HD Joven: ¿Erasmus u Orgasmus?

En el siguiente artículo vamos a tratar de analizar las consecuencias tanto a nivel personal, como a nivel profesional, de haber hecho un Erasmus o de no haberlo hecho. Para una mayor objetividad, este artículo ha sido escrito por dos de nuestros editores (abogados) que, como es lógico, uno de ellos sí lo hizo y el otro no.

“YO SÍ ME HE IDO” (Álvaro del Caño)

“El Erasmus fue el mejor año de mi vida”. ¿Cuántas veces habré dicho esta frase o la habré oído por ahí? Pues sí, aunque suene a tópico, el Erasmus fue la mejor experiencia que he tenido y, si pudiera, no dudaría en repetir.

En primer lugar, me gustaría hablaros un poco del país en el que estudié y de cómo vive un alumno Erasmus allí. En mi caso, mi destino fue Riga, Letonia. Yo tenía claro que esta experiencia la quería vivir cuanto más lejos y más diferente de España mejor, por aquello de que sólo serían unos meses, que me apetecía aprender una nueva cultura y que quería conocer un día a día que no tuviera nada que ver con lo que estaba acostumbrado. Cuando me enteré del destino que se me había asignado, me volví loco de alegría y no tardé en googlear todo lo posible acerca de la ciudad, buscar los grupos de FaceBook de gente que iba a hacer el Erasmus allí, la residencia, la universidad, etc.

El lugar en donde me alojé fue una residencia de estudiantes, en la que vivíamos unos 300 alumnos de todo el mundo, que estaba en pleno centro. Cada vez que salía de mi habitación, tenía la sensación de que podía pasar cualquier cosa. Un día me ponía a hablar con un indio comparando nuestras culturas, otro día un italiano me cocinaba una exquisita pasta, de pronto una turca me contaba lo maravilloso que es Estambul… Era imposible sentirse solo o aburrirse en un entorno así. Sentía que era “un ciudadano de un lugar llamado mundo”.

Las asignaturas, en su gran mayoría, guardaban relación con las que se me convalidaron en España. Como es lógico, no todos los temas coincidían a la perfección con los del programa español, pero nunca está de más haber estudiado algo diferente al resto para tratar de diferenciarnos.

La beca que recibí para poder irme, apenas era suficiente para pagar la residencia. Queda claro que, sin otras vías económicas, no podría haber subsistido ni por asomo. Asimismo, mis compañeros españoles de residencia, o incluso, otros amigos que también se fueron de Erasmus a otros países, se encontraban en la misma situación. Así pues, la beca otorgada supone una ayuda económica, pero no cubre todos los gastos.

Por otro lado, durante mi estancia en Riga viajé muchísimo. En todas las ciudades que albergan estudiantes de Erasmus, hay una agencia que organiza viajes y actividades varias, conocida como “ESN” (ERASMUS STUDENT NETWORK). Por medio de esta agencia, conseguíamos buenísimos precios en transportes y alojamiento, de tal modo que pudimos viajar a Rusia, Polonia, Estonia, Lituania, República Checa, Suecia, etc. La cultura de todos estos países era muy similar a la letona, y disfruté muchísimo pudiendo conocerlos.

Finalmente, quiero matizar cómo me ha beneficiado esta experiencia. En primer lugar, he de indicar que no pasa un solo día en el que no chatee con algunos de los amigos que hice durante ese año. Amistades y contactos por todo el mundo (que quién sabe si podrán ofrecerme una oportunidad profesional algún día), a los que he ido a ver y me han venido a visitar, cosa que, de no haberme ido, jamás hubiera sucedido. Además, el hecho de tener que “vivir en inglés”, tanto dentro de las aulas como fuera de ellas, fue algo que sin duda me hizo mejorar el idioma de cara a mi futuro. Por otro lado, la sensación de “haber espabilado”. Salvo estancias en verano, nunca había vivido más de dos meses fuera de casa. Esta experiencia me hizo madurar y crecer como persona, ya que tenía que sacarme las castañas del fuego yo solito, sin la ayuda de nadie.

Por otra parte, en cuanto al tema de las convalidaciones, queda claro que el Erasmus no es perfecto ni puede perseguirlo todo. El objetivo es estudiar ciertas asignaturas fuera, no todo un título universitario, por lo que la posible falta de conocimientos que puede generar el marcharse, no será muy extensa en comparación con toda la carrera y siempre habrá tiempo para poder aprender lo no visto. Por lo tanto, a pesar de que la formación académica obtenida fuera puede que, a veces, no sea la mejor (sobre todo por la necesidad de convalidar), en definitiva el Erasmus es una experiencia que hay que valorar en su conjunto y que, en comparación con lo largas que pueden llegar a ser nuestras vidas, tiene una duración de un breve período de tiempo.

Por último, de cara al currículum y a las entrevistas que he ido haciendo, matizar que siempre ha jugado en mi favor el hecho de haberme ido de Erasmus. Los reclutadores o entrevistadores, al descubrir que hice mi Erasmus en un país tan inusual, suelen mostrar mucho interés y me piden que les cuente cómo fue la experiencia. Una persona que ha vivido algo así, no vuelve siendo la misma. Vuelve con menos prejuicios, con la mente más abierta y con la capacidad de encajar en cualquier ambiente, y eso, de cara a entrar en una nueva empresa, es algo que el personal de RRHH tiene muy en cuenta.

“YO NO ME HE IDO” (Pablo Ojeda)

Yo, a diferencia de mi compañero, no viví la experiencia del Erasmus. Evidentemente, mi Universidad me ofreció esa oportunidad, pero yo, en ese momento de mi carrera (4º-5º curso), decidí desecharla.

Considero que, académicamente, salvo contadas excepciones, no aporta gran cosa, puesto que el Derecho es una disciplina que varía mucho de país a país, debido a los diferentes sistemas legales tradicionales (common law vs civil law), así como las leyes de cada país y los diversos modos de organizar el ordenamiento jurídico. Todo esto tiene como resultado que, en una etapa crucial para el alumno (4º-5º de carrera en la licenciatura/ 3º-4º en el grado), el estudiante se puede ver obligado a tomar la decisión de dejar de cursar asignaturas tan importantes como Derecho Mercantil, Derecho Civil o Derecho Tributario. Llegados a este punto, es preciso llamar la atención al lector acerca del tema de las convalidaciones, ya que es algo sorprendente. En algunas ocasiones, esas asignaturas tan importantes que he señalado, pueden ser convalidadas por otras que no guardan relación alguna con la materia. Uno tiende a pensar que un programa eficiente debe pretender que la correspondencia entre las asignaturas que se convalidan tenga una equivalencia sino del 100%, al menos de un 50%. Pues bien, hay ocasiones en las que asignaturas del calibre de Derecho Civil o Derecho Tributario, se pueden convalidar por Legal Writing o American Constitutional Law, siendo asignaturas obligatorias o troncales que, cuando menos, debería ser obligatorio convalidarlas por asignaturas jurídicas. Si acudimos a la convalidación de las optativas, toda similitud es pura coincidencia.

