Caja Segovia, el increíble caso de la caja menguante (III): la Gran Belleza… a la española
En la segunda entrega de esta novela dejamos a nuestros ocho amigos exhaustos, pero contentos. Después de mucho laborar y trajinar, es cierto que no habían conseguido evitar el colapso de la Caja (tampoco se les pueden pedir milagros, oye) pero al menos sí solucionar sus necesidades personales (y seguramente las de sus nietos). Y todo por el módico precio de 33 millones de euros.
Pero, mientras ellos picaban duro en la mina, ¿qué hacían los consejeros de la Caja? ¿A qué se dedicaban los miembros de la Comisión de Retribuciones y de la Comisión de Control? En realidad, ¿qué controlaban exactamente? Lo veremos en este capítulo.
La Gran Belleza: saber vivir no es tan fácil
Donde se cuenta cómo los consejeros no podían controlar a sus directivos porque estaban ocupados en intentar convertir sus vidas en sendas obras de arte
La búsqueda de la propia realización personal no es sólo algo legítimo, sino absolutamente imperativo, al menos si queremos llevar una vida humana digna de ese nombre. Todos los filósofos, desde Aristóteles a Sartre, están de acuerdo en esta idea capital. No es de extrañar, por tanto, que los miembros del Consejo de Administración y de la Comisión de Control de la Caja dedicasen gran parte de su esfuerzo a esta imprescindible tarea. La Caja (es decir, la caja) les había dado los medios para ello, por lo que hubiera sido un pecado mortal contra la filosofía no apurar el cáliz hasta las heces.
Durante algún tiempo, sus ansias de aprendizaje se encauzaron por caminos remotos (eso siempre, faltaría más) pero no especialmente civilizados.
Pueden comprobarlo gracias a esta simpática instantánea del consejero Pedro Arahuetes (actual alcalde de Segovia por el PSOE), tomada en el glaciar Perito Moreno, siempre por gentileza de la Caja, claro.
Afortunadamente (nos atrevemos a afirmar) llegó un momento en que estos viajes anuales pagados por la entidad no llenaban ya a los consejeros, lo que dice mucho de sus inquietudes espirituales. Esas escapadas terminaron convirtiéndose en algo insípido y reiterativo, que no podía colmar sus ansias de superación estética. Si no era posible que los cuerpos llegasen más lejos (ellos mismos se lo habían puesto bastante difícil) al menos las almas deberían elevarse más alto.
Con ese objetivo, en el año 2008, cuando Lehman ya es historia, el Consejo de Administración comisiona a dos propios -entre ellos al director de la obra social, Malaquías del Pozo, lo que en el fondo tiene todo el sentido- para que se desplacen a Venecia (¡ah, Venezia, la più bella!) y preparen una visita en condiciones dignas para, tirando por lo bajo, medio centenar de personas. Los comisionados cumplen su encargo a la perfección, como vamos a demostrarles a continuación, más que con palabras, con imágenes.
En esta interesante fotografía podemos identificar, pese a su inútil intento de ocultar el rostro, al entonces consejero de la Caja, Javier Santamaría, hoy ilustre senador por el PP.
En esta otra identificamos, de nuevo pese a la sospechosa utilización de una careta, a la actual diputada del PP, Beatriz Escudero. Para entonces había dejado de ser consejera de la Caja, pero hay inercias que cuesta desterrar (especialmente si te las financian).
Por último, el ínclito Arahuetes, queriendo también pasar desapercibido.
En realidad, el uso generalizado de las caretas constituye todavía hoy un misterio. Quizás algún lector, de manera un tanto precipitada, haya podido confundirlas con máscaras venecianas (que cuestan un Congo, por cierto). Craso error, estamos en pleno mes de junio y el carnaval ha pasado hace tiempo. (Aunque bien mirado, como ocurre en Narnia, que siempre es invierno y nunca Navidad, en las Cajas españolas siempre era carnaval y nunca Cuaresma, verdaderamente). Pero, por otra parte, si los consejeros querían pasar desapercibidos, ¿por qué decidieron alquilar un palacio veneciano para ellos solos? ¿Por qué llegaron en góndolas fletadas por el hotel de cinco estrellas en que se alojaron y divididos en equipos nacionales (PP, PSOE, etc)? ¿Por qué les recibieron con trompetas? Sí, han leído bien, con trompetas. ¿Por qué había ristras de collares de Murano esperando a las señoras?
Efectivamente, han acertado, por encima de todo está el verdadero sentido de su misión: la búsqueda de la belleza, aunque sea un poco hortera (que esto es una Caja española, señores).
Pero, a todo esto, ¿qué hacía el presidente, Atilano Soto, prohombre del PP de la región y Presidente de la Caja? ¿Es que acaso se había negado a ir a Venecia en un arranque de austeridad y compromiso con los fines sociales de la entidad?
