En España, la Constitución de 1978 diseñó un Estado social y democrático de Derecho con instituciones fuertes, que deben servir como límites al poder político.
Los principios de separación de poderes, neutralidad, mérito y capacidad, transparencia o la rendición de cuentas en las instituciones son pilares de nuestra democracia y de nuestras instituciones, y en definitiva, de nuestra democracia.
Sin embargo, en la práctica, estas instituciones se han ido debilitando y deteriorando al hilo de una progresiva politización. Una situación que ha provocado falta de profesionalidad y de neutralidad, así como erosión de los principios de mérito y capacidad, transparencia y rendición de cuentas.
Desde la Fundación Hay Derecho pedimos a los partidos políticos que se comprometan a las siguientes 10 medidas para una reforma institucional integral en favor del Estado de derecho: