HD Joven: Ahora sí, el abogado español hace las maletas

Pocos son los que a día de hoy se atreven a poner en tela de juicio el carácter globalizado y multisectorial de la nueva abogacía o, si se quiere, de la abogacía evolucionada. Ninguno es el que si quiera siembre un atisbo de duda sobre dicho carácter en la más específica abogacía de los negocios.

Recuerdo cuando durante la carrera, yo mismo asumía como irrefutable el hecho de que el jurista, formado en el Derecho imperante del país donde cursó sus estudios, tenía vedada cualquier oportunidad de desarrollarse profesionalmente fuera de dicho país. Asunción asimismo compartida por la mayoría de mis compañeros de batalla.

Sin embargo, amigos, el mercado manda. Y éste hace tiempo ya que decidió destruir las fronteras para instalarse en otros países (otras jurisdicciones) donde vender sus productos y ofrecer sus servicios. La abogacía (la abogacía de los negocios), inexorablemente ligada al devenir y evolución de la compañía a la que asesora, ha sido objeto, casi por inercia, de la internacionalización de sus servicios, sin soltar la mano del cliente que hacía las maletas.

Otras veces, y es de recibo decirlo, los despachos de abogados han alargado la mano que les quedaba libre para asir otras culturas; otras costumbres; otras legislaciones. No sin cierto riesgo en el camino.

La consecuencia de este proceso evolutivo es que aquellos profesionales del Derecho con intención de desarrollar su carrera fuera del país donde se formaron, borrarán de sus pensamientos el carácter utópico que esta idea tenía no mucho tiempo atrás y se encontrarán con un mundo lleno de posibilidades. Lo de mundo, literal.

En el caso concreto de España, numerosas firmas de abogados, tanto españolas como extranjeras con presencia en España (estadounidenses y anglosajones, en su mayoría), han aterrizado en otros países, siendo estas últimas las más precoces en su andadura (de ahí su presencia en España), si bien gozando de un músculo financiero más potente que las de origen patrio (más info.).

Estas estrategias expansivas pueden instrumentalizarse de varias formas: desde instalarse en un país extranjero abriendo oficinas desde cero, haciendo valer su propia marca, como tradicionalmente han hecho los despachos estadounidenses y anglosajones (hoy día no tiene vigencia), pasando por el modelo de alianzas o acuerdos de best friends, que implica enrolarse en una red internacional con varias firmas de abogados que comparten asuntos y clientes, pero donde la gestión es independiente y la marca de ambos contratantes se conserva, hasta la participación directa en firmas locales, lo que implica un cambio de paradigma para los despachos españoles, pues comienzan, no solo a acompañar a su cliente desde España, sino a asesorar a clientes locales utilizando el Derecho Local, integrándose ambas firmas en una misma marca y core business (más info.).

Sea como fuere, lo fundamental es que el joven abogado amplía el abanico de competencias asumibles y levanta la vista a otras jurisdicciones. El lenguaje de los negocios se ha universalizado y del mismo modo lo está haciendo la abogacía española. El joven abogado debe ser consciente de ello y empezar a actuar en consecuencia.

Con todo, y siendo honestos, el abogado que esté leyendo estas líneas y vea aumentadas sus ganas de volar, debe pensar en primer lugar que el Derecho español es único, igual que lo es el de cualquier otra jurisdicción, y el hecho de que la abogacía se globalice no significa que un abogado ducho en Derecho Mercantil o Procesal siga conservando ese expertise en el país de destino; nada más lejos de la realidad. Podrá conservar el olfato; la intuición, pero nunca estará al nivel de un abogado local. Algo lógico por otro lado, pero de mención no menos merecida. Eso sí, el tiempo juega a nuestro favor y la formación no tiene límites.

Personalmente, después de comenzar mi carrera como abogado de “pasillo y sala” decidí tomarle el pulso a esta nueva era. Como Country Manager de una firma española en Perú, la evolución profesional no tiene límites. Sí que es cierto que puede existir un sacrificio asumible; un daño colateral, en tu consolidación como abogado experto en una materia determinada. Aunque por otro lado, se abren otros campos que en ningún caso lo harían de permanecer en la zona de confort que te proporciona una Ley de Sociedades de Capital bien aprendida y controlada.

