¿Crisis de la democracia o crisis del buen gobierno?
Para una generación que ha vivido la transición de la dictadura franquista a la democracia, cuestionar la democracia como el mejor modelo de gobierno puede parecer una broma pesada. Este debate, que a finales del siglo XX parecía superado, ha vuelto a resurgir con fuerza en el siglo XXI. The Economist, en su número del pasado mes de Marzo, incorporó un artículo bajo el título “What´s gone wrong with democracy?” (ver aquí), que introducía de nuevo este debate, con el tono de preocupación que sin duda merece. El artículo es de obligada lectura. The Economist no ha sido el único. El profesor Bo Rothstein, de la Universidad de Gotemburgo, experto en corrupción, transparencia e integridad del sector público, en la conferencia que impartió en la Fundación Rafael del Pino el pasado 16 de Enero dejó una frase reveladora: “El efecto de la democracia sobre el bienestar de la humanidad no ha sido hasta ahora demasiado impactante”.
La historia aporta datos interesantes. En 1941 solo había 11 democracias en el mundo. En el siglo XVIII solo Estados Unidos encontró una situación sostenible para un modelo democrático. En el siglo XIX se produjo un retroceso casi total, y a principios del siglo XX fracasaron los nuevos intentos de instaurar democracias. Tras la segunda guerra mundial, y tras la derrota del fascismo, la democracia se postulaba como el régimen al que todo ciudadano del mundo aspiraba. Las dos últimas décadas del siglo XX trajeron la exitosa expansión del modelo por todo del mundo, de forma que en el año 2000 casi el 63% de la población vivía en países democráticos.
Parecía fácil predecir que el siglo XXI vería la democracia instaurada en todo el mundo. Pero el siglo XXI se ha iniciado plagado de fracasos: Ucrania, Rusia, Venezuela, Egipto, Irak, Afganistán, … No solo en regímenes que habían instaurado un régimen democrático se ha producido un retroceso a regímenes autocráticos, sino que muchos regímenes democráticos se han deslizado hacia democracias de muy baja calidad, donde solo las elecciones periódicas justifican el nombre de democracia. El cúmulo de fracasos ha hecho resurgir las dudas.
El siglo XXI ha traído dos elementos adicionales que han contribuido a sembrar estas dudas, tal y como señala el artículo de “The Economist”: una crisis económica y financiera que ha mostrado con crudeza las debilidades del modelo democrático, en particular a la hora de controlar el gasto público y el déficit, y un modelo de gobierno, el de China, que puede mostrar un notable éxito en el impulso del crecimiento económico y el progreso del bienestar en sus ciudadanos.
Si a finales del siglo XX, especialmente tras la caída del muro, los Estados Unidos se convirtieron en el único modelo de referencia para los ciudadanos y gobiernos de todo el mundo, hoy el gobierno chino aparece como una alternativa atractiva para muchos países. Antes de despreciar, bajo una óptica muy occidental, el modelo chino como alternativa deseable para los ciudadanos, conviene escuchar esta ponencia de un economista chino, donde defiende el modelo de gobierno chino, como mejor garantía de progreso económico. En TED Talks pueden encontrarse algunas otras conferencias interesantes sobre el tema. Obviamente los argumentos no se plantean como una elección entre vivir en una democracia, o en una dictadura. La pregunta, algo más sofisticada, plantea si los ciudadanos prefieren vivir en un régimen en que a los líderes y a los gobiernos los eligen los ciudadanos en un régimen de votación universal y libre, o si prefieren vivir en un régimen en que los líderes y los gobiernos se eligen bajo un planteamiento meritocrático, en que se selecciona a los mejores. El planteamiento es simplista, y podremos hacer muchas objeciones sobre si el régimen chino es un modelo meritocrático, pero en la misma forma, podría argumentarse que las elecciones en las democracias occidentales también muestran muchas imperfecciones. Si alguno tiene dudas de la crudeza de esta situación, puede también ver esta charla, donde se argumenta, que muchos países emergentes, ante los sucesivos fracasos de las nuevas democracias en el siglo XXI, se muestran cada vez más reticentes a copiar los modelos de democracia occidental, y prefieren mirar en el espejo de China, como una alternativa de gobierno más atractiva.
No pretendo proponer un modelo de gobierno similar al chino como forma de superar la crisis institucional española,…, aunque estoy seguro que la propuesta tendría partidarios. No, lo que pretendo es mostrar que la democracia es un modelo de gobierno que requiere un equilibrio nada sencillo, y en el que no podemos cansarnos de educar, comunicar y defender que este modelo es mucho más que unas elecciones libres, y unas votaciones periódicas. Es interesante recordar que al instaurar el modelo de gobierno democrático en Estados Unidos, los padres de la constitución estaban mucho más preocupados por instaurar una arquitectura institucional que protegiera a los gobiernos de su propio poder, que de los modelos de elección y votación. Los “check and balances” tantas veces mencionados en la Constitución y en la Carta de Derechos de los Estados Unidos, para limitar el poder del gobierno federal.
Muchos de los fracasos democráticos se escriben bajo modelos en que los gobiernos entienden que las urnas otorgan poder para tomar cualquier decisión. Es el modelo del “winner takes all”, que se impuso en Egipto, en Ucrania, o en Rusia. El modelo en que los necesarios contrapesos al poder ejecutivo no existen, y las votaciones se convierten en meras legitimaciones formales para gobiernos autocráticos. Nunca es exagerado resaltar la importancia de esos contrapesos, en la forma de separación de poderes, independencia del poder judicial, independencia de banco central, independencia de organismos reguladores, transparencia, limitación de mandatos, apertura de los partidos políticos, etc … Sin estos contrapesos, solo podremos contar con una democracia de baja calidad. Las democracias de mayor éxito, como la inglesa, se corresponden con situaciones en que antes de instaurar los modelos de elección universal, ya contaban con una amplia experiencia de instituciones que servían de contrapeso a los gobiernos.
Al abordar la crisis de la democracia, no podemos obviar que el grado de satisfacción de los ciudadanos chinos o rusos con su modelo de gobierno, y contra lo que podría suponerse es bastante elevado. El artículo de The Economist incorpora un dato muy revelador: a la pregunta de qué consideran más importante, una buena democracia, o una economía fuerte, sólo el 20% apuesta por la democracia, y el 80% se decanta por la economía. Esta encuesta no hace sino corroborar las ideas que mostró el profesor Bo Rothstein, que indican que la correlación entre democracia y satisfacción vital o riqueza, no es tan alta como podríamos pensar. La verdadera correlación se produce entre estos parámetros y el buen gobierno (o el control de la corrupción). El profesor Bo Rothstein mostró en su conferencia muchas gráficas de correlaciones entre estos parámetros que pueden verse aquí.
En su conferencia, el profesor defendió que si bien los derechos democráticos (los votos) son una fuente importante e innegable de legitimidad democrática, aún lo es más el buen gobierno, y la calidad del gobierno. Ciertamente, podemos concluir que a lo que asistimos no es tanto a una crisis del modelo de democracia, sino más bien a graves problemas de buen gobierno y de arquitectura institucional en los regímenes democráticos. Y España es un ejemplo muy paradigmático.
Son muchos los posts en este blog donde se ha abordado la preocupación sobre la deriva del actual régimen democrático en España. Tanto el artículo de The Economist, como el profresor Bo Rothstein proponen algunas medidas para recobrar la esencia del modelo democrático que merece la pena comentar, aunque ya tendrá que ser en otro post, para no hacer este demasiado largo.
