El reto legal que nos lanza el Reino Unido (II): La irrupción de la tecnología
En el artículo anterior, hablaba de los avances que se están produciendo en el sector legal. Se trata de una profesión tradicionalmente conservadora y menos propensa al cambio que otras, pero que cada vez es más consciente de las oportunidades que la innovación puede ofrecerle y de los riesgos de no adaptarse al nuevo entorno. En efecto, la presión que supone la irrupción de las nuevas tecnología supone un gran desafío para la abogacía.
Un modelo que está revolucionando el sector desde hace años es la firma norteamericana Axiom, con 12 oficinas en 3 continentes y un alto crecimiento anual. Aunque con muchos dificultados al principio, a partir de 2001 empieza a crecer y cuatro años después abre oficina en San Francisco, para estar cerca de Silicon Valley. Tras su éxito en US, abrieron oficina en Londres en 2007 y recientemente ha levantado 28 millones de dólares de capital privado.
Pese a la situación de crisis económica, consiguió ofrecer la misma calidad de servicio a un precio muy inferior y muy atractivo para los clientes. Se trata de un modelo de subcontratación externa, subcontratación interna (“insourcing”) y creación de equipos en base a proyectos. Así, contrataron a los mejores abogados de los grandes bufetes y departamentos jurídicos internos, pero para trabajar desde casa o desde las oficinas del cliente. Utilizan la tecnología para acabar con los sobrecostes de un despacho, ofrecen un precio fijo por sus servicios y han creado una estructura organizativa horizontal evitando la figura tradicional del socio.
Otra firma considerada una de las más innovadoras del mundo es Riverview Law, una ABS británica propiedad de AdviserPlus, DLA Pipers y un número de socios entre los que se encuentra su equipo directivo. Su principal novedad radica en que opera enteramente a precios fijos y ha sido creado partiendo de las necesidades del cliente –preguntándoles que es lo que requieren de los servicios legales– y busca cambiar la forma en que las organizaciones compran y utilizan los servicios legales. Así, utiliza data analytics para asesorar a sus clientes sobre cómo reducir sus problemas jurídicos y reducir los gastos que acarrean. Por otro lado, seleccionan al equipo más adecuado para cada contrato y trabajan conjuntamente abogados, ejecutivos de empresas, auditores, informáticos y analistas de datos.
Karl Champan, su director ejecutivo, lo resume así: “aplicamos principios empresariales de sentido común a un mercado que ha estado protegido de la competencia demasiado tiempo”. El modelo es todo un éxito, prueba de ello es que en el último año sus ingresos han crecido en más del 100%.
Así, Axiom y Riverview Law son dos claros ejemplos de cómo los avances tecnológicos son ya una realidad. En este sentido, muchos clientes no dudan en dejar de lado los tradicionales despachos y en contratar sus servicios con proveedores de servicios legales alternativos enfocados en la tecnología.
Por otro lado, en los próximos años irán surgiendo nuevos avances en la prestación de servicios jurídicos online con el objetivo de aumentar la eficiencia. En efecto, ya empezamos a contar con mecanismos de resolución de conflictos por internet (Online Dispute Resolution) y pronto llegarán los tribunales online. En este sentido, Charley Moore, fundador de Rocket Lawyer, se muestra optimista de la revolución tecnológica. Considera que la tecnología permite que el sector evolucione, de tal forma que las actividades más rutinarias sean más eficientes y que los abogados puedan ampliar su abanico de servicios. Ello implica que, a medida que los costes disminuyen, las pequeñas empresas y las personas físicas solicitarán nuevos servicios jurídicos. En efecto, el valor de los potenciales clientes en el mercado asciende a £27bn. Hay una demanda sin cubrir, afirma, y necesitamos más abogados, no menos.
Asimismo, y como alternativa a las ABS, encontramos que se han desarrollado proveedores de servicios legales por internet, los cuales ni siquiera requieren de licencia para operar fácilmente y a un precio muy competitivo. Un ejemplo es Rocket Lawyer, de origen americano y que se lanzó en RU en 2012, cuyo equipo legal desarrolla los productos y herramientas puestas a disposición de los clientes pero que no proporciona asesoramiento legal, por lo que no necesita licencia. Utiliza tecnología para proporcionar los servicios legales y una red de abogados –consistentes en 20 firmas legales– puestos a disposición del cliente a un tercio de su precio normal.