Asimismo, la cuestión de las calificaciones es igual de llamativa, puesto que suelen ser más bien altas, pudiendo llegar a ser excesivas. Evidentemente, puede haber excepciones como en los casos de estudiantes que acuden a países o Universidades más exigentes, en donde no se hace distinción alguna entre el alumno autóctono y el Erasmus, por lo que el nivel de exigencia y de esfuerzo es el mismo para todos. Sin embargo, esta situación no es la más común, ya que gran parte de los alumnos, al regresar de su experiencia Erasmus, vienen con unas calificaciones bastante elevadas, obtenidas generalmente por el “trato especial” que reciben en las Universidades de destino. Este trato, en muchos casos, ha servido para ayudarles a mejorar su expediente hasta tal punto que, en ocasiones, la propias Universidades de origen han tenido que verse obligadas  a reducir sus calificaciones.

Otro elemento a analizar es el tema del idioma. Lógicamente, el ir a un país con un idioma diferente, es claramente beneficioso para el estudiante ya que se le da la oportunidad de poder aprender otra lengua durante su estancia. Sin embargo, la realidad es diferente. Aquellos alumnos que vayan a estudiar a países con idiomas más bien poco extendidos, véase Polonia, Hungría o República Checa, rara vez aprenderán más de las 4 o 5 palabras fundamentales para saludar, dar las gracias y despedirse. Esto se debe a que, en primer lugar, las clases no son impartidas en el idioma del país, sino que suelen ser en inglés, lo que, unido al corto período de tiempo de la estancia del alumno y a la dificultad de determinados idiomas, tiene como resultado que la proporción de alumnos que saldrá hablando eslovaco, letón o finés será muy baja. Por otro lado, sí es cierto que aquellos alumnos que vayan a estudiar en destinos como Francia, Reino Unido o Portugal, saldrán claramente reforzados en los idiomas de cada uno de estos países, siempre que no coincidan con excesivos alumnos españoles que hagan que la utilización del idioma oriundo sea muy residual.

Y por último, tampoco es alentador lo relativo a las becas. La ayuda económica a los estudiantes, tiene tres tramos: el comunitario, el estatal y el autonómico. Como sabemos, (aquíoaquí), las becas del Programa Erasmus se han visto reducidas durante esta legislatura. Es realmente llamativo las diferencias entre las ayudas que recibe un estudiante en una CCAA, frente a otra[1], si bien esto es otro tema.  Generalizando un poco, la ayuda media es de unos 300 €, con los cuales es muy difícil vivir en un país extranjero, especialmente en aquellos con los precios más altos, como Reino Unido o Alemania. Por lo que, irse de Erasmus sigue siendo una experiencia que sólo pueden permitirse las personas que tengan un soporte económico detrás, puesto que está claro que con las becas no basta.

En definitiva, pese a no haberme ido de Erasmus, no me arrepiento de haber optado por esta decisión, ya que considero que en ciertos aspectos es una experiencia algo sobrevalorada, sobre todo, por parte de los departamentos de RRHH, ya que académicamente hablando, creo que sale mejor preparada una persona que ha cursado íntegramente todos los años de la licenciatura o grado en España. Por otro lado, en el ámbito personal, tampoco considero que haya salido malparado por no haber optado por esta experiencia, ya que muchos de los valores y de la personalidad que se le presume a un ex-Erasmus, también pueden ser obtenidos al irte a cursar tu carrera (o algún curso de la misma) fuera de tu ciudad (permanentemente o vía Beca Séneca), pero dentro de España, como yo tuve la suerte. Es por ello, que si actualmente volviera a tener 20-21 años y estuviera en la tesitura, de nuevo, de elegir entre irme de Erasmus, o no, seguramente volvería a ganar el no.


[1] http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/11/06/actualidad/1383769275_301619.html

22 comentarios
  1. Jorge
    Jorge Dice:

    Erasmus si, auf jeden fall.

    Yo me fui a Alemania en la 2007/2008 a cursar quinto de la Licenciatura en Física (para los más jóvenes: como el grado pero un año más; como el master pero un año menos).

    El idioma: yo quería practicar inglés, pero no pude escoger ningún destino anglófono ni escandinavo, que son los mejores para tal fin. Escogí Alemania pensando que también me valdría… y no, tuve que aprender alemán. En un año aprendí lo suficiente para, al regreso, entrar a cuarto de Escuela Oficial de Idiomas. También hubo gente que se volvió sin mejorar un ápice su inglés ni aprender una pizca de alemán. Allá ellos.

    La beca: Con 300 euros al mes no da para vivir, aunque mi residencia costaba 200. Caja Madrid y otras daban becas complementarias, pero a mí no. Al final obtuve los ingresos necesarios, pero el 99% de la gente o conseguía estas becas de las cajas, o gastaba sus ahorros, o los de sus padres.

    Impacto académico: irme en quinto fue un error, apenas pude convalidar 4 asignaturas. Acabe la carrera un año más tarde, pero me libero mucho tiempo para viajar, socializar y aprender alemán. La gente que conseguía convalidar más asignaturas, las sacaba con muy buena nota. He visto convalidar Fundamentos de Física Cuántica por Mecánica Cuántica Avanzada.

    Impacto profesional: al acabar la carrera, el Erasmus y el idioma alemán eran puntos fuertes en mi escaso currículum y me abrieron más de una puerta. En los años posteriores, he trabajado en China y en EEUU, donde estoy ahora. Gracias, en gran parte, al Erasmus, he escapado de la mediocridad de condiciones laborales que impera en España.

    Consideraciones generales: las becas Erasmus consiguen, a un coste ridículo, que gente que, de otra manera, no saldría jamás de su país, de un salto cualitativo en su formación y modo de ver la vida. Además, favorece la convivencia entre jóvenes de muy diversa procedencia, no solo geográfica, sino también cultural, social y económica. Hasta el más garrulo, el que solo va pensando en el intercambio de fluidos y vuelve sin mejorar en idiomas, retorna con una experiencia muy positiva, una mente más abierta y una red de contactos más internacional. Además, a su vuelta, transmite esa experiencia a todo aquel que quiera escucharle (los Erasmus somos muy pesados al regreso).

    Por último, en una unión monetaria con tan poca movilidad laboral entre países, cualquier iniciativa que contribuya a revertir esta situación merece ser apoyada. Cualquier programa que aumente el conocimiento y comprensión mutua es un experimento de ingeniería social digno de llevarse a cabo. Ya que se ha gestado un engendro de las proporciones de la UE, esta clase de programas serán necesarios para que funcione.

    Disculpen si falta alguna tilde, uso un teclado gringo.