Me gustaría terminar mencionando que sería deseable que el mismo nivel de contestación social que podríamos anticipar que se produciría en España si un gobierno suspendiera unas elecciones, deberíamos desear que también se produjera cuando un gobierno quita independencia al poder judicial, ocupa instituciones y organismos que no corresponden al poder ejecutivo o legislativo, o hurta transparencia en sus decisiones y comportamientos. Todo ello tiene la misma influencia, o acaso más, en la calidad de la democracia y en el bienestar de los ciudadanos, pero ciertamente aún la ciudadanía no lo percibe así.
El asunto es que llamamos democracia a cualquier cosa que no lo es. Las «democracias» como la nuestra, desde luego que no producen ninguna satisfacción.
Enhorabuena por el artículo
El modelo chino caerá con la saturación del comercio. Al igual que el Estado de bienestar, que se nutrió de los padecimientos de soviéticos y chinos, el modelo chino vive del derribo del Estado de bienestar en Occidente. Pero cuando se nivele por medio de los vasos comunicantes, solo quedará una salida, la vieja Democracia (el menos malo de los sistemas de gobierno conocido).
Su artículo y referencias, son muy de los años veinte del pasado siglo, de los que incendiaron el mundo y lo llevaron a la segunda conflagración.
Peter, sería deseable que el triunfo de la vieja Democracia se produzca por sus propios méritos, y no por los deméritos de modelos alternativos. La democracia triunfó porque la gente percibía y creía que con ella viviría mejor, y ahí estaba Estados Unidos para mostrarlo. Ahora China ha mostrado que ha doblado el «estándar de vida» cada 10 años, durante los últimos 30. Estados Unidos en su mejor momento lo dobló cada 30 años (The Economist dixit). Eso es lo que genera dudas, y lo han posicionado como modelo alternativo.
Nunca pensé que un artículo que trata de mostrar que la democracia ha entrado en un estado de peligrosa «complacencia» en el siglo XXI, donde ciudadanos y gobiernos piensan que con convocar elecciones y votar periódicamente, está todo hecho. Y esa peligrosa complacencia está llevando a un proceso de degeneración del modelo democrático. Mas que pensar que esto lleva a «incendiar el mundo», quizás podríamos pensar que esto lleva a preocuparnos de mejorar el modelo democrático. Sin diagnóstico, y sin toma de conciencia, no hay posibilidad de mejora.
El asunto es que llamamos democracia a cualquier cosa que no lo es. Las «democracias» como la nuestra, desde luego que no producen ninguna satisfacción.
Enhorabuena por el artículo
El modelo chino caerá con la saturación del comercio. Al igual que el Estado de bienestar, que se nutrió de los padecimientos de soviéticos y chinos, el modelo chino vive del derribo del Estado de bienestar en Occidente. Pero cuando se nivele por medio de los vasos comunicantes, solo quedará una salida, la vieja Democracia (el menos malo de los sistemas de gobierno conocido).
Su artículo y referencias, son muy de los años veinte del pasado siglo, de los que incendiaron el mundo y lo llevaron a la segunda conflagración.
Peter, sería deseable que el triunfo de la vieja Democracia se produzca por sus propios méritos, y no por los deméritos de modelos alternativos. La democracia triunfó porque la gente percibía y creía que con ella viviría mejor, y ahí estaba Estados Unidos para mostrarlo. Ahora China ha mostrado que ha doblado el «estándar de vida» cada 10 años, durante los últimos 30. Estados Unidos en su mejor momento lo dobló cada 30 años (The Economist dixit). Eso es lo que genera dudas, y lo han posicionado como modelo alternativo.
Nunca pensé que un artículo que trata de mostrar que la democracia ha entrado en un estado de peligrosa «complacencia» en el siglo XXI, donde ciudadanos y gobiernos piensan que con convocar elecciones y votar periódicamente, está todo hecho. Y esa peligrosa complacencia está llevando a un proceso de degeneración del modelo democrático. Mas que pensar que esto lleva a «incendiar el mundo», quizás podríamos pensar que esto lleva a preocuparnos de mejorar el modelo democrático. Sin diagnóstico, y sin toma de conciencia, no hay posibilidad de mejora.
Creo que este post deja muy claro cuales son los problemas que plantean las democracias «de baja calidad» como la nuestra y las supuestas ventajas y atractivos que el modelo chino puede «vender», a mi juicio muy equivocadamente, porque si el problema en España y otros países es la falta de checks and balances no te digo ya en China o en sistemas autocráticos o autoritarios. Pero el que pueda existir un discurso alternativo como ese y ser muy aplaudido nos debe llevar a una reflexión inmediata y profunda sobre la necesidad de basar la legitimidad democrática no solo en las elecciones libres sino en el buen gobierno, lo que requiere herramientas de checks and balances como las que lleva exigiendo este blog desde su creación. Que en realidad están formalmente en nuestra Constitución, otra cosa es que se hayan desactivado por la partitocracia y sus beneficiarios. Enhorabuena por la claridad del artículo, esta reflexión intelectual toca ya y es una pena que los grandes medios no se hagan eco de su necesidad. .
Creo que este post deja muy claro cuales son los problemas que plantean las democracias «de baja calidad» como la nuestra y las supuestas ventajas y atractivos que el modelo chino puede «vender», a mi juicio muy equivocadamente, porque si el problema en España y otros países es la falta de checks and balances no te digo ya en China o en sistemas autocráticos o autoritarios. Pero el que pueda existir un discurso alternativo como ese y ser muy aplaudido nos debe llevar a una reflexión inmediata y profunda sobre la necesidad de basar la legitimidad democrática no solo en las elecciones libres sino en el buen gobierno, lo que requiere herramientas de checks and balances como las que lleva exigiendo este blog desde su creación. Que en realidad están formalmente en nuestra Constitución, otra cosa es que se hayan desactivado por la partitocracia y sus beneficiarios. Enhorabuena por la claridad del artículo, esta reflexión intelectual toca ya y es una pena que los grandes medios no se hagan eco de su necesidad. .
Enhorabuena por el post, me parece una interesante reflexión. La verdad es que en España nos hemos acostumbrado a una democracia de baja calidad y parece que nos conformamos con que la situación económica mejore. Con eso, perdonamos todo a los dos partidos que han gobernado en los últimos años. Lo único que no creo que una solución a la china funcione aquí por los niveles de corrupción que hay en nuestro país principalmente…
Enhorabuena por el post, me parece una interesante reflexión. La verdad es que en España nos hemos acostumbrado a una democracia de baja calidad y parece que nos conformamos con que la situación económica mejore. Con eso, perdonamos todo a los dos partidos que han gobernado en los últimos años. Lo único que no creo que una solución a la china funcione aquí por los niveles de corrupción que hay en nuestro país principalmente…
Felicidades por el interesante post, que con buen criterio sigue el debate lanzado por el artículo de The Economist, que coincido en que es de obligada lectura.
Hablando con chinos, ellos efectivamente tienen sus quejas, pero no envidian para nada situaciones como las vividas en Grecia (cuando en lo peor de la crisis hubo que repetir elecciones, y estuvo a punto de ganar un partido antisistema que propugnaba romper todos los compromisos asumidos por el Gobierno), o en Italia (con un partido antisistema con un cómico que saca el 25% de los votos, o con sus constantes crisis de gobierno), o en España (cuando el PSOE, en contra de lo que había garantizado, adelantó las elecciones de marzo de 2012 a noviembre de 2011, lo que supuso que, en lo peor de la crisis, no se aprobase el presupuesto de 2012 hasta junio). No entienden que cuando la tormenta arrecia, el barco quede sin timonel, o este sea muy débil…
Ni entienden que los antisistema zarandeen a los políticos y vapuleen a los policías y no les pase nada – ni que en vez de fomentar élites que lideren el país, se devaluen estas con la idea de que todo es igual – o peor aún que el modelo a imitar sea el que refleje a la mayoría, no a los más capaces.
En un mundo cada vez más complejo de gestionar, los chinos, sin dejar de ver sus problemas, valoran bien su inclinación hacia la tecnocracia (que hubo que poner en Italia cuando la democracia sin filtros llevaba al país al abismo). Nadie dejaría una multinacional en manos de cualquier empleado y sus amigos, pero eso sí se hace con «Estado SA». Los chinos aspiran a ser como Singapur, eficientes, abiertos en muchos temas, pero firmes y con rayas rojas muy claras en otros, y más preocupados del bienestar económico que y de los resultados que por otros valores – algo que muchos países, sobre todo en esa zona, no ven para nada mal.
La democracia bien puesta en práctica puede ser mejor, económica y socialmente, que ese modelo – pero mal ejecutada, como se indica en el artículo, puede no dar los frutos esperados, y ahí está el problema creciente del desinterés de los ciudadanos y de la abstención, que está alcanzando cifras que llevan a plantearse si la falta de quórum podría acabar con la legitimidad de algunas votaciones…
De momento, felicidades al autor y al blog por plantear esos problemas y por luchar por hacer que nuestro sistema se parezca algo más a lo que debería…
Gracias Reuniklus por tu comentario. En el artículo no pretendía profundizar en la comparativa de modelo de China, frente a modelo de USA o democracias occidentales, aunque como bien comentas, es un tema realmente interesante. Escuchar las conferencias de Ted Talk desde luego transmite que no es un debate que pueda cerrarse hablando de derechos humanos o libertad de expresión. Escuchar la comparativa entre India y China, y el impacto que esto tiene en la riqueza de cada uno de los países, sin duda genera reflexiones. Las democracias necesitan superar la idea de que con unas elecciones libres es suficiente, y necesitan tomarse en serio la necesidad de impulsar todas las medidas asociadas al buen gobierno.
Felicidades por el interesante post, que con buen criterio sigue el debate lanzado por el artículo de The Economist, que coincido en que es de obligada lectura.
Hablando con chinos, ellos efectivamente tienen sus quejas, pero no envidian para nada situaciones como las vividas en Grecia (cuando en lo peor de la crisis hubo que repetir elecciones, y estuvo a punto de ganar un partido antisistema que propugnaba romper todos los compromisos asumidos por el Gobierno), o en Italia (con un partido antisistema con un cómico que saca el 25% de los votos, o con sus constantes crisis de gobierno), o en España (cuando el PSOE, en contra de lo que había garantizado, adelantó las elecciones de marzo de 2012 a noviembre de 2011, lo que supuso que, en lo peor de la crisis, no se aprobase el presupuesto de 2012 hasta junio). No entienden que cuando la tormenta arrecia, el barco quede sin timonel, o este sea muy débil…
Ni entienden que los antisistema zarandeen a los políticos y vapuleen a los policías y no les pase nada – ni que en vez de fomentar élites que lideren el país, se devaluen estas con la idea de que todo es igual – o peor aún que el modelo a imitar sea el que refleje a la mayoría, no a los más capaces.
En un mundo cada vez más complejo de gestionar, los chinos, sin dejar de ver sus problemas, valoran bien su inclinación hacia la tecnocracia (que hubo que poner en Italia cuando la democracia sin filtros llevaba al país al abismo). Nadie dejaría una multinacional en manos de cualquier empleado y sus amigos, pero eso sí se hace con «Estado SA». Los chinos aspiran a ser como Singapur, eficientes, abiertos en muchos temas, pero firmes y con rayas rojas muy claras en otros, y más preocupados del bienestar económico que y de los resultados que por otros valores – algo que muchos países, sobre todo en esa zona, no ven para nada mal.
La democracia bien puesta en práctica puede ser mejor, económica y socialmente, que ese modelo – pero mal ejecutada, como se indica en el artículo, puede no dar los frutos esperados, y ahí está el problema creciente del desinterés de los ciudadanos y de la abstención, que está alcanzando cifras que llevan a plantearse si la falta de quórum podría acabar con la legitimidad de algunas votaciones…
De momento, felicidades al autor y al blog por plantear esos problemas y por luchar por hacer que nuestro sistema se parezca algo más a lo que debería…
Cuando leo cosas como esta me acuerdo de un episodio de la serie «El ala Oeste de la Casa Blanca». Hay un senador, interpretado por Alan Alda, que luego se presentará a candidato presidencial. En un determinado momento, mientras está dándole betún a sus zapatos (me imagino yo a nuestros prohombres de la patria, ¡ja!) está escuchando lo que le dice un asesor, mucho más joven, que trabaja para la Casa Blanca. El joven está enojado por la aparente falta de confianza del senador por creer que la Casa Blanca tiene intenciones encubiertas. El senador le dice al joven: «Los padres fundadores no basaron el gobierno en la confianza. Podían haber diseñado un gobierno basado en la confianza y en nuestra habilidad para gobernar honradamente, pero ellos sabían que el poder corrompe. Así que inventaron los «check and balances». Fue genial. Los padres fundadores no querían que yo confiara en vosotros, ni que vosotros confiárais en mi».
Pues eso, que en España, el Legislativo confía a ciegas en el Ejecutivo (son lo mismo), y la oposición y el gobierno saben que no se harán daño, porque nuestro sistema constitucional se basó en la confianza y el buen rollito y aquí no pasa nada. por eso las élites extractivas saben que no se van a hacer daño entre sí, y que conservarán el sistema a costa del ciudadano. Por ello su único temor viene de los jueces, en particular los jueces de instrucción, auténtica bestia negra que quieren controlar e intimidadr. Sólo así se explica que vayamos ya por el 4.º proyecto de ley reformando la LOPJ.
Porque los jueces, si son imparciales e independientes, ellos sí que desconfían de todos, en particular de los políticos, y no se tienen por qué creer nada sólo porque alguien lo diga.
Cuando leo cosas como esta me acuerdo de un episodio de la serie «El ala Oeste de la Casa Blanca». Hay un senador, interpretado por Alan Alda, que luego se presentará a candidato presidencial. En un determinado momento, mientras está dándole betún a sus zapatos (me imagino yo a nuestros prohombres de la patria, ¡ja!) está escuchando lo que le dice un asesor, mucho más joven, que trabaja para la Casa Blanca. El joven está enojado por la aparente falta de confianza del senador por creer que la Casa Blanca tiene intenciones encubiertas. El senador le dice al joven: «Los padres fundadores no basaron el gobierno en la confianza. Podían haber diseñado un gobierno basado en la confianza y en nuestra habilidad para gobernar honradamente, pero ellos sabían que el poder corrompe. Así que inventaron los «check and balances». Fue genial. Los padres fundadores no querían que yo confiara en vosotros, ni que vosotros confiárais en mi».
Pues eso, que en España, el Legislativo confía a ciegas en el Ejecutivo (son lo mismo), y la oposición y el gobierno saben que no se harán daño, porque nuestro sistema constitucional se basó en la confianza y el buen rollito y aquí no pasa nada. por eso las élites extractivas saben que no se van a hacer daño entre sí, y que conservarán el sistema a costa del ciudadano. Por ello su único temor viene de los jueces, en particular los jueces de instrucción, auténtica bestia negra que quieren controlar e intimidadr. Sólo así se explica que vayamos ya por el 4.º proyecto de ley reformando la LOPJ.
Porque los jueces, si son imparciales e independientes, ellos sí que desconfían de todos, en particular de los políticos, y no se tienen por qué creer nada sólo porque alguien lo diga.