Su principal rival es LegalZoom, también americana, que ofrece “free do-it-yourself services” y que se ha asociado con la anglosajona QualitySolicitors. Esta última demuestra el interés que tiene para los despachos convertirse en una ABS ya que les permite obtener financiación externa, principalmente, de los fondos de capital riesgo. Algunos incluso se plantean recurrir a crowdfunding. De hecho, Law Bite ya se ha financiado a través de CrowdCube, una plataforma de investment crowdfunding, recaudando £400,000 en diez días.
Por su parte, Richard Susskind, el gurú de la abogacía, prevé que la profesión cambiará más en los próximos 10 años de lo que lo ha hecho en los últimos dos siglos. Nos encontramos en la era de la tecnología y, tarde o temprano, los ordenadores serán capaces de sustituirnos como abogados y de trabajar mejor, más rápido y más barato. En este sentido, “RoboLawyer” se está convirtiendo en una realidad con el proyecto Watson de IBM. De hecho, las tecnologías inteligentes están empezando a abrirse camino en las juntas directivas. Por poner un ejemplo, en mayo una sociedad de capital riesgo con sede en Hong Kong nombro a un algoritmo en su junta directiva.
En definitiva, las fuerzas de la globalización, la innovación tecnológica y la liberalización se abren paso en un sector que se ha mantenido sin cambios durante décadas. Los cambios generan grandes oportunidades, pero también riesgos para aquellos que se resisten.
Finalmente, como cierre de este análisis del modelo de emprendimiento legal en Reino Unido, en el próximo artículo analizaré que consecuencias prácticas se pueden extraer para España y como creo que podríamos ir adaptándonos al entorno cambiante que experimenta el sector.
Volvemos a entusiasmarnos con las «tecnologías», en este caso las legales. El caso es seguir comprando ordenadores, máquinas y herramientas tecnológicas que…. ¿quien las fabrica y comercializa? Bingo. Han adivinado. El sistema se cuida de engordar de normas y leyes a la sociedad y ésta, claro está, necesitará cada vez más ayuda legal profesional o, en todo caso, permanecer en alerta ante cualquier posible error que cada uno, en nuestra actividad diaria, podamos cometer. Pleitos, muchos pleitos…. ordenadores, muchos ordenadores hasta que sean las máquinas el verdadero sistema. Ellas no descansan, velan por nosotros, nos orientan, nos corrigen, nos acompañan… todo consiste en tener contratados sus servicios y expedirán demandas, resoluciones (como ya lo hacen) sin tener en cuenta las circunstancias personales de los justificables, su condición de seres humanos…. Es el progreso. Orwell parecía que se había adelantado un poco pero el Gran Hermano es un programa que bate audiencias. Recuerden en qué moneda está el ojo vigilante….
Enhorabuena Andrea por el post.
Esto que nos cuentas es una realidad, cuando menos lo esperemos tenemos aquí un Uber (como el de los tranasportes/ taxis) o un bla bla Car o un B&B. Estamos en plena revolución industrial y comercial y ésta ha llegado de mano de las nuevas tecnologías. Hay sectores en plena evolución como es el de los transportes de viajeros, el hotelero o el turístico y el legal no va a ser menos.
Quienes no quieran verlo así, peor para ellos, cuando el Uber Legal los deje en el paro, a lo mejor ya no tiene remedio.
En los próximos diez años o espabilamos o llegarán las firmas de servicios legales de EEUU, UK y nos comerán el mercado. Aquí aún estamos con la mentalidad del despacho en el tercero C y la placa dorada en la calle, y algunos las TIC parece que le den ardores.
¿Qué dice usted que vende, señorita?
La pretensión de sustituir a las personas por las máquinas en el ámbito jurídico, y en particular en el de la seguridad jurídica preventiva, integrada por notarios y registradores, es abonar el campo para que las grandes compañías de seguros de títulos británicas y norteamericanas aterricen en España.
Hasta ahora no han podido, simplemente porque no hace falta. Por la sencilla razón de que en nuestro Derecho, la litigiosidad en el ámbito inmobiliario y mercantil es bajísimo comparativamente y la seguridad que proporcionan las adquisiciones documentadas en escritura pública e inscritas en el registro es plena y con valor legal de presunción iris te de iure. Ello se debe a la impagable labor de notarios y registradores, que por una cantidad muy baja, en función del producto obtenido, hacen bajo su responsabilidad personal, un exhaustivo análisis jurídico del negocio y de la situación registral, que disminuye significativamente el riesgo de litigiososidad a posteriori y hace innecesario acudir a otro tipo de garantías.
