Espinete ya no existe. La situación de RTVE.

Alguien preguntó, con motivo del 60 aniversario de tve, dónde se encontraba Espinete. Nadie encuentra al famoso muñeco que durante años entretuvo las tardes de los niños españoles. Al parecer, ha desaparecido de Prado del Rey. No se sabe si estará en algún almacén o entre los escombros de algún edificio con amianto. El hecho es que Espinete no aparece por ningún lado. ¿Qué ocurriría si fuéramos a buscar un incunable a la Biblioteca Nacional o un óleo en los almacenes del Museo del Prado? rtve y su historia son parte del acervo cultural de nuestro tiempo, así debemos entenderlo y ser consecuentes con su importancia.

Esta pequeña anécdota nos sirve para ilustrar la situación en la que se encuentra rtve. Rtve está desaparecida, perdida, no la reconocemos, no la encontramos, está desdibujada, difuminada, sin rumbo. Es nuestra responsabilidad luchar por su recuperación.

Lo que fuimos. Quien tuvo, retuvo.

España ya tiene nuevo gobierno. Hay que ponerse a trabajar rápidamente para recuperar el tiempo perdido. Dentro de las tareas más importantes del nuevo ejecutivo se encuentran aquellas encaminadas a recuperar la credibilidad de las instituciones públicas que han salido muy deterioradas de la crisis que además de económica, ha sido y es, de confianza.

Uno de los sectores más sensibles a la pérdida de esta confianza son los medios de comunicación, construir su credibilidad e independencia pueden significar años de esfuerzo; perderla, apenas un suspiro. La sociedad española tiene una asignatura pendiente con sus medios públicos.

La implosión de la importancia de los medios de comunicación en las sociedades europeas tuvo lugar al mismo tiempo que España sufría una dictadura. De aquellas aguas, estos lodos. Radio Nacional de España (rne) inició sus emisiones durante la Guerra Civil, Televisión Española (tve) hace 60 años, en plena dictadura del General Franco y la web de rtve (rtve.es) nació apenas hace 9 años, en 2008.

Nadie duda de la importancia que para los españoles tuvieron sus medios públicos durante la dictadura y la transición. Mientras el régimen se mantenía firme, a través de las ondas de rne y sobre todo, de las pantallas de tve, los españoles observábamos otras formas de vida que envidiábamos. Esa paulatina modernización de la sociedad española, en parte gracias a rne y tve, facilitó lo que más tarde se produjo; la llegada de la democracia y el fin de la anomalía que significaba una dictadura en Europa.

Llegó la democracia y aparecieron nuevos periódicos y nuevas emisoras de radio y por fin, nuevas televisiones; primero las autonómicas y después las privadas. Y muy poco cambió en rtve; nadie fue capaz de darse cuenta que rtve debía ser protegida, como un bien de todos. La alegría de la libertad recién estrenada nos hizo perder el cuidado a aquello que nos pertenece como propio. rtve entró en una continua crisis de identidad.

No sabía o no podía o le dejaban encontrar su sitio. En 2007 se produjo un hecho inédito, el primer intento serio de desgubernamentalización de rtve. Se introdujo la elección de su presidente por consenso. En aquel momento, el gobierno socialista invitó al PP a consensuar un consejo de administración y presidente por mayoría cualificada. rtve renació, los ciudadanos empezaron a sentirse identificados de nuevo con sus medios públicos, con su forma de informar, entretener y formar.

El sueño duró muy poco. Los dos presidentes elegidos por consenso (Luis Fernández y Alberto Oliart) renunciaron a sus cargos. Los ataques a su independencia y la falta de una financiación suficiente y estable hicieron naufragar el intento.

Lo que somos. La marcha atrás.

Se nombraron dos nuevos presidentes (Leopoldo González-Echenique y José Antonio Sánchez) básicamente con el apoyo del gobierno (el PP y la antigua Convergencia y Unió también votó a favor) la consecuencia fue la pérdida de prácticamente todo lo construido durante el periodo anterior (2007-2011). Por decisión del nuevo gobierno se redujo la aportación del Estado a la empresa en alrededor de 1.200 millones de euros durante el periodo 2012-2016. rtve es la empresa pública cuya aportación del Estado se redujo de forma más abultada. De un plumazo se perdió la independencia, no consensuándose el nombre del presidente, y se atestó el golpe definitivo a la suficiencia y estabilidad en su financiación, el antecedente fue la supresión de la publicidad.