Pero desde este punto de vista podríamos entender el franquismo desde un punto de vista económico y no de falta de libertades y podríamos decir que fue un buen periodo…
Pero desde este punto de vista podríamos entender el franquismo desde un punto de vista económico y no de falta de libertades y podríamos decir que fue un buen periodo…
Excelente post e interesantísimos comentarios. La verdad es que la deriva de nuestra democracia es muy preocupante, y hacen falta una serie de reformas institucionales y políticas indispensables. Todo aviso es poco. Sobre el tema democracia vs economia, creo que falta un actor indispensable, y es el libre mercado. El liberalismo económico se ha demostrado el motor del mayor crecimiento económico de la historia de la Humanidad.
http://salaimartin.com/randomthoughts/item/693-el-capitalismo-reduce-la-pobreza-en-el-mundo.html
Es decir, claro que hay democracias que económicamente han fracasado y para mí es porque esas democracias de baja calidad vienen acompañadas de gestos, comportamientos e instituciones autoritarios e intervencionistas. Ucrania, Rusia, Venezuela, etc. No es casualidad que la gran mayoría de ejemplos fallidos de democracias y además con importantes problemas democráticos sean hiperintervencionistas, socialistas o directamente comunistas. Los populistas son otra vertiente, también (Ej. la peronista Argentina, que antes fue una nación próspera y liberal). Se caracterizan por altos despilfarros, expropiaciones y ausencia de respeto a la propiedad privada, gobiernos populistas, altos impuestos, ausencia de disciplina contable, gran burocracia, nula o muy deficiente seguridad jurídica, alta intervención en sectores económicos o algunos reservados a regímenes estatales monopolísticos ineficientes, el estado ocupa una gran parte del PIB, etc. Sin embargo, a pesar de que China democráticamente deje mucho que desear, económicamente su despegue se debe principalmente a las exportaciones, importaciones, a la apertura al comercio mundial, la libre propiedad la tierra que se hace paso, una cierta seguridad jurídica, respeto a inversiones internacionales y a la propiedad privada, al libre mercado, y a una fuerza de trabajo insuperable, entre otros factores. Igual ocurre con Singapur, Corea del Sur, Hong Kong, o con Chile en Latinoamérica. O el llamativo ejemplo no sólo de Corea del Norte y del Sur, también de Botswana y Zimbabwue. La misma Botswana que tiene un indice de percepción de corrupción inferior a… España!
http://www.liberalismo.org/articulo/410/83/botswana/zimbabwe/relacion/libertad/prosperidad/
Para mí tengo claro que no es casualidad que las crisis económicas en España hayan ocurrido con las políticas socialistas, al igual que está ocurriendo en Francia, al igual que hay países como Venezuela que es uno de los mayores productores de petróleo y se haya en la miseria, y al igual que las políticas socialistas de este gobierno popular no nos están sacando de la crisis. Estamos chupando rueda de una pequeña recuperación global, tirando de exportaciones, con unos dirigentes rezando ya para que escampe y que no quieren tocar nada de lo verdaderamente necesario, y sufriendo los ciudadanos una devaluación interna para ser justamente la «China de Europa», con la diferencia que no se puede competir con los sueldos de China, Pakistán, India, etc.
En definitiva, ¿es necesaria una democracia para el crecimiento económico en nuestro actual sistema global? No necesariamente. Lo que sí creo que es indispensable es: el respeto a la propiedad privada y a las inversiones internacionales, seguridad jurídica con una legislación y condiciones claras y sencillas (por lo tanto, 17 de todo no) y respeto a la ley y al libre mercado, disminución de la burocracia y las trabas administrativas, disminución de la Administración (el gasto político y la administración ineficiente; sanidad, educación, justicia. Etc. ya no se puede más) que detrae recursos a la economía privada, disminución de los impuestos, facilitación del comercio internacional, exportaciones, importaciones, facilitación del desarrollo empresarial y de negocios, eliminación de monopolios estatales ineficientes, libre mercado y aumento competencia, disminución de tipos de contratos de trabajo, etc.
Lo cierto es que todos estos requisitos indispensables su mejor caldo de cultivo es una democracia, y al final creo que el liberalismo económico da paso al liberalismo político, ideológico, pero ¿podrían darse en un sistema autoritario-tecnocrático? Paradojas de la vida, pues sí: Singapur o la propia China. De facto, son dictaduras con un sólo partido. Al igual que ocurre que paradójicamente un gobierno del PP que debería ser liberal está aplicando medidas socialistas-intervencionistas, por no decir cuasicomunistas: creación de un banco público, rescate de empresas privadas rompiendo el libre mercado, ruptura de la seguridad jurídica e inestabilidad para inversiones (más aún), administraciones elefantiásiacas, aumento de impuestos, deuda en récords históricos, mantenimiento de monopolios, etc.
http://juanramonrallo.com/2012/11/singapur-mayor-riqueza-para-todos-que-en-espana/
http://juanramonrallo.com/2013/07/cual-es-la-composicion-del-pib-de-suiza-y-de-singapur/
http://m.libertaddigital.com/economia/2012/09/02/singapur-el-milagro-de-pasar-de-pais-pobre-al-mas-rico-del-mundo-1276466554/
Estimado, ¿y la protección de nuestra Dignidad como Seres Humanos?
Parece que la única Seguridad Jurídica es la del lobo alfa. Si los derechos de propiedad del lobo alfa pugnan con los Derechos Fundamentales de los demás, la Seguridad Jurídica del perro alfa ¿debe prevalecer? Parece que, deba o no, está de hecho prevaleciendo.
Si la sociedad, el estado, no da efectividad a los Derechos Fundamentales, ¿para que vamos a contribuir con impuestos? Que contribuyan ellos. Que cuiden ellos de su propiedad y su seguridad jurídica. Nosotros no podemos; estamos ocupados financiando y llevanda a cabo la educación y la sanidad de los ciudadanos desamparados.
No hay dos contratos sociales, según quien sea el ciudadano. Hay uno solo; que descansa sobre la Dignidad de todos y el respeto y promoción de los Derechos Humanos de todos (no solo del de propiedad de algunos).
La propiedad cede ante su Función social (o esto también se derogó al modificar delictivamente el art. 135 de la «Consti» -delictivamente, pues su innegable influencia sobre la eficacia jurídica del catálogo de Derechos Fundamentales, exigía el procedimiento garantita de Reforma Constitucional; incompatible, claro está, con la nocturnidad, secretismo y alevosía con que los Delincuentes más peligrosos y perversos del Estado este, desde sus poltronas parlamentarias, agreden a los ciudadanos, conspiran para robarnos, nos roban y luego criminalizan nuestras legítimas quejas …
Excelente post e interesantísimos comentarios. La verdad es que la deriva de nuestra democracia es muy preocupante, y hacen falta una serie de reformas institucionales y políticas indispensables. Todo aviso es poco. Sobre el tema democracia vs economia, creo que falta un actor indispensable, y es el libre mercado. El liberalismo económico se ha demostrado el motor del mayor crecimiento económico de la historia de la Humanidad.
