Entradas de] Alberto Gil Ibáñez

Hacia un capitalismo más democrático: ¿Una persona, un empresario?

Llevo insistiendo en algunos posts en que estamos asistiendo a un cambio de paradigma de la sociedad que afecta al derecho, a la política, a las relaciones sociales y por supuesto a la economía. Espero con estas líneas contribuir a ampliar el debate. La conquista política más importante de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX fue probablemente consolidar un modelo democrático que se caracterizaba, entre otras cosas, por el principio: “un hombre, un voto”, desarrollado en la práctica y en un lenguaje más  adaptado a nuestro lenguaje políticamente correcto en “una persona, un voto”, donde todos con independencia de su renta y su género (con la única limitación de la edad) podían elegir a quienes estaban llamados a gobernarlos. Sin embargo cuando se trataba de  aplicar estos principios democráticos a la economía lo que se hacía era hablar del control de los medios de producción por parte del Estado, de limitar el derecho a la propiedad de algunos ciudadanos o de repartir la renta trasvasando vía impuestos o nacionalizaciones los beneficios de los ricos a los más pobres.  Pero ese modelo se refería a una sociedad dual propia de principios del siglo XX que mucho ha […]

Los pilares del Estado: a propósito de D. Gaspar de Bracamonte

Ahora que venimos de celebrar la fiesta nacional de España (por cierto Nuestra Señora del “Pilar”) quisiera traer a la memoria a D. Gaspar de Bracamonte y Guzmán, conde de Peñaranda, comendador de Daimiel, Consejero de Estado, embajador plenipotenciario enviado por Felipe IV al Congreso de Münster (que dio lugar a la paz de Westfalia y puso fin a la guerra de los treinta años, 1618-1648), presidente de los Consejos de Indias e Italia y Virrey de Nápoles. A punto estuvo de ser nombrado también valido del Rey a la muerte de Luis de Haro, y tal vez mejor le hubiera ido a España si hubiera obtenido el puesto, pero parece que la buena práctica de que gobiernen los mejores ya comenzaba entonces a ser ignorada en nuestro país. Fue persona de gran bagaje intelectual, teólogo de formación, heredero de la ideal del caballero cristiano y defensor a ultranza de la paz, un personaje clave para la política exterior española y, tal vez por ello precisamente, poco estudiado [estas notas biográficas las tomo de un estudio sobre la Historia de Peñaranda de Bracamonte (1250-1836) a cargo de Claudia Möller Recondo y Ana María Carabias Torres, ed. Diputación de Salamanca-Bracamonte, Salamanca, […]

¿Sobra el griego? Sobre un referendum que como vino, se fue

No es que queramos con el título de este post hacer un chiste fácil parafraseando el título de la película “Zorba el griego” aunque sí que hay algo de ella que puede traerse a colación, cuando Zorba (Papandreu) le dice al británico (UE): “”en la vida hay que ser medio loco para romper las cadenas y ser libre”. Para analizar la sucesión de eventos de los últimos días (primera vez en la historia que se convoca y desconvoca un referéndum en dos días), y no volvernos locos, conviene adoptar (al menos) tres enfoques: a)    Jurídico y de legitimidad  Lo que está demostrando esta crisis es que las reglas que contiene el Tratado de Lisboa no sirven para hacer frente a situación de crisis. Esto ha motivado, probablemente como efecto no buscado, el que para tomar decisiones difíciles y (relativamente) rápidas haya surgido un liderazgo, no legal pero necesario, encabezado por el tándem Merkel-Sarkozy; hasta el punto de que un conocido profesor de Derecho europeo, Joseph Weiler, sostiene que la UE ha encontrado el tan ansiado presidente de la UE: un tal Merkozy. Pero no nos engañemos, sin ese liderazgo (consentido por el resto) la UE hubiera entrado en barrena hace […]

Quien siembra Osamas recoge Gadafis

A veces las hojas de los árboles no nos dejan ver el bosque. Últimamente hay demasiadas cosas que apuntan a que se está produciendo un cambio de ciclo en la historia del mundo (y especialmente de occidente) que las prisas y la sucesión acelerada de eventos (un elemento más de ese cambio) no nos dejan sentarnos a analizar con profundidad y serenidad. Blogs como éste contribuyen sin duda a ese análisis, necesariamente polifónico, de una realidad que huye de claros y oscuros y que se sitúa crecientemente en el terreno de lo ambivalente. La reciente ejecución de Gadafi es uno de esos sucesos que nos deberían hacer pensar que algo (profundo) está cambiando. Primero, el que la OTAN no resulte ajena a lo que ha pasado, a pesar de algunas tímidas peticiones de aclaraciones, y que sepa perfectamente lo que ha sucedido y calle. Segundo, aunque Gadafi sin duda era un sinvergüenza y un canalla (si bien no mucho mayor que otros que aparecen ahora legitimados en extrañas Conferencias de Paz), no por ello debía ser privado del derecho a un juicio justo y menos con la complicidad (directa o indirecta) de occidente. ¿Qué está pasando? Pues que el derecho […]

Crónicas del nacionalismo subvencionado: camas por embajadas

Habrá quien piense que la tengo tomada con el nacionalismo, pero quien piense así también creerá que solo existe una forma de expresar la singularidad, la que llevan practicando los últimos años en España PNV, CiU, Esquerra y Batasuna… y no es verdad. Pueden mirar fuera a cualquier Estado federal pero también, si lo prefieren, pueden recordar que existía la visión de Tarradellas (expulsado injustamente por los pujolistas) o la de los tradicionalistas de Marcelino Oreja Elósegui (ver la excelente autobiografía de su hijo Memoria y Esperanza) asesinado probablemente por ser moderado y razonable. Y es que en España, especialmente en aquellos territorios que presumen de no ser españoles, se castiga la mesura y se premian los excesos. Pero volvamos al tema que nos ocupa estos días: ¿realmente el nacionalismo sirve para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos? Porque lo demás, son discursos grandilocuentes que tratan de disfrazar lo que de verdad importa. El president Mas ha dicho que la culpa de los recortes es (¿cómo no?) de Madrid, y que “nos quieren cada vez más folklóricos y menos nacionalistas”. Históricamente (cuando no gobernaban “estos” nacionalista) Cataluña había ejercido su singularidad dentro de España tratando de demostrar que […]

¿“Autonomía” financiera o “libertinaje” autonómico?

Dejando de lado otros efectos o posibles defectos de la reciente reforma constitucional, voy a concentrarme en este post en analizar la oposición de los grupos nacionalistas a su contenido, concretada en la declaración/queja del Sr. Durán i Lleida de que la reforma “ataca” la autonomía financiera de las comunidades autónomas. Desde la aprobación de nuestra Constitución de 1978 muchas son las vueltas que se han dado al concepto de “autonomía”. Una de las proclamas más reiteradas a este respecto es que no podía haber verdadera autonomía política si no existía al mismo tiempo autonomía económica. Ésta se cifraba en dos objetivos: recaudar autónomamente (País Vasco y Navarra habría conseguido el top autónomo) y gastar del mismo modo (“caiga quien caiga”). Como consecuencia se ha tratado de trasladar (hábilmente) al imaginario colectivo de la sociedad que por tanto autonomía “debía” equivaler a ausencia de límites, emulando así la visión un tanto adolescente y utópica de los años sesenta respecto a un concepto de libertad que debía llevar necesariamente a un mundo sin policía, sin cárceles e incluso sin leyes. De hecho este mensaje llegó a calar hasta en algunas sentencias del Tribunal Constitucional  que han venido interpretando restrictivamente el contenido […]

El embrollo público-privado: quién financia a quién (a propósito de las olimpiadas)

La teoría clásica dice que el poder público recibe dinero de la sociedad a través de impuestos (entre los que se incluyen a estos efectos por cierto a los propios empleados públicos) y lo devuelve (al menos en su mayor parte) en forma de prestaciones sociales y servicios públicos esenciales. También existiría sin embargo todo un capítulo de ayudas y subvenciones, directas e indirectas que, aunque formalmente prohibidas (con algunas excepciones) por el Tratado de la UE, siguen existiendo en mayor o menor medida a través de las cuales el poder público “fomentaría” determinados sectores o empresas. En los últimos años asistimos además a una proliferación de fórmulas de colaboración público-privada en la gestión y prestación de servicios públicos, donde aparecen desde casos donde el poder público contrata a su vez a una empresa privada hasta fórmulas de patronazgo o apoyo económico por parte de fundaciones a determinados servicios públicos. Por supuesto que aquí también existen excesos pero de esta vía de colaboración no hay mucho que objetar si verdaderamente sirve para mejorar el servicio público o hacerlo más barato sin perder calidad, y de ello hay más de un ejemplo. Sin embargo, en este ámbito, la apuesta (exclusiva) del […]

Los mercados: ¿únicos culpables o chivo expiatorio?

