¿Qué le parecería que todos los bancos pudieran conocer su currículum financiero?
Aunque pueda parecer lo contrario, que los bancos compartan nuestra información económica puede facilitar el acceso al crédito de los particulares, tan necesario en los tiempos que corren. A nivel internacional son muchos los estudios[1] que ponen de relieve la trascendencia que para la salida de la crisis tiene favorecer la circulación de información económica de los clientes con objeto de prevenir el sobreendeudamiento privado, los efectos sistémicos que conlleva y que en definitiva nos ha sumido en el caos actual.
Los días 19 y 20 de septiembre de 2013 se celebrará en Madrid, en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el primer Congreso Internacional sobre “Préstamo responsable y Ficheros de solvencia”, dirigido por Lorenzo Prats Albentosa, Catedrático de Derecho Civil de la Universidad Autónoma de Barcelona y por Matilde Cuena Casas, Profesora Titular de Derecho Civil de la Universidad Complutense, con el patrocinio del Consejo General del Notariado, Dictum Abogados y la editorial Thomson Reuters Aranzadi.
El objetivo del congreso es ahondar en una de las raíces de la actual crisis financiera que se ha traducido en España en un sobreendeudamiento privado (empresas y particulares) de extraordinarias dimensiones que supera con creces el endeudamiento público. El bloqueo del consumo privado tiene evidente trascendencia en la recesión actual y se ha provocado entre otras razones por un generoso mercado crediticio en el que no se ha llevado a cabo una adecuada valoración del riesgo, concediéndose de manera irresponsable, lo que se está traduciendo en altos índices de morosidad lo que ha puesto en riesgo la estabilidad del sistema financiero que funciona con el denominado privilegio de reserva fraccionaria: las entidades financieras pueden dedicar a inversiones y préstamos el dinero que sus clientes depositan en sus cuentas corrientes, estando obligados únicamente a mantener una fracción de los mismos (coeficiente de caja) para atender las disposiciones de efectivo de sus depositantes.
Esta forma de actuar del mercado puede tener efectos letales si además la inversión que realiza la entidad es imprudente. Aunque cualquier operación conlleva un riesgo, es preciso dotar a las entidades de información financiera fiable de sus potenciales clientes con el objeto de que puedan cumplir adecuadamente su obligación legal de evaluar la solvencia del deudor, es decir, de conceder préstamo responsable[2], y en su caso, de responder por su incumplimiento, y ello constituye auténtica prioridad legislativa.
El acceso a tal información, esencial para prevenir el sobreendeudamiento privado, encuentra serios obstáculos por virtud de la legislación española en materia de protección de datos personales (LOPD 15/1999 de 13 de diciembre y Reglamento de Protección de Datos personales 1720/2007 de (RDP de 21 de diciembre) particularmente en lo que se refiere a su regulación en materia de ficheros de solvencia (art. 29 LOPD y 38 y ss RPD), que impone importantes restricciones de acceso a la información económica de los particulares en aras a la protección de la “privacidad financiera”, la cual sin duda debe ser protegida, pero teniendo en cuenta el interés general por la estabilidad del sistema financiero. Se aleja ley de lo dispuesto en otros ordenamientos como USA que gozan de norma ad hoc (Fair Credit Report Act) o Francia que actualmente debate la creación de un Registro General de préstamos a particulares iniciativa que ha recibido una opinión favorable del Banco Central Europeo.
En España la información con la que cuentan las entidades financieras para evaluar el riesgo del cliente es, en su mayor parte, la ofrecida por él mismo y se centra básicamente en su patrimonio, ingresos y cargas. Así mismo, también las entidades pueden acceder a los denominados ficheros de solvencia patrimonial proporcionados por los credit bureaus gestionados por entidades privadas (ASNEF-EQUIFAX, EXPERIAN, CCI) o pública como es el caso de CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España), regulada en la Ley 44/2002 de 22 de noviembre de Medidas de Reforma del Sistema Financiero y por la recientemente aprobada Circular 1/2013, de 24 de mayo del Banco de España sobre normas de información financiera pública y reservada, y modelos de estados financieros.
En general, los credit bureaus recogen información sobre el comportamiento de pago que es suministrada por entidades de crédito y en ocasiones empresas de otros sectores (por ejemplo, telecomunicaciones), añadiéndose datos de fuentes públicas como boletines oficiales. Los prestamistas acceden a tales credit bureaus y obtienen un informe crediticio (credit report) del cliente con el que desean contratar. Este intercambio de información es decisivo para evaluar la solvencia del deudor, pero su eficacia depende de la modalidad de los ficheros. Los negativos solo dan información impagos. Los positivos, por el contrario, contienen todo el historial de cumplimiento del deudor, las obligaciones contraídas cumplidas y no cumplidas (el historial de pago de sus deudas, el número de cuentas que posee, si paga puntualmente sus obligaciones, nivel de deudas asumidas). En suma, contiene la información que normalmente tiene “nuestro banco” que sabe que pagamos nuestro saldo deudor de la tarjeta de crédito, el recibo de préstamo hipotecario todos los meses etc… La clave pues, es que un fichero positivo informa del nivel de endeudamiento del deudor, cuestión clave pues la capacidad económica del cliente no solo se mide con la entidad de su patrimonio, sino en relación con el pasivo asumido. Sería desaconsejable conceder un préstamo a un solicitante que no ha sido moroso pero tiene un nivel de endeudamiento alto que no debe incrementar.
Las ventajas de los ficheros de solvencia positivos no son desdeñables. Disminuyen la denominada selección adversa (la distinción entre buenos y malos pagadores), evitando la información asimétrica. Si el prestamista no tiene información fiable corre el riesgo de escoger a los prestatarios con más posibilidades de incumplir sus obligaciones y el coste de ese riesgo lo repercutirá a todos los clientes. De ahí que las medidas adoptadas para la protección de los deudores hipotecarios o el fresh start previsto en el Proyecto de ley de emprendedores puedan provocar un incremento del coste del crédito para todos los ciudadanos, pagando “justos por pecadores”. De hecho, es lo que está pasando ya: no hay crédito para nadie.
Si las entidades comparten la información positiva de sus clientes, fruto de su comportamiento crediticio, se mejora la estimación del riesgo, se reduce la morosidad y con ella el coste de las operaciones. Se permitiría así una mejor adecuación del coste crediticio a la prima de riesgo lo que indudablemente es bueno para el consumidor. El deudor que cumple en tiempo y forma sus obligaciones puede beneficiarse de mejores condiciones en cualquier entidad financiera y no solo en la suya, lo cual redunda en una mayor competitividad entre las mismas. Diversos estudios han confirmado estos argumentos desde el punto de vista empírico.
En la actualidad, la información sobre la conducta financiera de cada cliente está monopolizada por su banco, lo que provoca una asimetría informativa frente al resto de agentes del mercado respecto del perfil de riesgo de los clientes y un defecto de transparencia, pues otras entidades no pueden acceder a tal información para realizar una adecuada valoración del riesgo. Las entidades dominantes están poco interesadas en intercambiar información por cuanto puede ser perjudicial para su posición competitiva[3]: compartir información facilita la “fuga” de clientes. Con la situación actual, siempre será nuestro banco el que nos dará mejores condiciones porque “nos conoce”.