http://salaimartin.com/randomthoughts/item/693-el-capitalismo-reduce-la-pobreza-en-el-mundo.html
Es decir, claro que hay democracias que económicamente han fracasado y para mí es porque esas democracias de baja calidad vienen acompañadas de gestos, comportamientos e instituciones autoritarios e intervencionistas. Ucrania, Rusia, Venezuela, etc. No es casualidad que la gran mayoría de ejemplos fallidos de democracias y además con importantes problemas democráticos sean hiperintervencionistas, socialistas o directamente comunistas. Los populistas son otra vertiente, también (Ej. la peronista Argentina, que antes fue una nación próspera y liberal). Se caracterizan por altos despilfarros, expropiaciones y ausencia de respeto a la propiedad privada, gobiernos populistas, altos impuestos, ausencia de disciplina contable, gran burocracia, nula o muy deficiente seguridad jurídica, alta intervención en sectores económicos o algunos reservados a regímenes estatales monopolísticos ineficientes, el estado ocupa una gran parte del PIB, etc. Sin embargo, a pesar de que China democráticamente deje mucho que desear, económicamente su despegue se debe principalmente a las exportaciones, importaciones, a la apertura al comercio mundial, la libre propiedad la tierra que se hace paso, una cierta seguridad jurídica, respeto a inversiones internacionales y a la propiedad privada, al libre mercado, y a una fuerza de trabajo insuperable, entre otros factores. Igual ocurre con Singapur, Corea del Sur, Hong Kong, o con Chile en Latinoamérica. O el llamativo ejemplo no sólo de Corea del Norte y del Sur, también de Botswana y Zimbabwue. La misma Botswana que tiene un indice de percepción de corrupción inferior a… España!
http://www.liberalismo.org/articulo/410/83/botswana/zimbabwe/relacion/libertad/prosperidad/
Para mí tengo claro que no es casualidad que las crisis económicas en España hayan ocurrido con las políticas socialistas, al igual que está ocurriendo en Francia, al igual que hay países como Venezuela que es uno de los mayores productores de petróleo y se haya en la miseria, y al igual que las políticas socialistas de este gobierno popular no nos están sacando de la crisis. Estamos chupando rueda de una pequeña recuperación global, tirando de exportaciones, con unos dirigentes rezando ya para que escampe y que no quieren tocar nada de lo verdaderamente necesario, y sufriendo los ciudadanos una devaluación interna para ser justamente la «China de Europa», con la diferencia que no se puede competir con los sueldos de China, Pakistán, India, etc.
En definitiva, ¿es necesaria una democracia para el crecimiento económico en nuestro actual sistema global? No necesariamente. Lo que sí creo que es indispensable es: el respeto a la propiedad privada y a las inversiones internacionales, seguridad jurídica con una legislación y condiciones claras y sencillas (por lo tanto, 17 de todo no) y respeto a la ley y al libre mercado, disminución de la burocracia y las trabas administrativas, disminución de la Administración (el gasto político y la administración ineficiente; sanidad, educación, justicia. Etc. ya no se puede más) que detrae recursos a la economía privada, disminución de los impuestos, facilitación del comercio internacional, exportaciones, importaciones, facilitación del desarrollo empresarial y de negocios, eliminación de monopolios estatales ineficientes, libre mercado y aumento competencia, disminución de tipos de contratos de trabajo, etc.
Lo cierto es que todos estos requisitos indispensables su mejor caldo de cultivo es una democracia, y al final creo que el liberalismo económico da paso al liberalismo político, ideológico, pero ¿podrían darse en un sistema autoritario-tecnocrático? Paradojas de la vida, pues sí: Singapur o la propia China. De facto, son dictaduras con un sólo partido. Al igual que ocurre que paradójicamente un gobierno del PP que debería ser liberal está aplicando medidas socialistas-intervencionistas, por no decir cuasicomunistas: creación de un banco público, rescate de empresas privadas rompiendo el libre mercado, ruptura de la seguridad jurídica e inestabilidad para inversiones (más aún), administraciones elefantiásiacas, aumento de impuestos, deuda en récords históricos, mantenimiento de monopolios, etc.
http://juanramonrallo.com/2012/11/singapur-mayor-riqueza-para-todos-que-en-espana/
http://juanramonrallo.com/2013/07/cual-es-la-composicion-del-pib-de-suiza-y-de-singapur/
http://m.libertaddigital.com/economia/2012/09/02/singapur-el-milagro-de-pasar-de-pais-pobre-al-mas-rico-del-mundo-1276466554/
Este post plantea una cuestión crucial de nuestro siglo. Si hablamos de democracia como sistema de gobierno nacido de las urnas y sólo de eso, entonces Hitler, Stalin o Maduro son legítimos gobernantes. Pero es que lo que entendemos por democracia va mucho más allá del sistema electoral y atiende sobre todo al respeto por los derechos individuales, la separación de poderes y, señores, el respeto por la Ley y el Derecho para la realización de la Justicia y los valores esenciales de la convivencia. Si el pueblo no puede cambiar a los gobernantes con sus votos difícilmente se puede haré soltar todo lo demás, aunque los votos solo no valen. Ahora bien, gobernar sociedades complejas de millones y millones de personas necesita modelos de decisión nuevos porque hay problemas que son mera gestión. Si hay hambre y hay recursos excedentes no hace falta votar para utilizarlos para paliarla, hay que saber cómo usarlos. Conviene reflexionar mucho sobre todo esto, pero creo que la democracia no ha fallado como sistema, simplemente hace falta que se implante plenamente.
Este post plantea una cuestión crucial de nuestro siglo. Si hablamos de democracia como sistema de gobierno nacido de las urnas y sólo de eso, entonces Hitler, Stalin o Maduro son legítimos gobernantes. Pero es que lo que entendemos por democracia va mucho más allá del sistema electoral y atiende sobre todo al respeto por los derechos individuales, la separación de poderes y, señores, el respeto por la Ley y el Derecho para la realización de la Justicia y los valores esenciales de la convivencia. Si el pueblo no puede cambiar a los gobernantes con sus votos difícilmente se puede haré soltar todo lo demás, aunque los votos solo no valen. Ahora bien, gobernar sociedades complejas de millones y millones de personas necesita modelos de decisión nuevos porque hay problemas que son mera gestión. Si hay hambre y hay recursos excedentes no hace falta votar para utilizarlos para paliarla, hay que saber cómo usarlos. Conviene reflexionar mucho sobre todo esto, pero creo que la democracia no ha fallado como sistema, simplemente hace falta que se implante plenamente.
El artículo es muy interesante, al igual que los comentarios. Coincido con la esencia: lo que importa es un gobierno justo y quizá lo que más probablemente lo propicie es democracia, pero esta es elecciones + derechos + contrapesos y de lo que se trata es de mejorar cada elemento, sobre todo de los dos últimos, que están fallando a menudo. Ahora bien, sin propugnar tampoco un régimen al estilo chino, lo que más me inquieta es ese éxito que lo caracteriza. Hay que mirarles mucho, para aprender de ellos y copiarles lo bueno, injertándolo en nuestras democracias. Es importante el tema de la meritocracia. Ahora que está de moda colmar de elogios a Suárez: si tuviera hoy 40 años, probablemente hoy no habría llegado nunca a Presidente del Gobierno (de hecho, se le elegió a dedo, por méritos, y cuando se sometió a nuestro escrutinio, ganó unas elecciones raspadas, no más). ¿Qué pasa con los méritos en nuestras democracias? Otra idea: el tema África. Si yo fuera de esos pobres que quieren saltar la valla, puestos a pedir, pediría quedarme en casa, pero con un gobierno justo y poco me importaría que lo nombrara la ONU.
Lo de «los pobres que quieren saltar la valla» … habría que verlo. Son pobres; pero son los dueños del territorio en el que se encuentran la inmensa mayoría de los recursos que utilizamos «los ricos», que solo tenemos la fuerza de las armas para imponer nuestra «visión» global del mundo mundial.
Los «pobres que quieren saltar la valla» no querrían saltarla si sus recursos estuviesen en sus manos, no en el de los títeres del corrupto poder global ocultos tras la expresión «los Mercados».
¿Como ayudar a los países pobres? Fácil; comencemos quitándoles nuestra bota de su cuello. Y luego dejémosles a ellos decidir su futuro. Pero entonces, nuestros derechos de propiedad sobre sus recursos, y nuestra seguridad jurídica de propietarios de los bienes ajenos, ¿dónde quedarían?
