Europa: ¿nuevos horizontes?
Se han cerrado los debates de la Conferencia sobre el futuro de Europa y se han formalizado unas propuestas importantes que habrán de ser discutidas y que podrían conducir incluso a una Convención encargada de elaborar la reforma de los Tratados. El 9 de mayo, día de Europa, se dieron a conocer formalmente en Bruselas.
Es probable que muchos lectores se pregunten de qué hablo y alguno habrá incluso que me compadezca porque piense que he perdido, con los estragos de la edad, la ordenada expresión del pensamiento. Pues no es así: la Conferencia a la que aludo es la que se puso en marcha por las instituciones europeas en la primavera de 2021 para debatir sobre el futuro de la Unión y sus políticas.
La singularidad de esta iniciativa ha consistido en la convocatoria a los ciudadanos de carne y hueso de los países miembros quienes han podido participar en una plataforma digital multilingüe y en paneles específicos para hacer oír su voz y el catálogo de sus preocupaciones, oportunidad que cientos de miles de personas han aprovechado. Destaco otro ingrediente: uno de los políticos que más han contribuido a dar vida a esta Conferencia ha sido Guy Verhofstadt. Se trata de un diputado liberal que presidió el Gobierno de Bélgica entre 1999 y 2008. Ignoro lo que hizo desde ese sillón, parecido al que pueda ocupar un temerario acróbata, pero sí puedo decir que le he oído un discurso sólidamente europeísta en los plenos del Parlamento europeo y en las sesiones de trabajo del Grupo liberal cuando yo era diputado de Upyd. Un discurso que no era palabrería urdida en un fin de semana lluvioso sino que se asentaba en media docena de libros de los que es autor y que constituyen reflexiones serenas sobre los atolladeros de nuestro continente con audaces recetas para salir de ellos.
Como consecuencia de la pandemia, los foros ciudadanos tuvieron dificultades para ponerse en marcha pero fueron salvadas por los artilugios técnicos. Después se ha producido la invasión de Ucrania por Rusia, todo lo cual ha oscurecido la Conferencia. Pero lo cierto es que su Comité, compuesto por el citado Verhofstadt, un representante del Gobierno de Francia (que ostenta la presidencia de turno) y una Comisaria europea, ha llegado la pasada semana a unas Conclusiones relevantes en forma de 49 propuestas y 200 medidas concretas. La mayoría pueden ser adoptadas en el marco de los vigentes Tratados pero otras necesitarían su reforma, ante la que muchos Estados se manifiestan escépticos, no así Francia y Alemania, países que mostraron una actitud abierta al comienzo de este proceso. Desde entonces se han producido cambios pero anoto que en el Contrato de Gobierno de la actual coalición de Berlín se defiende el camino hacia una Europa federal con una contundencia desconocida hasta la fecha. Y a la espera estamos de que se pronuncie el recién reelegido presidente Macron.
Conviene fijarse en la letra pequeña de estas Conclusiones. Por lo pronto llama la atención el eclipse que sufre la regla de la unanimidad pues queda reducida a las reformas de las Tratados que afecten al núcleo de sus valores y principios básicos así como a la admisión de nuevos miembros. Y se propone la mayoría en cuestiones tan significativas como, por ejemplo, la política exterior y la tributaria. Al Parlamento europeo se le reconocería la iniciativa legislativa y además reforzaría su posición en la tramitación y aprobación de presupuestos. Consecuencia del virus asesino es que la salud sería competencia compartida con los Estados (¿qué hubiéramos hecho sin Bruselas en los tiempos más duros de sus destrozos?) y también que las inversiones financiadas con deuda europea dejarían de tener carácter excepcional.
La Conclusiones se refieren igualmente al cambio climático, a la economía, a la transformación digital, a la migración, educación etc.
