Serie sobre la reforma constitucional (I): Introducción

Iniciamos con este post una serie que promete ser apasionante: el examen de las propuestas y no propuestas de nuestros partidos políticos sobre la reforma constitucional. Pensamos que este va a ser el tema político y jurídico por excelencia de este otoño caliente (y no solo por el cambio climático) que acaba de comenzar. Nos jugamos mucho como sociedad en esa apuesta -nada menos que fijar las reglas de nuestra convivencia ciudadana para los próximos 30 años- y acertar importa mucho, tanto desde el punto de vista social como económico. La vinculación entre reformas institucionales y desarrollo social y económico es el principal leitmotiv de este blog. Qué menos, por tanto, que dedicarle una serie al principal reto jurídico-político de nuestra generación.

En este post introductorio vamos a plantear los tres grandes grupos de cuestiones que vamos a estudiar en esta serie, que son las siguientes:

1) Propuestas y no propuestas. Efectivamente, la mayoría de los principales partidos avisan que en su programa electoral van a incluir medidas de reforma constitucional, aunque todavía están por concretar. Sin embargo, el actual partido mayoritario –el Partido Popular- tras un verano francamente dubitativo al respecto, ha renunciado a plantear ninguna. Según nos dice esta noticia publicada el 24 de agosto (aquí), el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, anunció que su formación no incluirá una reforma de la Constitución en el programa electoral con el que se presente a las próximas elecciones generales y por tanto renuncia a llevar la iniciativa de este asunto, aunque está dispuesto a “hablar de cualquier cosa que se proponga” desde otras formaciones. Casado dejó claro que la reforma de la Constitución no es una “prioridad” para el PP y por ello no la planteará durante la próxima legislatura. “El PP no va a incluir la reforma constitucional en su programa electoral, no es algo que interese a los españoles”. Lo que sí están dispuestos a incluir son reformas de carácter institucional en relación a los reglamentos del Congreso y Senado, financiación y reforma electoral (aunque solo municipal).

Desde este sector se ha avanzado como razones, aparte de las citadas de innecesariedad y falta de interés, que no hay consenso suficiente como para afrontar con garantías una reforma que dé lugar a un texto mejor que el actual. En consecuencia, considero que la primera cuestión a tratar es si esta línea de argumentación es convincente; en definitiva, si se necesita a o no una reforma constitucional en este momento. A este tema le dedicaremos el siguiente post, pero es obvio que no puede responderse plenamente sin avanzar las siguientes cuestiones.

2) Reformar sí, pero, qué y cómo. Efectivamente, no podemos dilucidar completamente la primera cuestión sin abordar la segunda. Cada uno tendrá, desde su respectiva posición ideológica, una postura muy particular sobre lo que España necesita. Y esas posturas pueden ser difícilmente conciliables. De la misma manera, hay que ser conscientes de que determinadas reformas exigen un procedimiento agravado de reforma, el del art. 168 de la CE, que las hacen extraordinariamente difíciles de conseguir. Por eso mismo, nosotros no vamos a construir la casa por el tejado, como les gusta hacer a nuestros partidos políticos (en realidad, como están obligados a ello, por la propia naturaleza de las cosas) sino que la vamos a construir por los cimientos, con la pretensión de echarles una mano.

Debemos partir, en consecuencia, de nuestra experiencia de los últimos años y reflexionar sobre lo que ha funcionado mal. Pues bien, desde esta perspectiva hay una serie de cuestiones sobre las que los especialistas, cualquiera que sea su orientación ideológica, están bastante de acuerdo, y serían las siguientes:

El Título VIII.- Quizás inevitable en esa época en el que el propio concepto de autonomía territorial se estaba construyendo, necesita ahora una profunda revisión a la vista de la experiencia acumulada. En realidad, la dinámica de los últimos años, en vez de contribuir a suplir sus lagunas y carencias, ha agudizado sus contradicciones. Ni la clase política ha demostrado la suficiente altura de miras ni la jurisprudencia del TC la pericia necesaria para sortear los embrollos que aquella le ha ido delegando. El resultado actual es francamente insatisfactorio, pero no solo para el Estado, sino también para las CCAA, y no tiene correspondencia con ningún Estado federal con el que podamos compararnos. Lo que debe buscarse aquí es la claridad y el orden, por encima de cualquier otra finalidad. Pero al margen de esto y entrando en detalle, ¿es posible crear un sistema de distribución competencial que satisfaga a todos, o al menos a una gran mayoría? Lo estudiaremos, pero adelanto que soy optimista. Y no nos olvidaremos de la financiación, por supuesto.

El Senado.–  Es una cámara que no aporta prácticamente nada al proceso legislativo y que nos resulta carísima. Lo ha afirmado así casi literalmente el propio Consejo de Estado. La CE dice que es una cámara de representación territorial (art. 69), pero lo cierto es que se olvidó de diseñarla para que cumpliese ese fin. El consenso en esto es general entre los especialistas. Las soluciones son más difíciles, claro, pero vamos a debatirlas todas.

El Tribunal Constitucional.– Su desprestigio es también evidente y a ello ha contribuido tanto su captura por la partitocracia, como también su situación de colapso permanente. ¿Se puede hacer algo para resolver ambos problemas? Las propuestas no faltan, pero casi todas requerirían una reforma constitucional.

El sistema electoral.- Una democracia vale tanto como su sistema electoral y el nuestro, aunque no sea en absoluto un desastre, resulta manifiestamente mejorable. Los especialistas destacan los siguientes problemas: desigualdad de voto (el voto de un barcelonés pesa la tercera parte que el de un soriano); resulta mayoritario en unas circunscripciones pero proporcional en otras (el voto de un soriano pesa más, pero a efectos prácticos solo puede elegir entre dos opciones, por lo menos hasta ahora); apenas vincula al representante con su electorado (lo que fomenta la ley de hierro de las cúpulas partitocráticas); y suele generar resultados en los que la gobernabilidad del país depende de los intereses de partidos minoritarios de carácter territorial. ¿Soluciones? Muchas, pero las más eficaces exigen una reforma constitucional.

Otros temas.- Quizá menos aparentes, pero que no dejan de tener su importancia: Europa, la discriminación de sexo en la sucesión a la Corona, los derechos fundamentales….

3) ¿Sólo una reforma constitucional? Efectivamente, he aquí uno de los temas clave de todo este asunto. Aparte de resolver puntuales problemas técnicos y funcionales (lo que no es poca cosa, por cierto) realmente, ¿para qué queremos reformar la Constitución? ¿Qué apreciamos tan deteriorado en nuestro Estado como para que nos impulse a abrir esta cuestión siempre tan peligrosa de revisar las normas de nuestra comunidad de vecinos? Porque si no apreciamos nada especialmente grave, va a tener razón el Partido Popular y por emprender unas mejoras técnicas, sin duda importantes pero no críticas, nos arriesgamos a prender fuego a toda la casa.

Pero, por el contrario, si pensamos que España necesita imperiosamente dar un salto importante destinado a elevar la calidad general de sus instituciones, y que esa reforma puede constituir un proyecto común en el sentido más orteguiano del término, capaz, sino de sanar, al menos de aliviar muchos de los males de nuestra convivencia, entonces la reforma de la Constitución no sería más que un paso –necesario, pero no suficiente- de un plan general de regeneración institucional mucho más ambicioso. Necesario, porque ese proyecto no sería ni creíble ni ilusionante sin tocar esos temas claves que analizábamos en el apartado anterior. Insuficiente, porque un plan semejante exigiría reflexionar en profundidad sobre el Primer Poder (el procedimiento de elaboración legislativa), sobre el Segundo (el Gobierno y las Administraciones públicas) y sobre el tercero, el Poder Judicial, clave de bóveda de nuestro Estado de Derecho. Por todo ello, en nuestra serie analizaremos muy en detalle qué tienen que ofrecer nuestros principales partidos sobre todos estos temas.