Solo falta llegar al fin a que nos conduce ESE sendero: «muerte a los pobres», que consumen nuestros recursos y no los merecen. En ello estamos.
El artículo es muy interesante, al igual que los comentarios. Coincido con la esencia: lo que importa es un gobierno justo y quizá lo que más probablemente lo propicie es democracia, pero esta es elecciones + derechos + contrapesos y de lo que se trata es de mejorar cada elemento, sobre todo de los dos últimos, que están fallando a menudo. Ahora bien, sin propugnar tampoco un régimen al estilo chino, lo que más me inquieta es ese éxito que lo caracteriza. Hay que mirarles mucho, para aprender de ellos y copiarles lo bueno, injertándolo en nuestras democracias. Es importante el tema de la meritocracia. Ahora que está de moda colmar de elogios a Suárez: si tuviera hoy 40 años, probablemente hoy no habría llegado nunca a Presidente del Gobierno (de hecho, se le elegió a dedo, por méritos, y cuando se sometió a nuestro escrutinio, ganó unas elecciones raspadas, no más). ¿Qué pasa con los méritos en nuestras democracias? Otra idea: el tema África. Si yo fuera de esos pobres que quieren saltar la valla, puestos a pedir, pediría quedarme en casa, pero con un gobierno justo y poco me importaría que lo nombrara la ONU.
Simplificar este asunto me resulta imposible. Por mucho que el artículo de Juan Luis Redondo sea muy de agradecer que, en mi opinión, lo es.
Cita el autor un artículo del Economist que se pregunta, también certeramente, si ya hemos visto el «High Water Mark» del esplendor del sistema que conocemos como democracia occidental, fruto ya añejo y no renovado de la Ilustración a ambos lados del charco. Creo que sí. Allá por los años 70 fue el esplendor.The Golden Years.
Lamentablemente The Economist arranca con un párrafo en el que trata de colar la bochornosa intervención de determinados países de la UE en Ucrania (los que enviaban sus ministros de exteriores a departir con la kaleborroka) como si no supiéramos todos lo que ha sucedido o que hoy mismo hay ya mercenarios de una compañía privada americana contratados por un gobierno golpista en Kiev.
Como los malos partidos de golf. Si alguien va a hacer trampa moviendo la bola inadvertidamente lo hará ya en el primer hoyo. «So much for democratic UE».
Dicho lo cual, claro que hay graves problemas.
El principal de todos es que el sistema (vale repasar qué es un sistema en términos cibernéticos) ha entrado en Rendimientos Decrecientes hace ya bastante tiempo.
Esto no es nuevo, es algo que desde los albores del siglo XX es una Ley que se cumple –sí o sí– cuando el papel del «Controlador del Sistema» es el que dice James Madison en la cita que también trae el Economist.
Es esta:“You must first enable the government to control the governed; and in the next place oblige it to control itself.”
Pues estamos servidos. ¿Quién es entonces el soberano?
Hay que recordar que la revolución USA fue Top Down, y que los Federalist Papers que precedieron la constitución muestran –en lo que a Madison se refiere– una evidentísima inclinación a preservar el papel de lo que aquel grupo de «founding fathers» era: La principal élite económica e ilustrada de aquellas colonias destinadas a convertirse en gran imperio.
La encrucijada está clara. La UE, por ejemplo, publica –entre directivas y reglamentos, etc– una media de 18 al día.
¿Alguien cree que un «sistema», el que sea, puede resistir este chorreo?
No es posible sin reducciones dramáticas de los grados de libertad y de iniciativa de los agentes que deben insuflar vida y fuerza en un cuerpo tan atado que, cuando Un Gobierno quiere crear oportunidades reales, tiene que crear una Zona Especial, Shangai, Hong-Kong, Golfo de Fonseca, Panamá, Tijuana, Texas, Abu Dabi, un Panamá o un Manaus.
Lugares donde ni las leyes del país, ni sus tribunales ni sus impuestos operan o lo hacen muy poco.
Simplificando: Estas democracias consisten en Comprar votos con Cargo al Presupuesto, decidir quién va a pagar el voto comprado, cambiar las reglas y los límites durante el partido, usar argumentos emocionales y falsos. Todo ello con un horizonte de menos de 4 Añitos.
El problema es Estructural. No caben reformismos. Por eso no saben cómo arreglarlo.
Simplificar este asunto me resulta imposible. Por mucho que el artículo de Juan Luis Redondo sea muy de agradecer que, en mi opinión, lo es.
Cita el autor un artículo del Economist que se pregunta, también certeramente, si ya hemos visto el «High Water Mark» del esplendor del sistema que conocemos como democracia occidental, fruto ya añejo y no renovado de la Ilustración a ambos lados del charco. Creo que sí. Allá por los años 70 fue el esplendor.The Golden Years.
Lamentablemente The Economist arranca con un párrafo en el que trata de colar la bochornosa intervención de determinados países de la UE en Ucrania (los que enviaban sus ministros de exteriores a departir con la kaleborroka) como si no supiéramos todos lo que ha sucedido o que hoy mismo hay ya mercenarios de una compañía privada americana contratados por un gobierno golpista en Kiev.
Como los malos partidos de golf. Si alguien va a hacer trampa moviendo la bola inadvertidamente lo hará ya en el primer hoyo. «So much for democratic UE».
Dicho lo cual, claro que hay graves problemas.
El principal de todos es que el sistema (vale repasar qué es un sistema en términos cibernéticos) ha entrado en Rendimientos Decrecientes hace ya bastante tiempo.
Esto no es nuevo, es algo que desde los albores del siglo XX es una Ley que se cumple –sí o sí– cuando el papel del «Controlador del Sistema» es el que dice James Madison en la cita que también trae el Economist.
Es esta:“You must first enable the government to control the governed; and in the next place oblige it to control itself.”
Pues estamos servidos. ¿Quién es entonces el soberano?
Hay que recordar que la revolución USA fue Top Down, y que los Federalist Papers que precedieron la constitución muestran –en lo que a Madison se refiere– una evidentísima inclinación a preservar el papel de lo que aquel grupo de «founding fathers» era: La principal élite económica e ilustrada de aquellas colonias destinadas a convertirse en gran imperio.
La encrucijada está clara. La UE, por ejemplo, publica –entre directivas y reglamentos, etc– una media de 18 al día.
¿Alguien cree que un «sistema», el que sea, puede resistir este chorreo?
No es posible sin reducciones dramáticas de los grados de libertad y de iniciativa de los agentes que deben insuflar vida y fuerza en un cuerpo tan atado que, cuando Un Gobierno quiere crear oportunidades reales, tiene que crear una Zona Especial, Shangai, Hong-Kong, Golfo de Fonseca, Panamá, Tijuana, Texas, Abu Dabi, un Panamá o un Manaus.
Lugares donde ni las leyes del país, ni sus tribunales ni sus impuestos operan o lo hacen muy poco.
Simplificando: Estas democracias consisten en Comprar votos con Cargo al Presupuesto, decidir quién va a pagar el voto comprado, cambiar las reglas y los límites durante el partido, usar argumentos emocionales y falsos. Todo ello con un horizonte de menos de 4 Añitos.
El problema es Estructural. No caben reformismos. Por eso no saben cómo arreglarlo.
Me gusta el artículo y los comentarios, tan variopintos, pero todos con su punto de interés. Está claro que en nuestra democracia ha fallado los sistemas de control y creo que los fallos están visibles para todos, baste mencionar lo que yo considero peores: las listas cerradas y la falta de transparencia, además del intervencionismo en justicia. A eso hay que añadir la partitocracia, que hace de los partidos auténticas estructuras de poder poco democráticas en el que normalmente no ascienden los más preparados y preocupados por el bien común, sino los que saben manejar el juego de intrigas y de intereses particulares necesario para ir ascendiendo en la cúpula.