Desde la perspectiva que quiero realzar destaco algunos aspectos institucionales. Es el caso de la reforma electoral que se patrocina con el fin de armonizar las condiciones electorales (edad mínima, fecha, requisitos para las circunscripciones electorales, candidatos, partidos y su financiación) y lograr un sistema nuevo de votación. A este efecto, el Parlamento ha aprobado ya el pasado martes un Informe (llamado “de iniciativa”) que propone otorgar a cada ciudadano europeo dos votos: uno para elegir a los eurodiputados en las circunscripciones nacionales y otro para elegirlos en la circunscripción de la UE, que se dotaría con 28 escaños. Para alcanzar la representación equilibrada en esas listas paneuropeas, los Estados se clasificarían en tres bloques en función de su población. Las listas de candidatos para esa nueva circunscripción de la UE habrían de ser presentadas por entidades electorales europeas que podrían ser coaliciones de partidos políticos nacionales, asociaciones nacionales de votantes o partidos políticos europeos.
Dos elementos añado: el primero, simbólico, la fecha única de estas elecciones sería el 9 de mayo; otro muy de fondo, los electores votarían a quien vaya a presidir la Comisión Europea (que es el Gobierno europeo) en un sistema de Spitzenkandidaten o “candidatos principales” a través de las listas europeas. La consagración de este invento – que ya se practicó cuando elegimos a Jean Claude Juncker en 2014- hace que quien ha de dirigir el Gobierno europeo (la Comisión) sea quien haya encabezado a nivel europeo la lista que haya obtenido el mayor apoyo popular. Importantísimo mecanismo porque desaparecería así el perturbador caciqueo de los jefes de Estado y de Gobierno para imponer un candidato al que limitan en su capacidad de actuación a través de pactos explícitos o solapados (un modelo que fue el practicado en el Sacro Imperio Romano Germánico y que hizo de sus emperadores marionetas en manos de los príncipes territoriales).
Veremos qué pasa con este Informe electoral pues ahora ha de ser respaldado por el Consejo de forma unánime, ha de volver al Parlamento y ha de ser aprobado por los Estados miembros de acuerdo con sus propios mecanismos constitucionales. Complicado camino legislativo en el que será indispensable llegar a compromisos complejos. Pero está en marcha y eso es ya un paso sustancial.
Respecto a las Conclusiones de la Conferencia, significativo es que diputados relevantes de grupos como el popular o el verde, ya han anunciado que nadie debe asustarse a la hora de formular iniciativas por ser muchos los problemas acumulados (seguridad, suministro de alimentos, energía…), hoy agravados por la guerra en Ucrania. Todos ellos exigen coraje y osadía.
Por ello no extraña que, en fechas próximas, algunas fuerzas europeístas del Parlamento europeo, tengan previsto presentar una propuesta de Resolución destinada a lograr la convocatoria de una Convención que aborde directamente la reforma de los Tratados.
Se habla de que el Consejo europeo (Jefes de Estado y de Gobierno) podría incluso a finales del próximo mes de junio dar luz verde a esa convocatoria que, en este caso, no necesitaría la unanimidad de sus miembros. Subrayo: el arrinconamiento de la regla de la unanimidad es capital para consolidar el edificio europeo. En tal sentido, no es superfluo recordar que la Constitución de los Estados Unidos entró en vigor sin ratificación unánime y lo mismo ocurrió con la República Federal alemana. ¿Son malos antecedentes?
Algo, como vemos, se mueve pero todo en Europa camina con paso vacilante por lo que se necesitará disponer de habilidades de timonel, de auriga y de cazador para combatir nuestros andares valetudinarios. La silueta pavorosa de los trajines que nos amenazan debe servir para activar nuestras articulaciones pues, frente al incendio desatado por Rusia y el caldero hirviente a borbotones de obstáculos que nos cerca, la mejor terapia es estimular la voluptuosidad de la valentía imaginativa.
La pertenencia a la Unión Europea es vital para nuestro país. Así que artículos como este de Francisco y hace unos días de Pedro Pérez -Cuesta Llaneras , nos parecen de gran importancia social y más en estos momentos de convulsión interior y exterior, que producen desconcierto y una gran angustia sobre nuestro futuro .
El 9 de julio de 2017 , antes de los sucesos de octubre de este año y entre ellos , la declaración unilateral de la independencia de Cataluña , publicamos en Hay Derecho un artículo Reflexiones sobre el fracaso del proceso.(https://www.hayderecho.com/2017/07/09/reflexiones-sobre-el-fracaso-del-proceso-en-hay-derecho/) del que os extraigo estos textos para podáis apreciar la necesidad de que España esté en un área democrática.
“En un artículo publicado en El País ,ayer 13 de marzo, “Cuidado con desear el fin de Europa. Podemos lograrlo” Jorge Marirrodriga hace una exposición de los riesgos de no estar en la Unión Europea en países muy próximos. Os hago un resumen de los acontecimientos con la recomendación de que lo leáis totalmente. . “ El pasado mes de octubre hubo un intento de golpe de Estado en Montenegro…; la guerra civil ucraniana ya ha podido alcanzar la cifra- no oficial- de 50.000 muertos..el Gobierno de Kiev vive en completo desamparo ante la invasión rusa y la anexión-léase robo-de la península de Crimea.;.la O.N.U. le ha exigido al presidente de Macedonia que respete la Constitución y le encargue formar Gobierno al líder de la oposición que ha conseguido la mayoría necesaria en el Parlamento…en Bielorrusia la Ley de Actos Multitudinarios , que prohíbe toda reunión o protesta , sigue vigente..”
No conozco las promesas que les hicieron a sus pueblos en las celebraciones de su independencia, pero hoy están en esta situación. Ningún político suele explicar los riesgos y costes de sus decisiones, son sus ciudadanos los que los sufrirán posteriormente, cuando no hay remedio . A la vista de que en la elaboración de la “constitución catalana” no he constatado ni participación ni control de expertos juristas en derecho de la unión, me choca la despreocupación de los dirigentes políticos independentistas catalanes en relación a la homologación de sus instituciones y de sus leyes al sistema legislativo de la U.E. Es como si no tuvieran prisa, una vez fuera de la Unión, en entrar nuevamente”
El problema es que nuestro Estado es insostenible e ineficiente y tendremos que realizar ajustes para evitar una insolvencia irreversible antes de que lo hagan nuestros acreedores.
Nuestro régimen autonómico : un camino errado .Hay Derecho27-12-2014 (Extracto)
“El proceso de unificación europea obedecía no sólo a razones económicas sino también a políticas y sociales….
Los graves problemas actuales, políticos y económicos, creo que se deben al desconocimiento y por lo tanto, a la falta de preparación de la ciudadanía y de gran parte de los dirigentes sociales y medios de información, ante el enorme reto que nos planteaba este proceso. Lo que ha permitido que la situación se deteriore hasta extremos inimaginables.
No hubo una segunda transición que cambiara la cultura política popular, reconvirtiera los programas de los partidos políticos, ajustara el marco legal y mejorara la competitividad de nuestro sector productivo, única manera que fuera viable nuestro ingreso en la Unión Europea.
Mientras los grandes países europeos pasaban a convertirse en una especie de provincias de un nuevo Estado, para asegurar el futuro económico y social de sus pueblos, nuestro país continuó un proceso contradictorio con las obligaciones que habíamos asumido como socios de un proceso de integración política y económica. Y generó, en paralelo a la creación de nuevos órganos y funciones supranacionales con sus costes correspondientes, una estructura territorial inadecuada e inviable económicamente que desarrolló una fragmentación legal contraria a los fundamentos económicos y al régimen constitucional comunitario.
El sistema autonómico (que si se reconvierte nos parece tan fundamental como el resto de administraciones), tal como evolucionó, sin orden ni control, se ha acabado convirtiendo en un sistema obsoleto, ineficiente, ruinoso para los ciudadanos y fuente de escándalos continuados al aflorar, sin descanso, todo tipo de casos de despilfarro de recursos, de corrupción y de incompetencia en buena parte de nuestra geografía.”
Nuestros grandes economistas nos lo han avisado repetidamente ejm Tamames “ hemos creado una compartimentación de mercado, de manera que hay 17 mercadillos, sistemas sanitarios…Nos hemos pasado de rosca con el Estado de las autonomías. No significa que haya de suprimirlo, sino respetar la idea original, no crear 17 estados dentro del estado español ( 27/7/2014) . Velarde, sobre las reformas necesarias: lo primero es eliminar las trabas administrativas para montar una empresa y unificar el mercado interior español. No es admisible que tengamos 17 legislaciones diferentes. Esta es la gran reforma pendiente de nuestra economía. . Luego un gran pacto educativo. Atajar el déficit enorme de las administraciones públicas, que lastra nuestro crecimiento ( 27/11/2017) .Y también , en sanidad , Miquel Porta , catedrático de epidemiología de la UAB.. “Nos cuesta vidas que haya 17 autonomías que son como 17 estados enfrentados y que, haya también 27 estados europeos también descoordinados”.
