Apostando por el diálogo: España tiene que debatir sobre su futuro
“Todos los partidos democráticos tienen que tener la voluntad de hacer pactos, esto forma parte del proceso democrático. Es muy importante tener esta voluntad, también para una Gran Coalición si es necesario.”
Bernd Scheelen, diputado jubilado de la SPD que vivió la negociación de la agenda 2010,
Cuando recientemente, el día de las últimas elecciones generales en Alemania, acudí a un programa de televisión de un canal español, me sorprendió mucho que los españoles en la mesa de debate se extrañaban de ver a todos los altos representantes de los partidos políticos en una mesa comentando el resultado después del cierre de las urnas. Antes de venir a este programa nunca había reflexionado sobre este hecho, pues pensé que esto, juntarse en una mesa los perdedores y ganadores, es costumbre en todos los países.
Este día entendí que una de las virtudes alemanas más importantes en la actualidad es la capacidad de diálogo que hay a nivel político, y que eso nos ha ayudado crecer democráticamente tras el desastre moral y económico que causó la Segunda Guerra Mundial. Sin duda en Alemania hay todavía muchos temas que es difícil hablar y debatir abiertamente, como puede ser el tema de nuestro pasado, los lados negativos de una sociedad multicultural, el sector militar o nuestra relación con Israel.
Pero en general a los alemanes les encanta discutir, criticar y encontrar un consenso. En este contexto, creo que es muy importante el hecho de que vayamos a tener otra vez una Gran Coalición entre los partidos de izquierda y derecha, la CDU/CSU y la SPD . Para llegar a este acuerdo la canciller Angela Merkel, una gran maestra de la negociación y diplomacia, quería hablar con todos los posibles aliados y averiguar en qué coalición ella podría mantener el máximo poder. Pero Merkel también quería dar una señal de cohesión a la sociedad. Está negociando desde hace semanas con la SPD sobre el programa del nuevo Gobierno y la ocupación de los puestos. Un proceso largo en el cual es necesario conceder, renunciar y encontrar el compromiso. Con vistas al exterior esto se hace para cuidar la imagen; y con vistas a la política interior el objetivo de todos los gobiernos, casi siempre de coalición, es el de mantener el paz social y ser intermediario entre sindicatos y empresas y otros actores de la sociedad.
En España se echa de menos esta cultura de debate, a nivel privado y también a nivel económico. En las familias se evitan ciertos temas para mantener la armonía y a nivel político se ataca y insulta en lugar de pactar cosas. Me da la sensación que tiene que ver un poco con la falta de objetivos comunes en la sociedad y como nación. Ahora algunos ejecutivos de grandes empresas se empeñan en decir, por su propio interés, por cierto, que hemos salido de la crisis. Pero nadie se sienta con el Gobierno y los sindicatos para hacer un plan como se ha hecho en Alemania durante el Gobierno de Gerhard Schröder (SPD) entre los años 2003-2004. La agenda 2010 del Schröder, debatida con gran polémica en su propio partido, fue un concepto para reformar el sistema social en Alemania con grandes recortes y cambios en el mercado laboral. Muchos socialdemócratas pensaron que la agenda 2010 acabará con el estado de bienestar en Alemania. Estos compromisos, muy duros para la sociedad, costaron a Schröder y a la SPD la victoria en las elecciones en 2005. Angela Merkel ganó y se formó una Gran Coalición de su partido con el SPD. Desde entonces Schröder ha dejado el escenario político y solamente ahora se le reconoce su gran labor por el país.
Lo cierto es que nosotros los alemanes hemos copiado la convocatoria a sindicatos, empresarios y políticos para superar la crisis que en su día hicieron los holandeses, su Polder-Modell (modelo Polder). La cultura holandesa está basada en la negociación, en encontrar compromisos entre los diferentes actores de la sociedad. En el año 1982 el Gobierno holandés retomó esta tradición para introducir unas importantes reformas. Fue un gran éxito que estimuló la economía holandesa enormemente. Polder es la palabra holandesa para la creación de nuevos terrenos por poner diques.
Nicolás Redondo ha escrito el 8 de noviembre en El País sobre el mismo tema: la necesidad de pactar en España. Yo también creo que será muy importante para España trabajar a todos los niveles por una mejora de la cultura de debate. Empezando ya en los hogares. Los niños tienen que aprender a poder expresar su opinión sobre cualquier cosa sin miedo aunque su punto de vista quizás sea contrario a la de sus padres. Y los padres deberían escuchar a sus hijos y no intentar tanto influir en la formación política de sus hijos. Debe ser posible hablar sobre problemas y conflictos abiertamente en la familia y también en los colegios se debe fomentar el dialogo y el debate entre profesores y alumnos, también sobre el pasado de España y otros temas delicados.
En los debates políticos se debería respetar la opinión del otro, sin gritar, ni insultar, ni amenazar como se hace tantas veces. Y desde mi punto de vista los medios de comunicación deberían dejar de apuntar a los políticos como los únicos culpables de todo. Es fácil insultar a un político, sobre todo si es de la ideología contraria y esta crítica no tiene un impacto directo en los ingresos publicitarios. Se debería apuntar con la misma rigidez a empresas o bancos que han hecho mal las cosas, y que sí tienen poder sobre los ingresos publicitarios de los medios de comunicación.
Muchos españoles siempre culpan a Franco por las cosas que hoy en día no funcionan en la sociedad, pero creo que casi 40 años después de su muerte el país ya es mayorcito para cambiar algunos mecanismos y estructuras culturales.
Los corresponsales extranjeros en España echamos mucho de menos en la vida política el espíritu de equipo y del esfuerzo que tiene España en el deporte. Es tiempo para sentarse todos en una mesa para sacar este país de la crisis económica, pero también es tiempo para que toda la sociedad súpera esta crisis democrática. ¿Por qué no crear una agenda 2020 para España que puede ser modelo para otros países del sur de Europa?
Licenciada en ciencias políticas y empresariales por la Universidad de Bonn, y formada en periodismo económico en la Escuela Georg-von-Holtzbrink, y en Comercio Exterior y Relaciones Internacionales, es redactora y corresponsal en España de diversos medios alemanes, con varios premios de periodismo. Su lengua materna es el alemán, pero tiene un excelente conocimiento de la lengua española e inglesa.