Para esta nueva versión del abogado (español, en nuestro caso) internacional, se deben tener inquietudes que, si bien están relacionadas con el Derecho de los negocios, deben fomentarse de forma más potente: la visión comercial, la gestión empresarial, la visión macroeconómica y la capacidad de adaptación.

Con todo, cabe señalar que el abogado de manual y expediente existe y seguirá existiendo, teniendo un papel importantísimo en una organización que presta servicios jurídicos. Baste por último decir que ni se le ocurra olvidarse al “outsider” de sentarse en su silla, abrir el libro y empaparse de nuestra ciencia, de lo contrario se desvirtuaría su profesión.

¿Estará tu futuro en alguno de estos lares?

 

Imagen Matias

La campaña por el BREXIT, ¡vaya lío!

En el referéndum para la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea que se celebrará el 23 de junio, las encuestas han estado dando vencedora a la opción de permanencia (“remain”) frente a la de salida de la Unión Europea (“leave”), conocida también como Brexit.  Sin embargo, este 31 de mayo, The Guardian publicaba una encuesta en la que parece verse un giro en la intención de voto, pasando a consolidarse la opción  “leave”  con un 52%. La verdad es que todo es posible porque en todas las encuestas se da un porcentaje de indecisos muy superior a la diferencia entre las dos opciones.

Esta nueva encuesta puede ser preocupante si se analiza con los nuevos datos que van apareciendo en esta campaña de locos, en la que ningún líder político defiende lo que le gustaría defender. Hasta hace unos días, parecía claro que si bien el Partido Conservador estaba dividido entre las dos opciones, el Partido Laborista apoyaba en bloque la permanencia. Así, la campaña por la permanencia ha contado con extraños compañeros de cama como el Primer Ministro Cameron, conservador, junto con el líder del Partido Laborista, Corbyn, o el también laborista alcalde de Londres, Sadiq Khan.

Sin embargo, empiezan a verse las primeras fisuras en el Partido Laborista y, sin embargo, el Partido Conservador puede estar más unido en sus bases de lo que parece si solo miramos a sus líderes. Así, también el 31 de mayo publicaba The Times que el 50% de los votantes del Partido Laborista ni siquiera saben si su partido apoya o no la permanencia. Hay que tener en cuenta que Corbyn,  ha sido un histórico euroescéptico que votó “leave” en el referéndum de 1975, aunque ahora esté apoyando la campaña de la permanencia.

Añade The Times que así como entre las bases del Partido Conservador, los votantes parecen respaldar en su mayoría a su líder, Cameron, no ocurre lo mismo en el Partido Laborista con Corbyn.  Muchos de los MP, tanto de un partido como del otro – que están batallando por la permanencia- han admitido privadamente, (según The Times) que están haciendo una campaña de perfil bajo en sus respectivas jurisdicciones, por temor a herir susceptibilidades entre sus bases locales, muy divididas ya de entrada entre las dos opciones.

En definitiva, estamos ante una campaña en la que existe una gran confusión porque no hay una opción clara en cada partido, sino que se trata más bien de una opción individual más o menos oculta en el caso de los líderes por conveniencias electorales. Por supuesto que hay también cuestiones ideológicas que están en juego, tales como la pérdida de soberanía o la libre circulación de personas, pero las adhesiones a una u otra opción hay que encontrarlas  en factores que van más allá de las ideologías. Podríamos decir que lo que se dirime es más una cuestión emocional que una cuestión política. Está claro que a los ingleses les encanta Europa… para ir de vacaciones, para la comida, el arte, o  la moda. Pero también está claro que  oponen una gran resistencia a que alguien de fuera les diga lo que tienen que hacer, precisamente a ellos que ni siquiera  tienen una Constitución escrita y que son grandes defensores de su viejo parlamento y su sistema legal.

La campaña por la permanencia quizás ha girado demasiado en torno a asuntos económicos. Baste echar un vistazo al folleto que el gobierno ha enviado a todas las casas (“Why the Government believes that voting to remain in the European Union is the best decision for the UK”), en el que se destaca que permanecer en Europa supone una economía más fuerte, argumento apoyado en datos sobre lo que la Unión Europea supone para cada actividad en cuanto a número de trabajadores y porcentaje de exportaciones.