Queramos asumirlo o no, hemos fallado a las jóvenes generaciones de españoles. Les hemos vendido un producto que no se correspondía con la realidad. Al menos deberíamos ofrecerles a cambio una hoja de ruta mínimamente ilusionante capaz de recuperar el rumbo perdido.

Continuará….

 

18 comentarios
  1. Rodrigo Tena Arregui
    Rodrigo Tena Arregui Dice:

    Muchísimas gracias Víctor. Completamente de acuerdo con tus cuatro requisitos imprescindibles. El próximo lunes en la próxima entrega entraré un poco más en ello, pero efectivamente necesitamos concreción y flexibilidad, tener presente los objetivos últimos y el suelo irrenunciable. Yo pienso que es posible alcanzar un elevado grado de consenso sobre muchos temas. Los iremos viendo.

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Hola, Ignacio.

      Creo que es una gran idea abordar temas Constitucionales desde el Espacio Ciudadano. No estoy muy seguro de que –si leemos a Bourdieu sobre "Comisiones de Expertos" elegidos por mano siempre ignota–, sea el momento de meter a los partidos políticos en asunto tan delicado. No son precisamente un repositorio de talento. Es como dar la partida por perdida antes de empezar a jugarla.

      Hay dos temas sobre sobre el asunto TTIP de los que tampoco se habla.

      1. El hecho de que responde a una necesidad Geoestratégica USA para aislar la gran "Land Mass" Euroasiática" por ambos lados. Una confrontación innecesaria.
      Todo el resto es puramente instrumental frente a este objetivo que en la UE apenas es objeto de atención pública pero que es regularmente abordado por los geo estrategas USA (Brzezinski, Kissinger y su consultora, Foreign Affais, etc)

      2. Damos por sentado que cualquier forma de Libre Comercio es buena. Lo cual es falso incluso para la "academia" ortodoxa en cuanto los intercambios tienen lugar entre parámetros que generan externalidades. Es decir, costes de productos privados que pasan a ser públicos y han de financiarse con Impuestos (Costes Futuros) o Deuda (reducción de Capital Neto presente y futura).

      Además las cuantificaciones en PIB son ridículas. Inferiores, por ejemplo, a la reciente incorporación, también arbitraria, de los estimados por actividades delictivas (Droga y Proxenetismo). Incrementos supuestos y, como de costumbre, inverificables.

      Saludos cordiales

  2. guand
    guand Dice:

    El título VIII CE contiene en sí el germen de la peor de las taras políticas del régimen del 78, cual es la violación sistemática del principio "no taxation without representation"

    En un sistema propiamente federal, como el estadounidense, los habitantes de Nuevo México (receptor neto) no tienen ninguna posibilidad de votar cómo se gastan el dinero que aportan los de Minnesota. Esto no significa que no existan transferencias de renta entre territorios, pero se deben exclusivamente a la acción del Gobierno Federal USA, que se vota en toda la unión (por lo que no se conculca el principio "no taxation…")

    En el sistema español, por el contrario, los extremeños votan para decidir cómo se gastan el dinero que no viene sólo de sus ciudadanos, sino de catalanes, madrileños y baleares, pero sin que los ciudadanos de estas comunidades que aportan puedan tener representación política en los parlamentos gastadores.

    Este problema, tal y como está planteado el reparto competencial Estado/CCAA y el sistema de financiación, no tiene solución válida en nuestro ordenamiento, y se encuentra en la base del malestar catalán (que en este punto está totalmente justificado)

    Una reforma constitucional verdaderamente seria debería solucionar este problema de raiz, pero ello no es posible con el actual número de CCAA.

    Otra reforma imprescindible sería despojar a las entidades locales de sus disparatadas competencias urbanísticas para oblgar a centralizar la gestión en órganos autonómicos, pequeños y controlables desde el punto de vista de la corrupción. Diseminar el urbanismo entre 8000 entidades locales equivale en la práctica a privar a la ciudadania de cualquier posibilidad de control efectivo y real de una materia ultrasensible y que está en la base de una parte enorme de los casos de corrupción política.

  3. nicofiro
    nicofiro Dice:

    Me falta un punto por examinar: el miedo atávico a la reforma constitucional. Es recurrente oír a opinadores pintar las reformas constitucionales como algo tremendamente arriesgado. No me sorprende que lo haga un Pablo Casado de la vida, pero en un blog de juristas sí la verdad.

    No creo que una reforma constitucionals sea algo especialmente "peligroso" y desde luego no comparto que la reforma tenga que mantenerse vigente 30 anyos. Creo que la mentalidad que subyace a este último punto es precisamente uno de los grandes problemas de este país. Que nos hemos tirado casi 40 anyos con las mismas "normas de la comunidad" cuando el país ha cambiado muchísimo en ese tiempo y el parto no estuvo extento de dificultades.

    Solo hace falta echar un vistazo a Europa: en Italia llevan 15 desde 1947 y van camino de anyadir otra de muy profundo calado. Francia 24 desde 1958, Irlanda 20 reformas, Portugal 7, Bélgica 29, Austria 80 desde 1920. Y los Alemanes, que tardaron 2 anyos en hacer la primera reforma, con 60 remodelaciones salen a casi reforma por anyo (hace pocas semanas el ministro de interior habló de realizar otra para abordar el tema de los refugiados).

    Un matiz: cuando digo que no es especialmente peligroso no me refiero a que sea algo insignificante. Es un asunto crítico y muy importante: peligroso si se hace mal. Lo que no me gusta es que se hable de peligroso en un sentido de que mejor no hacer nada.

  4. O,Farrill
    O,Farrill Dice:

    La Constitución del 78 no se redactó en las condiciones en que debe serlo una norma-marco por las especiales circunstancias del momento en que se pretendía la reconciliación nacional. No es un texto precisamente bueno ni en su fondo ni en su forma pero ha cumplido un cometido durante muchos años así que no pasa nada porque se actualice y pase por el quirófano. "las leyes que hacen los hombres, pueden ser abolidas igualmente por los hombres" (Tolstoi). ¿O es que hemos caído en una discapacidad política total? Ni siquiera la redacción del texto puede ser aplaudida. Por eso creo que no pasa absolutamente nada por revisarlo, actualizarlo y mejorarlo para hacerlo aún más comprensible ya que nadie parece entender lo que significa a la vista de los muchos desaguisados cometidos en su "desarrollo". Por otro lado gran parte del cuerpo jurídico producido debería ser objeto de la misma revisión y, en su consecuencia, dejar pocas pero importantes leyes-marco para la convivencia que, repetimos, no den lugar a interpretaciones sesgadas e inseguridad jurídica. Lo que no se puede seguir es con un supuesto "estado de Derecho" sobre un entramado normativo que revela más que nada el ansia de someter al soberano y el "constituído" capturar al "constituyente". Nuevos tiempos políticos reclaman nuevas leyes pero NO MAS LEYES. Unas leyes llenas de artículos derogatorios sobre gran parte de lo existente. Hay que entrar en el tema con la valentía de la libertad y el rigor de la responsabilidad, sin prejuicios absurdos pues nos jugamos mucho en el envite. Pero, por favor, hagámoslo en serio, no desde un blog aunque sea tan importante como este. Propongo otra vez el trabajo con tiempo suficiente para analizar, debatir y proponer. Un "parlamento" espontáneo y generoso de personas capaces de sentarse alrededor de una mesa y empezar a escribir y construir un proyecto de convivencia. Eso que, posiblemente, no convenga que lo hagan los actuales partidos políticos por sus intereses "partidarios". Un saludo.