En España prevalecen los ficheros de solvencia negativos, únicos para los que no se requiere el consentimiento del deudor. Sí se trata de un fichero de información positiva el gestionado por el Banco de España (CIRBE) reformada recientemente pero con información limitada (operaciones por encima de los 9.000 euros), y con un acceso a la información restringido salvo excepciones, a entidades declarantes. Piénsese en la utilidad que podría presentar la posibilidad de acceso a información positiva para los arrendadores que quieren alquilar sus inmuebles a los efectos de valorar la solvencia de sus potenciales arrendatarios, acceso que debería ser autorizado por el deudor.
Para que los prestadores privados de servicios de información puedan publicar información positiva necesitan el consentimiento del afectado (art. 29LOPD) salvo que los datos procedan de una fuente accesible al público. Lo que “perjudica” al deudor es la constancia de la información negativa (inclusión en fichero de morosos) para lo cual no se requiere su consentimiento. No parece razonable que éste sí sea necesario para que se publique una información positiva que puede favorecerle notablemente.
El objeto del congreso será reflexionar sobre esta importante materia que es crucial para que la obligación legal de las entidades de conceder préstamo de manera responsable sea realmente efectiva y sea posible, en su caso, exigir responsabilidad por su incumplimiento. Si las entidades carecen de información financiera fiable, si no comparten adecuadamente tal información, con las cautelas adecuadas para proteger la privacidad del deudor, difícilmente podrá controlarse de manera adecuada tal obligación de evaluar la solvencia. Resulta prioritario equilibrar las necesidades individuales de protección de la privacidad y la precisión de los datos con las necesidades que presenta la economía general de transparencia y de instrumentos viables que refuercen la disciplina de reembolso y eviten el sobreendeudamiento privado y que se está trasladando al sector público.
El congreso es internacional y contaremos con especialistas en la materia que nos expondrán los distintos sistemas legales existentes en el ámbito de la UE (analizando las novedades de la Propuesta europea de Reglamento de Protección de Datos personales de 25 de enero de 2012) y de USA, poniendo de relieve los notables contrastes que existen entre los distintos países. Además de académicos, también participarán representantes de todos los sectores afectados: agencias de información crediticia (Experian y Equifax), notarios (nuestro editor Fernando Gomá), analistas de riesgos, seguro de crédito, Banco de España, Agencia Española de Protección de datos, Parlamento Europeo, asociaciones de consumidores, todo ello con objeto de analizar esta materia cuyo tratamiento adecuado es esencial para realizar un eficaz control de sobreendeudamiento privado y evitar un encarecimiento generalizado del crédito para buenos y malos pagadores.
Para más información e inscripciones: http://prestamoresponsable.org/
[2] Artículo 18 de la Orden EHA/2899/2011, de 28 de octubre, de transparencia y protección del cliente de servicios bancarios, y que desarrolla el art. 12 de la Circular 5/2012, de 27 de junio del Banco de España a entidades de crédito y proveedores de servicios de pago sobre transparencia de los servicios bancarios y responsabilidad en la concesión de crédito[2]. La obligación de evaluar la solvencia del deudor también es reiterada en el art. 29 Ley de Economía sostenible[2], y recogida en el art. 14 de la Ley 16/2011, de 24 de junio de Crédito al Consumo.
Licenciada y doctora en Derecho por la Universidad Pontificia Comillas (ICADE). Catedrática de Derecho Civil. Universidad Complutense. Miembro del Instituto de Derecho Europeo e integración regional (IDEIR) de la Universidad Complutense.
Es codirectora del Curso de alta especialización en insolvencia de persona física y del Curso de alta especialización en Derecho de familia, ambos impartidos en la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad Complutense.
Autora de varias monografías y numerosos artículos en revistas especializadas, ha desarrollado varias líneas de investigación sobre transmisión de los derechos reales; derecho de familia y concurso de acreedores; Crisis matrimoniales, Concurso de persona física, prevención del sobreendeudamiento privado: préstamo responsable y ficheros de solvencia patrimonial y “tutela de usuarios de servicios FinTech”. Estas líneas de investigación las ha desarrollado con el apoyo de cuatro proyectos de investigación I+D del Ministerio de Economía y Competitividad de los que ha sido investigadora principal.
En la actualidad lidera otro proyecto de investigación sobre la “Protección jurídica de la vivienda habitual: un enfoque global y multidisciplinar”, gracias a la financiación que recientemente ha recibido del Ministerio de Ciencia e Innovación en la convocatoria de Proyectos I+D de 2021.
Ha codirigido el Tratado de Derecho de la Familia (8 tomos) en el que intervienen más de 40 autores y se tratan todos los aspectos relacionados con el derecho de familia (civiles, penales, administrativos, procesales). Dicho tratado ha sido publicado por la editorial Thomson Aranzadi (2 ediciones).
Ha realizado varias estancias de investigación en la Universidad de Harvard (Harvard Law School) (junio 2010 y mayo de 2016) y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Perugia (junio 2012).
Ha participado en tareas legislativas.
En particular, ha asesorado al Ministerio de Justicia durante los últimos meses del año 2009 y primeros de 2010, dentro de los trabajos de preparación de la propuesta de reforma de la Ley Concursal, en lo que se refiere al concurso de persona física. Un asesoramiento que ha tenido incidencia en las redacciones propuestas para los nuevos artículos 47, 49.2 y 25 de la citada Ley y que se han confirmado en la redacción definitiva de la Ley 22/2011, de 10 de octubre de Reforma de la Ley Concursal. También ha asesorado al FMI sobre la regulación de España de la insolvencia de persona natural y al Ministerio de Economía en relación con los ficheros de solvencia positivos con ocasión de la aprobación de la Ley de fomento de la financiación empresarial.
Ha elaborado para el Ministerio de Justicia una propuesta de regulación de la reforma de la Ley Concursal en materia de Insolvencia de Persona Natural: reforma de la Ley Concursal, Ley de Enjuiciamiento Civil y Ley de Protección de datos personales en materia de ficheros de solvencia positivos. Ministerio de Justicia, enero 2015.
Ha elaborado propuestas de enmiendas al Proyecto de Ley de Crédito Inmobiliario y Proyecto de Ley de Protección de Datos personales a instancia de diversos grupos parlamentarios, habiendo tenido algunas de ellas reflejo en los textos legales finalmente aprobados.
Ha participado en la tramitación del Anteproyecto de Ley de reforma del Texto Refundido de la Ley Concursal para la transposición de la Directiva UE 2019/1023 sobre marcos de reestructuración preventiva, insolvencia y condonación de deudas, elaborando un informe con propuestas para la reforma del régimen jurídico de la exoneración del pasivo insatisfecho para la Sección Especial de la Comisión General de Codificación sobre Derecho Preconcursal. Julio 2020. Así mismo ha elaborado enmiendas al Proyecto de Reforma del Texto Refundido de la Ley Concursal, como miembro del grupo de trabajo para la reforma concursal organizado por PIMEC, que han tenido reflejo en el texto definitivamente aprobado.
