Flash Derecho: encuesta en tuiter sobre la prohibición de las esteladas en la final de la copa.

Se me ocurrió hacer ayer una encuesta de esas que permite tuiter sobre la prohibiciónEncuesta de las esteladas en la final copa del rey anunciada por Concepción Dancausa que, como pueden leer aquí, ha argumentado que el fútbol no debe “ser un escenario de lucha política”. La decisión responde a la aplicación del artículo 2.1 de la Ley del Deporte, que prohíbe “la exhibición en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que, por su contenido o por las circunstancias en las que se exhiban o se utilicen de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo”. Como saben, tal prohibición ha generado altisonantes declaraciones y alharacas e incluso la incomparecencia del presidente de la Generalidad de Cataluña al magno acontecimiento; pero estas expresiones no son mi principal preocupación en este momento.

La cuestión que quería plantear es si tal prohibición está suficientemente justificada. En la encuesta proponía varias respuestas, que pueden ver en la imagen. La opción de la “inconstitucionalidad” (la herramienta de tuiter no permite muchas matizaciones) se referiría a lo inadecuado de mostrar símbolos que reflejan inquietudes contrarias a los valores o preceptos consagrados en la Constitución, tal y como está redactada. Aunque en la noticia no aparece, en la letra d) del art. 2.2 de la ley del Deporte también se hace referencia a esos valores constitucionales.

La segunda quiere reflejar la fundamentación de Dancausa, es decir, la posibilidad de que con los símbolos políticos se generara o fomente un clima de violencia. La tercera hace referencia a la preferencia por la libertad de expresión, que no debe ser limitada sin una causa justificada, y la última, a la duda.

Realmente, y con independencia de que te guste o repatee la estelada y lo que representa su exhibición en un acto deportivo, la primera opción no me parece válida, porque los valores constitucionales no impiden anhelar la reforma de la Constitución, que puede ser perfectamente modificada. En este sentido, Tsevan Rabtan. Incluso aunque se considerara todo el procès un acto ilegal desde principio al fin, habrá gente para la que la estelada no se identifique necesariamente con saltarse la Constitución. Otra cosa es que predicara hacerlo por la violencia, que no es el caso.

La segunda opción me parece dudosa porque no me parece que la estelada pueda considerarse que “incite, fomente o ayude a la realización de comportamientos violentos o terroristas”.

Por ello, yo me inclino por la tercera, salvo que se me demuestre, y no lo han hecho públicamente las autoridades, que sea ilegal portar símbolos políticos en actos deportivos por imposición de alguna norma que desconozco y que pudiera dar lugar a multas como a las que le cayeron al Barcelona en el ámbito europeo

Y esa es la opción que, de momento, está ganando. El que quiera votar, aun está a tiempo, hasta las 21, de hacerlo aquí:

 

 

16 comentarios
  1. Jeremías Cohen
    Jeremías Cohen Dice:

    La utilización de acontecimientos deportivos (y de cualquier otra reunión masiva) para adulterarlos y convertirlos en aquelarres de exaltación patriótica ha sido una constante en los fascismos y pseudofascismos de toda laya.
    A un partido vas a divertirte y a animar a tu equipo, no a "hacer patria" o política aprovechando que el pisuerga pasa por Valladolid. Y los que acuden a esos eventos tienen derecho a sentirse ofendidos por los que se empeñan en convertir en un mitin vociferante, con pasiones políticas encontradas añadidas, lo que ni lo es ni tiene por qué serlo. O sea, que sí, que hay violencia y agresión en la masiva exhibición de esteladas. Que no es el sitio para eso.
    Así que muy bien prohibido. Y ya está bien, también, de soportar estoicamente los silbidos al himno, como si fuera un fenómeno atmosférico inevitable. Eso en otro país ni se discutiría que todo eso no es admisible. Aquí seguimos confundiendo las faltas de respeto y la permisividad a la humillación con libertad de expresión. Y si un país no se respeta a si mismo y permite todo eso, mal futuro tiene.

    • Arcimboldo
      Arcimboldo Dice:

      En efecto, no se debería mezclar deporte y política, pero apagar el "incendio" independentista con estas medidas es tan efectivo como echar gasolina al fuego. Puigdemont lleva 24h frotándose las manos.

  2. O'farrill
    O'farrill Dice:

    Como bien apunta el autor, hay dos cuestiones diferentes. Una es la libertad de usar banderas propias de CC.AA. (Cataluña es eso) por quienes se sientan identificados con ellas al amparo del artº 4º.2 de la C.E., y otra el considerar que el uso de las mismas puede provocar enfrentamientos sociales en determinados ámbitos (deportivos en este caso). Algo que llevaría a prohibir también el llevar bufandas, camisetas o distintivos de equipos enfrentados para, al evitar, la identificación del "otro", evitar el conflicto posible.
    Creo que si la Ley del Deporte lo prohibe, está contradiciendo por otra parte tanto la libertad de las personas como el uso de "banderas o enseñas propias", reconocidas y amparadas por los propios estatutos. La verdadera provocación nace de quienes entienden el deporte más allá de lo deportivo y como una ocasión de desatar los instintos violentos del "grupo" (solos nunca se atreven) y para eso les da igual que el motivo sea el fútbol como cualquier otra cosa.
    El deporte también está politizado ¿quien lo despolitizará en lugar de utilizarlo en aras de intereses ajenos al mismo? Los "palcos" han dado mucho de sí y los violentos han sido alimentados en ubres supuestamente deportivas.
    Creo que, en definitiva, la decisión es una chapuza más obligada por la libre interpretación de la norma que por la preocupación real de enfrentamientos presuntamente "políticos". En el momento en que la política deportiva sea "aconfesional" y los responsables públicos no se sientan obligados a ir a palcos, a recibir a ganadores o a identificarse con el equipo local y los jugadores no se consideren socialmente como dioses, volveremos al deporte de verdad. Un saludo.

  3. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    La ley del Deporte que ahora algunos se cuestionan dice expresamente…………..
    Cita

    "La exhibición en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que, por su contenido o por las circunstancias en las que se exhiban o utilicen de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo”.

    Fin de Cita

    Si alguien piensa que la "estelada" en El Manzanares, en una final de la copa del Rey de España, no es un "símbolo" usado para la provocación tendremos que revisar la definición de Cinismo y, al tiempo, los Intereses que hay detrás de este turbio asunto.

    Allí mismo hubo muertos y heridos por mucho menos hace bien poco.

    Cuando la Clase Togada se involucra de este modo en la Contienda Política tenemos lo que tenemos: Un Sonoro suspenso al Sistema Legal (3.1 sobre 10 según Eurostat).

    En este caso creo que la Delegación del Gobierno se merece aplauso y apoyo.

    Entre otras cosas nos está ahorrando el viaje y gastos de Puigdemont, Colau y, según parece, Carmena.
    Mejor que mejor.

    A ver si va a resultar que la Provocación en eventos Deportivos es constitucional.

    Lo cual en gente que sabe elegir víctimas sumisas es esperable. Donde no los veremos nunca es a las puertas de la Mezquita de la M-30 preparándose para quitarse la camisa a la carrera.

    Saludos

    • Jeremías Cohen
      Jeremías Cohen Dice:

      La utilización de acontecimientos deportivos (y de cualquier otra reunión masiva) para adulterarlos y convertirlos en aquelarres de exaltación patriótica ha sido una constante en los fascismos y pseudofascismos de toda laya.
      A un partido vas a divertirte y a animar a tu equipo, no a "hacer patria" o política aprovechando que el pisuerga pasa por Valladolid. Y los que acuden a esos eventos tienen derecho a sentirse ofendidos por los que se empeñan en convertir en un mitin vociferante, con pasiones políticas encontradas añadidas, lo que ni lo es ni tiene por qué serlo. O sea, que sí, que hay violencia y agresión en la masiva exhibición de esteladas. Que no es el sitio para eso.
      Así que muy bien prohibido. Y ya está bien, también, de soportar estoicamente los silbidos al himno, como si fuera un fenómeno atmosférico inevitable. Eso en otro país ni se discutiría que todo eso no es admisible. Aquí seguimos confundiendo las faltas de respeto y la permisividad a la humillación con libertad de expresión. Y si un país no se respeta a si mismo y permite todo eso, mal futuro tiene.