  5. Cvm Privilegio
    Cvm Privilegio Dice:

    Pues buena suerte, don Rodrigo. Pero, a nivel de charleta de café, me permito hacer un par de comentarios que coinciden en parte con lo que usted dice.

    Como usted señala en su apartado (3), la mayoría de las disfunciones del régimen actual NO provienen de la Constitución, sino de la "cultura" imbuida en el cuerpo social desde, digamos, 1982, por políticos, creadores de opinión y juristas más o menos bienintencionados. La destrucción de la Administración profesional, la huida del Derecho Administrativo, el descontrol del gasto público, la deshonesta cohabitación de grandes empresarios, periodistas y políticos,… nada de esto está escrito en la Constitución ni resulta especialmente favorecido por sus disposiciones. Por tanto, reformarla no parece que vaya a solucionar estos problemas.

    Sin embargo, el Título VIII de la Constitución SÍ que ha originado la principal disfunción de nuestro sistema, la que ahora parece obligarnos a reformarla. Pero hay un pequeño problema: hoy por hoy, no veo ni posibilidad de consenso inmediato ni ánimo de llegar a él. Espero ansioso su análisis; quizá ustedes sean más optimistas y me convenzan de que Ciudadanos, PP y PSOE -por citar solo a los "sensatos" y "constitucionales"- están dispuestos a "hacer pedagogía" para refundir comunidades autónomas, fijar techos competenciales diferenciados, constitucionalizar principios realmente federales de ingreso y gasto público… y regular a la canadiense la secesión de comunidades. Porque si no están dispuestos a esto, me temo que más vale dejar las cosas como están y que cada uno rece lo que sepa.

  6. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Sobre el tema que plantea Rodrigo. La(s) reformas constitucionales.

    Por contribuir a un asunto de actualidad para algunos y de importancia para todos voy a citar telegráficamente 4 cosas que se deberían hacer Antes de plantear una reforma del marco.

    1. Copiar a la Ilustración y preparar seriamente una serie de "Cahiers de Doléances" me refiero a los cuadernos de quejas –"estamentarias" entonces y ciudadanas hoy– que sirvieron de base a todo el proceso de las Asambleas Constituyentes y a toda la legislación que de ella se derivó entonces.

    Leyes en las que, por cierto, jugó un destacadísimo papel el estamento de "la nobleza togada": Notarios, Registradores, Abogados y Recaudadores de la época.
    La obra de Augustin Cochin "Les Sociétés de Pensée et la Democratie moderne" creo que sería de obligada lectura,.

    El objetivo sería llegar a una relación de problemas cuya solución realmente exija una reforma constitucional………… porque en ella, en esta Constitución, residen las causas de los problemas.

    2. Ver, igualmente, cuáles de nuestros problemas importantes no están contemplados en la vigente Constitución.

    3. Reflexionar acerca de aquellos problemas que tenemos y cuya causa no está en la Constitución sino que nos llegan porque por encima de la Constitución operan Realidades Jurídicas y Políticas por encima del Nivel del Estado.

    4. Dedicar algo de tiempo a entender porqué tantos juristas de renombre piensan que estas Constituciones del siglo XX están obsoletas. Desde luego no lo piensan porque los Gobiernos y los Imperios necesiten mejores herramientas para su papel de dominio. Todo lo contrario.

    Es una reflexión previa de fondo que es necesaria porque………….es prudente pensar que hoy los líderes de los partidos no tienen capacidad para manejarla ni promoverla.
    Entre otras cosas porque sus Intereses son Antagónicos a los Nuestros.

    Saludos

    • Rodrigo Tena Arregui
      Rodrigo Tena Arregui Dice:

      Muchísimas gracias Víctor. Completamente de acuerdo con tus cuatro requisitos imprescindibles. El próximo lunes en la próxima entrega entraré un poco más en ello, pero efectivamente necesitamos concreción y flexibilidad, tener presente los objetivos últimos y el suelo irrenunciable. Yo pienso que es posible alcanzar un elevado grado de consenso sobre muchos temas. Los iremos viendo.

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Hola, Ignacio.

      Creo que es una gran idea abordar temas Constitucionales desde el Espacio Ciudadano. No estoy muy seguro de que –si leemos a Bourdieu sobre "Comisiones de Expertos" elegidos por mano siempre ignota–, sea el momento de meter a los partidos políticos en asunto tan delicado. No son precisamente un repositorio de talento. Es como dar la partida por perdida antes de empezar a jugarla.

      Hay dos temas sobre sobre el asunto TTIP de los que tampoco se habla.

      1. El hecho de que responde a una necesidad Geoestratégica USA para aislar la gran "Land Mass" Euroasiática" por ambos lados. Una confrontación innecesaria.
      Todo el resto es puramente instrumental frente a este objetivo que en la UE apenas es objeto de atención pública pero que es regularmente abordado por los geo estrategas USA (Brzezinski, Kissinger y su consultora, Foreign Affais, etc)

      2. Damos por sentado que cualquier forma de Libre Comercio es buena. Lo cual es falso incluso para la "academia" ortodoxa en cuanto los intercambios tienen lugar entre parámetros que generan externalidades. Es decir, costes de productos privados que pasan a ser públicos y han de financiarse con Impuestos (Costes Futuros) o Deuda (reducción de Capital Neto presente y futura).

      Además las cuantificaciones en PIB son ridículas. Inferiores, por ejemplo, a la reciente incorporación, también arbitraria, de los estimados por actividades delictivas (Droga y Proxenetismo). Incrementos supuestos y, como de costumbre, inverificables.

      Saludos cordiales

    • guand
      guand Dice:

      El título VIII CE contiene en sí el germen de la peor de las taras políticas del régimen del 78, cual es la violación sistemática del principio "no taxation without representation"

      En un sistema propiamente federal, como el estadounidense, los habitantes de Nuevo México (receptor neto) no tienen ninguna posibilidad de votar cómo se gastan el dinero que aportan los de Minnesota. Esto no significa que no existan transferencias de renta entre territorios, pero se deben exclusivamente a la acción del Gobierno Federal USA, que se vota en toda la unión (por lo que no se conculca el principio "no taxation…")

      En el sistema español, por el contrario, los extremeños votan para decidir cómo se gastan el dinero que no viene sólo de sus ciudadanos, sino de catalanes, madrileños y baleares, pero sin que los ciudadanos de estas comunidades que aportan puedan tener representación política en los parlamentos gastadores.

      Este problema, tal y como está planteado el reparto competencial Estado/CCAA y el sistema de financiación, no tiene solución válida en nuestro ordenamiento, y se encuentra en la base del malestar catalán (que en este punto está totalmente justificado)

      Una reforma constitucional verdaderamente seria debería solucionar este problema de raiz, pero ello no es posible con el actual número de CCAA.

      Otra reforma imprescindible sería despojar a las entidades locales de sus disparatadas competencias urbanísticas para oblgar a centralizar la gestión en órganos autonómicos, pequeños y controlables desde el punto de vista de la corrupción. Diseminar el urbanismo entre 8000 entidades locales equivale en la práctica a privar a la ciudadania de cualquier posibilidad de control efectivo y real de una materia ultrasensible y que está en la base de una parte enorme de los casos de corrupción política.

    • nicofiro
      nicofiro Dice:

      Me falta un punto por examinar: el miedo atávico a la reforma constitucional. Es recurrente oír a opinadores pintar las reformas constitucionales como algo tremendamente arriesgado. No me sorprende que lo haga un Pablo Casado de la vida, pero en un blog de juristas sí la verdad.