Es indudable que el conocimiento que los pocos bancos que van configurando el oligopolio tengan de sus clientes cautivos (nosotros que estamos obligados y somos coaccionados a usar sus servicios a sus precios) reducirá sus costes de gestión comercial, sus necesidades de provisiones para cubrir morosos y fallidos.
Tendrán por tanto aún mejores márgenes y los beneficios así logrados ayudarán al sistema a dar todavía más crédito, a multiplicadores monumentales. Aire que hincha el vacío estructural y prepara otra burbuja.
Una de nuestras asignaturas pendientes, incluso de los mejor educados, es entender el sistema bancario y su función en un sistema monetario como el actual, de “fiat money”, o la reserva fraccionaria y multiplicadores de 2 dígitos.
Hoy el crédito (una actividad desaconsejable salvo para alguna que otra actividad productiva y rentable de ciclo largo) es crucial para el sistema.
Para hacernos una idea hay que tener en cuenta que nos hemos endeudado hasta cerca de 3 veces el PIB (deuda privada y pública) y que toda esa deuda ha ido a ser contabilizada como PIB. La primera palabra de PIB es Producto pero hoy se debiera llamar CIB (Consumo)
Así, en 12 años, 3 de ellos son puro crédito, humo, inexistentes a efectos de creación real y duradera de riqueza productiva. Casi todo se ha ido en comer (consumir) y subir precios de activos que no los valen.
No importa pues que la capacidad industrial siga contrayéndose (así llevamos en occidente 40 o más años) porque, mientras haya crédito y el consumo cuente contablemente como “PIB”, podemos seguir bailando como si nada sucediese.
En relación a que no tengamos nada secreto, ni siquiera discreto, en nuestras vidas y “nuestro” amo estado nos obligue a ser cliente de sus banqueros pues qué decir.
Mejor ni pensar en ello. Total ¿para qué?.
Saludos
Es indudable que el conocimiento que los pocos bancos que van configurando el oligopolio tengan de sus clientes cautivos (nosotros que estamos obligados y somos coaccionados a usar sus servicios a sus precios) reducirá sus costes de gestión comercial, sus necesidades de provisiones para cubrir morosos y fallidos.
Tendrán por tanto aún mejores márgenes y los beneficios así logrados ayudarán al sistema a dar todavía más crédito, a multiplicadores monumentales. Aire que hincha el vacío estructural y prepara otra burbuja.
Una de nuestras asignaturas pendientes, incluso de los mejor educados, es entender el sistema bancario y su función en un sistema monetario como el actual, de “fiat money”, o la reserva fraccionaria y multiplicadores de 2 dígitos.
Hoy el crédito (una actividad desaconsejable salvo para alguna que otra actividad productiva y rentable de ciclo largo) es crucial para el sistema.
Para hacernos una idea hay que tener en cuenta que nos hemos endeudado hasta cerca de 3 veces el PIB (deuda privada y pública) y que toda esa deuda ha ido a ser contabilizada como PIB. La primera palabra de PIB es Producto pero hoy se debiera llamar CIB (Consumo)
Así, en 12 años, 3 de ellos son puro crédito, humo, inexistentes a efectos de creación real y duradera de riqueza productiva. Casi todo se ha ido en comer (consumir) y subir precios de activos que no los valen.
No importa pues que la capacidad industrial siga contrayéndose (así llevamos en occidente 40 o más años) porque, mientras haya crédito y el consumo cuente contablemente como “PIB”, podemos seguir bailando como si nada sucediese.
En relación a que no tengamos nada secreto, ni siquiera discreto, en nuestras vidas y “nuestro” amo estado nos obligue a ser cliente de sus banqueros pues qué decir.
Mejor ni pensar en ello. Total ¿para qué?.
Saludos
En mi opinión el que el titular del dato tenga que dar su consentimiento para que puedan cederse sus datos me parece esencial y cualquier cambio en otro sentido una vulneración de su derecho fundamental a que sus datos personales sean adecuadamente protegidos.
Nada impide a un banco alcanzar un acuerdo con sus clientes ofreciendo algo (por ejemplo una cantidad por cada cesión realizada) a cambio de ese consentimiento que a ellos, como muy bien señala Manu, les va a reportar indudables beneficios económicos.
A mi no me venden la moto de que va a ser mejor para mi que todos los operadores financieRos sepan mis hábitos de consumo, que cosas he comprado a plazos y como utilizo mis tarjetas de crédito o débito.
En mi opinión el que el titular del dato tenga que dar su consentimiento para que puedan cederse sus datos me parece esencial y cualquier cambio en otro sentido una vulneración de su derecho fundamental a que sus datos personales sean adecuadamente protegidos.
Nada impide a un banco alcanzar un acuerdo con sus clientes ofreciendo algo (por ejemplo una cantidad por cada cesión realizada) a cambio de ese consentimiento que a ellos, como muy bien señala Manu, les va a reportar indudables beneficios económicos.
A mi no me venden la moto de que va a ser mejor para mi que todos los operadores financieRos sepan mis hábitos de consumo, que cosas he comprado a plazos y como utilizo mis tarjetas de crédito o débito.
La verdad es que soy consciente que el tema que planteo es arriesgado y escasamente tratado en España. El sobreendeudamiento privado tiene un importante efecto sistémico, y cualquier medida que tienda a prevenirlo debe ser bien recibida, sobre todo porque hay un interés público tal y como se ha puesto de manifiesto en un importante informe elaborado por el Banco Mundial http://siteresources.worldbank.org/FINANCIALSECTOR/Resources/Credit_Reporting_text.pdf Conceder un préstamo a quien no lo va a poder devolver no es bueno para nadie y hoy lo estamos comprobando.
Hay estudios empíricos que acreditan que compartir información positiva es bueno para el consumidor y “molesto” para las entidades financieras que tiene una fuerte posición en el mercado. Quizá por eso en España se habla poco del tema. La ratio de morosidad es más baja y facilita el acceso al crédito más población. Me permito recomendar este trabajo, punto de referencia en la materia, en donde compara el índice de morosidad en países con libre circulación de información positiva y negativa con el ejemplo de Australia que solo permite acceso a información negativa. http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.199.3397&rep=rep1&type=pdf El acceso al crédito es un 11% superior en países con ficheros positivos y negativos.
Valorar la solvencia con base en un scoring que se construye con base en criterios estadísticos, los ingresos del deudor y su patrimonio, me parece que es insuficiente. Es bien sabido que tener patrimonio no equivale necesariamente a buen comportamiento crediticio y este tipo de información favorece la concesión de crédito a aquellos deudores emprendedores que en el momento de realizar la solicitud carecen de patrimonio porque “están empezando”, pero tienen buenas ideas y un comportamiento crediticio intachable. “Conocer” al deudor constituye una fuente de información relevante y es lo que hace que en la práctica nuestro banco nos dé más facilidades y mejores condiciones que otra entidad que “no nos conoce”.Por lo tanto, es la falta de circulación de información positiva la que provoca que seamos cautivos de nuestro banco y es lo que le garantiza que no nos vamos a ir a otro de la competencia, algo que desde luego le viene muy bien.