    • O'farrill
      O'farrill Dice:

      Como bien apunta el autor, hay dos cuestiones diferentes. Una es la libertad de usar banderas propias de CC.AA. (Cataluña es eso) por quienes se sientan identificados con ellas al amparo del artº 4º.2 de la C.E., y otra el considerar que el uso de las mismas puede provocar enfrentamientos sociales en determinados ámbitos (deportivos en este caso). Algo que llevaría a prohibir también el llevar bufandas, camisetas o distintivos de equipos enfrentados para, al evitar, la identificación del "otro", evitar el conflicto posible.
      Creo que si la Ley del Deporte lo prohibe, está contradiciendo por otra parte tanto la libertad de las personas como el uso de "banderas o enseñas propias", reconocidas y amparadas por los propios estatutos. La verdadera provocación nace de quienes entienden el deporte más allá de lo deportivo y como una ocasión de desatar los instintos violentos del "grupo" (solos nunca se atreven) y para eso les da igual que el motivo sea el fútbol como cualquier otra cosa.
      El deporte también está politizado ¿quien lo despolitizará en lugar de utilizarlo en aras de intereses ajenos al mismo? Los "palcos" han dado mucho de sí y los violentos han sido alimentados en ubres supuestamente deportivas.
      Creo que, en definitiva, la decisión es una chapuza más obligada por la libre interpretación de la norma que por la preocupación real de enfrentamientos presuntamente "políticos". En el momento en que la política deportiva sea "aconfesional" y los responsables públicos no se sientan obligados a ir a palcos, a recibir a ganadores o a identificarse con el equipo local y los jugadores no se consideren socialmente como dioses, volveremos al deporte de verdad. Un saludo.

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      La ley del Deporte que ahora algunos se cuestionan dice expresamente…………..
      Cita

      "La exhibición en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que, por su contenido o por las circunstancias en las que se exhiban o utilicen de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo”.

      Fin de Cita

      Si alguien piensa que la "estelada" en El Manzanares, en una final de la copa del Rey de España, no es un "símbolo" usado para la provocación tendremos que revisar la definición de Cinismo y, al tiempo, los Intereses que hay detrás de este turbio asunto.

      Allí mismo hubo muertos y heridos por mucho menos hace bien poco.

      Cuando la Clase Togada se involucra de este modo en la Contienda Política tenemos lo que tenemos: Un Sonoro suspenso al Sistema Legal (3.1 sobre 10 según Eurostat).

      En este caso creo que la Delegación del Gobierno se merece aplauso y apoyo.

      Entre otras cosas nos está ahorrando el viaje y gastos de Puigdemont, Colau y, según parece, Carmena.
      Mejor que mejor.

      A ver si va a resultar que la Provocación en eventos Deportivos es constitucional.

      Lo cual en gente que sabe elegir víctimas sumisas es esperable. Donde no los veremos nunca es a las puertas de la Mezquita de la M-30 preparándose para quitarse la camisa a la carrera.

      Saludos

  4. Manuel
    Manuel Dice:

    El dia que en Catalunya no se multe por rotular en castellano, que en el ayuntamiento de Ada Colau en Barcelona
    no se intente descolgar la bandera de España y que cada cual elija el idioma que quiera para su educacion, ese dia, que la estelada ( que no es la bandera de Catalunya) que vaya donde quiera.

  5. Segismundo Alvarez Royo-Villanova
    Segismundo Alvarez Royo-Villanova Dice:

    No creo que la encuesta esté bien planteada. La discusión no es si atenta contra la constitución o a la libertad de expresión, sino si es contraria a la Ley.

    Es decir si la exhibición de esteladas, que sin duda son un símbolo, en las cricunstancias en que se exhiben " de alguna forma incitan, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo".

    La pregunta debía haber sido esa. La respuesta no es sencilla, pero yo me inclinaría por entender que sí.

    • Ignacio Gomá Lanzón
      Ignacio Gomá Lanzón Dice:

      Segis, las encuestas de tuiter no dan para mucho más texto y matices. En todo caso, la primera opción se refiere a algunos argumentos que se han barajado relativos a que esa bandera representa sentimientos contrarios a la Constitución. En el enlace de Tsevan Rabtan se hace mención de esa cuestión. La opción a la que te estás refiriendo encaja en la segunda opción, no la primera: la prohibición de actitudes que generen violencia, tal y como resulta de la ley del deporte, que igualmente se enlaza.