El problema que me planteo al llegar a este punto es que si los responsables de llevar a cabo los cambios son precisamente los beneficiados de que nada cambie… ¿cómo vamos a conseguir esas reformas?
Supongo que gran parte pasaría por la educación, por la pedagogía democrática y conseguir que la gente se implique más en la política, en lugar de conformarse con votar cada cuatro años y delegar pasivamente. Yo soy de los que he visto en el movimiento 15M pese a todos sus defectos, un medio por el que nuevas generaciones puedan abrazar la participación y el debate político, que nos incumbe a todos.
Me gusta el artículo y los comentarios, tan variopintos, pero todos con su punto de interés. Está claro que en nuestra democracia ha fallado los sistemas de control y creo que los fallos están visibles para todos, baste mencionar lo que yo considero peores: las listas cerradas y la falta de transparencia, además del intervencionismo en justicia. A eso hay que añadir la partitocracia, que hace de los partidos auténticas estructuras de poder poco democráticas en el que normalmente no ascienden los más preparados y preocupados por el bien común, sino los que saben manejar el juego de intrigas y de intereses particulares necesario para ir ascendiendo en la cúpula.
El problema que me planteo al llegar a este punto es que si los responsables de llevar a cabo los cambios son precisamente los beneficiados de que nada cambie… ¿cómo vamos a conseguir esas reformas?
Supongo que gran parte pasaría por la educación, por la pedagogía democrática y conseguir que la gente se implique más en la política, en lugar de conformarse con votar cada cuatro años y delegar pasivamente. Yo soy de los que he visto en el movimiento 15M pese a todos sus defectos, un medio por el que nuevas generaciones puedan abrazar la participación y el debate político, que nos incumbe a todos.
Gracias a todos de nuevo por vuestros comentarios.
Creo que un tema particularmente interesante entre los suscitados es el económico. Isido hace un análisis del impacto del liberalismo económico en el crecimiento económico. Hay muchas cosas de las que comenta relacionada con seguridad jurídica, etc, con las que es difícil discrepar, pero otras creo que no están directamente relacionadas con un modelo democrático o tecnocrático, sino con un tema de ideología económica. Los problemas de gestión económico que tiene un modelo democrático, lo veo más en la línea de lo apuntado por Manu Oquendo, al final de su comentario. El artículo de The Economist apunta algunos ejemplos. La democracia, como modelo basado en votos, necesita prometer muchas cosas, y gastar mucho dinero para atender esas promesas. Eso genera unas dinámicas que no son fáciles de controlar. Un país como Brasil muestra unas notables carencias en infraestructuras. Sus gobiernos, no han priorizado las infraestructuras, sino que en su momento priorizaron … reducir la edad de jubilación. Quizás no fuera lo mejor para el país, pero probablemente sería lo que los ciudadanos querían y votaron. Ejemplos como ese puede haber muchos. El vídeo de Ted Talk contaba ejemplos de los problemas en India para adoptar decisiones que podrían juzgarse «imprescindibles» pero que la gente no quiere. Sin irnos tan lejos, en el caso de España. La gente quiere un AVE al menos en su capital de provincia y .. un palacio de la ópera en su ciudad. Para un modelo que se basa en los votos, la gente quiere que se hagan esos proyectos, con lo cual los políticos pueden argumentar que atienden las demandas de los ciudadanos. Probablemente si decidiesen los técnicos del Ministerio de Fomento, la mayoría de los AVEs de este país no se habrían construido. Pero eso sería una tecnocracia, no una democracia. La descripción que hago tiene ciertas dosis de caricatura, pero como comenta Manu Oquendo, muy crudamente, una democracia es una compra de votos a cargo de un presupuesto. No estoy muy de acuerdo en otros puntos de la argumentación de Manu Oquendo, pero esta descripción descarnada me parece muy interesante. Qué puede hacer un modelo democrático para gestionar estos desafíos. Nos vamos a tener que poner muy en serio a ello. El artículo de The Eocnomist apunta algunas cosas, quizás muy generales, pero pone el ejemplo del Estado de California, que quizás merece la pena seguir.
Y sin duda, el tema que menciona Javier Serra sobre donde queda el mérito en una democracia, es una pregunta que también merece reflexión. Esta pregunta debería poder responderse ligada a la dinámica de los partidos políticos. Como conseguir que los líderes de los partidos políticos sean los mejores, y no aquellos que cumplen otros requisitos, más ligados a la lealtad, obediencia, y apego al aparato del partido. Difíciles preguntas.
Muy interesantes los distintos puntos de vista. Ya que comenta el autor el tema de California, hoy sale un buen artículo en el Blog Salmón de cómo convertir a España en California.
http://m.elblogsalmon.com/economia/califorrnication-como-hacer-la-economia-espanola-californiana
Algunas características son las ya apuntadas de una economía liberal, pero deduzco que quizás la principal es la educación. Y muchos problemas vienen por ahí. Cuando tenemos ciudadanos incultos, amansados, aborregados, sin criterio propio y espíritu crítico y sin saber determinar las prioridades, fácilmente manipulables y con unos medios de comunicación serviles, ocurren lo que comentáis. Que si la democracia se convierte en una compra de votos, la política se convierte en populismo, el gasto en cortoplacismo, y la deuda es el medio para alcanzar el poder. Hasta que todo lo explote… Como ahora. Y así tenemos esos Aves sin pasajeros, autopistas sin coches y aeropuertos sin aviones. Porque eso daba votos. Daba votos eso y no que exista una verdadera separación de poderes, o que la Justicia funcione (la gente sólo la utiliza una vez en la vida de media), o que los nombramientos sea gente experta e independiente. Igual que la corrupción existe mientras la gente vote a un corrupto. Si la gente castigara a los partidos con imputados en sus filas, no habría tanta corrupción y si la gente votara no al que promete endeudarse más, sino al que promete ahorro, superávit y cuentas saneadas, pues tampoco tendríamos las barbaridades que tenemos ni la deuda que tendrán que pagar nuestros hijos y nuestros nietos. El problema es que se tendrá que dar cuenta la gente por sí misma, puesto que para el político es mucho más sencillo la otra política, la del gasto, el populismo, el clientelismo y la corrupción (y mucho más rentable). Y se prefiere recortar en educación e investigación que en gasto político. Por lo menos creo que la gente se está dando cuenta de ambas cosas, aunque todavía creo que no saben el poder que tienen con el voto, pero sí creo que se están dando cuenta que la gestión política hay que valorarla por otras cosas. Tengo esa esperanza que todos lo consigamos…
Solemos hablar de lo Político, de la Esfera Pública, del acceso al Poder y de su ejercicio, de las Reglas y Relaciones de los Individuos con todo ello, el Derecho–. Lo hacemos desde campos especializados y muy rara vez desde una perspectiva amplia, más multidisciplinar.
Una perspectiva en la que , el Derecho y sus ramas, la Antropología, la Economía, la Psicología humana social e individual, la Moral, la Filosofía, la Ciencia Política, la Historia –y unas cuantas disciplinas más– tengan la oportunidad de presentarnos de modo coordinado un «holograma» evolutivo, una visión analítica razonablemente veraz y completa.
Algo que se parezca a lo que palpamos cada día y que posea alguna capacidad diagnóstica y predictiva exógena.
Es comprensible porque tendemos a centrarnos en nuestras muy limitadas «especializaciones» lo que nos impide ver con precisión y discernimiento «La Cosa Misma» que, como bien sabemos, es harto poliédrica y mutante con el tiempo.
Habitualmente algunas voces, la mía a veces, dicen que el «sistema» está en colapso estructural y que quienes lo conducen con evidente dificultad lo saben perfectamente desde hace tiempo.