El último CIS es demoledor, los informativos de tve, que eran referencia mundial, ya no son la primera referencia informativa en su país. Han perdido nada menos que 20 puntos en apenas cinco años (2011-2016) en el ranking como opción informativa preferida para informarse.

Los españoles elegimos libremente donde queremos informarnos, entretenernos o formarnos. Estos tres objetivos básicos de los medios públicos que nacieron con la televisión pública pionera en Europa, la BBC, no sé cumplen a día de hoy en rtve. Su canal principal no llega al 10% de audiencia (9,8 en 2015) y el resto de sus emisiones son irrelevantes (los cinco canales de tve (La1, La2, Clan, tdp, 24h) apenas superan el 16,6% de share. Nuestras televisiones hermanas de Reino Unido, Francia, Italia o Alemania se encuentran muy cerca o incluso superan el 30% de cuota de mercado.

Si miramos a nuestra radio pública la situación no es mejor, solo un 9,5 % de los españoles la prefieren para informarse frente a un 33% de la SER y un 15% de COPE.

Aún más dramática es la realidad de rtve.es que pierde el tren del presente gracias a una nefasta gestión huérfana de visión, estrategia, ambición e inversión. Hasta aquí lo que ya sabemos y ahora qué hacemos?

Lo que seremos. Mirando al futuro

Primero, aprender de los errores. Nunca más los medios públicos pueden estar al servicio del gobierno de turno. Los medios públicos están al servicio de toda la sociedad, de todos los ciudadanos. Debe dar voz a la diversidad de la sociedad, debe tender puentes entre los territorios y diferentes sensibilidades.

Los medios públicos tienen que mantener una relación de lealtad con la Jefatura del Estado, los tres poderes del mismo (legislativo, ejecutivo y judicial) y además con las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Desde su independencia institucional rtve debe ser impulsor de la industria del conocimiento y del mundo audiovisual. Debe establecer estrechas relaciones con otras instituciones culturales, científicas, artísticas, etc…de forma que rtve sea su ventana a España y al mundo.

Especial importancia tiene el servicio público que rtve debe prestar en el exterior, tanto para los españoles que viven fuera, los que viajan, los que quieren aprender el español y también los otros idiomas del Estado, los que nos visitan y aquellos que quieran conocer nuestra cultura. Destacar la ayuda que rtve debe prestar a la expansión de nuestras empresas en el mundo.

También es esencial la labor que tiene que llevar a cabo dentro de España para un mejor conocimiento entre las Comunidades Autónomas con respeto a sus diferencias que suman, nunca restan.

Si no queremos perder el tren de las nuevas tecnologías rtve debe desarrollar sus servicios interactivos a través de su web, rtve.es. Las nuevas generaciones nos lo exigen, sus formas de acceder al conocimiento ya no es como era antes e internet es su mejor aliado para ellos. rtve será digital o no será.

Los medios públicos deben entretener, claro que si. Deben informar, eso sí, deben proporcionar una información de calidad, plural, independiente que ayude a construir una opinión pública libre. Y debe incorporar a todos sus formatos la formación en valores de convivencia democrática, de crítica constructiva, creatividad, respeto a la diversidad y pluralidad de nuestra sociedad, todo ello con total transparencia al servicio de una sociedad cada vez más compleja.

rtve debe encontrar su sitio.

Los políticos que nos representan tienen que tenerlo claro, nunca más pueden tener la tentación de utilizar los medios públicos de forma partidaria y si ponerla a trabajar al servicio de una sociedad cada vez más plural y diversa. Si lo hacen, los ciudadanos se lo reconocerán, si no se lo demandarán. Por cierto, la tan admirada BBC depende funcionalmente del equivalente a lo que sería el ministerio de medios de comunicación, cultura y deporte. Ahí lo dejo, no es casual.

Dótenla de unos órganos realmente independientes y profesionales. Presidente y Consejo. No hagan un paripé; si los consejeros son correveidiles de los partidos que les propongan, ese consejo hará inoperantes el principio de independencia y la gestión de la empresa. El control parlamentario, en el parlamento, con luz y taquígrafos, no en un órgano de control político en forma de Consejo de Administración. Establezcan una financiación suficiente y estable. Permitan al Presidente presentar su proyecto frente al Parlamento. En resumen, den certezas, seguridad, sosiego, respeto y tiempo. El resto, déjenlo en manos de los profesionales.

Y por último, “la responsabilidad de los medios públicos va más allá de la audiencia pero sin, en ningún caso, renunciar a ella, es más, no tienen sentido sin aquella”.