      No creo que una reforma constitucionals sea algo especialmente "peligroso" y desde luego no comparto que la reforma tenga que mantenerse vigente 30 anyos. Creo que la mentalidad que subyace a este último punto es precisamente uno de los grandes problemas de este país. Que nos hemos tirado casi 40 anyos con las mismas "normas de la comunidad" cuando el país ha cambiado muchísimo en ese tiempo y el parto no estuvo extento de dificultades.

      Solo hace falta echar un vistazo a Europa: en Italia llevan 15 desde 1947 y van camino de anyadir otra de muy profundo calado. Francia 24 desde 1958, Irlanda 20 reformas, Portugal 7, Bélgica 29, Austria 80 desde 1920. Y los Alemanes, que tardaron 2 anyos en hacer la primera reforma, con 60 remodelaciones salen a casi reforma por anyo (hace pocas semanas el ministro de interior habló de realizar otra para abordar el tema de los refugiados).

      Un matiz: cuando digo que no es especialmente peligroso no me refiero a que sea algo insignificante. Es un asunto crítico y muy importante: peligroso si se hace mal. Lo que no me gusta es que se hable de peligroso en un sentido de que mejor no hacer nada.

    • O,Farrill
      O,Farrill Dice:

      La Constitución del 78 no se redactó en las condiciones en que debe serlo una norma-marco por las especiales circunstancias del momento en que se pretendía la reconciliación nacional. No es un texto precisamente bueno ni en su fondo ni en su forma pero ha cumplido un cometido durante muchos años así que no pasa nada porque se actualice y pase por el quirófano. "las leyes que hacen los hombres, pueden ser abolidas igualmente por los hombres" (Tolstoi). ¿O es que hemos caído en una discapacidad política total? Ni siquiera la redacción del texto puede ser aplaudida. Por eso creo que no pasa absolutamente nada por revisarlo, actualizarlo y mejorarlo para hacerlo aún más comprensible ya que nadie parece entender lo que significa a la vista de los muchos desaguisados cometidos en su "desarrollo". Por otro lado gran parte del cuerpo jurídico producido debería ser objeto de la misma revisión y, en su consecuencia, dejar pocas pero importantes leyes-marco para la convivencia que, repetimos, no den lugar a interpretaciones sesgadas e inseguridad jurídica. Lo que no se puede seguir es con un supuesto "estado de Derecho" sobre un entramado normativo que revela más que nada el ansia de someter al soberano y el "constituído" capturar al "constituyente". Nuevos tiempos políticos reclaman nuevas leyes pero NO MAS LEYES. Unas leyes llenas de artículos derogatorios sobre gran parte de lo existente. Hay que entrar en el tema con la valentía de la libertad y el rigor de la responsabilidad, sin prejuicios absurdos pues nos jugamos mucho en el envite. Pero, por favor, hagámoslo en serio, no desde un blog aunque sea tan importante como este. Propongo otra vez el trabajo con tiempo suficiente para analizar, debatir y proponer. Un "parlamento" espontáneo y generoso de personas capaces de sentarse alrededor de una mesa y empezar a escribir y construir un proyecto de convivencia. Eso que, posiblemente, no convenga que lo hagan los actuales partidos políticos por sus intereses "partidarios". Un saludo.

    • Cvm Privilegio
      Cvm Privilegio Dice:

      Pues buena suerte, don Rodrigo. Pero, a nivel de charleta de café, me permito hacer un par de comentarios que coinciden en parte con lo que usted dice.

      Como usted señala en su apartado (3), la mayoría de las disfunciones del régimen actual NO provienen de la Constitución, sino de la "cultura" imbuida en el cuerpo social desde, digamos, 1982, por políticos, creadores de opinión y juristas más o menos bienintencionados. La destrucción de la Administración profesional, la huida del Derecho Administrativo, el descontrol del gasto público, la deshonesta cohabitación de grandes empresarios, periodistas y políticos,… nada de esto está escrito en la Constitución ni resulta especialmente favorecido por sus disposiciones. Por tanto, reformarla no parece que vaya a solucionar estos problemas.

      Sin embargo, el Título VIII de la Constitución SÍ que ha originado la principal disfunción de nuestro sistema, la que ahora parece obligarnos a reformarla. Pero hay un pequeño problema: hoy por hoy, no veo ni posibilidad de consenso inmediato ni ánimo de llegar a él. Espero ansioso su análisis; quizá ustedes sean más optimistas y me convenzan de que Ciudadanos, PP y PSOE -por citar solo a los "sensatos" y "constitucionales"- están dispuestos a "hacer pedagogía" para refundir comunidades autónomas, fijar techos competenciales diferenciados, constitucionalizar principios realmente federales de ingreso y gasto público… y regular a la canadiense la secesión de comunidades. Porque si no están dispuestos a esto, me temo que más vale dejar las cosas como están y que cada uno rece lo que sepa.

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Sobre el tema que plantea Rodrigo. La(s) reformas constitucionales.

      Por contribuir a un asunto de actualidad para algunos y de importancia para todos voy a citar telegráficamente 4 cosas que se deberían hacer Antes de plantear una reforma del marco.

      1. Copiar a la Ilustración y preparar seriamente una serie de "Cahiers de Doléances" me refiero a los cuadernos de quejas –"estamentarias" entonces y ciudadanas hoy– que sirvieron de base a todo el proceso de las Asambleas Constituyentes y a toda la legislación que de ella se derivó entonces.

      Leyes en las que, por cierto, jugó un destacadísimo papel el estamento de "la nobleza togada": Notarios, Registradores, Abogados y Recaudadores de la época.
      La obra de Augustin Cochin "Les Sociétés de Pensée et la Democratie moderne" creo que sería de obligada lectura,.

      El objetivo sería llegar a una relación de problemas cuya solución realmente exija una reforma constitucional………… porque en ella, en esta Constitución, residen las causas de los problemas.

      2. Ver, igualmente, cuáles de nuestros problemas importantes no están contemplados en la vigente Constitución.

      3. Reflexionar acerca de aquellos problemas que tenemos y cuya causa no está en la Constitución sino que nos llegan porque por encima de la Constitución operan Realidades Jurídicas y Políticas por encima del Nivel del Estado.

      4. Dedicar algo de tiempo a entender porqué tantos juristas de renombre piensan que estas Constituciones del siglo XX están obsoletas. Desde luego no lo piensan porque los Gobiernos y los Imperios necesiten mejores herramientas para su papel de dominio. Todo lo contrario.

      Es una reflexión previa de fondo que es necesaria porque………….es prudente pensar que hoy los líderes de los partidos no tienen capacidad para manejarla ni promoverla.
      Entre otras cosas porque sus Intereses son Antagónicos a los Nuestros.

      Saludos

  7. Jesús Casas
    Jesús Casas Dice:

    Convendría saber, antes de nada, a qué concretos intereses sirve la reforma de una Constitución que ha sido útil a los españoles y si es necesario reformarla por no haberla servido y acatado quienes han ostentado tantos poderes de la arquitectura institucional que en ella se estableció. Sin temor a las reforma del Derecho positivo, por muy elevado que sea el rango de la Ley escrita, toda reforma de una Ley requiere seriedad, sosiego y consenso como requisitos de partida. Si Uds. los ven, me alegraré mucho, porque confío en su visión de las cosas. Sin embargo, la mejor obra que podríamos dejar a nuevas generaciones es que ellos hagan lo que estimen oportuno, y en cuanto a la nuestra, más que reformar la Constitución sería ponerla realmente en vigencia. El "Informe sobre España" de Muñoz-Machado que aquí se recomendó como lectura aporta esta visión. En particular, en cuanto a la reforma del Título VIII ya me dirán Uds. cómo es posible hacerla en la hora presente. Pero bueno, si los españolitos se ilusionan con esto y renuevan su "pacto social", que creo es la visión de fondo de D. Rodrigo, será útil. Las sociedades no se rigen por la reflexión y el rigor, lamentablemente, sino por unas extrañas corrientes y emociones colectivas.