Normalmente el sentido común nos inclina a intentar arreglar lo que no funciona. Por eso surgen los planteamientos regeneracionistas como si la resurrección de los muertos –que negamos enfáticamente a las religiones ridiculizándolas– fuera posible en la nueva religión de sustitución: La Democracia de partidos, pastores de rebaños humanos cuyo poder no tiene límites en muchos aspectos.
¿Cuántas palabras, titulares, arengas emotivas y enfáticas dedicamos «al sistema democrático» en pretensión de paraíso terreno con aspiraciones de vida eterna? ¿Cuántos ríos de tinta? ¿Tanto incienso necesita? ¿Por qué? No es por nada que la conferenciante de TED nos recuerda que el 90% de la humanidad ya no comparte esa visión. El modelo de Aspiraciones se desvanece a ojos vistas. Quedan los Jeans.
Lo que es peor ¿Cuántas conversaciones sinceras, productivas, con futuro, nos estamos perdiendo por sacralizar lo que no lo merece como si no hubiera alternativas? Esto es, el Espacio Público de Ciudadanos iguales capaces de un proceso de racionalidad discursiva no manipulada.
Por otra parte, qué duda cabe de que debemos ser Prácticos y Posibilistas.
Pero esto exige una estrategia y las estrategias, a su vez, requieren un Horizonte hacia el cual caminar, un punto cardinal mínimamente definido. Un punto que hoy no existe. En buena medida porque «El propio Sistema cultural » ha destruido el concepto a golpe de subvenciones teledirigidas.
Definir ese horizonte no puede consistir en Resucitar al Muerto, Arreglar los innegables fallos funcionales sin tocar a fondo los estructurales y echarlo a andar de nuevo como si tal cosa.
Este enfoque no funciona y no resulta creíble entre otras cosas porque entre ellos ya son legión los que sólo aspiran a ocupar un trocito del Poder.
Saludos
Creo que por una vez voy a discrepar en algo contigo, estimado Manu: El punto cardinal al que dirigirnos está más claro que nunca.
Independientemente de ideologías, de edad, de sexo, de niveles de renta, las personas empiezan a reconocer la necesidad de un nuevo consenso que les permita algo tan ¿simple? como vivir a su manera.
Hay hartazgo de incompetencia, de corrupción, de mentiras. Surge como panacea eso de la «Regeneración» cuando no dejamos de ver que, en el fondo, es un «quítate tú para ponerme yo».
Y sí, tienes razón en que aún continúa faltando una visión más amplia, más profunda y al mismo tiempo, más detallada. Problemas de la especialización en cosas concretas derivado de la necesidad que parecemos tener de etiquetar, segmentar y compartimentar todo. Por eso el análisis del sistema y de sus fallos sigue estando cojo. Por eso sigue triunfando, sobre todas, la falacia del falso dilema y parecen faltar alternativas. Cada día.
También por eso cuesta ver una salida. Liberarse de los prejuicios y ser prácticos. Debe ser algo difícil darse cuenta de que ninguna democracia es tal sin ciudadanos conscientes, responsables e interesados en protegerla cada día, poco a poco, desde sus posiciones, con sentido común. No solo mediante el voto una vez cada cuatro años sino a través de pequeños actos cotidianos, de ejercitar la queja fundamentada, la crítica constructiva. Buscando información objetiva y no sesgada. Cumpliendo con las obligaciones antes de exigir derechos. Y sobre todo, desterrando esa idea tan maniquea del «blanco/negro» o el «o conmigo o contra mí».
Quizá sea posible conseguirlo alguna vez
Dice el profesor Dalmacio Negro que «la situación de Europa es prerrevolucionaria». La causa no es, sin embargo, la crisis económica, «ciertamente un poderoso incentivo al ser el más visible y cuantificable. La recesión es una consecuencia directa de la crisis política inseparable de una gigantesca crisis moral, que, al afectar al orden social entero, quizá sea el preludio de un gran cambio histórico» del que la «globalización» es sólo una concausa. «Lo más probable es que esté terminando una época histórica».
Según el profesor, «la clave es la crisis del parlamentarismo consustancial al Estado de Derecho. Los parlamentos sustituyeron a los reyes como representantes de las naciones y heredaron de ellos la soberanía absoluta. Pero su originaria composición burguesa, de clase, justificó el socialismo y el capitalismo de Estado prosperó a medida que entraba en ellos la demagogia igualitaria».
Y añade que «el resultado es que Europa es hoy tan socialdemócrata como podía decirse antes que era cristiana. Ésta es la causa de que el Estado, carcomido por la penetración en él de poderes indirectos que representan intereses particulares, se haya convertido en un gran centro de negocios: los gobiernos patrimonializan lo público o común y administran despóticamente lo que, legalmente, puede considerarse todavía privado como si fuese público». «Los gobiernos, atrincherados tras una espesa burocracia, representan a las oligarquías políticas, sindicales, industriales, financieras y mediáticas unidas entre sí por el consenso socialdemócrata en conflicto con las clases medias que son la médula de las naciones cuya unidad cultural hace de Europa una civilización».
Hola, Cruz.
Creo que no discrepamos porque coincido con tus citas concreta y con la apreciación de la necesidad de un nuevo horizonte razonablemente consensuado en una Esfera Pública definida en los términos de Sternberger o de Habermas, es decir, Ciudadana. Con exclusión del Poder y de la Manipulación.
Este es un concepto que ni maneja el Poder vigente en las democracias actuales ni lo quiere entender el Nacionalismo: La relación de preeminencia entre el concepto de Ciudadanía y el de Pueblo. Este último es un concepto pre político, propio del «Ethnos» que se compadece mal con el «Demos» de hoy día en una sociedad que ni se fija a una tierra concreta ni, en Europa, puede hacerlo.
La diferencia, quizás, sería de contenido de la palabra Regeneración. En el sentido que la he usado es un nuevo fruto del mismo tronco, de las mismas estructuras. No podemos pedir peras al Olmo por mucho que lo resembremos.
Un cordial saludo
Hola, Manu:
Coincido.
A lo mejor estamos demasiado acostumbrados a aceptar la idea de que «el sistema» no funciona en ningún orden . Por lo que respecta al jurídico-político, personalmente, no creo que haya un problema esencial del sistema mismo, sino (salvo excepciones) más bien de su interpretación y aplicación. Es como un árbol de Navidad al que se ha cubierto de tantos artificios, adornos inútiles, lucecitas y espumillones que resulta imposible ver el color de las agujas y las raíces. Incluso saber si es un abeto, un olmo o un peral. Quienes venden los adornos (y sus redes) se benefician con ello mientras refuerzan sus posiciones y quienes lo miran están pasmados de la impresión, mientras les saquean.
Tal vez la verdadera regeneración debería empezar por eliminar adornos; y ya, con el árbol desnudo, ver si realmente padece alguna enfermedad, diagnosticarla y tratarla. Por no pasarse con la poda…
Saludos cordiales
Es siempre interesante levturas de este tipo. Genial. Yo lei este mes autopsia a las democracias patateras. Un pequeño libro con un gran mensaje
Es siempre interesante levturas de este tipo. Genial. Yo lei este mes autopsia a las democracias patateras. Un pequeño libro con un gran mensaje
Leer hoy este artículo en Sintetia, me ha recordado la discusión de este post. Se ve claramente como una mayor libertad económica puede no ir acompañada de una mayor libertad de prensa o un mayor desarrollo humano. Está claro que las sociedades más perfectas son aquellas que tienen altos índices en los tres aspectos.
http://www.sintetia.com/libertad-economica-libertad-de-prensa-y-desarrollo-humano-un-pasatiempo-analitico/