Mujer, vida, libertad
Las protestas en Irán por la muerte bajo custodia de Mahsa Amini (por no llevar el velo correctamente, según las autoridades) son la expresión de descontento generacional hacia una dictadura que hostiga sistemáticamente a las mujeres por el hecho de serlo. Generacional porque están protagonizadas principalmente por niñas y mujeres jóvenes -y secundada por hombres-, que desconocen las consecuencias de desafiar al régimen. Desde la instauración de la República Islámica de Irán tras la revolución de 1979, la extensa violación de derechos humanos ha suscitado ya otras revueltas como las del 2019. La falta de libertad de expresión, la ausencia de libertad religiosa, la discriminación, la persecución contra las minorías y la pena de muerte son prácticas arraigadas. Y en especial, los derechos de las mujeres sufrieron un receso significativo. La mujer quedó relegada en cuestiones de herencia y a día de hoy necesita permiso del padre o el marido para estudiar, trabajar o viajar. Según las leyes sobre el uso obligatorio del velo en Irán, pueden ser castigadas con penas de prisión, azotes o multas por dejarse ver en público sin el pañuelo. La ley aplica a niñas a partir de nueve años, pero en la práctica se incluyen […]
Periodista autónoma residente en Madrid. Máster Universitario en Edición, Producción y Nuevas Tecnologías Periodísticas y en Relaciones Internacionales y Diplomacia. Durante cinco años trabajó en Jordania como freelance para diferentes medios de comunicación españoles cubriendo el conflicto en Siria y la crisis de refugiados. Se especializó en comunicación corporativa y trabajó en varias organizaciones no gubernamentales. Actualmente, forma parte del equipo de Baynana, una revista digital fundada por refugiados que aborda la migración con enfoque en derechos humanos.