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Hola, Jesús.

      Al hilo de tu apunte, provocador y sabio como de costumbre, me gustaría pensar en voz alta sobre algunas de las cuestiones que planteas. Es este un momento muy bueno para que personas que vivimos por decisión personal fuera del mundo de los Partidos pensemos en estas cosas y tratemos de evaluar cuestiones y formar criterios.

      Esta Constitución, como todas, refleja los equilibrios de Poder del momento constituyente y sus reglas son las deseadas por esa entelequia tan Real y tan difícil de fotografiar que es el Poder.

      De entre las reflexiones que más impacto me han causado en los últimos años están las dos que siempre cito.

      1. La de Luigi Ferrajoli alertando de la Obsolescencia acelerada por Captura precoz de esta generación de Constituciones modernas.
      2. La de Pedro de Vega, precisamente en su "La Reforma Constitucional" cuando reconoce que "El Constituido ha capturado al Constituyente".

      Ambas sintetizan bien lo largamente anunciado desde tiempos de Tocqueville.
      —————–

      Por otra parte, en España, se centra la atención en el Capítulo VIII que, siendo sin duda importante, no es ni el único asunto ni tan siquiera el fundamental para la ciudadanía.

      Se echa mucho de menos –y aquí Rodrigo tiene una oportunidad como promotor intelectual de la Serie– una reflexión pausada sobre el momento, el pasado y el futuro.

      Y el momento no es solo ni principalmente local. No es posible desvincular hoy una Constitución Nacional de los Sistemas Políticos y de Poder Superiores al Estado en los cuales éste se Integra.

      Sin esta reflexión creo que cualquier reforma será de escaso valor y caerá en las garras de los partidos que hoy son, lamentablemente, uno de los principales peligros que acechan a la ciudadanía. Negarlo es enterrar la cabeza en la arena.

      Entre las cosas a las cuales deberíamos dedicar algún tiempo están igualmente las relacionadas con Valores y Horizontes. Hacia donde caminamos, si caminamos a alguna parte, o si vagamos por el desierto.

      Sin ideas en estos asuntos la cuestión jurídica se queda sin más brújula que la pulsión del momento y se va a mover entre lo Utilitario a corto y la Visión del topo. Mala cosa.

      Por otra parte, en sus estertores, el sistema de Democracias Representativas ha caído en la Creación de Derechos Ad Hoc sobre los cuales, –como verdad sagrada y consagrada a través de la cual se compra el voto a sabiendas de su inviabilidad o de su falsedad–, se edifica el resto del edificio.

      Sobre todo ello sobrevuelan diversas cuestiones.

      1. La Base de dichos Derechos.
      La mayor parte ni lo son ni se pueden abordar de forma sostenible y otros derechos –que sí tienen una base filosófica para muchísima gente– se han retirado de la lista de los derechos fundamentales y a efectos prácticos han desaparecido como tales.

      Por ejemplo, el asunto del ya inexistente Derecho de Propiedad –privado– y el adjetivo Social que tan decisivamente impregna nuestra constitución siendo, al tiempo, dos de los Tumores que a fecha fija garantizan el colapso del sistema social.

      2. La ausencia de Responsabilidades Ciudadanas.
      Dado que el sistema electoral impide en la práctica la exigencia de responsabilidades al ciudadano, nos encontramos con la imposibilidad de establecer límites a temas tan básicos como el "Free Riding" y asuntos análogos que en este instante enfrentan a la ciudadanía con los gobiernos en toda Europa. No hay límite y por tanto el sistema Fiscal tampoco los tiene. Como consecuencia la mayor parte de Nuestros Costes de Competencia son los que Impone el Estado. ¿Cómo se compite así? ¿En un sistema en el cual el Principal Factor de Costes, el Estado, no tiene límites? Seamos razonables.

      3. La ya Inaceptable Asimetría en las relaciones Estado/Ciudadano así como la Creciente función "Policía" del Estado y sus crecientes y obsesivas funciones de control. Funciones derivadas………………. de la no existencia de Límites a Su Plenitudo Potestatis. Ha de haber límites clarísimos al Poder del Estado. También en su capacidad fiscal que hoy ya desafía hasta el sentido común y la Justicia.

      4. El resultado de las tres anteriores es la Falta de Libertades Negativas (La libertad de Elección) y el Exceso de Libertades Positivas (La libertad del Poder para Obligar Coactivamente)
      ——————————————
      ¿Alguien cree que una ciudadanía con su libertad de Elección tan limitada, sometida cada instante a la intervención y supervisión del Estado, puede ser digna de ese nombre y ser capaz de ejercer y desarrollar su humanidad?

      Las Constituciones del Futuro han de abordar estas cuestiones en Positivo o la ciudadanía Seguirá Suspendiendo al Sistema Político. (El 3.5 sobre 10 de Eurostat en 28 países) y continuaremos en regresión.
      ——————————
      Estas son cosas, en mi opinión, mucho más importantes que el tema de Cataluña que, por otra parte solo es un problema por desgobierno por irresponsabilidad de unos cuantos gobiernos que han hecho dejación de sus funciones. Por ejemplo en el Sistema Educativo.

      Un abrazo

  8. Jesús Casas
    Jesús Casas Dice:

    Convendría saber, antes de nada, a qué concretos intereses sirve la reforma de una Constitución que ha sido útil a los españoles y si es necesario reformarla por no haberla servido y acatado quienes han ostentado tantos poderes de la arquitectura institucional que en ella se estableció. Sin temor a las reforma del Derecho positivo, por muy elevado que sea el rango de la Ley escrita, toda reforma de una Ley requiere seriedad, sosiego y consenso como requisitos de partida. Si Uds. los ven, me alegraré mucho, porque confío en su visión de las cosas. Sin embargo, la mejor obra que podríamos dejar a nuevas generaciones es que ellos hagan lo que estimen oportuno, y en cuanto a la nuestra, más que reformar la Constitución sería ponerla realmente en vigencia. El "Informe sobre España" de Muñoz-Machado que aquí se recomendó como lectura aporta esta visión. En particular, en cuanto a la reforma del Título VIII ya me dirán Uds. cómo es posible hacerla en la hora presente. Pero bueno, si los españolitos se ilusionan con esto y renuevan su "pacto social", que creo es la visión de fondo de D. Rodrigo, será útil. Las sociedades no se rigen por la reflexión y el rigor, lamentablemente, sino por unas extrañas corrientes y emociones colectivas.

  9. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Algún colega ha tenido a bien sacar a colación el Título VIII, Competencias y Estructura Territorial del Estado.

    Da la casualidad de que al menos dos de los comentaristas a este post de Rodrigo Tena han escuchado a un "Padre" de esta Constitución dar por sentado que este título en lo referente a las CCAA……………….. "Ha resultado…………Rematadamente mal. Un desastre" (sic).

    No era solo su opinión personal sino que estaba relatando un consenso amplio de este grupo de "Padres Constituyentes". Esto sucedió hace dos o tres años.

    El desastroso resultado fue perfectamente previsible desde el principio (al menos para cualquiera habituado a lidiar con organizaciones humanas). No se puede, salvo con mala fe o mucha ignorancia, confundir deliberadamente Descentralización con Fragmentación.

    Pero también fue un desastre porque una Competencia Crucial para todos, la Educación, no aparece realmente por lado alguno. Ni en el 148 ni en el 149.
    Sin embargo un testigo directo del momento –entre Moncloa y uno de los Ministerios– puede explicar y explica hoy día que el "tema" se cerró desde Moncloa con los Nacionalistas dejando la Constitución vacía en este aspecto.