      • Segismundo Alvarez Royo-Villanova
        Segismundo Alvarez Royo-Villanova Dice:

        Efectivamente Twitter da para lo que da.
        Pero yo creo que la opción tercera crea un marco cognitivo (los "frames" que estudia Kahneman) favorable a esa la respuesta.
        La libertad de expresión está ya limitada en ese caso de manera especial por la Ley, probablemente porque se considera que las aglomeraciones deportivas suponen un riesgo especial que justifica esa restricción.
        Podríamos discutir si esa restricción está justificada o no, pero creo que eso enturbia lo que debería ser el debate: si estas banderas pueden fomentar comportamientos violentos o suponen un manifiesto desprecio las personas participantes (por cierto, ¿los participantes son solo los deportistas o también los espectadores?

  6. Ignacio Gomá Lanzón
    Ignacio Gomá Lanzón Dice:

    Es interesante el caso este de las esteladas porque es una piedra de toque de esa zona intermedia entre lo político y lo jurídico. Por un lado, desde el punto de vista jurídico, tiendo más bien a pensar que en el presente caso debe prevalecer la libertad de expresión, salvo que existan reglas concretas consagradas en la ley positiva que permitan limitar ese derecho.

    Ahora bien, el análisis desde el punto de vista político puede ofrecer otros matices. Hay un elemento de agravio comparativo evidente: es obvio que la finura con la que se plantean estas cuestiones respecto a la estelada no se contemplan en absoluto en Cataluña donde la presión es infinitamente mayor, el incumplimiento de la ley palmario, el uso de la lengua española perseguido y no hay duda

    http://www.alertadigital.com/2012/10/05/los-mossos-permitiran-la-entrada-de-banderas-independentistas-en-el-camp-nou-pero-no-las-de-espana/

    Resulta, en este sentido, grotesca la crítica vertida por los dirigentes catalanes que no vacilan en ofender o permitir que se ofendan los símbolos españoles y se incumplan las normas Constitucionales pero ponen el grito en el cielo cuando se toman decisiones como estas que, acertadas o no, pueden tener un sentido. Comulgo, así, con el editorial de El Mundo de hoy.

    http://www.elmundo.es/opinion/2016/05/20/573e0dceca474174088b45df.html

  7. Ignacio Gomá Lanzón
    Ignacio Gomá Lanzón Dice:

    Pero, aun siendo esto cierto, tal cosa no es motivo para actuar de la misma manera, forzando la ley para satisfacer el sentimiento de agravio o de provocación que dicha estelada produce en mucha gente. Si queremos tener legitimidad, además de legalidad, hemos de actuar mejor que los otros, no sólo en la letra sino también en el espíritu.
    Y ello no significa que no haya que actuar con contundencia y firmeza. Hay que tenerla, pero en el lugar y en el momento que corresponde, que no es cuando se exhiban las esteladas en Madrid, sino que cuando se incumpla la ley en Cataluña, se burle allí la Constitución y las sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional queden en el dique seco. Apetecen menos esos enfrentamientos, pero es lo que corresponde. Quizá la decisión política sea ahora el apaciguamiento, pero no creo que eso haya dado nunca resultado. Y tan malo es no cumplir las leyes como no aplicarlas.
    Por eso lo que creo es que cuando hay que aplicar la ley con contundencia y firmeza es cuando no haya sombra de duda, aunque no se tenga ganas: en los numerosos y palmarios incumplimientos legales; lo que no procede es excederse, en campo propio, con dudosos argumentos legales, y cuando casualmente falta un mes para las elecciones. Menos golpes de pecho y más valentía para aplicar las normas.

  8. G.P.
    G.P. Dice:

    El problema de sacar la máquina de prohibir es que dispara hacia todos lados. La bandera española y el himno español, por muy oficiales que sean, son un agravio para muchas personas (no pongan mala cara, porque esto es así, y los "agravios" a tener supuestamente en cuenta serán los de todos ¿o solo los de unos?), y además, estrictamente hablando, no tienen nada que ver con el fútbol. ¿Los prohibimos también? Absurdo.
    Lo mejor es no prohibir. Que cada uno haga lo que quiera. Prohibir es lo último que hay que hacer si nadie sufre ningún daño. ¿Qué más da que haya esteladas, pitadas, y demás en un partido de fútbol? ¿QUE MAS DA? ¡Si ya es parte del espectáculo!
    La libertad de expresión debe estar siempre por encima de estas tonterías. Nadie sufre daño y el partido se juega sin problemas.
    Si lo que verdaderamente preocupara es la violencia, entonces lo que habría que prohibir es el fútbol. Provoca violencia a raudales todos los fines de semana, en todas las categorías, desde categorías infantiles hasta profesionales. Con daños físicos "de verdad". Pero entonces lo de prohibir ya queda "feo". Claro: eso ya no se j*d* al oponente político, que es lo que realmente "pone" al que defiende la prohibición de esteladas y silbidos. Como si no nos conociéramos…
    A veces parece que en España llevamos la intolerancia en los genes.