Sin embargo,  la prensa destaca  otras claves con las que se podrían entender las adhesiones a una u otra opción:

  • Se habla así de la división intergeneracional en el voto: el votante joven, perteneciente a la generación “Easyjet”, es en su mayoría partidario de la permanencia. Al respecto, varios factores pueden jugar en contra a la hora del referéndum.  Se han señalado dos especialmente: el hecho de que el 23 de junio los jóvenes estén ya de vacaciones, rumbo a algún destino turístico, haciendo honor al nombre por el que se conoce a su generación  y el hecho de que la reforma electoral ha complicado el proceso de registro, dificultando el acceso de  estos nuevos votantes.
  • En The Times se ha señalado también que la batalla de Europa se ha convertido en una guerra de clases. La parte menos elitista del Partido Conservador coincidiría así en la opción “leave” con los Laboristas que más detestan el “establishment” pro europeo. La distinción dentro del Partido Conservador tiene un adecuado reflejo en las figuras del Primer Ministro, Cameron, y del exalcalde de Londres, Boris Johnson. Ambos fueron a Eton pero a Johnson le gusta destacar que él fue un niño becado, que llegó a Eton por sus méritos propios, mientras que Cameron era un alumno “de pago”,  que no tuvo que demostrar nada.

En definitiva, muchas claves son las que intervienen en una decisión tan importante como la de la permanencia o salida de la Unión Europea por parte de Reino Unido. Está claro que se está jugando con fuego, como no podía ser de otra manera con un Primer Ministro que unos días es pirómano y otros, bombero.

 

Firmamos un convenio con la Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas

Este miércoles 1 de junio Elisa de la Nuez, como secretaria general de la Fundación ¿Hay Derecho?, ha firmado un acuerdo de colaboración con la Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas.

La Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas es una organización sin ánimo de lucro constituida en el año 2012, cuyo principal objetivo es aumentar el grado de competencia ciudadana en relación a los asuntos públicos y promover una mayor participación de la ciudadanía en las cuestiones que nos conciernen a todos. Mediante este convenio, la Fundación ¿Hay Derecho? se compromete a colaborar activamente en la realización de estudios, actos y eventos encaminados al cumplimiento de estos objetivos comunes relativos a la regeneración democrática.

“Doing Business”: la creación de sociedades y los verdaderos obstáculos para el empresario.

Db

Los informes anuales “Doing Business” del Banco Mundial, que tratan de medir la facilidad para hacer negocios en distintos países, suelen provocar algún titular criticando nuestra burocracia y ser olvidados después. El estudio especial de 2015 sobre España (aquí) merecería un análisis más detenido pues es la primera vez que se evalúan de manera diferenciada las comunidades autónomas: como pueden imaginar, las diferencias son notables sobre todo en aquellas materias (permisos de construcción, obtención de electricidad) en las que tienen mayor intervención las autoridades autonómicas.

Aquí me voy a limitar a hablar de uno de los parámetros del estudio, la facilidad para abrir una empresa. No lo hago porque piense que sea la cuestión más importante para el empresario: que se tarde 6 días más que la media de la UE, o que el coste medio sea de un 6% de la renta per capita (en la media de la UE) no creo que sea lo que lastra nuestra economía. Me detengo en él porque al ser el primer punto de estos informes suele concentrar la atención de los medios, y sobre todo porque propone reformas concretas que conviene examinar.

La puesta en marcha de una sociedad se desarrolla básicamente a través de los trámites que pueden ver en este cuadro del informe.

cuadro db

 

Cada uno de estos 10 trámites no requieren necesariamente un desplazamiento del interesado. Algunos, como la solicitud de denominación, pueden hacerse telemáticamente, otros como el depósito del dinero en el Banco pueden no ser necesarios (caso de aportaciones no dinerarias) y la utilización de los sistemas telemáticos por el notario (CIRCE y SIGNO) permite ciertas simplificaciones. Los trámites 3, 4 y 5 se pueden realizar telemáticamente desde la notaría, y si se utiliza el sistema CIRCE también el alta en la Seguridad Social – y está desarrollándose la aplicación para la presentación de la declaración responsable y la apertura del centro de trabajo en algunos Ayuntamientos-. En resumen, si se utiliza el sistema CIRCE el emprendedor puede solo tener que acudir al Punto de Atención al Emprendedor (PAE) y al Notario.

Veamos ya las propuestas de reforma del informe. La primera (reclamada ya en este post) es suprimir la necesidad de presentar la liquidación de un impuesto del que está exento, que obliga a un desplazamiento si la tramitación no es telemática – y la complica si lo es- sin aportar nada pues la administración tributaria va a tener constancia de la constitución a través de los índices notariales. La segunda propuesta es evitar las dilaciones en la obtención de la denominación social, hoy innecesaria pues el Real Decreto 421/2015, de 29 de mayo obligó al RMC a crear una bolsa de denominaciones ( ver aquí ) que permite asegurarse la obtención inmediata para supuestos de urgencia. Sí tiene plena vigencia, en cambio, la propuesta de suprimir las tasas municipales por inicio de actividad, que varían según las ciudades, no responden en general a ninguna actuación real de la administración y entorpecen y encarecen el inicio de las actividades.

También se pide una mayor transparencia en el cálculo de los aranceles notariales y registrales. Es cierto que las leyes han aumentado las actuaciones del notario (remisión de la escritura a distintas administraciones, recepción de las comunicaciones de estas, etc…) y han reducido los aranceles hasta el punto que los 60 euros que se cobran por la mayoría de las constituciones telemáticas de sociedades no cubren los costes de su tramitación. Pero eso no justifica las variaciones entre notarías en el cobro de copias u otros conceptos, y es necesario unificar la práctica (quizás convendría una circular del Consejo General). Algo semejante parece pasar en los registros, tanto respecto de los aranceles como de las tasas del BORM, que se han pretendido cobrar en tramitaciones telemáticas aún después de que la Ley 25/2013 corrigiera el lamentable error de la Ley de Emprendedores que suprimió la exención. El informe también reclama acertadamente que las notarías pasen a ser PAE, pues solo en ese momento existirá una ventanilla única y se generalizará el sistema CIRCE, que es el que integra el mayor número de trámites telemáticos. Esto requerirá un trabajo de formación en las notarías, de manera que puedan asesorar adecuadamente sobre temas complejos como las obligaciones con la Seguridad Social, y también unos aranceles razonables.

Por último, el informe también propone que se suprima el requisito del capital mínimo por entender que es un obstáculo que no aumenta la protección de los acreedores: esto último es cierto, pero no creo que el desembolso (que puede ser sustituido por aportaciones de bienes) impida la constitución de muchas empresas.

Estas reformas podrán mejorar la posición de España en el “Doing Business” de 2017 y facilitar algo el inicio empresarial, pero mi experiencia como familiar y amigo de emprendedores es que las verdaderas barreras son otras. Estos estudios son muy interesantes, pero se centran en las dificultades para iniciar un proyecto, cuando el verdadero problema son los obstáculos para mantenerlo en su primera etapa. El primero, el alto coste de Seguridad Social de los autónomos: las reducciones que ofrece la Ley de emprendedores (como denuncié aquí) son mezquinas en la duración (aunque Madrid acabe de ampliarlas), y exigen unos requisitos que dejan fuera a muchos que las necesitan, y en particular a los que van a desarrollar una actividad a través de una sociedad. Pero sin duda es peor  la actitud absolutamente hostil de la administración tras la apertura de la actividad: la descoordinación entre los departamentos de un mismo municipio (licencias y medio ambiente…), las inspecciones (laborales, fiscales, medi-ambientales…) repetidas e intimidatorias, la falta de colaboración para la solución de problemas técnicos, demuestran que lo que tenemos son unas administraciones sobredimensionadas y que consideran al empresario -pequeño o grande- como un sujeto que hay que controlar y exprimir, y no como la base de la prosperidad económica. Si la idea que tiene la administración es regar los brotes para asfixiar la planta antes de que pueda dar fruto, mal vamos.