Sobre sanidad y educación hay propuestas y os agradecería , si puedes, que nos las aclararas , gracias .
Todo se reduce a que Europa tome conciencia de lo que es. Si sigue siendo una especie de colonia americana monitorizada desde EE.UU sobre todo desde la 2ª G.M. o, por el contrario es capaz de escribir su propia historia y sus propios intereses.
Todo lo ocurrido en los planos políticos, sociales, culturales, mediáticos (propaganda) o económicos, ha sido sólo un seguidismo de intereses ajenos y, como en la actualidad con el tema energético, contrarios a los nuestros.
Repasemos la Historia, la Geografía… y veremos que Europa queda mutilada sin Rusia (que no la URSS) y que la visión maniquea y simplona de “buenos” y “malos” sólo sirve para embarrar relaciones, crear conflictos innecesarios (salvo para intereses particulares) y destruir culturas y pueblos.
Un saludo.
Con fecha 1 -11-1988 publicamos un artículo ( La revolución de la vida política en España ) sobre lo que supondría el proceso de integración en la política española.. Os extraigo el siguiente texto:“Cuando comenzamos a ocuparnos de la C.E.E. a finales de 1987 hicimos la advertencia de que nos encontrábamos ante un proceso histórico de tanta importancia política y social como lo fue, en su tiempo, la formación de los diferentes Estados.
Estamos ante nuestra segunda transición política. La revolución afecta, en primer lugar, a los Estados, cuyas atribuciones soberanas quedarán enormemente reducidas. …La revolución afectará al funcionamiento de nuestro sistema democrático. Buena parte de la gestión pública nacional va a estar en manos de órganos comunitarios en los que participan políticos europeos con una gran experiencia en la gestión pública democrática. Políticos que han venido demostrando que sólo una gestión responsable y competente de los asuntos públicos, puede compaginar el respeto a las libertades y derechos individuales y sociales, con un progreso económico continuado.
Todo ello debe ayudar a consolidar socialmente la democracia, como un sistema político eficaz, no sólo en el ámbito de las libertades formales, sino en cuanto al nivel de vida y bienestar de la sociedad, base de las libertades reales de los ciudadanos “
“Este proceso de armonización se irá acentuando…Esto ha de provocar una desnacionalización de la gestión pública económica que pasará a manos comunitarias..
La diferencia de estos programas quedará reducida a ámbitos cada vez más pequeños y anecdóticos….”
La pérdida de soberanía que suponía el proceso de integración en temas claves de la gestión pública, ha provocado importantes beneficios para los ciudadanos que no hubiéramos tenido como independientes.
La lucha política planteada, actualmente, en términos de derecha e izquierda y hasta “guerracivilistas” es un fraude que ha favorecido, por la complicidad de un sistema informativo (salvo excepciones) con un déficit grave de solvencia profesional y de defensa del interés general y de los principios democráticos, la generación de una clase política cada vez mas incompetente e irresponsable.¿Os imagináis España fuera de la U. E. en manos de una clase política inmadura, insolvente, autoritaria y extractiva sostenida por un influyente sector cultural e informativo con una concepción de la política y de la gestión pública más propia de países del tercer mundo?
¿En donde creéis que cuentan apoyo y comprensión los que desde diferentes sectores están denunciando prácticas más propias de regímenes autoritarios, para conseguir que España tenga una democracia de más calidad ?l
Si llegamos a conseguir una independencia judicial y el perfil de una democracia plena, se deberá principalmente a los jueces , fiscales y sus asociaciones y al sector político e intelectual que están luchando por ello, teniendo en contra al sector informativo e intelectual que está defendiendo a Sánchez en su proceso de desmantelamiento del estado democrático y de la consolidación de un régimen autoritario.