Discurso de Elena Biurrun, ganadora del V Premio Hay Derecho
Las primeras palabras que traigo esta noche no son mías, son del profesor Pedro Molina, de la Universidad Autónoma, y autor del libro: Vegetación y flora de Torrelodones. Y dice así:
“Este trabajo ha sido posible gracias a la sensibilidad, apoyo y buena disposición del Ayuntamiento de Torrelodones, y por extensión al conjunto de los vecinos de esta localidad, comprometidos con la conservación de su territorio, de su naturaleza y su paisaje. Mi agradecimiento a todos ellos es grande y sentido, y sobrepasa con creces los límites de estas páginas. Su empeño y dedicación, en un verdadero acto de patriotismo cívico, consiguió evitar la destrucción de uno de los enclaves más valiosos de la región de Madrid, en un tiempo en el que cualquier dislate era posible, derivado de la voracidad insaciable del modelo territorial vigente entonces. Gracias a los vecinos primero y al Ayuntamiento después, aún existen los magníficos carrascales con quejigos y alcornoques del Área Homogénea Norte, un espacio singular y muy valioso, patrimonio común de torresanos y madrileños”
Una manera preciosa de resumir nuestra aparición en la escena política madrileña hace 15 años.
Ahora que por fin la sostenibilidad ambiental, la equidad social o la ejemplaridad pública son exigidas por todos (o casi todos), un grupo de utópicos decidimos adelantarnos unos años y allá por el año 2005, dimos un paso adelante para ocupar el espacio que el sistema por aquel entonces nos negaba.
Un sistema que permitía a unos cuantos esquilmar lo público con total impunidad, ante la mirada atónita de unos y la indiferencia de otros. Un sistema que permitía pelotazos urbanísticos a la carta para beneficio de unos cuantos promotores, a lo largo y ancho de nuestra geografía, con el beneplácito de alcaldes y alcaldesas de colores políticos diversos.
Años después pudimos comprobar hasta qué punto teníamos razón y lo que denunciábamos era solo la punta del iceberg de lo que en realidad estaba pasando. Las condenas por lo que ocurrió en aquellos años siguen llegando. No son todas las que deberían haber sido, pero ya permiten conocer bien lo que ocurrió. Sin embargo, el desastre se perpetró y aún estamos reponiéndonos de esos años de delirio.
Hace 15 años un grupo de ciudadanos anónimos dijimos basta, y decidimos cambiar el rumbo de la política municipal de nuestro pueblo.
Porque como dice mi adorada Mafalda, si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que le cambia a uno. Convencidos de que existía otra forma de hacer política, decidimos dar el salto y aplicar desde lo público nuestro saber hacer. Porque eso y no otra cosa hicimos. Reglas claras, basadas en la transparencia, la rendición de cuentas y la escucha activa a los ciudadanos, desarrolladas por un equipo con mucha energía, ganas de cambiar las cosas y mucha capacidad profesional. Nuestros compromisos con los vecinos siempre han sido sencillos y limitados, pero cumplimos todos y cada uno de ellos.
Por eso este premio no me pertenece solo a mí.
Es un premio coral y como tal lo comparto con todos los que a lo largo de mis 15 años al frente de la asociación vecinal Torrenat primero y del partido político Vecinos por Torrelodones, después, han estado a mi lado. Todos sin excepción son parte fundamental de la transformación que llevamos a cabo en Torrelodones.
Generosidad, capacidad profesional, compromiso con lo público, confianza, respeto, lealtad, reglas exigentes y objetivos claros fueron nuestra hoja de ruta.
Años de esfuerzo y trabajo, de valentía en la toma de decisiones y con la convicción de que más allá de competencias, teníamos incumbencias. Años de constatación de que a la administración hay que venir con las ideas claras y sin tiempo que perder, porque la inercia y la burocracia son mucho más fuertes de lo que uno se imagina.
Años de alegrías y retos, y algún que otro sinsabor. El pasado 10 de febrero mi abogado y ahora amigo, me comunicaba el archivo de la última querella por prevaricación que aún tenía pendiente. 8 querellas en 8 años es una buena cifra, las 4 últimas concentradas en mis 2 últimos años de mandato.
Querellas puestas por aquellos que no entendieron que las cosas habían cambiado en Torrelodones y que con nosotros el chantaje no iba a funcionar. Sólo mis más cercanos saben el coste que ha supuesto para mí este calvario judicial y espero que pasado un tiempo pueda recordar mi paso por el ayuntamiento con el cariño que merece. Tengo aún que digerir lo que ha supuesto en mi vida tanta exposición y tanta visceralidad.
Como dice mi venerado Angel Guirao, el mundo está compuesto por hobbits y horcos. Somos muchos más los hobbits, pero los horcos, dan mucha guerra y hacen perder mucho tiempo y energía.
Tras dejar el cargo en junio cumpliendo nuestro compromiso de estar un máximo de dos legislaturas como alcaldesa, no tuve fácil el paso al mundo privado. En absoluto. Aún mucha gente se sorprende de que mi primer destino tras dejar el ayuntamiento fuese la oficina del paro de Villalba, y más aún que me resultase tan difícil encontrar encaje en el mundo empresarial. De ahí mi agradecimiento infinito a Carlota Mateos por darme la oportunidad de comenzar con ella una nueva etapa, y cómo no, gracias mayúsculas a Ignacio Pi Corrales por abrirme las puertas de su casa y compartir inquietudes y proyectos. De corazón.
Pero lo público me llama, me interesa, me ocupa. Por eso quiero agradecer a José Luis Escrivá que haya creído en mí y en mis valores para encabezar su gabinete al frente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El reto es inmenso y los objetivos ambiciosos. Desde mi convencimiento personal de que los cambios deben abordarse desde una perspectiva local, espero estar a la altura.
Gracias a todos y cada uno por vuestros votos. A los más de 5.000 personas que me votasteis en primera ronda y a los patronos de la Fundación Hay Derecho, fundación a la que sigo desde mis inicios como alcaldesa, especialmente a Elisa de la Nuez, con la que he compartido foros y muchos tuits. Gracias por tu cercanía.
A mi gente, que sabéis quienes sois, algunos hoy aquí presentes, especialmente a Santiago y nuestros hijos, por tanto, que no se puede expresar con palabras.
Elena Biurrun
Exalcaldesa de Torrelodones