  9. Manu Oquendo
    Manu Oquendo Dice:

    Aceptar la provocación sistemática de gente cuyo declarado objetivo es destruir-te es un error estratégico elemental.

    Un comportamiento que fomentan aquellos que, en eficaz connivencia con los provocadores, ejecutan la estrategia gramsciana de buscar la auto destrucción del cuerpo agredido.

    La LOGSE y sucesivas reformas des-educativas persiguen dicho efecto. De hecho nos llevan del ronzal nuestros enemigos.

    https://en.wikipedia.org/wiki/Neville_Chamberlain%27s_European_Policy

    • Manuel
      Manuel Dice:

      El dia que en Catalunya no se multe por rotular en castellano, que en el ayuntamiento de Ada Colau en Barcelona
      no se intente descolgar la bandera de España y que cada cual elija el idioma que quiera para su educacion, ese dia, que la estelada ( que no es la bandera de Catalunya) que vaya donde quiera.

    • Segismundo Alvarez Royo-Villanova
      Segismundo Alvarez Royo-Villanova Dice:

      No creo que la encuesta esté bien planteada. La discusión no es si atenta contra la constitución o a la libertad de expresión, sino si es contraria a la Ley.

      Es decir si la exhibición de esteladas, que sin duda son un símbolo, en las cricunstancias en que se exhiben " de alguna forma incitan, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo".

      La pregunta debía haber sido esa. La respuesta no es sencilla, pero yo me inclinaría por entender que sí.

    • Ignacio Gomá Lanzón
      Ignacio Gomá Lanzón Dice:

      Segis, las encuestas de tuiter no dan para mucho más texto y matices. En todo caso, la primera opción se refiere a algunos argumentos que se han barajado relativos a que esa bandera representa sentimientos contrarios a la Constitución. En el enlace de Tsevan Rabtan se hace mención de esa cuestión. La opción a la que te estás refiriendo encaja en la segunda opción, no la primera: la prohibición de actitudes que generen violencia, tal y como resulta de la ley del deporte, que igualmente se enlaza.

    • Ignacio Gomá Lanzón
      Ignacio Gomá Lanzón Dice:

      Es interesante el caso este de las esteladas porque es una piedra de toque de esa zona intermedia entre lo político y lo jurídico. Por un lado, desde el punto de vista jurídico, tiendo más bien a pensar que en el presente caso debe prevalecer la libertad de expresión, salvo que existan reglas concretas consagradas en la ley positiva que permitan limitar ese derecho.

      Ahora bien, el análisis desde el punto de vista político puede ofrecer otros matices. Hay un elemento de agravio comparativo evidente: es obvio que la finura con la que se plantean estas cuestiones respecto a la estelada no se contemplan en absoluto en Cataluña donde la presión es infinitamente mayor, el incumplimiento de la ley palmario, el uso de la lengua española perseguido y no hay duda

      http://www.alertadigital.com/2012/10/05/los-mossos-permitiran-la-entrada-de-banderas-independentistas-en-el-camp-nou-pero-no-las-de-espana/

      Resulta, en este sentido, grotesca la crítica vertida por los dirigentes catalanes que no vacilan en ofender o permitir que se ofendan los símbolos españoles y se incumplan las normas Constitucionales pero ponen el grito en el cielo cuando se toman decisiones como estas que, acertadas o no, pueden tener un sentido. Comulgo, así, con el editorial de El Mundo de hoy.

      http://www.elmundo.es/opinion/2016/05/20/573e0dceca474174088b45df.html

    • Ignacio Gomá Lanzón
      Ignacio Gomá Lanzón Dice:

      Pero, aun siendo esto cierto, tal cosa no es motivo para actuar de la misma manera, forzando la ley para satisfacer el sentimiento de agravio o de provocación que dicha estelada produce en mucha gente. Si queremos tener legitimidad, además de legalidad, hemos de actuar mejor que los otros, no sólo en la letra sino también en el espíritu.
      Y ello no significa que no haya que actuar con contundencia y firmeza. Hay que tenerla, pero en el lugar y en el momento que corresponde, que no es cuando se exhiban las esteladas en Madrid, sino que cuando se incumpla la ley en Cataluña, se burle allí la Constitución y las sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional queden en el dique seco. Apetecen menos esos enfrentamientos, pero es lo que corresponde. Quizá la decisión política sea ahora el apaciguamiento, pero no creo que eso haya dado nunca resultado. Y tan malo es no cumplir las leyes como no aplicarlas.
      Por eso lo que creo es que cuando hay que aplicar la ley con contundencia y firmeza es cuando no haya sombra de duda, aunque no se tenga ganas: en los numerosos y palmarios incumplimientos legales; lo que no procede es excederse, en campo propio, con dudosos argumentos legales, y cuando casualmente falta un mes para las elecciones. Menos golpes de pecho y más valentía para aplicar las normas.

    • Arcimboldo
      Arcimboldo Dice:

      En efecto, no se debería mezclar deporte y política, pero apagar el "incendio" independentista con estas medidas es tan efectivo como echar gasolina al fuego. Puigdemont lleva 24h frotándose las manos.

    • Segismundo Alvarez Royo-Villanova
      Segismundo Alvarez Royo-Villanova Dice:

      Efectivamente Twitter da para lo que da.
      Pero yo creo que la opción tercera crea un marco cognitivo (los "frames" que estudia Kahneman) favorable a esa la respuesta.
      La libertad de expresión está ya limitada en ese caso de manera especial por la Ley, probablemente porque se considera que las aglomeraciones deportivas suponen un riesgo especial que justifica esa restricción.
      Podríamos discutir si esa restricción está justificada o no, pero creo que eso enturbia lo que debería ser el debate: si estas banderas pueden fomentar comportamientos violentos o suponen un manifiesto desprecio las personas participantes (por cierto, ¿los participantes son solo los deportistas o también los espectadores?

    • G.P.
      G.P. Dice:

      El problema de sacar la máquina de prohibir es que dispara hacia todos lados. La bandera española y el himno español, por muy oficiales que sean, son un agravio para muchas personas (no pongan mala cara, porque esto es así, y los "agravios" a tener supuestamente en cuenta serán los de todos ¿o solo los de unos?), y además, estrictamente hablando, no tienen nada que ver con el fútbol. ¿Los prohibimos también? Absurdo.
      Lo mejor es no prohibir. Que cada uno haga lo que quiera. Prohibir es lo último que hay que hacer si nadie sufre ningún daño. ¿Qué más da que haya esteladas, pitadas, y demás en un partido de fútbol? ¿QUE MAS DA? ¡Si ya es parte del espectáculo!
      La libertad de expresión debe estar siempre por encima de estas tonterías. Nadie sufre daño y el partido se juega sin problemas.
      Si lo que verdaderamente preocupara es la violencia, entonces lo que habría que prohibir es el fútbol. Provoca violencia a raudales todos los fines de semana, en todas las categorías, desde categorías infantiles hasta profesionales. Con daños físicos "de verdad". Pero entonces lo de prohibir ya queda "feo". Claro: eso ya no se j*d* al oponente político, que es lo que realmente "pone" al que defiende la prohibición de esteladas y silbidos. Como si no nos conociéramos…
      A veces parece que en España llevamos la intolerancia en los genes.

    • Manu Oquendo
      Manu Oquendo Dice:

      Aceptar la provocación sistemática de gente cuyo declarado objetivo es destruir-te es un error estratégico elemental.

      Un comportamiento que fomentan aquellos que, en eficaz connivencia con los provocadores, ejecutan la estrategia gramsciana de buscar la auto destrucción del cuerpo agredido.

      La LOGSE y sucesivas reformas des-educativas persiguen dicho efecto. De hecho nos llevan del ronzal nuestros enemigos.

      https://en.wikipedia.org/wiki/Neville_Chamberlain%27s_European_Policy

  10. G.P.
    G.P. Dice:

    "gente cuyo declarado objetivo es destruir-te"
    No quieren destruir nada Quieren ser un país independiente del resto de España. Como Escocia quiere ser independiente del resto del Reino Unido, y allí no se montan este ridículo numerito de que hay un contubernio que les quieren destruir, y menos que de ese contubernio forme parte el sistema educativo instaurado por su propio gobierno. Produce vergüenza leer esas cosas tan ridículas y bananeras.

