reflejo de la sociedad, estoy cansado de escuchar esta frase facil, que creo que debe venir de algun politico iluminado en un dia inspirado. Lo siento si ofende pero yo creo que son el reflejo de lo peor de la sociedad (excluyo de esto los que estan en partidos sin cuotas de poder y con afanes de reforma, como UPyD y Ciudadanos). Que meritos y caracteristicas se requieren para llegar a un cargo de poder en un partido politico (y como decia me refiero sobre todo a los dos grandes)? Quien no conoce el caso de gente buena y preparada que sale huyendo cuando ven lo que hay en los partidos politicos tradicionales? No creo que haya muchos con la cara y la catadura moral de Barcenas o Blanco en nuestra comunidad de vecinos… Y si los hubiera que no me digan que son el reflejo de la comunidad de vecinos. Ademas nadie los nombraria vicepresidente o tesorero de la mencionada comunidad de vecinos, pero si del gobierno, vaya tela…
Finalmente decir que ha habido comentarios sobre que la PAH cree un partido politico y se suba a la noria, pero solo puedo entender este tipo de comentarios proviniendo de gente que esta metida en esa noria, probablemente beneficiandose de ella, y no creen en la vida politica fuera de ella.
Espero no haber herido sensibilidades, excepto la de aquellos que se lo merecen y siguen justificando y defendiendo lo injustificable e indefendible.
Saludos.
Como apostilla a Pedro. El que los políticos son una consecuencia de la sociedad no es una frase, sino desgraciadamente una realidad. Los políticos no nacen, se hacen; igual que otros optan por poner una mercería y vender botones o una panadería y hacer panes. Todo depende de los principios morales y personales de cada uno. Los honestos seguirán siendo honestos en política y, probablemente, se largarán hartos de los que vean por dentro, pero los “listos” siempre se aprovecharán de las ocasiones que se les brinde para engañar, estafar o mentir al vecino…. Por cierto el ejemplo de la comunidad de vecinos es muy interesante con sus cargos y responsabilidades. ¿Cuántas conocemos que sean un ejemplo de convivencia social y respeto de las opiniones? Llevo muchas juntas de vecinos encima y he visto de todo. Desde presidentes y administradores vitalicios gracias a la comodidad de los demás o en casos a la connivencia, hasta cómo pueden subir los precios de las obras porque siempre hay un porcentaje….. Lo peor es generalizar. Ni todos somos buenos ni todos somos malos, cada uno actúa según sus principios, si los tiene…
En respuesta a lo planteado por el Sr Peñas.
El Art. 53 de la CE dice:
3. El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo III, informará la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Sólo podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las Leyes que los desarrollen.
De esto se deducen dos cosas. La primera es que no solo se ha incumplido el 47 sino también el 53. Y la sagunda es que aún está pendiente una Ley de Vivienda. Tendrán que ser los señores diputados los que expliquen porqué.
En cuanto a la regulación del suelo: con la iglesia hemos topado, Sr Peñas. Es precisamente la intervención pública en el precio del suelo – autorizada expresamente por la CE en el Art. 47 y en otros – la palanca que permite reducir drásticamente el precio de venta de las viviendas. En realidad, es la única palanca eficaz.
Lo que pasa es que vivimos en un país en el que la propiedad inmobiliaria sigue siendo un totem nacional. Por eso un terrateniente como la Duquesa de Alba puede ser a la vez honnrada por un gobierno socialista con el título de Hijo Predilecto de Andalucía.
Al respecto del significado del artículo 47 he contestado previamente aquí:
http://hayderecho.com/2013/04/05/escrache-y-democracia/#comment-16275
De un filósofo de la talla de Maquiavelo o Suárez para replicar a su artículo:
“Pues nunca los hombres cedieron su DERECHO ni transfirieron su poder, hasta el extremo de no ser temidos por los mismos que recibieron su DERECHO y su poder, y de no estar más amenazado el Estado por los ciudadanos, aunque privados de su DERECHO, que por sus enemigos. Aún más, si los hombres pudieran ser privados de su DERECHO natural, de suerte que en lo sucesivo no pudieran nada sin el consentimiento de quienes detentan el DERECHO supremo, estos podrían reinar impunemente sobre los súbditos de la forma mas violenta…Hay que conceder pues, que cada uno se reserve muchas parcelas de su DERECHO, las cuales dependerán, por tanto de su propia decisión y no de la ajena”
Enhorabuena por el acierto de haber seleccionado un tema que ha suscitado tanto interés. Eso lo dice todo
De un filósofo de la talla de Maquiavelo o Suárez para replicar a su artículo:
“Pues nunca los hombres cedieron su DERECHO ni transfirieron su poder, hasta el extremo de no ser temidos por los mismos que recibieron su DERECHO y su poder, y de no estar más amenazado el Estado por los ciudadanos, aunque privados de su DERECHO, que por sus enemigos. Aún más, si los hombres pudieran ser privados de su DERECHO natural, de suerte que en lo sucesivo no pudieran nada sin el consentimiento de quienes detentan el DERECHO supremo, estos podrían reinar impunemente sobre los súbditos de la forma mas violenta…Hay que conceder pues, que cada uno se reserve muchas parcelas de su DERECHO, las cuales dependerán, por tanto de su propia decisión y no de la ajena”
Enhorabuena por el acierto de haber seleccionado un tema que ha suscitado tanto interés. Eso lo dice todo
Estoy releyendo un texto de los que hace muchos años se dejó una de las niña en casa y que nunca se lo ha querido llevar a la suya.
Habla de la Democracia moderna y dice que es “un sistema político para gobernar basado en la libertad legal para formular y proclamar alternativas políticas en una sociedad con las libertades de asociación, expresión y otras básicas de la persona que hagan posible una competencia libre y no violenta entre líderes…a todos los niveles.”
Es decir, una vez elegido el gobierno no pintamos nada.
Es un sistema de gobierno, no un sistema de decisión sobre asuntos. JJ Linz, “La democracia y sus textos”, Ediciones de la UAM, 1992.
Podremos tratar de cambiarlo periódicamente y de influir de formas pacíficas creando opinión pero para hacer esto en una democracia moderna hacen falta precisamente los medios de los que no dispone la gente y sí dispone el poder.
Lógicamente este sistema tiene un enorme potencial de degradación mientras sea capaz de inventar dinero y aguanta hasta que vienen mal dadas y entonces se pone feo porque las personas cuyo voto se ha comprado con derechos inexistentes contra presupuesto inexistente pagadero por contribuyente muerto, exigirán los derechos que se les vendieron y que se le quite lo necesario a quien sea, como sea, para dárselo a ellos.
El sistema así muere de muerte natural y los intentos de “acoso”, violencia a fin de cuentas, están destinados al fracaso porque la inmensa mayoría de la gente no es violenta ni usa el “rasguño o los arañazos” como forma de crear opinión o hacer lobby.
Nacen marginales y terminarán delincuentes fichados. De hecho El Mundo de hoy, pag. 4 informa de que la policía ya registrado un intento de incendiar la casa de un diputado como uno más de los incidentes de acoso.
Otro ejemplo de la enfermedad infantil que decía Lenin como síndrome de autismo y marginalidad política que arrastra al fracaso a cualquier intento de mejorar el sistema.
Los que se tienen como revolucionarios actúan de hecho -recuerda constantemente Lenin- como los “tontos útiles” del sistema, dicho sea con cariño.
Como esta crisis va para largo (hasta que alcancemos Vietnam en costes y, mucho más difícil, en ganas de trabajar y a China en lo mismo más su talento académico y técnico) veremos que el sistema tiene que entrar en Dique Seco para desguace y rediseño.
Muchos años por delante y es una pena que habiendo tanto por hacer perdamos el tiempo en, como dicen los economistas, “at the margin” pudiendo trabajar en zonas más civilizadas.
Saludos
Esa definición de la democracia la reduce a un sistema en la que sencillamente se elige que dictador queremos. Y ni aún así se legitimaría un poder alcanzado con el engaño. Por cierto aquí parece ser que también cabrían similitudes con el ascenso nazi al poder, emulando las que Vd. realiza con los batasunos, pero yo prefiero no hacerlas por que me parecerían absurdas e incongruentes.
La noticia de El Mundo ya se había difundido ayer (presumo que es la misma), y nadie parece haber visto a nadie intentar incendiar dicha casa. Vamos, que presumo que El Mundo presume.
Por si sirve para posibles comparaciones:
http://noticias.lainformacion.com/espana/los-provida-toman-la-calle-nuestra-paciencia-con-el-gobierno-se-esta-agotando_aIm2feD7gEkiryB9S8iHx6/
Por cierto, sería interesante señalar aquí la subida de tono en el debate y el origen de la misma. Hacer ver de quienes provienen las primeras descalificaciones.