  2. Gonzalo García Abad
    Gonzalo García Abad Dice:

    Dos excelentes narraciones. Yo creo que el programa Erasmus puede ser muy interesante como experiencia, tanto para el alumno como para el sistema. Coincido con ambas en que quizá la principal deficiencia del programa Erasmus sea que las becas son demasiado escasas, lo que origina la injusticia de que haya estudiantes que no puedan acceder a él porque no les salen las cuentas.
    Está muy bien orientado a que los estudiantes universitarios busquen fuera aquéllo de lo que carecen en su universidad de origen. Facilita la complementariedad entre las universidades europeas. Pero en muchos casos el programa Erasmus evidencia carencias del sistema. Los estudiantes buscan en unos casos superar esas carencias y en otros casos aprovecharse de ellas. Creo que el gran problema es que no ha suscitado la suficiente reflexión en cada universidad, en cada país, sobre lo que se puede mejorar.
    Un aspecto muy interesante del programa Erasmus es que intenta mostrar la coherencia de la cultura europea dentro de su diversidad. Muestra las diferencias, pero también lo que compartimos. Personalmente creo que el gran reto es abrir más este tipo de programas al mundo entero. Particularmente para las universidades europeas atraer estudiantes con ganas y capacidad del resto del mundo las enriquece enormemente. Creo que Europa debería aprovechar su dilatada experiencia universitaria para buscar talento en el mundo entero. Es una cuestión de justicia ofrecer la posibilidad de estudiar a quien quiere y tiene capacidades para ello pero no tiene recursos económicos. Es una oportunidad enorme de mejora para la universidad europea. Este tipo de becas están bien, pero debe atraerse una cierta excelencia, estudiantes con entusiasmo y capacidad, lo que no siempre ha sabido hacer el programa Erasmus. La gran “cantera” donde Europa puede encontrarlo está ahora en el resto del mundo.

    Un cordial saludo.

  3. Ricardo Garcia
    Ricardo Garcia Dice:

    Muy buen artículo sobre un tema que siempre esta en la cabeza de los estudiantes, ¿vale la pena el Erasmus?

    Personalmente las oportunidades sociales, el aprender idiomas,viajar,salir de casa…y demás experiencias que proporciona el Eramus son indiscutibles, pero estoy de acuerdo con Pablo Ojeda con que academicamente no aportan mucho.

    Yo tuve la oportunidad de estudiar en 3 universidades españolas diferentes (una mediante beca Sicue-Seneca) y la idea del Eramus siempre fue de “año sabático dónde aprovecho para limpiar el expediente”. Muchos amigos que lo han realizado siempre me dicen que de las 8-12 asignaturas que se llevaban sólo tenían que esforzarse en un par de ellas, el resto con asistir a clase y un trabajo especial para los Erasmus bastaba.

    En mi experiencia con la beca Sicue-Seneca decir que academicamente fue un año tan exigente como el resto, ya que casi eramos considerados como propios alumnos de la universidad de destino.

    Pero principalmente creo que se debería insistir en el tema de las convalidaciones. Ya no sólo a nivel Erasmus, como se comenta en el artículo, sino entre universidades del mismo país. Esto es porque aún recuerdo lo difícil que fue hacer coincidir las asignaturas que me tocaban ese año sicue-seneca, debido a planes de estudio diferentes. Esperpento que deja de manifiesto la poca homogeneidad de planes no solo a nivel europeo, sino nacional, y que parece, según me han comentado estudiantes actuales, que el famoso plan Bolonia no ha conseguido solucionar.

    Lo dicho gran artículo sobre un dilema que tienen muchos estudiantes durante su vida universitaria.

  4. MGS
    MGS Dice:

    Muy buenas descripciones desde los dos puntos de vista.
    Me ha encantado.
    Yo nunca me fui de Erasmus y siempre me arrepentiré.
    Saludos para todos!

  5. JVR
    JVR Dice:

    Considero que las dos experiencias que nos relatan permiten crear una visión de conjunto de lo que supone una beca Erasmus, tanto positivo como negativo.

    Si bien no accedí a la misma durante mi época universitaria, si creo que es una oportunidad única de la que no todo estudiante puede disfrutar.

    Pondría especial atención a la regulación de las pruebas para acceder a dichas becas por parte de las universidades y si, normalmente, cumplen con los requisitos oportunos (nivel de pruebas de idioma,…).

    Mucha suerte, HD joven.

  6. Fernando
    Fernando Dice:

    No creo que estudiar derecho en otro país de la Unión Europea sea una perdida de tiempo a nivel académico. No tengo datos al respecto pero entiendo que en la mayoría de destinos Eramus se imparten las clases en Inglés. Y saber Inglés jurídico es básico.

  7. Anónimo XXL
    Anónimo XXL Dice:

    Hay un tema ético de fondo que tiene que ver con la propia autonomía de la persona. Yo no hice el Erasmus cuando a nivel económico mi familia podía permitírselo (sin ser ricos). Y no lo hice porque no me parecía bien sangrar más a mis padres (me hacía ilusión hacerlo).

    Así que, en parte me hubiera gustado, pero siempre en otras circunstancias. Quizá con algo más de esfuerzo buscando un trabajo de medio pelo para sobrevivir lo hubiera hecho. Pero no podemos olvidar que el que decide hacer un Erasmus lo hace, en realidad y la mayoría de las veces, con 0 autonomía y pidiendo en casa.

    Lógicamente no digo que el que lo haga sea un egoísta o nada parecido, dejémoslo en que es mi exclusiva opción y visión personal. Con dinero de mi bolsillo lo hubiera hecho; sin él, no, ni entonces ni nunca.

  8. Alberto
    Alberto Dice:

    Os cuento mi experiencia: Estuve de Erasmus en un pueblecito de Suecia (Lund), pero no fui durante mi carrera, sino para cursar el primer año de doctorado.La experiencia fue fantástica en todos los aspectos. El ir una vez terminada la carrera, me permitió centrarme y disfrutar de toda la experiencia. Amigos, estudios y viajes.

    Si pudiera, repitiría con los ojos cerrados.

    Buen Viernes!

    • Jorge
      Jorge Dice:

      Erasmus si, auf jeden fall.

      Yo me fui a Alemania en la 2007/2008 a cursar quinto de la Licenciatura en Física (para los más jóvenes: como el grado pero un año más; como el master pero un año menos).

      El idioma: yo quería practicar inglés, pero no pude escoger ningún destino anglófono ni escandinavo, que son los mejores para tal fin. Escogí Alemania pensando que también me valdría… y no, tuve que aprender alemán. En un año aprendí lo suficiente para, al regreso, entrar a cuarto de Escuela Oficial de Idiomas. También hubo gente que se volvió sin mejorar un ápice su inglés ni aprender una pizca de alemán. Allá ellos.

      La beca: Con 300 euros al mes no da para vivir, aunque mi residencia costaba 200. Caja Madrid y otras daban becas complementarias, pero a mí no. Al final obtuve los ingresos necesarios, pero el 99% de la gente o conseguía estas becas de las cajas, o gastaba sus ahorros, o los de sus padres.

      Impacto académico: irme en quinto fue un error, apenas pude convalidar 4 asignaturas. Acabe la carrera un año más tarde, pero me libero mucho tiempo para viajar, socializar y aprender alemán. La gente que conseguía convalidar más asignaturas, las sacaba con muy buena nota. He visto convalidar Fundamentos de Física Cuántica por Mecánica Cuántica Avanzada.

      Impacto profesional: al acabar la carrera, el Erasmus y el idioma alemán eran puntos fuertes en mi escaso currículum y me abrieron más de una puerta. En los años posteriores, he trabajado en China y en EEUU, donde estoy ahora. Gracias, en gran parte, al Erasmus, he escapado de la mediocridad de condiciones laborales que impera en España.

      Consideraciones generales: las becas Erasmus consiguen, a un coste ridículo, que gente que, de otra manera, no saldría jamás de su país, de un salto cualitativo en su formación y modo de ver la vida. Además, favorece la convivencia entre jóvenes de muy diversa procedencia, no solo geográfica, sino también cultural, social y económica. Hasta el más garrulo, el que solo va pensando en el intercambio de fluidos y vuelve sin mejorar en idiomas, retorna con una experiencia muy positiva, una mente más abierta y una red de contactos más internacional. Además, a su vuelta, transmite esa experiencia a todo aquel que quiera escucharle (los Erasmus somos muy pesados al regreso).

      Por último, en una unión monetaria con tan poca movilidad laboral entre países, cualquier iniciativa que contribuya a revertir esta situación merece ser apoyada. Cualquier programa que aumente el conocimiento y comprensión mutua es un experimento de ingeniería social digno de llevarse a cabo. Ya que se ha gestado un engendro de las proporciones de la UE, esta clase de programas serán necesarios para que funcione.

      Disculpen si falta alguna tilde, uso un teclado gringo.

    • Gonzalo García Abad
      Gonzalo García Abad Dice:

      Dos excelentes narraciones. Yo creo que el programa Erasmus puede ser muy interesante como experiencia, tanto para el alumno como para el sistema. Coincido con ambas en que quizá la principal deficiencia del programa Erasmus sea que las becas son demasiado escasas, lo que origina la injusticia de que haya estudiantes que no puedan acceder a él porque no les salen las cuentas.
      Está muy bien orientado a que los estudiantes universitarios busquen fuera aquéllo de lo que carecen en su universidad de origen. Facilita la complementariedad entre las universidades europeas. Pero en muchos casos el programa Erasmus evidencia carencias del sistema. Los estudiantes buscan en unos casos superar esas carencias y en otros casos aprovecharse de ellas. Creo que el gran problema es que no ha suscitado la suficiente reflexión en cada universidad, en cada país, sobre lo que se puede mejorar.
      Un aspecto muy interesante del programa Erasmus es que intenta mostrar la coherencia de la cultura europea dentro de su diversidad. Muestra las diferencias, pero también lo que compartimos. Personalmente creo que el gran reto es abrir más este tipo de programas al mundo entero. Particularmente para las universidades europeas atraer estudiantes con ganas y capacidad del resto del mundo las enriquece enormemente. Creo que Europa debería aprovechar su dilatada experiencia universitaria para buscar talento en el mundo entero. Es una cuestión de justicia ofrecer la posibilidad de estudiar a quien quiere y tiene capacidades para ello pero no tiene recursos económicos. Es una oportunidad enorme de mejora para la universidad europea. Este tipo de becas están bien, pero debe atraerse una cierta excelencia, estudiantes con entusiasmo y capacidad, lo que no siempre ha sabido hacer el programa Erasmus. La gran “cantera” donde Europa puede encontrarlo está ahora en el resto del mundo.

      Un cordial saludo.

    • Ricardo Garcia
      Ricardo Garcia Dice:

      Muy buen artículo sobre un tema que siempre esta en la cabeza de los estudiantes, ¿vale la pena el Erasmus?

      Personalmente las oportunidades sociales, el aprender idiomas,viajar,salir de casa…y demás experiencias que proporciona el Eramus son indiscutibles, pero estoy de acuerdo con Pablo Ojeda con que academicamente no aportan mucho.

      Yo tuve la oportunidad de estudiar en 3 universidades españolas diferentes (una mediante beca Sicue-Seneca) y la idea del Eramus siempre fue de “año sabático dónde aprovecho para limpiar el expediente”. Muchos amigos que lo han realizado siempre me dicen que de las 8-12 asignaturas que se llevaban sólo tenían que esforzarse en un par de ellas, el resto con asistir a clase y un trabajo especial para los Erasmus bastaba.

      En mi experiencia con la beca Sicue-Seneca decir que academicamente fue un año tan exigente como el resto, ya que casi eramos considerados como propios alumnos de la universidad de destino.

      Pero principalmente creo que se debería insistir en el tema de las convalidaciones. Ya no sólo a nivel Erasmus, como se comenta en el artículo, sino entre universidades del mismo país. Esto es porque aún recuerdo lo difícil que fue hacer coincidir las asignaturas que me tocaban ese año sicue-seneca, debido a planes de estudio diferentes. Esperpento que deja de manifiesto la poca homogeneidad de planes no solo a nivel europeo, sino nacional, y que parece, según me han comentado estudiantes actuales, que el famoso plan Bolonia no ha conseguido solucionar.

      Lo dicho gran artículo sobre un dilema que tienen muchos estudiantes durante su vida universitaria.

    • MGS
      MGS Dice:

      Muy buenas descripciones desde los dos puntos de vista.
      Me ha encantado.
      Yo nunca me fui de Erasmus y siempre me arrepentiré.
      Saludos para todos!

    • JVR
      JVR Dice:

      Considero que las dos experiencias que nos relatan permiten crear una visión de conjunto de lo que supone una beca Erasmus, tanto positivo como negativo.

      Si bien no accedí a la misma durante mi época universitaria, si creo que es una oportunidad única de la que no todo estudiante puede disfrutar.

      Pondría especial atención a la regulación de las pruebas para acceder a dichas becas por parte de las universidades y si, normalmente, cumplen con los requisitos oportunos (nivel de pruebas de idioma,…).

      Mucha suerte, HD joven.

    • Fernando
      Fernando Dice:

      No creo que estudiar derecho en otro país de la Unión Europea sea una perdida de tiempo a nivel académico. No tengo datos al respecto pero entiendo que en la mayoría de destinos Eramus se imparten las clases en Inglés. Y saber Inglés jurídico es básico.

    • Anónimo XXL
      Anónimo XXL Dice:

      Hay un tema ético de fondo que tiene que ver con la propia autonomía de la persona. Yo no hice el Erasmus cuando a nivel económico mi familia podía permitírselo (sin ser ricos). Y no lo hice porque no me parecía bien sangrar más a mis padres (me hacía ilusión hacerlo).