    El resultado está a la vista: Adoctrinamiento infantil y mofa de Derechos Fundamentales.
    —————–

    Estamos tocando temas que no forman parte del relato oficial pero que son rigurosamente ciertos y que cualquier Constitución que se precie debe corregir.

    Con temas como este sobre la mesa, muchos de los políticos que se han echado a la piscina sin saber cómo estaba el agua se van a llevar más de un susto.

    Sobre todo si, como bien apunta Rodrigo, la ciudadanía toma la palabra con rigor y seriedad. Nuestra clase política no está acostumbrada a ello.

    Saludos

  10. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Algún colega ha tenido a bien sacar a colación el Título VIII, Competencias y Estructura Territorial del Estado.

    Da la casualidad de que al menos dos de los comentaristas a este post de Rodrigo Tena han escuchado a un "Padre" de esta Constitución dar por sentado que este título en lo referente a las CCAA……………….. "Ha resultado…………Rematadamente mal. Un desastre" (sic).

    No era solo su opinión personal sino que estaba relatando un consenso amplio de este grupo de "Padres Constituyentes". Esto sucedió hace dos o tres años.

    El desastroso resultado fue perfectamente previsible desde el principio (al menos para cualquiera habituado a lidiar con organizaciones humanas). No se puede, salvo con mala fe o mucha ignorancia, confundir deliberadamente Descentralización con Fragmentación.

    Pero también fue un desastre porque una Competencia Crucial para todos, la Educación, no aparece realmente por lado alguno. Ni en el 148 ni en el 149.
    Sin embargo un testigo directo del momento –entre Moncloa y uno de los Ministerios– puede explicar y explica hoy día que el "tema" se cerró desde Moncloa con los Nacionalistas dejando la Constitución vacía en este aspecto.

    El resultado está a la vista: Adoctrinamiento infantil y mofa de Derechos Fundamentales.
    —————–

    Estamos tocando temas que no forman parte del relato oficial pero que son rigurosamente ciertos y que cualquier Constitución que se precie debe corregir.

    Con temas como este sobre la mesa, muchos de los políticos que se han echado a la piscina sin saber cómo estaba el agua se van a llevar más de un susto.

    Sobre todo si, como bien apunta Rodrigo, la ciudadanía toma la palabra con rigor y seriedad. Nuestra clase política no está acostumbrada a ello.

    Saludos

  11. spurgus
    spurgus Dice:

    En cuanto a los miedos a las reformas constitucionales. Cierto que existen, y en ello creo que laten dos cosas, una desconfianza profunda en las reglas jurídicas por las que nos regimos, que nos saltamos y por eso creemos que todos los demás buscan saltarse y una igualmente profunda falta de fe en nosotros mismos. Ambas cosas, me temo, nada ajenas a la humana naturaleza, herida por el rayo de la conciencia de su fragilidad ontológica. Al final solo queda la voluntad, demasiado necesitada del consenso de la mayoría que -Ay- es voluble y acomodaticia, que participa de los mismos vicios, aumentados por la temerosa e inerte mansedumbre la grey. La política es uno de los nombres que damos al esfuerzo por cambiar este lamentable estado de cosas -estructura de lo real, que le llaman los que saben, entropía digo yo- y por eso mismo tan necesaria como imposible, tan vana como gloriosa.

  12. spurgus
    spurgus Dice:

    En cuanto a los miedos a las reformas constitucionales. Cierto que existen, y en ello creo que laten dos cosas, una desconfianza profunda en las reglas jurídicas por las que nos regimos, que nos saltamos y por eso creemos que todos los demás buscan saltarse y una igualmente profunda falta de fe en nosotros mismos. Ambas cosas, me temo, nada ajenas a la humana naturaleza, herida por el rayo de la conciencia de su fragilidad ontológica. Al final solo queda la voluntad, demasiado necesitada del consenso de la mayoría que -Ay- es voluble y acomodaticia, que participa de los mismos vicios, aumentados por la temerosa e inerte mansedumbre la grey. La política es uno de los nombres que damos al esfuerzo por cambiar este lamentable estado de cosas -estructura de lo real, que le llaman los que saben, entropía digo yo- y por eso mismo tan necesaria como imposible, tan vana como gloriosa.

  13. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Lo que se propone y nos propone Rodrigo es un trabajo importante que no se puede hacer sin dedicarle lo que se conoce como "tiempo de calidad".

    Tampoco se puede abordar desde cero. Es decir, hace falta un cierto nivel de conocimiento que no es difícil adquirir a pesar de que la materia es densa y tiene muchos "fractales". Hay que dedicarle tiempo del bueno, tiempo de pensar y de proyectar; desde un grupo mejor que en solitario. Los equipos siempre mejoran lo individual.

    Hay recursos disponibles que nos ahorran parte del esfuerzo y nos permiten no tener que rehacer caminos.

    En este sentido el Aula Política del Instituto de Estudios de la Democracia (CEU, San Pablo) editó en 2013 "Una Propuesta desde la Constitución" cuyos autores "principales" fueron, entre otros, los abogados del Estado Sres. Otero Novas y J. Ramón Recuero y la Profesora A. Uribe Otalora. Entre otros.

    Un equipo de personas con experiencia profesional y de gobierno que contó con un amplísimo espectro de contribuidores.

    Nombres como Gustavo Bueno, José Bono, Aznar, Gómez Llorente, Francesc Homs, Jiménez de Parga, Alfonso Perales, Pujol Segarra, Soraya Sáez de Santamaría, Sosa Wagner o Pedro de Vega, etc.

    El breve librito resultado de este trabajo colectivo me parece que enfoca muy bien la cuestión que ahora nos planteamos desde una perspectiva Reformista y Recuperadora.

    Es decir, se centra en lo prudente, pragmático y plausible y no aborda cuestiones de más amplio espectro y exógenas que algunos comentaristas hemos planteado porque también son importantes en este momento.

    Es un libro cuya lectura recomiendo porque nos adelanta un buen trecho.

    Saludos cordiales

    • O,Farrill
      O,Farrill Dice:

      Me adhiero a la propuesta de Manu para formar un equipo de trabajo constitucional. Sólo hacen falta las propuestas de personas que estén dispuestas a ello. Sus objetivos son:
      1.- Actualizar el texto y adaptarlo a la sociedad actual
      2.- Recuperar el sentido inicial de lo autonómico: descentralización de gestión
      3.- Establecer la clara separación de poderes
      4.- Establecer un sistema electoral justo y auténticamente representativo
      5.- Establecer un sistema de AA.PP. bajo controles estrictos previos y responsabilidades personales
      6.- Recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad
      7.- Reforzar los derechos y libertades individuales
      8.- Un sistema fiscal claro, justo y responsable…. entre otras.
      El método de trabajo: reunión semanal para poner en común ideas y propuestas

  14. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Lo que se propone y nos propone Rodrigo es un trabajo importante que no se puede hacer sin dedicarle lo que se conoce como "tiempo de calidad".

    Tampoco se puede abordar desde cero. Es decir, hace falta un cierto nivel de conocimiento que no es difícil adquirir a pesar de que la materia es densa y tiene muchos "fractales". Hay que dedicarle tiempo del bueno, tiempo de pensar y de proyectar; desde un grupo mejor que en solitario. Los equipos siempre mejoran lo individual.

    Hay recursos disponibles que nos ahorran parte del esfuerzo y nos permiten no tener que rehacer caminos.

    En este sentido el Aula Política del Instituto de Estudios de la Democracia (CEU, San Pablo) editó en 2013 "Una Propuesta desde la Constitución" cuyos autores "principales" fueron, entre otros, los abogados del Estado Sres. Otero Novas y J. Ramón Recuero y la Profesora A. Uribe Otalora. Entre otros.