Yo, la verdad, no veo la posible comparación. Una cosa es el derecho de manifestación, y otra acosar y amenazar a quienes no voten lo que tú quieres que voten. Me recuerda a lo que pasaba en muchos plenos municipales vascos en años pasados. Ahí sí hay más puntos de comparación.
Pues yo la comparación que no veo es la que hacen con los batasunos (gente armada entre otras diferencias), o la que hacen con los nazis, que como ya he mencionado accedieron al poder con engaños y desde el mismo hicieron de todo para mantenerlo (con esto se me aparece otro simil).
Aquí cada uno escoge las comparaciones que quiere hacer, pero que conste que yo no hubiese hecho ninguna.
Estoy releyendo un texto de los que hace muchos años se dejó una de las niña en casa y que nunca se lo ha querido llevar a la suya.
Habla de la Democracia moderna y dice que es “un sistema político para gobernar basado en la libertad legal para formular y proclamar alternativas políticas en una sociedad con las libertades de asociación, expresión y otras básicas de la persona que hagan posible una competencia libre y no violenta entre líderes…a todos los niveles.”
Es decir, una vez elegido el gobierno no pintamos nada.
Es un sistema de gobierno, no un sistema de decisión sobre asuntos. JJ Linz, “La democracia y sus textos”, Ediciones de la UAM, 1992.
Podremos tratar de cambiarlo periódicamente y de influir de formas pacíficas creando opinión pero para hacer esto en una democracia moderna hacen falta precisamente los medios de los que no dispone la gente y sí dispone el poder.
Lógicamente este sistema tiene un enorme potencial de degradación mientras sea capaz de inventar dinero y aguanta hasta que vienen mal dadas y entonces se pone feo porque las personas cuyo voto se ha comprado con derechos inexistentes contra presupuesto inexistente pagadero por contribuyente muerto, exigirán los derechos que se les vendieron y que se le quite lo necesario a quien sea, como sea, para dárselo a ellos.
El sistema así muere de muerte natural y los intentos de “acoso”, violencia a fin de cuentas, están destinados al fracaso porque la inmensa mayoría de la gente no es violenta ni usa el “rasguño o los arañazos” como forma de crear opinión o hacer lobby.
Nacen marginales y terminarán delincuentes fichados. De hecho El Mundo de hoy, pag. 4 informa de que la policía ya registrado un intento de incendiar la casa de un diputado como uno más de los incidentes de acoso.
Otro ejemplo de la enfermedad infantil que decía Lenin como síndrome de autismo y marginalidad política que arrastra al fracaso a cualquier intento de mejorar el sistema.
Los que se tienen como revolucionarios actúan de hecho -recuerda constantemente Lenin- como los “tontos útiles” del sistema, dicho sea con cariño.
Como esta crisis va para largo (hasta que alcancemos Vietnam en costes y, mucho más difícil, en ganas de trabajar y a China en lo mismo más su talento académico y técnico) veremos que el sistema tiene que entrar en Dique Seco para desguace y rediseño.
Muchos años por delante y es una pena que habiendo tanto por hacer perdamos el tiempo en, como dicen los economistas, “at the margin” pudiendo trabajar en zonas más civilizadas.
Saludos
Aloe, para gritar tan alegremente que alguien le debe algo, primero conviene que sea verdad. Si su …. vecino …. tiene una deuda pendiente con usted, tiene ud. a mano muchos recursos perfectamente legales para exigir el cobro, o incluso para señalarle como moroso, sin necesidad de gritar o acosar. Si el problema fue otro tipo de trifulca, también tiene usted la opción de solucionarla en los tribunales, o de cerrar el pico si esa solución ya fue sentenciada. Ahora bien, si su vecino le prometió unos Miguelitos de La Roda a la vuelta de sus vacaciones, o llamar para ver juntos aquel partido, o acompañarla al callista la semana pasada, y no ha cumplido, puede usted chincharse porque nadie le debe nada. Tuve una novia que me juró que me querría siempre, y ahora ni me mira, mire usted, y no puedo ir a su casa a reprocharle a gritos que me falta su amor, porque sería tan ridículo como lo que ud. argumenta, y porque su marido me partiría la cara o me denunciarían por acoso. Del mismo modo, siendo sensatos, ningún político le debe nada legalmente. No puede usted denunciar a ZP por prometer el pleno empleo. ¿Que no lo cumplió? Pues vaya. Políticamente podremos dejarlo a la altura del betún, pero legalmente, cuando el otro no ha incumplido ley o contrato alguno, no tiene usted nada que hacer más que patalear, pero siempre cumpliendo a su vez con la legislación vigente.
Ahora bien, su argumento del cabreo por deuda o falta no se tiene en pie, porque como muy bien expone el artículo, el escrache se convoca para condicionar el voto de los políticos. Castigar el voto ejercido ya sería totalitario, pero es que los comunicados de la PAH se acercan más a la amenaza: si no vota usted a favor, tendrá manifa en el portal. No hay escrache porque el político haya incumplido nada, sino simplemente para que el político vote lo que estos personajes han decidido que es innegociable. No falta nada, nadie les debe nada salvo, al parecer, obediencia. Con ese espíritu matonesco podría decirle a mi novia actual, para curarme en salud, que está obligada a quererme toda la vida, o le haré la vida insoportable. ¿No? O podría decirle que si deja de quererme… me suicidaré, por ejemplo, ya que también está de moda culpar a terceros por algunos suicidios. Es más, puestos a hacer el ridículo y ser totalitarios como los de la PAH, le voy a decir a usted, lleno de sentimiento, que la amo, que el vínculo que nos une en este foro es indiscutible, y que necesito de su amor. Hágame feliz devolviéndome cariño, o me faltará algo, estará usted en deuda conmigo, da igual que no haya contrato y consentimiento por su parte, la Plataforma de Amoríos Humillantes funciona así, y no tendré más remedio que asediarla, seguir sus pasos, gritar a su lado que no tiene corazón, y si un día me da por ahí, suicidarme echándole la culpa. ¿Estaría usted de acuerdo?
Si idea de la democracia, los ciudadanos, la teoría de la acción política y los derechos civiles es tan pobre que no encuentro ni terreno común para debatir.
Su conocimienot de la Histroria contemporánea social y política parece también inexistente.
Y su estima de sí mismo como ciudadano y de sus compatriotas parece estar cerca del cero Kelvin.
Quizá esta crisis lo que muestra (entre otras cosas) es que la adhesión a la democracia, presuntamente asumida alegremente y sin reservas por casi todo el mundo, solo es un malentendido, que se debe a que dicha conviccion, meramente nominal y superficial nunca fue puesta a prueba seriamente en las últimas décadas.
Aloe, para gritar tan alegremente que alguien le debe algo, primero conviene que sea verdad. Si su …. vecino …. tiene una deuda pendiente con usted, tiene ud. a mano muchos recursos perfectamente legales para exigir el cobro, o incluso para señalarle como moroso, sin necesidad de gritar o acosar. Si el problema fue otro tipo de trifulca, también tiene usted la opción de solucionarla en los tribunales, o de cerrar el pico si esa solución ya fue sentenciada. Ahora bien, si su vecino le prometió unos Miguelitos de La Roda a la vuelta de sus vacaciones, o llamar para ver juntos aquel partido, o acompañarla al callista la semana pasada, y no ha cumplido, puede usted chincharse porque nadie le debe nada. Tuve una novia que me juró que me querría siempre, y ahora ni me mira, mire usted, y no puedo ir a su casa a reprocharle a gritos que me falta su amor, porque sería tan ridículo como lo que ud. argumenta, y porque su marido me partiría la cara o me denunciarían por acoso. Del mismo modo, siendo sensatos, ningún político le debe nada legalmente. No puede usted denunciar a ZP por prometer el pleno empleo. ¿Que no lo cumplió? Pues vaya. Políticamente podremos dejarlo a la altura del betún, pero legalmente, cuando el otro no ha incumplido ley o contrato alguno, no tiene usted nada que hacer más que patalear, pero siempre cumpliendo a su vez con la legislación vigente.
Ahora bien, su argumento del cabreo por deuda o falta no se tiene en pie, porque como muy bien expone el artículo, el escrache se convoca para condicionar el voto de los políticos. Castigar el voto ejercido ya sería totalitario, pero es que los comunicados de la PAH se acercan más a la amenaza: si no vota usted a favor, tendrá manifa en el portal. No hay escrache porque el político haya incumplido nada, sino simplemente para que el político vote lo que estos personajes han decidido que es innegociable. No falta nada, nadie les debe nada salvo, al parecer, obediencia. Con ese espíritu matonesco podría decirle a mi novia actual, para curarme en salud, que está obligada a quererme toda la vida, o le haré la vida insoportable. ¿No? O podría decirle que si deja de quererme… me suicidaré, por ejemplo, ya que también está de moda culpar a terceros por algunos suicidios. Es más, puestos a hacer el ridículo y ser totalitarios como los de la PAH, le voy a decir a usted, lleno de sentimiento, que la amo, que el vínculo que nos une en este foro es indiscutible, y que necesito de su amor. Hágame feliz devolviéndome cariño, o me faltará algo, estará usted en deuda conmigo, da igual que no haya contrato y consentimiento por su parte, la Plataforma de Amoríos Humillantes funciona así, y no tendré más remedio que asediarla, seguir sus pasos, gritar a su lado que no tiene corazón, y si un día me da por ahí, suicidarme echándole la culpa. ¿Estaría usted de acuerdo?
Respecto al cometario del Sr Pululante:(?)
El derecho que establece el Art 47 no es alegable ante la jurisdicción ordinara precisamente porque no se ha desarrollado a través de una Ley. Mírense al espejo todos los diputados que lo han sido desde 1978.
Pero que no sea alegable de forma subjetiva no lo hace desaparecer. El derecho está ahi y vincula a los poderes públicos en su acción.
No podría ser de otro modo, puesto que no hace más que reflejar en la CE el derecho que establece la Declaración Universal de Derechos Humanos en su Art. 25.
Volviendo a los escraches: su objetivo es obligar a la aprobación de unas determinadas medidas que propone la PAH. Habría entonces que hablar de esas medidas; puesto que probablemente a pocos les parecería mal que se escrachara a un político que esta a punto de votar – por ejemplo – a favor del exterminio de una raza. La separación entre forma y contenido de la acción política es forzada e irreal.
Respecto al cometario del Sr Pululante:(?)
El derecho que establece el Art 47 no es alegable ante la jurisdicción ordinara precisamente porque no se ha desarrollado a través de una Ley. Mírense al espejo todos los diputados que lo han sido desde 1978.
Pero que no sea alegable de forma subjetiva no lo hace desaparecer. El derecho está ahi y vincula a los poderes públicos en su acción.
No podría ser de otro modo, puesto que no hace más que reflejar en la CE el derecho que establece la Declaración Universal de Derechos Humanos en su Art. 25.
Volviendo a los escraches: su objetivo es obligar a la aprobación de unas determinadas medidas que propone la PAH. Habría entonces que hablar de esas medidas; puesto que probablemente a pocos les parecería mal que se escrachara a un político que esta a punto de votar – por ejemplo – a favor del exterminio de una raza. La separación entre forma y contenido de la acción política es forzada e irreal.
Para FBR.
Hola, FBR
La definición de democracia (moderna) que viene en el texto citado es de Juan José Linz Storch de Gracia, Profesor, ya emérito, de Yale (Derecho Político) y galardonado como pocos académicos y entre ellos muchos reconocimientos españoles.
A veces hablamos de las cosa como nos gustaría que fueran –todavía me pasa con alguna frecuencia– y por ello de vez en cuando recurro a libros de gente que da clase de la materia.
Me ayuda a poner los pies en el suelo porque luego es lo que aprenden los que deciden por nosotros y mal vamos a poder dialogar con ellos si desconocemos lo que han estudiado.
Esto es bastante frecuente en política, que nos creemos una cosa y resulta ser otra. A mí me gustaría que fuera otra la definición pero, de momento, los profesores dan la que dan y, por cierto, se valida fácilmente con la realidad cotidiana.
Por otra parte un estudio pormenorizado de los regímenes democráticos continentales (todos ellos menos Suiza neo-democracias a efectos prácticos, el sufragio universal francés es de 1944) muestra graves problemas:
de libertades,
de presencia omnímoda del poder,
de fomento monopolístico,
de capacidad de decisión ciudadana (ser libre es elegir y que tu elección sea defendida),
de carencia de criterio moral y económico,
de rendición a lo peor del utilitarismo consumista y
de falsedades estructurales promovidas por el estado en forma de derechos no sostenibles y
de un sistema financiero que tampoco se sostiene, y que nos obligarán en este siglo a revisar todo de arriba hasta abajo.
En este trabajo el Acoso a Diputados no sólo sobra sino que es colaboracionismo con el sistema porque inhibe la indignación y maltrata el ánimo de la gente normal que rechaza y no se asocia a tales iniciativas.
Esto es lo que parecen sugerir los acontecimientos y la lectura del profesor Juan José Linz y otros.
Saludos
¿Qué es una “neo-democracia a efectos prácticos”? Porque si tiene algo que ver con el voto universal, en Suiza data de 1971 a nivel nacional, y sólo en 1990 se extiende a todos los cantones y comunas.
Creo que puede encontrar muchas otras definiciones de lo que es la democracia, de otros autores. Que Vd. prefiere quedarse con esa no me plantea ningún problema, pero entenderá que otros prefiramos otras definiciones, incluso más antiguas, tradicionales y universalmente reconocidas.
También pudiera ser que dicho profesor de lo que esté hablando se de aquello “en lo que se ha convertido la democracia” y no esté dando en esencia una definición de la misma.
Permítame decirle que me gusta mucho de Vd., y admiro, que es un pozo de conocimientos, aunque a veces el uso que hace de los mismo no me parezca tan plausible (es únicamente mi opinión, le pido que me entienda)
Para FBR.
Hola, FBR
La definición de democracia (moderna) que viene en el texto citado es de Juan José Linz Storch de Gracia, Profesor, ya emérito, de Yale (Derecho Político) y galardonado como pocos académicos y entre ellos muchos reconocimientos españoles.
A veces hablamos de las cosa como nos gustaría que fueran –todavía me pasa con alguna frecuencia– y por ello de vez en cuando recurro a libros de gente que da clase de la materia.
Me ayuda a poner los pies en el suelo porque luego es lo que aprenden los que deciden por nosotros y mal vamos a poder dialogar con ellos si desconocemos lo que han estudiado.
Esto es bastante frecuente en política, que nos creemos una cosa y resulta ser otra. A mí me gustaría que fuera otra la definición pero, de momento, los profesores dan la que dan y, por cierto, se valida fácilmente con la realidad cotidiana.
Por otra parte un estudio pormenorizado de los regímenes democráticos continentales (todos ellos menos Suiza neo-democracias a efectos prácticos, el sufragio universal francés es de 1944) muestra graves problemas:
de libertades,
de presencia omnímoda del poder,
de fomento monopolístico,
de capacidad de decisión ciudadana (ser libre es elegir y que tu elección sea defendida),
de carencia de criterio moral y económico,
de rendición a lo peor del utilitarismo consumista y
de falsedades estructurales promovidas por el estado en forma de derechos no sostenibles y
de un sistema financiero que tampoco se sostiene, y que nos obligarán en este siglo a revisar todo de arriba hasta abajo.
En este trabajo el Acoso a Diputados no sólo sobra sino que es colaboracionismo con el sistema porque inhibe la indignación y maltrata el ánimo de la gente normal que rechaza y no se asocia a tales iniciativas.
Esto es lo que parecen sugerir los acontecimientos y la lectura del profesor Juan José Linz y otros.
Saludos
He conseguido leer no sólo el artículo sino los (hasta ahora) 131 comentarios. Estoy totalmente en desacuerdo con las tesis del señor Valdelomar.
En primer lugar, al articulo le falta CONTEXTO. No pueden analizarse las declaraciones de la PAH fuera de su contexto (una negociación: podemos encontrar declaraciones sobre lo “innegociable” de la propia postura en cualquier partido político español, o muchos agentes políticos en sentido amplio). Tampoco puede analizarse el escrache sin hacer referencia a la escasa calidad del sistema democrático español, porque es consecuencia de ello. Y no basta decir montar un hombre de paja (seguro que conocen esa falacia) y decir que si se acepta “acosar” (desde luego no en sentido delictivo, por cierto) por qué no matar, que dónde está el límite. Que un límite no esté totalmente delimitado, puesto por escrito, etcétera, no implica que no exista.