Si la entidad basa su decisión en criterios estadísticos para evaluar el riesgo se producen efectos indeseable. Por ejemplo, un hombre divorciado ( o mujer) con cargas familiares tendrá un score más bajo y por lo tanto, una menor posibilidad de acceso al crédito que otro que no se encuentra en tal situación. Por el contrario, si se puede acceder al comportamiento crediticio de ese deudor, aunque sea divorciado y con un cargas familiares, puede mejorar su score teniendo en cuenta los datos de su propio comportamiento y no en función del comportamiento habitual del resto de sujetos que se encuentran en su misma situación.
En definitiva, de lo que se trata es de que tengamos nuestra prima de riesgo en función de nuestro propio comportamiento y que eso incida en el coste. De lo contrario, el fresh start que viene con la Ley de Emprendedores y las medidas de protección (aparente) del deudor hipotecario van a acarrear un encarecimiento del crédito para todos y eso no es bueno. Por ello creo que los costes de recabar un consentimiento del deudor generan más inconvenientes que ventajas. Si la declaración de los datos a la CIRBE no requiere el consentimiento del deudor , creo que lo mismo debe suceder para los ficheros privados, algo que no impide la normativa europea de protección de datos y que es lo que sucede por ej en Gran Bretaña. Eso sí, hay que controlar el uso de la información por las entidades privadas, tal y como sucede en Fair Credit Report americana. http://www.transunion.com/docs/rev/personal/Federal_Bill_of_Rights.pdf
La verdad es que soy consciente que el tema que planteo es arriesgado y escasamente tratado en España. El sobreendeudamiento privado tiene un importante efecto sistémico, y cualquier medida que tienda a prevenirlo debe ser bien recibida, sobre todo porque hay un interés público tal y como se ha puesto de manifiesto en un importante informe elaborado por el Banco Mundial http://siteresources.worldbank.org/FINANCIALSECTOR/Resources/Credit_Reporting_text.pdf Conceder un préstamo a quien no lo va a poder devolver no es bueno para nadie y hoy lo estamos comprobando.
Hay estudios empíricos que acreditan que compartir información positiva es bueno para el consumidor y “molesto” para las entidades financieras que tiene una fuerte posición en el mercado. Quizá por eso en España se habla poco del tema. La ratio de morosidad es más baja y facilita el acceso al crédito más población. Me permito recomendar este trabajo, punto de referencia en la materia, en donde compara el índice de morosidad en países con libre circulación de información positiva y negativa con el ejemplo de Australia que solo permite acceso a información negativa. http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.199.3397&rep=rep1&type=pdf El acceso al crédito es un 11% superior en países con ficheros positivos y negativos.
Valorar la solvencia con base en un scoring que se construye con base en criterios estadísticos, los ingresos del deudor y su patrimonio, me parece que es insuficiente. Es bien sabido que tener patrimonio no equivale necesariamente a buen comportamiento crediticio y este tipo de información favorece la concesión de crédito a aquellos deudores emprendedores que en el momento de realizar la solicitud carecen de patrimonio porque “están empezando”, pero tienen buenas ideas y un comportamiento crediticio intachable. “Conocer” al deudor constituye una fuente de información relevante y es lo que hace que en la práctica nuestro banco nos dé más facilidades y mejores condiciones que otra entidad que “no nos conoce”.Por lo tanto, es la falta de circulación de información positiva la que provoca que seamos cautivos de nuestro banco y es lo que le garantiza que no nos vamos a ir a otro de la competencia, algo que desde luego le viene muy bien.
Si la entidad basa su decisión en criterios estadísticos para evaluar el riesgo se producen efectos indeseable. Por ejemplo, un hombre divorciado ( o mujer) con cargas familiares tendrá un score más bajo y por lo tanto, una menor posibilidad de acceso al crédito que otro que no se encuentra en tal situación. Por el contrario, si se puede acceder al comportamiento crediticio de ese deudor, aunque sea divorciado y con un cargas familiares, puede mejorar su score teniendo en cuenta los datos de su propio comportamiento y no en función del comportamiento habitual del resto de sujetos que se encuentran en su misma situación.
En definitiva, de lo que se trata es de que tengamos nuestra prima de riesgo en función de nuestro propio comportamiento y que eso incida en el coste. De lo contrario, el fresh start que viene con la Ley de Emprendedores y las medidas de protección (aparente) del deudor hipotecario van a acarrear un encarecimiento del crédito para todos y eso no es bueno. Por ello creo que los costes de recabar un consentimiento del deudor generan más inconvenientes que ventajas. Si la declaración de los datos a la CIRBE no requiere el consentimiento del deudor , creo que lo mismo debe suceder para los ficheros privados, algo que no impide la normativa europea de protección de datos y que es lo que sucede por ej en Gran Bretaña. Eso sí, hay que controlar el uso de la información por las entidades privadas, tal y como sucede en Fair Credit Report americana. http://www.transunion.com/docs/rev/personal/Federal_Bill_of_Rights.pdf
En un mundo imaginario en el que las partes en un contrato pudieran negociar sus términos con igualdad y libertad y se produjese un verdadero “sinalagma”, para usar la expresión clásica, parece que el hecho de que el solicitante de crédito dé acceso a la entidad crediticia no tendria que presentar especiales dificultades. La información sobre el cumplimiento previo de los contratos puede ser relevante en una sociedad de masas y en un mercado de “productos” financieros. No hace tanto, todo este tinglado del “know your client” era mucho más simple y preciso, porque los bancarios sabían de personas, conocían a sus clientes. Ahora no se lleva, se “colocan” vía red los diseños de las centrales, salvo excepcionies. Luego está el problema de los “covenants” ella jurisprudencia, es decir, si pueden elevarse las declaraciones de las partes a condices esenciales del contrato que determinen su posible resución unilateral. Es frecuente ver textos en los que se indica que en banco ha suscrito el contrato inducido por determinadas declaraciones del cliente sobre su propia solvencia, sobre todo en préstamos mercantiles. Lo que ocurre es que en la vida real las entidades financieras ya manejan volúmenes enormes de información personal y no sabemos de modo transparente ni cómo la obtienen ni cómo la procesan, ni como la ceden. Por tanto, si existiera un control del usuario absoluto sobre sus datos, la respuesta acaso fuera afirmativa, si no, no. No olvidemos que en Derecho inglés, por ejemplo, el debate ya no está ahí, sino en el acceso a ciertos datos biológicos, como el ADN del cliente, para contratos de trabajos, de seguro, etc. En cuanto al crédito responsable (interesante convocatoria, por cierto), tengo una propuesta que puede parecemos hecha por mi abuelo: lo responsable es no exudares y vivir oor debajo de las posibilidades de uno. Los bancos, ya se sabe, son esas entidades que dan paraguas cuando no llueve, como estamos viendo,
En un mundo imaginario en el que las partes en un contrato pudieran negociar sus términos con igualdad y libertad y se produjese un verdadero “sinalagma”, para usar la expresión clásica, parece que el hecho de que el solicitante de crédito dé acceso a la entidad crediticia no tendria que presentar especiales dificultades. La información sobre el cumplimiento previo de los contratos puede ser relevante en una sociedad de masas y en un mercado de “productos” financieros. No hace tanto, todo este tinglado del “know your client” era mucho más simple y preciso, porque los bancarios sabían de personas, conocían a sus clientes. Ahora no se lleva, se “colocan” vía red los diseños de las centrales, salvo excepcionies. Luego está el problema de los “covenants” ella jurisprudencia, es decir, si pueden elevarse las declaraciones de las partes a condices esenciales del contrato que determinen su posible resución unilateral. Es frecuente ver textos en los que se indica que en banco ha suscrito el contrato inducido por determinadas declaraciones del cliente sobre su propia solvencia, sobre todo en préstamos mercantiles. Lo que ocurre es que en la vida real las entidades financieras ya manejan volúmenes enormes de información personal y no sabemos de modo transparente ni cómo la obtienen ni cómo la procesan, ni como la ceden. Por tanto, si existiera un control del usuario absoluto sobre sus datos, la respuesta acaso fuera afirmativa, si no, no. No olvidemos que en Derecho inglés, por ejemplo, el debate ya no está ahí, sino en el acceso a ciertos datos biológicos, como el ADN del cliente, para contratos de trabajos, de seguro, etc. En cuanto al crédito responsable (interesante convocatoria, por cierto), tengo una propuesta que puede parecemos hecha por mi abuelo: lo responsable es no exudares y vivir oor debajo de las posibilidades de uno. Los bancos, ya se sabe, son esas entidades que dan paraguas cuando no llueve, como estamos viendo,
Interesantísimo, Matilde.
La idea parece ser que si los bancos saben hasta de qué color llevamos la ropa interior, todo irá mucho mejor. Sabido es que nos aman y buscan nuestro bien, no otra cosa. Y claro, esa búsqueda se ve entorpecida por nuestro secretismo, nuestro mal entendido pudor. ¡Somos de un cortado!
¿Qué hago una donación periódica a cierta organización muy significada en alguna materia? Pues que lo sepa toda la banca: “este es un tío cumplidor, no falla un mes, hace donaciones a …(qué interesante ¿a esos?)”.
¿Qué pago con mi VISA en un club de carretera con lucecitas de colores? Pues lo mismo: que cada Banco (nótese las mayúsculas de respeto) se entere bien enterado. ¡Por mi mejor servicio!
¿Que me hago de tal o cual Religión y doy mi óbolo mensual a la Parroquia, Sinagoga, Mezquita o Templo de Druidas? Pues hala, toda la banca al tanto, que me van a atender mejor.
Así, conociéndome a fondo, podrán “optimizar” sus servicios de crédito. Pensando en mí, que es para lo que viven, como es sabido. Aquéllo de tomar dinero prestado -prestar dinero. Así gana un Banco su prudente beneficio. No les gusta el ¿smart trading? ¿se llama así lo de que te dejen en el Banco Central Europeo dinero barato, para luego meterlo caro en deuda pública? ¡Claro que no les gusta! La Banca solo quiere optimizar sus servicios; si hacen smart trading es muy a su pesar. Porque no tienen bastante informaciòn, pobres.
Como decía aquél anuncio “El Corte Inglés solo piensa en tí”. Me cuesta seguir escribiendo: me emociono.
A ver si en un rinconcillo entre tantas cosas que se van a analizar por el bien sobre todo nuestro, no de los bancos, hay un hueco para la siguiente:
¿Cómo incidirían esos ficheros y esa información tan benéfica que se plantea, en los casos de bancos que prestan dinero para no cobrarlo? Los hay. En España por lo menos. Los bancos dan préstamos a los partidos políticos. Y mira que saben lo difícil que va a ser recuperarlos. O a lo mejor es que ni siquiera quieren cobrarlos (en dinero, se entiende; en otras cosas a los mejor sí que quieren).
¿Eso será un caso de “Fair Credit”, supongo?
¿La crisis viene del sobreendeudamiento? ¿Y la banca no lo sabía cuando concedía préstamos? Vaya si lo sabía. Pero el sistema Capitalista premiaba los resultados a cortísimo plazo, eso lo sabían todos los CEOs yupis. Y les importaba una higa el futuro: solo contaba un sueldo más alto al año siguiente. ¡Ahora es que no sabían los bancos que había exceso de crédito! ¡¡Por favor!!
Matilde: la crisis que atravesamos en lo económico (la menos grave de todas) se ha gestado entre ciertos políticos y ciertos banqueros (lato sensu, se incluye las Cajas, evidentemente) ambiciosos y sin conciencia. No, no ha sido por “falta de información fiable”. Ha habido no falta, exceso. De yuppismo, de horteradas, de sinvergonzonería. Y quedan sin castigo. No son delito, TS dixit.
La crisis no se arregla con “más información”, sino con “más valores”.
De los morales. Claro.
(Emocionado aplauso)
Interesantísimo, Matilde.
La idea parece ser que si los bancos saben hasta de qué color llevamos la ropa interior, todo irá mucho mejor. Sabido es que nos aman y buscan nuestro bien, no otra cosa. Y claro, esa búsqueda se ve entorpecida por nuestro secretismo, nuestro mal entendido pudor. ¡Somos de un cortado!
¿Qué hago una donación periódica a cierta organización muy significada en alguna materia? Pues que lo sepa toda la banca: “este es un tío cumplidor, no falla un mes, hace donaciones a …(qué interesante ¿a esos?)”.
¿Qué pago con mi VISA en un club de carretera con lucecitas de colores? Pues lo mismo: que cada Banco (nótese las mayúsculas de respeto) se entere bien enterado. ¡Por mi mejor servicio!
¿Que me hago de tal o cual Religión y doy mi óbolo mensual a la Parroquia, Sinagoga, Mezquita o Templo de Druidas? Pues hala, toda la banca al tanto, que me van a atender mejor.
Así, conociéndome a fondo, podrán “optimizar” sus servicios de crédito. Pensando en mí, que es para lo que viven, como es sabido. Aquéllo de tomar dinero prestado -prestar dinero. Así gana un Banco su prudente beneficio. No les gusta el ¿smart trading? ¿se llama así lo de que te dejen en el Banco Central Europeo dinero barato, para luego meterlo caro en deuda pública? ¡Claro que no les gusta! La Banca solo quiere optimizar sus servicios; si hacen smart trading es muy a su pesar. Porque no tienen bastante informaciòn, pobres.
Como decía aquél anuncio “El Corte Inglés solo piensa en tí”. Me cuesta seguir escribiendo: me emociono.
A ver si en un rinconcillo entre tantas cosas que se van a analizar por el bien sobre todo nuestro, no de los bancos, hay un hueco para la siguiente:
¿Cómo incidirían esos ficheros y esa información tan benéfica que se plantea, en los casos de bancos que prestan dinero para no cobrarlo? Los hay. En España por lo menos. Los bancos dan préstamos a los partidos políticos. Y mira que saben lo difícil que va a ser recuperarlos. O a lo mejor es que ni siquiera quieren cobrarlos (en dinero, se entiende; en otras cosas a los mejor sí que quieren).
¿Eso será un caso de “Fair Credit”, supongo?
