Entradas de] Rodrigo Tena Arregui

El caso Pazo de Meirás: de oca a oca y la pifio porque me toca

El pasado día dos de septiembre el Juzgado de primera Instancia nº 1 de La Coruña dictó una sentencia en la que, estimando la pretensión del Estado contra los herederos de Francisco Franco, declara propiedad del Estado del Pazo de Meirás. La lectura de esta sentencia de 390 folios ofrece gran interés, tanto jurídico como especialmente político e histórico, aunque la impresión final que deja (al margen del resultado) resulte bastante deprimente. Esta historia negra da comienzo a finales de nuestra Guerra Civil, cuando un conjunto de fuerzas vivas de La Coruña deciden adelantarse a la posible competencia y regalar al autoproclamado y ya victorioso Jefe del Estado una residencia veraniega en la localidad, constituyendo al efecto una entidad denominada “Junta Pro Pazo del Caudillo”. Sabemos que esto de regalar al jefe del Estado cosas para que veranee en las proximidades es una muy rentable inversión característica de un Estado clientelar que viene de lejos y no se inicia precisamente con el regalo al rey Juan Carlos del Fortuna por un grupo de empresarios mallorquines. El lugar donde veranea un Jefe del Estado es importante (San Sebastián y Comillas pueden dar fe de ello) máxime si, como en el caso […]

El crucigrama del político iliberal (y II)

Llegado el fin del verano hemos vuelto a comprobar el absoluto fracaso de la política española. En primer lugar, por su incapacidad para gestionar de una manera mínimamente eficaz la vigente pandemia. No nos debe extrañar. La política clientelar construida a machamartillo durante las últimas décadas no podía ofrecer otro resultado. Cuando las cosas van bien se nota menos, aunque sigue produciendo silenciosamente su función de zapa y de erosión institucional. Pero cuando surge una crisis, máxime si es tan potente como la que estamos viviendo, entonces la carcoma queda al descubierto: políticos y técnicos manifiestamente incompetentes ocupando puestos de máxima responsabilidad, incapacidad para gestionar lo más urgente y elemental, constante delegación de responsabilidad, dificultad para crear y coordinar equipos, ausencia de liderazgo, de control institucional efectivo, de rendición de cuentas o de una simple auditoría; falta de transparencia para obtener la mínima información sobre lo que está ocurriendo, de crítica constructiva o de alternativas argumentadas; sensacionalismo y abuso de la mentira, etc. Este es el resultado de muchos años de desmantelamiento institucional en exclusivo beneficio de nuestra élite partitocrática, y no precisamente de los intereses generales de la nación. Por destacar solo una institución determinante en esta crisis: no […]

El crucigrama del político iliberal

Después de más de diez años publicando post en defensa del Estado de Derecho, este blog reconoce su fracaso. No solo no hemos podido mejorar las cosas, sino que la tendencia general, tanto a nivel nacional como internacional, es claramente a peor. Así que lo aceptamos franca y humildemente: no se puede luchar contra la marcha de la historia; el futuro pertenece a los políticos iliberales y populistas de todos los partidos y así hay que asumirlo de una vez. Pero reconózcanme también que sería una pena desperdiciar  todo el saber científico acumulado a través de los miles de post publicados durante todo este tiempo. Posiblemente, no hay nadie que pueda asesorar mejor que nosotros a cualquier interesado sobre cómo liquidar definitivamente el Estado de Derecho y convertir nuestro régimen político en una democracia iliberal verdaderamente digna de ese nombre. Al fin y al cabo, durante mucho tiempo hemos estado examinando y valorando detenidamente todas las brechas de la fortaleza, por lo que conocemos sus puntos débiles y cómo explotarlos al máximo. Así que hemos decidido ofrecer nuestro know how a los políticos iliberales del presente y del futuro. Pero como la previsible demanda puede superar nuestras posibilidades de gestión, […]

Lecciones del Sacro Imperio (comentario al último libro de Sosa Wagner)

