La Operación Púnica o como la corrupción destruye la convivencia social: Historias de Valdemoro
El nuevo escándalo de corrupción que en estos días está sacudiendo varios municipios de la Comunidad de Madrid, León y Murcia es un capítulo más en la larga lista de funestos sucesos que están minando la percepción de los ciudadanos sobre la clase política.
Dado que los medios de comunicación han desmenuzado concienzudamente toda la información sobre las andanzas de estos presuntos criminales me gustaría centrarme en dos aspectos menos analizados y comentados de la corrupción: la destrucción de la convivencia social en aquellos lugares donde se producen los casos de corrupción y la necesidad de que los ciudadanos tomemos la iniciativa para intentar poner coto a estos desmanes.
Como todos hemos conocido, los presuntos ideólogos de esta trama delictiva, Francisco Granados y David Marjaliza, proceden de Valdemoro, municipio en el que vivo desde que nací hace 36 años y del que procede toda mi familia paterna. Aunque actualmente tiene en torno a 70.000 habitantes, continúa siendo lo que comúnmente se considera un “pueblo”, en el que todo el mundo se conoce y en el que este caso de corrupción ha caído como una auténtica losa vergonzosa sobre los ciudadanos ¿Se imaginan cómo nos sentimos los ciudadanos de Valdemoro, sobre todo los que somos de allí “de toda la vida”, cuando vemos la plaza de nuestro pueblo cercada por 30 vehículos de la Guardia Civil y cuando vemos el nombre de Valdemoro como sinónimo de corrupción? Por no hablar de la crispación latente en las calles, en los supermercados, en cualquier conversación entre amigos o familiares… Si a las personas como ustedes lectores que están siguiendo este caso desde la distancia a través de los medios de comunicación este caso les produce repulsión, imagínense como lo estamos sufriendo los ciudadanos de Valdemoro, viendo cómo una banda de presuntos delincuentes mancha el nombre de nuestro pueblo.
Y si las personas mayores nos sentimos estafadas e indignadas, ¿han pensado alguna vez cómo perciben nuestros hijos estos casos de corrupción? Por desgracia he tenido que enfrentarme al desafío de explicarles a mis hijos todo lo sucedido, porque comparten colegio con familiares de los principales encausados. Y les aseguro que no es nada fácil hacer entender a un niño que la persona que aparece en la portada de su agenda escolar (el Alcalde de Valdemoro) es un presunto delincuente y que es necesario no culpabilizar a sus familiares con los que mis hijos comparten sus actividades escolares. Por no hablarles de los conflictos de los que he sido testigo entre padres del colegio y profesores, motivados por el tratamiento que hay que dar a este caso de corrupción entre los niños.
Este simple ejemplo de los problemas que este caso está produciendo en el colegio de mis hijos me lleva a reflexionar que la corrupción no solo tiene repercusión en la valoración de la clase política o en la imagen de España en el exterior, principales consecuencias que siempre se ponen de manifiesto, sino que daña gravemente la convivencia social en los lugares en los que se desarrollan, generando unos niveles de crispación difícilmente soportables y manejables de forma pacífica y democrática, crispación de la que se están aprovechando muchos demagogos de última hora para captar votos.
El otro aspecto en el que me gustaría centrarme es en el de la necesidad de que los ciudadanos pasemos a ser parte activa de la vida política de los municipios. Aunque el escándalo de corrupción haya estallado ahora mismo, ya existía en Valdemoro una iniciativa que partió de los propios ciudadanos hastiados de comprobar cómo el Ayuntamiento era gestionado a modo de “cortijo”. Esta iniciativa, denominada proyecto TUD – Transparencia, Utilidad, Distribución lleva toda la legislatura actual intentando, a través del concejal obtenido en las últimas elecciones municipales, denunciar las irregularidades detectadas en las adjudicaciones públicas que se han realizado en estos años. Sin embargo, el rodillo del PP en el Ayuntamiento ha impedido que nada saliera a la luz hasta la intervención del juez Velasco. Es necesario, por tanto, que los ciudadanos tomemos conciencia de la importancia de participar de la vida política de nuestros municipios, exigiendo transparencia en la gestión pública, con la finalidad de eliminar la sensación de total impunidad en la que parecen asentados nuestros políticos. No me cabe la menor duda que una participación más activa de los ciudadanos en el control de los gobiernos municipales limitaría la aparición de casos de corrupción como estos. Ejemplos como esta iniciativa ciudadana, que afortunadamente están surgiendo en numerosos municipios españoles, invitan a pensar que aún hay esperanza de conseguir una gestión pública transparente, eficiente y al servicio de los ciudadanos y no de un puñado de corruptos.