Ese análisis jamás podrá ser efectuado por máquinas, que lo único que pueden hacer es archivar masivamente millones de comunicaciones electrónicas remitidas y recibidas por la web, sin un mínimo control ni jurídico ni de ningún otro tipo. El resultado, inevitable, será la disminución de la seguridad jurídica preventiva, un aumento de litigiosidad y un incremento de los costes de transacción. ¿Pero cómo se va a producir un aumento de los costes con las comunicaciones telematicas? Pues muy sencillo. Los costes de formalización e inscripción serán bajísimos, o incluso nulos. Pero la necesidad de seguridad se mantiene, por lo que si ya no se proporciona la misma por la formalización notarial y la inscripción registral, ante la ausencia de filtros y controles jurídicos, habrá que acudir a otras «instancias» con menos garantías, costes notablemente mayores y sin valor legal: los grandes despachos internacionales de abogados y las compañías de seguros de títulos, en manos de los bancos. ¿Saben lo que cobran los abogados anglosajones por recibirles en el despacho y las primas anuales de los seguros de títulos? Les puedo asegurar que varias veces el coste combinado del coste notarial y registral en nuestro país, donde además se paga sólo una vez.
¿Se atreverán a este despropósito nuestros gobernantes? ¡Claro que sí! Sólo un milagro ha evitado que se aprobase la infausta reforma integral de los registros, cuya inconfesada finalidad era convertir a los notarios en legitimadores de firmas y a los registros en centros de recepción de comunicaciones telematicas para transcribirlas en los registros por el sistema de encasillado. Ver para creer.
La pretensión de sustituir a las personas por las máquinas en el ámbito jurídico, y en particular en el de la seguridad jurídica preventiva, integrada por notarios y registradores, es abonar el campo para que las grandes compañías de seguros de títulos británicas y norteamericanas aterricen en España.
Hasta ahora no han podido, simplemente porque no hace falta. Por la sencilla razón de que en nuestro Derecho, la litigiosidad en el ámbito inmobiliario y mercantil es bajísimo comparativamente y la seguridad que proporcionan las adquisiciones documentadas en escritura pública e inscritas en el registro es plena y con valor legal de presunción iris te de iure. Ello se debe a la impagable labor de notarios y registradores, que por una cantidad muy baja, en función del producto obtenido, hacen bajo su responsabilidad personal, un exhaustivo análisis jurídico del negocio y de la situación registral, que disminuye significativamente el riesgo de litigiososidad a posteriori y hace innecesario acudir a otro tipo de garantías.
Ese análisis jamás podrá ser efectuado por máquinas, que lo único que pueden hacer es archivar masivamente millones de comunicaciones electrónicas remitidas y recibidas por la web, sin un mínimo control ni jurídico ni de ningún otro tipo. El resultado, inevitable, será la disminución de la seguridad jurídica preventiva, un aumento de litigiosidad y un incremento de los costes de transacción. ¿Pero cómo se va a producir un aumento de los costes con las comunicaciones telematicas? Pues muy sencillo. Los costes de formalización e inscripción serán bajísimos, o incluso nulos. Pero la necesidad de seguridad se mantiene, por lo que si ya no se proporciona la misma por la formalización notarial y la inscripción registral, ante la ausencia de filtros y controles jurídicos, habrá que acudir a otras «instancias» con menos garantías, costes notablemente mayores y sin valor legal: los grandes despachos internacionales de abogados y las compañías de seguros de títulos, en manos de los bancos. ¿Saben lo que cobran los abogados anglosajones por recibirles en el despacho y las primas anuales de los seguros de títulos? Les puedo asegurar que varias veces el coste combinado del coste notarial y registral en nuestro país, donde además se paga sólo una vez.
¿Se atreverán a este despropósito nuestros gobernantes? ¡Claro que sí! Sólo un milagro ha evitado que se aprobase la infausta reforma integral de los registros, cuya inconfesada finalidad era convertir a los notarios en legitimadores de firmas y a los registros en centros de recepción de comunicaciones telematicas para transcribirlas en los registros por el sistema de encasillado. Ver para creer.
Coincido plenamente con el anterior comentario del registrador Ylla.
Estimada autora.
Comprendo que quizá su formación en la city londinense, haya influido en su visión del sistema legal y de defensa jurídica anglosajones como ejemplos a seguir.