    Un equipo de personas con experiencia profesional y de gobierno que contó con un amplísimo espectro de contribuidores.

    Nombres como Gustavo Bueno, José Bono, Aznar, Gómez Llorente, Francesc Homs, Jiménez de Parga, Alfonso Perales, Pujol Segarra, Soraya Sáez de Santamaría, Sosa Wagner o Pedro de Vega, etc.

    El breve librito resultado de este trabajo colectivo me parece que enfoca muy bien la cuestión que ahora nos planteamos desde una perspectiva Reformista y Recuperadora.

    Es decir, se centra en lo prudente, pragmático y plausible y no aborda cuestiones de más amplio espectro y exógenas que algunos comentaristas hemos planteado porque también son importantes en este momento.

    Es un libro cuya lectura recomiendo porque nos adelanta un buen trecho.

    Saludos cordiales

  15. ENNECERUS
    ENNECERUS Dice:

    El problema es que a España se le ve desde muy diferentes puntos de vista, difícilmente conciliables. Por ejemplo, Juan José López Burniol ha publicado un comentario en respuesta a un artículo publicado en el País del profesor Sorozabal http://www.iustel.com/diario_del_derecho/noticia.asp?ref_iustel=1146315 en el que expone lo que a su juicio debería ser la "transacción" española para arreglar el "problema catalán". Copio literalmente su "solución":
    "Cataluña debería renunciar a la independencia y a una relación bilateral (de tú a tú) con España. Y España debería ceder en cuatro puntos: 1. Reconocimiento de Cataluña como nación. 2. Fijación de un límite a la aportación catalana al fondo de solidaridad, aplicable a todas las comunidades autónomas. 3. Atribución a la Generalitat de competencias exclusivas en lengua, enseñanza y cultura. 4. Admisión de una consulta a los catalanes sobre su aceptación o rechazo del plan propuesto. Además, debería acometerse una reforma constitucional en sentido federal que, entre otros objetivos, al convertir el Senado en una cámara territorial impidiese las relaciones bilaterales."
    En primer lugar, Cataluña no es independiente ni es un sujeto político que tenga derecho a la independencia y ni tiene ni tiene derecho a una relación bilateral de tú a tú con España. Malamente se puede renunciar a lo que no se tiene, todo lo más se renunciaría a una expectativa de derecho, a una acción política futura, pero esa renuncia jamás vinculará en el futuro más allá de quienes la hayan firmado, máxime si España reconoce a Cataluña el estatus de nación. Por otra parte, achacar a un estado centralista, que ya no existe, una corrupción inherente mientras se guarda silencio sobre la corrupción institucional anidada de forma inseparable, sin quebrantamiento de su objeto, con la C.A. de Cataluña es una broma de muy mal gusto en alguien con la valía del notario López Burniol.
    En segundo lugar, España debería renunciar a cualquier competencia en materia lingüística, educativa y cultural. Para empezar, en la renuncia o desidia en el ejercicio de las que tiene radica buena parte del problema. Por lo demás, sería preferible una situación de independencia que, al menos, permitiría suscribir acuerdos de cooperación en dichas materias, sin que España tuviera que renunciar a nada.
    En tercer lugar, ya existen límites a los fondos de solidaridad. Ahí no hay problema alguno. Lo que hay es un problema estructural que afecta a todo el sector público español, sin distinción entre administraciones pero que afecta muy especialmente a todas las CC.AA., sin que Cataluña sea una excepción, precisamente. Un problema de politización extrema, con la captura de la administración y las instituciones por las élites de los partidos políticos. Un problema de ineficiencia, inherente a las burocracias públicas, que en nuestro caso es extrema, excepto en las actividades extractivas de recursos económicos. Y finalmente un problema de tamaño elefantiásico, que les dota de un poder omnímodo, en detrimento de los ciudadanos y la sociedad.
    Y como remate, propone López Burniol que el acuerdo sea ratificado mediante referéndum sólo en Cataluña, sin que los españoles residentes en el resto de España puedan pronunciarse al respecto, lo cual ya es el colmo de los desmanes. Como mínimo, como español, titular de la soberanía en "comunidad germánica o en mano común" con el resto de mis compatriotas, tendré el derecho de pronunciarme sobre una cuestión fundamental como es la estructura del estado al que pertenezco, ¿no? Si al menos propusiera una doble mayoría, en Cataluña y en el resto…
    Así que si las propuestas de este señor, que era o estaba en la órbita del PSC, se tienen por moderadas e incluso traidoras en el antiguo Principado (nunca reino, por cierto), creo que queda muchísimo por debatir y discutir antes de vislumbrar un acuerdo constitucional.
    En mi opinión, hay que empezar por los cimientos y recuperar los escritos del injustamente denostado Fraga en los años 70: Partir de los derechos fundamentales de los ciudadanos (en especial en materia lingüística, educativa y cultural), reforzándolos frente a los poderes públicos, estatal o autonómicos; del carácter nacional del estado español; del derecho de secesión de aquellas nacionalidades que lo deseen pero estableciendo unos límites estrictos al ejercicio del poder político, económico y administrativo por las élites autonómicas, estableciendo procesos claros exentos de chantaje (ley de claridad) y reservando en todo caso al pueblo español en su conjunto cualquier decisión al respecto, tanto en el inicio del proceso como en su conclusión.

  16. ENNECERUS
    ENNECERUS Dice:

    El problema es que a España se le ve desde muy diferentes puntos de vista, difícilmente conciliables. Por ejemplo, Juan José López Burniol ha publicado un comentario en respuesta a un artículo publicado en el País del profesor Sorozabal http://www.iustel.com/diario_del_derecho/noticia.asp?ref_iustel=1146315 en el que expone lo que a su juicio debería ser la "transacción" española para arreglar el "problema catalán". Copio literalmente su "solución":
    "Cataluña debería renunciar a la independencia y a una relación bilateral (de tú a tú) con España. Y España debería ceder en cuatro puntos: 1. Reconocimiento de Cataluña como nación. 2. Fijación de un límite a la aportación catalana al fondo de solidaridad, aplicable a todas las comunidades autónomas. 3. Atribución a la Generalitat de competencias exclusivas en lengua, enseñanza y cultura. 4. Admisión de una consulta a los catalanes sobre su aceptación o rechazo del plan propuesto. Además, debería acometerse una reforma constitucional en sentido federal que, entre otros objetivos, al convertir el Senado en una cámara territorial impidiese las relaciones bilaterales."
    En primer lugar, Cataluña no es independiente ni es un sujeto político que tenga derecho a la independencia y ni tiene ni tiene derecho a una relación bilateral de tú a tú con España. Malamente se puede renunciar a lo que no se tiene, todo lo más se renunciaría a una expectativa de derecho, a una acción política futura, pero esa renuncia jamás vinculará en el futuro más allá de quienes la hayan firmado, máxime si España reconoce a Cataluña el estatus de nación. Por otra parte, achacar a un estado centralista, que ya no existe, una corrupción inherente mientras se guarda silencio sobre la corrupción institucional anidada de forma inseparable, sin quebrantamiento de su objeto, con la C.A. de Cataluña es una broma de muy mal gusto en alguien con la valía del notario López Burniol.
    En segundo lugar, España debería renunciar a cualquier competencia en materia lingüística, educativa y cultural. Para empezar, en la renuncia o desidia en el ejercicio de las que tiene radica buena parte del problema. Por lo demás, sería preferible una situación de independencia que, al menos, permitiría suscribir acuerdos de cooperación en dichas materias, sin que España tuviera que renunciar a nada.
    En tercer lugar, ya existen límites a los fondos de solidaridad. Ahí no hay problema alguno. Lo que hay es un problema estructural que afecta a todo el sector público español, sin distinción entre administraciones pero que afecta muy especialmente a todas las CC.AA., sin que Cataluña sea una excepción, precisamente. Un problema de politización extrema, con la captura de la administración y las instituciones por las élites de los partidos políticos. Un problema de ineficiencia, inherente a las burocracias públicas, que en nuestro caso es extrema, excepto en las actividades extractivas de recursos económicos. Y finalmente un problema de tamaño elefantiásico, que les dota de un poder omnímodo, en detrimento de los ciudadanos y la sociedad.
    Y como remate, propone López Burniol que el acuerdo sea ratificado mediante referéndum sólo en Cataluña, sin que los españoles residentes en el resto de España puedan pronunciarse al respecto, lo cual ya es el colmo de los desmanes. Como mínimo, como español, titular de la soberanía en "comunidad germánica o en mano común" con el resto de mis compatriotas, tendré el derecho de pronunciarme sobre una cuestión fundamental como es la estructura del estado al que pertenezco, ¿no? Si al menos propusiera una doble mayoría, en Cataluña y en el resto…
    Así que si las propuestas de este señor, que era o estaba en la órbita del PSC, se tienen por moderadas e incluso traidoras en el antiguo Principado (nunca reino, por cierto), creo que queda muchísimo por debatir y discutir antes de vislumbrar un acuerdo constitucional.
    En mi opinión, hay que empezar por los cimientos y recuperar los escritos del injustamente denostado Fraga en los años 70: Partir de los derechos fundamentales de los ciudadanos (en especial en materia lingüística, educativa y cultural), reforzándolos frente a los poderes públicos, estatal o autonómicos; del carácter nacional del estado español; del derecho de secesión de aquellas nacionalidades que lo deseen pero estableciendo unos límites estrictos al ejercicio del poder político, económico y administrativo por las élites autonómicas, estableciendo procesos claros exentos de chantaje (ley de claridad) y reservando en todo caso al pueblo español en su conjunto cualquier decisión al respecto, tanto en el inicio del proceso como en su conclusión.

