Renovarse para seguir: convenio de colaboración entre Hay derecho y Expansión

colaboracion-Hay-Derecho-Expansion

Cuando en 2010 el blog vio la luz no existían tantos medios de comunicación de este formato. Por supuesto, no esperábamos la repercusión que ha llegado a tener, ni su evolución a Fundación, pero hace lustro y medio parecía una buena idea.

Desde entonces han pasado muchas cosas. Entre otras, tres gobiernos de los dos principales partidos y el nacimiento de otros diferentes que han modificado el espectro político y la correlación de fuerzas. Nosotros también hemos evolucionado, tanto organizativamente (más personas, más y diferentes iniciativas, distinta estructura jurídica) como intelectualmente, pues hemos intentado predicar y también dar trigo, formándonos personalmente, tratando de comprender mejor el mundo que nos rodea y estructurando nuestras ideas para así transmitir más sólidamente el mensaje que creemos necesario difundir.

Lo que no ha cambiado es ese mensaje que queremos dar que básicamente es: una democracia no existe si no forma parte de ella un Estado de Derecho, es decir, un sistema que hace que todos, el ciudadano pero principalmente el poder, se sujetan a la ley que ha sido creada, eso sí, por la soberanía popular. Una democracia sin estado de derecho es una organización de mandatarios elegidos pero sin control; un estado de derecho sin democracia, es una dictadura reglada. Ninguna de las dos opciones es satisfactoria ni propia de la posición social y económica que nos corresponde como país.

A esta idea básica se ha unido otra: la institucionalista. Es decir, la convicción de que hay una relación entre el progreso de los países y el hecho de que las instituciones que forman ese estado de derecho –es decir, sus normas formales e informales- funcionen de una manera eficaz y también eficiente. Quizá no sea el único factor de progreso, pero de lo que estamos convencidos –como juristas que muchos somos- es que este es uno de ellos y no de los menos importantes, como se viene reconociendo también desde sectores económicos.

No somos catastrofistas: no creemos que nuestro país no tenga un estado de derecho, pero sí que el diseño constitucional de éste se ha visto afectado en el camino democrático por razones que los científicos sociales podrán explicar pero que probablemente incluyan una crisis general de la democracia, la crisis económica que ha generado desafección, y una degeneración particular española del sistema representativo que le ha llevado a adquirir preocupantes tintes partitocráticos, productores de incentivos perversos y conflictos de intereses para la clase política.

Este es el mensaje que queremos seguir dando porque nos tememos que sigue siendo absolutamente necesario en un contexto político como el actual. Nos consta que el ciudadano está mucho más concienciado que hace una década de estas cuestiones, aunque la abstracción del concepto hace que no sea fácilmente aprehensible ni intuitivo. No es siempre fácil aceptar la aplicación rigurosa del estado de derecho porque a veces nos obliga a renunciar a ciertos privilegios que podríamos atrapar, si las cosas vienen bien dadas, como la protección social de cierta corrupción ha demostrado. Pero la aplicación igualitaria de la ley, el control del poder, la justicia independiente o la rendición de cuentas de nuestros representantes es algo que favorece a todos a la larga. Es, en definitiva, una enorme logro intelectual de la Humanidad que no debemos perder en los tiempos del populismo.

Sabemos que muchas de las reivindicaciones que hemos venido haciendo forman ya parte de la agenda política de los partidos, con más o menos convicción, pero es necesario seguir insistiendo y hacerlo de nuevas formas. Hoy existen numerosos blogs y muy diferentes redes sociales que, de alguna manera, han democratizado y globalizado la información y opinión, con las ventajas de la multiplicidad de canales pero con los inconvenientes de la dificultad de selección y confianza que la variedad supone.

Nuestra fórmula ha sido, desde el principio, profesionalidad (buscar a quien sabe del asunto), más regularidad (publicar un post al día), más colaboración (solos no podemos, el grupo de nuestros colaboradores espontáneos o requeridos es enorme), todo ello multiplicado por la objetividad (que procede de no depender de nadie ni económica ni intelectualmente). Con esta fórmula hemos obtenido entre 80000 y 100000 sesiones al mes y una notable repercusión, sobre todo en ciertos ámbitos.

Pero este año se nos ha presentado una oportunidad de llegar a más gente y, por tanto, multiplicar la potencia de nuestro mensaje. Se trata de un convenio de colaboración que hemos firmado con Expansión –concretamente con Unidad Editorial- para aparecer mantener un canal de internet de imagen compartida, un Portal, que se visualizará como subdirectorio de ‘Expansión’ dentro del dominio www.expansion.es y que será accesible a los usuarios desde los enlaces que se determine. Es decir, apareceremos en la web de expansión, con la repercusión que ello supone. La integración será efectiva dentro de una semana, más o menos.

Hemos de reconocer que la deliberación sobre esta cuestión en el seno del patronato y en el blog fue intensa, pues toda colaboración con otras instituciones o empresas podría suponer, al menos en la percepción exterior, una cierta pérdida de independencia en el mensaje o, al menos, algún condicionamiento práctico. Sin embargo, al final pesaron más las ventajas que los inconvenientes: el prestigio de Expansión como publicación puntera en el ámbito económico y jurídico, la trayectoria de independencia de Hay Derecho, la ausencia de relaciones económicas (aunque Expansión si hará una pequeña aportación económica a Hay Derecho, como Fundación, de carácter lucrativo), el carácter temporal del Convenio inclinaron la balanza hacia la respuesta positiva. Ambas entidades obtendrán ventajas, o al menos eso esperamos: disponer en su web de un blog objetivo y, modestamente, de cierto prestigio, para Expansión; la mayor potencia del mensaje y beneficiarnos del propio prestigio del diario para nosotros.

Estamos deseando que así sea y la colaboración sea fructífera.