En segundo lugar -creo que es el problema de fondo- el artículo se basa en una idea de DEMOCRACIA FORMAL, NO MATERIAL; de democracia representativa donde el acto central es el voto. Por mucho que la Constitución española refleje un sistema donde la democracia representativa es preponderante, la interpretación que adivino es excesiva. A grandes rasgos: las consecuencias del voto son enormes, terribles; otras manifestaciones de voluntad popular se ciñen a la literalidad de lo expresado. Por ejemplo, dice el señor Valdelomar que quien firma una ILP no permite a quien la promueve realizar cualquier actuación. Pero parece que, por el contrario, quien vota a un partido le está permitiendo hacer lo que quiera durante 4 años, incluso aunque no esté previsto en su programa electoral o lo contravenga de manera directa, patente, diáfana. No es lógico. Tomemos la primera conclusión del sr. Valdelomar, tal y como se analiza al final del artículo: ¿en qué se basa el Partido Popular para considerarse representante de la mayoría? No tiene el apoyo, ni siquiera, de la mitad de la población con derecho a voto; y, sin embargo, “impone” reformas legales sin escuchar demasiado ni a la sociedad en su conjunto ni al propio parlamento (el uso sistemático del real decreto-ley es un ejemplo de ello). ¿Por qué no es totalitario que gobierne como lo está haciendo? Por lo visto, por obra y magia de la teoría de la democracia representativa. El problema es que esa teoría es eso, una teoría. Y, hoy por hoy, encubre un fraude. Si los representantes de la ciudadanía lo fuesen, si las reglas democráticas (formales y materiales) se cumplieses con carácter generalizado, probablemente no habría escraches y no estaríamos hablando de ellos.
Gracias por su comentario, Rafa. Introduce ud. un par de ideas que creo que merece la pena discutir.
La primera es la del contexto. Según ud. los escritos de la PAH adquieren un sentido distinto si se consideran dentro de una negociación. Si se refiere ud. a que estos escritos son solo la parte visible de una negociación “oculta”, estaríamos entrando en el terreno de la suposición, y en materia de suposiciones, cada cual puede fácilmente arrimar el ascua a su sardina… Si consideramos que todo está a la vista, entonces no podemos negar que la posición es extremadamente rígida: la totalidad se asume como un “mínimo”, y no se ofrece la menor pista de en qué aspectos de la ILP podría llegar a ceder la PAH.
Pero aunque admitiéramos que en efecto estamos ante una negociación, dudo que este hecho supusiera una gran diferencia en mi razonamiento: ¿quién es la PAH para negociar? ¿en nombre de quién negocia? De nuevo, ¿a quién representa la PAH? Volvemos a empezar…
Respecto a la diferencia entre los votos de un partido y las firmas de una ILP, ud. mismo la resume muy bien en su comentario: “otras manifestaciones de voluntad popular se ciñen a la literalidad de lo expresado”. El voto en unas elecciones generales supone la encomienda de una representación, mientras que la firma de una ILP supone única y exclusivamente el apoyo a esa ILP. Otra cuestión es que pueda parecernos excesiva o inadecuada la forma en que se ejerce la representación en España: estoy bastante de acuerdo con ud. en eso, pero como ya he señalado en otras respuestas, las carencias o defectos de nuestro sistema no justifican que una plataforma pueda actuar a su antojo.
Por último, no quiero pasar de largo ante su frase “Que un límite no esté totalmente delimitado, puesto por escrito, etcétera, no implica que no exista.”. La ley escrita fue un gran avance en la histora, Rafa. Mejor no demos pasos atras…
Eduardo (y a quien interese, claro está):
No conozco los pormenores de lo que pretende la PAH, aunque sí que ha afirmado desde luego que su propuesta es “de mínimos” (algo que no implica que no se pueda modificar, por cierto: el PSOE e IU han presentado enmiendas que mejoran algunas de las disposiciones que se contienen en la ILP). Lo que quería decir con mi comentario es que en cualquier negociación se pueden encontrar referencias a que algo es “innegociable” y eso no implica que quien lo dice es un totalitario. Lo dijo el PP con respecto a la reforma laboral (invitando de hecho a “mejorarla”. Por ejemplo: http://www.finanzas.com/noticias/empleo/2012-02-20/662698_dice-desvirtuara-reforma-laboral-ccoo.html).
Dicho eso, estamos de nuevo en lo mismo de antes: representatividad (como Ud. ha dicho: “Volvemos a empezar”). Voy a intentar no repetirme más de la cuenta.
En primer lugar, mi frase “otras manifestaciones de voluntad popular se ciñen a la literalidad de lo expresado” es una referencia a la interpretación que advierto en su artículo (y en muchos comentarios) y que estoy criticando. Si yo firmo la ILP porque quiero que se apruebe, no es irrazonable considerar que estaré de acuerdo con medidas que puedan conseguir ese efecto. Si considero que el escrache servirá para eso, lo apoyaré. Una encuesta puede interpretarse de muchas maneras, pero eso no significa que pueda interpretarse de cualquier manera (lo mismo pasa con la Ley escrita, ese “gran avance en la historia”. Nota al margen, sobre este tema. Se entiende que quiero decir que el límite no está explicitado por la PAH. Ningún agente social tiene que decir lo que hará en cualquier circunstancia que pudiera suceder. Aunque, en realidad, los protocolos lo dejan bastante claro).
Meollo del asunto: “El voto en unas elecciones generales supone la encomienda de una representación”. Y esto enlaza con mi crítica a la realidad de la teoría representativa. ¿Qué es lo que permite que un partido actúe en representación de la totalidad de la ciudadanía? Porque si es una cuestión numérica, el PP tiene algo más de 10 millones de votos, un 25% de la población española. (por aplicar el criterio que niega representatividad a la PAH). Si es una cuestión material, el PP está incumpliendo sistemáticamente su programa electoral. Sobre su afirmación de que “las carencias o defectos de nuestro sistema no justifican que una plataforma pueda actuar a su antojo” (o añado yo: cualquier ciudadano)… habrá que decir, uno, que los escraches tal y como se han producido no implican ningún comportamiento delictivo (por lo de “actuar a su antojo” y muchos comentarios que se han señalado, menciones a ETA incluídas); dos, que si ante una deficiencia grave del sistema la ciudadanía no puede reaccionar de manera inmediata… no espere encontrarme sentado a la sombra de esa idea de sistema democrático.
Desliza ud. las ideas muy sutilmente, Rafa. Dice ud. “Si yo firmo la ILP porque quiero que se apruebe, no es irrazonable considerar que estaré de acuerdo con medidas que puedan conseguir ese efecto.” Estará ud. de acuerdo con algunas medidas, y no estará de acuerdo con otras. Al firmar la ILP, las únicas medidas con las que podemos asumir que está ud. de acuerdo son con las que derivan de la propia gestión de la ILP de acuerdo al procedimiento establecido. A ninguna otra han dado el firmante su conformidad, por lo que la PAH no se puede considerar respaldada por las firmas para realizar ninguna acción fuera del propio procedimiento.
Dice ud. “en cualquier negociación se pueden encontrar referencias a que algo es “innegociable” y eso no implica que quien lo dice es un totalitario”. En mi análisis he desglosado cinco puntos, y mi conclusión deriva de la consideración de esos cinco puntos en su conjunto. La nula disposición a negociar, por si sola no lleva a la consideración de “totalitarismo”, pero sí sumada a la falacia de representación, la criminalización arbitraria, la selección de víctimas y la aplicación del castigo.
Dice ud. “si es una cuestión numérica, el PP tiene algo más de 10 millones de votos, un 25% de la población española. (por aplicar el criterio que niega representatividad a la PAH). ” No exactamente: el criterio quen niega la representatividad a la PAH no es meramente numérico, es material: la PAH solo representa a sus miembros, y a los firmantes de la ILP en lo que a la tramitación de la ILP se refiere. No tiene ninguna otra representación, porque de ninguna otra manera se han vinculado ciudadanos a esa plataforma. La PAH no es un partido, ni grande ni pequeño, no tiene votos, ni muchos ni pocos, y por lo tanto carece de representatividad social más allá de la que he indicado.
Y por último, dice ud. “si ante una deficiencia grave del sistema la ciudadanía no puede reaccionar de manera inmediata… no espere encontrarme sentado a la sombra de esa idea de sistema democrático”. Aquí no tengo más remedio que repetirme: la PAH no es la ciudadanía, y la PAH no representa a la ciudadanía. La ley hipotecaria ya presentaba las mismas “deficiencias graves” durante las últimas elecciones, y eso no impidió a la ciudadanía votar a partidos como PP, PSOE, UPyD, CiU, IU… con una participación muy amplia. Hay una plataforma ciudadana que está reaccionando “a su antojo”, de una forma que a muchos ciudadanos les parece escelente y admirable, y a otros nos parece claramente totalitaria.
Señor Valdelomar, con todo respeto, sigue usted empeñado en que para ejercer cuakquier acción política un grupos de ciudadanos (o un ciudadano solo, si a eso vamos) necesita ser antes “representativo”. Representativo de una mayora, se supone, y además representativo mediante el voto,
Eso lleva a la paradoja de que la acción política de los ciudadanos es, en sí misma y por antonomasia, segun usted, “totalitaria”, porque no tiene esa representación.
Yo me pregunto si a ese punto de vista usted hablando en serio, no le ve problemas de lógica según lo que se supone que son los derechos civiles y políticos y lo que es la democracia.