Pero discrepo profundamente con Usted, por cuanto son los anglosajones, los que tendrían que aprender de sistemas de seguridad jurídica preventiva como el español, basado en el control de agentes públicos independientes y en la prevención de conflictos, frente al mercantilizado sistema jurídico anglosajón (Reino Unido y USA), donde el ultraliberalismo y la ausencia de controles públicos, son dogma de fe. Y cuyas negativas consecuencias para la economia global, saltan a la vista. Fraudes milmillonarios en las grandes auditoras: caso Enron y Arthur Andersen, o ausencia de control del mercado hipotecario y financiero: Quiebra de Lehman Brothers, Hipotecas basura y Fannie Mae y Freddie Mac. Casos todos estos, origen inmediato de la actual crisis financiera mundial.
El sistema español de control previo y preventivo, si bien para los ojos liberales del anglosajón, supone un arcaico e innecesario obstáculo al desarrollo del comercio, presenta unos resultados mucho más satisfactorios, en términos de coste y seguridad, para el ciudadano. Aunque seguramente no tanto para los intereses pecuniarios de las consultoras y de los carísimos bufetes de abogados.
En Mallorca, los ciudadanos ingleses, que vienen a mi notaría a comprar casas de veraneo o de residencia permanente, se quedan sorprendidos de la facilidad y los bajos costes que supone la adquisición de una vivienda en España, pues no hay costes adicionales de asesoramiento previo , que si son habituales por otros lares, donde la intervención de intermediarios, agentes varios y «solicitors», es absolutamente ineludible. A lo que hay que añadir los mayores diferenciales en las hipotecas, por la ausencia de un eficaz sistema de seguridad jurídica preventiva como el que si hay en España.
En España, los agentes económicos, en general, están muy satisfechos con el sistema, y si algo funciona ¿Para que cambiarlo? No nos ceguemos ni con la modernidad, ni con la tecnología, que son meramente herramientas de trabajo y no fines en si mismos que justifiquen cambios radicales. Y analicemos las consecuencias de descartar o desvirtuar un modelo como el nuestro, envidiable en términos de coste y garantía jurídica.
Me ha encantado el artículo tenemos los medios y la capacidad de adaptar nuestras firmas a lo que demandarán los clientes en el futuro no nos dejemos acomplejar.
En Reino Unido saben organizarse, trabajar en equipo, a nivel tecnológico han avanzado mucho pero a nivel de formación están a años luz de España, nuestra preparación es altísima, nuestra capacidad de trabajo elevadísima de igual forma que nuestro conformismo, nuestra resistencia a adaptarnos, a cambiar, a mejorar, en definitiva a salirnos de nuestra zona de confort.
Mi firma esta preparada para el futuro que se nos avecina, y lo más importante, me adaptaré o anticiparé a los cambios las veces que haga falta.
Me apasiona el derecho, soy Abogado especialista en Derecho Penal y Nuevas Tecnologías, llevo mas de 20 años creando Webs, diseñando como hobbie y estoy preparado para competir con despachos extranjeros.
Con ello quiero transmitir un mensaje de confianza, de ánimo a los despachos españoles a que no se duerman en los laureles, que no sean conformistas, que aprendan inglés, que adapten sus despachos a las nuevas tecnologías, que fijen su objetivo en la excelencia profesional de esa forma evitaremos el intrusismo a la vez que estaremos satisfechos por el trabajo bien hecho.
Cuando conozcamos el idioma extranjero, y adaptemos nuestros despachos tecnológicamente quizás quienes empiecen a preocuparse sean las firmas extranjeras.
¡ Despertad !
Carlos Caravaca Romero
Abogado especialista en Derecho Penal y Nuevas Tecnologías
Totalmente de acuerdo. Yo creo que en unos diez años los servicios jurídicos no van a tener nada que ver con lo que hoy son. Una cosa es el sistema preventivo y la seguridad jurídica, que no queda afectada en nada al trabajar en la red y otra la forma de ofertar y de captar clientes. Ahí es donde se van a dar grandes cambios. Quien esté preparado podrá competir y quien no, va quedar fuera de merecado. Llegarán las teorías disruptivas, el design thinking, el open learning, la e-administración, el marketing y todo esto adaptado al mundo jurídico, será la revolución que muchos no ven. Muy acertado en lo del inglés.