      Así que, en parte me hubiera gustado, pero siempre en otras circunstancias. Quizá con algo más de esfuerzo buscando un trabajo de medio pelo para sobrevivir lo hubiera hecho. Pero no podemos olvidar que el que decide hacer un Erasmus lo hace, en realidad y la mayoría de las veces, con 0 autonomía y pidiendo en casa.

      Lógicamente no digo que el que lo haga sea un egoísta o nada parecido, dejémoslo en que es mi exclusiva opción y visión personal. Con dinero de mi bolsillo lo hubiera hecho; sin él, no, ni entonces ni nunca.

    • Alberto
      Alberto Dice:

      Os cuento mi experiencia: Estuve de Erasmus en un pueblecito de Suecia (Lund), pero no fui durante mi carrera, sino para cursar el primer año de doctorado.La experiencia fue fantástica en todos los aspectos. El ir una vez terminada la carrera, me permitió centrarme y disfrutar de toda la experiencia. Amigos, estudios y viajes.

      Si pudiera, repitiría con los ojos cerrados.

      Buen Viernes!

  9. Nacle
    Nacle Dice:

    Ambos puntos de vista describen perfectamente los pros y contras de hacer un erasmus. Yo lo he hecho y lo aconsejo 100%. Las criticas se fundamentan en los aspectos puramente académicos, quizás enfocándolo exclusivamente desde ese punto de vista puede resultar desaconsajable. Por supuesto influirá la utilidad y los objetivos que cada uno pretenda alcanzar con su erasmus, pero con buenos propósitos puede resultar muy útil porque para ser un buen abogado no solo hay que conocer bien la materia, es igual o mas importante el don de gentes, un idioma… De ahí que la beca erasmus esté tan bien valorada por el personal de rrhh de los despachos. Por lo que a todos aquellos que os lo esteis pensando, hacerlo!.Merece la pena.

  10. Nacle
    Nacle Dice:

    Ambos puntos de vista describen perfectamente los pros y contras de hacer un erasmus. Yo lo he hecho y lo aconsejo 100%. Las criticas se fundamentan en los aspectos puramente académicos, quizás enfocándolo exclusivamente desde ese punto de vista puede resultar desaconsajable. Por supuesto influirá la utilidad y los objetivos que cada uno pretenda alcanzar con su erasmus, pero con buenos propósitos puede resultar muy útil porque para ser un buen abogado no solo hay que conocer bien la materia, es igual o mas importante el don de gentes, un idioma… De ahí que la beca erasmus esté tan bien valorada por el personal de rrhh de los despachos. Por lo que a todos aquellos que os lo esteis pensando, hacerlo!.Merece la pena.

  11. Margarita
    Margarita Dice:

    Y no olvidemos tampoco la capacidad que ha tenido este programa para unir a los jóvenes de Europa (en este caso a los universitarios). Para mí, es una de las mejores ideas de la UE. Vital en un mundo globalizado haber podido salir de tus fronteras. Hasta aquí el beneficio para la sociedad. En cuanto al beneficio personal, es cierto que las asignaturas de Derecho que no hagas aquí, ahí se quedarán pero también es cierto que puedes hacer otras incluso mucho más interesante. En mi caso, hice Erasmus en Maastricht en 4º de Derecho. En mi facultad aún teníamos el Plan de 1953 por lo que no veíamos nada de Derecho comunitario. Al irme, pude verlo

  12. Margarita
    Margarita Dice:

    Y no olvidemos tampoco la capacidad que ha tenido este programa para unir a los jóvenes de Europa (en este caso a los universitarios). Para mí, es una de las mejores ideas de la UE. Vital en un mundo globalizado haber podido salir de tus fronteras. Hasta aquí el beneficio para la sociedad. En cuanto al beneficio personal, es cierto que las asignaturas de Derecho que no hagas aquí, ahí se quedarán pero también es cierto que puedes hacer otras incluso mucho más interesante. En mi caso, hice Erasmus en Maastricht en 4º de Derecho. En mi facultad aún teníamos el Plan de 1953 por lo que no veíamos nada de Derecho comunitario. Al irme, pude verlo

  13. Matilde Cuena Casas
    Matilde Cuena Casas Dice:

    Muy buen post. Enhorabuena. Un tema interesante para el debate. A mí el programa Erasmus me parecería una idea excelente, si se ejecutara bien y el nivel de exigencia para los alumnos extranjeros fuera igual al de todos los demás. Desde el momento en el que eso no es así, el sistema se pervierte y se convierte en puro turismo académico.
    Desde luego salir fuera de España es enriquecedor desde todos los puntos de vista. Pero uno tiene que saber a lo que se va. Si el nivel es bajo y luego a la vuelta en España, la “reinserción” es problemática, a lo mejor sería preferible irse fuera, una vez terminada la carrera.
    Mi experiencia como profesora de alumnos de Erasmus no ha sido muy positiva. Jamás he aprobado a ninguno. Tienen muchas dificultades con el idioma y parece ser que España tiene fama de “aprobado fácil”. No se me ha olvidado todavía cuando un alumno belga al que suspendí con un “2”, vino a la revisión y me dijo ¿cómo me voy a llevar esa nota de España? Pueden imaginar mi respuesta…
    Y mi experiencia con alumnos españoles que luego se han ido de Erasmus, tampoco es que haya sido muy buena. Les corta la carrera en dos y mi asignatura, (que no se convalida) normalmente la suspenden o sacan calificaciones muy bajas por no haber seguido el curso. Yo recomiendo salir fuera de España cuando se haya terminado la carrera máxime a los alumnos de Derecho a los que no se les convalidan muchas asignaturas. Y sobre todo, al alumno Erasmus hay que exigirle igual que a los demás, pues si acepta el reto de estudiar fuera tiene que asumir las consecuencias.

  14. Matilde Cuena Casas
    Matilde Cuena Casas Dice:

    Muy buen post. Enhorabuena. Un tema interesante para el debate. A mí el programa Erasmus me parecería una idea excelente, si se ejecutara bien y el nivel de exigencia para los alumnos extranjeros fuera igual al de todos los demás. Desde el momento en el que eso no es así, el sistema se pervierte y se convierte en puro turismo académico.
    Desde luego salir fuera de España es enriquecedor desde todos los puntos de vista. Pero uno tiene que saber a lo que se va. Si el nivel es bajo y luego a la vuelta en España, la “reinserción” es problemática, a lo mejor sería preferible irse fuera, una vez terminada la carrera.
    Mi experiencia como profesora de alumnos de Erasmus no ha sido muy positiva. Jamás he aprobado a ninguno. Tienen muchas dificultades con el idioma y parece ser que España tiene fama de “aprobado fácil”. No se me ha olvidado todavía cuando un alumno belga al que suspendí con un “2”, vino a la revisión y me dijo ¿cómo me voy a llevar esa nota de España? Pueden imaginar mi respuesta…
    Y mi experiencia con alumnos españoles que luego se han ido de Erasmus, tampoco es que haya sido muy buena. Les corta la carrera en dos y mi asignatura, (que no se convalida) normalmente la suspenden o sacan calificaciones muy bajas por no haber seguido el curso. Yo recomiendo salir fuera de España cuando se haya terminado la carrera máxime a los alumnos de Derecho a los que no se les convalidan muchas asignaturas. Y sobre todo, al alumno Erasmus hay que exigirle igual que a los demás, pues si acepta el reto de estudiar fuera tiene que asumir las consecuencias.