(En este caso, con el agravante de que las acciones que se dicuten resulta que son apoyadas mayoritariamente en las encuestas, lo que hace su punto de vista todavía más chocante. Eso en el fondo no es relevante porque la legitimidad emocrática sería la misma, mucha o poca, aunque solo la apoyasen cuatro y el del tambor, pero desde el punto de vista de la política como práctica en orden a unos objetivos, lo hace todavía maś raro)
Aloe, es cierto que estoy siendo muy insistente con el tema de la representatividad, pero cada vez que insisto es porque se identifica a la PAH con “la ciudadanía”, “el pueblo” o “las mayorías sociales”. ¡Por supuesto que el ciudadano tiene derecho a manifestarse o actuar, individualmente o en grupo! A lo que no tiene derecho es a manifestarse o actual en nombre de todos ¡Para eso es necesaria la representatividad con la que la PAH no cuenta!
En cuanto a la encuesta, lamento desengañarla pero no otorga ninguna representatividad. Por definición, una encuesta es estadística, es decir, consulta a una muestra poblacional determinada y extrapola sus resultados. La encuesta se realiza de forma inmediata, sin reflexión ni debate, sin que las distintas partes expliquen diferentes puntos de vista: un encuestador le hace una pregunta, en directo o por teléfono, y ud. responde. Cómo esté formulada la pregunta es enormemente importante y puede afectar seriamente al resultado (eso también pasa con los referendums). Y las encuestas se pueden sesgar: fíjese ud. como las mismas encuestas electorales dan resultados distintos dependiendo del periódico que las encargue. Y al final, los resultados electorales no suelen parecerse gran cosa a ninguna de las encuestas previas.
A lo que no tiene derecho es a manifestarse o actual en nombre de todos
¿No? Entonces supongo que los yogures bífidus no tienen derecho a publicitarse diciendo que tienen nosecuantos beneficios para la salud, y los partidos políticos no tienen derecho a hacer campaña diciendo que proponen un modelo de sociedad mejor para todos, para no hablar del señor Gallardón diciendo que su ley de tasas judiciales es para promover la justicia gratuita.
Entiendo que en todos esos casos usted pueda llamarles “mentirosos”, o, siendo más prudentes, “exagerados”, “optimistas” o “hiperbólicos”. Lo que no creo que les pueda llamar sin caer en el absurdo dogmático es “totalitarios”.
Y a la PAH tampoco, por lo mismo.
¿Que no son tan representativos como dicen? Pues estupendamente para usted. Así tendrá menos coste político para sus adversarios el no hacerles caso.
Ahora bien, si la exageracion propagandística, la hiperbole o incluso la falsedad descarado (en el caso de que lo fuera la reclamación que nos ocupa) fueran lo mismo que invadir Polonia, torturar en la Escuela de la Armada o destruir a la gente en el Gulag, ¿qué hacemos con Gallardón, Danone y los secretarios generales de los partidos? ¿Juzgarlos en Nuremberg?
Su exageracion me parece al menos igual de infundada, o más, que la que reprocha.
Y ciertamente, las encuestas se pueden utilizar para manipular (de hecho, se hace) y no tienen ningun valor jurídico-politico. Pero, por algún motivo, los gobiernos y las planas mayores de los patidos se toman en serio las que encargan para su propio uso (que será por algo) y las utilizan cuando les conviene para legitimar sus políticas (o dicen esas cosas como que “toda la gente ormal y de bien opina que…”) y eso se considera una argumento político relevante, aunque su valor jurídico sea cero.
Tampoco es cierto que las encuestas no acierten, cuando se hacen para que acierten. Se ha hecho famoso el matemático Silver por demostrar, exactamente lo contrario en las últimas elecciones USA. Y esta encuesta es del CIS, de quien nos solemos fiar en otros asuntos, y que no está pagada por la PAH, sino por sus enemigos…
A veces deslizo las ideas sutilmente, Eduardo, a veces las introduzco con mayúsculas. Soy así de versátil.
La conclusión que alcanzo de sus palabras es que La Ciudadanía, con mayúsculas, puede Ejercer su Derecho de Manifestación. Los colectivos de ciudadanos y ciudadanas, esos que no tienen mayúsculas, mejor que se lo piensen. Porque claro, ¿desde qué legitimidad van a pedir la reforma de una Ley? ¿Desde qué legitimidad van a pedir la dimisión de un gobierno? Son una minoría totalitaria que quiere imponerse sobre la minoría que votó al partido que tiene la mayoría en el Parlamento.
Lo lamento, observo que partimos de concepciones tan dispares sobre qué es democracia que no vamos a llegar a ninguna parte.
http://translate.google.es/translate?sl=en&tl=es&js=n&prev=_t&hl=es&ie=UTF-8&eotf=1&u=http%3A%2F%2Fwww.scotland.gov.uk%2FTopics%2FBuilt-Environment%2FHousing%2Fhomeless&act=url
Interesante enlace, que baja el debate desde las estratosféricas alturas de las clases de democracia y de totalitarismos a las más terrenales de las actuaciones de los poderes públicos.
He leído este post y sus comentarios tres veces. Creo que estamos perdiendo la sensatez de llamar a cada cosa por su nombre. “Escrache” es una palabra inexistente para ocultar coacción violenta sobre quien sea, sea la violencia psicológica o física. Los judíos sufrían “escarches” o “progroms” cuando se les insultaba primero en Francia, luego en Austria y finalmente en Alemania…? Si, por ejemplo, los señores de una plataforma antiabortista realizaran estas acciones contra los diputados para que reformen la ley del aborto,¿los que jalean estas coacciones no las llamarían actos de hordas fascistas? Bueno, eso es lo que resulta toda coacción violenta, incluso aunque tuviera base sociológica. Vamos por un camino peor que malo que se repite por terecera vez en la Historia reciente de España. Melancolía o exilio.
Anda que es fácil desactivar un escrache: yo, diputado (representante de mis representados a los que tengo que debiera escuchar), les convoco a una mesa redonda con medios de comunicación para que me digan lo que me tengan que decir, y les diga lo que les tenga que decir, y se acabó; a partir de ahí es acoso de Código Penal.
Ayer un programa sobre la OMS explicaba cómo un simple cambio paramétrico resultaba dramático para algunas farmacéuticas.
El cambio de la frontera de medicación de 290 a 210 ppm de un cierto tipo de colesterol multiplica por diez veces el mercado potencial y el coste en medicinas. Cómo y por qué la OMS, de la que se presume la fiabilidad de momento, acepta el cambio no es bien conocido del público pero es un mundo proceloso según el programa.
Con la pobreza sucede lo mismo. Hay miles de organizaciones conocidas como el tercer sector que también viven de ello y cuantas más organizaciones surgen más crecen las situaciones oficiales de pobreza con medidas aprobadas y financiadas por todo tipo de organizaciones públicas.
Por un lado del sistema trabajan los “Rent Seekers” , –justificadamente para ellos dado que su negocio depende de que se aprueben determinadas reglas–, y por el otro lado trabajan, –también justificadamente–, los “Free Riders” por idénticas razones.
Los dos grupos sufren el mordisco del momento y reaccionan.
En medio están los que pagan las facturas de los unos y de los otros.
Esta es la gente que va cayendo laminada en esta crisis porque no está organizada para defenderse atacando. Táctica esta que es tenida por la mejor forma de defensa.
Al contrario de los Rent Seekers y los Free Riders que, cada uno a su modo, dedican mucho tiempo y talento a este asunto.
Todos sabemos que esta crisis no es coyuntural así que seguirá el acoso e irá a peor. ¿Por qué?
Pues lamentablemente porque el Estado ha marcado el camino comprando a los violentos y haciéndoles un sitio en la mesa del poder. Tenemos el ejemplo de Bildu y otros.
Siendo esto grave..–la violencia es rentable si eres capaz de mantenerte en ella– resulta que la receta es de Manual para los Gobiernos Actuales y viene explícita en la página 30 del libro de Michael Mann, “Power in the 21st Century”…..the best solution is to buy them off or to make friends with them….”
Buenos días
Señor Oquendo, nada de “crecen las situaciones oficiales de pobreza”. La pobreza es real, y si no se da cuenta es que no tiene demasiado contacto con la realidad. En el caso de la vivienda, puede verse que hay más gente que vive en la calle, en vehículos o que está, de manera muy precaria, en viviendas de familiares o conocidos (casos en los que, normalmente, familias con hijos tienen que separarse).