Ummm, va a ser que no. Aquí está, sin duda, pero no es fácil localizarle. Vamos a ver si es más sencillo en esta otra:
Si hay una foto que constituya una perfecta alegoría del fin de la Caja es, sin duda, ésta última. Aquí tenemos al Presidente de la entidad, Atilano Soto, y al Director General, Manuel Escribano, un viejo conocido (sí, el jefe de los esforzados mineros) cortando una pizza al alimón en un restaurante veneciano. Si se fijan un poco, verán que en la pizza hay unas letras: “SEGOVIA”. Parece que la “CAJA” ya se la han comido. Y a SEGOVIA le queda poco, indeed. Ellos son los que la cortan, pero esperando ansiosos con su plato en ristre hay unos cuantos: además de los citados, el vicepresidente, Manuel Agudiez, ex senador por el PSOE; el alcalde de Bernardos por el PSOE y miembro de la Comisión de Control, Jesús Pastor; el presidente de la Cámara de Comercio y actual miembro de la directiva de la CEOE, el consejero Pedro Palomo; el consejero De la Puente, del PSOE; el consejero Eduardo Aguado, de CCOO, que no se perdía un viaje ni loco, etc., etc. En total, quince miembros del Consejo de Administración, todos los de la Comisión de Control y casi todos los de la Comisión de Retribuciones. En una palabra: las fuerzas vivas de la partitocracia segoviana, disfrutando juntos de lo lindo (por cierto, ¿y por qué en privado no se pelean?).
Aparte de ir a estos saraos, ¿esta gente hacía algo más? En interés de la Caja desde luego no parece. No se molestaron en fiscalizar lo más mínimo la actuación de los directivos. Aprobaron los acuerdos que facilitaron el expolio de la caja. Pero es más, es que ni siquiera colaboraron cuando, tras la denuncia presentada en el Juzgado nº 2 de Segovia por UPyD, se les solicitó información al respecto.
Al final, ante lo infructuoso de los intentos, el Fiscal del caso tiene que solicitar que se tome declaración, como imputados, a todos los integrantes del Consejo y del Comité de Retribuciones, junto con el Director general Manuel Escribano. Pueden consultar el escrito del fiscal aquí. Esta misma mañana comparecen en el Juzgado nº 2 de Segovia Atilano y Agudiez, Presidente y Vicepresidente, PP y PSOE.
¿Pero es que eso es todo?, preguntarán algunos lectores un tanto alicaídos. ¿Se acaba aquí esta apasionante novela por entregas? Noooo, ni hablar, ¡si no ha hecho más que empezar! Queda narrar precisamente lo más importante. Si ustedes piensan que los consejeros cerraban los ojos simplemente porque la caja les financiaba su propia formación espiritual están muy equivocados. Todo lo que hemos visto hasta ahora es una simple anécdota. Este es un tema de business, señores. Esa pizza que cortan, se reparten y se comen, no representa simplemente a la caja de la Caja –en forma de viajes y regalos- sino a la Caja misma, es decir, al propio negocio financiero de la entidad. Esto es precisamente lo que los consejeros, especialmente los hombres fuertes de los respectivos partidos –lo que nuestros regeneracionistas llamaban antaño caciques- se están repartiendo. Para los empresarios como Pedro Palomo, en forma de créditos preferentes, y para los partidos, negocios lucrativos: Segovia 21 para el PP y Navicoas para el PSOE. Esperen, esperen y verán…. ¿Acaso se creían ustedes que las Cajas se habían hundido por una decena de viajes de nada?
Licenciada en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid. Médico forense desde 2003 (con el número uno de su promoción) con destino en los Institutos de Medicina Legal de Sevilla y Toledo. Máster en Derecho Sanitario. Experiencia docente en la Universidad Europea de Madrid y en la Universidad de Sevilla. Actualmente trabaja en el Hospital General de Segovia como médico asistencial. Forma parte del Consejo de Dirección de UPyD.
Este post tan gráfico lo que hace es visualizar y nunca mejor dicho, un tipo de gente cuyo comportamiento es venenoso para la sociedad, la gente del pelotazo, la horterada, la connivencia, el medio pelo moral, la incompetencia. Uno de ellos es alcalde de Segovia en la actualidad. Si yo fuera vecino de esa ciudad, jamás le votaría hiciera lo que hiciera o dijera lo que dijera. Debería estar apestado políticamente, por incompetente, por aprovechado, por inútil. Pero en vez de quejarse, lso ciudadanos afectados, en este caso concretro los de Segovia, deberían actuar en consecuencia. No se puede quejarse y escandalizarse y seguir votando a los mismos.