¿La crisis viene del sobreendeudamiento? ¿Y la banca no lo sabía cuando concedía préstamos? Vaya si lo sabía. Pero el sistema Capitalista premiaba los resultados a cortísimo plazo, eso lo sabían todos los CEOs yupis. Y les importaba una higa el futuro: solo contaba un sueldo más alto al año siguiente. ¡Ahora es que no sabían los bancos que había exceso de crédito! ¡¡Por favor!!
Matilde: la crisis que atravesamos en lo económico (la menos grave de todas) se ha gestado entre ciertos políticos y ciertos banqueros (lato sensu, se incluye las Cajas, evidentemente) ambiciosos y sin conciencia. No, no ha sido por “falta de información fiable”. Ha habido no falta, exceso. De yuppismo, de horteradas, de sinvergonzonería. Y quedan sin castigo. No son delito, TS dixit.
La crisis no se arregla con “más información”, sino con “más valores”.
De los morales. Claro.
Curro, efectivamente, la crisis viene del sobreendeudamiento privado. De haber prestado más de lo que había que prestar. Viene de una concesión abusiva de crédito por parte de las entidades financieras que en España no han respondido por su actuación. No seré yo quien niegue el papel de la banca en esta crisis. También coincido contigo en que nos encontramos ante una crisis de valores.
Superada la fase de pataleo, creo que es preciso adoptar una visión constructiva y una mayor información financiera positiva a disposición de las entidades puede favorecer (y no lo digo yo sola) la prevención del sobreendeudamiento privado. Efectivamente, debe preservarse la privacidad pero quizá cuando se trata de información económica, sus exigencias son menores ¿Tan grave es que se sepa que el cochazo que tienes aparcado en la puerta de tu casa es comprado a plazos no?
De hecho, a la CIRBE ya mandan la información las entidades financieras sin el consentimiento del cliente. Que lo mismo suceda con entidades privadas de información crediticia no me parece que rompa más el sistema, siempre que se establezcan medidas de control de esa información en manos de dichas entidades que es lo que sucede en otros ordenamientos. Incluso se ha planteado la posibilidad de que tengan acceso a tal información empresas de suministradores de servicios básicos (utilities), arrendadores….
Los flujos de información acerca de la solvencia del deudor permite un mayor control del sistema financiero y facilita la exigencia de responsabilidad por concesión abusiva de crédito. http://cibernoticiasexpress.wordpress.com/2012/01/29/en-eeuu-los-responsables-de-la-crisis-hipotecaria-rendiran-cuentas-e-indemnizara-a-los-desahuciados/ Esto aquí no ha pasado, ni pasará. Aquí se obliga a los bancos a evaluar la solvencia, pero se limita la información a la que pueden acceder que es la que ofrece la CIRBE (que no es completa) y la que buenamente quiera aportar el consumidor. Así es difícil exigir responsabilidad y los hechos demuestran lo que digo: muchas familias se han ido a la calle y aquí no ha respondido nadie.
El tema que he puesto encima de la mesa (otros también lo han hecho http://www.fedeablogs.net/economia/?p=15392 ) solo es uno de los aspectos que entiendo deben tratarse para evitar que lo que nos ha pasado vuelva a suceder, pero obviamente no es la panacea y debe regularse claramente la responsabilidad por concesión abusiva de crédito que es lo que en definitiva está detrás de esta crisis. Que se comparta información de nuestro comportamiento crediticio a quien beneficia es al consumidor pues favorece el acceso al crédito, su ajuste a la prima de riesgo y lo abarata en cuanto aumenta la competitividad de las entidades.
La otra opción es no hacer nada y que sigamos con un mercado crediticio bloqueado y con una recesión de la que otros están saliendo y nosotros no. En cualquier caso, el debate está abierto y esta es la razón del congreso. Entiendo el escepticismo, el mismo que existió cuando se empezó a hablar del Fresh Start y mira por donde que al final va a entrar en nuestro Derecho…. Y eso sí: lo pagaremos todos
Curro, efectivamente, la crisis viene del sobreendeudamiento privado. De haber prestado más de lo que había que prestar. Viene de una concesión abusiva de crédito por parte de las entidades financieras que en España no han respondido por su actuación. No seré yo quien niegue el papel de la banca en esta crisis. También coincido contigo en que nos encontramos ante una crisis de valores.
Superada la fase de pataleo, creo que es preciso adoptar una visión constructiva y una mayor información financiera positiva a disposición de las entidades puede favorecer (y no lo digo yo sola) la prevención del sobreendeudamiento privado. Efectivamente, debe preservarse la privacidad pero quizá cuando se trata de información económica, sus exigencias son menores ¿Tan grave es que se sepa que el cochazo que tienes aparcado en la puerta de tu casa es comprado a plazos no?
De hecho, a la CIRBE ya mandan la información las entidades financieras sin el consentimiento del cliente. Que lo mismo suceda con entidades privadas de información crediticia no me parece que rompa más el sistema, siempre que se establezcan medidas de control de esa información en manos de dichas entidades que es lo que sucede en otros ordenamientos. Incluso se ha planteado la posibilidad de que tengan acceso a tal información empresas de suministradores de servicios básicos (utilities), arrendadores….
Los flujos de información acerca de la solvencia del deudor permite un mayor control del sistema financiero y facilita la exigencia de responsabilidad por concesión abusiva de crédito. http://cibernoticiasexpress.wordpress.com/2012/01/29/en-eeuu-los-responsables-de-la-crisis-hipotecaria-rendiran-cuentas-e-indemnizara-a-los-desahuciados/ Esto aquí no ha pasado, ni pasará. Aquí se obliga a los bancos a evaluar la solvencia, pero se limita la información a la que pueden acceder que es la que ofrece la CIRBE (que no es completa) y la que buenamente quiera aportar el consumidor. Así es difícil exigir responsabilidad y los hechos demuestran lo que digo: muchas familias se han ido a la calle y aquí no ha respondido nadie.
El tema que he puesto encima de la mesa (otros también lo han hecho http://www.fedeablogs.net/economia/?p=15392 ) solo es uno de los aspectos que entiendo deben tratarse para evitar que lo que nos ha pasado vuelva a suceder, pero obviamente no es la panacea y debe regularse claramente la responsabilidad por concesión abusiva de crédito que es lo que en definitiva está detrás de esta crisis. Que se comparta información de nuestro comportamiento crediticio a quien beneficia es al consumidor pues favorece el acceso al crédito, su ajuste a la prima de riesgo y lo abarata en cuanto aumenta la competitividad de las entidades.
La otra opción es no hacer nada y que sigamos con un mercado crediticio bloqueado y con una recesión de la que otros están saliendo y nosotros no. En cualquier caso, el debate está abierto y esta es la razón del congreso. Entiendo el escepticismo, el mismo que existió cuando se empezó a hablar del Fresh Start y mira por donde que al final va a entrar en nuestro Derecho…. Y eso sí: lo pagaremos todos
Muy apreciada Matilde.
La idea de que la crisis proviene del endeudamiento (privado primero y luego público) es la versión que para consumo público ha distribuido la Síntesis Neoclásica. Es decir la “ortodoxia” económica que hoy puebla universidades y organismos públicos en occidente.