    • GM
      GM Dice:

      Estimado G.P:
      Apoyo totalmente la afirmación del Sr. Oquendo cuando habla de "destruirte", siempre y cuando entendamos que se refiere a que lo que quieren destruir es España tal y como la hemos entendido desde hace ya bastante tiempo, y dentro de la cual está Cataluña (guste o no). Ni me parece ridículo, ni bananero el comentario, y no creo que sea necesario que califique las cosas de esta forma, pues creo que se sale del tono que debería tener este foro.
      Dicho lo cual, me parece lícito que cualquiera se manifieste y pida lo que quiera siempre que respete los derechos fundamentales y la dignidad de las personas. Que un grupo de personas quiera y manifieste su deseo de que Cataluña, Gerona, el barrio de Gracia, la casa del Sr. XYZ o la isla de Alborán se separen del resto de España forma parte de una libertad de expresión a la que en mi opinión no debemos renunciar nunca.
      El problema se da cuando estas manifestaciones se producen en lugares y momentos que algunos, entre los que me incluyo, consideramos improcedentes. Un partido de fútbol no es el lugar para manifestar esto, máxime cuando la gente que lo hace son aficionados de un club como el Barça, en cuya normativa se prohíbe que los aficionados del equipo visitante vayan con símbolos de carácter político al Camp Nou. Es decir, que tú no puedes venir a mi casa con símbolos políticos, pero yo a la tuya sí. Si no están de acuerdo con la configuración política de España que vayan al Parlament, al Congreso o al Senado y lo manifiesten, y si no les hacen caso que convoquen una manifestación pública cumpliendo los requisitos legales para ello. Y al partido, que vayan a animar a su equipo, que es a lo que se supone deben ir. Lo que no se puede hacer es pedir luego que te respeten cuando tú no respetas.
      Saludos cordiales.

  11. G.P.
    G.P. Dice:

    "gente cuyo declarado objetivo es destruir-te"
    No quieren destruir nada Quieren ser un país independiente del resto de España. Como Escocia quiere ser independiente del resto del Reino Unido, y allí no se montan este ridículo numerito de que hay un contubernio que les quieren destruir, y menos que de ese contubernio forme parte el sistema educativo instaurado por su propio gobierno. Produce vergüenza leer esas cosas tan ridículas y bananeras.

  12. O'farrill
    O'farrill Dice:

    Al final parece que no hubo tantas "esteladas" y, sobre todo, el buen sentido de la mayor parte de los asistentes se impuso. Dicho esto y como opinión personal sigo sin ver qué tiene que ver el "negocio del fútbol" (privado) con la política. Los grandes casos de corrupción siempre se dan por el mestizaje de lo público y lo privado donde, tanto una parte como la otra, quieren llevar el agua a su molino. Los "palcos" en todo caso son para los directivos del club, pero no para los cargos institucionales representativos. Si éstos son aficionados, pasan por taquilla como los demás y pagan su entrada de su bolsillo particular y se evita forzar relaciones públicas y compromisos de todo tipo. Los himnos y banderas son los del club y así evitamos derivar lo deportivo a lo "nacionalista". Por cierto ¿se pone el himno nacional en todos los partidos de fútbol sin excepción o sólo cuando en el palco hay determinados cargos institucionales? Creo que es hora de deslindar los campos y evitar las "capturas" interesadas de lo que llaman "protocolo". Algo extensible a todo tipo de eventos. Un saludo.

  13. O'farrill
    O'farrill Dice:

    Al final parece que no hubo tantas "esteladas" y, sobre todo, el buen sentido de la mayor parte de los asistentes se impuso. Dicho esto y como opinión personal sigo sin ver qué tiene que ver el "negocio del fútbol" (privado) con la política. Los grandes casos de corrupción siempre se dan por el mestizaje de lo público y lo privado donde, tanto una parte como la otra, quieren llevar el agua a su molino. Los "palcos" en todo caso son para los directivos del club, pero no para los cargos institucionales representativos. Si éstos son aficionados, pasan por taquilla como los demás y pagan su entrada de su bolsillo particular y se evita forzar relaciones públicas y compromisos de todo tipo. Los himnos y banderas son los del club y así evitamos derivar lo deportivo a lo "nacionalista". Por cierto ¿se pone el himno nacional en todos los partidos de fútbol sin excepción o sólo cuando en el palco hay determinados cargos institucionales? Creo que es hora de deslindar los campos y evitar las "capturas" interesadas de lo que llaman "protocolo". Algo extensible a todo tipo de eventos. Un saludo.

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