Flash Derecho: Diseño de políticas públicas, ¿una asignatura pendiente?

La Fundación ¿Hay Derecho? organiza, el próximo lunes 18 de abril a las 19 horas, la mesa redonda ‘Diseño de políticas públicas, ¿una asignatura pendiente?‘.

La mesa redonda se desarrollará en la sede de la Escuela de Técnica Jurídica de Madrid. Estará moderada por Ramón González Férriz, director de Ahora Semanal, y contará con las siguientes ponencias:

  • ‘El inexistente análisis de políticas públicas en España’, por Rafael Rivera, experto en políticas públicas de Iclaves.
  • ‘El papel del Parlamento en la elaboración de las políticas públicas’, por Miguel A. Fernández Ordóñez, autor del libro Economistas, políticos y otros animales.
  • ‘El papel de la AEVAL en la evaluación ex-ante como herramienta para el diseño de políticas públicas’, por Ana María Ruiz, presidenta de AEVAL.
  • ‘Integrando la evaluación en el proceso de diseño de políticas: experiencias recientes’, por Octavio Medina, economista y editor de Politikon.

Se ruega confirmación de asistencia mediante un correo electrónico a info@fundacionhayderecho.com.

3 comentarios
  1. O,farrill
    O,farrill Dice:

    En estos tiempos en que todo se confunde me parece muy oportuno el tema y trataré de acudir. En un sistema democrático, las políticas (reglas de convivencia), vienen señaladas desde el Parlamento. Hablar de la "política del gobierno" es un error que viene producido interesadamente para señalar donde está el verdadero poder. Los gobiernos se designan por el parlamento para "ejecutar" las políticas que decida la representación popular. Si a eso unimos que las "políticas" generalmente nos vienen marcadas desde fuera de nuestra soberanía nacional, espero que alguien aclare de qué "políticas" hablamos como "asignaturas pendientes". Un saludo

  2. O,farrill
    O,farrill Dice:

    Mis felicitaciones para la fundación por la interesante mesa redonda de ayer. Es una lástima que tengan un tiempo y un formato que resultan escasos para un debate más abierto que nos posibilitara profundizar más en la cuestión. Para empezar -y como ya comenté antes- habría que saber qué entendemos por "políticas públicas". Si éstas tienen un carácter ideológico o puramente práctico (resultados o eficiencia). En el primer caso nos encontramos ante un sector de población que entiende sus propuestas como las mejores para el conjunto social, aunque luego no sea así ya que están orientadas al electorado propio. Son políticas partidarias, si bien todas en línea con la "socialdemocracia" que ha sido lo políticamente correcto para Europa en los últimos años. En el segundo caso estaríamos ante gestores tecnócratas preocupados solo por la eficacia de tales políticas para el conjunto social al menor coste posible. Cuando el "ocaso de las ideologías" se produce, parece más acertada la segunda opción.
    Sobre quien o quienes determinan tales políticas, resultaría lógico pensar que, en un sistema democrático, serían los representantes políticos de los ciudadanos, siempre que estos estuvieran sometidos a mandato imperativo para resolver cuestiones especificas y la elección fuera directa, personal y sujeta a responsabilidad. Es importante señalar que son las leyes (el legislativo) o reglas las que tienen preeminencia y, por tanto, es el Parlamento el protagonista de las iniciativas, debates y aprobaciones de las mismas y, el ejecutivo, un mero gestor a su servicio. Tal como quedó claro en el transcurso del acto, el ejecutivo ha capturado a los demás poderes y se ha erigido en el poder autocrático (ni siquiera partidario, vistos los desencuentros entre gobierno y partido) que se basa en mayorías para su apoyo. Una perversión más del sistema que tenemos donde lo "formal" se antepone a las cuestiones de fondo. Donde son más importantes los "procedimientos" que las causas que los originan. El Parlamento queda convertido en una simple caja de resonancia donde el gobierno designado -tal como ocurre en la actualidad- no se somete a control real alguno más allá de dar las explicaciones que le parezca en cada caso.
    En tercer lugar el control real de las políticas en base a los presupuestos ni está ni se le espera. Ni se preparan presupuestos ajustados a las políticas que permita la situación, ni se está por la labor de rediseñar el sistema. Todo está justificado además por las "políticas" que nos diseñan desde fuera al haber perdido gran parte de la soberanía nacional en tratados y acuerdos que, en el caso de la UE, tampoco concluyen en algo tan obvio como que fuera el Parlamento Europeo quien tomara la iniciativa para el conjunto de países de la UE y se planteara la realidad geopolítica europea: un parlamento, un gobierno y una jurisdicción únicas. En vez de eso tenemos estados autonómicos nacionales, regionales, provinciales y toda una superestructura administrativa cuyos actos y decisiones pueden ser contradictorios entre si (cuando no suponen duplicidades y confusiones) que, en lugar de mejorar y servir a los ciudadanos, se nutren de unos impuestos que nadie ha decidido (es lo único a salvo de cualquier intención de consulta popular). Los encontronazos entre supervisores, administradores y gobernantes están a la orden del día y justifican espacios jurisdiccionales cada vez más complejos.
    A todo esto la UE se nutre de consejos, instrucciones o advertencias de nuestros aliados que, de esta forma, imponen "sus políticas" a lo que consideran simples colonias globalizadas. Políticas que se traducirán en leyes a través de parlamentos y gobiernos de todo tipo. Hace unos días asístía al "tirón de orejas" que el Sr. Obama daba a España por la escasez de presupuesto para defensa sin tener en cuenta la gran amenaza de seguridad que existía para Occidente.
    Lo dicho, un gran tema para buscar las raíces de lo que son en realidad esas "políticas públicas", más allá de sus aspectos puramente localistas en un mundo globalizado.
    Un saludo.

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