Afirmar tal cosa es, lamentablemente, el equivalente a decir que el Atlético de Madrid gano por 2-1 a la Real Sociedad en Anoeta el pasado domingo porque el Atlético marcó dos goles y la Real uno.
Hay otra versión, quizás tampoco muy correcta, que circula por Sanse: “El Atlético es un equipo que juega a traspasar el límite del reglamento y nosotros, los de la Real, no somos tan guarretes”.
Las causas reales de esta crisis no se han presentado en público porque, aunque conocidas, su difusión resultaría vitriólica para las instituciones del poder político occidental. Todas.
Por citar un autor ortodoxo de los que más se han arriesgado –sin atreverse a ir “all the way” y reconocer las cosas tal cual– vale referirse al Volumen IV de Michael Mann “The Sources of Social Power, Globalizations 1945-2011″.
En las páginas 329-330 recuerda Mann que una vez perdida sustancialmente la capacidad fabril y tras haber llevado la fuerza de trabajo femenina del 44% al 60% (de 1973 a 2003) y fracasar rotundamente en pretender llevar más ingresos reales a los hogares, los gobiernos llegaron a la conclusión de que su supervivencia pasaba por permitir e incentivar el crecimiento de la deuda privada de los hogares.
Es decir, diseño político puro pasando por todas las transformaciones legales del sistema monetario, bancario y financiero que fuesen necesarias desde principios de los 70.
Esta obra de M. Mann acaba de publicarse en el 2013. Es el IV volumen de su masiva serie sobre la evolución del poder desde Roma hasta nuestros días y M. Mann, académico prudente al fin y al cabo, se queda bastante corto en estudiar las implicaciones de lo anterior.
Las implicaciones son graves e importantes. No es un problema económico ni financiero, es lo que el sistema de poder vigente se ha visto obligado a Legislar por la puerta trasera para sobrevivir…”yet another day” u otro ciclo electoral para el que venga detrás que corra.
Un saludo cordial
Apreciado Manu, lo primero, discrepo de tu análisis del partido del Atlético de Madrid. Por mis venas corre sangre rojiblanca……
Fuera de bromas, efectivamente el endeudamiento privado ha sido estimulado desde el propio sistema. De hecho, el consumo es esencial para el crecimiento. Otra cosa es facilitar un endeudamiento irresponsable, alimentar burbujas inmobiliarias… Mirar al pasado vale para hacer el diagnóstico, pero lo importante es buscar el “antibiótico” que cure la enfermedad. Con esa intención he planteado el tema en el post: como una de las muchas piezas del sistema que convendría modificar….
Muy apreciada Matilde.
La idea de que la crisis proviene del endeudamiento (privado primero y luego público) es la versión que para consumo público ha distribuido la Síntesis Neoclásica. Es decir la “ortodoxia” económica que hoy puebla universidades y organismos públicos en occidente.
Afirmar tal cosa es, lamentablemente, el equivalente a decir que el Atlético de Madrid gano por 2-1 a la Real Sociedad en Anoeta el pasado domingo porque el Atlético marcó dos goles y la Real uno.
Hay otra versión, quizás tampoco muy correcta, que circula por Sanse: “El Atlético es un equipo que juega a traspasar el límite del reglamento y nosotros, los de la Real, no somos tan guarretes”.
Las causas reales de esta crisis no se han presentado en público porque, aunque conocidas, su difusión resultaría vitriólica para las instituciones del poder político occidental. Todas.
Por citar un autor ortodoxo de los que más se han arriesgado –sin atreverse a ir “all the way” y reconocer las cosas tal cual– vale referirse al Volumen IV de Michael Mann “The Sources of Social Power, Globalizations 1945-2011″.
En las páginas 329-330 recuerda Mann que una vez perdida sustancialmente la capacidad fabril y tras haber llevado la fuerza de trabajo femenina del 44% al 60% (de 1973 a 2003) y fracasar rotundamente en pretender llevar más ingresos reales a los hogares, los gobiernos llegaron a la conclusión de que su supervivencia pasaba por permitir e incentivar el crecimiento de la deuda privada de los hogares.
Es decir, diseño político puro pasando por todas las transformaciones legales del sistema monetario, bancario y financiero que fuesen necesarias desde principios de los 70.
Esta obra de M. Mann acaba de publicarse en el 2013. Es el IV volumen de su masiva serie sobre la evolución del poder desde Roma hasta nuestros días y M. Mann, académico prudente al fin y al cabo, se queda bastante corto en estudiar las implicaciones de lo anterior.
Las implicaciones son graves e importantes. No es un problema económico ni financiero, es lo que el sistema de poder vigente se ha visto obligado a Legislar por la puerta trasera para sobrevivir…”yet another day” u otro ciclo electoral para el que venga detrás que corra.
Un saludo cordial
Matilde, es que yo soy un bicho muy muy raro. Ya me han llamado hasta “anarco-fascista”, conque fíjate.
Recojo tu ejemplo del cochazo. Sí que tengo uno, un Mercedes enorme que quita el hipo y me lo piden los amigos para casar a sus hijas. Un verdadero haiga, negro, con peazos parachoques cromados (no de plástico simil- cromo como pej los Jaguar actuales; si, son así). No veas qué pasada. Y no, no lo compré a plazos. Porque me costó sólo ocho mil (sí, 8.000) leuritos. Ya hace 3 años. Es de 1967. Es decir: me costó menos que el más birrioso Dacia que hoy me ofrece (nuevo) la Sociedad de Consumo.
Ni el Dacia ni mi Haiga tienen aire acondicionado, ni direccciòn asistida… creo que ni ABS. ¿Y? Ahí voy tan feliz con mi tanque. Ocho mil leuritos.
Todo esto en vez de comprarme un Porsche a plazos, que se supone es lo que como notario debo hacer. A ser posible de gasoil… ¡una pesadilla! ¡No me da la realísima gana!
Comprendo que hacer esto es ser, en esta Sociedad, una especie de terrorista. Si cundiese el ejemplo… De ahí que se me persiga. Ya que mi cacharrete pasa las ITV tranquilamente, se están pensando en sacar normas que erradiquen estos vehículos. “Por tu seguridad”, dicen. “Por tu bien”. Siempre es por nuestro bien. Ya. Es para que hagan negocio los fabricantes de coches. Que ciertamente tienen más “mano” con los políticos que los enamorados de los clásicos. Porque tienen el alimento ansiado por casi todos los políticos: tienen dinero; ajeno, pero al servicio propio.
Y yendo al dunque: tus amables explicaciones las agradezco. Ya sabía yo que se pasan información. Para eso está el RAI y lo que dices tú. Por cierto: los registros de “morosos” (en los que me honro en figurar) funcionan, de hecho, perfectamente al margen de las normas que los regulan. Las notificaciones esas que mandan (en teoría para informarnos y permitir nuestra defensa, en realidad para asustarnos) tendrían que ser con constancia, y las mandan por carta ordinaria. Así es todo. “Consumidores”… nos insultan con ese término, y encima felices.
Ahora, a abrir más la mano. Así “fluirá el crédito”.
¿Tú te crees, en serio, que el día que los bancos sepan TODO sobre nosotros, ante una situación como la que ha habido se les va a condenar? Pero, ¿no ves que ellos mandan? El único banquero que va a la carcel es el que se enfrenta al Sistema, caso de Mario Conde. Tú conoces qué pasa en los Tribunales, luego con los indultos..
Tenemos amos, reconozcámoslo. Y mantengamos algo de dignidad. Es como si los esclavos le regalaran al amito un látigo nuevo, porque así les “fluirán mejor los latigazos”. Como mínimo, que se compre el amito el látigo… y que los bancos pongan en marcha este tipo de iniciativas.
¿Soluciones? Respetando el Capitalismo, respetando este monstruo, este Templo de Satán en que se ha convertido nuestra Sociedad, no hay soluciones. Hay parches, nada más.
Las soluciones pasan primero, por librarse del monstruo. Desde ahí, todo cuesta abajo.
Don Curro, comparto su “cabreo” con el sistema y las reglas del juego que nos han conducido a esta situación provocada por una mala praxis de un sistema financiero cuyos beneficios son privados y, sin embargo, sus pérdidas las pagamos todos.
La cuestión es si lo que tenemos que hacer es “tirar la toalla” y lamentarnos de lo que tenemos o, por el contrario, tratar que las cosas cambien. Yo he planteado aquí un debate sobre un tema que creo relevante aunque, como he dicho, no es la panacea ni la solución a todos los problemas siendo necesarios cambios más drásticos sobre todo de valores.
1) Al Sr. Arriola mi más emocionado aplauso.
2.- A la Sra. Cuena. otro aplauso por su denodado esfuerzo en justificar lo injustificable como es la necesidad de que los bancos ( y en un futuro otras empresas) puedan disfrutar de todo nuestro historial economico pasado y actual .
Se justifica en que de ese modo los pobrecitos bancos y otras empresas no faciltiarian el sobreendeudamiento basta comprobar lo que ocurre en EEUU, la cuna de las subprime y del endeudamiento en créditos al consumo, para negar la premisa.
La industria del dato necesita más datos y desde hace años lo viene intentando. Si un banco duda en concederme un préstamo sabiendo cual es mi endeudamiento en el conjunto del sistema financiero ( CIRBE) y mis ingresos ( porque piden declaraciones de irpf, nominas avales etc) y mi historial de incumplimiento ( ASNEF BADEXCUG ) puede pedirme más información . Lo que no quiero es que por ley se autorice a las empresas a traficar con mis datos .
Por cierto lo de que si no se hace no se darán tantos préstamos o los que lo harán serán más caros me suena muy manido. Sinceramente despues de que la crisis bancaria nos haya costado unos 61.000 millones más otros 30.000 de avales el que no se vayan a a conceder tantos creditos no lo veo yo mala cosa
Por supuesto, Don Carlos, respeto su postura en relación con el tema propuesto que no es “mío” sino que lleva debatiéndose muchos años a nivel internacional. Que todo prestamista debe disponer de información veraz y adecuada para hacer una adecuada valoración del riesgo, me parece una premisa poco discutible y de ahí la existencia de la CIRBE (mejorada tras la Circular 1/2013, de 24 de mayo que, no obstante, tiene limites tanto respecto de la información que recoge y en relación al acceso a la misma). Y esto no es que lo diga yo, sino que lo dice el Banco Mundial y la OCDE.
Otra cosa es cómo debe articularse el acceso a la información y cómo se consigue el equilibrio con elementales exigencias de privacidad que puede protegerse no solo mediante el consentimiento del consumidor al acto de comunicación de la información, sino también a través de medidas eficaces de control de las entidades privadas manejan los ficheros de solvencia (a las que se refiere el art. 69 Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de Medidas de Reforma del Sistema Financiero) respecto de los sujetos que pueden tener acceso a la información y la veracidad de la misma. No estoy planteando un libre acceso y falta de control de los datos por parte del consumidor. De hecho, como ya he dicho, la información a la CIRBE la suministra nuestro banco sin nuestro consentimiento, pero existe normas de control de esos datos (arts 59 y siguientes Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de Medidas de Reforma del Sistema Financiero). Lo que planteo aquí no es tan descabellado pues existe una regulación específica para la CIRBE que se ha modificado en 2013 para ampliar la información disponible de las entidades también a efectos de control.
Por lo tanto, don Carlos, no creo que sea tan injustificable lo que planteo. Otra cosa es que se lea en clave de “protección al sistema bancario” y eso escueza en los tiempos que corren, pero lo cierto es que yo no estoy pretendiendo dar alas al sistema financiero sino medidas que faciliten su control y sobre todo el sobreendeudamiento privado que en nada beneficia al consumidor (aunque a otros muchos sí). De hecho, en la Circular 1/2013 que he citado, textualmente se dice respecto a entidades privadas que “a fin de que esta información sea realmente útil para el análisis de la capacidad de pago de una persona, además de facilitar datos de los incumplimientos del cliente (ficheros negativos), debería contener datos de su endeudamiento (ficheros positivos)”. Por lo tanto, esto no es idea mía.
Coincido con usted en que aunque las entidades tengan información fiable, pueden extralimitarse en la concesión de crédito. Así ha sucedido con las hipotecas subprime y de ahí que se haya reaccionado legalmente contra ello, por ejemplo, con la Dodd- Frank Act de 21 julio de 2010 http://www.law.cornell.edu/wex/dodd-frank_title_xiv . También allí ha existido rescate financiero para garantizar la estabilidad del sistema pero estos titulares no los hemos visto aquí: http://www.public
Se me cortó el comentario anterior. Disculpas
http://www.publico.es/394404/eeuu-demanda-a-17-grandes-bancos-por-la-crisis-hipotecaria http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/gobierno-eeuu-demanda-grandes-bancos-por-crisis-hipotecaria-1138782 Es difícil evitar una mala conducta, pero producida, tiene que haber responsabilidad. Lo terrible es que no responda nadie y creo que una mayor información puede facilitar la exigencia de tal responsabilidad. Que luego se quiera exigir o no, eso ya es otra guerra….
Se me cortó el comentario anterior. Disculpas
http://www.publico.es/394404/eeuu-demanda-a-17-grandes-bancos-por-la-crisis-hipotecaria http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/gobierno-eeuu-demanda-grandes-bancos-por-crisis-hipotecaria-1138782 Es difícil evitar una mala conducta, pero producida, tiene que haber responsabilidad. Lo terrible es que no responda nadie y creo que una mayor información puede facilitar la exigencia de tal responsabilidad. Que luego se quiera exigir o no, eso ya es otra guerra….
http://consultadeuda.bcu.gub.uy/consultadeuda/
Aquí el sistema funcionando, naturalmente necesitan un documento de identidad uruguayo para acceder a información concreta.
Lo maneja el Banco Central organismo que ejerce la superintendencia del sistema financiero.
Francamente los reparos que he leído no logran conmover mi opinión positiva respecto al sistema.
http://consultadeuda.bcu.gub.uy/consultadeuda/
Aquí el sistema funcionando, naturalmente necesitan un documento de identidad uruguayo para acceder a información concreta.
Lo maneja el Banco Central organismo que ejerce la superintendencia del sistema financiero.
Francamente los reparos que he leído no logran conmover mi opinión positiva respecto al sistema.