Comienzan a declarar los imputados por las preimputaciones de Caja Segovia, como se dice en el post, hoy mismo. http://www.eladelantado.com/noticia/local/184576/comienzan_hoy_a_declarar_los_imputados_por_las_prejubilaciones_de_caja_segovia
Efectivamente, ahora mismo se les está tomando declaración al ex presidente y ex vicepresidente por si pudiera derivarse responsabilidad penal como consecuencia de su actuación. Luego desfilarán el resto de consejeros.Ya veremos (y analizaremos) lo que decide el juez. pero lo que está claro es que su responsabilidad civil es incuestionable. Sobre este tema tuve ocasión de publicar un artículo en el Mundo hace tiempo:
http://www.caffereggio.net/2012/05/29/quien-se-hace-responsable-de-rodrigo-tena-en-el-mundo/
De la responsabilidad política (para los que siguen ostentando cargos públicos) ni hablo, claro.
La crónica se queda corta. En un viaje a París se puso a llover de improviso y las señoras no iban preparadas. El secretario de la Caja entró rápidamente en la tienda de Louis Vuitton y compró de una tacada veinte paraguas a razón de mil euros cada uno. Así se hacían las cosas en Caja Segovia. A lo grande.
Esta crónica resulta muy interesante. Es apasionante seguir a los personajes en su evolución personal y su búsqueda interior por alcanzar sus límites como seres humanos. Los vericuetos del alma son infinitos y quién sabe dónde puede uno encontrarse a sí mismo: Segovia, Venecia….
Si quieren un sugerencia, me gustaría que profundizaran en un aspecto concreto: ¿orienta la afiliación política la cantidad que determina cuándo uno decide saltarse los prinicipios morales, éticos y hasta de sentido común?
Lo digo porque en los últimos escándalos estamos comparando mariscadas o caramelos con chalets en estaciones de esquí, barcos y áticos con pensiones de jubilación anticipada, casas en Miami con tarjetas de crédito de 50.000 euros y así sucesivamente.
Parece como si corromper a unos fuera más barato que a otros. O que en cualquier caso, si bien el tamaño del fraude pueda ser comparable, en un lado se reparte entre más personas que en en el otro lado.
No me interpreten mal, TODOS me parecen igual de reprochables. Y ninguno me parece mejor que el otro porque se haya corrompido por menos. Pero es cuando menos curiosa la diferencia, e indica que si, existe una relación entre la ideología y a qué altura está la línea que separa una persona honrada de un ladrón.
Obsérvese que los países donde la corrupción se dice que está más generalizada es porque se ha establecido en todos los niveles, desde los más humildes puestos administrativos hasta las cúpulas de gobierno. Y a medida que se va incrementando el nivel, también se incrementa el nivel de… robo.
Así que ¿por qué no se hace un análisis sociológico de la corrupción en España? Igual podríamos destacar algún (o algunos) estamentos donde aún se respeten las leyes, y no sólo las leyes sino su interpretación ética y moral.
Qué maravilloso sería tener un Dickens, un Galdós, un Balzac, que retratara esta época tan miserable. Al menos tenemos a Chirbes (Crematorio, En la Orilla), que modestamente empieza a tejer un fresco bastante interesante de esta Corte de los Milagros.
En defecto de un Dickens o un Galdós, yo me conformaría con un Valle Inclán. Yo creo que debemos animar al autor del post a lanzarse definitivamente a la arena, esta serie demuestra que tiene dotes y el material lo merece. Se puede vender por fascículos digitales y de paso revitalizar la maltrecha economía editorial. Pero por favor, que no olvide poner las fotos. Y es que una imagen vale más que 1.000 palabras, aunque sean de Rodrigo Tena, que valen mucho. A mí personalmente la que más me ha gustado es la de la pizza.
È un Ballo in Maschera
Splendidissimo!
Aunténtico drama verdiano. Esperando a lleguen los siguientes actos.
¿ Cuándo la Justicia empezará a Actuar’? para ver a Todos estos Personajes de las Distintas CAJA de Toda España devolver lo ROBADO ; ya está bien de pagar los Trabajadores, que ahora encima les embargan por quedar sin trabajo y no poder hacer frente a las hipotecas, teniendo que vivir de sus Padres Pensionistas.
Justicia Real para todos por Igual
Creo que hay que hacer públicos, como lo están haciendo Vds, todos los desmanes como el de Caja Segovia. Además creo que hay que resaltar en negrilla, incluso con el tamaño de las letras más grande, los nombres de los causantes y su afiliación política, que son los que sabemos más los consejeros,
En el caso de Caja de Segovia creo que deben tener las letras más grandes y más negras los consejeros que habían sido o eran sus empleados mientras el expolio. Y las más grandes de todas los que fueron empleados y eran jubilados.
No admito su ignorancia de lo que pasaba, salvo que me demuestren que son estúpidos. Y el ¿Sr? Arahuetes lo debe demostrar el primero.