Dijo Eduardo Valdelomar que quienes apoyan la ILP o están en contra de los desahucios no facultan por ello a la PAH para realizar actuaciones como los escraches. Estoy de acuerdo: no puede extraerse una conexión directa entre una cosa y otra (insisto: tampoco en el caso del voto a un partido). Pero la cosa es que hoy se publica en El País una encuesta que estima un apoyo del 78% a los escraches http://politica.elpais.com/politica/2013/04/07/actualidad/1365358645_241274.html
Una encuesta es una encuesta, no lo olvide. Casi todas las elecciones tenemos la oportunidad de comprobar hasta que punto se equivocan y, en cualquier caso, son interpretables. En este caso particular, creo que la encuesta nos manifiestan el grado de antipatía que causan los políticos, más que el grado de apoyo de la PAH.
creo que la encuesta nos manifiestan el grado de antipatía que causan los políticos, más que el grado de apoyo de la PAH.
La conexión entre ambas cosas está bien patente: el grado de antipatía que causan los políticos se debe, ente otras cosas, a esta. Y el grado de apoyo que pueda tener la PAH, también.
Por otro lado, el argumento no tiene peso, aunque fuera estrictamente cierto: si la mayoría de los ciudadanos apoyasen esas acciones porque el sol sale por Antequera o porque opinan que la política que se hace y los políticos con poder hieden, es exactamente lo mismo, a efectos de calcular ese apoyo.
Seguro que si mañana se convocan acciones en contra del comité Nobel de Medicina o de Nelson Mandela, no va nadie ni las apoya nadie, las convocaran la PAH o los Salesianos.
Otro punto de vista jurídico sobre el escrache: sobre como perjudica a la ILP, sobre lo desacertado de su comparación con los batasunos según su autor, que por aquí se ha comentado principalmente por el estilado Sr Oquendo, o sobre el peligro que a la mínima barrabasada sí sea una conducta penal típica.
http://www.eldiario.es/protesto-senoria/Suelte-escrache_6_119398067.html
Estimado quería decir.
A mi parecer habría que diferenciar el escrache en general del escrache llevado a cabo por la PAH. Me parece un error desde el punto de vista de la PAH que ellos mismos definan el escrache como “no democrático”. Yo creo que “democrático” es una idea que no aplica a este contexto necesariamente. El escrache es legal aparentemente, luego está permitido en las reglas de juego del estado de derecho.
Sobre la PAH, está claro que en su manifiesto no hilan demasiado fino con sus premisas teóricas, yo habría tenido más cuidado en mi discurso para este caso.
Un saludo
Gonzalo
Para Rafa Sanz.
No es cierto, Rafa. A ver si me explico porque es fácil el malentendido.
La pobreza mundial ha disminuido dramáticamente como no podía ser de otra forma desde que las fábricas e industrias de occidente se desplazaron fundamentalmente a Oriente. Mire los datos en cualquier informe desde la ONU a la OCDE.
Donde sin duda alguna crece y crecerá la pobreza no extrema es en Occidente. Y sin solución posible dado que no hay capacidad de generar empleos reales que lo solucionen. Desde Moscú a Los Ángeles es patente que la miseria crece y que seguirá creciendo.
Pero la pobreza global decrece tanto que unos 2000 millones de personas están saliendo de ella para integrar la clase media mundial. Un gran fenómeno global con más ganadores que perdedores.
Cuando la definición de “poverty line” se mueve por entre los 500 u 800 euros al mes estamos hablando de otra cosa: de gente sin trabajo, no de pobreza del tipo de la de menos de 30 euros mes.
Y no lo es porque, en esta situación, resolver la pobreza es dar a cada renta de subsistencia la oportunidad de un billete a un país verdaderamente pobre… pasarle su pensión asistencial cada mes y de repente viven mucho mejor en destino y benefician a aquellos pobres. Otra forma de redistribución.
Es de libro pero no se fomenta porque ese voto va a otro lugar, quita PIB-Consumo en origen (un concepto vidrioso) y deja de ser necesario el empleo público y las ONG que en origen se dedican a la redistribución. Menos poder.
Lo que no parece que vaya a tener solución es, sin burbujas, disminuir la pobreza que crece en Occidente porque no se vislumbra que los emergentes comiencen a subsidiarnos a cambio de las fábricas que se han ido allí.
Tampoco con más ONG’s.
Macroeconómicamente las ONG’s dependientes de fondos públicos –la mayoría– son un coste del sistema productivo y lastran la competitividad del mismo modo que un sueldo o los impuestos para sostenerlas.
Ojo, contribuyo a más de una y hago cosas para otra. Son palitivas.
Pero no me engaño acerca de sus efectos a plazo. Sus externalidades.
Es otro ejemplo en el cual nos sentimos bien por ayudar a corto pero a largo agravamos el problema. Pescadilla que se muerde la cola. Al final ayudamos a corto porque es lo que nos gratifica con más rapidez pero empíricamente agrava el problema porque lo esconde.
Debe haber otra forma de garantizar empleos productivos que permitan al Tercer mundo auto-sustentarse y a nosotros salir del hoyo. De esto han hablado y mucho Myrdal y Reinert, –ambos Reinert, padre e hijo.
De hecho esa forma existe: Se llama protección a la industria local.
Saludos cordiales
Pues yo la comparación que no veo es la que hacen con los batasunos (gente armada entre otras diferencias), o la que hacen con los nazis, que como ya he mencionado accedieron al poder con engaños y desde el mismo hicieron de todo para mantenerlo (con esto se me aparece otro simil).
Aquí cada uno escoge las comparaciones que quiere hacer, pero que conste que yo no hubiese hecho ninguna.
Creo que puede encontrar muchas otras definiciones de lo que es la democracia, de otros autores. Que Vd. prefiere quedarse con esa no me plantea ningún problema, pero entenderá que otros prefiramos otras definiciones, incluso más antiguas, tradicionales y universalmente reconocidas.
También pudiera ser que dicho profesor de lo que esté hablando se de aquello “en lo que se ha convertido la democracia” y no esté dando en esencia una definición de la misma.
Permítame decirle que me gusta mucho de Vd., y admiro, que es un pozo de conocimientos, aunque a veces el uso que hace de los mismo no me parezca tan plausible (es únicamente mi opinión, le pido que me entienda)
http://translate.google.es/translate?sl=en&tl=es&js=n&prev=_t&hl=es&ie=UTF-8&eotf=1&u=http%3A%2F%2Fwww.scotland.gov.uk%2FTopics%2FBuilt-Environment%2FHousing%2Fhomeless&act=url
Interesante enlace, que baja el debate desde las estratosféricas alturas de las clases de democracia y de totalitarismos a las más terrenales de las actuaciones de los poderes públicos.
He leído este post y sus comentarios tres veces. Creo que estamos perdiendo la sensatez de llamar a cada cosa por su nombre. “Escrache” es una palabra inexistente para ocultar coacción violenta sobre quien sea, sea la violencia psicológica o física. Los judíos sufrían “escarches” o “progroms” cuando se les insultaba primero en Francia, luego en Austria y finalmente en Alemania…? Si, por ejemplo, los señores de una plataforma antiabortista realizaran estas acciones contra los diputados para que reformen la ley del aborto,¿los que jalean estas coacciones no las llamarían actos de hordas fascistas? Bueno, eso es lo que resulta toda coacción violenta, incluso aunque tuviera base sociológica. Vamos por un camino peor que malo que se repite por terecera vez en la Historia reciente de España. Melancolía o exilio.
“Sólo cuando ese Estado sea incapaz de garantizar ninguna justicia por ser intrínsecamente perverso entonces estaría justificada la violencia. Creo que todavía estamos muy lejos de eso en España, afortunadamente.”
Lo siento pero me parece un poco ingenuo en esta afirmación. Actualmente creo que ha quedado meridianamente claro que el sistema tal como está constituido es perverso
Don Eduardo, claro que los canales inexistentes no son totalmente inútiles pero esos canales cada vez son más limitados y cada vez cuesta más conseguirlos. Además, por ejemplo en el caso de la sentencia de TJUE, tal sentencia ¿le da algún tipo de solución alguien que haya perdido su casa hace 2 o 3 años? Como queda claro en el artículo dedicado a este asunto en este mismo blog, las implicaciones retroactivas de dicha sentencia tendrán que ir viéndose con la respectiva legislación que habrá de aprobarse sobre el tema. Vamos, otra vez esperar, y durante la espera mucha más gente desesperada. Claro que en estos casos hay que abogar por la serenidad y la calma, pero a alguien que lo a perdido todo, pedirle calma y serenidad es como clavarle un puñal en el estómago, una larga e insoportable agonía
Que argumento tan simplista, que se presente a unas elecciones! Aquí rápidamente se reta a crear partidos o presentarse a unas elecciones. Vamos a ver, esa señora y su plataforma no tienen un programa de gobierno, no tienen un plan económico, no tienen un plan estratégico de seguridad exterior, no tienen un programa sobre sanidad o educación, no tienen un programa mil y un asuntos como sí lo tienen los partidos. Sólo tienen un programa sobre un aspecto de los millones que nos rodean a diario y ¿quiere que con eso se presenten a unas elecciones? Debe ser que usted no conoce lo que significan las asociaciones ni la acción ciudadana. Y es por personas como usted por las que estamos en este berenjenal. Personas que creen que una vez otorgado el voto uno debe callarse, no participar, no opinar, no aportar ideas. Personas que dicen que pasan de la política porque dicen que la política no aporta nada. Personas que creen que la sociedad civil debe estar supeditada al Gobierno y no al revés. Esa es la concepción tan deforme y falaz que abunda en nuestra sociedad. Y así surgen los problemas
Anda que es fácil desactivar un escrache: yo, diputado (representante de mis representados a los que tengo que debiera escuchar), les convoco a una mesa redonda con medios de comunicación para que me digan lo que me tengan que decir, y les diga lo que les tenga que decir, y se acabó; a partir de ahí es acoso de Código Penal.