En su último libro titulado Gracia y desgracia del Sacro Imperio Romano Germánico, Francisco Sosa Wagner nos ilustra sobre uno de los fenómenos político-jurídicos de mayor transcendencia en la historia de Europa. Y lo hace desde la atalaya privilegiada de un determinado tiempo (su extinción tras la guerras napoleónicas), un lugar (Baviera, uno de sus territorios más interesantes y representativos) y un hombre (el primer ministro bávaro Maximiliam Graf von Montgelas). Con los pies firmemente asentados en ese lugar, Sosa dirige su catalejo hacia atrás y hacia delante con la finalidad de ayudarnos a entender una de las realidades históricas más apasionantes de nuestra rica historia común, y que tanto influjo ha ejercido y sigue ejerciendo sobre nuestra realidad política institucional a nivel europeo. Es una realidad, además, poco conocida en España, pese a los estrechísimos vínculos que han unido nuestra historia nacional a la del Sacro Imperio, especialmente durante los largos siglos de la preeminencia española en Europa bajo la casa de Austria. Nadie puede desconocer la vinculación familiar, económica y político-estratégica entre los dos imperios, pero tampoco la intelectual y cultural. Como simple botón de muestra basta recordar que nuestro gran Saavedra Fajardo redactó sus Empresas políticas siendo […]

Sobre la destrucción de estatuas

La reciente vorágine destructora de estatuas, dirigida tras el homicidio de George Floyd contra los monumentos que todavía ensalzan a esclavistas en el Sur de EEUU, pero que enseguida cobró impulso y ya amenaza a presuntos racistas de toda índole, desde Colón a Churchill, tiene, como casi todo, antecedentes muy remotos. Verdaderamente, no hay nada nuevo bajo el sol. Mary Beard nos ha ilustrado sobre este fenómeno en la antigua Roma (aquí) pero cabe encontrar ejemplos más antiguos, y también más instructivos. El más lejano que he encontrado se remonta al siglo V antes de Cristo y nos los relata Pausanias en su Descripción de Grecia (6.11).  Resulta que en Taso vivió uno de los más grandes atletas olímpicos de todos los tiempos, el gran Teágenes, que consiguió nada menos que 1.400 triunfos o coronas en distintas disciplinas, desde el pugilato hasta las carreras de resistencia. Pasado a mejor vida, sus orgullosos compatriotas le erigieron una estatua en su ciudad natal. Pues bien, resulta que una noche pasó junto a su estatua uno de sus enemigos en vida y la emprendió con ella a golpes, quizás aprovechando que en esta ocasión ya no había posibilidad de respuesta. O al menos […]

Si España está transitando hacia una democracia iliberal, no es solo por culpa de Marlaska o de Sánchez

La primera ley de la gravitación política declara que aquél que tiene el poder público tenderá a abusar de él hasta que encuentre un límite. Nos podrá gustar más o menos, pero, como la correlativa de la física, es innegociable. El Estado de Derecho moderno se ha construido sobre su resignada aceptación, y desde Locke y Montesquieu el objetivo fundamental de la teoría política ha consistido en cómo negociar esta realidad. En un primer momento, la solución pareció descansar en una equilibrada arquitectura constitucional en donde los poderes se contrapusiesen unos a otros. Siguiendo con la terminología de la física, el problema a resolver era simplemente un problema de estática constitucional. Pero enseguida resultó evidente que ese problema de estática era mucho más complejo, porque sin la activa participación de los ciudadanos y de los poderes sociales fácticos, el artefacto era insostenible. Era necesario afinar el sistema institucional para generar los intereses y las complicidades necesarias que ayudasen a defenderlo. Con la protección institucional al sistema capitalista se involucró en la defensa del Estado de Derecho a la incipiente burguesía, lo que garantizó su éxito inicial (no así en España, claro, donde esa burguesía nunca tuvo suficiente masa crítica), y […]

Una Constitución para la Tierra

Luigi Ferrajoli, uno de los clásicos referentes de la filosofía del Derecho europea, lleva defendiendo desde hace años la necesidad de una Constitución para el planeta Tierra. Apunta que determinados fenómenos globales como el cambio climático, las armas nucleares, el hambre, la falta de medicamentos, el drama de los migrantes y, ahora, la crisis del coronavirus, evidencian un desajuste entre la realidad del mundo y la forma jurídica y política con la que tratamos de gobernarnos. En consecuencia, propone que esa Constitución atribuya a determinados organismos internacionales no tanto funciones de gobierno, que está bien que sigan confiadas sobre todo a los Estados, sino funciones globales de garantía de los derechos humanos, concretados en un demanio (dominio público) planetario para la tutela de bienes comunes como el agua, el aire, los grandes glaciares y las grandes forestas; la prohibición de las armas convencionales a cuya difusión se deben, cada año, centenares de miles de homicidios y, más aún, de las armas nucleares; el monopolio de la fuerza militar en manos de la ONU; y un fisco global capaz de financiar los derechos sociales a la educación, la salud y la alimentación básica, proclamados en tantas cartas internacionales. La verdad es que cada vez que escucho propuestas de este tipo me viene a la cabeza el famoso cuento […]