Pido sanciones económicas por los daños ocasionados a todos los segovianos. También para los consejeros. Los importes deberían ingresarse en la Obra Social que queda, por si algún día pudiera parecerse a lo que fue.
Efectivamente, ahora mismo se les está tomando declaración al ex presidente y ex vicepresidente por si pudiera derivarse responsabilidad penal como consecuencia de su actuación. Luego desfilarán el resto de consejeros.Ya veremos (y analizaremos) lo que decide el juez. pero lo que está claro es que su responsabilidad civil es incuestionable. Sobre este tema tuve ocasión de publicar un artículo en el Mundo hace tiempo:
http://www.caffereggio.net/2012/05/29/quien-se-hace-responsable-de-rodrigo-tena-en-el-mundo/
De la responsabilidad política (para los que siguen ostentando cargos públicos) ni hablo, claro.
Esta crónica resulta muy interesante. Es apasionante seguir a los personajes en su evolución personal y su búsqueda interior por alcanzar sus límites como seres humanos. Los vericuetos del alma son infinitos y quién sabe dónde puede uno encontrarse a sí mismo: Segovia, Venecia….
Si quieren un sugerencia, me gustaría que profundizaran en un aspecto concreto: ¿orienta la afiliación política la cantidad que determina cuándo uno decide saltarse los prinicipios morales, éticos y hasta de sentido común?
Lo digo porque en los últimos escándalos estamos comparando mariscadas o caramelos con chalets en estaciones de esquí, barcos y áticos con pensiones de jubilación anticipada, casas en Miami con tarjetas de crédito de 50.000 euros y así sucesivamente.
Parece como si corromper a unos fuera más barato que a otros. O que en cualquier caso, si bien el tamaño del fraude pueda ser comparable, en un lado se reparte entre más personas que en en el otro lado.
No me interpreten mal, TODOS me parecen igual de reprochables. Y ninguno me parece mejor que el otro porque se haya corrompido por menos. Pero es cuando menos curiosa la diferencia, e indica que si, existe una relación entre la ideología y a qué altura está la línea que separa una persona honrada de un ladrón.
Obsérvese que los países donde la corrupción se dice que está más generalizada es porque se ha establecido en todos los niveles, desde los más humildes puestos administrativos hasta las cúpulas de gobierno. Y a medida que se va incrementando el nivel, también se incrementa el nivel de… robo.
Así que ¿por qué no se hace un análisis sociológico de la corrupción en España? Igual podríamos destacar algún (o algunos) estamentos donde aún se respeten las leyes, y no sólo las leyes sino su interpretación ética y moral.
Qué maravilloso sería tener un Dickens, un Galdós, un Balzac, que retratara esta época tan miserable. Al menos tenemos a Chirbes (Crematorio, En la Orilla), que modestamente empieza a tejer un fresco bastante interesante de esta Corte de los Milagros.
En defecto de un Dickens o un Galdós, yo me conformaría con un Valle Inclán. Yo creo que debemos animar al autor del post a lanzarse definitivamente a la arena, esta serie demuestra que tiene dotes y el material lo merece. Se puede vender por fascículos digitales y de paso revitalizar la maltrecha economía editorial. Pero por favor, que no olvide poner las fotos. Y es que una imagen vale más que 1.000 palabras, aunque sean de Rodrigo Tena, que valen mucho. A mí personalmente la que más me ha gustado es la de la pizza.
È un Ballo in Maschera
Splendidissimo!
Aunténtico drama verdiano. Esperando a lleguen los siguientes actos.
¿ Cuándo la Justicia empezará a Actuar’? para ver a Todos estos Personajes de las Distintas CAJA de Toda España devolver lo ROBADO ; ya está bien de pagar los Trabajadores, que ahora encima les embargan por quedar sin trabajo y no poder hacer frente a las hipotecas, teniendo que vivir de sus Padres Pensionistas.
Justicia Real para todos por Igual
Creo que hay que hacer públicos, como lo están haciendo Vds, todos los desmanes como el de Caja Segovia. Además creo que hay que resaltar en negrilla, incluso con el tamaño de las letras más grande, los nombres de los causantes y su afiliación política, que son los que sabemos más los consejeros,
En el caso de Caja de Segovia creo que deben tener las letras más grandes y más negras los consejeros que habían sido o eran sus empleados mientras el expolio. Y las más grandes de todas los que fueron empleados y eran jubilados.
No admito su ignorancia de lo que pasaba, salvo que me demuestren que son estúpidos. Y el ¿Sr? Arahuetes lo debe demostrar el primero.
Pido sanciones económicas por los daños ocasionados a todos los segovianos. También para los consejeros. Los importes deberían ingresarse en la Obra Social que queda, por si algún día pudiera parecerse a lo que fue.