Parece que tenemos, como es lógico, apologistas de la cibernética y críticos de las tecnologías «per se». Vamos a ver, una cosa es que la herramienta de trabajo sea útil y otra que la mitifiquemos y nos pongamos a su servicio. Hace algún tiempo en una mesa redonda sobre «Ciberpolitica» donde se lanzaban albricias a a libertad de las tecnologías, modestamente dije: «No os engañéis. Os están espiando». Unas semanas más tarde se descubría el espionaje desde USA a los dirigentes políticos, el Sr. Snowden y otros destapaban la caja de Pandora del uso de las tecnologías para fines políticos y de control. Unos días más tarde en una página de Facebook sobre arte, aparecían inopinadamente las conversaciones de una amiga mía con su familia y amigos a través del móvil… Las herramientas son buenas si quienes las usa tiene buenos fines, pero pueden ser nuestros monstruos de Frankestein cuando se nos escapen de las manos. ¡Ah! Por cierto, el progreso no es saber inglés, seguir las formas de vida que nos imponen, ni comprar las banalidades que nos infantilizan. El progreso es la libertad de usar lo que te parezca oportuno y como creas oportuno. Ser un hereje ante la santificación «cosificadora».
Podemos filosofar o hablar de forma utópica, nombrar a Platón o a los clásicos pero la realidad es otra bien distinta, al margen de la privacidad que estoy de acuerdo contigo, nosotros no decidimos cuando montarnos en un coche, o en un avión, o cuando ir a trabajar, es algo vital para la supervivencia del ser humano salvo que adoptemos otras formas de vida también respetables como irse a meditar al Monte Emei.
El cliente busca precio, servicio, calidad, rapidez, etc si no somos capaces de ofrecerle eso lo buscará en despachos que si sean capaces de ofrecerle ese servicio … los españoles dicho con todo el cariño nos enzarzamos en la discusión hasta el infinito de las cosas los extranjeros reconocen sus puntos débiles y se ponen a trabajar para ser los mejores.
La era tecnológica no es un previsión a largo plazo, antes si lo era porque desde que se mostraba un avance hasta que eran capaz de producirlo y la sociedad aceptarlo pasaba mucho tiempo, ahora la sociedad devora esa tecnología, y las generaciones que vienen por detrás mucho más.
Mi consejo es que no nos durmamos en los laureles, por lo menos avisados estamos.
«Por su parte, Richard Susskind, el gurú de la abogacía, prevé que la profesión cambiará más en los próximos 10 años de lo que lo ha hecho en los últimos dos siglos. Nos encontramos en la era de la tecnología y, tarde o temprano, los ordenadores serán capaces de sustituirnos como abogados y de trabajar mejor, más rápido y más barato.»
Eso lleva diciendo 40 años 🙂
No, en el futuro previsible los ordenadores no sustituirán a los abogados, period (como dirían ustedes en la City o más bien en Wall Street). Cualquiera que reflexione más de cinco minutos sobre la esencia del razonamiento jurídico y de la práctica jurídica se dará cuenta de ello.
Lo mismo dijeron los hombres de antaño con la llegada de la revolución industrial, que las máquinas no sustituirían al hombre, y mira lo que ha ocurrido en muchísimos sectores, Amazon está revolucionando el transporte, drones, fábricas inteligentes organizadas por robots, etc
Recientemente Stephen Howkin vaticinó que la inteligencia artificial eliminará la raza humana, es una opinión mas tampoco es ciencia exacta pero si observamos la historia no tenemos argumentos para descartar esta posibilidad.
http://www.abc.es/tecnologia/informatica-software/20141202/abci-stephen-hawking-peligros-inteligencia-201412021837.html
Hace solo un par de días escuchaba en la Radio al Catedrádito de Economía Fernando Niño decir que nos encontramos en la tercera revolución industrial, llegada de la mano del Big Data, del Internet de las Cosas, de las RRSS, y de nuevos espacios y formas de trabajo, como los Hub de Emprendedores, Hub Social, o el trabajo colaborativo en los Cooworking. Ya existe una corriente de abogados colaborativos, se está implementadno la mediación como sistema no adversarial de solución de conflcitos, comienza a legislarse la justicia restaurativa y la mediación electrónica transfronteriza; ¿y todo esto no va a modificar los servicios jurídicos?.
Lo mismo dijeron los hombres de antaño con la llegada de la revolución industrial, que las máquinas no sustituirían al hombre, y mira lo que ha ocurrido en muchísimos sectores, Amazon está revolucionando el transporte, drones, fábricas inteligentes organizadas por robots, etc
Recientemente Stephen Howkin vaticinó que la inteligencia artificial eliminará la raza humana, es una opinión mas tampoco es ciencia exacta pero si observamos la historia no tenemos argumentos para descartar esta posibilidad.
http://www.abc.es/tecnologia/informatica-software/20141202/abci-stephen-hawking-peligros-inteligencia-201412021837.html