¿La Europa que queremos?
Desde que comenzó la crisis del coronavirus, vemos como la Unión Europea se mueve de un modo lento y descoordinado a la hora de dar una respuesta común a la crisis sanitaria y económica. Reuniones del Eurogrupo hasta la madrugada en las que no se llega a acuerdo alguno, o decisiones postergadas semanas, incluso primeros ministros llamando la atención al comportamiento de otros países. Algo insólito hasta ahora. El ejemplo más claro y mediático, sin duda, la respuesta de Antonio Costa, primer ministro portugués a su homólogo holandés, sobre que no dudó en tachar su actitud de repugnante por su no a la solidaridad. Esta lentitud ha mostrado una imagen de una Unión Europea torpe y falta de respuesta en un momento decisivo. Al menos, en apariencia. Provocado, sobre todo, por el rechazo de países cómo Alemania, Holanda o Finlandia a los denominados “coronabonos” – emisiones de deuda conjunta de todos los países de la eurozona para financiar el plan de respuesta al COVID-19 o, también llamado, “Plan Marshall”-. El motivo de la negativa, más o menos legítimo, es la falta de cumplimiento por parte de los países del sur, España e Italia, principalmente, en la reducción del déficit público. […]