  15. Carlos Caravaca Romero
    Carlos Caravaca Romero Dice:

    Mi experiencia es diferente, mi destino siendo Abogado fue Londres el año pasado tras ocho años de ejercicio profesional.

    No hay día que no de gracias de haber tomado la decisión de vivir la experiencia, conocer gente y aprender inglés.

    A nivel de trabajo para los Abogados es complicado un destino como UK como ha descrito el compañero por los diferentes sistemas legales, pero la mayor limitación es no hablar fluido el idioma del país donde te encuentras.

    Viajar te da otros puntos de vista, otras experiencias, todo queda en nuestra retina, por lo que pondría en la balanza las convalidaciones o no cursar x asignatura sino cosas más enriquecedoras y que seguramente en otro momento no puedas realizar, en mi caso para irme necesité dos años, uno no asumiendo nuevos clientes, y otro en Londres, con continuos viajes para realizar pleitos, etc … una locura.

    Repetiría SI, ¿volveré a repetir? SI

  16. Carlos Caravaca Romero
    Carlos Caravaca Romero Dice:

    Mi experiencia es diferente, mi destino siendo Abogado fue Londres el año pasado tras ocho años de ejercicio profesional.

    No hay día que no de gracias de haber tomado la decisión de vivir la experiencia, conocer gente y aprender inglés.

    A nivel de trabajo para los Abogados es complicado un destino como UK como ha descrito el compañero por los diferentes sistemas legales, pero la mayor limitación es no hablar fluido el idioma del país donde te encuentras.

    Viajar te da otros puntos de vista, otras experiencias, todo queda en nuestra retina, por lo que pondría en la balanza las convalidaciones o no cursar x asignatura sino cosas más enriquecedoras y que seguramente en otro momento no puedas realizar, en mi caso para irme necesité dos años, uno no asumiendo nuevos clientes, y otro en Londres, con continuos viajes para realizar pleitos, etc … una locura.

    Repetiría SI, ¿volveré a repetir? SI

  17. Carlos
    Carlos Dice:

    Yo creo que Matilde lo expresa muy bien. Academicamente es un desastre. Si los profesores calificaran bien nadie aprobaría. Desde otro punto de vista quizas algunos lo pasen muy bien. Otros no tanto. Como señalan con las becas solo pueden viajar quienes estén en muy buena situación económica.Creo que -objetivamente- es un dinero perdido. Claro que en la medida que los reclutadores de RRHH lo valoren la situación es todavía más absurda

  18. Carlos
    Carlos Dice:

    Yo creo que Matilde lo expresa muy bien. Academicamente es un desastre. Si los profesores calificaran bien nadie aprobaría. Desde otro punto de vista quizas algunos lo pasen muy bien. Otros no tanto. Como señalan con las becas solo pueden viajar quienes estén en muy buena situación económica.Creo que -objetivamente- es un dinero perdido. Claro que en la medida que los reclutadores de RRHH lo valoren la situación es todavía más absurda

  19. mi
    mi Dice:

    Me gustaría apuntar que ESN no es una agencia… es una asociación de estudiantes presente en todo Europa que se dedica a facilitar la estancia de todos los alumnos Erasmus organizando viajes, actividades culturales, actividades sociales( cómo la visita a colegios) y como no, fiestas también. Esta organización no tiene ánimo de lucro y tira hacia delante por el sacrificio de muchos estudiantes locales que invierten muchisimas horas para que las actividades salgan adelante.
    Toda ESN esta conectada. Ya sea haciendo actividades en con otros erasmus de la misma ciudad pero de distintas universidades, o a nivel nacional organizando viajes a otras ciudades dónde se cuenta con la colaboración de la ESN local e incluso con un comité a nivel internacional…. y eso amigos es el espíritu europeo… ya no hay fronteras.

  20. MDR
    MDR Dice:

    He leído ambos comentarios (los dos excelentes) con el interés y la perspectiva de un profesor universitario que, por edad, nunca pudo irse de Erasmus porque el programa no existía. Y sólo puedo decir que cuando mis alumnos se van a iniciar su curso escolar en algún lugar de Europa me dan envidia sana. Puede que algunas convalidaciones no sean académicamente hablando las más acertadas o convenientes; puede que alguna materia, quizás importante, se quede en el camino (aunque la madurez de un estudiante que regresa de esa experiencia le obligará a ponerse al día en esa materia cuando lo necesite), pero creo que los beneficios superan con creces los inconvenientes académicos. La aventura Erasmus es un curso de formación en la universidad de la vida (curso multidisciplinar e internacional). Aunque el derecho Tributatio, por ejemplo, haya que retomarlo a la vuelta, los alumnos han aprendido tolerancia, civismo, amplitud de miras, capacidad para las relaciones sociales y la convivencia en grupo, han mejorado o aprendido un idioma, han aprendido a adaptarse a otro sistema universitario, se han hecho independientes y autosuficientes, se han convertido en ciudadanos del mundo, y vuelven con un bagaje experiencial que, desde mi experiencia como observadora de estos estudiantes, les torna en hombres y mujeres mucho más maduros y más ricos como personas y como futuros profesionales de lo que eran antes de marchar. Yo sólo espero que la crisis no pueda con este programa sino que, al contrario, las becas sean cada vez más generosas y más numerosas. Es una inversión de futuro a la que no podemos permitirnos el lujo de renunciar

  21. ignacio
    ignacio Dice:

    Erasmus sí. Absolutamente. Mi experiencia fue muy posiitiva.

    En Alemania era muy raro el estudiante que todavía vivía en casa de sus padres, justo lo contrario que ocurría en España. Por eso, para los españoles el Erasmus tiene mucho de experiencia vital, sales al extranjero pero también sales de casa de tus padres. Estás solo y maduras a toda velocidad, te fijas en todo, te organizas tus clases, tu alojamiento en residencias o WG. Ves cosas totalmente nuevas, en mi caso, a principios de 1997 descubrí internet y el correo electrónico, que en España no había llegado todavía, aprendí a separar residuos .

