Repensando la selección de empleados públicos

Hemos tratado varias veces en el blog aspectos relacionados con la reforma -siempre postergada- de las Administraciones Públicas. Hemos dedicado, en particular, algunas entradas al fracaso de la CORA, el proyecto estrella del Gobierno de Rajoy para la reforma de la Administración, que después de un exhaustivo trabajo burocrático se quedó en agua de borrajas. Pero no hemos hablado todavía de otra de las cuestiones claves de la reforma: la selección de los empleados públicos.

Pues bien, mañana, con motivo de la presentación del número especial (14-2) de la Revista Vasca de Organización de Personas y Organizaciones, la Escuela Técnica Jurídica (ETJ), la Fundación Hay Derecho, con la colaboración del Instituto Vasco de Administración Pública, presentan el estudio “Repensar la selección de empleados públicos”, un aspecto clave en el necesario proceso de La reforma de la Administración Pública. El acto tendrá lugar el lunes 15 de octubre de 2018, a las 19:30 horas, en la Escuela Técnica Jurídica (c/ Villanueva 13, Madrid) Se distribuirán ejemplares en papel del citado número Monográfico, que también está editado en abierto.

La cuestión es si tenemos la mejor selección de empleados públicos para garantizar los principios de mérito y capacidad. Y ya les adelantamos que los estudios del monográfico son muy claros al respecto: la contestación es no. Además de que el sistema de oposiciones es francamente obsoleto y que solo mide conocimientos y no otro tipo de competencias, resulta que en muchas Administraciones -locales y autonómicas- podemos hablar más bien de “procesos blandos” en el sentido de que hay otros mecanismos para acceder al empleo público muy utilizados que no son la oposición. También podemos hablar de los problemas del “aplantillamiento” o como convertir personal laboral en funcionario; algunas Administraciones son maestras en este tipo de conversiones.  Por no hablar del tiempo invertido en las oposiciones serias de verdad con los costes sociales y económicos inherentes, al no existir nada parecido a un sistema de becas.

Las buenas noticias son que la jubilación de un número muy alto de empleados públicos en la próxima década (la generación del babyboom) va a obligar a replantearnos tanto el modelo de Administración pública como los procesos de selección y reclutamiento de empleados públicos.  También son buenas noticias que en otros muchos países se han emprendido ya reformas muy interesantes para conseguir preservar el principio de mérito y capacidad en el acceso al empleo público a la vez que para conseguir el tipo de empleados públicos que necesitamos en el siglo XXI.

Las malas noticias son que, para variar, nadie se está ocupando de este tema. Por eso desde Hay Derecho queremos llevar al debate público una cuestión que nos parece esencial para el buen funcionamiento de nuestras instituciones y nuestros servicios públicos.

Te esperamos mañana!