Por la independencia de RTVE ¿Un pasito “palante”, un pasito “patrás”?

La votación del miércoles, 13 de septiembre de 2017, en relación a la nueva forma de elección de los órganos de gobierno de rtve, trajo sorpresas. El consenso obtenido en el Congreso en el mes de mayo pareció resquebrajado, ¿lo es así realmente?

Los titulares de prensa nos dicen que el PP hizo imponer su mayoría absoluta en el Senado para corregir alguno de los elementos centrales en la forma de elección de Presidente y Consejo de Administración. ¿Es realmente así?

No es oro todo lo que reluce. Efectivamente, en el nuevo articulado se establece que para la elección de Presidente o Presidenta y Consejeros será necesario en primera votación el apoyo de 2/3 del Congreso y Senado. El primero elegirá 6 consejeros, unos de los cuales será el Presidente o Presidenta, y el Senado 4 consejeros. El Consejo será paritario. Hasta aquí todos de acuerdo.

Paro en este punto. La voluntad política deberá ser no pasar de esta primera votación. Me explico, si realmente hay voluntad política para elegir a unos profesionales independientes, sin ataduras partidarias, la segunda votación no debería ser necesaria.

Hagamos un flash back y recordemos los bloqueos que los dos partidos mayoritarios se impusieron uno al otro cuando se daba un desacuerdo por los candidatos propuestos. No olvidemos que esos candidatos NO eran, ni son, profesionales independientes, más bien al contrario, son correa de transmisión de los intereses de los partidos que les propusieron.

Si los candidatos son realmente no partidarios, la posibilidad de acuerdo será mucho mayor, dicho de otra forma, cuando los Gobiernos proponían candidatos cercanos a sus intereses, el partido mayoritario de la oposición consideraba que ese o esos candidatos NO eran suficientemente cercanos a sus intereses y por tanto eran vetados. Los Gobiernos se enrocaban y no querían ceder a la hora de encontrar candidatos alejados de sus intereses.

Dos excepciones, la elección de los Presidentes Luis Fernández (2007-2009) y Alberto Oliart (2010-2011). Ambos fueron propuestos por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y aceptados y refrendados en el Parlamento por PSOE y PP que ya lideraba Mariano Rajoy.

Si en la nueva etapa que comienza los partidos empiezan con estas estrategias basadas en el interés propio e intentado colocar profesionales adeptos, mal empezamos.

En cualquier caso, imaginemos que los parlamentarios que deben ser garantes de la independencia de rtve, cambian esa voluntad política, volvemos a las andadas y finalmente tenemos que ir a una segunda votación. En ese caso será necesaria una mayoría de 3/5, es decir, 210 diputados. En este punto es importante saber cuántos diputados podrían votar en contra. Veamos, todo el resto, son 140 diputados. Como todos sabemos en este momento ningún grupo alcanza ese número. Resumiendo, el PP no puede en este momento, solo con sus diputados, vetar a los candidatos que propongan el resto.

Concluyamos, la votación de ayer fue un nuevo e importantísimo paso adelante en el camino hacia la democratización de rtve. La voluntad política de los partidos, ahora y siempre, será la garante de esa independencia. Por el contrario, si quieren repetir viejas formas de intento de control, la oportunidad la habremos perdido todos.

Es importante que los grupos que votaron en contra analicen en profundidad si realmente piensan que esto es un paso atrás.  Si así lo piensan y en aras a un mayor consenso, el resto de grupos deberían reflexionar también sobre su posición y encontrar una fórmula que satisfaga al menos a 2/3 del Congreso. Si el consenso fuera mayor, mucho mejor.

Espero que en la próxima votación en el Congreso y la que se produzca para la elección de Presidente y Consejeros se visualice de nuevo un consenso sin fisuras con mucho más de los 2/3 de diputados y diputadas, senadores y senadoras, que  exige  la primera votación.

Por último, si España afronta una reforma constitucional propongo que rtve encuentre blindada su independencia en la Carta Magna y que la forma de elección de sus órganos de gobierno y gestión sea, sin ninguna duda, transparente, profesional e independiente. También deberá blindarse su financiación estable y suficiente.