    Fue una experiencia vital . Te buscas un poco la vida, haces trabajos ocasionales para estudiantes, organizas tu vida social desde cero. Al contrario de lo que decía alguno, puedes elegir tus compañías. En mi caso intentaba absorver todo lo positivo de esa cultura diferente y entender esas diferencias y evité los típicos grupitos cerrados que lo mismo se podían haber quedado en su país y que no se sabe bien para qué vinieron. Esto, en fin, ya va un poco con la personalidad de cada uno.

    Académicamente elegí asignaturas totalmente distintas a las que había en España y varias relativas al derecho comparado francés e inglés que me resultaron muy interesantes. Te podías matricular de todo lo que te interesara, era una tarifa plana. Hice derecho civil francés, intruducción al derecho anglosajón, derecho eurpeo, curso de frances, de traducción alemán-inglés, historia contemporánea y cultura alemana. Además aprendí escadada deportiva e íbamos de excursión los fines de semana. El semestre dio para mucho y fue un auténtico “orgamus vital”.

    A la vuelta vi que en mi ciudad no había escalada, ni internet, ni carril bici, ni fiestas en WG, ni desyunos en grupo, los profesores eran (salvo excepciones) más grises y se limitaban a dictar apuntes, no había seminarios especializados (salvo uno de un vocacional y excepcional catedrático) ….

    En mi universidad no se convalidaba nada. Eso era algo que sabíamos antes de irnos, pero aun así la experiencia bien valía el esfuerzo suplementario.

  22. ignacio
    ignacio Dice:

    Erasmus sí. Absolutamente. Mi experiencia fue muy posiitiva.

    En Alemania era muy raro el estudiante que todavía vivía en casa de sus padres, justo lo contrario que ocurría en España. Por eso, para los españoles el Erasmus tiene mucho de experiencia vital, sales al extranjero pero también sales de casa de tus padres. Estás solo y maduras a toda velocidad, te fijas en todo, te organizas tus clases, tu alojamiento en residencias o WG. Ves cosas totalmente nuevas, en mi caso, a principios de 1997 descubrí internet y el correo electrónico, que en España no había llegado todavía, aprendí a separar residuos .

    Fue una experiencia vital . Te buscas un poco la vida, haces trabajos ocasionales para estudiantes, organizas tu vida social desde cero. Al contrario de lo que decía alguno, puedes elegir tus compañías. En mi caso intentaba absorver todo lo positivo de esa cultura diferente y entender esas diferencias y evité los típicos grupitos cerrados que lo mismo se podían haber quedado en su país y que no se sabe bien para qué vinieron. Esto, en fin, ya va un poco con la personalidad de cada uno.

    Académicamente elegí asignaturas totalmente distintas a las que había en España y varias relativas al derecho comparado francés e inglés que me resultaron muy interesantes. Te podías matricular de todo lo que te interesara, era una tarifa plana. Hice derecho civil francés, intruducción al derecho anglosajón, derecho eurpeo, curso de frances, de traducción alemán-inglés, historia contemporánea y cultura alemana. Además aprendí escadada deportiva e íbamos de excursión los fines de semana. El semestre dio para mucho y fue un auténtico “orgamus vital”.

    A la vuelta vi que en mi ciudad no había escalada, ni internet, ni carril bici, ni fiestas en WG, ni desyunos en grupo, los profesores eran (salvo excepciones) más grises y se limitaban a dictar apuntes, no había seminarios especializados (salvo uno de un vocacional y excepcional catedrático) ….

    En mi universidad no se convalidaba nada. Eso era algo que sabíamos antes de irnos, pero aun así la experiencia bien valía el esfuerzo suplementario.

  23. Alejandro
    Alejandro Dice:

    Yo no me fui de Erasmus. Coincido con el NO.
    He leído todos los comentarios y lo que analizo es lo siguiente:
    Académicamente es un desastre.
    Culturalmente es positivo.
    Mi reflexión es la siguiente. No puede concebirse un programa turístico social, como un programa educativo. O una cosa o la otra. No puede ser que sea un choteo (perdón por la expresión). Como bien apuntaba una profesora, un estudiante belga diciendo que no se podía ir con un suspenso, que esto era España (¡OLÉ!) Lo mismo con otros países. Tengo amigos que se han ido a Francia, y más o menos, han tenido que estudiar, y otros que se han ido a Polonia que literalmente me habían dicho “esta fue una hijadeputa y me puso un 6, en vez de los demás que me pusieron un 8,5 o 9, claro que le presente el trabajo borracho”.

    El Erasmus es otra hipocresía más de la Europa actual. Perfecto que te quieras ir y conocer otras culturas, yo es algo que también veo positivo, y me encanta viajar, pero no falseando, un expediente académico.

    Y para finalizar, coincido plenamente con lo que lo sobrevaloran los departamentos de RRHH, es y la titulítis, (el first, no es saber inglés, es tener un examen).

    • LRG
      LRG Dice:

      Coincido a medias. La Erasmus es un choteo a nivel académico, y tampoco entiendo por qué hay que tener un programa turístico social. Para realizarse como persona, cada uno que se lo financie de su bolsillo. El problema del trato especial a los Erasmus viene porque si no lo hacen así, y la gente vuelve con peores notas, nadie va a pedir el intercambio en tu universidad (y eso para la uni es negativo).
      Con esto no quiero decir que esté en contra de la Erasmus. Yo la hice y volvería a hacerla, con un SÍ rotundo. Pero considero que hay que exigir algo a la vuelta: una mejora de idioma, una cantidad mínima de asignaturas con sentido aprobadas. Las asignaturas y laboratorios que cursé, en mi caso, en Alemania, me parecieron bastante avanzadas y me aportaron mucho. El empujón a mi alemán tampoco fue negativo, y aún así esto ni siquiera es lo que considero más positivo de mi estancia (efectivamente la red internacional y volver con la mente más abierta es impagable).
      Quizá lo suyo sería ofrecer menos becas pero exigiendo más aprovechamiento por parte del alumno, que las becas cubriesen todos los gastos o pudiesen complementarse con un minitrabajo de becario (HiWi en Alemania), y considerar el país de destino como una variable más (no es lo mismo irse a Praga que a Estocolmo).

  24. Alejandro
    Alejandro Dice:

    Yo no me fui de Erasmus. Coincido con el NO.
    He leído todos los comentarios y lo que analizo es lo siguiente:
    Académicamente es un desastre.
    Culturalmente es positivo.
    Mi reflexión es la siguiente. No puede concebirse un programa turístico social, como un programa educativo. O una cosa o la otra. No puede ser que sea un choteo (perdón por la expresión). Como bien apuntaba una profesora, un estudiante belga diciendo que no se podía ir con un suspenso, que esto era España (¡OLÉ!) Lo mismo con otros países. Tengo amigos que se han ido a Francia, y más o menos, han tenido que estudiar, y otros que se han ido a Polonia que literalmente me habían dicho “esta fue una hijadeputa y me puso un 6, en vez de los demás que me pusieron un 8,5 o 9, claro que le presente el trabajo borracho”.