Para resolver un problema y proponer soluciones primero conviene hacer un diagnóstico lo más riguroso posible de las causas reales. En este caso,  el problema que nos ocupa es la crisis económica en su doble vertiente de crisis financiera (falta de crédito y exceso de hipotecas en el pasado) y crisis de deuda y déficit públicos. Una y otra están relacionadas, pero no son la misma, aunque  puedan resumirse en un mismo aserto: bancos, empresas, ciudadanos y gobiernos han vivido en el exceso y han pecado de falta de prudencia. No obstante, cada uno arrima el ascua a su sardina, buscando el culpable que no nos obligue a cambiar nada de nuestro comportamiento hasta la fecha, o como mucho cambiar lo mínimo posible si nos obligan, pero con la esperanza de poder volver a las andadas cuanto antes. Los bancos por ejemplo, inciden en la responsabilidad de los gobiernos en reducir la deuda, las empresas en cambiar las relaciones laborales, y el resto, gobierno y trabajadores, pues echan la culpa a los bancos y a los mercados. Lo cierto es que todos debemos cambiar algo si queremos salir de esta crisis. Los bancos deben empezar por ser más cautos en […]

Cómo incentivar que los políticos trabajen para la sociedad.

Los resultados, repetidos machaconamente, por los barómetros del CIS y los diversos grupos de indignados (estén o no encuadrados en el movimiento 15 M pues no es Sol todo lo que reluce) parecen indicar algo obvio: la sociedad española no está contenta con sus políticos. Cabría sostener que esto ocurre en todos los países democráticos (donde por cierto la abstención es en ocasiones mucho mayor que la española) pero ello no puede servir de coartada ni justificación, primero porque el grado de desafectación en España parece creciente, segundo porque carecemos un diagnóstico serio de las causas, y tercero porque mal de muchos, consuelo de…| En este post, sin embargo, vamos a concentrarnos tan solo (por razones de espacio) en plantear un posible cambio de paradigma en el que se introduzcan algunos inventivos que “fuercen” a los políticos a trabajar para la sociedad y no para sus partidos o intereses particulares/electorales. Con esto no queremos decir que todos los políticos los necesiten pues algunos tienen real vocación de servicio público, pero se trata de contrarrestar los casos (crecientes) de políticos incompetentes, corruptos o simplemente caraduras, lo que contamina la imagen de toda la clase política. El problema de plantear incentivos para […]

A propósito del movimiento 15 M: ¿Una sociedad dual?

El surgimiento de un movimiento “espontáneo” de protesta social ha causado sin duda sorpresa pues nadie al parecer lo había previsto aunque ahora todos lo esperaban. Las reacciones se mueven entre el “esto no puede ocurrir aquí” aunque se aplaudan movimientos semejantes en Egipto, Túnez y China (todos por cierto con gobiernos de izquierdas e incluso algunos miembros de la internacional socialista, lo que dejo para algún analista más sofisticado), y los que se suben entusiastas al tren en marcha|, aunque criticarían que el mismo movimiento hubiera sido impulsado por jóvenes de derecha que plantaran sus tiendas ante el Palacio de La Moncloa (ya se sabe, la famosa doble vara de medir). En este post, como siempre, sólo vamos a tratar de comprender algo mejor lo que está pasando sin entrar en juicios todavía prematuros por más que esperemos que la cordura y la ley se respeten en todo caso. Existen dos tipos de reclamaciones que unen, al parecer todavía, a los concentrados: unas de naturaleza política y otras de tipo económica.  Veámoslas por separado: Reivindicaciones políticas Aquí el grado de consenso es bastante grande e incluso con gran apoyo externo. Son muchos (algunos por cierto editores y colaboradores de […]