  17. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Creo que Cataluña no es un problema.

    Desde hace unos meses, además de acercarme algo más por Tarragona y Barcelona, he comenzado a leer los comentarios que en gran número y espontaneidad se pueden leer en La Vanguardia.

    Este periódico es el que ofrece más actividad en la red de todos los que uno conoce en España.

    A modo de ejemplo, El País, un periódico con buena y larga experiencia en la Red, rara vez llega a los 1000 comentarios de lectores en sus mejores artículos.

    Pues bien, en la Vanguardia es posible encontrar artículos con entre 4,000 y más de 20,000 comentarios. De todos los colores y calidades como es lógico, pero no son raras las decenas de miles.

    Esto quiere decir algo muy gordo a poco que pensemos sobre ello.

    Recordemos que Bastante Más de Media Cataluña carece de medios locales en su lengua, el español, que es la reconocidamente mayoritaria a pesar de la situación opresiva y un gobierno que en pleno siglo XXI nos amenaza con "estar vigilante".

    Que todos esos medios dependen de subvenciones y que realmente lo que allí existe no da la talla como Sistema de Información a los Ciudadanos.

    Pero los números y las opiniones son tan abrumadoras que es inevitable caer en la cuenta de que llevamos Demasiado Tiempo Fallando a la gente normal.

    Que son la mayoría y que los hemos dejado más solos que la una en manos de gente que no reúne los requisitos mínimos para gobernar con JUSTICIA en la acepción noble de la palabra. Es decir, la que no necesita adjetivos.

    Se aprende mucho incluso de una rápida lectura aleatoria de estos lectores. Mucho y muy bueno.

    A mi me ha permitido tener una visión reforzada de que tesis como las expresada en los artículos citados por Ennecerus yerran "Big Time".

    Solo desde la Connivencia es posible sostener las Tesis del Pactismo.

    Lo dejo aquí, visiten Cataluña, hablen con la gente, escuchen a los más silenciosos, a los que no pueden expresarse y no pueden contar con un Estado que los proteja.

    Si lo hacen verán algo muy diferente de lo que históricamente se transmite.

    Y, desde luego, Cataluña no es "Un Problema". En modo alguno. Todo lo Contrario.

    Lo que sí un Problema, y de los Graves, es tener tantas contemplaciones con gente que abusa y falta al respeto a todos sus conciudadanos de cualquier territorio.

    Gobierna gente que no da la talla ni para cabo furriel y les tratamos como si fueran dioses.

    Mal, muy mal.

    Va a haber que decirlo bien alto y más frecuentemente, en especial al PSOE de Ferraz y al PSC, que no están jugando ni de lejos un papel serio ni responsable en estas cuestiones. Un partido estructural y socialista no puede mostrar un comportamiento tan falto de criterio ante el nacionalismo. Cada vez que nos encontremos con uno de sus directivos y cargos.

    Bona nit

  18. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Creo que Cataluña no es un problema.

    Desde hace unos meses, además de acercarme algo más por Tarragona y Barcelona, he comenzado a leer los comentarios que en gran número y espontaneidad se pueden leer en La Vanguardia.

    Este periódico es el que ofrece más actividad en la red de todos los que uno conoce en España.

    A modo de ejemplo, El País, un periódico con buena y larga experiencia en la Red, rara vez llega a los 1000 comentarios de lectores en sus mejores artículos.

    Pues bien, en la Vanguardia es posible encontrar artículos con entre 4,000 y más de 20,000 comentarios. De todos los colores y calidades como es lógico, pero no son raras las decenas de miles.

    Esto quiere decir algo muy gordo a poco que pensemos sobre ello.

    Recordemos que Bastante Más de Media Cataluña carece de medios locales en su lengua, el español, que es la reconocidamente mayoritaria a pesar de la situación opresiva y un gobierno que en pleno siglo XXI nos amenaza con "estar vigilante".

    Que todos esos medios dependen de subvenciones y que realmente lo que allí existe no da la talla como Sistema de Información a los Ciudadanos.

    Pero los números y las opiniones son tan abrumadoras que es inevitable caer en la cuenta de que llevamos Demasiado Tiempo Fallando a la gente normal.

    Que son la mayoría y que los hemos dejado más solos que la una en manos de gente que no reúne los requisitos mínimos para gobernar con JUSTICIA en la acepción noble de la palabra. Es decir, la que no necesita adjetivos.

    Se aprende mucho incluso de una rápida lectura aleatoria de estos lectores. Mucho y muy bueno.

    A mi me ha permitido tener una visión reforzada de que tesis como las expresada en los artículos citados por Ennecerus yerran "Big Time".

    Solo desde la Connivencia es posible sostener las Tesis del Pactismo.

    Lo dejo aquí, visiten Cataluña, hablen con la gente, escuchen a los más silenciosos, a los que no pueden expresarse y no pueden contar con un Estado que los proteja.

    Si lo hacen verán algo muy diferente de lo que históricamente se transmite.

    Y, desde luego, Cataluña no es "Un Problema". En modo alguno. Todo lo Contrario.

    Lo que sí un Problema, y de los Graves, es tener tantas contemplaciones con gente que abusa y falta al respeto a todos sus conciudadanos de cualquier territorio.

    Gobierna gente que no da la talla ni para cabo furriel y les tratamos como si fueran dioses.

    Mal, muy mal.

    Va a haber que decirlo bien alto y más frecuentemente, en especial al PSOE de Ferraz y al PSC, que no están jugando ni de lejos un papel serio ni responsable en estas cuestiones. Un partido estructural y socialista no puede mostrar un comportamiento tan falto de criterio ante el nacionalismo. Cada vez que nos encontremos con uno de sus directivos y cargos.

    Bona nit

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