Las posibles reclamaciones sobre la decisión de ingreso o no en UCI

Que la profesión de sanitario en general y de  médico en particular es una profesión de alto riesgo con escasas compensaciones profesionales es algo sobradamente conocido, aunque quizás no hasta qué punto. Y no me refiero ahora al riesgo médico derivado de atender a enfermos infectados con medios de protección escasos o inexistentes doblando turno tras turno, ni al psicológico derivado de la dureza física y emocional de la experiencia o de trasladar el riesgo a la propia familia, ni al social de volver a casa y encontrarte anónimos en el ascensor pidiendo que te vayas a vivir a un hotel, sino al jurídico penal y/o patrimonial de constituir, también, la primera línea de combate en las reclamaciones de los enfermos o familiares de enfermos por el defectuoso funcionamiento del sistema sanitario, ya sea real o solo supuesto, porque para una reclamación esto último basta. Otra cosa que todo el mundo sabe es que esta pandemia está dando mucho trabajo a los médicos, pero también que puede dárselo a los abogados y ulteriormente a los jueces si no nos esforzamos por extremar la prudencia antes de que la cosa se desmadre. Ya hemos tenido algunas experiencias desgraciadas con motivo de […]

¿Debería responder China por los daños ocasionados por el COVID-19?

No soy un ingenuo. Parto de la completa seguridad de que no va a hacerlo. No solo porque la cuantía de los daños es invaluable y estratosférica, sino porque no existe ninguna autoridad mundial que pueda exigírselo. Pero, aun así, creo que no sobra analizar si, desde el punto de vista de un hipotético “Derecho natural”, estaría justificado exigir una “restitución”, por usar la terminología escolástica. Pienso que es útil por muchos motivos. En primer lugar, porque nos puede ayudar a perfilar el alcance de la responsabilidad de otros  a los que sí cabe legalmente exigírsela, como podría ser, hipotéticamente, el Estado español en el caso de que por su negligencia se hayan multiplicado los daños. En segundo lugar, porque si queremos avanzar en la construcción del Derecho internacional, no podemos dar por descontado que estas conductas tienen siempre que quedar impunes, simplemente porque el responsable es demasiado grande y poderoso para responder. Sería tanto como conformarse con que en el ámbito internacional no rige el Derecho sino la fuerza, y que eso, además, está bien. Y, en tercer lugar, porque saber lo que es justo o injusto, con independencia de su consagración práctica, nos coloca en una situación intelectual […]

Todavía hay clases: los políticos y la prueba del coronavirus

Como es bien sabido a estas alturas, una de las recomendaciones fundamentales del Ministerio de Sanidad es no acudir a los centros sanitarios simplemente por tener los síntomas típicos del coronavirus, con la finalidad de no colapsarlos. Tampoco se hacen pruebas en la sanidad pública para confirmar los diagnósticos, más que a los que por su estado grave requieren el ingreso y a los sanitarios con síntomas, pese a las recomendaciones de la OMS de hacer todos los test posibles. Efectivamente, hacer cuantos más mejor es muy conveniente, no solo para conocer el impacto real de la pandemia, sino para identificar los focos de contagio que nos permitan combatirla mejor. Cuando se detecta un positivo asintomático, o con escasos síntomas, podemos aislarlo y evitar el riesgo de contagio, aparte de que nos permite localizar las personas que han estado en contacto con él y reducir así los correspondientes riesgos (como que se contamine una residencia de ancianos, por ejemplo). Pues bien, aunque se alega los test son menos relevantes cuando la población pasa a una situación general de cuarentena como la que ahora estamos viviendo, la verdadera explicación por la que en España se han hecho muy pocos test casi […]