Sin embargo, siendo grave el deterioro de la convivencia social que la corrupción genera allí donde anida, lo que es verdaderamente preocupante es la imagen que las nuevas generaciones (no las del PP, claro) están percibiendo de la corrupción. Nuestros hijos están viendo cómo personas que ostentan cargos de responsabilidad en las instituciones que deberían velar por el bien común de todos los ciudadanos están entrando en prisión por un afán desmedido de lucro que les lleva a cometer todo tipo de fechorías. ¿Cómo podemos transmitir a los niños y jóvenes que la razón de ser de la acción política debería ser la vocación de servicio público ante ejemplos tan nefastos como los que hemos podido ver en estos días? Sin duda alguna los padres y educadores tenemos un apasionante reto para contribuir a la regeneración democrática de este país, inculcando a nuestros hijos el valor de virtudes como la honradez, la templanza o el esfuerzo.
Esperemos que casos como esta Operación Púnica despierte las conciencias de tanta gente honrada como existe en España para que den un paso adelante y comprometido en la defensa del bien común y para que las siguientes generaciones encuentren ejemplos de gestores públicos honrados que miren más allá de asegurarse la jubilación con una cuenta en Suiza.
Ingeniero Superior de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid. Socio Director del área de estudios estratégicos de la consultora Iclaves. Cuenta con más de 10 años de experiencia en consultoría relacionada con las TIC y la Sociedad de la Información. Ha participado en la elaboración de numerosos estudios e informes relacionados con el impacto de las nuevas tecnologías en diversos ámbitos como el gobierno abierto, los contenidos digitales o la educación, entre otros. Anteriormente a Iclaves desarrolló su carrera profesional en Everis Spain como jefe de proyectos de consultoría.
Bonito artículo Sr Villar. Pero el asunto es de mayor calado.¿cómo le explica usted a sus hijos que mientras en Europa se viene condenando públicamente a los dictadores fascistas nosotros aun brindamos al nuestro respeto y honores? ¿Como decirles a nuestros hijos que en esta nación tardía (Villacañas) jamas hemos llegado a ganarnos la libertad colectiva, a lo sumo un catálogo de libertadas individuales otorgadas (Garcia-Trevijano). ? ¿Cómo decirles que no supimos romper las cadenas por miedo y que por ello hemos vivido más en la soledad que en la sociedad (Spinoza)
Estimado Teilhard
Como usted bien dice existen muchos problemas en nuestra democracia que nuestros hijos deberían saber. Sin embargo creo que este de la corrupción es el que más cerca nos toca a todos y podemos comenzar por educar a nuestros hijos en los valores de la honradez y del esfuerzo. Con esto tendremos ganado mucho para mejorar la calidad democrática de las siguientes generaciones
Un cordial saludo.
Para que haya diversidad de opiniones en este blog, recordeoms que algunos piensan que esto del Derecho no va a la raíz del problema. Para Pablo Iglesias “la corrupción es un problema estructural: donde hay propiedad privada hay corrupción”:
http://youtu.be/Zh2qWOsRyO0?t=1h2m5s
Ya saben lo que hay que hacer para luchar contra la corrupción.
Corrupción salvaje… pero los medios de comunicación se centran casi en exclusiva en el invento catalán. A todos les viene de perlas: a unos, los del Gobierno, para tapar la corrupción… ya no es noticia; a los otros, para quedar bien con quienes les votan, pues a fin de cuentas estos políticos catalanes viven del invento nacionalista, a falta del mismo, al paro…..
Todos hablando de Cataluña, … de lo otro, que es de una gravedad suprema, nada…. Y el partido principal de la oposición no puede tampoco denunciar públicamente, pues están hasta arriba con los eres….
Sorprendente uno de los baluartes de Esrradio, que también ha optado por hablar en exclusiva del tema catalán,y también de la Infanta. De la corrupción, como si nada
¿A quien liberamos, a Jesús o a Barrabás?
¡¡A Barrabás, liberad a Barrabás!!
http://goo.gl/S6NJYf
“¿Cómo podemos transmitir a los niños y jóvenes que la razón de ser de la acción política debería ser la vocación de servicio público ante ejemplos tan nefastos como los que hemos podido ver en estos días? Sin duda alguna los padres y educadores tenemos un apasionante reto para contribuir a la regeneración democrática de este país, inculcando a nuestros hijos el valor de virtudes como la honradez, la templanza o el esfuerzo.”
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Sencillamente enseñándoles que la dignidad y la democracia son posibles sin tapujos ni esquizofrenias, con los medios que tenemos a mano:
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https://www.youtube.com/watch?v=rjJUoex6b4g
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https://www.youtube.com/watch?v=5hm5j_l8uhU
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Quizá así puedan redimirnos algún día.
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saludos
Estimado viernes,
Muchas gracias por el comentario. Efectivamente hay que enseñarles a comportarse dignamente y a respetar las reglas democráticas, pero convendrá conmigo que los padres esto que parece tan sencillo se convierte en un reto muy importante cuando gran parte de lo que escuchan nuestros hijos en todos los medios de comunicación son informaciones sobre corrupción.
Un cordial saludo.