Ayer un programa sobre la OMS explicaba cómo un simple cambio paramétrico resultaba dramático para algunas farmacéuticas.
El cambio de la frontera de medicación de 290 a 210 ppm de un cierto tipo de colesterol multiplica por diez veces el mercado potencial y el coste en medicinas. Cómo y por qué la OMS, de la que se presume la fiabilidad de momento, acepta el cambio no es bien conocido del público pero es un mundo proceloso según el programa.
Con la pobreza sucede lo mismo. Hay miles de organizaciones conocidas como el tercer sector que también viven de ello y cuantas más organizaciones surgen más crecen las situaciones oficiales de pobreza con medidas aprobadas y financiadas por todo tipo de organizaciones públicas.
Por un lado del sistema trabajan los “Rent Seekers” , –justificadamente para ellos dado que su negocio depende de que se aprueben determinadas reglas–, y por el otro lado trabajan, –también justificadamente–, los “Free Riders” por idénticas razones.
Los dos grupos sufren el mordisco del momento y reaccionan.
En medio están los que pagan las facturas de los unos y de los otros.
Esta es la gente que va cayendo laminada en esta crisis porque no está organizada para defenderse atacando. Táctica esta que es tenida por la mejor forma de defensa.
Al contrario de los Rent Seekers y los Free Riders que, cada uno a su modo, dedican mucho tiempo y talento a este asunto.
Todos sabemos que esta crisis no es coyuntural así que seguirá el acoso e irá a peor. ¿Por qué?
Pues lamentablemente porque el Estado ha marcado el camino comprando a los violentos y haciéndoles un sitio en la mesa del poder. Tenemos el ejemplo de Bildu y otros.
Siendo esto grave..–la violencia es rentable si eres capaz de mantenerte en ella– resulta que la receta es de Manual para los Gobiernos Actuales y viene explícita en la página 30 del libro de Michael Mann, “Power in the 21st Century”…..the best solution is to buy them off or to make friends with them….”
Buenos días
Señor Oquendo, nada de “crecen las situaciones oficiales de pobreza”. La pobreza es real, y si no se da cuenta es que no tiene demasiado contacto con la realidad. En el caso de la vivienda, puede verse que hay más gente que vive en la calle, en vehículos o que está, de manera muy precaria, en viviendas de familiares o conocidos (casos en los que, normalmente, familias con hijos tienen que separarse).
Dijo Eduardo Valdelomar que quienes apoyan la ILP o están en contra de los desahucios no facultan por ello a la PAH para realizar actuaciones como los escraches. Estoy de acuerdo: no puede extraerse una conexión directa entre una cosa y otra (insisto: tampoco en el caso del voto a un partido). Pero la cosa es que hoy se publica en El País una encuesta que estima un apoyo del 78% a los escraches http://politica.elpais.com/politica/2013/04/07/actualidad/1365358645_241274.html
Otro punto de vista jurídico sobre el escrache: sobre como perjudica a la ILP, sobre lo desacertado de su comparación con los batasunos según su autor, que por aquí se ha comentado principalmente por el estilado Sr Oquendo, o sobre el peligro que a la mínima barrabasada sí sea una conducta penal típica.
http://www.eldiario.es/protesto-senoria/Suelte-escrache_6_119398067.html
Estimado quería decir.
A mi parecer habría que diferenciar el escrache en general del escrache llevado a cabo por la PAH. Me parece un error desde el punto de vista de la PAH que ellos mismos definan el escrache como “no democrático”. Yo creo que “democrático” es una idea que no aplica a este contexto necesariamente. El escrache es legal aparentemente, luego está permitido en las reglas de juego del estado de derecho.
Sobre la PAH, está claro que en su manifiesto no hilan demasiado fino con sus premisas teóricas, yo habría tenido más cuidado en mi discurso para este caso.
Un saludo
Gonzalo
Para Rafa Sanz.
No es cierto, Rafa. A ver si me explico porque es fácil el malentendido.
La pobreza mundial ha disminuido dramáticamente como no podía ser de otra forma desde que las fábricas e industrias de occidente se desplazaron fundamentalmente a Oriente. Mire los datos en cualquier informe desde la ONU a la OCDE.
Donde sin duda alguna crece y crecerá la pobreza no extrema es en Occidente. Y sin solución posible dado que no hay capacidad de generar empleos reales que lo solucionen. Desde Moscú a Los Ángeles es patente que la miseria crece y que seguirá creciendo.
Pero la pobreza global decrece tanto que unos 2000 millones de personas están saliendo de ella para integrar la clase media mundial. Un gran fenómeno global con más ganadores que perdedores.
Cuando la definición de “poverty line” se mueve por entre los 500 u 800 euros al mes estamos hablando de otra cosa: de gente sin trabajo, no de pobreza del tipo de la de menos de 30 euros mes.
Y no lo es porque, en esta situación, resolver la pobreza es dar a cada renta de subsistencia la oportunidad de un billete a un país verdaderamente pobre… pasarle su pensión asistencial cada mes y de repente viven mucho mejor en destino y benefician a aquellos pobres. Otra forma de redistribución.
Es de libro pero no se fomenta porque ese voto va a otro lugar, quita PIB-Consumo en origen (un concepto vidrioso) y deja de ser necesario el empleo público y las ONG que en origen se dedican a la redistribución. Menos poder.
Lo que no parece que vaya a tener solución es, sin burbujas, disminuir la pobreza que crece en Occidente porque no se vislumbra que los emergentes comiencen a subsidiarnos a cambio de las fábricas que se han ido allí.
Tampoco con más ONG’s.
Macroeconómicamente las ONG’s dependientes de fondos públicos –la mayoría– son un coste del sistema productivo y lastran la competitividad del mismo modo que un sueldo o los impuestos para sostenerlas.
Ojo, contribuyo a más de una y hago cosas para otra. Son palitivas.
Pero no me engaño acerca de sus efectos a plazo. Sus externalidades.
Es otro ejemplo en el cual nos sentimos bien por ayudar a corto pero a largo agravamos el problema. Pescadilla que se muerde la cola. Al final ayudamos a corto porque es lo que nos gratifica con más rapidez pero empíricamente agrava el problema porque lo esconde.
Debe haber otra forma de garantizar empleos productivos que permitan al Tercer mundo auto-sustentarse y a nosotros salir del hoyo. De esto han hablado y mucho Myrdal y Reinert, –ambos Reinert, padre e hijo.
De hecho esa forma existe: Se llama protección a la industria local.
Saludos cordiales
La Academia Argentina de Letras, en su Diccionario del habla de los argentinos, define “escrache” como una “denuncia popular en contra de personas acusadas de violaciones a los derechos humanos o de corrupción, que se realiza mediante actos tales como sentadas, cánticos o pintadas, frente a su domicilio particular o en lugares públicos”.
El diccionario de la RAE, por ejemplo, no recoge la palabra “escrache” en sus artículos. Sí recoge “escrachar”, un coloquialismo de la Argentina y el Uruguay del que registra dos de sus acepciones: “romper, destruir, aplastar” y “fotografiar a una persona”
curiosa inversíón del fenómeno. Ahora el escrache es totalitario.
según el autor. Las palabras al final quieren decir lo que quieren decir, que diría Tentetieso.
Estimado Claudio, en la RDA, la “D” significaba “Democrática”. ¿Era la RDA “democrática”?. Una cosa es lo que signifiquen las palabras, y otra para lo que se usen.
Le traigo a colación la célebre obra de Orwell “1984”: al lugar donde se aplicaban las torturas se le denominaba “Ministerio del Amor”. Cosas de los totalitarismos.
