Dedómetro VI: Paradores de turismo. El reposo de ¿los políticos?

Una vez más desde la Fundación Hay Derecho presentamos un nuevo análisis sobre una institución española con el objetivo de verificar la transparencia e idoneidad de la designación de sus directivos 

La entidad que hoy analizamos es Paradores de Turismo de España, la red de establecimientos hoteleros repartidos por toda la geografía española. Se trata de una de las marcas hoteleras de mayor reputación de España. 

Por eso entendemos que su presidente no debería estar sujeto a cambios políticos coyunturales, sino ser un profesional competente con amplia experiencia en este sector. Y, sin embargo, un análisis sobre sus últimos directores nos demuestra más bien lo contrario. A la vista de las trayectorias profesionales de los presidentes de Paradores en los últimos 15 años parece que se trata más bien de un puesto que recompensa una larga trayectoria política previa. Al fin y al cabo, se trata de un puesto muy apetecible con un salario anual de 183.562 euros al año. 

Para elegir al presidente de Paradores no existe nada parecido a un procedimiento de concurso público que valore los principios de mérito y capacidad, sino que se trata de un cargo de nombramiento político. Si supervisamos la carrera profesional de los últimos cuatro directores podemos observar que no poseían una gran experiencia en la gestión o dirección de empresas del sector hotelero o incluso en entidades públicas empresariales de otros sectores. Lo que sí tenían era una amplia trayectoria dentro de un partido político, casualmente del mismo signo que el gobierno cuando fueron nombrados presidentes de Paradores. Examinémoslo en detalle. 

Antonio Costa Costa, director de Paradores desde mayo de 2004 a mayo 2008 nunca tuvo experiencia previa como director de un complejo hotelero o de una institución pública, ni formación específica para este cargo en el momento de su nombramiento por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Por el contrario, Costa había desarrollado su carrera en el seno del Partido Socialista Balear, siendo diputado en el Parlamento de las Isla Baleares y desempeñando cargos en distintos institutos de representación balear en Europa. Se puede decir que, ligado al sector turístico, pero siempre desde el ámbito político.

Con su sucesor Miguel Martínez Fernández, director de la institución entre 2008 y 2012 y designado, de nuevo por Zapatero, volvemos a encontrar el ejemplo de este nombramiento como recompensa a una larga trayectoria política en el partido. Desarrolló toda su carrera profesional previa íntegramente en el seno del Partido Socialista, siendo el Secretario General de la ejecutiva provincial por León, alcalde y senador antes de ponerse al frente de Paradores. 

Algo parecido hizo el Partido Popular al llegar al gobierno en 2011. Mariano Rajoy nombró a María Ángeles Alarcó Canosa nueva presidenta de Paradores a los tres meses de su llegada a la Moncloa. Como sus antecesores en el cargo, Alarcó no poseía experiencia previa en gestión empresarial, y llegó al frente de la entidad en un momento crítico, en plena quiebra técnica de la empresa. Alarcó tenía una breve experiencia de 2 años en el sector del turismo al haber sido Directora General de Turismo de la Comunidad de Madrid y había desempeñado tareas de consejera en Coca Cola o Aguas Fuensanta, en sectores muy distintos. Es lógico pensar que las razones que más pesaron para su nombramiento fueron su conocida proximidad al entorno del Partido Popular, ya que además había sido la exmujer de Rodrigo Rato.

El actual director de Paradores, Óscar López Águeda, nombrado en julio de 2018 por el nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez cuenta, de nuevo, con una amplia experiencia en diferentes cargos políticos, pero ninguno en la gestión de una empresa. Tiene una carrera política en el PSOE muy amplia:  asesor para el partido en el Parlamento Europeo, diputado, posteriormente fue secretario de organización del PSOE y portavoz del Grupo Socialista en el Senado antes de dar su salto a Paradores. Es decir, toda una vida dedicada a la política y como vemos nada que ver con la gestión hotelera. 

Este breve análisis nos muestra como el puesto de director de Paradores se ha convertido en una recompensa o un premio a una trayectoria en el partido político en el poder, en detrimento de otras consideraciones que hubieran permitido la selección de perfiles más adecuados a las necesidades de una empresa pública como Paradores S.A.