    El Erasmus es otra hipocresía más de la Europa actual. Perfecto que te quieras ir y conocer otras culturas, yo es algo que también veo positivo, y me encanta viajar, pero no falseando, un expediente académico.

    Y para finalizar, coincido plenamente con lo que lo sobrevaloran los departamentos de RRHH, es y la titulítis, (el first, no es saber inglés, es tener un examen).

  25. Jose Escudero
    Jose Escudero Dice:

    Muy interesante y equilibrada exposición.
    Sin duda el programa Erasmus es una oportunidad extraordinaria y una experiencia muy enriquecedora.
    Particularmente, a mi, me habría encantado poder haberla vivido.

    • Jose Escudero
      Jose Escudero Dice:

      Muy interesante y equilibrada exposición.
      Sin duda el programa Erasmus es una oportunidad extraordinaria y una experiencia muy enriquecedora.
      Particularmente, a mi, me habría encantado poder haberla vivido.

  26. Catalina
    Catalina Dice:

    He encontrado este escrito por casualidad y me gustaria comentar sobre el chico que no se fue de eramus y estudia dereho.

    Yo me voy el año que viene, en mi caso Polonia. Tambien estudio derecho y academicamente decidi irme porque despues de 3 años estudiando derecho español, me apetece ver y aprender como hacen las cosas en otro pais. Creo que una grado universitario es un curso que te abre diversos campos de estudio, y te da una vision general sobre el tema, y posteriormente uno elige su rama. Es decir, realmente o al menos en mi caso estudio derecho tributario pero se que cuando termine no voy a volver a tocar ese tema por que no me gusta ese sector, me dedicare a otro.

    Creo que a nivel formativo, en el que no estas estudiando una especialidad realmente, cuantos mas campos de estudio se te abran mejor, te dara mas opciones y abrira tu mentes a sectores del derecho que quizas de otra forma no podrias acceder.

    A mi siempre me ha interesado conocer mas del common law, y del sistema legal en america y en la universidad de polonia puedo cursas materiaz sobre ese tema. Por el contrario urbanismo y medio ambiente pues es una cosa que tendria que dar en españa y que al campo de estudios juridicos al que me quiero dedicar, pues no me sirve para nada y posiblemente olvide.

    Lo que me refiero es que precisamente para los estudiantes de derecho hacer un eramus o cualquier programa de intercambio (he hecho sicue en cataluña y he estudiado derecho catalan) es una oportunidad enorme porque vas a poder estudiar un derecho que no es el tuyo, y creo que es muy interesante ver los matices entre sistemas legales, y es tambien una forma de intercambiar ideas a cerca de hacer y aplicar derecho.

    • Catalina
      Catalina Dice:

      He encontrado este escrito por casualidad y me gustaria comentar sobre el chico que no se fue de eramus y estudia dereho.

      Yo me voy el año que viene, en mi caso Polonia. Tambien estudio derecho y academicamente decidi irme porque despues de 3 años estudiando derecho español, me apetece ver y aprender como hacen las cosas en otro pais. Creo que una grado universitario es un curso que te abre diversos campos de estudio, y te da una vision general sobre el tema, y posteriormente uno elige su rama. Es decir, realmente o al menos en mi caso estudio derecho tributario pero se que cuando termine no voy a volver a tocar ese tema por que no me gusta ese sector, me dedicare a otro.

      Creo que a nivel formativo, en el que no estas estudiando una especialidad realmente, cuantos mas campos de estudio se te abran mejor, te dara mas opciones y abrira tu mentes a sectores del derecho que quizas de otra forma no podrias acceder.

      A mi siempre me ha interesado conocer mas del common law, y del sistema legal en america y en la universidad de polonia puedo cursas materiaz sobre ese tema. Por el contrario urbanismo y medio ambiente pues es una cosa que tendria que dar en españa y que al campo de estudios juridicos al que me quiero dedicar, pues no me sirve para nada y posiblemente olvide.

      Lo que me refiero es que precisamente para los estudiantes de derecho hacer un eramus o cualquier programa de intercambio (he hecho sicue en cataluña y he estudiado derecho catalan) es una oportunidad enorme porque vas a poder estudiar un derecho que no es el tuyo, y creo que es muy interesante ver los matices entre sistemas legales, y es tambien una forma de intercambiar ideas a cerca de hacer y aplicar derecho.

  27. O'Farrill
    O'Farrill Dice:

    He encontrado por causalidad este artículo y me han parecido interesantes todas las aportaciones y experiencias. En primer lugar, viajar siempre es bueno y relacionarse con otras gentes y culturas nos saca de endogamias nacionales, siempre claro está, de que no estemos en la globalización social: más de los mismo en todas partes.
    Leí hace poco que la mayoría de los estudiantes del programa "Erasmus" preferían España, seguido de Italia creo recordar…. una posibilidad sería por el clima mediterráneo, por la comida mediterránea sana, por las costumbres o por las fiestas. Esta, al parecer, era la motivación final. Más todavía: el precio de la cerveza más barato que en otros lugares (según algunas afirmaciones). Vivo en el centro de Madrid y desde el miércoles en adelante la zona se llena de "erasmus" nocturnos que van "de fiesta" y llenan los muchos "garitos" con la jarra de cerveza en las manos. En algún comentario se habla de "programa turístico social" y es evidente que hay mucho de eso, algo parecido al turismo de tercera edad pero en la primera edad. He estado también en otras ciudades europeas y a las seis de la tarde las calles quedan desiertas y los "garitos" muy escasos cerrados. No hay más remedio que estudiar. Ya veremos si lo mediterráneo contagia al norte o al revés. Un saludo.

  28. O'Farrill
    O'Farrill Dice:

    He encontrado por causalidad este artículo y me han parecido interesantes todas las aportaciones y experiencias. En primer lugar, viajar siempre es bueno y relacionarse con otras gentes y culturas nos saca de endogamias nacionales, siempre claro está, de que no estemos en la globalización social: más de los mismo en todas partes.
    Leí hace poco que la mayoría de los estudiantes del programa "Erasmus" preferían España, seguido de Italia creo recordar…. una posibilidad sería por el clima mediterráneo, por la comida mediterránea sana, por las costumbres o por las fiestas. Esta, al parecer, era la motivación final. Más todavía: el precio de la cerveza más barato que en otros lugares (según algunas afirmaciones). Vivo en el centro de Madrid y desde el miércoles en adelante la zona se llena de "erasmus" nocturnos que van "de fiesta" y llenan los muchos "garitos" con la jarra de cerveza en las manos. En algún comentario se habla de "programa turístico social" y es evidente que hay mucho de eso, algo parecido al turismo de tercera edad pero en la primera edad. He estado también en otras ciudades europeas y a las seis de la tarde las calles quedan desiertas y los "garitos" muy escasos cerrados. No hay más remedio que estudiar. Ya veremos si lo mediterráneo contagia al norte o al revés. Un saludo.

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