Perdón, quería decir Carlos, no Claudio… Me traicionó el subconsciente…
La Academia Argentina de Letras, en su Diccionario del habla de los argentinos, define “escrache” como una “denuncia popular en contra de personas acusadas de violaciones a los derechos humanos o de corrupción, que se realiza mediante actos tales como sentadas, cánticos o pintadas, frente a su domicilio particular o en lugares públicos”.
El diccionario de la RAE, por ejemplo, no recoge la palabra “escrache” en sus artículos. Sí recoge “escrachar”, un coloquialismo de la Argentina y el Uruguay del que registra dos de sus acepciones: “romper, destruir, aplastar” y “fotografiar a una persona”
curiosa inversíón del fenómeno. Ahora el escrache es totalitario.
Si no tengo con qué alimentar a mis hijos o alimentarme a mi mismo me dará igual lo que pongan las leyes: lo tomaré de donde pueda. Las leyes no determinan la vida, es a la inversa.
No se trata en este caso de si la ley autoriza o no un desahucio. Se trata de que una familia no puede ni quiere vivir en unos cartones.
El fallo de la PAH es definirse como “afectados por la hipoteca” en vez de hacerlo – más simplemente – como personas que necesitan un lugar donde vivir.
El fallo del gobierno es hacer como que no se da cuenta de qué va esto.
Mi enhorabuena al autor del post por el gran y diverso número de comentarios suscitado. Ha puesto el dedo en la llaga de los sentimientos personales más que en cuestiones de Derecho y nos toca de forma diferente. Aunque ya he hecho alguna alusión al asunto de los llamados “escraches” y a sus “plataformas” desde cierto conocimiento interior de las mismas, he insistido siempre en separar lo que es una reclamación legítima, orientada y dirigida a quien se debe y cómo se debe (eso es ciudadanía) a lo que son protestas en forma de algarabía que nada aportan y sólo tienden a destruir (aunque no sepan qué muchas veces). Sólo basta conocer la urdimbre social de las masas dirigidas hacia fines que sólo los que las manipulan conocen. La masa social, por sí misma, no tiene cohesión y tiende a diluirse, como ha demostrado el 15M, en cambio cuando está manipulada por quienes se han profesionalizado en el tema (expertos en marketing social) y tienen y cuentan con medios para ello, pueden llevar a una sociedad a su propia destrucción. No puede confundirse el derecho a manifestarse o a la participación política de los ciudadanos, con la imposición del grupo al que consideran en esa caso más vulnerable. Eso se llama “matonismo”. Muchas de esas personas actúan y hacen en grupo lo que no tendrían la valentía y el coraje de hacer solas. Eso se llama cobardía. La lástima es que en esto, como casi en todo, pagan justos por pecadores y las razones legítimas se pierden en los insultos, amenazas y coacciones de quienes, probablemente, no buscan una respuesta positiva al problema, sino su enquistamiento para derribar un gobierno. Este gobierno. ¿No está claro?
Mi enhorabuena al autor del post por el gran y diverso número de comentarios suscitado. Ha puesto el dedo en la llaga de los sentimientos personales más que en cuestiones de Derecho y nos toca de forma diferente. Aunque ya he hecho alguna alusión al asunto de los llamados “escraches” y a sus “plataformas” desde cierto conocimiento interior de las mismas, he insistido siempre en separar lo que es una reclamación legítima, orientada y dirigida a quien se debe y cómo se debe (eso es ciudadanía) a lo que son protestas en forma de algarabía que nada aportan y sólo tienden a destruir (aunque no sepan qué muchas veces). Sólo basta conocer la urdimbre social de las masas dirigidas hacia fines que sólo los que las manipulan conocen. La masa social, por sí misma, no tiene cohesión y tiende a diluirse, como ha demostrado el 15M, en cambio cuando está manipulada por quienes se han profesionalizado en el tema (expertos en marketing social) y tienen y cuentan con medios para ello, pueden llevar a una sociedad a su propia destrucción. No puede confundirse el derecho a manifestarse o a la participación política de los ciudadanos, con la imposición del grupo al que consideran en esa caso más vulnerable. Eso se llama “matonismo”. Muchas de esas personas actúan y hacen en grupo lo que no tendrían la valentía y el coraje de hacer solas. Eso se llama cobardía. La lástima es que en esto, como casi en todo, pagan justos por pecadores y las razones legítimas se pierden en los insultos, amenazas y coacciones de quienes, probablemente, no buscan una respuesta positiva al problema, sino su enquistamiento para derribar un gobierno. Este gobierno. ¿No está claro?
La PAH es la misma que manipuló las cifras de desahucios y ha empleado a los muertos para su fin (el de la ILP) http://cienciasycosas.blogspot.com.es/2013/02/los-suicidios-y-el-periodismo-del-click.html
No nos esperemos nada nuevo de la PAH
El escrache es una muestra de democracia, que no existe en este pais ni en muchos otros. No es democratico el sistma de partidos, cada voto tendria que valer por un voto, cuando ganan hacen lo que les apetece sin cumplir el programa, politicos no quieren dialogar, vivimos falta de democracia en el sistema de medicinas (las empresas mandan para ganar diner), el sistema educativo (ahora obligan a hacer religion catolica por ejemplo), el sistema economico (la usura es la logica actual), el sistmea judicial (gana el que mas paga en general), en los mediosde comunicacion (ahora han censurado cerrado hispantv). Yo quise votar a un partido navarro para legalizar una planta y no les dejaron ni presentarse. etc etc etc
Así, Eduardo, que digas que la unica manera que tienen estos pobres desahuciados de darse a conocer es antidemocratica porque es la maxima expresion democratica en un pais donde reina (nunca mejor dicho) el fascismo, la falta de libertades individuales y colectivas, la imposicion del mas fuerte. Como se nota que a ti no te han hecho la vida imposible, no te lo deseo, pero tendrias que vivirlo para ganar en empatia, verte desesperado ,muerto de hambre en la calle donde no tienes donde comer ni dormir, luego seguro eras el primero en ir a los escraches, me pareces hipocrita decir que el escrache no es democratico, cuando lo practican para hacer cumplir la constitucion.
A mi me desahuciaron de alquiler sin previo aviso de juicio ni de dia de salida, aprovecharon cuando sali a pasear para entrar por la ventana y no volver a dejarme entrar, se quedaron con todas mis pertenencias: papeles medicos yb de trabajo, fotos de familia, juguetes niño, ropa, electrodomesticos…. unos 40.000 euros segun el seguro. Un desahucio ilegitimo en toda regla, un robo descarado, noticias en el periodico señalandome como moroso, insultos y amenazas de los propietarios por una deuda de 1.500 euros que estaba pagando en gerundio.
Donde esta tu democracia y tu justicia y dime quien aplica la violencia estructural y a veces fisica contra los mas desfavorecidos. Gracias por tu articulo, todo un ejemplo de democracia.
El escrache es una muestra de democracia, que no existe en este pais ni en muchos otros. No es democratico el sistma de partidos, cada voto tendria que valer por un voto, cuando ganan hacen lo que les apetece sin cumplir el programa, politicos no quieren dialogar, vivimos falta de democracia en el sistema de medicinas (las empresas mandan para ganar diner), el sistema educativo (ahora obligan a hacer religion catolica por ejemplo), el sistema economico (la usura es la logica actual), el sistmea judicial (gana el que mas paga en general), en los mediosde comunicacion (ahora han censurado cerrado hispantv). Yo quise votar a un partido navarro para legalizar una planta y no les dejaron ni presentarse. etc etc etc
Así, Eduardo, que digas que la unica manera que tienen estos pobres desahuciados de darse a conocer es antidemocratica porque es la maxima expresion democratica en un pais donde reina (nunca mejor dicho) el fascismo, la falta de libertades individuales y colectivas, la imposicion del mas fuerte. Como se nota que a ti no te han hecho la vida imposible, no te lo deseo, pero tendrias que vivirlo para ganar en empatia, verte desesperado ,muerto de hambre en la calle donde no tienes donde comer ni dormir, luego seguro eras el primero en ir a los escraches, me pareces hipocrita decir que el escrache no es democratico, cuando lo practican para hacer cumplir la constitucion.
A mi me desahuciaron de alquiler sin previo aviso de juicio ni de dia de salida, aprovecharon cuando sali a pasear para entrar por la ventana y no volver a dejarme entrar, se quedaron con todas mis pertenencias: papeles medicos yb de trabajo, fotos de familia, juguetes niño, ropa, electrodomesticos…. unos 40.000 euros segun el seguro. Un desahucio ilegitimo en toda regla, un robo descarado, noticias en el periodico señalandome como moroso, insultos y amenazas de los propietarios por una deuda de 1.500 euros que estaba pagando en gerundio.
Donde esta tu democracia y tu justicia y dime quien aplica la violencia estructural y a veces fisica contra los mas desfavorecidos. Gracias por tu articulo, todo un ejemplo de democracia.