HISTORIA
Han crecido las grietas del Estado de Derecho, se ha extendido la corrupción
y, paralelamente, el desencanto de los ciudadanos ante el funcionamiento de las instituciones
Han crecido las grietas del Estado de Derecho, se ha extendido la corrupción
y, paralelamente, el desencanto de los ciudadanos ante el funcionamiento de las instituciones
¿Dónde está el poder de las leyes?, se preguntaba Demóstenes, y contestaba: en ti, si tú las apoyas y las haces poderosas cuando alguien necesite su ayuda.
Nadie puede discutir que en España el Estado de Derecho atraviesa hoy una situación delicada. Todo el entramado institucional creado para salvaguardarlo, desde el inicial proceso de generación de normas hasta su final aplicación por la Judicatura o por la Administración Pública está amenazado de derribo. Sin duda todavía se sostiene, pero en la actualidad ya es demasiado débil para taponar las grietas por las que se filtran los intereses particulares de los más poderosos, o simplemente de los más desvergonzados.
Para la clase política no es fácil, por demasiado comprometido o poco interesante, realizar el esfuerzo necesario para apuntalar el sistema y permitir su correcto funcionamiento. Son muchos los intereses que confluyen y escasa la exigencia de rendición de cuentas que permite un régimen como el nuestro, tan cerrado y partitocrático.
Por eso tenía razón Demóstenes. En una sociedad democrática las leyes no cuentan con más ayuda real que la nuestra, la de los ciudadanos. Ayudar a las leyes pasa por obligar a nuestros dirigentes democráticamente elegidos a tomar conciencia de su responsabilidad, denunciado sus excesos y sus carencias. Este blog, creado por un grupo de profesionales preocupados por la defensa de nuestro actual Estado de Derecho, pretende contribuir modestamente a dicho objetivo, criticando las normas y difundiendo los hechos que lo amenacen.
Pero la clave de todo está en ti, querido lector, en tu deseo de ser informado y en tus ganas de participar activamente. Si te desentiendes, entonces cualquier prodigio será posible, incluso, como muestra gráficamente nuestro logo, que la pluma pese más que plomo… y que ese día los intereses que se pesen sean los tuyos”.
Las grietas del Estado de Derecho
Transcurrida casi exactamente una olimpiada, cabe decir que el blog ha crecido espectacularmente; pero, lamentablemente, no se puede decir que la situación haya mejorado sino que, por el contrario, han crecido las grietas del Estado de Derecho, se ha extendido la corrupción y, paralelamente, el desencanto de los ciudadanos ante el funcionamiento de las instituciones.
Grave crisis económica
Probablemente, la prueba de resistencia que supone la grave crisis económica ha hecho estallar por las costuras una estructura que tenía muchas instituciones ensambladas de mala manera, haciendo que manen por las heridas abiertas todas las excrecencias que, al resguardo de la opacidad legal y abonadas por la desactivación de los controles tradicionales del Estado de Derecho, crecían y se desarrollaban en el interior de aquéllas. El ciudadano, deslumbrado con un crecimiento económico que parecía imparable, se dedicaba a su vida feliz, sin que las instituciones hicieran, como en el caso de Dorian Grey, el papel del espejo que les muestra la realidad envejecida: al contrario, fomentaron el engaño y la corrupción.
Casos de corrupción
Eso es lo que creemos que ha ocurrido en estos cuatro años con la destrucción de las centenarias Cajas de Ahorro, a costa del erario público y con los tremendos escándalos que se derivan de ese proceso; el goteo constante de casos de corrupción, no ya individualizada sino organizada (ERES, Gürtel, Cataluña), el resquebrajamiento evidente del esquema constitucional en el diseño territorial con el proceso soberanista; la muerte de la separación de poderes con el incumplimiento de las promesas electorales de profundizar en la independencia de la justicia en su órgano rector, el CGPJ; el abuso de los indultos y aforamientos; el uso de la legislación masiva como modo de aparentar la ejecución de políticas (leyes de Emprendedores); la revolving door, escandalosa en nuestro país; y tantas cosas más.
Deterioro del Estado de Derecho
Todo ello supone un gravísimo deterioro del Estado de Derecho, pilar esencial de cualquier país avanzado. La democracia sin Estado de Derecho es una quimera, porque no puede hablarse de expresión de la voluntad popular si ello no se hace por un procedimiento que nos asegure que quienes resulten elegidos van a someterse a las mismas normas que el resto de la ciudadanía, si no existen unos contrapesos efectivos al poder -unos verdaderos checks and balances– si no se reconocen unos derechos individuales. Nuestro país se encuentra en una encrucijada en la que las decisiones que se tomen pueden conducirnos a un modelo de país en el que haya votaciones pero no Estado de Derecho (piénsese en Venezuela, o Rusia, o Argentina) o a verdaderas democracias en las que la elección por el pueblo va acompañada de un sometimiento de todos a la ley. Y es así porque corremos el riego que la justificada indignación de los ciudadanos conduzca a opciones políticas que ofrecen un diagnóstico brillante y en buena parte acertado de lo que está ocurriendo, pero que ofrecen soluciones populistas, soluciones mágicas para problemas complejos, que esconden, bajo el manto de la democracia popular, una dictadura exenta de las limitaciones que impone el Estado de Derecho. O, de no triunfar estas opciones, a permanecer en una democracia de baja calidad, en permanente riesgo de colapso. Hemos de ser conscientes de la fragilidad de sistemas complejos, como es el de una democracia avanzada, y como lo son otras muchas instituciones en la que los delicados equilibrios de las acciones humanas pueden verse alterados por acontecimientos en apariencia nimios.
La sociedad civil debe comprometerse
Por eso, los editores del blog, muchos colaboradores del mismo y otras personas independientes sentimos la necesidad de hacer algo más que usar la palabra y la crítica. Creemos que en una democracia no podemos esperar a que todo nos lo arreglen desde arriba: la sociedad civil debe comprometerse también en esta tarea. Y, si tenemos una visión ética de la vida, no debe intimidarnos la magnitud de la empresa pues, como decía Burke, “el mayor error lo comete el que no hace nada porque solo podría hacer un poco”.
Lucha contra la corrupción
Por eso nos hemos decidido a constituir una fundación que se llama también Hay Derecho y que se dedicará a realizar acciones concretas en defensa del Estado de Derecho, la transparencia y la lucha contra la corrupción, ya se trate de dictámenes, informes, actuaciones en vía administrativa o judicial, actuaciones en pro de la transparencia o congresos y seminarios. También queremos reforzar las actuaciones de los defensores (muchas veces desconocidos) del Estado de Derecho mediante actos de reconocimiento. Para todo eso necesitamos la colaboración de todos aquellos que piensan que sin Estado de Derecho no hay democracia posible.